Como habrán advertido “podemos”
es la forma del presente de indicativo que corresponde a la primera persona del
plural del verbo “poder”. Viene a
decir que sí podemos hacer algo. ¿Qué exactamente? Esa es la pregunta que
intentaremos darle contestación. Por otro lado “podemos” es la primera persona del plural del presente de
imperativo del verbo “podar” lo que
es una significación que se une a la idea de posibilidad de hacer algo y que
añade la de cortar las ramas que sobran y que impiden que crezca con fuerza el
árbol. Una poda estacional es necesaria para recuperar el vigor de crecimiento.
Poder y podar. El caso es que una formación política nueva de momento
extraparlamentaria ha irrumpido en el panorama político español amenazando su
estructura tradicional de dos grandes partidos (PP y PSOE) que se alternan en
el poder de manera que recuerda el periodo de la Restauración que inició Cánovas
del Castillo. Estos partidos heredan la Transición
del franquismo a la democracia y los equilibrios que se urdieron, así como la
posterior evolución que ha desencadenado una indignación generalizada en plena
crisis por la corrupción del sistema político resultante que ha dado tantos y
tantos ejemplos de podredumbre que nos han llenado de desolación y amargura.
Podemos ha
aparecido y en poco tiempo se ha convertido en una expectativa seria y
contundente que amenaza dicho equilibrio. Su propósito es quebrar el candado de
la transición y entrar en debates como la forma de estado, el bipartidismo
opresivo propiciado por un sistema electoral no proporcional, las listas
cerradas de partidos, la existencia inútil del senado, controlar a los poderes
fácticos como la banca y las energéticas que se propician como la puerta de
salida de los gobernantes una vez acabada su etapa ejecutiva, de tal forma que
no se sabe qué es apéndice de qué... Asimismo pretende proteger a los sectores
más precarios como son los que sufren desahucios, cortes de electricidad en
invierno, parados, dependientes ... proteger la sanidad y enseñanza públicas
que están siendo desmanteladas. También ha propuesto dejar de pagar los
intereses de la deuda internacional que se consideren abusivos o injustos.
Todas estas son reivindicaciones que se extendieron con las
movilizaciones del 15M y que no parecían tener salida eficaz. Recuerdo que
entonces voces discrepantes con estas manifestaciones dijeron con suficiencia: “si quieren intervenir en política, que
formen un partido y que se presenten a las elecciones”. Lo decían con un
tono irónico creyendo que esto era imposible.
El sistema estaba atado y bien atado. De esos perroflautas del 15M no podía salir nada sólido. Eran una barahúnda
desarrapada que acampaban en las plazas públicas de las ciudades pero no
expresaban más que una cultura ingenua y utópica. Ja, pensaban. Lo sorprendente
es que esa predicción no ha resultado certera y esas movilizaciones importantes
han dado lugar a una formación política que ha cuajado y que se llama Podemos (poder y podar). Han partido de
la nada y hoy por hoy aparecen en las encuestas de intención de voto como una
formación política que rompe la estructura del sistema político español.
Horror.
Aquí damos un manual rápido de respuestas que se han dado
para situarlos y desenmascararlos.
¿Quién los paga?
Respuesta: Venezuela, Irán.
¿Qué son?
Populistas demagogos
que dan respuestas simples a problemas complejos.
¿Qué pretenden?
Instaurar un sistema
político de estilo bolivariano apoyados en movimientos de masas manipuladas.
¿Qué pasaría si llegaran al poder?
Que el sistema
financiero internacional dejaría caer a España por la incertidumbre que eso
refleja. Dejarían de llegar créditos
y se hundiría la confianza en la estabilidad española.
¿Qué son en realidad?
Lobos con piel de
cordero que disimulan sus afanes totalitarios pero que pretenden controlar la
libertad de expresión amenazando los grandes grupos informativos.
¿Cómo son
sus propuestas?
Totalmente ingenuas y
demagógicas pues nada de lo que proponen se puede pagar ya que las arcas del
estado están vacías.
¿Qué son los principales líderes de Podemos?
Profesorcillos
universitarios que encandilan a las masas y las narcotizan con sus mítines y
sus intervenciones mediáticas en televisión.
¿Quiénes son los receptores de sus mensajes?
Individuos huérfanos,
sin personalidad, que se dejan ilusionar por sus propuestas y las creen
factibles sin darse cuenta de la terrible complejidad de la estructura
económica internacional.
¿Qué hacen en realidad los líderes de Podemos?
Hacen de encantadores
de serpientes, tocando una música atrayente, para hacer bailar a las masas que
abdican de su personalidad para izar a unos individuos al poder, pero lo que
hacen es abrir el camino de la senda al infierno.
¿Qué expresan sus propuestas?
Un desconocimiento
absoluto de la realidad y recuerdan las quedadas para fumar porros de los años
sesenta en que los participantes se daban a imágenes oníricas y psicodélicas que no tenían nada que ver con la realidad. Hasta Fernando Savater
tiene ataques de risa leyéndolas.
¿Qué amenazan?
Claramente al sistema
democrático y las libertades que tanto nos costó recuperar.
¿Quién es en
realidad Pablo Iglesias?
Una especie de
psicópata iluminado al estilo de Hitler que pretende arteramente entregar
España a un experimento bolivariano.
¿Qué pasaría si triunfaran?
Que España se desharía
por sus tesis incautas de admitir el falaz “derecho a decidir” y este país se
sumiría en el descrédito internacional lo que propiciaría el hundimiento de su
economía y el desarrollo de formas autoritarias y populistas de control del
poder.
¿Qué es lo mejor que puede pasar?
Que los dos partidos
estatales se unan para impedir cualquier atisbo de influencia de esta formación
mefistofélica, populista y demagógica.
Yo estoy evolucionando y no dejo de mirar esta formación
política con interés. El otro día estuve en el mitin de Pablo Iglesias en Barcelona
y tuve ocasión de contemplar la entrega de los asistentes a esta intervención.
Sin duda levantó expectación y pasión. Los ataques continuos que ha sufrido no
han disminuido sus expectativas electorales. Es como si la gente hiciera oídos
sordos a esta sarta de razones que se aducen en su contra.
¿Qué es Podemos?
El otro día lo interpretaba como un ejercicio adolescente de rechazo del poder
establecido y que no quiere mancharse de suciedad, que quiere seguir siendo
puro. Tras ver el mitin de Iglesias
en el que no participé emocionalmente ni me fundí con los participantes en su
culto al líder, he advertido que es algo muy serio y que despierta enormes
simpatías en amplios sectores de la sociedad que no admiten interpretaciones
como las arriba recogidas que pueden ser más explicadas por el miedo a lo
desconocido y la crisis del modelo político. El miedo ante la historia que de pronto se puede abrir impetuosa
para quebrar el status quo. Me
pregunto si esto sería equivalente a lo que sintieron los poderes conservadores
cuando advino la segunda república en 1931.