Mi amigo Jorge y yo hemos visitado por fin la fundación Círculo de Lectores donde hay una exposición sobre la figura de JAG (José Agustín Goytisolo) con motivo del décimo aniversario de su trágica y enigmática muerte (19-03-1999). Es el primero de su generación en tener publicada su Poesía Completa cuando en vida algunos compañeros de promoción (Carlos Barral entre otros) lo acusaban de poeta excesivamente popular y pedestre, lo que no dejó de causarle una gran inseguridad poética. Pero lo cierto es que sus versos (tal vez sencillos, pero cálidamente poéticos) nos llegan y nos golpean muy adentro. Su poesía es elegiaca, irónica y urbana. Forma parte con Carlos Barral y Jaime Gil de Biedma de la llamada escuela de Barcelona, ciudad a la que estuvo íntimamente unido, lo que no impidió que también fuera un puente para sus compañeros de generación como Ángel Gonzalez, José Ángel Valente, Claudio Rodríguez, Francisco Brines, José Caballero Bonald, Antonio Gamoneda, María Victoria Atencia..., la llamada generación del medio siglo de la que se cumplen cincuenta años de su acto fundacional en Collioure ante la tumba de Antonio Machado.
Él se definía como un catalán-cubano, escritor en la lengua de Castilla. Sus antepasados paternos tuvieron en Cuba ingenios de azúcar y aún hoy el apellido Goytisolo (que significa “campo de arriba en vasco) es común en la isla caribeña entre los cubanos descendientes de su abuelo. Su madre, Julia Gay, murió trágicamente durante un bombardeo de la aviación italiana sobre la ciudad de Barcelona cuando JAG tenía diez años. Nunca pudo reponerse de la muerte de su madre. Estudió en los mejores colegios como La Salle Bonanova donde coincidió con Luis Carandell con cuya hermana Asunción Carandell se casaría.
La poesía de JAG nos emociona por su sencillez y su profundo aliento lírico. Tuvo la suerte de ser musicado por varios cantautores que han hecho sus poemas inmensamente populares. Su principal trovador fue Paco Ibáñez que musicó Palabras para Julia, El lobito bueno (nombre que tienen algunas guarderías), Me lo decía mi abuelito.... También interpretaron sus poemas Rosa León, Serrat, Amancio Prada, Soledad Bravo, Mercedes Sosa, los Goliardos, Kiko Veneno, Peret, Los Suaves, entre otros.
JAG decía que la poesía no es de quien la trabaja sino de quien la necesita. Me parece una hermosa idea igual que su idea de que no le importaría ser olvidado mientras sus versos sigan vivos porque querría decir que los necesitamos. Y ¿quién no ha acudido a alguna de las estrofas de Palabras para Julia en momentos de tristeza? A mí me conmueve ese poema dedicado a su hija y que es uno de los más hermosos testamentos humanos que puedan hacerse.
JAG fue asimismo una gran persona y puente entre la literatura catalana y española. Su figura ha quedado sin continuación. Él tradujo espléndidamente a los poetas catalanes (Espriu, Foix, Riba, Vinyoli...) en la edición bilingüe Poetas catalanes contemporáneos (1968) y posteriormente Veintiún poetas catalanes para el siglo XXI (1996) con las incorporaciones de Pere Gimferrer, Marta Pessarrodona, Pere Rovira...
La Universidad Autónoma de Barcelona le ha dedicado unas jornadas con motivo del aniversario citado así como por la publicación de su Poesía completa (Lumen), en edición de Carme Riera y Ramón García Mateos y sus Artículos periodísticos en edición del Círculo de lectores. Dichas jornadas estuvieron repletas de emoción pues estuvieron presentes su hermano Luis Goytisolo, su hija Julia y el cantante Paco Ibáñez, su más conocido trovador.
Me atraen de su poesía el lenguaje directo sin retórica, su tono conversacional y reflexivo, elegiaco o satírico, sus reflexiones sobre la vida y su compromiso vital, sus evocaciones del tiempo pasado llenas de delicadeza y de ternura. Y es que José Agustín Goytisolo encarna al poeta solidario, que no se cree ungido por los dioses en su quehacer poético, y lo notamos extraordinariamente cercano y ni un milímetro por encima de nosotros que lo leemos. A los recitales, que llevaron por toda la geografía española juntos Paco Ibáñez y él, iban nostálgicos de la poesía del compromiso, pero también muchísimos jóvenes que seguían considerando su poesía como actual y emotivamente humana, con un aire neorromántico que la aleja de frialdades y distancias poéticas. Era esencialmente un buen hombre y un apreciable poeta.
La cuestión para participar, si lo deseas, es si conoces la poesía de JAG y qué opinión te merece y si no, qué poetas te conmueven si es que la poesía lo hace y por qué. Yo reconozco que cada vez me gusta más la poesía, y no puedo viajar sin llevar conmigo a algún compañero de viaje. Mis últimas adquisiciones han sido un par de libros de Chantal Maillard, Francisco Brines, Antonio Gamoneda, José Agustín Goytisolo, Luis García Montero... ¿Por qué leer poesía? Buena pregunta ¿No?
Os dejo un regalito con la versión de Paco Ibáñez de Palabras para Julia en el mítico recital del Olympia de París.