¿Qué hablar hoy, un soleado catorce de abril, con una primavera en ciernes, y que nos sirva para recordar aquel otro catorce de abril de 1931? Para los que desconozcan la fecha allende el océano, éste es el día en que se proclamó la Segunda República Española, que duró escasamente ocho años y fue víctima de un cruento golpe de estado y una terrible guerra civil que acabó con ella e instauró cuarenta años de dictadura franquista.
Quiero rememorar en este día los ideales republicanos y su intensa campaña en pos de la enseñanza pública a la que deberían tener acceso todos los españoles y no sólo aquellos que pudieran alcanzarla por su nivel de renta. En efecto, la República se encontró con un país vastamente analfabeto y llevó adelante una escuela pública, obligatoria, laica, mixta e inspirada en el ideal de la solidaridad humana. Muchos de sus ideales estaban contenidos en la Institución Libre de la Enseñanza. Aquella escuela debía ser la piedra angular de la República. Para instaurar un proceso democrático era necesario un pueblo alfabetizado. La mejor tarjeta de presentación republicana fue su proyecto educativo.
Se proyectó la construcción de 27.000 escuelas en toda la geografía española y la república se propuso poner en ella a los mejores maestros. Estos estaban poco formados. Es la República la que eleva el Magisterio a carrera universitaria y mejora sustancialmente los sueldos de los maestros. Del mismo modo, se inician los cursos de formación, a cargo de los inspectores, para mejorar la capacitación de los docentes.
Se hizo del alumno el centro del proyecto pedagógico. Se le hizo protagonista de las clases y de su formación. Cuando había que estudiar la naturaleza se le sacaba al campo para observar y experimentar. Recordemos la magnífica película La lengua de las mariposas con guión del desaparecido Rafael Azcona. Los trabajos de campo se convierten en esenciales para estimular la curiosidad del alumno y su participación en el proceso de aprendizaje.
Por otro lado se impide a las órdenes religiosas aleccionar a los niños con sus enseñanzas. Los jesuitas que tenían una gran influencia en la educación son disueltos. A los maestros se les liberó de impartir enseñanza religiosa. Muchas órdenes religiosas optaron en contrapartida en poner a seglares al frente de sus proyectos para evitar las restricciones que hubo en aquel campo.
En el bienio radical-cedista (1933-1936) muchos de los proyectos republicanos fueron frenados, aunque no liquidados. De este periodo hay que destacar un buen plan para el bachillerato y una comisión para la reforma técnica de la escuela que no pudo dar sus frutos por el baile de cambios de ministros en el campo de Instrucción pública y Bellas artes que era como se llamaba el ministerio de Educación.
Antes que educar la república tuvo que alimentar y vestir incluso a los alumnos. Tuvieron un gran auge las colonias escolares. Los alumnos viajaban al mar o la montaña, salían de excursión, hacían deporte y, sobre todo, comían. En la escuela los alumnos ganaban kilos por la alimentación que se les proporcionaba.
Las teorías pedagógicas de aquel tiempo hacían del maestro el centro del proyecto pedagógico, especialmente de los maestros rurales. España era fundamentalmente un país rural y había que llegar hasta el último punto de España con escuelas sembradas por todos los sitios.
La motivación del alumnado era fundamental para evitar su distracción con preguntas constantes y el esfuerzo continuo para despertar su curiosidad. Tomar a cada alumno como único y plantearle problemas que debía resolver él.
Me atrae el proyecto republicano por su énfasis en el despertar la curiosidad de los alumnos. Con este post pretendo hacer un modesto homenaje a los maestros de la república y al inicio de los modernos métodos pedagógicos. Ellos fueron capaces de conciliar la escuela social con la escuela intelectual. Una buena base y un excelente bachillerato. Los mejores esfuerzos en España en cuanto a innovación educativa y calidad de la enseñanza comienzan con las Misiones Pedagógicas de la Segunda República. Por aquellos maestros que nos enseñaron el camino, no necesariamente un camino de condescendencia sino de exigencia a la vez en que el alumno se convertía en el centro del aprendizaje.
Quiero rememorar en este día los ideales republicanos y su intensa campaña en pos de la enseñanza pública a la que deberían tener acceso todos los españoles y no sólo aquellos que pudieran alcanzarla por su nivel de renta. En efecto, la República se encontró con un país vastamente analfabeto y llevó adelante una escuela pública, obligatoria, laica, mixta e inspirada en el ideal de la solidaridad humana. Muchos de sus ideales estaban contenidos en la Institución Libre de la Enseñanza. Aquella escuela debía ser la piedra angular de la República. Para instaurar un proceso democrático era necesario un pueblo alfabetizado. La mejor tarjeta de presentación republicana fue su proyecto educativo.
Se proyectó la construcción de 27.000 escuelas en toda la geografía española y la república se propuso poner en ella a los mejores maestros. Estos estaban poco formados. Es la República la que eleva el Magisterio a carrera universitaria y mejora sustancialmente los sueldos de los maestros. Del mismo modo, se inician los cursos de formación, a cargo de los inspectores, para mejorar la capacitación de los docentes.
Se hizo del alumno el centro del proyecto pedagógico. Se le hizo protagonista de las clases y de su formación. Cuando había que estudiar la naturaleza se le sacaba al campo para observar y experimentar. Recordemos la magnífica película La lengua de las mariposas con guión del desaparecido Rafael Azcona. Los trabajos de campo se convierten en esenciales para estimular la curiosidad del alumno y su participación en el proceso de aprendizaje.
Por otro lado se impide a las órdenes religiosas aleccionar a los niños con sus enseñanzas. Los jesuitas que tenían una gran influencia en la educación son disueltos. A los maestros se les liberó de impartir enseñanza religiosa. Muchas órdenes religiosas optaron en contrapartida en poner a seglares al frente de sus proyectos para evitar las restricciones que hubo en aquel campo.
En el bienio radical-cedista (1933-1936) muchos de los proyectos republicanos fueron frenados, aunque no liquidados. De este periodo hay que destacar un buen plan para el bachillerato y una comisión para la reforma técnica de la escuela que no pudo dar sus frutos por el baile de cambios de ministros en el campo de Instrucción pública y Bellas artes que era como se llamaba el ministerio de Educación.
Antes que educar la república tuvo que alimentar y vestir incluso a los alumnos. Tuvieron un gran auge las colonias escolares. Los alumnos viajaban al mar o la montaña, salían de excursión, hacían deporte y, sobre todo, comían. En la escuela los alumnos ganaban kilos por la alimentación que se les proporcionaba.
Las teorías pedagógicas de aquel tiempo hacían del maestro el centro del proyecto pedagógico, especialmente de los maestros rurales. España era fundamentalmente un país rural y había que llegar hasta el último punto de España con escuelas sembradas por todos los sitios.
La motivación del alumnado era fundamental para evitar su distracción con preguntas constantes y el esfuerzo continuo para despertar su curiosidad. Tomar a cada alumno como único y plantearle problemas que debía resolver él.
Me atrae el proyecto republicano por su énfasis en el despertar la curiosidad de los alumnos. Con este post pretendo hacer un modesto homenaje a los maestros de la república y al inicio de los modernos métodos pedagógicos. Ellos fueron capaces de conciliar la escuela social con la escuela intelectual. Una buena base y un excelente bachillerato. Los mejores esfuerzos en España en cuanto a innovación educativa y calidad de la enseñanza comienzan con las Misiones Pedagógicas de la Segunda República. Por aquellos maestros que nos enseñaron el camino, no necesariamente un camino de condescendencia sino de exigencia a la vez en que el alumno se convertía en el centro del aprendizaje.
Una forma hermosísima de entender la enseñanza, que no deberíamos olvidar nunca. Lástima el triste final de un proyecto que siempre me ha resultado tremendamente brillante. Un bonito homenaje a todos ellos el post. Un abrazo, Joselu.
ResponderEliminarESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ
ResponderEliminarNiños del mundo,
si cae España -digo, es un decir-
si cae
del cielo abajo su antebrazo que asen,
en cabestro, dos láminas terrestres;
niños, ¡qué edad la de las sienes cóncavas!
¡qué temprano en el sol lo que os decía!
¡qué pronto en vuestro pecho el ruido anciano!
¡qué viejo vuestro 2 en el cuaderno!
¡Niños del mundo, está
la madre España con su vientre a cuestas;
está nuestra maestra con sus férulas,
está madre y maestra,
cruz y madera, porque os dio la altura,
vértigo y división y suma, niños;
está con ella, padres procesales!
Si cae -digo, es un decir- si cae
España, de la tierra para abajo,
niños, ¡cómo vais a cesar de crecer!
¡cómo va a castigar el año al mes!
¡cómo van a quedarse en diez los dientes,
en palote el diptóngo, la medalla en llanto!
¡Cómo va el corderillo a continuar
atado por la pata al gran tintero!
¡Cómo vais a bajar las gradas del alfabeto
hasta la letra en que nació la pena!
Niños,
hijos de los guerreros, entretanto,
bajad la voz, que España está ahora mismo repartiendo
la energía entre el reino animal,
las florecillas, los cometas y los hombres.
¡Bajad la voz, que está
con su rigor, que es grande, sin saber
qué hacer, y está en su mano
la calavera hablando y habla y habla,
la calavera, aquella de la trenza,
la calavera, aquella de la vida!
¡Bajad la voz, os digo;
bajad la voz, el canto de las sílabas, el llando
de la materia y el rumor menor de las pirámides, y aun
el de las sienes que andan con dos piedras!
¡Bajad el aliento, y si
el antebrazo baja,
si las férulas suenan, si es la noche,
si el cielo cabe en dos limbos terrestres,
si hay ruido en el sonido de las puertas,
si tardo,
si no veis a nadie, si os asustan
los lápices sin punta; si la madre
España cae -digo, es un decir-
salid, niños del mundo; id a buscarla!…
César Vallejo
Es una pena que un proyecto educativo y social tan avanzado como el de la II República no llegara a profundizarse por su brevedad. Quizás nos encontraríamos en la actualidad con un país al mismo nivel que otros países europeos en cuanto a educación, bienestar social y tolerancia. La guerra civil y la dictadura han lastrado nuestra historia como una pesada losa, y además supusieron el fin de una experiencia que significó una mejor educación para miles de niños. Muchos de esos maestros ilusionados por su trabajo fueron duramente represaliados durante la guerra, como podemos ver en esa hermosa película que has citado llamada La lengua de las mariposas.
ResponderEliminarUn homenaje precioso, Joselu. Sea por todos ellos.
Un abrazo
Joselu, habría que irnos preparando para la III República, y para ser otra vez referente en Europa... Yo creo que ya estamos en camino...
ResponderEliminarAhora quizá tendremos que ayudar a que los niños adelgacen y a que sigan siendo curiososo a pesar de que ya todos han visto el mar... ¡Pero les queda tanto, tanta vida, tanto que aprender! Los maestros, y más aún los que se parecen a ti, siguein siendo igual de imprescindibles...
Lo de la alimentación de los niños me ha recordado una anécdota que contó en un curso Eliacer Cansino (escritor y profesor de filosofía en un IES de Sevilla): un mañana vio a un alumno de los pequeños (debía de ser de 1º o 2º...) comiéndose un buen bocadillo de bacon... Le dijo: ¡Hay que ver, chiquillo, qué bien alimentas el cuerpo... ¿Y el espíritu?... ¿Cómo alimentas el espíritu?". El muchacho se quedó pensativo, buscando una respuesta aceptable y lógica: "Pues el espírituo... yo creo que lo alimento... ¡con verdura!".
Eso, que espinacas espirituales y culturales para nuestros chicos... y también para sus profesores...
He vuelto, también de forma indefinida, a mi sinrazón... Espero que abril me bendiga y me aparte de febrero al menos hasta el año que viene...
Cuídate, Joselu, ya te estaba echando de menos... ¡Salud y República!
Merecido homenaje y fantástico el trabajo que he encontrado en la red de Enrique Martínez-Salanova sobre esa hermosa película que mencionas: La lengua de las mariposas. Aquí está el enlace por si alguien quiere visitarlo: http://www.uhu.es/cine.educacion
ResponderEliminar/cineyeducacion/temasmariposas.htm.
¡Salud y República!
Eso fue la República -muerta está. Pero yo os traigo noticias nuevas,el futuro hacia lo que nos lleva nuestra Monarquía constitucional:
ResponderEliminarhttp://antesdelascenizas.blogspot.com/2008/04/2084-el-ocaso-del-conocimiento.html
Ley Orgánica de Desarrollo de la Personalidad- 3 Agosto del 2084.
ResponderEliminarLa LODP -léase lodepe o lodepé-
El ocaso del conocimiento.
Bellas palabras sin duda, Joselu. Quiero unirme también al homenaje y reconocimiento tanto de la labor pedagógica de la II República como el gran trabajo que hiceron los maestros, en unas condiciones sociales y materiales tan diferentes a las nuestras..
ResponderEliminarLastimosamente aquel sueño se trunco, y la esperanza de construir una España laica, plural, culta y justa dio paso a la dictadura franquista y sus nefastas consecuencias.
En fin intentemos recoger el téstigo de aquellos maestros.
Un abrazo!
Emocionante. Comparto al 100% todo lo que has escrito. ¿Me das permiso para publicarlo en mi blog?
ResponderEliminarUno que volverá por aquí más pronto que tarde.
Dani
Aquella república pretendía pasar desde la ficción de la Restauración a la realidad del presente en Europa y el mundo. A su manera, volvía de nuevo la Ilustración y su convicción de que sólo la Razón nos salvaría como país. El irracionalismo cuartelero, que no literario -¡tan diferentes ellos, ay!-, no tardó en imponer su tesis:el raciocinio no se puede imponer al "ordeno y mando", que, para ellos, era la única base sólida del contrato social: ellos arriba, mandando; los demás, abajo, mandados.
ResponderEliminarPor otro lado, eran aquéllos momentos de auténtico fervor solidario, muy distintos de los de hoy, en los que la solidaridad casi se impone por vía legal.
En fin, un maestro o un profesor delante de un grupo de alumnos siempre me seguirá pareciendo la más alta expresión de humanidad posible.
¡Qué avance sería, en nuestra sociedad que se plantea retos tan diversos, que se recuperara el respeto social por los maestros! Antes eran una "fuerza viva" de la sociedad, porque eran la representación del saber, los intérpretes acreditados de la letra impresa, ¡ojalá volviéramos a ser mirados así! Porque, en términos generales, y salvo las excepciones de rigor, una maestra o un maestro ante una clase seguimos siendo la representación privilegiada del rito de la cultura: el agricultor frente al barbecho.
me encanta como escribes profeee...
ResponderEliminarBonito homenajo y deseados timess.
sigo leyendoteee <-----
Todavía recuerdo ese momento mágico (noviembre de 2003) en el que el trompetista que amenizaba la Copa Davis en Australia entona el Himno de Riego. Ahí iban desfilando -en sueños- todos aquellos que murieron por defender la constitución (que ahora sacralizan quienes pisotearon en su día).
ResponderEliminarMi abuelo fue maestro de la República y, posteriormente, represaliado por el franquismo. Tenía carnet de afiliado a Esquerra Republicana.
ResponderEliminarEn mi familia, la historia de la educación en tiempos de la República es también la historia de un fracaso personal.
Digo, es un decir...
Se detuvo el tiempo... del saber.
ResponderEliminarSe represalió al portador de la sabiduría y en muchos casos a sus familiares y amigos.
Se estancó la ilusión y el desarrollo intelectual y económico.
Se acabó con la libertad de reunión, de manifestación, de expresión...
Se acabó, con la vida profesional, familiar y física de tanta gente inocente que...
...Yo también digo...¿cuándo se hará el referéndum para que el pueblo se manifieste?.
hola! yo también soy profesora de lengua, bueno, en ello estamos (estoy preparando las oposiciones). Últimamente oigo muchos discursos entre los docentes quejándonos de la situación actual de la Enseñanza, y con razón. Pero me gustaría saber, ¿crees que las cosas pueden cambiar?
ResponderEliminarYo tengo esperanza de que las cosas cambiarán y se volverá a la educación como un valor donde predomine el esfuerzo y la cooperación entre profesor-alumno.
Pero bueno, me gustaría saber la opinión de alguien que lleva más tiempo en la enseñanza...
Un saludo
Admiro la pasión de aquellos maestros y maestras, su ilusión y su lucha, su alegría cuando hablan de cómo ponían en pie lo que para ellos era la materialización de un sueño, de lo que antes había sido una utopía... Yo también observo el devenir de los sucesos...
ResponderEliminarSaludos Joselu
Joselu, te leo desde hace ya meses. Necesito leerte: cuando busco una nueva entrada y no has escrito, tengo miedo de que abandones. Tu blog me enseña sobre nuestra profesión y también me llena el espíritu y lo estimula. Tanto que ahora he creado un blog yo también http://profesoradelenguacastellana.blogspot.com Empiezo y no es fácil dominar esto de la informática, pero todo se andará.
ResponderEliminarEn mi última entrada reflexiono también sobre aquellos tiempos gracias a una novela. Es interesante que hayamos coincidido en nuestras reflexiones, aunque sea parcialmente.
La lengua de las mariposas. El otro día comentaba que solamente sabiendo el título y que era de un maestro de la República ya imaginé que terminaba mal. La entomología y en general la observación de la naturaleza resultan ser una actividad subversiva. Los teócratas nos temen.
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