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martes, 30 de diciembre de 2014

¿Puede haber una revolución?


Escribo a propósito de dos artículos (1 y 2) que he leído de la filósofa y periodista Marina Garcés sobre la revolución. Los leí varias veces y me empapé de ellos pero no los cito con exactitud, más bien utilizo ideas que ella da según van hilvanándose en mi recuerdo.

La pregunta básica es ¿es posible una revolución política y social hoy día? ¿Es posible una toma del poder por medio de un acto único e histórico para despojar al liberalismo de los medios de producción y de generación de plusvalías? ¿Es posible poner en manos de la mayoría la creación de riqueza y la sociedad en su conjunto? Por todos lados se nos dice que no, que la época de las revoluciones ha pasado, que es imposible batir al liberalismo porque está metido hasta los tuétanos en nuestra concepción del mundo y casi de nuestros genes. El liberalismo es seductor. Nos encanta tener y tener más, y consumir y desear lo que no tenemos. El abanico de lo deseable es tan extenso y tan magnético (tecnología, moda, comidas, viajes, coches, estilo de vida, viviendas...) que no podemos inhibirnos. Somos criaturas anhelantes de placer inmediato. Nos cuesta demorar la satisfacción del placer. Queremos poseer más y más. Es una sed insaciable. La publicidad es tan potente y tan expresiva que somos seres moldeables por su modo de percibir y expresar el mundo, así como fácilmente manipulables. 

A la vez, esta filosofía de la posesión va unida a una explotación infinita del planeta Tierra. Y además sabemos que buena parte de la humanidad está excluida. Son los parias, los nacidos en países que solo pueden ser, en el mejor de los casos, mano de obra barata para fabricar lo que nosotros deseamos. Solo un tercio de la humanidad puede disfrutar de los beneficios materiales del liberalismo. El resto es fungible. Ya lo vemos en nuestra propia sociedad en que hay seis millones de parados y la pobreza afecta a más de un millón de hogares en que todos sus miembros están en paro. El trabajo es un bien escaso y los trabajadores han de aceptar salarios progresivamente menores y hacerlo en condiciones de creciente explotación. Pero peor es estar sin empleo. Luego vienen los inmigrantes que asaltan las vallas de Melilla: la élite de sus países que huye despavorida de la miseria y de la nada. El capitalismo ha creado un mundo que se consume y que deja a inmensas zonas del planeta en la sombra. Solo sirven como productoras de materias primas. Esto es África, hundida en la corrupción y la pobreza, absolutamente prescindible.

El liberalismo nos proyecta la imagen de que debemos vivir para nuestro placer. La filosofía es poseer más y más. ¿Es posible en tal caso una revolución que una a los swaggers (moda en torno a las tiendas Apple) y a los inmigrantes africanos?  Me lo pregunto. Tal vez es una pregunta estúpida, me digo. Pero son dos realidades que coexisten. El liberalismo nos lleva a un callejón sin salida pues el planeta no es infinito y pagamos y pagaremos caro nuestro derroche: el cambio climático es de tal magnitud que veremos en las próximas décadas una transformación total del mundo que incluirá migraciones masivas, desertización, hambrunas, sequías, huracanes, inundaciones, extinción de especies, devastación de los océanos...

La revolución no puede ser ya la toma del poder sea de la Bastilla o del Palacio de Invierno de los zares o Wall Street... La revolución habría de ser de las conciencias, pero esto es más de lo mismo. Cambiar las conciencias para dejar de ser ciegos sobre a qué nos conduce esto. Al desastre medioambiental, al caos humanitario, a la devastación del planeta, al incremento de la miseria en el mundo... Según Marina Garcés, en cierta manera hay no una sino muchas revoluciones en marcha, la sociedad va reaccionando en actos de resistencia: plataformas contra los desahucios, rebelión de la batas blancas contra el desmantelamiento de la sanidad, camisas amarillas y verdes en defensa de la enseñanza pública. movilizaciones sociales de grandes dimensiones como el 15M que ahora se prolonga en la aparición de nuevos partidos políticos que son expresión indirecta de aquello, la opinión pública que se revuelve contra la corrupción, plataformas en internet que promueven la solidaridad en casos concretos...


No sé si esto es suficiente. Veo una enorme distancia entre el poder del capitalismo en nuestras mentes y la reacción de la sociedad que es lenta y parcial. Y el sistema democrático es en realidad una ficción que nos hace creer que vivimos en una sociedad en que se pueden decidir cosas importantes pero es falso.  No es verdad. Nuestra capacidad de decisión es próxima a cero. Solo podemos elegir entre A y B que son más de lo mismo. Si decidiéramos elegir C, una fuerza que fuera de verdad crítica con el sistema y pudiera transformar algo teniendo en sus manos el poder... sería aplastado el intento de mil y una formas. Ya lo saben los griegos ante las elecciones que se van a celebrar en enero: Alemania y el Banco Mundial ya les han advertido sobre las consecuencias de sus elecciones si decidieran elegir a una fuerza antirrescate que pusiera en cuestión la realidad del sistema. Está claro que es una advertencia explícita sobre si deciden votar mayoritariamente al partido de izquierda radical Syriza. La campaña del miedo ha comenzado... La creación de miedo a perder forma parte de las artimañas más efectivas del sistema. El miedo nos domina y lo saben. Hay algunos que tienen mucho o algo que perder. Pero los peligrosos para el sistema son los que no tienen nada... 

24 comentarios :

  1. Yo creo que a las personas, políticamente hablando, nos falta imaginación. Y es que yo me he dado cuenta que la imaginación en política está agotada. Para mí, Pericles fue el penúltimo gran teórico en esta materia, y de ello hace 2.500 años. El otro fue Marx (anteayer como quien dice). Por otra parte, la imaginación es útil, muy útil, casi diría que imprescindible, para la literatura. Pero en política ya está todo inventado. La imaginación, en política, no vale. Vale la realidad. La de siempre. La de los garbanzos. Ya me entiendes. Pan y circo, decían los romanos. Y de eso solo hace dos mil años. El ser humano no necesita nada más. El ser humano es tan simple, que de tan simple que es, se ha convertido en un ser indescriptible y complicadísimo. Esta paradoja encierra la esencia de los humanos. Y esta esencia se basa en la creación de problemas. Somos únicos en el universo en la creación de problemas. Donde no hay problemas solo hace falta que aterrice un ser humano y al instante, los problemas abrumarán al personal. No quiero más teorías. Déjenme vivir. No quiero consignas, ni patrias, ni salvadores. Quiero vivir. Quiero mi lazo rojo en la puerta. Y quiero una cuerda para subir a mi casa. Ya sé Joselu, que mi entrada te dejó perplejo. Pero a mí, ese planeta azul al que llamamos Tierra, que está habitado por seres humanos, también me deja perplejo. ¡Viva lo absurdo!. ¡Viva lo superfluo! ¡Muera lo transcendental! Si para ser felices, no hace falta más que ser felices. Y ya está. Y esta tautología la escribo muy consciente de lo que digo. ¡Revolución! ¿contra qué? Y una vez vencedora la revolución ¿hacia dónde...?. Mi imaginación (políticamente hablando), ya te decía, Joselu, no da para más.
    ¡Que nunca nos falte la posibilidad de soñar! ¡Eso sí que imprescindible!

    Un fuerte abrazo, amigo.

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    1. Un fuerte abrazo, que sea lo que sea. Nosotros aspiramos a ser felices y a temer los riesgos. Este es el fundamento de la visión conservadora, la nuestra. La de los garbanzos, la de los que se ponen las anteojeras, Pan para hoy y hambre para mañana. ¿Y el mundo de nuestros nietos cuando los tengamos? Ese será su problema. A nosotros nos ha tocado este mundo, el de aquí y ahora. Ellos tendrán el suyo, fruto del nuestro. Nunca una generación ha pensado en el futuro de las generaciones que vendrán después. Les facilitamos a nuestros hijos su futuro pero no pensamos el mundo en que ellos vivirán. Es demasiado complicado y nosotros queremos ideas simples ... tal vez absurdas. Es una lógica aplastante. Y tampoco vamos a cambiar el mundo. Es la lógica de los garbanzos y más vale no hacerse problemas.

      Un abrazo, Miguel. Feliz año.

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  2. A poco que uno reflexione parece que nos enfrentamos, de seguir asi, hacia un colapso civilizatorio sin precedentes. ¿en que se tradurcirá esto?.Pues no hay que descartar nigún escenario.Solo a modo de ejemplo de como es el sistema mundial actual. ¿Cómo es posible que habiendo alimentos parta todo la población, mueran personas de hambre? Cuando cayo la banca habia ingentes cantidades de dinero para su rescate y durante años nos dijeron que no habia dinero para acabar con el hambre. Que más se puede decir...más que vivimos en un orden mundial criminal e inmoral.un saludo,

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    1. Es cierto, Manuel, es un orden criminal e inmoral que se basa en lo peor del ser humano, y por eso funciona. Los órdenes que se han pretendido basar en lo mejor del ser humano, han fracasado. ¿El futuro? Ya nos llegará. O ya les llegará. Y, efectivamente, será un colapso civilizatorio sin precedentes. Es inevitable. Mientras tanto, comamos y bebamos, porque mañana moriremos. Es la lógica común. No hay otra. Y el que venga después que arree, y el que esté jodido, que con su pan se lo coma. Siento una náusea enorme por nuestra realidad, por lo que somos, por lo que soy. Un saludo.

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  3. Para hacer una revolución de mentes como la que mencionas, hacen falta millones de personas que piensen y reflexionen, que sientan empatía por los demás. Y eso no creo que sea posible en este monstruo de la sociedad que se ha creado a base de fútbol, telebasura, publicidad y un sistema de educación mediocre. ¡Feliz año, Joselu! ¡Qué se cumplan tus deseos para el 2015! Un abrazo!

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    1. Gracias, Agnieszka, no sé qué decir. Me he quedado sin palabras leyendo las reacciones que ha suscitado mi post. En el fondo, es lo que hay: que somos como somos. Todos. Y otra cosa es la fachada que queremos tener. Todo es tirar pelotas fuera. El mundo y la realidad es así. Feliz año, también para ti. Mis deseos para el año que viene son seguirme manteniendo vivo de ideas y de sensibilidad, y que la fortuna siga alimentando mi vida. Un abrazo.

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  4. Un breve fisking, Joselu a algunas ideas extractadas de tu extracto de Marina Garcés. Antes de entrar en él, vaya por delante que la complejidad del asunto lo vuelve poco menos que irreductible a términos lógicos y mucho menos cuantitativos, porque no se juega con magnitudes cuantificables, sino con juicios especulativos en los que entran tantas variantes que, según y cómo se enfoquen, dan una enorme variedad de resultados, algunos de ellos, como no puede ser de otro modo, contradictorios.
    ¿Es posible poner en manos de la mayoría la creación de riqueza y la sociedad en su conjunto?
    Las “manos de la mayoría” es una expresión vacía, sin significado. Cuando se quiere otorgarle uno, podemos ir desde el castrismo hasta la idea Juche, que alienta la revolución norcoreana, pasando por una suerte de corporativismo fascista. Hablar de una mayoría decisora es propio de un pensamiento animista, y un pelín totémico. “Poner la creación de riqueza” en esas manos se lleva ya el colmo de los disparates. Objetivar que la riqueza es no solo algo independiente de los creadores de la misma, sino algo cuya existencia puedo decidir arbitrariamente en qué manos pongo, cae ya el lado de la poesía dadaísta, sin duda. Un hermoso ejercicio retórico, y poco más. Lo de “poner la sociedad en su conjunto en manos de la mayoría” se me habría de traducir para que lograra captar de qué se me habla.

    El liberalismo nos proyecta la imagen de que debemos vivir para nuestro placer. La filosofía es poseer más y más.
    Hay un liberalismo bien asentado ideológicamente que nos habla de la hermosa iniciativa individual del ser humano en beneficio del prójimo y de la Humanidad en su conjunto. Hay un liberalismo que persigue más la felicidad que el placer, aunque también éste, a través de la realización individual mediante la sensibilidad, la formación y el estudio. La filosofía del liberalismo implica perfeccionarse más, uno mismo: ser mejor, más sabio, más discreto y más altruista.

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  5. [Y 2, no me dejaba publicarlo en una sola entrega]
    Alemania y el Banco Mundial ya les han advertido sobre las consecuencias de sus elecciones si decidieran elegir a una fuerza antirrescate que pusiera en cuestión la realidad del sistema.
    Que me lo expliquen bien: ¿la UE está detrayendo de sus arcas fondos ingentes para evitar la quiebra económica de Grecia y ahora resulta que es “la joya de la corona”? La UE podría haber abandonado a Grecia a su suerte y a sus acreedores, entre los cuales están básicamente los bancos ingleses y alemanes, aunque hay más. Digamos que el Fondo de Garantía de Depósitos Europeo –esos hasta 100.000€ que nos garantizan a cualquier ahorrador si un banco europeo quiebra– está permitiendo que la bancarrota no se apodere de Grecia, sumiéndola en un estado de pobreza no diferente del de cualesquiera otros países fuera de la órbita de una Unión solidaria como la europea, ¿y ahora resulta que si gana Syriza la UE se ha de poner a temblar? De verdad que para confundir hay impunidad total. En fin. Que tomen la vía expedita –nadie les obliga a seguir siendo parte de la UE- de salir de la UE, que se nieguen a devolver la deuda y que intenten “poner la creación de riqueza en manos de la mayoría”… Partir de cero, a menudo, es llegar a menos cero; hacer borrón y cuenta nueva, significa, a veces, quedarse sin qué contabilizar…

    La campaña del miedo ha comenzado... La creación de miedo a perder forma parte de las artimañas más efectivas del sistema. El miedo nos domina y lo saben. Hay algunos que tienen mucho o algo que perder. Pero los peligrosos para el sistema son los que no tienen nada...
    El idealismo romántico que se manifiesta en que el peligro para el sistema sean los que no tienen nada es, quizás, lo que más le gusta al capitalismo. Precisamente hoy he leído unas declaraciones viejas de Buffet, el protocapitalista: “La lucha de clases sigue existiendo, pero la mía va ganando”. Aún recuerdo, cuando la burbuja desarrollista de los 80, cómo se puso de moda lo de invertir en Bolsa, especular con propiedades inmobiliarias, etc. Reputados izquierdistas “de toda la vida” loaban el capitalismo popular, algo así como la superación de la “rancia” lucha de clases. Estando un país en la bancarrota, prácticamente, viviendo de los préstamos ajenos, me resulta inexplicable que pueda hablarse de un sistema que tiene miedo de los desposeídos: ¡El sistema es el desposeído! A ver si se entiende… Ello no quita, sin embargo, que un nuevo gobierno, y de izquierdas, respetando los compromisos adquiridos con la comunidad internacional, sea capaz de repensar su propia democracia mediante medidas que tiendan a deshacer la opacidad de tantos y tantos mecanismos de poder como gobiernan a espaldas de todos; deshacer privilegios incomprensibles; redistribuir los impuestos de una forma auténticamente social que no ponga en peligro la creación de riqueza; y exigirle a todo el mundo el cumplimiento de sus deberes individuales y sociales, impidiendo la creación de una sociedad dependiente de las desfondadas arcas públicas. Tendemos a hablar de la sociedad, la macroeconomía, de forma distinta de como lo hacemos de nuestra economía individual, la microeconomía, pero, en términos estructurales, no hay diferencia entre una y otra, y casi lo mismo podemos exigirles a ambas.

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    1. Tus observaciones respecto a mi inexactitud interpretativa son atinadas y oportunas. No soy un gran teórico y a mi escrito se le pueden encontrar muchos dislates expresivos. Soy consciente de ello, pero cuando estaba escribiendo, era conocedor de ello pero quería ir más allá. Y en ello no entras. Obvias que he dejado escrito que vivimos en un mundo radicalmente injusto en que las leyes de la economía son totalmente reglas de juego en manos de los especuladores, de los tahúres, de los poderes financieros... y que la racionalidad que alientas y el reformismo que ponderas viene bien a algunos pero deja en la miseria a los que sufren las lacras profundas del sistema. Reitero que es muy diferente ver la vida desde la comodidad a verla desde el otro lado. Veo que por debajo de tus apreciaciones hay una creencia que es que "uno es hijo de sus propias obras" y que "uno tiene la vida y la economía que se merece" y que los países son como las personas en las que la sensatez y el término medio es la virtud excelente que alienta el bienestar familiar, individual y colectivo. Ya, claro, pero es diferente haber nacido en el seno de una familia media burguesa ilustrada en Barcelona o haber nacido mujer en Afganistán. Es diferente haber vivido en la sociedad catalana o haber nacido en Nigeria, Mali o Burundi. Las expectativas son distintas. El reparto de cartas de juego es diferente. Me da la impresión de que tus certeras disquisiciones sobre el endeudamiento de Grecia no recuerdan el endeudamiento de Alemania tras la segunda guerra mundial. Estados Unidos y en buena parte los países europeos condonaron los créditos para que se pudiera levantar Alemania. ¡Ah, pero los alemanes son trabajadores y sensatos y supieron aprovecharlo y no esos griegos del sur que son ociosos, espléndidos y derrochadores que solo hacen que vivir de los subsidios del laborioso norte! Sin embargo, la mayor parte de la deuda que tenía contraída Grecia era con Alemania y otros países europeos a los que no les interesará que Grecia caiga. Así que con ingeniería financiera se puede aplicar a un país una economía draconiana que arroja a buena parte de la sociedad griega a la precariedad y la pobreza para pagar unos créditos impagables y que hipotecan para siempre las posibilidades de levantar la economía griega. No sé si sabes muy bien qué está pasando en Grecia. Pero desde tu punto de vista son producto de solo su falta de cabeza y se lo tienen bien merecido. A callar y punto. Alemania es la cabeza pensadora y el maestro de finanzas de Europa. Sin embargo, Estados Unidos no ha aplicado una economía de la austeridad y va saliendo de la crisis. ¿Crees que España saldrá de la crisis? ¿Cómo? ¿Otra vez con el ladrillo? Hay quien se alegra de que empiece a venderse más cemento. Hay seis millones de parados y no hay un proyecto económico ni nada en que emplearlos salvo a un pequeño tanto por ciento! Pero aplicas recetas de sensatez y racionalidad que, insisto, parecen la visión de un orondo burgués que viera los toros desde la barrera y no comprendiera cómo el mundo no es tan sensato comom él.

      En cuanto a las implicaciones del cambio climático no entras para nada.

      Sobre el liberalismo, conozco el significado del termino clásico de "liberal" que tú aplicas, pero no me refería a esa visión racionalizadora del mismo sino al liberalismo en economía que es dejar que las leyes del mercado (nada racionales por cierto) marquen la dinámica de la economía mundial. Y ya hemos visto a dónde nos conducen tras la devastadora crisis en que estamos.

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    2. Hombre, Jose, entrar sí entro, pero puede que con una visión diferente. El liberalismo no es el neoliberalismo, que conste. Y el Mercado no me parece, tampoco que haya de ser el que imponga sus leyes draconianas e interesadas. Sarkozy, nada sospechoso, ya dijo que había que repensar el capitalismo y cortarle las alas al especulativo, tan alejado del productivo. Pero no han hecho nada de nada. Un gobierno puede presionar en ese sentido y convencer a los otros países de la UE para plantar cara. No sé si la austeridad es el modelo adecuado. Tan rígida, sin duda no, porque la rigidez siempre acaba sentenciando a los desposeídos; pero, en términos de acción política, me parece inevitable, si se quiere comenzar a construir otro modelo que el de vivir por encima de las posibilidades reales de uno (macro y micro se dan la mano, a mi modo de ver). Jose, yo salí de mi casa al borde la exclusión social, con una mano delante y otra detrás, y trabajando en empleos basura: reponedor de bolos, profesor de natación, etc. Entonces era el franquismo y no había un estado del bienestar, pero tenía conciencia de que lo poco, mal o miserablemente que viviera dependía de mi capacidad para saber salir a flote, por mis propios medios. No me parece que esa sea una experiencia que no pueda extrapolarse a nuestro presente. Estoy de acuerdo contigo en que no es lo mismo nacer en un sitio u otro del planeta, y que cuanto se pueda hacer por ayudar a otros ha de ser el fundamento de las relaciones internacionales, superando la explotación por las materias primas como se hizo en el colonialismo descaradamente y se hace ahora, como China en África, no menos descaradamente.
      Voy un poco disperso, pero te contesto sobre la marcha de la lectura de tu respuesta. La deuda de los países es doble, la pública y la privada. Y si podemos juzgar la primera, ¿cómo habremos de juzgar la segunda, que tanto ha colaborado para que nos veamos como nos vemos? Mientras que hay una responsabilidad política, la individual, la particular, es mucho más difícil de establecer, pero no hace menor daño. ¿Habríamos de controlar qué créditos y con que avales se piden? Los bancos han tenido una responsabilidad determinante, pero la responsabilidad individual también ha de considerarse.
      No me veo como un orondo burgués, la verdad, ni veo los toros desde la barrera, pero del mismo modo que yo no le impongo a nadie mi austeridad vital, ¿por qué he de sufrir que se me imponga la irresponsabilidad dilapidadora de los demás? El debate último se produce entre libertad y sumisión. Toda mi vida he aspirado a ser libre, a, en la medida de las circunstancias y de las posibilidades, no depender de nadie ni deber nada a nadie, materialmente -intelectualmente lo debo todo, claro está- , y me parece abominable escoger la esclavitud, aunque lo respeto. Puede que haya "vida de los pueblos". Yo creo que no. Que cada uno es cada uno y que cada cual es una vida. Y que la suma de todas ellas no da un todo que sea exactamente la suma de las partes. Me parece que no acabo de explicarme. Quizás sea porque me cuesta horrores dar el salto del individuo a la masa y seguir hablando de ésta como de algo concreto.

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  6. Yo sí creo que puede haber una revolución. No tradicional, no a la manera en la que estábamos acostumbrados. Sin embargo, en esta revolución que se avecina el poder no cambiará de manos como en las tradicionales sino que se sentirá más controlado. No hay más que ver el miedo que tienen a determinadas posiciones. Por otra parte, no debemos pensar tan solo en lo que ocurre en Europa: observemos ya el planeta completo. Eso sí, todos sabemos que cualquier época revolucionaria trae mucho dolor. Pero cuando estalla una revolución es porque antes también lo había y se sentía como injusto.

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    1. Efectivamente, las revoluciones son dolorosas, para unos más y para otros, menos. No sé qué tipo de revolución sería necesaria para que tomáramos mayor conciencia de lo que nos rodea. Tengo la impresión de que importa bien poco. Se vive en una burbuja de inconsciencia que es cómoda y confortable. El que puede, claro. No creo que el poder se sienta más controlado. El verdadero poder económico solo razona en cuanto a riesgo/beneficio. No sé, la verdad es que solo son ideas lanzadas al aire pero no tengo idea clara sobre qué sería necesario.

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  7. Vivimos en un mundo donde la desigualdad va de cero a 100, somos tremendamente insolidarios incapaces de ver más allá de nuestra propia situación particular. Vivimos en una sociedad donde prevalece el dinero antes que la vida de las personas y pasito a pasito nos vamos cargando el planeta. Hay que pensar en nuevas fórmulas, en nuevas soluciones, la gente lo único que quiere es tener un medio de ganarse la vida. Si no revolución, es normal que haya una reacción ante tamaña ingenieria financiera sin ningún control que hemos padecido. Nos engañan vilmente y, efectivamente ,el arma que se ha utilizado siempre es el miedo. Pero el miedo ya lo tenemos en el cuerpo: a peder el trabajo, a vivir para trabajar, a no poder pagar nuestras casas, a que no nos den una vacuna si enfermamos porque es cara, y todo esto viviendo en el primer mundo.

    No cambiará mucho, Joselu, pero algunas cosas sí.

    Que el 2015 sea para mejor.

    Besos.

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    1. Feliz año, Angie. Esperemos que, poco a poco, vaya aumentando la conciencia global, aunque lo dudo. Vivimos sumergidos en nuestra subjetividad en la que puede que no nos vaya mal del todo (o sí, no sé) y no percibimos el bosque en el que estamos tal vez porque ampliar la conciencia es incómodo para le propio bienestar y nos lleva a complejos dilemas que preferimos no afrontar. Besos.

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  8. Sesudas e inquietantes reflexiones las tuyas, Joselu. ¿Hacia dónde va el mundo? No creo que nadie lo sepa, ni siquiera los causantes del caos actual, pero alguien habrá diseñado este plan, digo yo, ¿o todo sucede como una erupción volcánica, sin razón y sin control? Lo dudo. Estamos adormilados porque tenemos un miedo atroz y creemos que no se puede hacer nada, sólo aguantarnos "porque es lo que hay" y poner pequeños parches que apenas solucionan nada. Decía Pérez Reverte en la entrevista que le hizo Jordi Évole que podemos quemar contenedores, volcar coches, incendiar bancos... pero después de la revuelta corremos a comprobar que "nuestra" casa y "nuestro" coche están intactos, es decir, mientras tengamos algo "nuestro" que defender no lo arriesgaremos. No hacemos huelga porque nos cuesta perder un dinero que nos hace hace mucha falta, no vamos a manifestaciones porque nos arriesgamos a recibir una hostia o a pagar un multazo (¡manda huevos!), no votamos porque "siempre ganan los mismos"... Nos creemos todas las mentiras que nos repiten día tras día en la tele, hipnotizados por unas imágenes doradas y muy estudiadas. ¿Qué está pasando en Grecia? Lo mismo que aquí con Podemos: ¡cuidado, no les votéis, son el coco, lo peor, os lo van a quitar todo, son lobos con piel de cordero...! Bla, bla, bla... Y nso lo creemos porque no nos molestamos en leer de verdad, a fondo, es más cómodo reducir nuestro conocimiento a los resúmenes prefabricados y repetir los tópicos más manidos. No sé si habrá una revolución, no al estilo de las más representativas de la historia, desde luego. La desigualdad actual es monstruosa, alguien debería darse cuenta de que adie gana en realidad, aunque haya aumentado el número de millonarios. La Tierra se agota, la estamos devastando con nuestra ambición y nuestra cortedad de miras. Cada uno mira por lo suyo y poco más. Difícil ser optimista porque la realidad es trágica y cruel. Hoy todo el mundo celebrará la Nochevieja con lo que tiene y con lo que no, con ropa y fruslerías de usar y tirar, pasado mañana ya veremos qué queda de la fiesta. Ah, que llegan las rebajas, es verdad, ¡a seguir gastando! El que tenga algo todavía, claro... Y suma y sigue. ¿No te has enterado de que la crisis es historia? Ah, que lo dijeron el día de los inocentes, vaya chasco... No, colega, si hay una revolución será controlada y medida, o sea, más de lo mismo. Estamos acojonados y de eso se vale el poder, de nuestro miedo.
    Un fuerte abrazo en las últimas horas de 2014.

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    1. Este post me ha sumido, Yolanda, en la desolación en el segundo día del año. Los comentarios han sido tremendos. Y uno de los más expresivos ha sido el tuyo. Tenemos buenos sentimientos, eso sí, pero los guardamos para los próximos a nosotros, para nuestra familia, tal vez para nuestro círculo de amigos. Y al resto ya no llega... Tal vez algo sentimental nos afecta, pero poco tiempo, no demasiado. Me he quedado irremediablemente triste. Un abrazo, Yolanda, y gracias por tus palabras cargadas de verdad y pasión. Feliz año.

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  9. Para rebajar un poco el nivel joselu y quizás hacer sonreír a alguien te dejo esta tontería que he escrito. Ah y feliz año nuevo:

    LA MANZANA DE CARLOS MARX

    Cuando esta senda
    de la vega del Iregua
    se preña de manzanas
    cómo no parar el coche
    y como un ladrón
    colarse
    por entre los espinosos
    alambres
    Es un rito mío de cada verano:
    Miro a los lados
    Cojo una cualquiera
    La olfateo hondo
    Y muerdo esa carne dulce
    que es como un hilo virgen
    de la oscura fuente
    de la tierra mojando mi interior:
    el más puro dormido
    Y siempre pienso
    mientras la saboreo
    en que si realmente fuéramos
    sólo dos en este mundo
    y éste el único terruño del planeta
    por llegar yo un poquitito más tarde
    ya sería el siervo
    de esta gleba
    Que la tierra fuera
    del primero que la pisara
    del que se apresurara
    a alambrarla
    es echarle mucho rostro
    ¡Y todo está ya tan bendecido
    por ese listo fariseo Leviatán o Estado
    saca cuartos!
    ¡Y que ahora ni te dejen
    asomar el gaznate
    por éste u otro bello predio!
    Quizás suene imbécil plantearlo
    pero el hombre es el único animal
    que le pone nombre y apellidos
    a la tierra
    ¿La tierra no debería ser de la tierra?
    De repente oigo un grito
    Y a lo lejos me ladran un par de lebreles
    Cualquiera le explica
    a mi terrateniente
    que se acerca
    que estoy en una íntima
    ceremonia mía de estío
    y no digamos
    si a los chuchos
    les suelto lo de mi tesis
    tipo Newton
    del influjo
    de la manzana ajena “in situ”
    sobre el pensamiento
    de Carlos Marx

    Y… ¡Joder! ¡Rubén ¡ ¡Corre!
    ¡Pon pies en polvorosa!

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    1. Gracias, Rubén, efectivamente, los dos últimos versos me han hecho sonreir. Corre, Rubén... Y todos contigo que estábamos también en el predio con esa manzana. Un abrazo, y me alegro de que hayas puesto este hermoso poema en un post tan feo lleno de comentarios que no hacen sino recordar cuál es la naturaleza humana y cuáles son los fundamentos del conservadurismo del presente, la aspiración lógica a la felicidad y el desinterés por el mundo del futuro. El que venga que arree.

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  10. Creo, Joselu, que el verdadero peligro para el sistema capitalista, lejos de estar constituido por quienes nada tienen, ya que éstos son los verdaderos destinatarios del "sueño neoliberal", por constituir como masa necesaria el reservorio esencial, vendrá (de hecho, ya es así en distintos sectores sociales), de quienes, formando parte del sistema en pleno disfrute de derechos y prebendas, seamos capaces de adquirir plena conciencia de tanta banalidad y de renunciar a ella, o mejor, de convertirla en esencia útil y solidaria, sin importar quién la necesite, ni dónde haya nacido.

    Un abrazo

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    1. Para ello, debemos aprender a renunciar, Javier. Y renunciar es casi imposible, salvo que alguien nos lo quite en forma de impuestos o de solidaridad obligatoria. La nuestra es muy limitada. Y la banalidad es la esencia de nuestra vida. Lo veo en mi propia familia. No necesito ir demasiado lejos. En fin... Un abrazo.

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  11. Pues ahora, recién levantado de la nochevieja y mientras escucho el concierto de Viena, no puedo responder a tu pregunta, aunque me quedo con una de tus últimas frases: se tiene mucho que perder. Se habla, supongo, de revolución pacífica, porque si es violenta, conmigo que no cuenten.

    Lo que yo quería, Joselu, es felicitarte el año, o sea, ¡Feliz 2015!

    Un fuerte abrazo y gracias por romper tu costumbre para felicitarme a través de mi blog. Javier.

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    1. Gracias también por tus buenos deseos, Javier. Es difícil o imposible dar respuestas a lo que he planteado. Yo me he quedado sin ellas. Y lo siento. Un abrazo, Javier.

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  12. Los carceleros y la policia politica del Zar se paso a los comunistas, la gente normal pasó de estar jodida por la policia del Zar a estar jodida por los camaradas y estos, en no pocos casos, fueron las mismas personas. En España la gente no quiere revolucion, quiere ir al banco y saber que ese dinero esta seguro, pregunta ¿quien deja sus ahorros o tres cuartas partes de sus ahorros para que a un vecino no le quiten la casa? y tendras muchas respuestas positivas y de solidaridad, pasa la mano para coger dinero y estaras solo. La Justicia Social requiere coaccion o pagas o vas a la carcel, una revolucion que parta de una conciencia social individual que se une, cuyos lazos de union sea la voluntad de las personas esta condenada al fracaso y si se une en una organizacion esta conlleva represion, lo queramos o no. Solo hay que mirar a la gente cuando compra, ellos quieren cobrar un buen sueldo pero no miran cuando compran si las empresas pagan salarios justos, les da igual, quieren comprar más cosas con su dinero eso les hace parecer "compradores inteligentes" y presumen de ello.
    Hay una anecdota de la España de Guerra Civil en la parte supuestamente fiel a la Republica donde se igualaron los sueldos y una conocida "vedette" llego un dia y dijo que si cobraba igual que la señora de la limpieza, que esa noche, la señora cantaba en la actuacion y ella pasaba "la mopa".

    Hay la extendida creencia que la democracia es la panacea de todo y no siempre es asi, la voluntad del pueblo en no pocas ocasiones esta equivocada y el que no manipula es porque no puede, el proselitismo esta extendido en todas las capas de la sociedad (creo que en gran parte por la Iglesia).
    Hay veces que la fuerza esta acompañada de la razon y no es mala
    La Naturaleza se regula, si hay mucha gente no habra comida y moriremos gran cantidad de personas ¿y que? no pocas especies han desaparecido, pero nosotros tenemos la "egolatria" un tanto subida y pensamos que cuando desaparezcamos nosotros todo se acaba y no somos más que una anecdota ridicula en el Universo.
    Asi que vamos a vivir la vida como viene y a disfrutar lo que tenemos, y "El que sea feo, que hagas los recaos de noche.." que decimos por aqui.

    Un saludo

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    1. Jajajaja, Temujin, tu último dicho es genial. Ese que dice la gente: El mundo es ansí que decía Pío Baroja. Esta es la naturaleza humana. Es lo que decíamos en la mili: al que le toque, a cascarse los ... Tengo una cierta sensación de impostura al releer lo que he escrito y ver las reacciones tan interesantes que he tenido, entre las que la tuya añade un elemento importante. Gracias, Temujin, y feliz año.

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