Blog poliédrico que no cree que haya una versión canónica de la realidad y que asume la contradicción flagrante como sistema de interpretación del mundo.
Bueno, entramos en un terreno resbaladizo. ¿Metafísica?, ¿Ontología?..., a lo que vamos, De entrada, "todo ser contingente, es causado". Nosotros somos contingencia (accidente), y fuimos causados en un acto. Y de aquí, ya podríamos derivar entre si somos causalidad o casualidad. Hay quien cree en las casualidades, no es mi caso...pero no lo discuto ni deseo ponerlo en cuestión.
Creo que las casualidades nacen de las causas (material, formal, ejemplar, eficiente y final) y que estas desembocan en lo que después llamamos casualidad.
Hubo un dentista que iba loco buscando un elixir para hacer indoloro la extracción de muelas (creo que fue por 1820+-) Tropezó en una feria con este gas hilarante, y comprobó que dejaba insensible durante un tiempo la boca. Eso le hizo pensar que si aplicaba ese gas al paciente antes de la extracción, este no sufriría dolor. Tuvo éxito.
Fue casual que el dentista encontrara la solución en una feria, si, cierto, pero no es menos cierto que él, el dentista, iba buscando una causa para que sus pacientes no padecieran el dolor a la extracción.
Mis padres iban buscando una causa para unirse y fue casual que se encontraran en un lugar determinado y se conocieran, pero sino hubiera habido la causa de las ganas de acostarse juntos, hoy yo no escribiría esta respuesta. Un abrazo
Es un debate apasionante al que no puedo acceder desde la base filosófica, pero es muy problemática la idea de que existimos por casualidad, es decir, por puro azar. De ahí no hay mucho trecho hasta la idea de que el universo también existe por casualidad. Todo es azar, aunque fue Einstein quien dijo que "Dios no juega a los dados". La idea de que la vida personal y la del universo es puro azar es esencial en el ateísmo. Ella nos da una dimensión mínima. Si uno la piensa -e intento pensarla-, ser todo un producto de la casualidad es bastante desesperanzador, pero no dudo que, sin haberla plasmado, es la dominante en nuestra sociedad en que el valor más dominante es el de la tarjeta de crédito. Hasta mi suegra, ya mayor, cree más en esta que en Santa Gema a la que antes iba a rezar con frecuencia. Pienso que la inmensa mayoría en nuestras sociedades occidentales hemos interiorizado la idea de que existimos por casualidad. La idea está extraída de una novela de 1930, pero es la que se ha extendido como la más evidente. Un abrazo.
He borrado lo anterior porque lleva a confusión. A ver si me puedo explicar:
Tomás enarbola las cinco vias, y fíjate que le hubiera podido llamar causas, en vez de vías: Movimiento, Eficiencia, Contingencia, Perfección y Finalidad.
En la Eficiencia remite lo siguiente: Debe existir una Causa Eficiente Primera.
Sigo creyendo que no soy casualidad, que detrás había una causa, y que esa causa era que yo tenía que ser concebido.
Todo puede ser ilógico, porque tampoco esto es un argumento sólido y de recibo, pero no me gustan las casualidades, y que de ese encuentro de casualidad haya salido yo, como si se hubieran encontrado una moneda de euro en medio de la calle.
Curioso debate. No creo en el azar, detrás de la casualidad suele haber una causalidad, aunque no siempre se deja ver. Pienso que el universo es una máquina con los engranajes bien engrasados y funciona a la perfección, no hay azar más bien intención. Es posible que la intención de la Causa Eficiente Primera (Big, Bang, Dios, la Fuente de la Vida ... o como se quiera llamar) sea simplemente la observación, ver como la vida engendra vida, en algún momento echó a rodar la pelota y solo observa. Saludos.
Si, entonces, piensas que no existimos por casualidad, podemos pensar que estamos aquí por algún motivo que desconocemos, que hay un plan oculto que habremos de descubrir. Que el universo sigue un plan también, puesto que no es fruto del azar. Las consecuencias de una u otra elección son gigantescas. No sabemos siquiera si hay universos paralelos. La idea de azar absoluto en el universo y en la vida de los seres es muy extraña, pero es la que parece que se impone. Saludos.
A mi me parece que venimos a la vida a experimentar, cada uno como quiere, porque al final eres dueño de la percepción de tu realidad, nadie puede ver con tus ojos, aunque nos gusta imaginar que podemos ponernos en el lugar del otro, el caso es que no se puede, ahí está la gracia de la vida, creo yo, en su pluralidad
Yo no estoy nada seguro de que seamos dueños de nuestra percepción de la realidad, producto del ambiente, de la genética, de la manipulación política y mediática. Somos seres profundamente condicionados. Esa idea romántica de libertad, muy humanista sí, pero altamente cuestionable. Somos plurales, si, pero de un mundo a otro, hay universos de distancia, no creo que la comunicación sea posible, aunque la intentemos.
Y yo. Esa certeza tengo.
ResponderEliminarEscribió Sábato en Sobre héroes y tumbas: «No hay casualidades sino destinos».
EliminarNo tienen por qué ser conceptos opuestos. Lo predeterminado no se libra de la compañía del azar. Insisto en que para mí es certeza.
EliminarDice la RAE de "certeza": Convicción clara, segura y firme de la verdad o falsedad de algo.
EliminarTremendo.
Bueno, entramos en un terreno resbaladizo. ¿Metafísica?, ¿Ontología?..., a lo que vamos, De entrada, "todo ser contingente, es causado".
ResponderEliminarNosotros somos contingencia (accidente), y fuimos causados en un acto.
Y de aquí, ya podríamos derivar entre si somos causalidad o casualidad.
Hay quien cree en las casualidades, no es mi caso...pero no lo discuto ni deseo ponerlo en cuestión.
Creo que las casualidades nacen de las causas (material, formal, ejemplar, eficiente y final) y que estas desembocan en lo que después llamamos casualidad.
Hubo un dentista que iba loco buscando un elixir para hacer indoloro la extracción de muelas (creo que fue por 1820+-) Tropezó en una feria con este gas hilarante, y comprobó que dejaba insensible durante un tiempo la boca. Eso le hizo pensar que si aplicaba ese gas al paciente antes de la extracción, este no sufriría dolor. Tuvo éxito.
Fue casual que el dentista encontrara la solución en una feria, si, cierto, pero no es menos cierto que él, el dentista, iba buscando una causa para que sus pacientes no padecieran el dolor a la extracción.
Mis padres iban buscando una causa para unirse y fue casual que se encontraran en un lugar determinado y se conocieran, pero sino hubiera habido la causa de las ganas de acostarse juntos, hoy yo no escribiría esta respuesta.
Un abrazo
Es un debate apasionante al que no puedo acceder desde la base filosófica, pero es muy problemática la idea de que existimos por casualidad, es decir, por puro azar. De ahí no hay mucho trecho hasta la idea de que el universo también existe por casualidad. Todo es azar, aunque fue Einstein quien dijo que "Dios no juega a los dados". La idea de que la vida personal y la del universo es puro azar es esencial en el ateísmo. Ella nos da una dimensión mínima. Si uno la piensa -e intento pensarla-, ser todo un producto de la casualidad es bastante desesperanzador, pero no dudo que, sin haberla plasmado, es la dominante en nuestra sociedad en que el valor más dominante es el de la tarjeta de crédito. Hasta mi suegra, ya mayor, cree más en esta que en Santa Gema a la que antes iba a rezar con frecuencia. Pienso que la inmensa mayoría en nuestras sociedades occidentales hemos interiorizado la idea de que existimos por casualidad. La idea está extraída de una novela de 1930, pero es la que se ha extendido como la más evidente. Un abrazo.
EliminarHe borrado lo anterior porque lleva a confusión.
ResponderEliminarA ver si me puedo explicar:
Tomás enarbola las cinco vias, y fíjate que le hubiera podido llamar causas, en vez de vías: Movimiento, Eficiencia, Contingencia, Perfección y Finalidad.
En la Eficiencia remite lo siguiente: Debe existir una Causa Eficiente Primera.
Sigo creyendo que no soy casualidad, que detrás había una causa, y que esa causa era que yo tenía que ser concebido.
Todo puede ser ilógico, porque tampoco esto es un argumento sólido y de recibo, pero no me gustan las casualidades, y que de ese encuentro de casualidad haya salido yo, como si se hubieran encontrado una moneda de euro en medio de la calle.
Prefiero una causa, y de esa, el efecto.
Salut
El problema insoluble es cuando llegamos a la "causa primera" pues carece de causa, es incausada, lo que nos enfrenta a un problema sin solución.
Eliminar¿Por qué hay algo en lugar de no haber nada? ¿Por qué existe el universo? ¿Por qué existo yo?
Salut
Curioso debate. No creo en el azar, detrás de la casualidad suele haber una causalidad, aunque no siempre se deja ver. Pienso que el universo es una máquina con los engranajes bien engrasados y funciona a la perfección, no hay azar más bien intención.
ResponderEliminarEs posible que la intención de la Causa Eficiente Primera (Big, Bang, Dios, la Fuente de la Vida ... o como se quiera llamar) sea simplemente la observación, ver como la vida engendra vida, en algún momento echó a rodar la pelota y solo observa.
Saludos.
Si, entonces, piensas que no existimos por casualidad, podemos pensar que estamos aquí por algún motivo que desconocemos, que hay un plan oculto que habremos de descubrir. Que el universo sigue un plan también, puesto que no es fruto del azar. Las consecuencias de una u otra elección son gigantescas. No sabemos siquiera si hay universos paralelos. La idea de azar absoluto en el universo y en la vida de los seres es muy extraña, pero es la que parece que se impone. Saludos.
EliminarA mi me parece que venimos a la vida a experimentar, cada uno como quiere, porque al final eres dueño de la percepción de tu realidad, nadie puede ver con tus ojos, aunque nos gusta imaginar que podemos ponernos en el lugar del otro, el caso es que no se puede, ahí está la gracia de la vida, creo yo, en su pluralidad
ResponderEliminarYo no estoy nada seguro de que seamos dueños de nuestra percepción de la realidad, producto del ambiente, de la genética, de la manipulación política y mediática. Somos seres profundamente condicionados. Esa idea romántica de libertad, muy humanista sí, pero altamente cuestionable. Somos plurales, si, pero de un mundo a otro, hay universos de distancia, no creo que la comunicación sea posible, aunque la intentemos.
EliminarOtros existen por convicción o por fatalidad!!!
ResponderEliminarY otros ni siquiera saben que existen.
EliminarHasta los perros creen expresamente que están ladrando!!!
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