Zoubeir Souissi, Reuters. Enero 2011. Túnez.
Un panfleto político de treinta y dos páginas agita las conciencia en
Francia. Su autor, un veterano de noventa y tres años,
Stéphane Hessel, luchador contra el nazismo, detenido por la
GESTAPO, deportado a
Buchenwald y salvado de milagro, razona y argumenta haciendo una apelación a los jóvenes a que se rebelen contra las dictaduras de nuestro tiempo: el sistema bancario, los flujos financieros, la lógica de los mercados. Reconoce que en su tiempo era más fácil distinguir dónde estaba el enemigo:
Hitler, Franco,
Mussolini,
Stalin… sólo hacía falta coraje y coherencia para unirse a la resistencia aunque ello supusiera jugarse la vida, Miles de jóvenes de todos los países resistieron contra el nazismo. Hoy el panorama está más confuso y complicado. ¿Quién es el enemigo? ¿Tenemos fuerza para resistir? ¿Hacia dónde debe ir nuestro movimiento?
Indignaos se vende por tres euros y ha publicado casi un millón de ejemplares. Es uno de los libros más buscados de Francia. Comenzó con una edición artesanal de ocho mil ejemplares pensándose que no iría a más… Pero su éxito ha sido arrollador. Se estima que será traducido este opúsculo a más de veinte idiomas.
¿Acaso las conciencia dormidas de Europa empezarán a despertarse del sueño del bienestar y el conformismo a que hemos sido conducidos hábilmente?
Carlos Marx en el
Manifiesto Comunista (1848), otro panfleto que incendió
Europa, venía a decir que los proletarios del mundo deberían unirse “porque no tenían nada que perder excepto las cadenas”. Esta reflexión de
Marx fue asumida por el liberalismo pero invirtiendo su planteamiento, de modo que quedaría desactivado el movimiento revolucionario:
“démosles algo que perder y se estarán quietos, serán sumisos”. En esas estamos. El capitalismo ha conseguido hacer conservadores incluso a los que se consideran de izquierda. Ya se sabe: el corazón está a la izquierda pero la cartera a la derecha. Esto lo saben intuitivamente los jóvenes que sólo ansían su parcela de bienestar y consumo. La crisis ha venido a alterar el cómodo sueño tranquilizador en que vivíamos. Hemos constatado que los gobiernos no gobiernan más que de modo indirecto para aplicar las leyes que dictan los mercados que no tienen una cabeza visible. Se bajarán los sueldos, se retrasará la edad de jubilación, se endurecerán los contratos, se facilitará el despido… y por aquí seguimos quietos. En
Francia se han declarado siete u ocho huelgas generales contra el gobierno, en el
Reino Unido ha habido importantes disturbios contra el gobierno de coalición liberal conservador… Por aquí no detecto el más mínimo movimiento de insumisión ni de toma de conciencia acerca de tantas cosas como nos afectan. El año pasado salieron a la calle un millón de personas en
Barcelona para mostrar su indignación contra el recorte del
Estatut. Se palpaba allí auténtica rebeldía contra el centralismo y a favor de la independencia. Sin embargo, la lucha que habríamos de iniciar debería ser internacionalista y no nacionalista. En ella tendrían que estar franceses, alemanes, griegos, tunecinos y por aquí catalanes, extremeños, vascos, aragoneses, canarios… Tenemos que reflexionar sobre el sistema en que vivimos y la deriva que está adoptando en un mundo radicalmente injusto. Esto no ha tocado fondo. Nos tienen encantados con el consumo, el bienestar, la tecnología menos comprometida… Nos tienen atados a nuestras propias contradicciones, saben que divididos, cada uno en su burbuja, somos impotentes y fáciles de neutralizar.
En mi experiencia de la vida y de la historia, no he vivido época más gregaria, conformista y plana, que ésta en que estoy viviendo. Hay fuerzas ocultas que operan en todas las sociedades, pero no detecto en la que yo vivo, ninguna energía que conduzca a la rebelión contra el sistema, ni siquiera a pensarlo, ni a ser consciente de la realidad del planeta. Hay un núcleo extraordinariamente minoritario que no consigue extenderse. En Túnez fue el sacrificio de un informático acosado por la policía el que hizo estallar la rebelión larvada cuando nada parecía anunciarlo. ¿Qué tendría que pasar por aquí para sacudirnos la modorra y unirnos contra el sistema financiero y a favor de una toma de conciencia en lo referente al estado del planeta y la distribución injusta de las riquezas? ¿Se han acabado los tiempos revolucionarios? ¿Qué hará estallar la burbuja de indignación a la que apela Stéphane Hessel?
Te aseguro que la burbuja de la indignación se esta inflanco en al oscuridad. nadie lo ve pero se está inflanco, el problema en España es que traería más males que bienes.
ResponderEliminarPorque tenemos la única constitución europea que faculta al ejército y sólo al ejercito para resolver los grandes problemas que pudieran surgir.
Mejor no meneallo.
Quería decir inflando.
ResponderEliminarLa apatía generalizada, el borregismo, la falta de crítica y autocrítica, la falta de principios morales...la violencia gratuita...Ahora nos aumentan en dos años la edad de jubilación...¿Acaso los jóvenes se han dado cuenta de que tardarán dos años más en ocupar ese puesto de trabajo? Pero es que el Sistema implantado además fomenta eso. Vivo en una tierra donde las subvenciones están a la orden del día y mal repartidas y lo jodido no es que yo lo denuncie y me den la razón, lo jodido es que no podemos hacer nada, lo tiene que hacer Europa, ese "ente" extraño que quiere ser un Estado pero se comporta como una sucursal de multinacional y ahí ocurre igual... En un pueblo cercano aquí hay una refinería de biodiesel y le sale más barato importar que comprar aquí, pero aquí se siembran cientos y cientos de hectáreas de girasol que no se recolecta...pero se subvenciona...y se subvencionan los posíos (dejar las tierras en baldío sin sembrar) y se paga por arrancar viñas que darían muy buen alcohol y prima la caza para los que puedan pagarsela...y se subsidia al bracero...pero no se obliga al terrateniente a dar trabajo...no tenemos banca pública, se les regalan a las eléctricas miles de millones y los Catalanes a oscuras cada dos por tres, se invierte en obras y AVES faraónicos pero no tenemos comunicaciones decentes por ferrocarril...se construyen aeropuertos innecesarios y no existe control sobre el sueldo de nuestros políticos...ni nadie controla sus gastos...En extremadura nos vetan la mayoría de inversiones industriales por la repercusión medioambiental, pero si son Ciclo combinado o Termosolares con aporte quemando gas... para ellas si...para el petroleo, si...para los demás...
ResponderEliminarLos Jóvenes no tienen futuro...los no tan jóvenes no tienen trabajo...¿se movilizarán cuando les atenace el hambre?
Ayer leía el artículo sobre Hessel en el periódico y pensé, seguro que Joselu escribe sobre esto.:-) Espero que lo traduzcan pronto.
ResponderEliminarMe da pena y me resulta paradójico que precisamente tenga que ser un hombre de 93 años el que intente poner resistencia y concienciar a la sociedad para luchar contra las nuevas dictaduras. A esa edad aparentemente debería querer pasar sus últimos años en paz, y que luchen los que vienen detrás que él ya luchó bastante.
Pero mientras tanto los jóvenes aquí estamos, medio embobados viendo la vida pasar como si nada fuera con nosotros. Sobretodo los jóvenes españoles...
Inquietante de lo realista que es el comentario de Malo Malísimo.
En fin... a pesar de tanto pesimismo esperemos que llegue la gota que colme el vaso tmb a España.
Sigo muy de cerca lo que está pasando en Túnez. Parece que hay que estar muy harto para sacudirse la apatía y el conformismo y decir basta. Aquí, en Occidente, La "coyuntura" es un círculo vicioso que nos envuelve y nos paraliza.No sé en qué fase del ciclo estamos, y tampoco detecto ninguna energía ni movimiento como dices. No sé.
ResponderEliminarAy, vi ayer el artículo sobre este hombre y lo marqué pero todavía no he podido leerlo tranquilamente. Así que de momento te dejo una curiosidad que he visto por ahí, lo mismo te gusta.
ResponderEliminarDe todos modos, así a bote pronto, no sé... me da por pensar... ¿seguro que no está bien definido cuál es el enemigo?... mmm... ¿enemigo de quién? Supongo que te refieres a nuestro enemigo. Porque claro, para tantos otros, tiene nuestra cara. Lo nuestro, el nuestro... No tiene sentido.
¿Borregos o... solo lobos y lobos, como decía aquel? No sé, no sé...
Besicos, Joselu.
V atisba la luz. El enemigo somos nosotros. Por ser displicentes, por ser acomodaticios, por estar en Babia, por la miopía intelectual, por la ausencia de sentimientos, por el derroche emocional, por el trabajo mal hecho, por carecer de responsabilidad, por no exigirla, por cretinos, por consumistas, incluso por consumidores, por creer todo lo que nos dicen, por no hacer caso a nadie, por no pedir permiso, por no dar las gracias, por no sonreír nunca, por la mirada hosca... por tumbarnos en el sofá a ver la tele, por no pensar en nadie, por intentar mirarnos el trasero a ver qué hay.
ResponderEliminarLa lista, por infinita, es inabarcable. Por eso somos el enemigo, el nuestro y el de los demás. Quizá el egoísmo innato de la especie tenga la culpa, pero el hombre es capaz de controlarlo, dominarlo y erradicarlo. Al menos algunos hombres. Y a los demás, quizá habría que obligarlos. Mientras sigamos pensando que nada va con nosotros, sólo porque hoy han venido a por otros, todo seguirá perfectamente controlado por los de la chistera, selecto grupo al que todos aspiramos, ¿o no?
De todas formas, Joselu, aplaudo tu visión crítica. No estás solo, pero no hacemos nada.
Un abrazo
Para ser coherentes del todo con los tiempos que corren debería distribuirse libremente en internet. Digo yo, ¿no?
ResponderEliminarComo dice Javier, el enemigo somos nosotros, porque somos nosotros los que mantenemos el Sistema. Esto es como el cambio climático...lo estamos viendo pero algunos aún dicen que no...Lo más lamentable es que es puro y duro egoísmo...He visto las fotos que enlaza V... precioso el montaje, simple, sencillo y directo...¿Tendremos que llegar al extremo de Túnez para saltar...?
ResponderEliminarY esperemos que las mujeres Tunecinas puedan seguir con la cabeza descubierta...como en las fotos...
Una verdera pena que no sepamos, que no queramos más bien, pasar a la acción. Nos dan lo justito para que estemos callados, no queremos perder lo poco que tenemos.
ResponderEliminarTodos queremos cambios en el sistema pero no actuamos y así todo seguirá igual. No puedo entender que no armen la de San Quintin los jóvenes que no encuentran trabajo. ¿De donde viene tanto conformismo?
Lo de Tunez ha sido un notición pero mi miedo es que a rio revuelto.... los integristan vayan avanzando poco a poco. Veremos.
Estoy totalmente de acuerdo con Javier.
ResponderEliminarCito lo que decía uno de mis profesores hace pocos días en su blog:
"La guerra contra el capitalisme és una guerra contra un mateix, aquestes són les més difícils de guanyar. I no es guanyarà fins que hi hagi suficient gent que es venci a si mateix."
El problema es que mucha gente no es consciente de que esta lucha es necesaria.
El tiempo de las revoluciones ya pasó. Y se consiguió lo que hoy tenemos, que en el fondo era lo que se buscaba. Entonces, una vez el sistema asentado, a qué cambiarlo. Los de arriba no se van a mover, y los de abajo seguimos camelados con nuestros rollitos y nuestro bienestar social. No ha lugar a la revolución.
ResponderEliminarUn abrazo.
La gente, al menos aquí, no se echaría a la calle por ecologismo ni solidaridad con los menos favorecidos, sino para exigir que se refuercen sus microcosmos individualistas ahora maltrechos por la crisis. Para pedir más confort, más consumismo, por lo menos tanto como el que han perdido, y si es posible, más.
ResponderEliminarEs paradógico y sorprendente ver cómo justamente un hombre de más de 90 años, al que le queda poco futuro por vivir ya, sea el que vapulee a la gente para que salga a defenderlo.
ResponderEliminarLa primera vez que escuché hablar de este hombre, en el blog de un profesor jubilado, que se enorgullecía de ver como un anciano, aún tenía agallas, ganas de gritar, de revelarse y además conseguía ser seguido por tantísima gente.
Es cierto que somos nuestro propio enemigo, es cierto que nos hemos hecho todos viejos mentales, sumisos y obedientes...Pero para mi lo peor, es que aunque ingenuamente supongamos, que un día todos nos echemos a la calle... ¿vale de verdad para algo eso a parte de visualizar plásticamente el descontento?
Porque el problema real es que a parte de salir a la calle y convertirnos todos en románticos revolucionarios antisistema... hay que hacerle daño al sistema y eso no se lo hace, se lo hace a los gobiernos... o sea los mandados.
¿Cómo se le hace daño de verdad al sistema ?
¿Cómo se le hace daño a los mercados, a las multinacionales, a los entes financieros ?
¿Dónde tiene la frente este Goliat?
¿cómo se le atiza una buena pedrada? :))
Verás JOSELU, como lo mío es fantasear, a veces pienso que quizá en alguna parte surja una fundación, organización o lo que sea de naturaleza filantrópica, financiada por algún líder supercarismático romántico iluminado y...¡¡ forrado !! que seguro que alguno quedará en este mundo,:-) que forme equipo de cerebros brillantes que piensen, estudien y preparen estrategia de ataque... una verdadera estrategia telemática, científicamente estudiada para hacer frente a estos entes oscuros a los que todos los gobiernos del mundo rinden pleitesía.
Porque me temo, que sin plan súpersofisticado esto no se mueve ¿Existirá ese o esos hombres? necesitamos eso, a alguien, que nos de armamento pesado, que nos empujen y dirija para atizarle fuerte en la frente de Goliat y después nosotros, echarle coraje de una vez... ya, ya lo sé ... suena a desvarío...quizá sí.
Muchos besos JOSELU...
Me voy ... como pagada... es que ya...
¡¡ no nos quedan ni sueños !!
Se criminaliza y se estigmatiza cualquier intento de revolución en aras de una mal llamada "democracia" y "convivencia pacífica".
ResponderEliminarUn abrazo Joselu. Te leo a diario, aunque no deje mi huella por aquí.
“Démosles algo que perder y se estarán quietos, serán sumisos”; habría que añadir: "inventemos un enemigo y nos dejarán hacer". Sociedad acomodaticia y unos enemigos claros (inmigrantes, Al Qaeda, ETA...) son la garantía de nuestros políticos para que no destapemos su incompetencia y su entrega al verdadero poder económico, en manos de los mercados.
ResponderEliminarAcabo de terminar El cementerio de Praga de Umberto Eco, y allí se fabula sobre la leyenda negra del sionismo. En sus últimas páginas hay una declaración en toda regla de esa anestesia del pueblo que vivimos hoy día. Una pena.
Josep Fábrega, en todo caso que quede claro que el autor del panfleto y el que esto suscribe se refieren a acciones pacíficas. Sin embargo, sabemos que siempre hay un margen para la acción de incontrolados o provocadores que buscarían radicalizar el conflicto. No obstante, no pienso que el ejército actual (muy limitado y reducido) dirigido a intervenciones exteriores bajo el mandato de las Naciones Unidas fuera un elemento represor. La imagen del ejército del franquismo, por fortuna, se ha convertido en una referencia del pasado. Es una de las instituciones que más ha cambiado, más que la iglesia incluso.
ResponderEliminarMalo, no creo que llegue el hambre al que aludes, pero sí que el acceso al trabajo para los jóvenes va a ser tema muy complicado, así como para los mayores que se queden en paro. ¿Te imaginas a un señor de sesenta o cincuenta buscando trabajo? Creo que todavía no nos hemos dado cuenta de la dimensión de la crisis en que estamos, y España está bastante mal colocada, entre otras cosas por todas las que señalas en Extremadura. Pero las reglas las marcan personajes anónimos que tienen en sus manos la presión de los mercados que hacen tambalearse a muchas economías. ¿Tiene salida esto?
Mari Carmen, me alegro por dos cosas referentes a tu comentario: que me conozcas tanto que sepas que iba a abordar este tema, y segundo que tú, joven, seas consciente de la necesidad de acción, de tomar conciencia y de actuar. Desafortunadamente veo a los jóvenes sin ninguna perspectiva política que vaya más allá de sus circunstancias personales. También hay que decir que no son diferentes a los adultos. Pero sí, está bien que se apele a vosotros para intentar cambiar la deriva en que estamos. Tus palabras me resultan refrescantes y me animan.
ResponderEliminarCarlota Bloom, dicen que las revoluciones no vienen motivadas por el hambre o el latrocinio de las dictaduras, que más bien hace falta una sociedad con cierto nivel económico, pero que ve herida su dignidad, lo que querría decir que las revoluciones se hacen más por honor que por hambre. En todo caso, cabría ver cómo digerimos que las decisiones que se adoptan no tienen como núcleo decisor al gobierno, y ni siquiera a la Unión Europea. Es algo más difuso. De mil maneras intentarán confundirnos, embaucarnos, desorientarnos sobre todo para que no pensemos demasiado más allá de nuestra burbuja. Ese es el problema. Hace falta esa indignación que es una fuerza moral. De ahí el nombre del panfleto "indignaos". Tiempo al tiempo. Esperemos que la juventud algún día salga de su letargo amodorrado.
V., he tomado una foto del enlace que me facilitas y la he puesto como cabecera del blog. Esa mujer alzada, sin velo, en medio de tantos varones es un símbolo de que incluso en el mundo árabe pueden ser diferentes las cosas y darnos lecciones. Y sí, el enemigo somos nosotros, esa es la lección más dura de digerir.
ResponderEliminarJavier, es importante darse cuenta de que no se está solo en este sentimiento de ansia de que pase algo, pero ese algo apunta no sólo a los banqueros, sino a nuestro núcleo más íntimo. Durante algún tiempo se esperaba que cuando se superara la pobreza en que se vivía, los seres humanos tendrían miras más altas respecto a la humanidad o el arte, pero hemos visto que el bienestar, la abundancia y la comodidad provocan un sueño en que se navega olvidándose de los otros, que también están embarcados. No sé si somos culpables, pero sí que estamos implicados y también estamos llamados a reaccionar. El problema es que si no lo hacemos, todo se nos caerá encima, y si lo hacemos tendremos que cambiar en muchas cosas. Haría falta un nuevo reordenamiento ético de lo más y menos importante. Pero hay tanta confusión... Y tanta algarabía interesada que utiliza argumentos de supuesta izquierda.
Cisne negro, si hubiera sido colgado directamente en internet no habría tenido la trascendencia que tiene un texto que tiene un precio moderado y que cabe adquirir. Imagino que pronto estará en la red, pero yo preferiré comprarlo si no cobran más de tres euros y no quieren hacer negocio con estas ideas. Lo que no cuesta nada, tampoco se valora.
ResponderEliminarMiguel, la revolución que ha de venir (no lo dudes) será muy diferente a las anteriores, pero necesita ejes de ideas que diseccionen el modelo en que vivimos que nos ha proporcionado estabilidad, comodidad, bienestar (a unos pocos, nosotros), pero que tiene un coste muy alto en otros sentidos. Además ahora vemos que nuestro mundo se ve sacudido por tormentas financieras que ponen de manifiesto que no son los gobiernos los que mandan y que nosotros cuando votamos en realidad no tenemos capacidad de decidir demasiado, por decir algo. Hemos llegado a un estilo de vida envidiable, pero esto está tocando a su fin, lo estamos viendo.
Lola, ¿de dónde viene tanto conformismo? De la saturación. Llega un momento cuando se tiene todo que ya no se ansía nada más que bienes de consumo que suplan a los anteriores. ¿Y las otras necesidades? ¿Las que van más allá de lo concreto y cotidiano? Buena pregunta. Y en cuanto a la revuelta de Túnez, me ha alegrado que mujeres, como la que hay ahora en la portada del blog, que han tenido un fuerte protagonismo. Me congratula que vayan sin velo. Espero que los que vayan a sustituir a los corruptos no se lo terminen imponiendo. Ese es el peligro. Y no es pequeño.
ResponderEliminarCora, totalmente de acuerdo. Creo que das en la diana.
ResponderEliminarMaría, me has dejado descolocado con tu comentario porque tiene también mucha clarividencia. ¿Vale de algo atacar a Zapatero? ¿A Rajoy? Son elementos interpuestos que pueden aplicar con mayor o menor dureza las políticas que imponen los entes financieros abstractos. ¿Dónde tienen el cerebro y sus puntos débiles este modo de organización mundial que hace que los más débiles se hundan, que los intermedios estén cada día más entrampados y que los bancos sigan creciendo en beneficios? Sé poco de economía, no serviría para organizar ninguna resistencia, pero al lado de un núcleo duro de ideas haría falta también un factor de movilización popular, sin duda telemática pero también en la calle. Nos hacen falta ideas, saber cómo se puede hacer daño al sistema sabiendo que a la vez que le hacemos daño también nos estamos poniendo nosotros en el punto de mira. Es una curiosa paradoja. ¿Qué es el capitalismo? El capitalismo c'est moi. De ahí la dificultad porque hace falta una toma de conciencia ética que vaya más allá de nosotros mismos, y también una organización y una inteligencia que sepa cómo darle caña al sistema. No vas tan desencaminada.
Caperucita azul, gracias por estar aquí. Volvemos a los núcleos duros de ideas. Es necesario.
ResponderEliminarAntonio, ¿me recomiendas, pues El cementerio de Praga? No sabía qué hacer. No he recibido referencias antes de esta tuya.
Y tienes razón en cuanto a lo de idear un enemigo para reforzar nuestra sumisión. Nunca está de más recordar la sociedad que pergeñó Orwell. No iba tan desencaminado.
Aviso, voy a ser radical y voy acompañar este comentario de un relato en mi blog de historias. Pido comprensión y reflexión antes del insulto fácil. Comienzo con el comentario
ResponderEliminary porque tanto miedo o tanta malevolencia ante la violencia? De que hay una protesta violenta ante los robos y espolios que se hacen contra la sociedad, ya se encargan rápidamente de desmoralizarla con ayuda de los ciudadanos ejemplares que mucho hablan y poco hacen. Estamos llegando a un punto donde incluso los ataques DDOS que hace el grupo anonymous se consideran delictivos y "violentos". Al final no nos dejan otra respuesta que hacer esto que hacemos, quejarnos y llorar delante de una pantalla de ordenador.
Todas las revoluciones han sido violentas y aunque algunos digan que no han servido de mucho, siempre han hecho avanzar a la humanidad y creo que para bien aunque no llegando a la perfección.
En Tunez han matado a 72 personas!!! Lo vuelvo a repetir, han asesinado a 72 personas!!! Llegáis a comprender la magnitud de estas muertes que solo luchaban por sus derechos? Llegáis a comprender que es más sangre derramada por nuestra culpa, pues los gobiernos occidentales apoyaban a Ben Alí? Y los Tunecinos si han conseguido algo y han conseguido que esos 72 muertos no sean en vano es porque han luchado, porque han dado su vida quemandose a lo bonzo, porque han tirado piedras y se han pegado cara a cara contra policias y militares. Sino, no hubieran conseguido nada.
Como Joselu ha dicho, en Francia se han hecho 8 huelgas generales más 4 manifestaciones, es decir 12 movilizaciones en total que no han servido de nada. Porque a los dirigentes se la suda lo que pensemos. Si de todas formas después les votaremos de nuevo o a otro peor porque somos incapaces de darnos cuenta que hay otros partidos políticos que merecerían una oportunidad.
Por lo tanto, porque no utilizar la violencia contra altos cargos políticos, de empresas, banqueros y especuladores? Porque no cortarles la cabeza o intentar que se vayan lejos y comenzar de 0?
Sin duda, como dice Joselu, no hemos llegado a tal punto para esto y, casi seguro, no llegaremos a tal extremo. Pero también como él dice, no nos damos cuenta de la magnitud de los problemas que se están produciendo y hacia dónde vamos.
Salir a la calle, movilizaros, este sabado hay una manifestación en Barcelona, el 27 hay huelga general en Catalunya y Euskadi. Ser solidarios y pensar en la sangre que nuestros antepasados han derramado en el sXIX y principios del XX por conseguir los derechos que tenemos ahora. Seamos merecedores de su sangre y su lucha. Seamos consecuentes con la humanidad y no dejéis que vuestros hijos y vuestra juventud se pudra en esta vida y pueda disfrutar de lo mismo que vosotros habéis disfrutado. En España los jóvenes comienzan a suicidarse en masa (de hecho el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes españoles).
ResponderEliminarAhora mismo me voy a leer este manifiesto, que seguro que lo encuentro por Internet y tengo la suerte de saber francés, para dar mi opinión sobre él.
Para acabar, es el momento de decir no, si no lo hacemos ahora, sufriremos más de lo que pensamos.
Todo tiene un límite para que renazca el espíritu revolucionario - actualmente hibernado - y en el llamado Primer Mundo aún estamos lejos de rebasarlo. Es lo que creo...
ResponderEliminarBueno, he encontrado por Internet el libro y acabo de leerlo. Es realmente muy bueno, pues en pocas páginas hace una percepción muy buena de lo que es el problema básico que está destrozando la vida de tantas personas.
ResponderEliminarConsigue en pocas páginas explicar porque debemos estar indignados y porque la indiferencia es la peor de las respuestas. En realidad pone ejemplos y nos enseña como buscar lo que nos indigna y por que esa indignación debe llevar a una respuesta.
No estoy de acuerdo con él en que las movilizaciones contínuas sirvan para algo. Como ejemplo tenemos Francia que no sirvieron de nada o Italia. Pero si pienso que si no nos movilizamos, se hace todavía menos y se pasa a la indiferencia tan perjudicial y egoísta.
Como dice El País, es un hombre que apuesta por la movilización pacífica y la no-violencia. Pero lo que no dice El País es que él acepta y comprende que a veces la violencia es aceptable dentro de un estado de exasperación que, no obstante deja claro, es un sentimiento negativo que contrapone a la esperanza que es el positivo y el que puede llevar a conseguir algo.
Acaba con una frase "Crear, es resistir. Resistir, es crear" que es potente e impresionante y profetizo que se va a convertir en uno de los mensajes más leídos y escuchados en las próximas movilizaciones. Me alegra esta frase porque la dicotomía que acabo de escribir en mi blog como continuación a mis comentarios anteriores habla sobre la creación y la destrucción.
ResponderEliminarApuesto por la creación, mi vida está en pleno proyecto de creación pero, al igual que Hessel, espero que la exasperación no justifique la violencia a la que tenemos el derecho e, incluso, la obligación de utilizar. Espero que la esperanza siga presente para conseguir que los objetivos por los que la Resistencia francesa al nazismo (y otras), como explica el autor del panfleto, lucharon y consiguieron, no se pierdan en el camino y sigan haciendo que disfrutemos de una vida digna. Eso sí, también estoy de acuerdo con él en que tenemos que comenzar a modificar nuestro consumismo injustificable que mata la Naturaleza con un veneno lento.
En definitiva, indignaros y luchad, movilizaros contra todo sistema de poder (políticos, mass media y demás). Os propongo que colguemos esta frase que tanta fuerza tiene en nuestros blogs y yo prometo que si no se traduce en poco tiempo este panfleto al castellano, lo traduciré para que podáis leerlo.
Un saludo a todos
eloi
Eloi, asumo tu propuesta y la pondré en la cabecera de mi blog. Me pongo a buscar la edición española de Indignaos. Seguro que existe, si no sería una buena idea que lo tradujeras. Mi nivel de francés es limitado, pero también puedo intentarlo. Intentaré llevar a mis alumnos la idea de movilización ante un estado de cosas que les afecta sobre todo a ellos, no sólo, pero ellos tengo la impresión de que no saben lo que se les viene encima. Siguen viviendo en el club de los mundos de Yupi o en las serie de Hanna Montana. Gracias por tus reflexiones, valiosas por ser de alguien que pone en práctica lo que piensa.
ResponderEliminarUn saludo, Eloi.
Qué claridad de ideas y qué bien expuestas, Joselu, te felicito. Muchos pensamos lo mismo, pero, ¿por qué no hacemos nada? Estamos donde estamos porque nos ha perdido la ambición, el egoísmo, la insolidaridad, la avaricia... Muchos siguen ganando muchísimo mientras millones pierden cada día más. Yo creo que si TODOS supiéramos que TODOS vamos a hacer sacrificios iríamos al unísono para salir de este agujero: podemos vivir con menos, podemos renunciar a ciertos lujos, podemos abaratar artículos, viajes, caprichos... Podemos... Podemos... Podemos... Pero sólo lo hacemos si nos vemos obligados de verdad. Me bajan el sueldo porque dicen que hay que reducir gastos y me suben la contribución, el agua, la luz, la gasolina, el cine, la comida... mientras me dicen que debo seguir gastando para que la rueda de la economía siga funcionando. ¿Con qué se come eso? Y, efectivamente, puedo vivir bien gastando menos. ¿Dónde están las fabulosas ganacias de los bancos, los ayuntamientos, las constructoras? ¿Se lo han merendado sin más? ¿En qué? No entiendo nada. Paradojas de la vida, en mi colegio organizan cada año un viaje a Port Ainé durante una semana para esquiar. Un lujo estúpido (lo siento por los partidarios de este deporte) que cuesta más de 400 euros, que se dice pronto. Pues bien: este año no sólo han llenado el autobús (51 chavales) sino que además hay lista de espera. ¿Alguien lo entiende? Yo, ni papa, debo de ser muy cortita... Como dicen los de Gomaespuma, "dinero no habrá, pero pa tontás..."
ResponderEliminarMientras tanto, muchos comentamos que nos hemos vuelto más antipáticos, más maleducados y groseros, más insolidarios... y es cierto. Recuerdo que una amiga mía trabajó en un banco antes de ser maestra y contaba que si al hacer el arqueo de la caja faltaba dinero todos ponían lo que fuera para cubrirlo, porque la responsabilidad única y directa era del cajero. No sé si ahora ocurre lo mismo. Hace unos días fui a una sucursal a cambiar monedas, bastantes, y el cajero me puso toda clase de pegas para cogerlas: que si los tubos no estaban completas, que no tenía sitio en el cajón... "¿Pero esto no es un banco? ¿No trabajan ustedes con dinero?", le dije al cajero. A regañadientes, aceptó al final. Dan ganas de hacer un hoyo en el jardín y mandar a todos estos impresentables a tomar por saco.
Imaginaos lo que ocurriría si un día, un solo día, todos decidiéramos no gastar nada, no pisar un centro comercial, no echar gasolina, no usar el móvil... ¡Se pararía el mundo! ¡Se hundirían los mercados! (¿Quién diablos son los mercados? ¿Alguien lo sabe?)
Un fuerte abrazo, colega.
Qué claridad de ideas y qué bien expuestas, Joselu, te felicito. Muchos pensamos lo mismo, pero, ¿por qué no hacemos nada? Estamos donde estamos porque nos ha perdido la ambición, el egoísmo, la insolidaridad, la avaricia... Muchos siguen ganando muchísimo mientras millones pierden cada día más. Yo creo que si TODOS supiéramos que TODOS vamos a hacer sacrificios iríamos al unísono para salir de este agujero: podemos vivir con menos, podemos renunciar a ciertos lujos, podemos abaratar artículos, viajes, caprichos... Podemos... Podemos... Podemos... Pero sólo lo hacemos si nos vemos obligados de verdad. Me bajan el sueldo porque dicen que hay que reducir gastos y me suben la contribución, el agua, la luz, la gasolina, el cine, la comida... mientras me dicen que debo seguir gastando para que la rueda de la economía siga funcionando. ¿Con qué se come eso? Y, efectivamente, puedo vivir bien gastando menos. ¿Dónde están las fabulosas ganacias de los bancos, los ayuntamientos, las constructoras? ¿Se lo han merendado sin más? ¿En qué? No entiendo nada. Paradojas de la vida, en mi colegio organizan cada año un viaje a Port Ainé durante una semana para esquiar. Un lujo estúpido (lo siento por los partidarios de este deporte) que cuesta más de 400 euros, que se dice pronto. Pues bien: este año no sólo han llenado el autobús (51 chavales) sino que además hay lista de espera. ¿Alguien lo entiende? Yo, ni papa, debo de ser muy cortita... Como dicen los de Gomaespuma, "dinero no habrá, pero pa tontás..."
ResponderEliminarMientras tanto, muchos comentamos que nos hemos vuelto más antipáticos, más maleducados y groseros, más insolidarios... y es cierto. Recuerdo que una amiga mía trabajó en un banco antes de ser maestra y contaba que si al hacer el arqueo de la caja faltaba dinero todos ponían lo que fuera para cubrirlo, porque la responsabilidad única y directa era del cajero. No sé si ahora ocurre lo mismo. Hace unos días fui a una sucursal a cambiar monedas, bastantes, y el cajero me puso toda clase de pegas para cogerlas: que si los tubos no estaban completas, que no tenía sitio en el cajón... "¿Pero esto no es un banco? ¿No trabajan ustedes con dinero?", le dije al cajero. A regañadientes, aceptó al final. Dan ganas de hacer un hoyo en el jardín y mandar a todos estos impresentables a tomar por saco.
Imaginaos lo que ocurriría si un día, un solo día, todos decidiéramos no gastar nada, no pisar un centro comercial, no echar gasolina, no usar el móvil... ¡Se pararía el mundo! ¡Se hundirían los mercados! (¿Quién diablos son los mercados? ¿Alguien lo sabe?)
Un fuerte abrazo, colega.
ELOI
ResponderEliminar¿Cómo va a insultarte nadie por lo que has dicho si hablas con las tripas?
Yo no apoyo la violencia nunca, pero la comprendo, naturalmente que a veces la comprendo.
Me alegro de seguirte leyendo, ELOI.
Un abrazo grande y un beso para AMAPOLA.
Si es necesario….
ResponderEliminarA las Barricadas
Lo digo por una experiencia mala que ya tuve con amenazas y todo, aunque seguro que fueron dos o tres bromistas pero que consiguieron que me moderara un poco hasta el punto de no hablar más de estos temas. Ahora por desgracia la cosa está tan mal que la gente va entendiendo que uno puede defender la violencia desde un punto de vista aceptable
ResponderEliminarsaludos
Yolanda, el ciudadano medio se ha acostumbrado a un estilo de vida que, a pesar de las dificultades, ha favorecido muchas actitudes de despilfarro. Lejos queda la sociedad de nuestros abuelos en que todo, absolutamente todo, se reutilizaba y no se perdía nada. Desde que se impuso la práctica del usar y tirar, nos hemos hecho a un estilo de vida pragmático. Las personas mismas en muchos sentidos también son de usar y tirar, a tenor de la relación que mantienen con las empresas en que trabajan. Vivimos un mundo tremendamente contradictorio, en que hemos olvidado en gran medida la compasión que otras épocas tuvieron como factor importante. Ahora pensamos que todo debe solucionarlo el estado, pero veo a mendigos en las calles con carteles que dicen que tienen hambre y no se me conmueven las entrañas. Todo ha hecho que nos insensibilicemos frente al dolor ajeno. Cada uno vive la historia según le toca. Falta ese sentimiento de solidaridad íntima con el que sufre.
ResponderEliminarY en cuanto a los bancos y los mercados, expresan esa filosofía de que la realidad es líquida y condicionada por factores no humanos ni compasivos. Que dios, si existe, tenga compasión de los que están en el ojo del huracán porque los mercados se lo llevarán todo por delante. Y sólo hay que esperar que en nuestro país ganen los del pajarraco como acertadamente los calificaste en un comentario.
Un abrazo, colega.
Cuando he hablado de rebelión contra el sistema espero que se haya entendido que hablo de manifestaciones pacíficas. Odio la violencia y creo que si puedo la evitaré siempre.
ResponderEliminarLa vida es lo primero y yo no daría la mía y menos aun la de mis hijos por ninguna causa por justa que fuera. Prefiero esperar y ya llegará el momento. Lola
¡¡¡ Indignez-vous !!!
ResponderEliminarEste libro se vende en Francia por 3€.
El nivel económico de un francés supera en más del doble al del españolito de a pie (y hablamos de medias).
Aquí se vende por 5 €.
Aquí a todo el mundo le ha parecido ¿NORMAL? ¿BIEN? ¿CORRECTO? ¿HABITUAL?.
Creo que es un claro ejemplo de lo que el libro pretende denunciar.
¿¿¿ Dónde está nuestra "Resistencia" ??? o ¿¿¿ Nunca la ha habido ???
Hola a todos/as. Me encanta haberme encontrado con este blog en el cual la gente expresa opiniones como las mias ya que a veces cuando las menciono en ciertos entornos veo que la gente no me sigue y corta de raiz la conversación como queriendo pasar del tema. Se que somos muchos los que pensamos que algo tenemos que cambiar en nuestras vidas para crear otra forma de vida más justa y equitativa en la cual con menos vivamos perfectamente, cosa de la cual estoy convencida, pues estamos rodeados de mucha tonteria. El caso es que sabiendo cuales son los problemas que tenemos, yo personalmente no sé como empezar a luchar contra todo ello. Tengo claro que de manera totalmente facifica y creo que recurriendo al ingenio podemos hacer muchas cosas. Eso si, tenemos que ser muchos aunque al principio seamos poquitos.
ResponderEliminarSaludos y gracias por leerlo
Silvia