Blog poliédrico que no cree que haya una versión canónica de la realidad y que asume la contradicción flagrante como sistema de interpretación del mundo.
Soy incapaz de determinar el sentido de este comentario, asaz críptico y mistérico. Tal vez, Delfos nos ayude a comprenderlo. Seguiré indagando porque cada idea es como un tambor que resuena en la oscuridad.
Es que mira que casualidad, ayer estaba leyendo Platón, Gorgias, traducción Julián Marías, y voy y tropiezo con esta frase: para ser persuasivo basta con adular al auditorio.
Y es que todo, en este tiempo líquido, me lleva a pensar que no es más que una operación de marketing, de venta del yo.
Se trata de vender un producto, vinculación y deuda, y en el marketing y a política está todo permitido.
He leído que para el pensamiento oriental, los halagos son ciertamente debilitadores para el que los recibe. Creo que los elogios deben ser escasos y medidos, en momentos muy puntuales para que sean beneficiosos. La pedagogía de reforzar obsesivamente la autoestima por sistema en vez de ponerla a prueba revela un pensamiento debilitador pero es la tendencia de nuestro tiempo en que la autoestima no ha sido nunca tan baja. Y sí, es cierto, la adulación puede funcionar para apropiarte de un auditorio, de un electorado, de un grupo... La idea de vinculación y deuda es interesante.
La autoestima crece cuando les decimos a los demás ( sobre todo, si son niños) lo que hacen bien y les animamos a repetirlo, pero el exceso de halagos ( y más aún si son inmerecidos), solo empobrece al que se halaga.
Muy curiosa la reflexión. Me la llevo a mi casa y me la quedo. Hala. Espero que no te importe.
Estas son ideas de un ideólogo político y moral que tiene millones de seguidores en Estados Unidos en una novela que se llama El día del ajuste. Se llama Talbott y la mayoría lleva un libro azul con sus pensamientos dirigidos a sus fieles. Es una mezcla de totalitarismo y psicología de masas, algo así como Mi lucha de Hitler. Es un libro con ideas para el control social. Otras ideas sacadas de este libro azul son :
Sé horrible, existe como horrible amenaza, y en el momento en que tengas más poder, contente. A base de hacer daño a la gente y de no hacerle daño, conseguirás su amor.
Palahniuk, Chuck. El Día del Ajuste (Spanish Edition) (p. 341). Penguin Random House Grupo Editorial España. Edición de Kindle.
Somos muy sensibles a la quema de incienso en nuestro honor. Mediante el halago bien manejado podemos hacer que los demás,sobre todo si tienen grandes egos, hagan lo que queremos. Los manipuladores sociales lo saben y basan sus campañas en ello. Muy cierto tb la otra entrada. Basta con dejar de ser un cabrito para que seas una persona virtuosa y viceversa. Ya puedes intentar llevar un comportamiento correcto que si un día estallara oirás eso de "parecía una buena persona, pero en el fondo tiene muy mal carácter..." En fin. Te recomiendo el libro de Ramón Nogueras "por que creemos en mierdas" que nos explica estas cosas. Un abrazo
He leído opiniones muy elogiosas del libro que mencionas, en Amazon, parece que es sobre el sesgo cognitivo. Tomo nota.
Toda la psicología y la pedagogía trabajan el refuerzo positivo, de modo que se refuerce la autoestima. Recuerdo que hace unos treinta años cuando corregía trabajos y exámenes era especialmente duro y sarcástico cuando veía textos claramente poco elaborados y menos pensados, o faltos totalmente de compromiso. Mis comentarios eran muy expresivos. Un día vino un grupo de alumnos a pedirme explicaciones sobre mis comentarios escasamente elogiosos -a veces sí lo eran- y yo argumenté que lo hacía porque me importaban y que sabía que podían dar más de sí, que era una forma de espolearlos a superarse. Creo que los convencí. Años después todo había girado y era impensable hacer duros comentarios porque el nivel era tan insuficiente y caradura que ya no había nada que hacer además unido a toda la pedagogía del refuerzo positivo que proscribe valoraciones negativas y exige que siempre sean puestas en positivo. "Puedes mejorar, estás yendo hacia arriba -aunque tenga un uno-, si quieres, puedes -aunque sea un vago impenitente que no hace nada-, etc, etc. Si hubiera puesto un comentario como los que ponía hace treinta años, pienso que la inspección me habría abierto un expediente. El halago es un mecanismo que funciona muy bien, solo hay que ver los likes de las redes sociales... Supongo que a través del halago se pretende un modelado cognitivo de la otra persona para modificarla a nuestro gusto. Un abrazo.
Yo creo que hemos lanzado la autoestima a los cuatro vientos, pero estamos circundados de mediocridad, Joselu. Además, la cobramos barata. Un simple like, el implorado cinco de los llamados feedback, simplemente encuestas que adornamos con anglicismos,y que arrojan cada vez más capas de incomprensión sobre nuestro propio autodesconocimiento. Resuena todavía en mi mente la súplica del conductor de Cabify, que en tierras americanas, me pedía un cinco. Influye en mis objetivos, me decía con la voz ronca y afectada, el inmenso ciudadano americano. Fue como el canario y el grisu para mí.
Ajenos a Delfos y a esa famosa pitia de conócete a ti mismo, las empresas y nosotros mismos, no queremos comocer nuestro margen de mejora. Queremos lucir bien, aunque chapoteemos en nuestra mediocridad. Ocurre en las encuestas de empresa. Felicidad y productividad. Puntúa bien, que es lo importante. Las filas prietas en esta borrachera de felicidad impostada. Pero que nadie se mueva del cinco. Por eso, Joselu, me es grato encontrar oasis de pensamiento como el tuyo. Lo digo de corazón. Para huir de ese laberinto de espejos y vanidades, en el que jugamos a ser quiénes no somos. Como dice Soto Ivars, antes estos pequeños pecados se circunscribian a tu círculo más cercano. Internet ha derribado los muros de tu casa y tu exposición alcanza a todo el nundo. Un saludo, Joselu.
Es curioso pero el creador de esta cita es un ideólogo del libro que se menciona que pretende conformar otro modo de estar en sociedad y consigo mismo. Es una especie de Libro Rojo o de Mi lucha que es el soporte de una nueva forma de convivencia en Estados Unidos en una distopía más próxima de lo que parece. A veces he recibido críticas muy agresivas que me han herido y he reaccionado con ira. Pienso que cualquier crítica por radical que sea puede envolverse de un estilo no agresivo. A veces se vomita violentamente, son los trolls que abundan en internet. Críticas brutales, descalificativas, ofensivas, que van a por la persona. Creo que internet oscila entre estos dos límites, el troll o el adulador, son dos tendencias que observo recurrentemente.
Ciertamente, ahora todo funciona con valoraciones cinco estrellas, de modo que cuatro estrellas es claramente insuficiente. Las empresas, los particulares se ven condicionados por estos criterios. En una reciente estancia en Jaipur (India) me vi en medio de una invitación de la propietaria del hotel a un té que me sorprendió. Tras una hora de conversación emergió el motivo de su amabilidad: quería que hiciera una crítica positiva en Tripadvisor en cuanto a restaurante y hotel. Insistió muchísimo y yo la hice condicionado por la amabilidad, tan extraña en India porque la mayor parte de las veces te quieren timar. Este sesgo de confirmación positiva se ha impuesto como modo de estar en sociedad. Gracias por estar ahí.
Más allá de la dimensión hiperbólica de este fragmento, eso sí, justificado en un contexto novelesco, está claro que los halagos en exceso no es lo mejor para quien los recibe, uno puede perder el sentido de la realidad, precisamente por situarse en la realidad volátil de esas palabras triunfales que inflan tu ego. Caes en la tentación de vivir en la idealización que otro te ha presentado como verdadera.
Los nacionalismos adulan, halagan a sus acólitos hasta hacerlos levitar, ellos son los auténticos, la estirpe verdadera, los genuinos, los mas altos, los más guapos y los más inteligentes.
No es difícil distinguir que los políticos se mueven en una atmósfera tan aduladora como venenosa, reciben tantos halagos como crueles ataques del otro lado del espectro político. La adulación es requerida para resistir frente a las fieras discrepantes. Todo menos crítica meditada y razonada.
En el mundo de internet se alternan las dos vertientes: el halago generalizado pero en otras esferas, las puñaladas son seguras y certeras. A veces he hecho una intervención algo disonante en Instagram y he recibido insultos viscerales lo que lleva a darse cuenta de que todo lo que no sean halagos a los autores es peligroso.
Es difícil subsistir sin halagos, más en un mundo tan problemático. El problema de los halagos es creértelos. Personalmente cuando me siento halagado siento como si me estuvieran clavando un agudo estilete. Pienso que en medio de todo está la crítica, a ser posible constructiva, la destructiva tampoco es muy estimulante.
Y sí la patria, los nacionalismos, adulan a los verdaderos patriotas frente a los tibios, a los descreídos, a los discrepantes, a los incrédulos... Cuando veo que sale un millón de personas con banderas y con capas, estandartes y uniformes todos iguales, siento una íntima zozobra que me escuece.
El mecanismo del halago es muy complejo y daría para un tratado. Al fin y al cabo los likes se basan en ello.
-Esto es, como los tópicos,que se hace un comentario y después se va haciendo una bola y ya se convierte en un imprescindible....
Y, no veas cuando hacen propaganda para vender cursos y sobre todo plazas en Universidades privadas.
No soy partidaria de los desplantes, porque generan niños con inseguridad: pero de vez en cuando leerles la cartilla y ponerles los puntos sobre las íes no me parece mal. - Y ,lo que si me da cien patadas, es este conglomerado de programas de alta udiencia: donde se quieren, se besan , se descalifican y después de este show, se van todos a tomar cafe juntos.
Y de los políticos otro tanto de lo mísmo, estaba viendo al Toni Cantó y pensaba cuanto morro mon Dieu.
A nadie le amarga que le den ánimos y sobre todo que fluya una buena praxis en el amplio sentido de la palabra.
No halagar para salvar sino porque es verdad y no hundir a quien se lo merece que se le halague :por salvar a quien no se lo merece...
Es, como cuando los padres alaban y ensalzan a uno de sus hijos y al otro lo ignoran.Es complicado ser justo o acertar siempre...
Un abrazo martes y tresce por si eres superticioso :)
Este marketing, de tu puedes y yo te moldeo esto ya no vende: porque aunque decimos la juventud tal y cual pero los hay afortunadamente que quieren salir por sus méritos.
A quien no le otorgo un perdón a los políticos y menos a esta casta de
Un día, en mis últimos años como profesor, vino un monitor o instructor a explicarnos nuestra tarea docente y cómo afrontarla dirigiéndose a todo el claustro. Lo que más me quedó es que pretendía que los profesores procediéramos al moldeado cognitivo de nuestros alumnos. Esto me sacó del letargo de mi escucha malhumorada. La idea de moldear cognitivamente es uno de los principios más presentes en la acción política y para ello son buenos los halagos, los eslóganes, las ideas fuerza para adular tu cosmovisión. No hay nada que nos gratifique tanto como que nos den la razón, que nos digan que estamos en lo cierto, y eso nos gusta, y, si de paso, nos dicen que somos muy guapos e inteligentes, mucho más. Adular suele funcionar, a todo el mundo le gustan los likes en Instagram, en FB, en Twitter. Uno siente un refuerzo fundamental en su entramado cognitivo, una inyección de placer. Es un mecanismo elemental pero que funciona, Bertha. Los blogs, a veces son vehículos de halagos sin fin. Huyo de los blogs que reciben muchos de ellos, quiero mil veces antes, reflexiones que cuestionen, que hagan pensar al que las escribe, y que, por supuesto, me hagan pensar a mí. Siento que se haya quedado el texto colgado cuando ibas a hablar de los políticos...
En mi opinión, la mera idea de talento es peligrosa, hace que uno se duerma en los laureles... laureles que todavía no se ha ganado. Es todo mucho más 'físico': observar, reflexionar, practicar, reflexionar sobre la práctica, comparar... no tan diferente del método científico. El desdén moderno por dominar los medios de la expresión, como si cuanto más se abriesen las compuertas del alma, más elevada sería esa expresión sin necesidad de dominio técnico ha sido una trampa total para incautos. Y los halagos son como la guinda a dicha trampa. Un saludo, Joselu.
Te dejo la carta que escribió un profesor de periodismo uruguayo ante la realidad que se encontraba en sus aulas. Forma parte de un tuit de Arturo Pérez Reverte. Totalmente de acuerdo en tu idea sobre la aceptación de la pérdida de la calidad de la capacidad de expresión.
Los niños son felices porque para vivir no precisan de autoestima.
ResponderEliminarHay quienes mantienen alta su autoestima en el más elevado desprecio hacia los demás.
Han borrado la frontera entre la autoestima y el egoísmo.
Hay quien se acuesta con el autoengaño y se levanta con la autoestima. No se puede ser más infiel con la propia psicología.
Soy incapaz de determinar el sentido de este comentario, asaz críptico y mistérico. Tal vez, Delfos nos ayude a comprenderlo. Seguiré indagando porque cada idea es como un tambor que resuena en la oscuridad.
EliminarEs que mira que casualidad, ayer estaba leyendo Platón, Gorgias, traducción Julián Marías, y voy y tropiezo con esta frase: para ser persuasivo basta con adular al auditorio.
ResponderEliminarY es que todo, en este tiempo líquido, me lleva a pensar que no es más que una operación de marketing, de venta del yo.
Se trata de vender un producto, vinculación y deuda, y en el marketing y a política está todo permitido.
Un abrazo
He leído que para el pensamiento oriental, los halagos son ciertamente debilitadores para el que los recibe. Creo que los elogios deben ser escasos y medidos, en momentos muy puntuales para que sean beneficiosos. La pedagogía de reforzar obsesivamente la autoestima por sistema en vez de ponerla a prueba revela un pensamiento debilitador pero es la tendencia de nuestro tiempo en que la autoestima no ha sido nunca tan baja. Y sí, es cierto, la adulación puede funcionar para apropiarte de un auditorio, de un electorado, de un grupo... La idea de vinculación y deuda es interesante.
EliminarLa autoestima crece cuando les decimos a los demás ( sobre todo, si son niños) lo que hacen bien y les animamos a repetirlo, pero el exceso de halagos ( y más aún si son inmerecidos), solo empobrece al que se halaga.
ResponderEliminarMuy curiosa la reflexión. Me la llevo a mi casa y me la quedo. Hala. Espero que no te importe.
Un beso sin halagos.
Estas son ideas de un ideólogo político y moral que tiene millones de seguidores en Estados Unidos en una novela que se llama El día del ajuste. Se llama Talbott y la mayoría lleva un libro azul con sus pensamientos dirigidos a sus fieles. Es una mezcla de totalitarismo y psicología de masas, algo así como Mi lucha de Hitler. Es un libro con ideas para el control social. Otras ideas sacadas de este libro azul son :
EliminarSé horrible, existe como horrible amenaza, y en el momento en que tengas más poder, contente. A base de hacer daño a la gente y de no hacerle daño, conseguirás su amor.
Palahniuk, Chuck. El Día del Ajuste (Spanish Edition) (p. 341). Penguin Random House Grupo Editorial España. Edición de Kindle.
Gracias por tu presencia.
Somos muy sensibles a la quema de incienso en nuestro honor. Mediante el halago bien manejado podemos hacer que los demás,sobre todo si tienen grandes egos, hagan lo que queremos. Los manipuladores sociales lo saben y basan sus campañas en ello. Muy cierto tb la otra entrada. Basta con dejar de ser un cabrito para que seas una persona virtuosa y viceversa. Ya puedes intentar llevar un comportamiento correcto que si un día estallara oirás eso de "parecía una buena persona, pero en el fondo tiene muy mal carácter..." En fin.
ResponderEliminarTe recomiendo el libro de Ramón Nogueras "por que creemos en mierdas" que nos explica estas cosas.
Un abrazo
He leído opiniones muy elogiosas del libro que mencionas, en Amazon, parece que es sobre el sesgo cognitivo. Tomo nota.
EliminarToda la psicología y la pedagogía trabajan el refuerzo positivo, de modo que se refuerce la autoestima. Recuerdo que hace unos treinta años cuando corregía trabajos y exámenes era especialmente duro y sarcástico cuando veía textos claramente poco elaborados y menos pensados, o faltos totalmente de compromiso. Mis comentarios eran muy expresivos. Un día vino un grupo de alumnos a pedirme explicaciones sobre mis comentarios escasamente elogiosos -a veces sí lo eran- y yo argumenté que lo hacía porque me importaban y que sabía que podían dar más de sí, que era una forma de espolearlos a superarse. Creo que los convencí. Años después todo había girado y era impensable hacer duros comentarios porque el nivel era tan insuficiente y caradura que ya no había nada que hacer además unido a toda la pedagogía del refuerzo positivo que proscribe valoraciones negativas y exige que siempre sean puestas en positivo. "Puedes mejorar, estás yendo hacia arriba -aunque tenga un uno-, si quieres, puedes -aunque sea un vago impenitente que no hace nada-, etc, etc. Si hubiera puesto un comentario como los que ponía hace treinta años, pienso que la inspección me habría abierto un expediente. El halago es un mecanismo que funciona muy bien, solo hay que ver los likes de las redes sociales... Supongo que a través del halago se pretende un modelado cognitivo de la otra persona para modificarla a nuestro gusto. Un abrazo.
Yo creo que hemos lanzado la autoestima a los cuatro vientos, pero estamos circundados de mediocridad, Joselu. Además, la cobramos barata. Un simple like, el implorado cinco de los llamados feedback, simplemente encuestas que adornamos con anglicismos,y que arrojan cada vez más capas de incomprensión sobre nuestro propio autodesconocimiento. Resuena todavía en mi mente la súplica del conductor de Cabify, que en tierras americanas, me pedía un cinco. Influye en mis objetivos, me decía con la voz ronca y afectada, el inmenso ciudadano americano. Fue como el canario y el grisu para mí.
ResponderEliminarAjenos a Delfos y a esa famosa pitia de conócete a ti mismo, las empresas y nosotros mismos, no queremos comocer nuestro margen de mejora. Queremos lucir bien, aunque chapoteemos en nuestra mediocridad. Ocurre en las encuestas de empresa. Felicidad y productividad. Puntúa bien, que es lo importante. Las filas prietas en esta borrachera de felicidad impostada. Pero que nadie se mueva del cinco. Por eso, Joselu, me es grato encontrar oasis de pensamiento como el tuyo. Lo digo de corazón. Para huir de ese laberinto de espejos y vanidades, en el que jugamos a ser quiénes no somos. Como dice Soto Ivars, antes estos pequeños pecados se circunscribian a tu círculo más cercano. Internet ha derribado los muros de tu casa y tu exposición alcanza a todo el nundo. Un saludo, Joselu.
Es curioso pero el creador de esta cita es un ideólogo del libro que se menciona que pretende conformar otro modo de estar en sociedad y consigo mismo. Es una especie de Libro Rojo o de Mi lucha que es el soporte de una nueva forma de convivencia en Estados Unidos en una distopía más próxima de lo que parece. A veces he recibido críticas muy agresivas que me han herido y he reaccionado con ira. Pienso que cualquier crítica por radical que sea puede envolverse de un estilo no agresivo. A veces se vomita violentamente, son los trolls que abundan en internet. Críticas brutales, descalificativas, ofensivas, que van a por la persona. Creo que internet oscila entre estos dos límites, el troll o el adulador, son dos tendencias que observo recurrentemente.
EliminarCiertamente, ahora todo funciona con valoraciones cinco estrellas, de modo que cuatro estrellas es claramente insuficiente. Las empresas, los particulares se ven condicionados por estos criterios. En una reciente estancia en Jaipur (India) me vi en medio de una invitación de la propietaria del hotel a un té que me sorprendió. Tras una hora de conversación emergió el motivo de su amabilidad: quería que hiciera una crítica positiva en Tripadvisor en cuanto a restaurante y hotel. Insistió muchísimo y yo la hice condicionado por la amabilidad, tan extraña en India porque la mayor parte de las veces te quieren timar. Este sesgo de confirmación positiva se ha impuesto como modo de estar en sociedad. Gracias por estar ahí.
Más allá de la dimensión hiperbólica de este fragmento, eso sí, justificado en un contexto novelesco, está claro que los halagos en exceso no es lo mejor para quien los recibe, uno puede perder el sentido de la realidad, precisamente por situarse en la realidad volátil de esas palabras triunfales que inflan tu ego.
ResponderEliminarCaes en la tentación de vivir en la idealización que otro te ha presentado como verdadera.
Los nacionalismos adulan, halagan a sus acólitos hasta hacerlos levitar, ellos son los auténticos, la estirpe verdadera, los genuinos, los mas altos, los más guapos y los más inteligentes.
Un abrazo, Joselu.
No es difícil distinguir que los políticos se mueven en una atmósfera tan aduladora como venenosa, reciben tantos halagos como crueles ataques del otro lado del espectro político. La adulación es requerida para resistir frente a las fieras discrepantes. Todo menos crítica meditada y razonada.
EliminarEn el mundo de internet se alternan las dos vertientes: el halago generalizado pero en otras esferas, las puñaladas son seguras y certeras. A veces he hecho una intervención algo disonante en Instagram y he recibido insultos viscerales lo que lleva a darse cuenta de que todo lo que no sean halagos a los autores es peligroso.
Es difícil subsistir sin halagos, más en un mundo tan problemático. El problema de los halagos es creértelos. Personalmente cuando me siento halagado siento como si me estuvieran clavando un agudo estilete. Pienso que en medio de todo está la crítica, a ser posible constructiva, la destructiva tampoco es muy estimulante.
Y sí la patria, los nacionalismos, adulan a los verdaderos patriotas frente a los tibios, a los descreídos, a los discrepantes, a los incrédulos... Cuando veo que sale un millón de personas con banderas y con capas, estandartes y uniformes todos iguales, siento una íntima zozobra que me escuece.
El mecanismo del halago es muy complejo y daría para un tratado. Al fin y al cabo los likes se basan en ello.
Un abrazo, también para ti, Paco.
-Esto es, como los tópicos,que se hace un comentario y después se va haciendo una bola y ya se convierte en un imprescindible....
ResponderEliminarY, no veas cuando hacen propaganda para vender cursos y sobre todo plazas en Universidades privadas.
No soy partidaria de los desplantes, porque generan niños con inseguridad: pero de vez en cuando leerles la cartilla y ponerles los puntos sobre las íes no me parece mal.
-
Y ,lo que si me da cien patadas, es este conglomerado de programas de alta udiencia: donde se quieren, se besan , se descalifican y después de este show, se van todos a tomar cafe juntos.
Y de los políticos otro tanto de lo mísmo, estaba viendo al Toni Cantó y pensaba cuanto morro mon Dieu.
A nadie le amarga que le den ánimos y sobre todo que fluya una buena praxis en el amplio sentido de la palabra.
No halagar para salvar sino porque es verdad y no hundir a quien se lo merece que se le halague :por salvar a quien no se lo merece...
Es, como cuando los padres alaban y ensalzan a uno de sus hijos y al otro lo ignoran.Es complicado ser justo o acertar siempre...
Un abrazo martes y tresce por si eres superticioso :)
Este marketing, de tu puedes y yo te moldeo esto ya no vende: porque aunque decimos la juventud tal y cual pero los hay afortunadamente que quieren salir por sus méritos.
A quien no le otorgo un perdón a los políticos y menos a esta casta de
...bueno...otra vez se me ha quedado texto colgado...
ResponderEliminarUn día, en mis últimos años como profesor, vino un monitor o instructor a explicarnos nuestra tarea docente y cómo afrontarla dirigiéndose a todo el claustro. Lo que más me quedó es que pretendía que los profesores procediéramos al moldeado cognitivo de nuestros alumnos. Esto me sacó del letargo de mi escucha malhumorada. La idea de moldear cognitivamente es uno de los principios más presentes en la acción política y para ello son buenos los halagos, los eslóganes, las ideas fuerza para adular tu cosmovisión. No hay nada que nos gratifique tanto como que nos den la razón, que nos digan que estamos en lo cierto, y eso nos gusta, y, si de paso, nos dicen que somos muy guapos e inteligentes, mucho más. Adular suele funcionar, a todo el mundo le gustan los likes en Instagram, en FB, en Twitter. Uno siente un refuerzo fundamental en su entramado cognitivo, una inyección de placer. Es un mecanismo elemental pero que funciona, Bertha. Los blogs, a veces son vehículos de halagos sin fin. Huyo de los blogs que reciben muchos de ellos, quiero mil veces antes, reflexiones que cuestionen, que hagan pensar al que las escribe, y que, por supuesto, me hagan pensar a mí. Siento que se haya quedado el texto colgado cuando ibas a hablar de los políticos...
EliminarEn mi opinión, la mera idea de talento es peligrosa, hace que uno se duerma en los laureles... laureles que todavía no se ha ganado. Es todo mucho más 'físico': observar, reflexionar, practicar, reflexionar sobre la práctica, comparar... no tan diferente del método científico. El desdén moderno por dominar los medios de la expresión, como si cuanto más se abriesen las compuertas del alma, más elevada sería esa expresión sin necesidad de dominio técnico ha sido una trampa total para incautos. Y los halagos son como la guinda a dicha trampa. Un saludo, Joselu.
ResponderEliminarTe dejo la carta que escribió un profesor de periodismo uruguayo ante la realidad que se encontraba en sus aulas. Forma parte de un tuit de Arturo Pérez Reverte. Totalmente de acuerdo en tu idea sobre la aceptación de la pérdida de la calidad de la capacidad de expresión.
EliminarDESPEDIDA DE UN PROFESOR DE PERIODISMO
Un saludo, Javier.