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viernes, 5 de agosto de 2022

Un verano muy caliente


Estamos viviendo un verano terriblemente caluroso que siguió a una primavera igualmente que acogió olas de calor sorprendentes. La gente ha oído hablar del cambio climático pero vive en general sin indagar demasiado en lo que esto significa y sobrevive a las olas de calor a base de aire acondicionado y baños en la playa o en las pozas de los ríos. Claro que sabemos que hace calor pero no se va más allá. No he oído en las conversaciones a mi alcance mayores inquisiciones al respecto. Lejos quedan los discursos airados de Greta Thunberg. Nosotros seguimos como si no fuera con nosotros el problema y apenas nos damos cuenta de que tengamos un problema. El nivel de inconsciencia de la humanidad es tan sorprendente que uno se queda estupefacto. 

 

Estoy en el transcurso de lectura de dos libros relevantes: Seis grados de Mark Lynas y La venganza de Gaia de James Lovelock donde se explicitan las claves del llamado cambio climático como un proceso analizado por enormes ordenadores que predicen modelos matemáticos de desarrollo del planeta en las próximas décadas, además de haber sistemas de medición ubicuos: mares y océanos, corales, glaciares, el Ártico y el Antártico, desiertos, ríos, etc, etc. Hay un consenso prácticamente universal por parte de los climatólogos de que la temperatura media de la Tierra está subiendo imparablemente. Ya hemos sobrepasado un grado de temperatura media respecto a épocas anteriores y el proceso sigue en ascenso por las enormes cantidades de dióxido de carbono y metano que estamos emitiendo la humanidad a la atmósfera que hace que el calor se quede en nuestro planeta en ese efecto terrible que es el invernadero que todos sabemos en qué consiste. Cuando lleguemos a dos grados, algo que puede pasar en muy poco tiempo, la península ibérica se convertirá en un desierto parecido a Marruecos aquejado de insuperables sequías. Se prevé incluso que toda la cuenca mediterránea ya no será acogedora de turistas por las tórridas temperaturas que habrá y estos se irán a latitudes más nórdicas para tener algo de tiempo más fresco. Paralelamente los glaciares de todo el mundo se irán fundiendo, desaparecerá progresivamente el Ártico, el nivel de los océanos subirá, el permafrost se descongelará y desencadenará un nuevo proceso de emisión de dióxido de carbono, igual que los mares recalentados serán emisores de ello y metano, lo que supondrá una retroalimentación que no podrá ser frenada y que escapará a los medios humanos que ya serán ineficaces. Se irán alcanzando progresivamente dos grados de ascenso, tres, cuatro, lo que supondrá que las selvas tropicales como la Amazonía se conviertan en un desierto calcinado por el sol -cada vez más caliente- y ello será para llevar a la atmósfera más y más dióxido de carbono y metano. Es un proceso imparable. Además, estos procesos de desertificación de continentes como el norte de África y Centroamérica llevarán a millones de personas a emigrar hacia el norte, algo que ya está pasando. Hoy leía que en Libia hay seiscientos mil africanos desesperados por llegar a Europa, y eso solo es el comienzo. Son los migrantes climáticos que irán subiendo geométricamente en número imparable y no vendrán sumisos sino que vendrán con un resentimiento trágico por haber sido nosotros quienes hemos destruido el planeta. La civilización occidental se ha enriquecido y creado el progreso pero hemos arrasado el equilibrio de Gaia, la Tierra, que se autorregula climáticamente para hacernos desaparecer como especie. 

 

¿Y qué estamos haciendo para intentar revertir en parte este proceso? Prácticamente nada, nadie quiere renunciar a una parte de bienestar, al nivel de vida que tenemos. No lo quieren los países desarrollados ni lo quieren otros de gigantescas poblaciones que quieren desarrollarse -China, India, Brasil…-. Seguimos emitiendo cantidades gigantescas de CO2 y metano activando una progresión en la retroalimentación porque los mares y los bosques llegados a una determinada temperatura no absorben el dióxido de carbono sino que lo emiten. El futuro de la humanidad es más bien incierto. No sé si saldremos del presente siglo si la temperatura media del planeta alcanza los tres, cuatro o cinco grados. La vida será destruida en medio de conflictos bélicos de alcance terrorífico en pugna por las zonas más frías del planeta. 

 

Ahora por ejemplo tenemos una guerra absurda y estúpida, la de Ucrania, en que nadie es inocente. La UE, la OTAN, Rusia y los propios ucranianos han cometido errores de dimensiones gigantescas lo que hace que el mundo se divida en bloques enemigos cuando todos tendríamos que unirnos porque el cambio climático que estamos experimentando es casi irreversible. Hacia 2005 se decía que teníamos una década para intentar revertir en lo posible dicho cambio y no hemos hecho nada, aunque es difícil saber qué hacer si no queremos colapsar el desarrollo económico de nuestras sociedades. No basta con parques eólicos y placas solares ni con el reciclado voluntarioso, ni con el supuesto coche eléctrico, eso supondría poner tiritas en la herida que es mucho más grande. James Lovelock, el creador de la cada vez más aceptada teoría de Gaia, propuso que se construyeran cientos y cientos de centrales nucleares como única solución para seguir produciendo energía sin emisiones de CO2. Los ecologistas lo rechazan totalmente por varias razones, pero no hay alternativa porque con buena voluntad y acciones bienintencionadas no pararemos la puesta en marcha de la Sexta extinción. El planeta Tierra es ya viejo, ha pasado por diversas eras glaciales, bajas en dióxido de carbono, y eras cálidas de elevados índices de dicho elemento. Pero desde hace dos siglos en un tiempo minúsculo el ser humano ha emitido cantidades ingentes de dióxido de carbono para crear sociedades prósperas y ricas en derechos humanos. Ahora estamos en una era interglaciar, pero las predicciones matemáticas e informáticas nos alertan de que ya no tenemos tiempo para revertir lo que está pasando. 

17 comentarios :

  1. Mira, JOSELU, yo no entiendo mucho de esto, pero mi intuición de viejo me dice de que algo no funciona. Cada mañana, después de desayunar a las siete de la mañana, me voy con mi señora hasta la pista de entrada del aeropuerto, la larga o 25R. Hay unos 2 Kms y medio para ir y otros tantos de vuelta. Lo tengo controlado, cada 58/69 segundos entra un avión. La media diaria en El Prat por AENA es de 940 movimientos (aterrizajes y despegues) y eso, a mi entender, es inasumible. Simplemente inasumible. Porque los metros tardan entre tres y cuatro minutos del uno al otro, pero es que he visto cinco aviones en cola. Algo fuera de lo normal. Cuando estas a no más de 50 metros entre el avión y tu persona, al pasarte por encima, deja un reguero de calor que no se puede aguantar. Eso en el tercer aeropuerto de España, ya no te digo Mallorca o Madrid.
    Sino se pone coto, y no se pondrá más que por el encarecimiento del producto, esto reventará de una forma u otra.
    Eso es lo que me dicta el sentido común.
    Un placer leerte.
    salut

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    1. El FMI recomienda a los gobiernos no subvencionar mediante la bajada de impuestos el consumo de energía eléctrica para que el coste de ella pase directamente a los usuarios y estos tengan que aplicarse el cuento y ahorrar por la cuenta que les trae. Recomienda solamente ayudar a personas pobres pero no indiscriminadamente a todas las rentas. Esto va en la línea que señalas al final, que el encarecimiento del producto es lo único que podrá rebajar el consumo de energía. Y tienes razón en el tema aeronáutico, es inasumible. Nos hemos acostumbrado a viajar a precios muy reducidos y esto tiene un coste para el planeta. Si mil aviones aterrizan o despegan en el Prat cada día, no es difícil suponer las emisiones de dióxido de carbono que esto supone, siendo un aeropuerto de mediana dimensión. El otro día hablabas de los aires acondicionados en grandes tiendas con las puertas abiertas. Está claro que no nos han explicado qué es lo que está pasando y lo que va a pasar. Ningún gobierno quiere ser impopular y se vive y se gobierna por el día a día. El problema es de unas dimensiones tan catastróficas que vamos sin freno y cuesta abajo con una locomotora que inevitablemente se estrellará con todos los pasajeros dentro. Parezco apocalíptico pero soy solamente realista. Salut, te leo todos los días.

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    2. AENA comentó que entre el viernes, sábado y domingo de la primera semana de agosto, se esperaban en El Prat dos mil quinientos movimientos. Inasumible.
      Algún día, en tus paseos, has de ir a parar a la cabecera de la pista larga, la 25 R. Allí has de quedarte para comprobar el calor que se desprende cuando pasan por encima los aviones "normales", o sea, los Airbus 320/100, pero es que los hay muchos más grandes, los 320/200, 320/330, o los Boeing americanos y árabes que hacen vuelos transatlánticos.
      No puede ser que de El Prat a Sitges un viaje en tren te cueste 7 euros y de barcelona a Londres, en avión te cueste 25. Algo falla y no quiero que se subvencione el keroseno de avión para estos menesteres. Quien quiera viajar que se lo pague, así de sencillo, y que además pague el costo del consumo de oxígeno, que esa es otra.
      Yo también estoy deseoso de leerte y de que cuelgues pasajes de libros para que luego nos lo comentes.
      Un abrazote muy, muy fuerte
      Gracias y salut

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    3. Ayer tuve que cenar con unos conocido cuya ideología es voxniopepera. Estaban indignados por las medidas que se han propuesto de climatización e iluminación. Repiten de forma automática los memes que sus medios les inoculan. Lamentablemente una mitad al menos de la población es así. No están dispuestos a reducir en lo más mínimo el nivel de sus caprichos, que no necesidades. Yo ya he dividido con esta gente no discutir. No merece la pena.
      Creo que antes de lo que pensaba se empezarán a tomar medidas más drásticas, que provocarán revueltas. Me parece que se va a un decrecimiento involuntario y obligado por las circunstancias. Creo que ya más que nada servirá para generar enfrentamiento pq el clima tiene una inercias difíciles de revertir
      Además nuestra sociedad Cade vez es más individualista,cuando lo que hace falta es colaboración, compasión y generosidad. Eso que llaman buenísimo
      Cosas verdes Sancho....
      Un abrazo

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  2. Hemos llegado a un punto de no retorno.
    Hay que asumirlo y asumir las consecuencias.
    Un saludo.

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    1. ¿Conoces las consecuencias? No es una frase solamente porque en ella está implícita la desaparición de la civilización tal como la conocemos. Morirán miles de millones de seres humanos según esas consecuencias que planteas aceptar. Un saludo.

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  3. Nubeagua, ciertamente es lamentable que la derecha -que tiene tanto que aportar- sea negacionista en el tema climático . Es un drama que tensiona las sociedades del mundo. Nunca les votaré por este motivo, aunque en otros pueda estar cerca de ellos. Es muy peligroso lo que Bolsonaro está promoviendo en Brasil y Trump fue negacionista asimismo. No lo entiendo pues el consenso científico es prácticamente universal al respecto, aunque también hay miles de personas que sostienen que la tierra es plana. No hay idea por absurda que sea que no tenga muchísimos seguidores.

    Ciertamente, habría que ir hacia un decrecimiento -que será muy doloroso porque implica paro-, limitación cada vez mayor del consumo energético que suscitará fuertes resistencias y tensionará las sociedades. Necesitaríamos un consenso general al respecto pero no es así, y ello es muy arriesgado en un proceso tal como estamos. En cuanto a ser menos individualistas, es difícil porque nos han inoculado desde niños que nosotros seamos lo más importante, los medios no hacen más que fomentarlo: la compasión, la generosidad y el espíritu colaborativo es raro. Ayer leía que seiscientos mil africanos esperan en Libia para venir a Europa y Médicos sin frontera abogaba por su aceptación en nuestra sociedad europea. Son refugiados climáticos. Pero tras esos seiscientos mil habrá otros y otros, y otros. Repartir recursos es humano pero también conflictivo. Nuestras sociedades se exponen a situaciones muy difíciles. El siglo XXI va a ser más complejo que el siglo XX. Un abrazo.

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  4. No ya son solo los cruceros y los aviones, que también y de qué manera. A unos y otros los soportamos cuando llegan o salen de los puertos y aeropuertos, por el ruido que hacen, el calor que emiten y lo que contaminan.
    Pero hay otro elemento al que apenas prestamos atención. Se dice que un gran barco carguero puede llegar a emitir la misma cantidad de contaminantes que 50 millones de coches, ya que usa combustibles sólidos baratos, muy sucios, como el fuel oil pesado. Y nadie pone coto a eso, quizá porque supondría un desbocado aumento los precios de todo lo que transportan.
    Todo pinta mal; el planeta, unas guerras en las que ni pinchamos ni cortamos, los cortes de suministro, la renovada amenaza de Al Kaeda, una pandemia que nadie parece tener interés en controlar, por eso se oculta todo lo posible, y otras epidemias que irán viniendo. En fin. Creo que este planeta durará como mucho un siglo y me gustaría equivocarme.

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    1. Desafortunadamente, granuribe, estoy muy cercano a tu consideración sobre el futuro de la humanidad. Tenemos información más que suficiente y de entidad irrefutable sobre lo que está pasando pero las medidas que tomamos son meramente cosméticas. He leído los dos libros que menciono y mi impresión es que no hay salida, máxime cuando veo los enfrentamientos entre grandes potencias, cada vez más peligrosos, cuando tendría que ser toda la humanidad quien implementara posibles soluciones para paliar en la medida de lo posible la subida de temperatura media del planeta y las ppm de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera que se acercarán letalmente a 500. El conflicto de Ucrania es de una estupidez mayúscula, totalmente absurdo y en el que todos tenemos culpa. Pero no es el único, el tema de Taiwan amenaza con poner el mundo en pie de guerra enfrentando a Occidente con China. La humanidad camina a su extinción. Sé que el problema es muy difícil porque cualquier medida supone poner en jaque el desarrollo y el bienestar económico conseguidos pero el peligro está en nivel máximo y sus consecuencias van a ser las que pongan la civilización en gravísimo peligro. La inconsciencia y la estupidez humanas son irremediables. Y no hay ningún gobierno que quiera hablar claro a sus ciudadanos, se mira a corto plazo, al día a día. Sin duda, los que sobrevivan, que serán pocos, podrán recordar una civilización que alcanzó su auge y se autodestruyó. No es ciencia ficción, es nuestro futuro en los próximos ochenta años. No te equivocas.

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  5. Dejo un enlace para un resumen del libro Seis grados de Mark Lynas que es sumamente revelador del estado del planeta a medida que suba la temperatura media del mismo. Seis grados: el futuro de la tierra en un planeta más cálido

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    1. Gracias. Lo tengo en cuenta para cuando baje, porque no está en la biblio de aquí.
      Ayer me acerqué a la librería de segunda mano Taifa, Verdi 12, Gracia. Compre un libro de J.E. Cirlot que habla sobre arte contemporáneo, él era historiador de arte y crítico, y el de Anna Harent sobre Adolf Eichmann.
      Un abrazo

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    2. Este resumen es de cuatro o cinco páginas. Puede servir al caminante que no tenga tiempo para leer el libro entero lo que es comprensible. Me alegro de tus lecturas para lo que queda de verano. Un día sin lectura, para mí, es un día perdido. Ambos libros que mencionas son sumamente interesantes.

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  6. Estimados Sres. a la fecha no hay información suficiente de calidad que pruebe la existencia del cambio climático.
    Respecto de los migrantes qué decir contra la memoria histórica. Los migrantes quieren devolver la visita de los aventureros del viejo mundo, aquellos "descubridores evangelizadores".
    Sdos.

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    1. Hay millones de personas que dicen que la tierra es plana, lo tienen clarísimo; hay quienes sostienen que las vacunas matan; hay quien dice que el hombre no llegó a la luna; hay quienes aseguran que el 11-S fue obra de los judíos; hay quien dice que Hitler escapó vivo, otros que Elvis también está vivo... Como ves hay personas para todo. Saludos.

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  7. Te doy la razón en que el panorama es muy sombrío. A nivel personal podemos ser respetuosos con nuestro planeta, pero lo cierto es que donde se genera el problema a niveles bestiales es donde esta el negocio y como la economía desde hace ya tiempo tiene más peso que la vida humana, no se levantará un dedo para frenar este proceso. Tal vez los que manejan el supermercado del mundo ya tienen un sitio para refugiarse en caso de necesidad, es la única explicación que encuentro lógica. Pero la gente de a pie ¿nos rebelaremos algún día contra esta sociedad injusta y deshumanizada, tomaremos conciencia de todo lo que hemos permitido cuando las cosas se pongan muy feas? en el fondo hay una responsabilidad individual que nos cuesta aceptar, no solo son responsables los poderosos con su codicia, el resto les seguimos el juego, inconscientes, y manipulados a menudo, seguimos al flautista de Hamelin hasta donde nos quiera llevar.

    Siento haberme puesto tan dramática, es un tema espinoso y con mal pronóstico, el tiempo dirá en todo caso.

    Un abrazo y un beso Joselu.


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    1. Te has puesto dramática, Ana, porque el tema es también dramático. La responsabilidad es dual: por un lado individual y todos tenemos que implicarnos, y política en que la acción corresponde a los gobiernos y las instituciones españolas, europeas y mundiales. El tema es muy complicado y abierto a intríngulis muy difíciles como he mencionado en otros comentarios. Lo que sí que podemos, a nivel individual, es tomar conciencia y actuar de alguna manera en nuestra propia vida o transmitiendo a nuestro círculos de personas, empezando por los propios hijos, pareja, amigos, conocidos, la preocupación por el estado del planeta. Estoy publicando en Instagram unos textos muy cortos que sé que leen antiguos alumnos, personas jóvenes, sobre el tema. Se habla muy poco, se sabe muy poco. Nadie conoce los planes de la Unión Europea para la transición verde, vivimos en medio de un drama planetario pero no hay información ni los gobiernos hablan claro. Saber es implicarse. Un abrazo, Ana, y muchas gracias por tu presencia.

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  8. Le echaré un ojo a lo que comentas sobre los planes de la Unión Europea para la transición verde, pero atajar la contaminación sin afectar el crecimiento económico lo veo bastante complicado, hemos entrado en un bucle del que no será fácil salir.

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