Ayer comentaba una noticia sobre
las vacunas contra el Covid con mis hijas y una de ellas de poco más de veinte
años exclamó “país de pandereta”. Me
sorprendió y me dolió, yo nunca he hablado en casa en ese sentido sobre España.
Pero está en el ambiente, está en la cultura popular, en las expresiones
coloquiales, en la literatura, en nuestro inconsciente. Antonio Machado
escribió una frase que nos ha calado “país
de charanga y pandereta” y Cervantes ubicó su Rinconete y Cortadillo en el patio de Monipodio donde eran habituales
las triquiñuelas, los engaños, las estafas, las falsas apariencias por parte de
los miembros del hampa que allí se reunían. En todo caso, esa expresión también
ha pasado a formar parte de los lugares comunes que expresan lo que es la
política, la administración… un patio de Monipodio.
Hay países que creen en sí mismos
y países que no creen. El otro día oyendo, emocionado, a Lady Gaga cantando el
himno americano en la toma de posesión del nuevo presidente, tras una
presidencia chusca de Trump, percibí que Estados Unidos es un país que cree en
sí mismo y que se respeta, que se creen capaces de grandes cosas a pesar de su
expresidente. España es un país que no
cree en sí mismo, eso nos permea y ya desde muy pequeños aprendemos que este no
es un país serio, toda la cultura, todos los blogs, la cultura popular habla de
lo mismo: no somos un país serio, somos una caricatura, una deformación de la
civilización europea como escribió Valle Inclán en su agrio esperpento Luces de bohemia. Hay países que creen
en sí mismos, pese a que su historia haya sido devastadora y destructora de
otras culturas. Todos los países europeos importantes tienen una historia negra
detrás, todos. Pero los españoles la hemos interiorizado de un modo profundo.
Ni nos sentimos orgullosos de nuestra historia, ni de nuestra bandera, ni de nuestro
himno, ni de lo que somos. Hay quienes, en cambio, se pasan de revoluciones y
alardean de espíritu nacional, de bandera, de himno, de historia.
No me convencen ni unos ni otros.
Pienso que en la pugna contra la dictadura de Franco emergió una España cívica
que se tomó en seria a sí misma y sacó lo mejor. Pienso en los poetas y
escritores de los años cincuenta y sesenta, pienso en una generación de
políticos seria, pienso en prensa política seria, pienso en una juventud que
luchó seriamente por un país mejor que reuniera todos nuestros valores del
pasado, toda nuestra tradición literaria de la mejor estirpe. Poetas como
Antonio Machado se convirtieron en un símbolo decisivo, la España del exilio se
tomó en serio a sí misma, los jóvenes de los años setenta nos tomábamos en
serio a nosotros mismos cuando pretendíamos construir algo mejor a medida de
que éramos conscientes de nuestra realidad política y social. Éramos idealistas
y nos hicimos militantes por un destino digno heredando lo mejor de nuestro
pasado.
Todo eso se ha perdido. Pocos
creen en este país y los políticos que encarnan el liderazgo de los partidos
parecen adolescentes crecidos, sin ninguna dimensión ni cultura. Me conturba esta falta de
fe en nosotros mismos, un país que no cree en sí mismo no es capaz de nada sino
de ser protagonista de un tablado de marionetas, de una patulea de fantoches
que, de entrada, se consideran a sí mismo ridículos e incapaces de ser
protagonistas. La única visión de nosotros mismos es autodestructiva, macabra,
negra, de personajes de opereta, de peleles. Y eso no me gusta, no me gusta
haber escuchado a mi hija la expresión de país
de pandereta porque eso quiere decir que ese concepto está ya interiorizado
y asumido. Me duele.
Supongo que tú debes saber bien el nivel cultural de la gente joven, tras las innumerables leyes de educación que se han ido sucediendo a mayor gloria de los mandamases de turno. Cuando ves la poca seriedad en la otorgación de títulos y masters pues que quieres que te diga...
ResponderEliminarUn abrazo.
No es el caso de mis hijas que han recibido por diversas razones un alto nivel de enseñanza y sus másters no son de pacotilla. El problema es de la conciencia colectiva de este país que tiende a despreciar todo lo que tiene un valor que vaya más allá de lo regional. Siento que esta conciencia social sobre el panderetismo de España se extienda y llegue a los jóvenes por infinidad de canales. Un abrazo.
EliminarSomos los primeros donantes del mundo en órganos. Los primeros. Ni EEUU, ni Alemania, ni China, ni Rusia.
ResponderEliminarLos primeros donantes en ojos, hígados, riñón, corazón y páncreas. Y sin propaganda de ningún tipo, sin nada que salga por la tele, ni que te obligue, ni que te desgrave. Los primeros.
Hay un detalle que hace que este pais se desangre, es el no hacer un federación reglada, no una comunidad, sino una federación donde cada una de ellas se las apañe con su PIB dentro del marco del estado, contando este con las atribuciones del Ejército, la policía Federal (tipo USA), las aduanas, los asuntos postales, la Sanidad (gran fallo de darla a las comunidades)y el dominio del mar y del aire. La Educación, habiendo tres lenguas diferentes habría que ponderarla dando a la del estado el atributo de mayoritaria.
Tampoco exijas mucho a las personas venteañeras. Los hay que con casi cuarenta siguen pensando que la Cup resolverá sus problemas, te lo garantizo.
Un abrazo y no hagas mucho caso, se dará cuenta dentro de cuarenta años que no todo era como ella pensaba y que no llevaba toda la razón, pero para eso ha de pasar tiempo.
salut
Ignoro cuál es el enigma de España. Claudio Sánchez Albornoz escribió un libro que se titula así: España como enigma histórico, el porqué de nuestro fracaso como nación en el mundo moderno y contemporáneo. Y sí, me preocupa, Miquel, porque el comentario de mi hija es el mismo de millones de personas que piensan que este es un país de mierda. Carecemos de orgullo que esté fuera de los bares, nuestra verdadera patria, y ahora están cerrados. Por otra parte, no pienso que un estado federal resolviera nada. Nos quejamos de las autonomías y los reinos de taifas que suponen. Para que exista un país federal, Miquel, es necesario que ese país tenga una fuerte unión interna, caso de Estados Unidos, Alemania o Suiza. Hay que estar muy unidos para tener un estado federal, y no es el caso. Salut.
EliminarCuando me deprime la pandereta o los mismos EE.UU., que entiendo lo de su patriotismo pero la mitad votan a Trump así que muy buena gente no será, bueno que cuando me deprimo pienso en la bendición de no ser inmortal.
ResponderEliminarAbrazo.
Yo no estigmatizaría a los votantes de Trump, Pitt, porque los que están al otro lado tampoco ofrecen una idea conciliadora con la esencia de América. Trump y sus seguidores son un grito de angustia que surge de la América profunda a pesar de su estilo chusco y grotesco. Obama también fue un sueño, menos doloroso que Trump, eso es cierto. Abrazo, Pitt.
EliminarEstoy con tu hija, Joselu, lo sabes bien. El pueblo español no es de pandereta, tú no lo eres. No lo eran las Cortes de Cádiz, los Comuneros de Castilla, Alonso Quesada, Quevedo Villegas. Lo son los que llevaban a los galeotes cargados de cadenas y los mismos galeotes que asaltan a quien les libera. España al final ha sido un conjunto y los Fernando VIII y los Godoy pesan más en el carácter de la nación que unos cuantos héroes cuya heroicidad -mucha- ha consistido en levantarse temprano y hacer su trabajo honradamente, no se les ha permitido hacer más. La epístola censoria nunca dejó de tener actualidad y siglo tras siglo siguen los mismos poderes, los mismos jueces, los mismos burócratas que en ella se describen. Al final muchos de los ciudadanos tienen que optar por el sálvese quien pueda. Un abrazo!
ResponderEliminarSin duda, en tu comentario hay mucho de conocimiento de la historia de España, un país que fue el más poderoso del mundo y que se hundió en la miseria de la historia, no sé si por los clérigos y nuestro catolicismo incapaz de enfrentarse a la modernidad. Por otra parte, he leído que en las cortes de Cádiz la mayoría de parlamentarios, o gran parte de ellos, eran clérigos. El catolicismo ha sido la espada que nos ha despeñado en la irrelevancia de la historia. ¡Cuán diferente nuestra historia si no hubiéramos expulsado a los judíos y nos hubiéramos convertido en protestantes! Un abrazo.
EliminarY yo insisto. España forma parte del Sistema. No mandamos, sólo obedecemos órdenes (que ni nosotros sabemos de donde vienen.
ResponderEliminarNo quiero irme a países de Sudamérica, ni de Centro américa. No quiero adentrarme en África. No hay comparación. Nosotros hemos hecho una transición que nadie, y ahora me pongo a hablar de Europa, salvo Checoeslovaquia, ha sido capaz. ¿O es que he de decirle a ustedes cómo siguen recordando los serbios, los bosnios, los croatas, los macedonios, los montenegrinos o los kosovares a los suyos?
¿De qué pandereta hablamos?...De países como Bulgaria, Rumanía, Albania, Bulgaria, Portugal, Irlanda, Polonia o Grecia ?...¿En que somos peores que ellos?
Recordar, que si llamamos pandereta a un país donde salen los mejores sanitarios (seis años para ser médico y tres para ser enfermera) es que conocemos los demás países.
¿Que hay más burocracia que en el resto?...Normal. Hay 17 gobiernos, porque así lo quisimos, aquí no hay golpe de estado, sino urna bendita.
recordar que no hay país en el mundo, no lo hay, que te subvencione las medicinas, y que te ponga un desfribilador (100.000 $ USA más la mano de obra) aunque hayas cotizado lo mínimo. Que la sanidad sea gratuita y que no te pidan papeles para atenderte ni te cobren por ello.
Hay que vivir en otros países. Viajar. Ver y comparar. Te regalo las panderetas americanas y la vida en Nicaragua o Eritrea o Uganda o Madagascar...
Y nos pasa lo de siempre, cada uno sueña con quien no duerme.
Salut
He viajado por Bulgaria, Portugal, Irlanda, Polonia y Grecia. Querría ir a Albania y Rumanía. Cada país tiene su historia y su pedacito de dignidad. Hay algunos que se sienten orgullosos de lo que son y otros a los que les pasa lo mismo que España. Viajar te abre a otras historias, a otros conflictos, a otros desbarajustes, a otras mentiras para sobrevivir.
EliminarEspaña tiene mucho de bueno pero solo se atiende a lo peor. Todavía me resuena en mi sensibilidad cuando vi escrito no hace muchos días en un blog que la sanidad española era una MIERDA. Es a eso a lo que me refiero.
Salut
Ya te he contestado con lo del desfibrilador, o un marcapasos, por ejemplo, más sencillo pero caro y con mano de obra similar, JOSELU. Creo que se habla porque no se sabe.
EliminarUn abrazo
Mi suegra, una mujer humilde que padece cáncer hace más de treinta años, ha sido tratada con los medicamentos más caros del mercado, se le han hecho cientos de pruebas de todo tipo a lo largo de este tiempo y recibe una atención excepcional que le ha permitido sobrevivir. La sanidad española está al servicio de gente muy humilde dándoles lo mejor en los tratamientos oncológicos y de todo tipo. Los tratamientos a una mujer humilde han costado más de un millón de euros como mínimo y tiro por lo bajo. La sanidad española no es una MIERDA. Un abrazo.
EliminarApartado cuarto: Quise decir: "desconocemos a los demás países"
ResponderEliminar-Estoy, entre dos puntos de vista: comparto lo de Miguel.Dentro de nuestro territorio, el hecho de vivir más arriba o más abajo, ya cambia el punto de vista. Con esto de las autonomías y te hablo con voz de causa.Yo naci, estudié y un 75 % de mi familia es de Barcelona: después me trasladé recién licenciada a las Islas Canarias.Porqué, en la escuela de Arte pedían sustituir a un profesor. -Cual sería mi sorpresa; que los profesores que estaban en la Escuela eran todos de la península:dos de Valencia, uno de Mallorca y otro de Cadiz.He viajado bastante por motivos de trabajo etc.-Me casé con un canario, mis hijas son canarias .Hasta ahí bien: pero las primeras que no entienden porqué yo me ubiqué en las islas son ellas.-Que pasa, que hay un rechazo hacia lo que no sea Madrid o Barcelona: como que son los dos pilares que sostiene el resto de esta piel de toro y son universitarias._Una está estudiando arquitectura en Barcelona y vive con una de mis hermanas y la otra pues está a ver...si sigue en Tenerife: esta estudia Bellas Artes.
ResponderEliminarY nosotros somos más negativos dentro que fuera: debe de ser que es cosa del clima .
Las autonomías estan muy bien pero como todo bien entendido y con respeto En la diversidad ,esta la riqueza de un pueblo.
-Norte con Sur no casa, Este con centro peor.Por eso es, tan importante la Cultura y sobre todo la Memoria Histórica.-Y estoy con" A de Fondo": que la epístola censoria nunca dejó de tener actualidad y siguen los mismos poderes con los mismos errores.
Un abrazo feliz fin de semana
Leo con interés tu aportación sobre la experiencia de Canarias. Creo que quieres decir que en España solo se acepta lo que es de Madrid o Barcelona y que se ignora lo que proviene de otros lugares como Canarias. España es muy complicada, ciertamente. Tu mirada canaria es muy interesante fuera de las centralistas madrileñas o catalanas. Un abrazo, Bertha.
EliminarA leer tu entrada he recordado lo que está pasando en estos últimos tiempos: Políticos que se saltan los protocolos de la vacunación, luego lo hacen los mandos militares. No puedo evitar pensar que solo falta, algún torero, algún cura de pueblo y ya tendremos el "Berlanga" completo.
ResponderEliminarEntiendo ( y tu también) a tu hija. Y evito hablar de estos temas, porque como republicano e independentista, siempre acabo pisoteado por la caballería. Y me duele, porque tampoco puedo evitar, pensar que ese, es el problema de España. No admite las diferencias, no tiene capacidad para sostener un debate sensato sobre cualquier propuesta política por incómoda que sea. España es un proyecto "contra natura" con complejo imperialista que siempre prefiere "vencer que convencer"
Y aquí lo dejo que ya no estoy para recibir latigazos.
He leído con interés tu comentario y lo dejo aquí. La conversación a que daría lugar es ciertamente compleja e incómoda. No hay latigazos, solo respeto ante tus palabras expresadas con libertad. Saludos.
EliminarCreo que de lo que explicas se deduce que no existe un nacionalismo español. Los nacionalismos siempre funcionan en relación a otro nacionalismo. El españolismo cobra fuerza frente al catalanismo, o frente al País Vasco, ahí todos forman bloque: políticos de derecha, de izquierdas, empresas, judicatura, fiscalía, intelectuales, gente del pueblo.
ResponderEliminarNo quería decir exactamente eso, aunque también, me refiero a un espíritu constructivo y cohesionador de la identidad española que no padezca un síndrome de autodesprecio congénito. Si alguien habla mal de España, sin duda es español. Pienso que los extranjeros nos contemplan con una mirada más benévola que con la que nos miramos nosotros a nosotros mismos.
EliminarYo creo que el problema de España es que arrastra una historia de derrotas desde hace al menos trescientos años, y nadie quiere esa herencia. Incluso la idea de nación que surgió a raíz de las guerras napoleónicas, que podía haber sido muy fuerte, es simultánea a la perdida del imperio colonial y la conciencia de ya pintar poco en el marco de los paises que marcaban la realidad en el siglo XIX. Cuando España era una forma política en expansión, vascos y catalanes se apuntaban como el que más a la fiesta. Los nacionalismos son proyectos que generan ilusión entre los suyos porque son realidades nuevas, aún no manchadas, sin la sentida como pesada herencia de la derrota del proyecto español. Y que a España le falta un 'archienemigo', que haga de aglutinante. Podría haberlo sido un Marruecos agresivamente expansionista, en tiempos lo fue Francia... Todo esto es muy 'psicoanalítico', pero creo que algo de ello hay. Un saludo.
ResponderEliminarEstoy contigo en tu análisis. Vascos y catalanes fueron los primeros en la época expansiva, es cierto, pero luego esa aguda derrota, unida a una ideología archicatólica, cerrada y antimoderna nos hundió en el pozo de la historia. Todos los países imperialistas se han quedado sin sus colonias. La misma Inglaterra perdió en este siglo todo su imperio colonial y eso no ha supuesto una agonía decadente como la que vivimos nosotros. Hay muchos factores. Nunca se debió expulsar a los judíos que se repartieron por el Mediterráneo, y fueron los banqueros de las repúblicas italianas, de Holanda, Alemania... Y era un grupo social importantísimo en cuanto a producción intelectual. Nunca debimos ser imperio europeo porque llevar casi en solitario la lucha contra los otomanos y los protestantes, que surgieron en buena parte en reacción contra la política imperial española...fue catastrófico. De ahí viene la Leyenda negra. No sé, son muchas cosas, Javier, un país con un imperio territorial impresionante que se queda sin nada porque toda su energía la ha cedido a ese imperio que era parte de España y no colonias, se queda exhausto con un país atrasado, contrario a la modernidad, en poder de una iglesia retrógrada... España no puede hacer su revolución hacia la modernidad. Y la Segunda República, nuestra última oportunidad, llegó en los sombríos años treinta y nuestro país se dividió por la pugna entre comunismo y fascismo... Tengo ganas de leer el libro de Claudio Sánchez Albornoz, España como un enigma histórico pero es inencontrable sino por elevados precios. Una triste historia. Muchas gracias por tu aportación.
EliminarEn mi opinión la patria, la bandera, el himno sin letra... etc han sido muy utilizados por los poderes tradicionales en su provecho, invocando los para que el pueblo los defensora para luego dejarlos tirados. Tal vez eso haya influido en ser bastante descreídos de todo esto y de nosotros como país. Los que ahora con redoblada ansias los vuelven a reivindicar, son gente peligrosa que vuelve a repetir la historia.
ResponderEliminarNo tengo nada contra conceptos y símbolos pero al final se le acaba dando más importancia a ellos que a lo que representan, tanto a nivel nacional como "mininacional"
Si la patria no es el otro, mejor que no sea nada
Yo estudié filología hispánica y eso me ha llevado a conocer la tradición literaria española desde la Edad Media hasta el siglo XX. Pienso que en esa tradición hay la historia de una lengua, de una sociedad o sociedades en que se han mezclado culturas diversas como la judía, la árabe y la cristiana y han dado lugar a una literatura muy rica y desconocida por la inmensa mayoría de españoles que no tienen la más mínima curiosidad por conocer lo que los ha conformado. El resultado de tantos cruces, avatares y conflictos es la España actual, descreída, laica, dividida entre corrientes contrarias -como la mayor parte de los países del mundo, no es exclusivo nuestro-... El filólogo no deja de sentir cierta ternura por nuestro país y su tradición así como de sus hombres y mujeres que han creado nuestra literatura desde el arcipreste de Hita a María Zambrano, desde Berceo a Ignacio Aldecoa... Y eso es para mí España... Ciertamente hay una mirada hacia dentro que pienso que es importante, creo que es importante saber qué se es en confrontación con otras culturas y tradiciones. Si no, todo se convierte en un mundo en que todo son franquicias iguales en todos los países y no hay diferencia entre unos y otros: todo es igual, y eso no me gusta.
EliminarJoan Fuster deia:
ResponderEliminar"Bé està tenir una patria, natural, adoptiva o militar: cadascú s'apanya com pot. Però els patriotismes ¿no són una hipertrofia?"
Lo que yo creo es que no ser muy patriota tiene una arte positiva
El asunto se puede mirar desde dos ángulos diferentes. Por un lado, la crítica a un cierto patrioterismo abusivo e impositivo en favor de una mirada abierta, sin fronteras, sin tradiciones, universalista, sin color local... Parece buena la idea, sin duda, el problema es el otro ángulo que es el que uno advierte cuando viaja por Europa. Cada vez las ciudades y las sociedades se parecen más, todo son franquicias de las mismas tiendas, sea Viena o San Petersburgo o Cracovia. Cada vez es todo más igual, menos matices, menos identidades que se resuelven en el modelo de móvil que tenemos, un samsung, un apple o un huawei. Ese es ya en definitiva nuestra identidad, desdibujada amorfa, todos igual, ese es el futuro de la humanidad: carecer de alma y de identidad siendo todo lo mismo.
Eliminar¿Es estúpido que en Francia en los estadios donde hay muchos franceses de origen inmigrante de segunda o tercera generación se abuchee La Marsellesa y algunos se sientan horrorizados ante eso que desdeña la tradición y la historia francesa que ha producido una literatura y un arte de lo mejor en el mundo? ¿Debemos arrumbar todos los signos de identidad para conformar un mundo amorfo y sin sin fronteras para que todo sea igual?
Amén de nuchos aspectos positivos, que los hay a raudales, es esa España inveterada e invertebrada, que sale a relucir con todo su provincanismo, y que en lugar de vocación universal, se encierra en la España del campanario y de los nacionalismos locales. La Transición, con sus desatinos y aciertos indudables, fue un trampantojo, no solamente por la talla de sus protagonistas, sino porque todavía no habían olvidado las dos Españas machadiana. Supieron urdir una tercera España, que muchos de los cabestros actuales, caballos de Troya de un nacionalismo a ultranza, han postergado. Sientan cátedra y demonizan al adversario, y resucitan con ello a los peores resabios de un periodo que mos abpco a un enfrentamiento sin parangón, como fue nuestra Guerra Civil. Es más, nuestro Ortega y Gasset intuyó que la masa cedería parcelas de libertad a cambio de una falsa seguridad, como nos ha demostrado esta pandemia. El no se quedará nadie atrás, se ha converrido en un Sálvese quién pueda. Y con nuestra libertad hecha jirones, con más y más cesiones, pero en el más absoluto desamparo.
ResponderEliminarYo a los dieciocho años leí las memorias republicanas y de la guerra civil de Salvador de Madariaga, ministro de Educación en la república. Me las dejaron y no las he podido volver a leer. Era un libro prohibido en la España del franquismo. Eran una llamada a la tolerancia, a la paz y al perdón, además de un análisis de los errores del periodo republicano. No son las únicas. Es muy interesante leer las memorias de Azaña o Indalecio Prieto o Gil Robles, o las del general republicano Vicente Rojo o la novela Madrid de corte a cheka de Agustín de Foxá. Desafortunadamente, los actores políticos españoles desconocen la historia si no es la sesgada de los panfletos políticos. Con la república, en cuyo seno se desataron todos los demonios concebibles, se esfumaba la posibilidad de una España abierta, plural y capaz de unir a los españoles. El franquismo fue una terrible desdicha que nos ha envenenado y todavía no hemos salido ideológicamente de él porque se considera como infamia y fascismo y no como fracaso colectivo. La Transición, como dices, expresó todavía la idea de superación de la idea de las dos Españas que ha vuelto a ser resucitada por los jóvenes de hoy día que no han leído nada de lo que fue aquel terrible conflicto en que no hubo ni buenos ni malos sino una terrible tragedia griega que alentaron los políticos de su tiempo. Cuando perdimos la Segunda República por errores inconmensurables, perdimos nuestro acceso al futuro. Y en eso estamos.
EliminarComo modesto especialista en esa España de charanga y pandereta, a la que yo bauticé como "vulgar", escribí un libelo, conscientemente, titulado "La España vulgar". En él atacaba ferozmente lo que podríamos llamar "nuestros vicios", a los que el regeneracionista Lucas Mallada llamó nuestros "males". Mi tradicional pereza me ha impedido escribir el contralibelo, es decir, "La España de la maza y el cincel", que es como iba a titularlo, y en él pretendía hacer el elogio de esa otra España que,a pesar de la mayorçia de nuestra clase política, sí que cree en ella misma y en su labor y, por ende, en que esa labor representa lo mejor de nuestro país: investigadores, emprendedores, artistas, profesionales "a pie de obra" en todos los campos de la actividad social o económica... Es decir, claro que hay una España competente y, además, reconocida por su seriedad en el exterior, no solo por nuestras playas o paisajes, pero, como reza el tópico, a veces el árbol de la mediocridad e incompetencia de nuestros políticos de primera fila nos impide ver el poderoso bosque de tantísimos "actores" competentes que consiguen ese reconocimiento internacional. Me parece que la expresión de tu hija es comprensible en un contexto muy concreto; pero no creo que ella haga bandera de la misma para definir todo un país, por la palmaria injusticia que representaría incluso para su propia competencia personal, que seguro que estima en mucho. ¡Cómo se nota que no oye la desconexión catalana de la SER!, porque en ella se nos cuentan, ¡cada día!, las gestas a nivel mundial de los avances médicos y de todo tipo que se gestan en el sistema médico catalán... En eso sí que el resto de los españoles deberíamos aprender de los españoles catalanes, que loan hasta el empíreo incluso lo más insignificante que en esta autonomía se haga... A pesar de que hay fuerzas políticas que quieren "afirmarse" contra las generaciones que hicieron posible la España democrática, creo que nuestro esfuerzo prevalecerá contra ellas, porque la alternativa a la Constitución del 78 es el enfrentamiento civil, una típica caja de Pandora...
ResponderEliminarTodos los países tienen su versión de "charanga y pandereta". Ahí tienes las hordas de británicos que se aturden de alcohol y horterismo en Magaluf o en Salou o los alemanes y franceses en sus fiestas descontroladas -cuando se podía-. Todos los países tienen una versión vulgar de la que se podría escribir algo parecido a tu libelo; pero pocos países tienen tan interiorizada la idea de fracaso histórico, político, social, científico, etc, etc... Es a esto a lo que me refería. En todo lo demás tienes razón en que existe una España del "cincel y la maza" que pasa para el conjunto inadvertida. Desconozco ese programa que dices de la desconexión de la SER. Algo de la estima, como bien dices, por los logros propios tendría que darse en el conjunto de España donde se glosan con extensión obsesiva los fracasos, las trapisondas, las estafas, los errores y la sordidez como en una bacanal vengativa en que solo atrajera lo que está en las cloacas como ejercicio de libertad. En cuanto a la Constitución del 78 yo no la voté pero pienso que ha sido el intento más sólido de conciliar a las múltiples Españas y que es injustamente atacada.
Eliminar«Me ahogo, me ahogo, me ahogo en este albañal y me duele España en el cogollo del corazón». (Unamuno)
ResponderEliminarSomos sedimento de culturas y carácter latino y estamos más cerca de la cigarra que de la hormiga, dado que el clima también nos condiciona.
Los franceses son más bien chauvinistas, los españoles más bien papanatas. La envidia es un pecado nacional y la picaresca y lo folklórico están más presentes en nuestro ADN social que lo científico, lo riguroso, lo que nos hace progresar a través del sentido común y el conocimiento.
Y lo que tu hija expresa es la decepción entre el mundo de sus ideas y la realidad que la rodea porque empieza a descubrir dónde está y en qué país vive.
Respecto a los escritores y sus juicios y ‘dolores’ Luis Cernuda apostilló: «En España escribir no es llorar, es morir».
https://youtu.be/eH3DeBln0Hs
EliminarMe identifico con el dolor de Unamuno, tanto que a veces desearía mirar este país con la distancia de un islandés o finlandés... En la transición hubo una idea de país que tenía seriedad, nos creímos de nuevo en el centro de un sentimiento que tenía consistencia. Yo creía en este país, en nuestra capacidad de crear una identidad y un sentido a nuestra desnortada historia. Luego, paulatinamente, se fueron perdiendo las ilusiones y los sueños se disolvieron en albañales. Ciertamente no hallo ahora nada que me aliente en creer en nosotros, y si eso me pasa a mí que tanto amo esta España, no puedo ni imaginar qué debe pasarles a los jóvenes que no unen ninguna ilusión en su futuro y menos junto a la idea de España. Nuestro conflicto es histórico y no es de ahora solo. Nos vertebra y penetra. No obstante, Francia está en profunda crisis de identidad nacional... y ellos eran chauvinistas como dices. Tal vez sea un tiempo en que las identidades han perdido su fuerza de cohesión y ahora la tienen las franquicias, los centros comerciales, Apple, Huawei, etc... No sé si en mi hija hay el conflicto entre el mundo de sus ideas y la realidad que le rodea... temo que sea la ideología supremacista de esta parte del país la que le lleve a contemplar España con distancia y desdén. Nunca les he ideologizado ni orientado patrióticamente. Pienso a veces que debería haberlo hecho como hacen muchos por aquí. Nunca lo sabré.
EliminarPor cierto, felicidades porque este blog ha superado los dos millones de visitas. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias, Paco, fui consciente de ello pero decidí celebrarlo del modo en que yo celebro las cosas, no celebrándolas. Ni mis cumpleaños ni mi pase a la reserva, nada, no me gusta celebrar.
EliminarPerusing your post I have recalled what's going on as of late: Politicians who avoid the inoculation conventions, at that point the military administrators do it. I can't resist believing that the lone thing missing is a matador, a town cleric and we will have the total "Berlanga".
ResponderEliminarRegards,
2nd hand engine