Llevo aproximadamente cinco años manteniendo un blog que ha estado a punto de desaparecer en varias ocasiones. He urdido alternativas en otros blogs que pocos recordarán. Uno fue Zonas oscuras que duró dos meses y medio. Utilizaba el formato breve y publicaba todos los días. Revelaba mi dualidad en la que se enhebran los sentimientos más oscuros y a la vez el ansia de claridad y de luz. Quien me lea no encontrará fácilmente al pesimista que todo lo ve negro, pero tampoco al optimista que encuentra en todo motivos de exaltación.
Profesor en la secundaria ha tenido varias etapas. Años en que ha sido intensamente pedagógico, siempre desde un punto de vista existencial, y años en que se ha alejado de la pedagogía y ha ensayado reflexiones diferentes. He procurado en todas añadir mi experiencia personal como punto de anclaje al post. He evocado momentos de mi historia como profesor, como viajero, como actor, como practicante de zen, como lector, como padre… He hecho de la duda un ejercicio metódico. No tengo muchas certezas y sí muchas dudas, pero lo prefiero así.
A lo largo de estos cinco años he mantenido relaciones blogueras apasionadas que luego se han disuelto en la nada. Los blogs nacen, crecen y mueren y los autores que están detrás desaparecen. He seguido procesos de pensamiento que me han interesado y a los que me he sentido cercano. Pero un día el proceso se interrumpe por razones infinitas y pierdo a esa persona que está detrás. Otras veces sé que lo que he escrito ha interesado en un momento determinado a alguien que lo ha leído con entusiasmo, pero tiempo después ese momento vital ha pasado y se produce el distanciamiento. La blogosfera es un cúmulo de encuentros y desencuentros. Siento profundamente los momentos en que soy consciente de esa distancia que se produce con alguien a quien has admirado. No suele dejar huellas. A veces no hay una despedida formal tras incluso un intercambio epistolar sumamente intenso al margen del blog.
Pienso que cinco años es un tiempo largo en que todos hemos cambiado. Yo no soy el mismo que empecé y entiendo que todo el mundo pasa por experiencias de transformación, de pasión por el mundo bloguero por las perspectivas que abre y de cansancio o desilusión tras un tiempo más o menos dilatado. Es difícil tener siempre algo que decir y de sentimientos no sólo se nutre un blog. Es normal que ímpetu inicial se trastoque en rutina al cabo de un tiempo y uno ya no espere tanto. O se le acabe lo que tenía que decir.
El autor de un blog espera los comentarios que entiendan lo que exactamente ha querido decir, incluso que vayan más allá y le revelen lo que no se atrevió a pensar. He encontrado comentaristas sagaces que me han alumbrado, que han ido más allá de donde yo había osado ir. Es una química extraordinaria la que se produce por medio de los comentarios. A veces dan en el blanco; otras veces, sus dardos caen lejos aunque animados de buena voluntad. Todos son bien recibidos. La lucidez es una cualidad no muy extendida. La mayoría expresamos lo que podemos sin ese plus de inteligencia necesario. No es necesario escribir mucho. Tal vez sólo es una frase, pero precisa y exacta, que entra en diagonal hasta el corazón y surge la emoción profunda. Intento hacer ese comentario que a veces surge inesperadamente y que notas cuando ha llegado con precisión a la otra persona. En otras ocasiones lo que uno escribe es enojoso y pesado y probablemente no coincidirá con lo que el autor ha intentado expresar. No descarto que entre los procesos de pensamiento que se desarrollan en los blogs se produzcan estos acercamientos casi eróticos y luego alejamientos que nadie sabe por qué han tenido lugar.
En otras ocasiones ha habido discrepancias fortísimas y quien había sido importante en un momento se convierte en indiferente o incluso hostil. Otras veces he visto extraordinarios ejercicios de comprensión y humildad ante lo que se consideraba distante respecto a lo que uno había escrito. No siempre la discrepancia es bien entendida, pero tampoco los comentarios que se limitan a elogiar por sistema terminan por ser apreciados. Me gusta personalmente la disensión crítica, aguda pero bienintencionada. Esto se percibe fácilmente. Igual que hay blogs que emanan simpatía y humanidad, capacidad empática.
El mundo de los blogs, tras un recorrido más o menos largo, es como la vida misma. Cercanías, lejanías y a veces mágicamente se perpetúa en el tiempo la amistad, el reconocimiento, el respeto…
Entre los que todavía estáis aquí (espero que por mucho tiempo) hay buenos amigos, algunos ocultos (¿hay lectores ocultos del blog?). Os envío un mensaje de calor, de amistad, de cercanía. Todos vosotros sois esenciales en la trayectoria de este blog, y a todos los que han desaparecido, muchos, muchísimos, demasiados, os mando un cálido abrazo aunque sé que ya no me leeréis.
Sí, hay lectores ocultos en el blog... que en ocasiones como éstas se convierten en escritores ocultos.
ResponderEliminarOtro cálido abrazo para ti.
ResponderEliminarY lectoras ocultas.
ResponderEliminarUn beso de alguien que espera un reencuentro
Creo que conozco a alguno de tus lectores ocultos y ocasionales.
ResponderEliminarYo aprendo y disfruto leyéndote. Aunque algunos posts me interesen más que otros, o esté más o menos de acuerdo con lo que dices.
Un abrazo.
Te comprendo perfectamente. A veces, temo que me invada la desidia y abandone un blog en el que llevo publicando más de tres años de forma diaria e ininterrumpida. Creo que es cuestión de saber lo que uno quiere, que en mi caso está muy claro: visibilidad en los medios digitales a unas ideas que no suelen tenerla en los medios tradicionales.
ResponderEliminarAl mismo tiempo, y casi sin buscarlo ni pretenderlo, me doy cuenta de que voy escribiendo una crónica de lo que ocurre en mi vida, en mi entorno de familia y amigos, en mi ciudad. Es como un libro diario, aderezado con imágenes y enlaces. Pero al mismo tiempo, es como un hijo, al que no puedo ni quiero perder de vista, al que alimento todos los días, llevo al colegio, educo, ...
Es muy complicado esto de ser bloguero.
Cada amistad tiene su propio ritmo y a quien deslumbramos una vez por mes, lo aburrimos si nos escucha a diario y viceversa. ¿Cada cuántas horas somos capaces de renovarnos? ¿Depende de nuestra vitalidad? ¿Escribimos con la intención de que el sentido de nuestras palabras perdure en el tiempo? ¿Buscamos simplemente un intercambio afectivo falso y apresurado y más barato que el psicólogo o el confesor?
ResponderEliminarSea cual sea la respuesta, en este caso es siempre un placer leerte, comentemos o no.
Un abrazo.
¡Qué susto me has dado! Sonaba a despedida.
ResponderEliminarEspero que sigas ahí, con tus incertidumbres, mucho tiempo ;-D
Un abrazo.
Magnífica reflexión de un bloggero con experiencia. Es increible que un lustrito es ahora una distancia enorme. Yo también estaba un poco sobrecogido porque sonaba a despedida.
ResponderEliminarMe desoculto para que sepas que tu blog está muy vivo. Gracias por él.
Escribir es poner afuera, un poco más en orden, el desorden de dentro...algunos blog iluminan el camino cuando de día parece oscuro, otros hacen reir y si bien de ánimo estas, el día se contagia; y si caído estás una sonrisa se asoma. Escribiendo se redefinen conceptos propios y ajenos, se me ocurre una "cadena alimenticia" (el tema de mi chico en el cole), y claro como eso, se teje con la vida. Tu blog ha tenido muchas cosas buenas para mi, que rico que no fue despedida, ya en cinco años más seguro será mejor, esa es la vida! Un abrazo seguro desde Colombia.
ResponderEliminarSabes que no me dejan comentar, pero la ocasión lo merece y sin problemas me han liberado.
ResponderEliminarAún recuerdo la chica que salió de entre las palmeras en una playa lejana. Quizás dentro de unos 7 años tienes una lectora nueva pero deberías clasificar los post por edades ;)
Salud,
Máximo
Aquí seguimos, visitándote a diario, aunque no dejemos huellas. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por compartir tu nutrida experiencia veterana. Es muy instructiva, una radiografía de las relaciones singulares que se establecen entre blogueros.
ResponderEliminarSaludos.
Joselu, no se quien eres, pero es refrescante compartir con alguien que es inteligente y tiene algo humano que ofrecer.
ResponderEliminarMuchas veces la parte intelectual se apodera de ti, sin embargo hay otros momentos magicos donde abres la puerta de tu intimidad y nos ofreces aquellas reflexiones que permiten ver la vida desde otra dimension.
Yo creo que escribo, solo por escribir -mi padre tiene la culpa, el me regalo un dia una diario y ahi aprendi a escribir mis experiencias-
Escribir no es facil, algunas veces los golpes de la vida, el trabajo, enfermedades, etc, etc impiden acercarse a uno mismo, y ahi queda abandonado el blog... hasta que un dia, el cansancio nos da la tregua y las palabras vuelven a florecer en pensaientos, pensamientos en voz alta.
Gracias por tu compania!
Yo creo JOSELU,
ResponderEliminarque cada blog, es el reflejo de quien lo escribe, nada más y nada menos, que eso.
No tengo idea de por qué lo hacen los demás, supongo que cada uno tendrá un motivo y todos serán distintos.
Desde luego en mi caso, la razón fundamental es que disfruto muchísimo haciéndolo, me encanta comunicarme con la gente, de cualquier manera, así de sencillo. Me fascina conversar, escuchar, leer y aprender, y aquí el abanico de posibilidades en ese terreno, es infinito.
No tengo absolutamente ninguna aspiración de ningún tipo, más que disfrutar. Y supongo que, de la misma manera que siempre tengo algo de lo que hablar, siempre tengo algo que colgar en el blog, no sé si le interesará a alguien, pongo lo que me surge cada vez que pongo a escribir una nueva entrada.
Yo llevo a penas un año en esto, llegué por pura casualidad, mi blog me lo regaló una amiga, y casi ni sabía que existía este mundo. Desde le primer día, me apasionó, fue como descubrir una ventana infinitamente grande por la que respirar y asomarme a un mundo que cada vez me gusta más. Aunque a veces, me da pena ver, como que se apaga. Durante este tiempo, he visto como tú desaparecer blogs y blogueros. Virtual y físicamente, suena trágico, pero ya llevo dos muertos, a una la conociste tú y por estúpido que parezca, no veas como he llorado.
No tienen nada de virtual, los sentimientos que se despiertan aquí, son absolutamente de verdad, tan reales como los que se viven en la vida normal, por llamarla de alguna manera. Par mi aquí, muchas personas son tan cercanas, como cualquier amigo de carne y hueso en la calle. Será que soy una blandengue, pero en cuestiones de cariño, da igual que tengas enfrente una pantalla o una persona.
Detrás, veas o no veas las caras, siempre hay personas y a veces, se ve mejor lo que hay dentro de ellas, que incluso fuera.
Así es que, te comprendo muy bien.
Gracias,
muchos besos y feliz día JOSELU.
Seguí tus zonas oscuras y las reflexiones africanas. Son heterónimos que te enriquecen y muestran tus facetas más diversas. Hemos coincidido en tiempos pedagógicos y en horas existenciales, con ideas afines o con discrepancias. Pero, sobre todo, nos ha unido una amistad forjada a golpe de post, de lecturas y comentarios fieles.
ResponderEliminarNo puedes desaparecer de la red, porque sería como abandonar para siempre tu barrio, tus gentes. Tal vez te apetezca iniciar un viaje, recorrer otras calles, pero sabes que siempre se vuelve a casa, aunque sólo sea para saludar a los parroquianos que miran pasmados el vuelo de las palomas.
Te sobran razones para estar orgulloso de tu bitácora - lo de "blog" no acaba de gustarme - y espero y deseo que tenga larga vida.
ResponderEliminarUn abrazo
uufff...Pensé que era una despedida.
ResponderEliminarComo dices, muchos se han perdido, pero para cada descubrimiento luminoso un recuerdo( 2:10'' ) agradecido
Saludos
'Ab imo pectore', adelante.
ResponderEliminarYo te sigo, tu me sigues, el nos sigue..... Lo único que se es que hay blogs a los que no quiero perder nunca. Date por aludido y léeme tu también siempre jamás. besos Lola
ResponderEliminarAfortunadamente a veces en esto se abren otras vías de comunicación, mail e incluso teléfono móvil que permite "desvirtualizar" una relación que en su día se inició vía comentario de blogs.
ResponderEliminarLo bueno de ti, como bloguero, es que tratas muy bien a tus comentaristas, que son much@s, siempre estás ahí para responder. Y... eso no lo hace todo el mundo, bloguero.
Te reconozco que últimamente no te visito mucho ¿y? Cuando he leído por ahí "interesante post de Joselu en perspectiva"... No he dudado.
Joselu se te respeta y mucho (por lo menos yo) creo que eso es lo importante y lo que te permitirá aguantar hasta que tú quieras, porque, amigo, aunque sea dura la decisión de terminar con un blog cuando hay que parar se para. Tengo un íntimo amigo que lo hizo.
Creo que en Trestizas el jueves posteran sobre algo parecido a lo que tú posteas hoy.
Te piden prestada la frase: "El mundo de los blogs, tras un recorrido más o menos largo, es como la vida misma. Cercanías, lejanías y a veces mágicamente se perpetúa en el tiempo la amistad, el reconocimiento, el respeto…"
La palabra es dardo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Leo cada una de tus entradas, y es un placer comprobar en mi navegador que Joselu ha escrito una nueva entrada. Tengo la sensación de comprender de manera empática aquello que escribes, aunque no siempre lo comparto. Te sigo y casi con más fidelidad que a Javier Marías . Reconozco que el aspecto de “red social” de los blogs no me atrae demasiado.
ResponderEliminarSaludos
Otro oculto por aquí ;)w
ResponderEliminarJa, ja, ja, amigos, me ha encantado poder descubrir a ocultos y amigos que estáis por aquí. Hoy me siento con ganas de bromear y además he leído que Hitler nunca bromeaba. Nunca hay que tomarse demasiado en serio a uno mismo. Y yo a veces tiendo a ello. Procuraré recuperar mi vocación de payaso y haceros reír aunque sea por una vez. Gracias por vuestra presencia a todos. Me voy a leer una novela triste de mi genial escritor Coetzee. Hasta mañana.
ResponderEliminarEs un hábito, Joselu, y con eso está dicho todo. Y una habitación propia, parafraseando a Virginia, donde siepre se entra con la seguridad de estar en la mejor compañía, la tuya. Si tu vida forma parte de la nuestra, muchos lectores saben que han tenido la inmensa fortuna vital de haber entrado en la tuya. Sólo por eso la existencia de una bitácora, de un blog, está justificada. Se siente y se aprende, se disiente y se asiente, se descubre y se encubre...
ResponderEliminarEsto es, también, Joselu, la vida.
En el poco tiempo que llevo en esto del blog, amigo Joselu, he ido viendo que la necesidad de plantearse qué es y para qué sirve un blog y también por qué se mantiene y se continúa escribiendo en él es casi un lugar común; cuando no es uno, es otro autor (no me gusta nada la palabra "bloguero")quien siente la necesidad metapoética de plantearse las cuestiones antes mencionadas.
ResponderEliminarEl blog es sobre todo comunicación. Uno escribe y el que quiere entra y lee y comenta si le viene de gusto (hay blogs en los que la opción de comentarios está cerrada) y poco más. No hay que plantearse tantas veces el por qué y el para qué de un blog. Nadie obliga a abrirlo y nadie ni nada impide cerrarlo cuando se está cansado o se ve inútil o no se tiene nada que decir. Es una libertad que debe ejercer cada autor.
Me han gustado tus reflexiones.
Un abrazo, Javier.
Comparto muchas de las reflexiones que haces en este post y en general me gustan los temas que tratas y la forma en que lo haces, por ello repito tanto por aquí.
ResponderEliminarNo se cuanto duraré en la blogosfera. Empecé sin ninguna idea fija, y todavía no la tengo. Me apetece escribir las cosas que vivo o siento y si un día me canso acabaré sin más.
No tengo un plan, ni un objetivo, ni me siento atado a ninguna restricción formal o de contenido. En la blogosfera me siento libre, y, además, me lo paso bien escribiendo.
Y, cómo no, me alegro de haber contactado con gente como tú y con otras personas con las que hablo a veces y cuyos mensajes me enriquecen poco a poco.
Un saludo.
Y después de semejante declaración ¿Qué te digo yo? Que seguiré leyendote...que continuaré intentando dar una opinión al menos inteligente... De todas todas, un gran abrazo.
ResponderEliminarTengo la suerte de haberte descubierto poco antes de que publicaras este post. Los 5 años anteriores que me perdí los apuesto doble o nada por los 5 que vienen.
ResponderEliminarSaludos abrazos y sonrisas
Pd: Muy precisa la descripcion que haces de la vida blogera (bitacorera para los que no terminan de gustar de blog). Tal vez tener varios blog responda a una necesidad semiesquizofrenica.
Hola Joselu..hermoso homenaje que haces al Blog, al mundo del Blog y tu existencia en él, durante cinco años. Palabras cargadas de sentimientos sinceros y de gran valor..
ResponderEliminarCreas amistades maravillosas, relaciones que no siento que sean virtuales, son auténticas y verdaderas. Y como todo...como el universo y la naturaleza, todo cambia,se transforma, nace-muere,...forma parte de la vida. Lo que cuesta sentir o admitir, es que dejen de comentar las personas amigas sin previo aviso. No todos lo hacen así.
Sabes que me gusta mucho leerte, aprendo mucho de ti y tus comentarios son extraordinarios para una humildisíma escritora de poemas.
Te dejo un abrazo silencioso impregnado con aroma de cerezas,
Naia
Joselu, yo empecé en este mundo de los blogs gracias a ti y disfruto muchísimo leyendo textos tan diferentes y tan interesantes, muchos de una gran calidad. Escribir es una necesidad, un desahogo, una invitación a la reflexión, una voz en el espacio que a veces encuentra respuesta y otras no, pero no importa, sabemos que mucha gente nos lee aunque no nos conteste. No son relaciones "virtuales", son relaciones de verdad. Se siente la cercanía del que contesta, leemos lo que otros han escrito, deseamos ver una nueva entrada. Es un universo mágico, plural, riquísimo. Sigue obsequiándonos con tus palabras, con tus reflexiones, siempre profundas, documentadas, vividas. Recibe el abrazo sincero de esta compañera de fatigas. ¡Ánimo! Gracias, y enhorabuena por ser como eres.
ResponderEliminarYo ando medio oculto, pero ando ;-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, amigos, por vuestras palabras, me animan a continuar. Pienso que estas relaciones que se tejen tienen más densidad de la que parecen a pesar de que sean virtuales. Cada uno de vosotros aporta un ángulo distinto de visión, que corrige, que disiente, que anima, que comparte lo que aquí se expone. No es quizás un círculo de amigos pero sí un cúmulo de reflexiones que se entrelazan y aportan luz.
ResponderEliminarGracias a todos: Oculto, Carlota Bloom, Conchi, Mari Carmen, Basseta, Animal de fondo, Esther, Fernando García, Liliana, Máxima, Caperucita azul, Luis Valdesueiro, Silvia Porras, María, Antonio Solano, Luis Antonio, Wrailito, Francisco Ortega, Lola, Gorka, Javier, Serenus Zeitbloom, SuperB, Juan Poz, Javier Quiñones, Toro sentado, Malo, Vavo, Nahahya, Yolanda, Antonio (Pierde peso).
He visto que he escrito Máxima en lugar de Máximo. Ja, ja, ja. Rectifico, amigo Máximo. Estés donde estés.
ResponderEliminarNo sólo tengo que agradecerte el placer que me proporciona leer tus artículos (aunque a veces sea un dudoso placer, como el de leer a Coetzee), sino también el haber disfrutado de otros blogs de tus comentaristas a los que he llegado a través de sus comentarios o tu lista de blogs.
ResponderEliminarAh, ¡cuidado! acabo de leer que además de no bromear nunca, he leído en el diario montañés que el Führer no se suicidó, sino que huyó a España y pasó unos días en una hostería de Cantabria. Un escritor argentino dixit.
Pues yo a ti te leo porque eres tú el que escribe, y porque me gusta lo que leo cuando pones una letra detrás de otra. La suerte es que cuando eso pasa, no me canso de leer. Ya ves.
ResponderEliminarVuelvo a donde estaba.
Yo sigo atenta a tus devaneos blogueros, aunque pase por una etapa de silencios.
ResponderEliminarNo siempre se tiene algo que decir en un post, tú mismo lo afirmas. Pues eso mismo ocurre en los comentarios. Una siente que va a ser obvia, insulsa, reiterativa... y elige callar, o lo que es lo mismo, ceder la palabra.
Recojo tu cálido abrazo. Estoy en un momento personal que me resulta un bálsamo.
Bueno, Joselu, he sentido cuando leía el post, una sensación que se aproximaba a una despedida. Luego, según leía, he ido viendo que no. Que se trataba de una de tus sesudas reflexiones. Es un buen ejercicio este de mirarse a uno mismo y analizar qué huella vamos dejando en el camino. Está claro que el camino es concurrido, y es transitado por mucha gente, unos, conocidos, y otros, ocultos. Pero todos nos dejan su poso personal que limpia y enriquece nuestros decires. Yo te animo desde aquí a que continúes por esta senda que iniciaste hace cinco años. Te seguiré leyendo y comentando con sumo placer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguimos por aquí. Un saludo.
ResponderEliminarCarlos Nicomedes Díaz, V., Lu, Miguel, Recuerdos perdidos, gracias por dejar vuestra huella. Es todo un lujo poder contar con vuestras palabras y comentarios que quiero exigentes y no sólo benevolentes para lo que vayamos reflexionando. Un cordial saludo.
ResponderEliminarAcá otra lectora oculta que lee desde Buenos Aires, disfruta la lectura, aprende sobre el oficio de enseñar, reflexiona y comenta con amigos e incluso con sus alumnos de Literatura argentina y latinoamericana.
ResponderEliminarBsonia, gracias por hacerte visible en este espacio de dudas y reflexiones sobre nuestra profesión, la cultura y la literatura.
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