Sigo leyendo novelas a velocidad de
crucero. He tenido que tomar la decisión de priorizar la creatividad, la
originalidad y la coherencia narrativa por encima de la corrección sintáctica u
ortográfica. Hay relatos muy potentes, cuestionables ortográfica o sintácticamente.
Los leo dejando que me asombren en sus propuestas creadoras. Sé, lógicamente,
quiénes los han escrito y a veces me parecen concordantes en temas y forma con
los autores. Si no, les pasó una aplicación que se llama Plagium para detectar
imposturas y plagios. He descubierto hasta ahora dos claras de relatos sacados
parcialmente de Wattpad, un poco de aquí, otro poco de allí. Otro está basado
en un vídeojuego con sus personajes y circunstancias y no soy capaz de
aquilatar el grado de plagio del mismo. Tengo que hablar con la autora.
Pero es más la sensación de sorpresa al
adentrarme en sus pequeños relatos y dejarme seducir por su capacidad narrativa
y la realidad que alumbran. Me fascinan los relatos de mis alumnas marroquíes
–al margen, digo, de la corrección ortográfica y sintáctica-. Son relatos de
corte romántico que describen con una gran delicadeza el mundo de las
adolescentes musulmanas, su coquetería y su concepción del galanteo amoroso. No
puedo decir sino que es alucinante asistir a esta presentación inocente de las
relaciones amorosas en el seno de la sociedad musulmana. Alguno de los relatos,
con no sé bien qué distanciamiento respecto a la autora, me ha dejado clavado
en el asiento, sin palabras. Esta muchacha ha expresado algo terrible de un
modo absolutamente ingenuo. Su intención al escribirlo era una, pero el lector
cuando lo lee queda con una sensación próxima a la estupefacción más profunda.
En otros relatos rezuma, en cambio, un optimismo y una felicidad al encontrar
la protagonista al hombre de sus sueños y ser aceptado en la familia. Son
relatos púdicos y castos en que no hay cuestionamiento de las
cosas en un modo totalmente tradicional. Y estas muchachas tienen claro que ser
mujeres es ser esposa de un hombre al que se quiere por encima de todo y para
tener hijos con él. Pero lo narran de un modo con una naturalidad que cautiva.
Me sorprende el uso de los recursos
narrativos de un modo bastante eficiente. Los relatos se leen bien y el lector
disfruta con ellos. No dejan de ser expresión del mundo que late en estos
adolescentes de quince años. Sospecho que el relato novelado de esta extensión
(20-30 pags) expone una respiración natural para estos muchachos que encuentran
en él la ocasión de revelar un discurso y una arquitectura que suele funcionar aceptablemente bien. Es evidente que un relato requiere previamente de unas
reflexiones previas. Hay que pensarlo. Hay que elegir el punto de vista
narrativo, el tema, la ilación de acontecimientos, el foco del relato y el
tempus. Y lo hacen contrastadamente bien para ser el primer relato novelado de
su vida. Para muchos, tal vez sea el último también. El fluir del tiempo es
esencial en un relato. A veces pasa rápido y otras veces es lento y minucioso.
Los personajes se van dibujando y definiendo de un modo intuitivo. Esta
ingenuidad ante el relato es provechosa porque simplemente se han planteado que
había que hacerlo y lo han hecho, a veces componiendo relatos bastante extraños
e inquietantes.
Hay, en cambio, una muchacha que cuando
la conocí en primero de ESO me manifestó que quería ser escritora. No me ha
entregado la novela. La espero con expectación. Tal vez se exija mucho a sí
misma y carezca de la frescura con que sus compañeros han iniciado el proceso
narrativo. Otra muchacha de aspecto gótico y mente enigmática no lo ha
presentado todavía. Fue una de las que primero se interesó por la idea cuando
la planteé hace seis meses. Una compañera lo explica –que no la haya entregado-
con que tiene demasiadas cosas en la cabeza y le cuesta focalizarse en una
secuencia concreta. La observo y siento que tiene mucho que decir pues su mundo
presuntamente problemático tiene que ser especialmente sugerente y complejo.
Aparentemente, salvo excepciones, son más
eficaces narradoras las chicas que los chicos. Creo que la constatación de que
son más maduras que los chicos es parte de la realidad. Tiene más disposición a
ficcionar y a contar. La palabra y la secuencia tienen en estos momentos más
nombre de mujer que de hombre. Les cautivan las historias románticas ¿quién ha
dicho que el romanticismo ha muerto? Y, por lo que parece, son sumamente
prudentes, ansiosas de ternura más que de sexo. En estos relatos proyectan de
un modo inconsciente su percepción del mundo al tener que crear una secuencia
extensa. Solo he encontrado una historia preñada de sentido del humor y es de
una chica. Les atrae más el dramatismo, la intensidad romántica con amores
difíciles que al final logran triunfar ... No sé si sus modelos son esas
novelas románticas que circulan entre las chicas, pero lo que sí que sé es que
estaban maduros y maduras para crear un relato extenso e intenso, y, en varias
veces, me han sorprendido, con finales abiertos. Porque de alguna manera hay
que concluir las historias ¿no? Y el final abierto está para ellos cargado
de encanto.
Si hay profesores que leen este blog, les
aconsejo vivamente la promoción de este tipo de actividades narrativas, sin
miedo, sin dejarse coartar con la corrección estilística y ortográfica. Ya
llegará después. Y al fin y al cabo existen los correctores de estilo. Aprovechar
su intuición y su inocencia da lugar a cuadros llenos de emoción y dramatismo.
Es como una improvisación teatral. Puede tener una frescura que una obra hecha
a conciencia es incapaz de alcanzar. El esbozo puede tener una capacidad de sugerencia
que una obra acabada no consigue.
Fascinante lo que nos cuentas Joselu. Debe de ser maravilloso para un profesor enamorado de la literatura y de su oficio y de sus alumnos leer esas pequeñas mini novelas. Coincido con lo que te dice todo el mundo. Si consigues que solo uno de ellos, ya no digo se sienta atraído por la lectura, sino que acabe siendo lector apasionado, te podrás dar por afortunado. Que poco queda para que empiece tu nueva vida. Como va el tema del viaje a la India. Entiendo que sigue hacia delante. Un abrazo.
ResponderEliminarEn estos momentos me cifro la esperanza en que alguno de estos muchachos sea escritor, que disfrute escribiendo, que siga con esta experiencia literaria, no por adolescente menos importante. Al fin y al cabo todo escritor tuvo un comienzo, escribió su primera obra probablemente muy imperfecta. Creo que esta actividad les da ese paso a la posibilidad de la creación sin miedo. Muchas veces proponto actividades de creación con elementos narrativos que una aplicación del ipad va proporcionando. Les encanta. Siento profundamente perder esto. No espero alborozado esa nueva vida de que hablas: me cuestan las transiciones mucho. No tengo la sonrisa botija del profesor cansado que siente euforia ante el fin de su vida como docente. No. Siento una profunda pena. No estoy cansado pero sé que debo poner fin a esto. Tal vez me haga youtuber. En parte lo soy ya pues tengo mi canal de vídeo con los vídeos que subo para mis alumnos. ¿El viaje a la India? Está en lontananza, como una imposición del destino. Sé que he de ir, lo que no quiere decir que mi pereza me predisponga a ello. He viajado pero siento siempre una terrible pereza de comenzar. Esto es bueno -pienso-. No voy con la mirada del turista que quiere ver muchas cosas en poco tiempo. No. Voy a experimentar mi vida en otro lugar especialmente religioso, dramático e intenso. De allí saldrá algo, no me cabe duda. El viaje a la India está en mis genes. Tal vez ya he estado allí. Y ahora me toca volver. Cuando llegue lo comprobaré. La vida es una aventura hacia el infinito. Un abrazo.
EliminarYo viví la experiencia de escribir un poemario siendo alumna. Tenía un profesor que era poeta y nos planteó el reto. No es comparable a escribir una novela, pero al leer tus valoraciones sobre los temas y el tono de las novelas de tus alumnas, he pensado que no deben de diferir demasiado de lo que mi profesor debió de pensar de nosotras.
ResponderEliminarSiendo profesora, también he planteado a mis alumnos una propuesta similar a la tuya. La lectura de "sus novelas" nos acerca al particular mundo de la adolescencia. Ellos lo saben, saben que están dialogando con nosotros.
PS: Tengo pendiente leer tu entrada y los 39 comentarios sobre el tema de la utilidad de la sintaxis. Si veo que tengo algo que añadir, lo haré ;-)
Esta sensación tengo yo, percibir que están dialogando conmigo. Saben que es un mensaje que prioritariamente me va a llegar a mí. Y lo que leo son auténticas joyas como he dicho, dejando la corrección ortográfica a un lado, aunque en muchos me ha soprendido positivamente. Otros han sido más descuidados. Pero la ideación tiene una fuerza formidable.
EliminarHace bastantes años planteé a mis alumnos que escribieran no una novela sino una obra teatral de también 20-30 páginas. Fue fascinante. Era un tiempo en que yo actuaba y tuvo un valor excepcional para mí. Un poemario no lo he hecho nunca. Me voy a ir sin haberlo experimentado pero la idea es genial. Tengo en cursos de adaptación chavales que se sienten muy inspirados y les gusta escribir poemas. ¿Por qué no? Será una espinita en mi currículum real como profesor.
En cuanto a los treinta y nueve comentarios, la mitad son respuestas mías, claros está ;-)
Te ando a la zaga con las novelas en 3º de ESO; cuando lo comentaste aquí, pensé que podía proponerlo a mis alumnos, así que te copié la idea y la orienté hacia la novela picaresca y el tema de los refugiados de Siria. Nos hemos pasado más de un mes en el aula virtual documentándonos y escribiendo los relatos, con un referente de ocho páginas que casi todos han acabado sobrepasando. Como dices en tu post, hay que "olvidarse" de la corrección, al menos mientras están escribiendo. Ahora estoy en esa fase de corrección ortotipográfica y me he dado cuenta de que muchos son analfabetos en escritura formal, con tres o cuatro errores por línea, lo que dificulta a veces la comprensión. También es cierto que para muchos es la primera vez que se enfrentan al acto de escribir, sin copiar y pegar, sin la presión de unos deberes de un día para otro. Varias novelas son muy interesantes, pero sé que otras serán impublicables, por esos motivos y por falta de consistencia, pero creo que ha valido la pena como desarrollo de competencias. Gracias por haberme dado pie a probarlo.
ResponderEliminarHoy en clase los chicos me preguntaban por sus novelas. Están ansiosos por conocer la opinión del profesor. Cuando les hablo de ellas se quedan fascinados y quieren saber si me ha gustado. Y en todo caso ¿cuál me ha gustado más? Alguno están iniciando otra novela. Una de las chicas me ha dicho que tiene dos novelas y que no sabe cuál darme. Le he dicho que me dé las dos. Hoy un profesor en un taller nos hablaba de aprendizajes superficiales y aprendizajes profundos. No me cabe duda de que este ejercicio es profundo. Les ha llegado muy dentro y ellos mismos quedan asombrados sobre el alcance de lo que han hecho. Una de las chicas me comentaba que había mezclado realidad autobiográfica con elementos inventados. ¡Había descubierto la autoficción! Hay narraciones realmente extrañas, y una de las autoras me comentaba que había salido de un sueño. Lo bueno es que las comentan en casa y las madres opinan sobre ellas. No me cabe duda, Toni, que el hecho de dejarles libertad para que ideen su propio mundo les pone en un problema muy interesante que les lleva varios meses de debate interior. Además no he utilizado las clases para trabajar la novela. Esto se ha hecho en casa. He preferido que ellos ensayen y ensayen. Y que piensen. Cuando comienzo a leer una me doy cuenta de que me estoy metiendo en un pequeño cuarto en que alguien me va a contar algo muy personal. Casi al oído. De hecho ni me doy cuenta (es un decir) de las faltas de ortografía.
EliminarHe leído el post embelesado. Pareciera que estaba leyendo estos amaneceres literarios de personas que a lo mejor se quedan en eso, en un simple resplandor. Pero da igual. El objetivo está plenamente, y con creces, cumplido. Y mi asombro ha sido que el alumnado haya sido capaz en su mayoría de construir una novelita. Yo lo considero un ejercicio al alcance de muy pocos, pero después de tu trabajo ha cambiado mi concepto. Y me he animado. Y he sabido que en este mundo son las personas las que impunemente ponen límites a lo posible.
ResponderEliminarMuy bien, Joselu, pero que muy bien. Mis más sinceras felicitaciones. Se lo comentaré al departamento de Lengua de mi instituto.
Un fuerte abrazo.
No es la primera vez que realizo esta experiencia y puedo decir que es formidable. Pocas novelas son carentes de interés. Todas los son de una manera u otra. Yo me tumbo en el sofá a leerlas (nunca más de dos seguidas) y espero que me atrapen. Temo, eso sí, encontrarme con algo sospechoso. Eso no me gusta. Pero en conjunto son historias con garra y con cierta habilidad. Ellos mismos buscan los caminos narrativos. Como muchas técnicas son muy intuitivas, ellos van probando y a veces hacen auténticos descubrimientos narrativos. Todos los que han participado están orgullosos de su relato y son más críticos incluso que yo. Soy yo quien les confirma que lo que han hecho está bien ante sus dudas. Hace seis meses lancé la idea y caló bien entre ellos. La prueba es que tengo sus novelas en montones a los que me lanzo con mucha curiosidad. A ver qué historia me van a contar. Es esencial la libertad absoluta. No limitarles el tema ni el enfoque. No tecnificarlo demasiado ni cuadricularlo. Que ellos vayan descubriendo. Puede que sean deficiente en el análisis sintáctico pero escribiendo son bastante interesantes.
EliminarNo merezco felicitaciones. Son ellos quienes las merecen. Yo ya sabía que iba a funcionar. Ojito que tiene uno jajajajajaja.
Un fuerte abrazo.
Me parece muy interesante trabajar las emociones desde la escritura creativa. El protagonismo que adquieren los alumnos escribiendo desde esa libertad absoluta, compensa errores ortográficos o estilo flojo.
ResponderEliminar¡Enhorabuena a todos! ¡A ti también ojazos!
Es significativo que la prosa escrita por los chavales refleja una mayor o menor sensualidad que los expresa diáfanamente. Hay textos muy sensuales y otros que lo son menos o nada. Es su propia personalidad la que allí va. No se puede valorar, por supuesto, una novela por su sensualidad expresiva, pero el lector lo aprecia y agradece. Esto me lleva a pensar por qué hay autores que seducen y otros, nada en absoluto. El lenguaje, aunque sea en un nivel precario (y no tan precario, caramba) de estos muchachos es capaz de crear una atmósfera muchas veces convincente y seductora. Me lo estoy pasando francamente bien con la lectura de estas mininovelas. Todavía hay algunos que no me la han presentado. Las espero como agua de mayo.
EliminarGracias por tu comentario ;-)
Bueno sería, en lo posible, poder disfrutar de algunos de esos relatos que describes.
ResponderEliminarBueno, son relatos juveniles, no son tampoco Conrad ni Stevenson, pero aquellos seguro que también tuvieron un comienzo imperfecto. Que ellos sientan mi apoyo es importante. Les estimula a seguir escribiendo. Y, ciertamente, hay bastantes que tienen gracia y se dejan leer muy bien, claro que dentro de una incipiente formación literaria como la que tienen.
EliminarMe alegra que disfrutes con la lectura de las obras -o de alguna de ellas- de tus alumno/as. Debe resultarte reconfortante ver cómo tu proyecto está dando un resultado positivo.
ResponderEliminarMe tienes realmente intrigado e interesado pensando en hasta qué punto unos chicos y chicas de esa edad pueden desarrollar su creatividad literaria.
¿Has pensado en la posibilidad de publicar en este blog algunos de los mejores relatos, aunque sea de forma anónima?
Saludos.
Josep, este blog está a punto de cerrar sus puertas. En un mes o así, publicaré mi última entrada. Puede que haya plataformas mejores para la publicación de sus relatos y lo estoy estudiando. Gracias por la idea. Tengo las novelas impresas pero no tengo los archivos digitales.
EliminarEn cuanto a la posibilidad de desarrollar su capacidad literaria, hay que pensar que también Balzac tuvo quince años.
Estoy esperando a ver cómo concluye La urna para comentar. De momento estoy en ascuas.
Un abrazo.
Joselu, sobre la excelencia de la actividad todo te lo han dicho ya, incluida yo en la anterior entrada. Se nota que es un "aprendizaje profundo" el que estás logrando, y te vuelvo a felicitar por ello.
ResponderEliminarEsa es la parte buena cuando leo tu entrada, constatar que la docencia en nuestro país es de élite en tantos y tantos casos...
La parte amarga me viene sin poderlo evitar. Hablas más de los trabajos de las chicas, incluso apuntas que son mejores, y yo me planteo ¿por qué entonces hay minoría de escritoras, ahora y en todas las épocas?
Otro asunto que me preocupa es el tema que siempre tratan: el amor romántico, ¿es que viene ya con el ADN? ¿Es cosa de la educación familiar/social/mediática que reciben? ¿Siguen pensando en el siglo XXI en que su destino va a ser marido e hijos?
Eso es lo que percibo a través de tus palabras, y me preocupa enormemente. Será porque estoy a punto de leer "Una habitación propia" de la Wolf, será porque me suena demasiado a mi juventud, años ha... será porque ya ha llovido lo suyo y veo que todo sigue igual y todos tan contentos...
El caso es que estoy segura de que a los chicos les costará mucho menos ser escritores si se lo proponen,. Ellas, en primer lugar tendrían que proponérselo, que al paso que van no veo que entre en sus expectativas maritales/maternales; y en segundo lugar, tendrían que luchar como lobas para hacerse hueco, lo que en muchos casos lleva al abandono, porque Agustinas de Aragón, las justas, que ser mujer ya conlleva tanto esfuerzo que nos coge cansadas para según qué cosas.
Siento la filípica, pero sé que no siempre te gustan las complacencias.
Un abrazo, eso sí, y cariñoso, faltaba más :))
No, no me gustan las complacencias. Me gusta debatir, contrastar, ir más allá. Como has hecho tú a partir de la obra de Woolf Una habitación propia. Yo no tendría una imagen fija de cómo son los jóvenes y en especial las chicas. Ciertamente entre sus temas abundan los románticos, aunque acabo de leer una interesante narración de un chico, el que mejores notas saca, que me ha encantado y plantea su relación con una chica llena de deseo y ternura. Me ha sorprendido la delicadeza con que ha tratado el tema, y a la vez la audacia. Estos chicos me dejan clavado en el asiento. Esta experiencia de la novela no necesita de elogios de ningún tipo, pero es genial. Es lo que estaban esperando para destaparse. En el último cuarto de hora profesional he dado en la tecla exacta para darles algo muy importante a ellos y algo esencial para mí. El orgullo de profesor que durante tanto tiempo he carecico de él. Antes de subir a contestar a tu comentario estaba oyendo una grabación mecánica de un diario que escribí a finales de 2013 y comienzos de 2014. Tenía una baja por depresión. En el diario consigné todos mis estados de ánimo sin edulcorar. Y en esas páginas deje constancia de mi desolación como profesor. Es durísimo oírlo. Nadie puede oírlo. Esto pasó hace hace casi tres años. No me veía ningún futuro. El hecho de que la situación haya revertido y que ahora viva este final de curso con enorme dicha profesional y a la vez con una zozobra muy intensa me da idea de que soy muy frágil. Y en base a esa fragilidad es como puedo plantear ideas y proyectos que se salen de la norma. Este último año ha sido uno de los años más experimentales de mi vida. No todo han sido rosas, pero del conjunto estoy satisfecho. La novela culmina un proceso muy interesante.
EliminarEn cuanto a las chicas, que era el tema de tu comentario, yo las veo muy especiales. Tengo una fuerte ligazón afectiva con esta promoción. Las chicas marroquíes son lógicamente muy conservadoras y seguidoras de la tradición y cuando sus padres tomen decisiones, las acatarán. Pienso, aunque también hemos tenido muchachas marroquíes rebeldes. Por otra parte, la homosexualidad femenina empieza a abrirse camino en las aulas y hay alguna parejita al respecto. Y chicas que juegan al fútbol. Y chicas que quieren ser escritoras. No sé. Yo encuentro que esta promoción es muy interesante. Los quiero un montón. No les voy a decir que me voy, ni quiero que en el instituto haya ningún tipo de despedida. Detesto la sentimentalidad. Cuando acabe mi vida como profesor -algo que me produce una fuerte tristeza- comenzaré a escribir una obra que tengo planeada que se titulará El profesor de literatura.
Nada de complacencias, caña, toda la que puedas.
Un abrazo, Conchita.
Sé lo que es una depresión, te comprendo, y me alegro de que ahora estés en el otro lado. Nunca se me ocurrió grabar mi estado de ánimo, espero que oírlo no influya en el que tienes ahora, supongo que si lo haces será por algo...
ResponderEliminarSin sentimentalismos, estoy de acuerdo, a mí también me cuesta enormemente expresar emociones, aunque ese pudor sentimental tiene su aquel si no se le da salida...
Ahora, la caña: ¿No se te ocurre mejor título para tu obra que "El profesor de literatura? Mira el de este blog. ¿Tienes fijación con tu profesión y especialidad?
Ya sé que te parece ampuloso y pretencioso el de "La insoportable levedad del ser", pero entre una cosa y otra deberías echar por el camino de en medio, digo yo, que no soy nadie para opinar de estas cosas, por cierto.
Abrazos, again.
Había pensado antes de ese título "La pedagogía salvaje" que es más audaz. Sin embargo, pienso que la idea que vertebra mi vida profesional es exactamente la de que he sido y soy un profesor de literatura, una especie en extinción puesto que la literatura es ya marginal en el sistema educativo, quedan unas briznas insípidas respecto a cuando yo llegué a esta profesión. El profesor de literatura es un título -lo reconozco- bastante insípido, pero que cobrará sentido en la lectura y tendrá su qué. Es lo que he sido en una mezcla de realidad y ficción que me parece sugerente. No he querido enseñar literatura. No. He querido convertir el aula en literatura. Que los que estemos dentro nos hiciéramos personajes literarios. Literaturizarnos. Ese será mi punto de reflexión salvaje y el comienzo de la novela -he escrito novela-, caramba, es un lapsus calami, ¿por qué habré escrito novela? Curioso y que puede que me dé una pauta. Y sí, es cierto que el título de Kundera es genial pero me resulta ampuloso, demasiado dramático para expresar algo ligero. Es como salir a explicar qué es la sencillez ataviado con ricos ropajes y con un lenguaje ampuloso y sofisticado. ¿Por qué esa unión entre insoportable y levedad y ser? ¿Por qué insoportable? Y, es cierto que los títulos de las novelas dan en alguna medida de qué es lo que hay dentro. Hay títulos que me echan para atrás. Por ejemplo las de novelas llenas de pasiones y amores imposibles, llenas de emoción y de lucha para salir adelante enfrentada a la sociedad, pero algo le impele a salir adelante. Bah. Me gusta la sobriedad emocional, el distanciamiento brechtiano y valleinclanesco, la crueldad. Mi novela -ahora se lo llamo con toda conciencia- será muy cruel conmigo mismo. No será complaciente. No se trata de exhibir los logros de un profesor sino de cuestionar su propia figura, su arrogancia, su impostura. Pienso echarle ácido clorhídrico en buenas cantidades. No la leerá nadie, pero eso no importa. Lo de menos es que sea leída, lo importante es escribirla a mi manera. ;-)
EliminarMe parece una reflexión interesante la tuya al calor de esa practica de la que has disfrutado y de la que has obtenido por lo que dices mejores resultados.
ResponderEliminarNo es momento para pararse en matices sobre si la interiorización del romanticismo como marca de fábrica en las mujeres es genético, es educativo o una necesidad para la propia supervivencia afectiva.
Lo importante son los logros y ese shock de creatividad que has puesto en sus vidas.
Saludos cordiales
La palabra shock es bastante real. En el campo de la educación hoy se habla de aprendizajes pobres y aprendizajes significativos. Lo cierto es que la dinámica que lleva un centro de enseñanza abunda en la pobreza significativa. Nos basamos en rutinas que nos vienen bien para tenerlos controlados y aspiramos a un aula en silencio para que nuestra docta enseñanza entre en sus molleras. Yo lo hago a veces. No puedo llegar a todo en todos los cursos. Pero hay otro tipo de enseñanza que supone un shock. La escritura de la novela para los que han sido honestos lo ha supuesto. Tras las clases me vienen los chicos y las chicas a hablarme de sus novelas, más ellas que ellos. Les encanta que las haya leído y les hable bien de ellas, a veces mejor que ellos mismos. Yo me doy cuenta del valor literario que tienen como atisbo de la complejidad intuida. Y soy consciente de que tienen quince años, caramba. Pero cuando las leo advierto el potencial que hay detrás. Ellos por intuición, cogiendo un planteamiento de aquí y otro de alla, basado en las series que ven, en los libros que leen, en su vivencia de la adolescencia y en su propia vida familiar, lo mezclan y sale un artefacto narrativo extraño, ¿Cómo podía ser de otra manera? Muchas de sus novelas son extrañas, pero eso acaso no es un síntoma de sanidad mental? El mundo es extraño y ellos lo perciben. Unen realidad y literaturización y crean algo que les sorprende a ellos primero y algunos están orgullosos de lo que han escrito y se sienten autores y otros lo desdeñan siendo interesante. Sin duda, la palabra shock para muchos será algo que aquilata bien lo que ha pasado. Esto es un ejemplo de lo que es el aprendizaje significativo. Un aprendizaje que no los dejará igual. Es algo así como el final de Zazie dans le metro de Raymond Queneau. La leí hace más de veinte años pero era algo así como He envejecido. Eso es lo que han hecho estos muchachos. Han envejecido. O si quieres llamarlo crecido, es igual.
EliminarUn cordial saludo.
ResponderEliminarMe alegra muchísimo verte disfrutar con las novelas de tus chicos, es verdad que ¡estaba cantado! que iba a ser un éxito tu idea jaja solo me permito hacerte un ruego, aunque ya es tarde porque veo has leído varias, ojalá intentes olvidar quien ha escrito lo que sea que haya escrito. Leer mediatizados por quien firma un texto resta ecuanimidad y objetividad a la impresión que nos causa. En cierto modo es inevitable, lo sé, todos prejuzgamos por mucho que insistamos en lo negativo de hacerlo, pero si se trata de la difícil misión de valorar un texto al margen de todo, creo que debería hacerse ese esfuerzo.
Creo que una novela, buena, mala u horrible, aun siendo pequeñita supone un gran esfuerzo y como cualquier tipo de creación artística hay mucho del alma de quien la crea puesta en esas letras, creo que eso siempre hay que tratarlo con extrema delicadeza, mucho más a estas edades donde la sensibilidad está a flor de piel. Yo nunca podría decirle a alguien que ha puesto corazón en lo que sea que haga que no me gusta .. fíjate! ni siquiera en la mesa .. me he comido cada cosas horrible que ni te imaginas, solo por no desilusionar al cocinero ;) Además, al margen de notas, alimentar esas autoestimas tan vapuleadas por culpa de las hormonas y los granos que se los comen enteros con 15 años, creo puede ser más valioso y productivo a la larga, que una matrícula de honor, aunque sin sintaxis, ni ortografía va a estar difícil darlas ¿verdad? No importa, ya habéis obtenido todos el mayor éxito de este curso, disfrutar y emocionaros con este proyecto y ahora compartiéndolo con nosotros. Enhorabuena a todos!
Gracias otra vez JOSELU .. y perdón por mis cosas, lo siento, no tengo arreglo ;)
Es imposible no saber de quién son las novelas, pero, fíjate, además, ellos (y ellas) te preguntan si las has leído y se sienten superfelices de que lo hayas hecho cuando les comentas aspectos de su relato, sobre los personajes, sobre la trama, el final. Hay dos casos que me han rehecho el final porque les sugerí que podía ser mejor y lo han hecho encantadas. Les gusta que les haga sugerencias. Y no tengas duda de que seré sumamente cauteloso a la hora de juzgar sus novelas que, por otra parte, son sorprendentemente buenas, cada una a su estilo. Han dejado ahí parte de su piel al crearlas. Se han entregado totalmente. Si bien, hay algunos casos que han realizado plagios descarados, el conjunto es excepcionalmente bueno. Yo lo esperaba. Cuando les das la posibilidad de crear un mundo suyo propio es como si les dieras una oportunidad mágica. Nunca lo harían tal vez si no se lo plantearas. Hay novelas cuyos temas no te puedes siquiera imaginar por lo durísimas que son a nivel personal. Hoy he sentido escalofríos al leer una de ellas y he visto la realidad de la muchacha que me la había dado. No puedo revelar qué había allí pero nunca lo creerías. Le he escrito inmediatamente para manifestarle mi entusiasmo y mi conmoción absoluta. Para mí es la mejor de todas, pero esto tiene que quedar en secreto entre ella y yo. Es alucinante lo que puede pasar si le das a un adolescentes la posibilidad de expresar su mundo, su confusión, su ira, su dolor, su deseo de amor. Pero todo tiene que ir acompañado de algo esencial: que el profesor sea una persona que inspire confianza. Sin esto, es imposible. Este es mi último año como profesor. No quiero que se sepa de ninguna manera. La recepción de algunos alumnos y su afecto me hacen en algunos momentos replanteármelo. Y aparentemente no soy afectuoso, pero todos y cada uno de ellos saben que los quiero. No me gustan los sentimentalismos. No quiero ninguna despedida, no quiero ningún bodrio emocional. Ello no impide que yo sienta su afecto y que ellos sientan el mío.
EliminarY te aseguro que sus novelas son muy buenas en general. Pero compruebo en seguida que sospecho algo si es plagio o no. La inmensa mayoría han sido honrados.
No te preocupes. Tú y yo seremos siempre amigos aunque sintamos la idea de afecto de modo tan distinto. Yo soy mental y tu eres emocional. Pero no pasa nada.
Eliminarjaja creo que parte del entusiasmo despertado en ti en este último año, a parte de los buenísimos resultados que estás obteniendo con la puesta en práctica de las nuevas metodologías de trabajo, es, tal cual comentas, que entre tú y tus alumnos se ha establecido una buenísima comunicación basada justamente en la confianza. La confianza, es la base del afecto JOSELU. Por eso tus alumnas te escriben novelas tan sinceras o como dices tú "conmocionantes", confían en ti. Ese es tu gran éxito, has conquistado a tus alumnos y ellos a ti.
El afecto, mi querido JOSELU ( te aguantas ;) no es mental o sí, todo lo es, se siente o no se siente y se expresa o se reprime, fin.
Yo lo expreso sin ningún problema y tu no. Nos diferenciamos en la forma, no en lo que sentimos y aun te digo más, pocas personas tan emocionales como tú, por más que lo niegues y reniegues de ello jaja
Otra cosa es que te horroricen como dices, los bodrios emocionales o exageraciones al modo de las plañideras romanas o las folclóricas andaluzas las parafernalias, el hecho de demostrar afecto, no tiene nada que ver con eso y aunque supongo tienes esa idea de mi, te lo aseguro, no tengo NADA QUE VER CON ESO. De hecho seguramente me repele mucho más q a ti. Ni siquiera celebro mi cumpleaños porque me horroriza ser el centro del festejo (solo si me pillan por sorpresa, si no huyo, como alma q lleva el diablo ;) Aquí en letras no tengo cara, ni manos, ni gestos y eso es lo que ves en mis exageraciones expresivas de letras ... soy expresiva, pero soy tímida. Mi naturaleza es expansiva y necesito expresar lo que siento, solo me reprimo cuando no confío …cuando sé que estoy en un ambiente hostil. Esta es nuestra mayor diferencia JOSELU, aquí, en los blogs me siento a gusto, cómoda, os siento a todos amigos…( aunque en el pasado y tú lo sabes, me salieron odiadores profesionales, cosa que jamás en mi vida real he sentido y aquí sentí de dos o tres personas, sin siquiera conocerme de nada, pero ya pasó) te digo más, aquí me gusta expresar el afecto y todo lo positivo, sin embargo reprimo mis sentimientos negativos y mis críticas, que son mínimas por cierto. Bueno, eso hago ahora, antes no, supongo que de ahí los odios pasados ;) … en fin, quería q en este último curso has progresado muchísimo y muy adecuadamente en tu expresividad emocional positiva, doy fe de ello y por la parte que me toca te lo agradezco muchísimo, pero sobre todo, me alegro por ti y los tuyos, te van a disfrutar como a lo mejor no pudieron hacer en el pasado y eso es fantástico... disfruta de la despedida de tus alumnos, no del teatro JOSELU, disfruta de lo que sea que surja sinceramente entre vosotros y déjate querer … te hará sentir de maravilla. Tu dices no necesitarlo, ellos a lo mejor sí. Desde luego, si yo fuera alumna tuya con todas las pistas que estás dando aquí de tu partida te ibas a enterar del fiestón que te iba a preparar por sorpresa .. jaja ibas a llorar a lágrima viva ;)
Este comentario no espera respuesta, solo es un desahogo o una declaración de buenas intenciones, nada más !
Ah! y dos besos en cada moflete .. que no te libras ;)