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jueves, 16 de junio de 2011

Asamblea de barrio


Hace muchos años que no asistía a una asamblea vecinal. He ido a la iglesia del barrio donde había centenares de personas esperando la convocatoria de la Asociación de Vecinos. Nuestro barrio ha sido luchador y destacó en los años sesenta por su capacidad de resistencia en las luchas del Baix Llobregat. Esta vez nos congregaba la alarma de que nos van a suprimir el consultorio del barrio que incluye el servicio de medicina general y sobre todo el servicio de pediatría que atiende a 1205 niños. No es el único caso en la zona donde van a cerrar otros consultorios y se optará por la concentración de Servicios en centros que no podrán atender adecuadamente a los miles de pacientes que concurrirán.

Este consultorio fue fruto de la lucha en los años del franquismo y en los de recuperación de la democracia. Hoy nos volvíamos a reunir un conjunto de personas del barrio -la mayoría mayores- que queríamos un presente digno para nuestros vecinos. El representante de la Asociación nos ha contado escuetamente la situación que lleva a que se cierre nuestro centro de salud. No ha exagerado y se ha limitado a contar las conversaciones con responsables políticos, municipales y de sanidad de la Generalitat. La realidad es que vivimos una época de recortes en sanidad, en educación y en servicios sociales y de alguna manera tienen que llegar a los barrios esa disminución del estado de bienestar. El gobierno de CIU ha presupuestado un 6,8 % menos para sanidad y los responsables políticos han de meter la tijera. Un corte será en nuestro barrio. ¿Qué hacer? El ambiente era de excitación en la asamblea. La gente temía una reducción enorme en los servicios sanitarios en un barrio deficiente en equipamientos públicos. Todo lo que tenemos ha sido objeto de luchas vecinales. El representante de la Asociación nos ha dicho que somos herederos de la lucha de nuestros antepasados y somos responsables de lo que dejaremos a nuestros hijos. Un barrio es poca cosa en la mercadotecnia mundial. Pero nosotros nos sentimos protagonistas de nuestra realidad. Somos herederos de una potente tradición. Es normal que nos sintamos no sé si indignados pero al menos sí, alarmados.

La representante de CIU ha dicho que confiáramos en las instancias políticas que se iban a reunir en el ayuntamiento, que se pondrían a trabajar en el asunto. La Asociación del barrio, en cambio,  proponía seguir con las negociaciones -sin romperlas nunca- pero convocar el próximo martes una marcha-concentración de los vecinos que irían a mostrar su desacuerdo ante las autoridades municipales y administrativas. La gente estaba alterada e inquieta. Yo he permanecido callado mientras oía a distintas personas que planteaban ideas sobre la situación.

Me doy cuenta de que la sociedad se está calentando, lo noto a nivel de gente normal, en sus comentarios, en las barras de los bares o en el colmado. El nivel de indignación está subiendo y entre tanto los políticos intentan paliar ese estado de nerviosismo pidiéndonos que nos tranquilicemos y esperemos la acción de las instancias políticas. Sin embargo, se intuye que la realidad política ahora está muy lejos de los ciudadanos. Ayer cuando veía a los parlamentarios catalanes llegando en helicóptero al Parlament sentía por un lado que aquello era una equivocación, pero por otro lado creía que era bueno que los políticos tuvieran un baño de realidad. Iban a aprobar recortes en áreas básicas de la convivencia y se encontraron una resistencia que les ha llevado a sus responsables a desprestigiar al movimiento del 15-M al que de momento se había mirado con condescendencia y simpatía paternalista. Ese malestar de la gente está calando en amplias capas de la población. Siento una sociedad tensa y preocupada ante lo que se ve venir. Mi psicoterapeuta me decía ayer que teníamos que estar preparados ante un futuro muy incierto. En Estados Unidos ha habido pensionistas que han perdido la pensión de jubilación por la crisis económica y a los ochenta años están trabajando en hamburgueserías intentando ganar algo y enfrentándose al futuro con cierto optimismo.

Noto a la juventud más inquieta, noto a los mayores más reivindicativos... pero siento que hay una capa media de la sociedad que espera sencillamente la llegada de tiempos mejores que no llegarán en los próximos años. Los centro comerciales están llenos, los bares de tapas están repletos, pero doy fe que también las iglesias vuelven a llenarse de personas alejadas de cualquier radicalismo y  que se dan cuenta de que van a ser los paganos de la crisis en la que algunos se han enriquecido ferozmente, y a la vez son los que nos gobiernan. Se desconfía de la política y se mira a los políticos con poca simpatía. Hay alguien que ha calificado al asamblearismo como cutre y anticuado, pero en algún sentido pienso que significa la vuelta a la política de la gente común. No me basta votar listas cerradas cada cuatro años. Ahora me doy cuenta de que es importante estar ahí, con el barrio, sin demagogia pero con convicción.

La realidad es que estamos solos, y lo que no hagan los vecinos no lo hará nadie por ellos. No basta ya esperar. Inopinadamente nos hemos vuelto compelidos a la acción. Como si volviéramos a otros tiempos que algunos recordamos.

Preparados para todo significa también tomar partido, mancharnos y salir de nuestra torre de marfil y compartir con los vecinos unos momentos de alarma y preocupación.

Nos mostraron el jamón y ahora nos dicen que no era para nosotros. 

24 comentarios :

  1. Pienso que estamos en un tiempo de frontera, aunque no sé cómo de dilatado será ese espacio. Esperan momentos difíciles porque el cuestionamiento de las instituciones es, cada vez más patente. Y no solo de la clase política, que lo va a pasar mal, sino de la monarquía, los banqueros, el clero y los ricos, van a ver tambalearse su imagen ante las críticas que arreciarán contra ellos.
    Hace unas semanas hablaba con una joven senadora socialista y le sermoneaba sobre todo lo que están haciendo mal y el por qué de tanto descontento. Intentó dar algún argumento en contra pero fue tan endeble ante el chaparrón de críticas que calló y escuchó sin más.
    Luego pensé sobre el hecho y me di cuenta de lo receptiva que había sido la mujer, algo que apenas unos años atrás -o semanas porque fue después de las elecciones- hubiera sido imposible que pasara, dada la altivez de los políticos.
    Que la gente exprese lo que lleva dentro y que comprenda lo que está pasando es importante. Ya sabremos, más adelante para qué.

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  2. Siempre he creído que el primer paso empieza en familia, luego en comunidad, luego en sociedad, luego... creo que lo mismo, sólo que esta vez al revés.

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  3. Creo que, en esta situación, habría que decir como le dijo Cristo a Judas en la última cena: "Lo que has de hacer hazlo pronto". Me da igual qué gobierno sea el que meta el cuchillo, pero que actúe ¡ya! Mientras más tiempo pase, peor. Buen análisis el de tu post, Joselu, aunque duro, lógicamente. Salud(os).

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  4. Totalmente de acuerdo con todo lo que expones, pero esgrimiendo el pacifismo como bandera.

    Un abrazo

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  5. Estamos anestesiados y abotargados por Paquirines en islas desiertas, Princesas del Pueblo encolerizadas, ascenso o descensos de primera y Fisicas o Químicas. Y el sistema infiltra policias de paisano en el movimiento 15M que supuestamente han podido ser unos de los instigadores... Parece estar todo atado y bien atado, pero nos queda la opción de trabajar en local, en los barrios. Creo que nunca se ha perdido esa fuerza que tiene la vecindad.
    Fui representante de estudiantes en la Facultad y reconozco haberme sentido mucho más cómodo en una acampadada asamblearía antimilitarista con ayuno incluido, que las Juntas de Facultad con posterior dieta (calorífica en este caso). Por lo menos en la asamblea me sentía más cercano a los compañeros sentía que sus necesidades eran mías, esa fraternidad es la que nos hace fuertes, pero es fácil de neutralizar por parte del poder. La comuna de París duró dos meses, el 15M va por el mes y medio, ¿serán los 60 días el plazo para bloquear la participación popular? Lo veremos.
    Me ha gustado tu post tiene un poso de optimismo que en pocas ocasiones muestras.

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  6. Totalmente de acuerdo con tu análisis, todo esto que está pasando ya lo esperaba yo hace más o menos un año, y me esta empezando a dar un miedo...
    Ojalá que entre todos podamos hacer algo y que lo que tenga que pasar sea de manera pacífica.

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  7. Las clases medias, que aún están por definir en su estructura y composición, están a la espectativa, temerosas por un lado de que les llegue la crisis de plano pero ansiosas por otro ante la confianza que les merecen las soluciones políticas. ¿Cómo, si no, se explica que en las pasadas elecciones se haya dado tan masiva afluencia a laas urnas? Porque, sencillamente, se confía, se sigue confiando en los políticos a falta de algo mejor que llevarse a la boca.

    Protestan los jóvenes, carentes de futuro; protestan los parados, sin esperanzas ya; protestan los estudiantes... Pero no veo protestar a estas clases medias (¿formaré yo mismo parte de ellas?), integradas por empresarios de distinto nivel, funcionarios y mediopensionistas que tienen, o creen tener, la vida ya resuelta. Tampoco veo protestar a los jubilados, la mayoría convencidos de que su pensión es sagrada e intocable. ¡Qué equivocados estamos todos! Mientras no afrontemos los problemas de frente, sin delegar las soluciones en quienes ya no nos representan, aviados estamos.

    El ambulatorio de tu barrio, Joselu, es un símbolo del progreso social y ciudadano de nuestro país. Premonitorio sería que desapareciera, porque entonces la veda se abriría...

    Un abrazo.

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  8. Francisco, los políticos sienten la pólvora en el culo. Están asegurados pero son conscientes de que si las cosas siguen yendo mal, su posición va a ser cada vez más complicada. Probablemente ellos querrían el mayor bienestar posible, pero su poder es muy limitado. Se pueden repartir las ganancias y los superávits, pero no es agradable aplicar recortes impuestos por eso llamado mercados. Yo me pregunto cómo es posible que viviéramos tantos años en un mundo ficticio e irreal y que los políticos no tuvieran un poco de visión para detectar que aquello no podía ser. A mí me asaltaba con frecuencia, antes de la crisis, la duda de que cómo podíamos funcionar con tanta abundancia de crédito y liquidez monetaria. Era imposible. Pero cuando una sociedad decide vivir en la euforia consumista no hay nadie que se atreva a decirle que eso no puede ser. Los políticos ciertamente nos han fallado porque no supieron ver lo que nos iba a venir encima y actuaron como si el crecimiento pudiera ser constante. Era mejor cerrar los ojos y dejarse llevar. El despertar ha sido amargo, pero todavía no hemos entrado a fondo en la pesadilla. Me temo.

    Saludos.

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  9. Algo se está cociendo. Algo está despertando a la apoltronada gente de la clase media española. ¿Será para bien...? ¿Es necesario un cambio del actual modelo? Movimientos como los indignados están haciendo mella en la abúlica mente de la gente. No sé si esto quedará solo en palabras o irá a más. Pero entonces acudo a los manuales de historia y veo horrorizado que todos los cambios transcendentales de la civilización no han sido pacíficos, sino por la fuerza... Y entonces me pongo a temblar.

    Un abrazo.

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  10. Pero sigue siendo tremendo percibir como a pesar de todo lo que estamos viviendo, los políticos, los banqueros y los mercados que son, en definitiva, quienes manejan los hilos, siguen en sus torres de marfil encastillados en sus posiciones y defendiendo a capa y espada unas premisas que ya no convencen a casi nadie. Pero me asombra aún más como, no obstante, el voto que da el timón a esas fuerzas que nos llevan a la deriva, ha sido significativo, importante, lo que les legitima democráticamente para seguir al frente de esta nave que hace aguas por todos los lados.
    Y quizás sí, Joselu, el que haya un motín incruento, basado en el sentido común, pero utilizando todos los recursos que les da la justicia social sea una opción a retomar para defender nuestros legítimos derechos y, cómo no, nuestros sueños.
    Un abrazo

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  11. Si tuviera que definirme, no me siento ni "indignado" (¿apocalíptico?) ni "integrado"; me siento como un péndulo que oscila entre la rabia y la apatía. Me alegro al ver las protestas ciudadanas, pero, por otro lado entiendo que acaban de celebrarse unas elecciones y que la mayoría ha decidido apoyar a quienes los están "sodomizando socialmente".
    Ya te digo, espero que esto se solucione, aunque sea a golpe de barricada.

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  12. Yo me considero pacifista auténtica. Despues de definirme expongo lo que sigue:
    No podemos seguir como estamos, los recortes deberían estudiarlos muy bien antes de hacerlos Debemos presionar, presionar muy fuerte para que el dinero se reparta mejor. Es verdad que hay poco para repartir, pero el poco que hay que se reparta bien. Igual que ha llegado el momento en que nos hemos mentalizado que es imprescindible el cinturón de seguridad para circular a base de machacarnos el cerebro, debemos llegar a hacer que toda la sociedad se mentalice y se averguence con los políticos y sus sueldos y pensiones, con los recortes sectarios, con los robos en los Ayuntamientos y los corruptos funcionarios. Si toda la sociedad fuera por ese camino, si se hiciera mucha fuerza en ello, creo que alguna cosa sería posible arreglar.
    Soy pacifista pero no tonta y me apunto desde aquí a la protesta.
    Y otro dia hablaremos de los bancos. Un abrazo Lola

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  13. Mikel F. Deltoya, tal vez debamos volver a participar en organizaciones de barrio, de escuela, de trabajo... En España esto se había olvidado en buena medida. La crisis que nos afecta puede que nos lleve a revitalizar modos de relación social olvidados.

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  14. jaramos.g, creo que va a ser un largo proceso. La situación financiera internacional nos ha puesto en un lugar nada envidiable. Estamos en el ojo del huracán. Las medidas de ajuste griegas son tremendas. Han bajado un 30% el sueldo a pensionistas y funcionarios, despidos masivos... y aún se piden más ajustes. Lo que tenga que venir va a ser en etapas y ya se habla de que van a volver a bajar el sueldo a los funcionarios entre otras cosas. ¿Hasta dónde? ¿Al nivel griego? Pintan bastos, pero no se sabe hasta dónde habremos de llegar. Cuando aterrice el Partido Popular, sabremos lo que vale un peine. Lo que decía: hemos de estar preparados para todo. Si no hubiera habido el despilfarro en la administración de los años de la euforia, ahora tal vez no estaríamos así. Pero nadie pagará por los errores cometidos. Bueno sí, pagaremos todos, especialmente las clases medias.
    Saludos.

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  15. Gorka, he escrito posts nada pesimistas y repletos de esperanza y una contenida felicidad que es la que siento al concluir este año y haber gozado de una experiencia única con un curso de adaptación curricular.

    Yo tuve una activa vida política en mis tiempos de universidad y trabajé en barrios durante un par de años o tres. No sé si será el momento de volver a retomar de nuevo la vida asociativa. Quizás muchos volvamos a tener conciencia de lo colectivo, eso que han anestesiado los partidos de izquierda especialmente. Se teme a la organización popular espontánea olvidando que la lucha contra el franquismo fue dirigida por asociaciones de barrios, de estudiantes, de obreros... Pero cuando llegó la izquierda al poder ya no le interesaban estas asociaciones y las desarticuló o las convirtió en dóciles y al servicio de la administración. Es el caso de los sindicatos en los que pocos confían por sus complicidades con el poder.

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  16. erisueno, yo tuve barruntos del asunto en los lejanos años noventa. No podía ser que funcionara un mundo basado en aquellos parámetros. Muchas veces me lo preguntaba, pero luego la realidad terca mostraba continuamente que el crecimiento indefinido era cierto, dejé de sentir preocupación pensando que tal vez era mi carácter aprensivo el que me llevaba a ver en nuestro estilo de vida el germen de la crisis. Cuando menos lo esperaba, estalló, lo que demuestra que a veces las primeras impresiones son las válidas. ¿Miedo? Te respondo como escribía Bayta en una de las novelas del ciclo de las Fundaciones de Isaac Asimov: "¿Acaso hay algo que no sea peligroso?". Es una frase de la introducción que se me quedó grabada y la recuerdo, pese a que hace más de veinte años que la leí. ¿Acaso hay algo que no sea peligroso?

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  17. Javier, efectivamente el centro de salud es un símbolo que costó mucha lucha y mucho esfuerzo de los vecinos. Sería inadmisible que lo perdiéramos dejándonos embaucar por las palabras calculadas de los políticos que nos dicen que lo dejemos en sus manos, en los cauces que ellos representan. Sin embargo, sabemos, como decía, que en este sentido estamos solos. A nadie le importa nuestro problema salvo a los que somos vecinos, pero se abrirá la veda en muchos otros sitios si consiguen cerrar el ambulatorio sin lucha por nuestra parte. Afortunadamente hay una asociación bien activa que liderará nuestra resistencia. Esperemos que los vecinos venidos nuevos al barrio (entre ellos yo) se unan a la lucha, pues ellos no comparten el pasado combativo del barrio La Almeda. Luchando por nosotros, luchamos por la colectividad. Creo. Todos los que son objeto de recortes deberían coordinarse y empezar a trabajar juntos. La crisis es la enseñanza que nos debería dejar: que hemos de pasar de la perspectiva individualista a la colectiva o comunitaria.

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  18. MIguel, únete mañana a las manifestaciones del 19-J, pacíficas y reivindicativas. La crisis es de un modelo de sociedad y hemos de ver más allá de nuestras narices y de lo bien que estén aposentados nuestros culos. El problema es de todos. Es la gran enseñanza.

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  19. Castilla, cada ciudadano un ser consciente, cada ciudadano un ser comunitario, cada ciudadano una persona activa. Sea como sea, asistiendo a manifestaciones, concentraciones, escribiendo en nuestros blogs, hablando con nuestros alumnos, con nuestros amigos... Es la hora de los ciudadanos con sentido común que no se dejan seducir más ya de los cantos de sirena del liberalismo. Ya lo hemos hecho durante años. Ahora es el tiempo del Nosotros no del Yo. Esta es una idea radicalmente original tras los veinte años anteriores. Quizás sea el momento de volver a las raíces -no nacionales- sino sociales. ¿Dónde está nuestro corazón?

    Un afectuoso saludo.

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  20. Antonio, esto no se va a solucionar. No es ese el planteamiento. Soluciones no hay, lo que hay es planteamientos erróneos y planteamientos más ajustados a la realidad. Que en muchos años hemos vivido en el paraíso de los nuevos ricos, es cierto; que la crisis nos ha partido por la mitad y nos ha dejado reducidos a lo que éramos en realidad:unos pobres diablos. Cierto. ¿Qué hemos de hacer? Entiendo lo que planteas en una comunidad autónoma donde la corrupción sistémica está en el poder y además votada masivamente por la gente. Es duro ser de izquierdas en Valencia, y más duro ser también criítico con la izquierda valenciana porque la historia no va por ahí. El movimiento del 15.M va más allá de los partidos, no queremos ser como ellos, no queremos como dice el Roto hoy ser uno más que necesitemos financiación de los bancos para ser como todos los demás partidos. La gracia y oportunidad del movimiento reside en su espontaneidad, en su generosidad, en su capacidad de utopía, en sus planteamientos críticos acerca del mundo que nos rodea... Es nuestra oportunidad. Si el movimiento es derrotado, no habrá ninguna capacidad de reacción. Estaremos perdidos. Lo del Parlament de Cataluña fue una pifiada probablemente inducida por los infiltrados o por la imprudencia de exaltados, pero si vence la propaganda oficial, estaremos inermes. Hemos de defender esta vía, sometida a multitud de contradicciones. Pero ¿qué te voy a decir si tienes allí a la plana mayor más corrupta de España?

    Saludos.

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  21. Lola, esta tarde me voy a la manifestación del 19-J en Barcelona. Espero encontrarme con mucha gente con deseos de intervenir en la marcha de nuestra sociedad, tras años de apatía. Espero también que los violentos y los infiltrados sean ajenos al desarrollo de la manifestación. Haré acto de presencia y te llevaré también con el pensamiento. Fantasía de cortos también debe estar allí presente.

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  22. Joselu, miles de personas inundan las calles de Madrid y otros lugares para hacer ver su descontento más que justificado con la situación actual. Yo debería estar ahí, lo sé, pero me limito a verles por la tele y participar en algún foro para dar mi simbólico apoyo. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Nadie vio venir tamaño desastre? ¿En qué se han gastado tantos millones de la época de la abundancia? No lo entiendo. Cuando en una familia hay problemas gordos, ¿no se reúnen para buscar la solución entre todos? Nuestros políticos no lo hacen ni de coña, siguen enzarzados en sus absurdas peleas de patio de colegio: "Tú más que yo", "Pues anda que tú..." Y andan tirándose los trastos y disparando con pólvora ajena, pidiéndonos (obligándonos, más bien) que seamos moderados y renunciemos a parte del bienestar logrado hasta ahora con la excusa de "no hay dinero, lo sentimos". Y se cargan el centro de salud de tu barrio, el colegio, los servicios sociales y lo que sea menester sin mover una pestaña. La gente, los trabajadores, todos los que hemos pagado religiosamente un tanto importante año tras año sin posibilidad de escaqueo, protestamos y con razón, pero, ¿servirá de algo? ¿Qué podemos hacer? ¿Votar a quién? Votamos como buenos demócratas (hasta en eso somos obedientes)y ¿para qué? ¿Qué hacen ellos con nuestros votos? Jugar con ellos, se los cambian como los cromos los chavales: te cambio tres por dos y me pongo en el sillón, ¿vale? Y hacen enjuagues y acuerdos sin ninguna vergüenza ni remordimiento, les importa una mierda cuál haya sido la lista más votada, otros pactan y ponen a quien quieren. Ellos hicieron esa ley porque les conviene en algún momento. ¿No es sangrante lo de Extremadura? ¿A qué juega IU? ¿Cómo es posible que entregue la Junta al PP? ¿Alguien lo entiende? ¿En quién vamos a confiar? No quiero pensarlo, pero es verdad lo que dice tus seguidores: pintan bastos, y gordos, se nos acaba vivir bien como hasta ahora, ¿y quién va a pagar por ello? Nadie, bueno, nadie de los de arriba, los culpables de este desastre. Ni siquiera podemos disponer de nuestra nómina sin contar con los bancos. El otro día me enteré de la pasta que cobran por tener una cuenta con poco movimiento. ¿Pero no juegan con ese dinero? ¿Les da trabajo una cuenta que no se mueve? No entiendo nada...
    No sé si queda lugar para la esperanza. No lo veo, no lo veo...
    Un fuerte abrazo, colega.

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  23. Yolanda, yo sí he estado en la concentración en Barcelona. Había mucha gente pero no es la manifestación que se celebró en contra del recorte del Estatut. Había miles de personas pero la clase media tal vez no ha salido. Sí miles de jóvenes, lo cual es esperanzador, y personas a las que se veía concienciadas con la situación del país y del mundo. No había muchos inmigrantes y ningún musulmán que haya visto yo. Quiero decir con esto que la movilización ha sido importante, pero Barcelona y su área metropolitana tiene casi cuatro millones de personas. No obstante, el ambiente era estimulante. A mí me han recorrido escalofríos al sentirme en medio de tanta gente con la que compartías un estado de ánimo y unos razonamientos. No me cabe duda de que la inmensa mayor parte de la gente presente se comunica por las redes sociales, y era significativo que los gritos y la mayor parte de las pancartas eran en castellano. Esto da qué pensar. Ha sido un orgullo estar allí. Me hubiera gustado llevarme a mi hija Lucía pero no ha querido venir. Le tiene miedo a las manifestaciones. Piensa que la polícía nos va a aporrear. Ha sido todo pacífico y se ha pedido reiteradamente la dimisión del conseller de Interior Felip Puig, al que le habrán silbado los oídos. Estoy contento por esta movilización al menos de la parte más sensible de la sociedad. El martes tengo otra manifestación en defensa del consultorio de mi barrio. Esto me recuerda a otros tiempos. La próxima, Yolanda, únete. Te encantará el ambiente y el espíritu que anima a estas concentraciones. Es el tiempo de compartir después de tantos años de individualismo y consumismo desbocado. Y sí, los bancos fueron culpables, pero la sociedad, entre los que estamos también nosotros, no hicimos nada para evitarlo. Quizás sea injusto, pero en estos años anteriores a la crisis se escuchaban pocas voces críticas. Ahora sí, y me gusta sentirme en medio de ellas.

    Un abrazo, colega.

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  24. Joselu, me siento muy cerca de tus vivencias. En mi pueblo, nos hemos unido para protestar, gente muy diferente. No hay inmigrantes, como dices, pero nos apoyan. Tienen miedo, pero están representados por amigos y vecinos que trasladan sus preocupaciones.
    Mucha gente ha salido a la calle, pero muchos se han quedado porque temen represalias laborales. Así como lo oyes. Gente que teme salir en la foto y que el jefe les llame a su despacho.
    Hoy la represión también se circunscribe al ámbito laboral. Sin ir más lejos, también se da en los institutos. La Ley de Autonomía permite prescindir de aquellos que no tienen plaza. Si son reivindicativos, no interesan.
    Siento que nuestro deber es unirnos y luchar por nuestros derechos.

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