Blog poliédrico que no cree que haya una versión canónica de la realidad y que asume la contradicción flagrante como sistema de interpretación del mundo.
Creo que el ideal extremo es extrema opresión. Un ideal no deja de ser una utopía, una idea llevada a la práctica con total fidelidad, y las ideas siempre están en contraposición a otras ideas. No se si se trasforman en contrarios cuando se les sigue escrupulosamente, pero si se de muchos, no unos cuantos, sino muchos, que militaron en el Psuc, Pore, MC, PC y demás movimientos comunistas (de la IV , trosquistas y estalinistas, que hoy están ocupando un cargo en partidos conservadores. Piqué, Tamames, Griñán, Sartorius, Rosa Aguilar, Lopez Garrido...son los que me vienen a la cabeza. Un abrazo
Hay un efecto boomerang que hace que el que sigue de modo extremo un ideal y lo quiere llevar a sus últimas consecuencias, termina siendo opresivo e injusto. Las revoluciones persiguen la justicia y no han hecho sino crear sociedades totalitarias en que la vida no valía nada. Los progresistas extremos que están creando un pensamiento puritano, conservador, censor y terriblemente limitador de la libertad. Ciento cincuenta intelectuales en USA han firmado un documento en que se sostiene que la izquierda se está convirtiendo en censora e inquisitorial, que condena sin juicio y sin derecho a defensa. ¿Hay algo tan alejado de la izquierda progresista como convertirse en puritanos y moralistas? Pues lo están haciendo. La cita es de hace un siglo pero nos sirve para ahora. Un abrazo, Miquel.
Los ideales o convicciones, la escasez de dudas, el espíritu de secta hacen sentir a estos grupos que están por encima de la verdad y de la decencia más elemental. Suelen creer que tienen una moral diferente al resto de los humanos. Obliga a pensar, ¿no? ¿Cómo es posible que personas con formación académicas excelente, puedan unirse a una secta peligrosa, como el ERP, Al Qaeda, o como Aum Shinrikyo?
No hace falta irnos a sectas destructivas como las que mencionas. En movimientos mucho más cercanos que comienzan con presupuestos razonables se incuban tendencias inquisitoriales. Me refiero al Me too a al Black lives matter. Lo que comenzó con un espíritu de reparación de una injusticia, se termina convirtiendo en una suerte de policía política que da credenciales de pureza o condena a la muerte moral o el ostracismo de sospechosos a los que no se les da derecho a la presunción de inocencia. No hay nada más constrictivo para la libertad que la presunción de pureza. Parecía que habíamos acabado con la iglesia como fuente de moral, y se ha sustituido por algo mucho más peligroso porque esta vez procede de la izquierda supuesta.
Los ideales sirven de guía a los inteligentes y de orejeras a los imbéciles, creo yo. Y con orejeras te pierdes una parte importante del espectáculo, en mi opinión. Un saludo
Los ideales crean una cierta ilusión de pureza a la que hay que adaptarse, y eso es peligroso. Los ideales como fuente de inspiración están bien; como fe, todos son peligrosos.
Creo que un ideal debería ser una referencia para nuestra conducta, pero sin olvidar que nos acercaremos a él de forma asintótica, como mucho. Otras veces, debido a nuestra naturaleza, actuaremos de forma contraria. El problema es que juzgamos a los demás, de forma muy estricta en función del grado de cumplimiento de sus ideales, condenándolos cuando no los cumplen al 100%, mientras que nosotros exigimos comprensión cuando fracasamos en alcanzarlos Un abrazo
La ilusión de inocencia es muy problemática. Tienes razón en que los ideales son una referencia a la que nos acercamos de forma imperfecta. El peligro surge cuando se crean policías del pensamiento para confirmar si estamos siguiendo o no esos ideales, y se condena a los relapsos o sospechosos. Pienso que los ideales han hecho mejor a la humanidad en cierto sentido, pero a la vez hay que desconfiar de ellos. Cuando se dice de alguien que "es un idealista" hay que distinguir si es alguien con espíritu abierto o un ser de raíz fanática. La línea divisoria se cruza muy fácilmente. La línea divisoria que separa a los antisionistas de los antisemitas es tan tenue que a veces no se distingue, yo, por lo menos, veo que se superponen. Un abrazo.
Entiendo que los ideales pueden equipararse a los sueños en el mejor sentido, o a una tiranía que puede acabar en fanatismo, como bien comentas. El término ideal es muy ambiguo. Un abrazo.
Muy ambiguo y muchas veces peligroso. Puedo entender que haya personas o movimientos idealistas, son buenos para la humanidad, Ana, pero también encierran dentro, como dices, potenciales fanatismos que muchas veces surgen dentro de ellos. Un abrazo.
Creo que el ideal extremo es extrema opresión. Un ideal no deja de ser una utopía, una idea llevada a la práctica con total fidelidad, y las ideas siempre están en contraposición a otras ideas.
ResponderEliminarNo se si se trasforman en contrarios cuando se les sigue escrupulosamente, pero si se de muchos, no unos cuantos, sino muchos, que militaron en el Psuc, Pore, MC, PC y demás movimientos comunistas (de la IV , trosquistas y estalinistas, que hoy están ocupando un cargo en partidos conservadores.
Piqué, Tamames, Griñán, Sartorius, Rosa Aguilar, Lopez Garrido...son los que me vienen a la cabeza.
Un abrazo
Hay un efecto boomerang que hace que el que sigue de modo extremo un ideal y lo quiere llevar a sus últimas consecuencias, termina siendo opresivo e injusto. Las revoluciones persiguen la justicia y no han hecho sino crear sociedades totalitarias en que la vida no valía nada. Los progresistas extremos que están creando un pensamiento puritano, conservador, censor y terriblemente limitador de la libertad. Ciento cincuenta intelectuales en USA han firmado un documento en que se sostiene que la izquierda se está convirtiendo en censora e inquisitorial, que condena sin juicio y sin derecho a defensa. ¿Hay algo tan alejado de la izquierda progresista como convertirse en puritanos y moralistas? Pues lo están haciendo. La cita es de hace un siglo pero nos sirve para ahora. Un abrazo, Miquel.
EliminarLos ideales o convicciones, la escasez de dudas, el espíritu de secta hacen sentir a estos grupos que están por encima de la verdad y de la decencia más elemental. Suelen creer que tienen una moral diferente al resto de los humanos. Obliga a pensar, ¿no?
ResponderEliminar¿Cómo es posible que personas con formación académicas excelente, puedan unirse a una secta peligrosa, como el ERP, Al Qaeda, o como Aum Shinrikyo?
No hace falta irnos a sectas destructivas como las que mencionas. En movimientos mucho más cercanos que comienzan con presupuestos razonables se incuban tendencias inquisitoriales. Me refiero al Me too a al Black lives matter. Lo que comenzó con un espíritu de reparación de una injusticia, se termina convirtiendo en una suerte de policía política que da credenciales de pureza o condena a la muerte moral o el ostracismo de sospechosos a los que no se les da derecho a la presunción de inocencia. No hay nada más constrictivo para la libertad que la presunción de pureza. Parecía que habíamos acabado con la iglesia como fuente de moral, y se ha sustituido por algo mucho más peligroso porque esta vez procede de la izquierda supuesta.
EliminarLos ideales sirven de guía a los inteligentes y de orejeras a los imbéciles, creo yo. Y con orejeras te pierdes una parte importante del espectáculo, en mi opinión.
ResponderEliminarUn saludo
Los ideales crean una cierta ilusión de pureza a la que hay que adaptarse, y eso es peligroso. Los ideales como fuente de inspiración están bien; como fe, todos son peligrosos.
EliminarCreo que un ideal debería ser una referencia para nuestra conducta, pero sin olvidar que nos acercaremos a él de forma asintótica, como mucho. Otras veces, debido a nuestra naturaleza, actuaremos de forma contraria.
ResponderEliminarEl problema es que juzgamos a los demás, de forma muy estricta en función del grado de cumplimiento de sus ideales, condenándolos cuando no los cumplen al 100%, mientras que nosotros exigimos comprensión cuando fracasamos en alcanzarlos
Un abrazo
La ilusión de inocencia es muy problemática. Tienes razón en que los ideales son una referencia a la que nos acercamos de forma imperfecta. El peligro surge cuando se crean policías del pensamiento para confirmar si estamos siguiendo o no esos ideales, y se condena a los relapsos o sospechosos. Pienso que los ideales han hecho mejor a la humanidad en cierto sentido, pero a la vez hay que desconfiar de ellos. Cuando se dice de alguien que "es un idealista" hay que distinguir si es alguien con espíritu abierto o un ser de raíz fanática. La línea divisoria se cruza muy fácilmente. La línea divisoria que separa a los antisionistas de los antisemitas es tan tenue que a veces no se distingue, yo, por lo menos, veo que se superponen. Un abrazo.
EliminarEntiendo que los ideales pueden equipararse a los sueños en el mejor sentido, o a una tiranía que puede acabar en fanatismo, como bien comentas. El término ideal es muy ambiguo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy ambiguo y muchas veces peligroso. Puedo entender que haya personas o movimientos idealistas, son buenos para la humanidad, Ana, pero también encierran dentro, como dices, potenciales fanatismos que muchas veces surgen dentro de ellos. Un abrazo.
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