Blog poliédrico que no cree que haya una versión canónica de la realidad y que asume la contradicción flagrante como sistema de interpretación del mundo.
El director de la BBC me confunde. Ojalá los presentadores, redactores, publicistas, productores, presentadores, guionistas y demás supieran lo que quiere el público, todos van locos por el share y la cuota de pantalla. En este país hay un sólo personaje que sabe lo que quiere el público, y es el Jorge Javier Vazquez (creo que lo he escrito bien), el del Sálvame, programa que no ha visto nadie y que se lleva un 22% de espectadores. Quizá el de la BBC decía eso porque se imaginaba lo otro, y por lo tanto impedía que formatos similares entraran en la emisora. No lo se. Confieso que en alguna ocasión al cambio de canal, de la 2 al 24 horas, en vez de hacerlo directamente lo he hecho de uno en uno, y me he frenado en el canal de la histeria, los llantos, las amenazas, y la vida y ropa interior de personajes ajados, decrépitos e incluso desalmados, que por 200 euros al día se desnudan y desnudan al vecino para que se les siga contratando para el día siguiente. También he contribuido al share, decir que no es mentir.
Sobre Kraus sólo tenemos que mirar otra vez Salvame. Thalassa, del canal 33 ha desaparecido, y era magnífico, lo veían un 6% de cuota. Las series inglesas del Thames han sido suprimidas, siendo estas de una calidad superior a lo normal. No hay ninguna obra de teatro como antaño los domingos. Recuerdo alguna de los Quinteros. Pero a lo que vamos, ahora manda la publicidad y es la que paga el relleno, por lo cual lo único que se quiere es público y este se pesca al estilo Jorge Javier. Nos gustará o no, pero el tipo domina el asunto de la sangre. salut
Pienso que el grado de desarrollo del populismo de las tendencias en tiempos de que habla el director de la BBC y, ya no digamos, Karl Kraus (la Viena de los años veinte del siglo pasado) no tenía nada que ver con la brutalidad de los medios de hoy en día. Entonces se referían a situaciones todavía meramente insinuadas en la prensa, en la música, en el cine... Hoy sospecho -porque no veo la televisión hace más de diez años- que programas como Sálvame, el que mencionas, tiene que ser vomitivo. Y sí, ciertamente, hay que desconfiar del gusto mayoritario en todos los ámbitos, sean los libros, los programas de televisión, la música -la actual es pobrísima comparada con los años sesenta, setenta u ochenta del siglo pasado-, el cine... Imagino que Kraus no pudo imaginar un desarrollo como el de los últimos veinte años. En todos los ámbitos domina el sensacionalismo, la sangre, el reclamo fácil para excitar la curiosidad y el morbo. Esto es lo que parece interesar a un sector mayoritario de la sociedad. Salut.
La cuestión es que, en parte, ellos, los medios, crean, fomentan y llevan incluso hasta el paroxismo lo que quiere cierto público. Hoy viene un artículo en El País sobre un programa que es muy seguido, según parece. Y luego nos extrañamos. Los medios fabrican productos, juegan con artimañas y tendencias contrapuestas para dar satisfacción no tanto a las ideas de cada cual como al morbo insano de todos. E incluso generan tendencias de voto. Luego no nos extrañemos de dónde sale el voto a la extrema y salvaje etcétera.
Cuando publiqué esta cita, pensé rápidamente en ti, y en lo que dirías. Muchas gracias por tu visita, motivada por una referencia a tu amado Karl Kraus. Llevo un par de meses leyendo la autobiografía de Elias Canetti en la que aparece la figura tronante y demoledora de Kraus en sus célebres conferencias multitudinarias en Viena.
Tienes razón, la sangre, la satisfacción al morbo es tendencia no solo de la extrema (derecha) sino también de la extrema izquierda, los nacionalismos, el animalismo, el feminismo, la LGTBi... Todos los mensajes se dirigen a la psique para estimular no nuestra inteligencia reflexiva como hubiera intentado Brecht sino nuestras pulsiones y resentimientos más profundos. El resentimiento es el arma más aguda jamás inventada. Todo el mundo se halla resentido contra algo y esto lo aprovechan VOX y Podemos. El resentimiento es la apelación a nuestros sentimientos más viscerales y miserables. Hace dos años que decidí desconectarme de las noticias, de las redes sociales, porque era evidente que me manipulaban emocionalmente -incluso las de tendencias similares a las mías-. Tienes razón en que toda la industria se dirige alimentar lo más insano que hay en nosotros. Kraus tenía razón. Salud.
Parto de que se trata de un negocio donde las estrategias puestas en práctica son bastante sofisticadas y sutiles. Por lo tanto, ambas citas parecen ingenuas ante el desarrollo brutal de los medios de comunicación. El periodista y ensayista polaco Ryszard Kapuściński ya afirmó que «cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante». Hoy los productos mediáticos se fabrican según el porcentaje de espectadores lo vaya a consumir. Los ejemplos de grupos de comunicación con cadenas alternativas según los ‘gustos’ políticos que venden en una cadena la opción A y en la otra la opción B, es más que evidente. O la franja dedicada a la juventud, a los ‘triunfitos’, al cotilleo, a los concursos, o al público infantil, es más que evidente. Al público le dan lo que les causa satisfacción a sus mentes ya modeladas por sus niveles de conocimiento, de cultura, de satisfacción. Y aparte está la publicidad que le muestra sus deseos y sueños con un lenguaje robado a la poesía.
Sin duda la idea expresada en la cita es ingenua porque representa un tiempo de hace un siglo en el caso de Karl Kraus, pero que empezaba a vislumbrar un tiempo de masas. El mismo Ortega lo recreó en La rebelión de las masas. En aquel lejano tiempo, era ya notoria la división entre una cultura de masas y otra selectiva. Fellini en los años sesenta pensaba que la televisión representaba la evidencia de la descomposición de la sociedad occidental. Tienes razón en que ahora el desarrollo es mucho más brutal, infinitamente más sofisticado y se tiene al espectador totalmente clasificado. Era una cita ingenua, es cierto. A cada espectador o receptor de información se le habla en el lenguaje que anhela o necesita. Yo dejé las redes sociales porque me angustiaba ser receptor de mensajes de mi misma franja ideológica, y no quiero que me manipule nadie -es ingenuo, lo sé-, ni siquiera quienes piensan parecido a mí. Y es muy lúcido lo que dices sobre que la publicidad utiliza un lenguaje y sueños robados a la poesía. Gracias por tu aportación.
Leo con atención todas las aportaciones de los comentarios que me preceden, y cada una es certera desde las diferentes perspectivas que exponen, esto viene a decir que estamos ante una cuestión poliédrica, con varias aristas.
Me interesa mucho lo concerniente a los medios de comunicación y su imbricación social, de hecho me licencié en Ciencias de la Información, empecé Periodismo y en tercero me pasé a la licenciatura de Publicidad y Relaciones Públicas (en la Complutense de Madrid). Pero dejé el gremio.
La BBC, como televisión pública, ha sido siempre un referente en cuanto a medio de divulgación e informativo, esto último manteniendo un complicado equilibrio de neutralidad. Pero cumplían su objetivo, ser canales de conocimiento, información y divulgación.
Las televisiones públicas cumplían su finalidad, pero han dependido del presupuesto para Cultura y Educación de los Estados, y en muchos países esta partida presupuestaria no deja de menguar hasta lo ridículo. Aunque reitero que su objetivo no era tanto la rentabilidad comercial como el servicio cultural hacia la sociedad.
Con la irrupción de la televisión privada se introduce una variable relevante, ahora pertenecen a grandes corporaciones financieras, y el fin fundamental es la rentabilidad comercial, sin más, pues las estrategias comerciales se han convertido en las entrañas de estos medios. Y como leo en uno de los ensayos que tengo en casa (ya digo que has traído un tema que me interesa mucho, y tengo abundante material, empezando por Ryszard Kapuściński, ya que ha sido citado, y pasando por clásicos en la materia como J. T. Klapper):
“Los medios de comunicación dependen cada vez más del dinero que proporciona la publicidad, lo cual conduce a una política de alcanzar un público numeroso lo más rápidamente posible, para, de este modo, atraer y retener a las firmas comerciales. (…) Todos los fines fundamentales de la comunicación –lograr que se comparta la experiencia humana- se subordinan a este impulso de vender.”
Fuente: “Los medios de Comunicación Social” de Raymond Williams.
Joselu, he trabajo durante diez años en los entresijos de una famosa televisión privada, te aseguro que se gastan cantidades ingentes de dinero en estudios de mercado sobre hábitos de consumo en la población, estudios de audiencia, análisis de públicos objetivos, estrategias de persuasión y otras historias… para conseguir audiencias jugosas en los Sálvame de turno y otros productos; un cebo muy goloso para la publicidad, y unos beneficios que suplen con creces lo gastado en esos estudios de mercado.
Sí, todo, o casi todo, vale por la audiencia, sin ella no hay publicidad, y sin publicidad se acabó la pasta gansa.
Dicho de otro modo, la información sólo es útil como entretenimiento. Si los hechos no causan gracia, ni miedo, ni generan dinero, al diablo con ellos. Se me pone el vello como escarpias!
Mi aprecido Paco Castillo: No he leído los autores que nos citas, tiene cierta lógica al ser autores especialistas en una materia concreta, pero si han caído en mis manos otros, algunos con argumentos económicos, filosóficos e incluso teológicos. En el comienzo a JOSELU excribo: "Ojalá los presentadores, redactores, publicistas, productores, presentadores, guionistas y demás supieran lo que quiere el público..." porque no se, pero intuyo la cantidad de dinero que se gastan para saber que deseamos, y si no lo deseamos, que hacer para abrir el apetito del deseo. Tampoco es difícil discernirlo. Google, Facebook, Tuitter, Waps App están a la caza de información constante para venderla al mejor postor. Una cosa es segura ¿Qué informativo es el puntero en España? El del Piqueras (tiene más de morbo que de informativo. ¿Porqué El Ferreras gana cuota de pantalla?, porque ametralla constantemente con el ¡atención¡, como si fuera primicia todo lo que da, y no deja pensar al espectador. ¿Porqué Sálvame que cuesta una "M" de producir, o sea nada, es lider?, porque en general se desea saber intimidades, ver lloros, bajar del pedestal a quien antes hemos subido, destronar reinas y suplirlas, y eso lo hace el pueblo llano...de lo que no se acuerda el del Sálvame es que no hay tirano que cien años dure, ni Robespierre que no guillotinen, al tiempo. Así que las buenas series, que las hay, entran en declive delante de tanto cambio constante, tanta información rápida y tanta fake que también interponen para entretenimiento de la "masa", que es como nos consideran en el share. salut
Hola, Miquel. El inicio de tu primer comentario es un fotografía nitida de lo que acontece en tantas reuniones de los profesionales televisivos. Salut!
Paco, tu información, como la de FMOP, es de primera mano pues conocéis el mundo informativo como protagonistas. La ecuación que estableces entre publicidad, share y financiación es incontestable. Y está claro que se aprovechan demagógicamente los filones informativos como el del COVID, crónicas de sucesos, disputas políticas -ahora la presencia de Podemos+Vox es un verdadero magma informativo- para intentar llegar a un público al que se convierte en sediento de carnaza, indignación, sangre, miedo... Sin duda, el nivel emocional -el más poderoso que nos conforma- es ampliamente trabajado para producir en nosotros emociones varias para tenernos atrapados. Como señalo, el miedo y la indignación son emociones poderosísimas que se nos ofrecen psíquicamente como alimento de las pulsiones básicas. Nos conocen perfectamente, como bien dices hay tanta inversión en conocernos que somos como ratoncillos inconscientes de laboratorio. Todo está dirigido a captar nuestra atención y apresar nuestras emociones. Las redes sociales, la prensa, la televisión, la publicidad, las series...
Personalmente he sido lector de El País durante más treinta y cinco años en el formato de papel. Hace cuatro, dejé de comprar prensa y, poco a poco, me he ido alejando de las noticias, más en una época de tendencias muy radicales y el auge del nacionalismo independentista. Me he blindado frente a la manipulación emocional dejando todas las influencias que he podido obviar. Ni redes sociales ni noticias de ningún tipo salvo culturales.
Ahora la prensa está dando un salto muy peligroso al aspirar a conseguir suscriptores que paguen por la información. Sin suscriptores, los medios no puede subsistir; la publicidad, además, condiciona. Pienso que lo tienen difícil y que muchos medios estarán condenados a la desaparición pues la gente no va a pagar por información de modo general cuando se pueden conseguir estímulos emocionales en las redes sociales llenos de sangre y vísceras.
Un día debatíamos sobre si el ser humano estaba controlado o no. Para mí, el mecanismo que detallas tan acertadamente es una muestra de los terribles condicionamientos que sufrimos como ciudadanos. Carecemos de una información fiable que no busque hacernos partícipes emocionales y retenernos para recibir masivamente publicidad.
Muchas gracias por tu información precisa y buen conocedora del tema. Un cálido abrazo.
Marybel Gaalaz, creo que lo has sintetizado bien. Se estimulan los niveles más primarios del espectador para tenerlo atrapado. Las masas siempre han estado sedientas de entretenimiento desde la Roma antigua en el circo donde también había sangre y vísceras a la vista del público. No es algo nuevo pero sí utilizado de un modo tan rastrero y masivo que el ciudadano apenas puede desasirse. Queremos que nos entretengan y ellos están dispuestos a darnos espectáculo. Mario Vargas Llosa tiene un libro que se titula La civilización del espectáculo. Pues eso. ¡Qué siga la función!
Es una buena frase. Es importante saber lo que quiere el público, y la decisión de satisfacer sus instintos bajos o negarse a ello y tratar de elevarlo corre a cargo del comunicador. Es una decisión moral. Un saludo, Joselu.
Artísticamente es un dilema importante. En mi ejercicio como profesor, en los últimos veinte años, se me decía que había que dar basura como lectura a mis alumnos porque así se acostumbrarían al ejercicio de masticar. Lo que no me decían es si esto algún día les llevaría a leer Los hermanos Karamázov o Hamlet. Yo estaba seguro que no, pero había que hacerlos masticar y no asustarlos con verdadera literatura. Si era una decisión moral, estaba clara la perspectiva de las autoridades, de las editoriales, de mi director y, lo peor, de mis alumnos. Un saludo, Javi, muchas gracias por tu visita.
Dices: "Ahora la prensa está dando un salto muy peligroso al aspirar a conseguir suscriptores que paguen por la información". Aunque sé que este no es el tema de tu entrada, no puedo por menos exponer que para mí esta sí puede ser la ‘salvación’ de cierta prensa decente y honesta con la información. Como ejemplo está el diario.es donde conozco a algunos de los profesionales que forman su plantilla y que me merecen bastante confianza. Los costes de las ediciones digitales son menos gravosos que cuando se trata de papel, eso contribuye en algo a su supervivencia. Cuanto mayor sea la independencia económica la correlación con el poder será más débil, es lo que entiendo.
Respetando el sentido de tus palabras, intuyo que este propósito de hacer viable la prensa mediante suscripciones no tendrá éxito. Yo he sido lector y suscriptor de El País desde el año 77 al 2016. Lo compraba cada día, sin faltar ni uno, pero un día dije que nunca más. Lo compaginaba con prensa digital de diversas tendencias y enfoques. Por eso entiendo que el lector actual no está ligado a un solo medio informativo. El País ni Diario.es o ABC o El Confidencial o El Mundo no tienen suficiente capacidad de arrastre como para pagar un suscriptor la cuota de suscripcion por separado. Nos hemos acostumbrado a una información múltiple y no vamos a pagar un paquete de un solo medio. Y pagar seis o siete o diez suscripciones queda fuera de lo lógico y esperable. Los medios se hundirán porque no conseguirán el número mínimo de suscriptores por honestos que sean los empeños -y presupongo que todos lo son desde su particular ángulo ideológico-. Nos han dado la prensa gratis durante más de veinte años y ahora creen que los vamos a seguir. Por mi parte no. No me interesan las noticias salvo las culturales o científicas. No voy a pagar a ningún medio un solo paquete. Pienso que la evolución lógica es que se formen paquetes de diversos medios, incluso internacionales que ahora se pueden leer por el traductor de Google. No tienes sentido esta forma de enfocar el tema. Fracasarán.
Es posible que todo esté abocado al fracaso, incluida la vida misma, no te digo que no, pero este es el ejemplo de diario.es: https://www.eldiario.es/escolar/cuentas_6_1043655656.html Un periódico que se debe a su comunidad: las cuentas de eldiario.es en 2019 eldiario.es supera los 56.000 socios, dispara su audiencia un 76,9% y mantiene su solvencia económica
El director de la BBC me confunde.
ResponderEliminarOjalá los presentadores, redactores, publicistas, productores, presentadores, guionistas y demás supieran lo que quiere el público, todos van locos por el share y la cuota de pantalla.
En este país hay un sólo personaje que sabe lo que quiere el público, y es el Jorge Javier Vazquez (creo que lo he escrito bien), el del Sálvame, programa que no ha visto nadie y que se lleva un 22% de espectadores.
Quizá el de la BBC decía eso porque se imaginaba lo otro, y por lo tanto impedía que formatos similares entraran en la emisora.
No lo se.
Confieso que en alguna ocasión al cambio de canal, de la 2 al 24 horas, en vez de hacerlo directamente lo he hecho de uno en uno, y me he frenado en el canal de la histeria, los llantos, las amenazas, y la vida y ropa interior de personajes ajados, decrépitos e incluso desalmados, que por 200 euros al día se desnudan y desnudan al vecino para que se les siga contratando para el día siguiente.
También he contribuido al share, decir que no es mentir.
Sobre Kraus sólo tenemos que mirar otra vez Salvame.
Thalassa, del canal 33 ha desaparecido, y era magnífico, lo veían un 6% de cuota.
Las series inglesas del Thames han sido suprimidas, siendo estas de una calidad superior a lo normal.
No hay ninguna obra de teatro como antaño los domingos. Recuerdo alguna de los Quinteros.
Pero a lo que vamos, ahora manda la publicidad y es la que paga el relleno, por lo cual lo único que se quiere es público y este se pesca al estilo Jorge Javier.
Nos gustará o no, pero el tipo domina el asunto de la sangre.
salut
Pienso que el grado de desarrollo del populismo de las tendencias en tiempos de que habla el director de la BBC y, ya no digamos, Karl Kraus (la Viena de los años veinte del siglo pasado) no tenía nada que ver con la brutalidad de los medios de hoy en día. Entonces se referían a situaciones todavía meramente insinuadas en la prensa, en la música, en el cine... Hoy sospecho -porque no veo la televisión hace más de diez años- que programas como Sálvame, el que mencionas, tiene que ser vomitivo. Y sí, ciertamente, hay que desconfiar del gusto mayoritario en todos los ámbitos, sean los libros, los programas de televisión, la música -la actual es pobrísima comparada con los años sesenta, setenta u ochenta del siglo pasado-, el cine... Imagino que Kraus no pudo imaginar un desarrollo como el de los últimos veinte años. En todos los ámbitos domina el sensacionalismo, la sangre, el reclamo fácil para excitar la curiosidad y el morbo. Esto es lo que parece interesar a un sector mayoritario de la sociedad. Salut.
EliminarLa cuestión es que, en parte, ellos, los medios, crean, fomentan y llevan incluso hasta el paroxismo lo que quiere cierto público. Hoy viene un artículo en El País sobre un programa que es muy seguido, según parece. Y luego nos extrañamos. Los medios fabrican productos, juegan con artimañas y tendencias contrapuestas para dar satisfacción no tanto a las ideas de cada cual como al morbo insano de todos. E incluso generan tendencias de voto. Luego no nos extrañemos de dónde sale el voto a la extrema y salvaje etcétera.
ResponderEliminarhttps://elpais.com/television/2020-06-26/salvame-y-vox-se-pegan-donde-mas-duele-los-votos-y-el-dinero.html
Salud.
Cuando publiqué esta cita, pensé rápidamente en ti, y en lo que dirías. Muchas gracias por tu visita, motivada por una referencia a tu amado Karl Kraus. Llevo un par de meses leyendo la autobiografía de Elias Canetti en la que aparece la figura tronante y demoledora de Kraus en sus célebres conferencias multitudinarias en Viena.
EliminarTienes razón, la sangre, la satisfacción al morbo es tendencia no solo de la extrema (derecha) sino también de la extrema izquierda, los nacionalismos, el animalismo, el feminismo, la LGTBi... Todos los mensajes se dirigen a la psique para estimular no nuestra inteligencia reflexiva como hubiera intentado Brecht sino nuestras pulsiones y resentimientos más profundos. El resentimiento es el arma más aguda jamás inventada. Todo el mundo se halla resentido contra algo y esto lo aprovechan VOX y Podemos. El resentimiento es la apelación a nuestros sentimientos más viscerales y miserables. Hace dos años que decidí desconectarme de las noticias, de las redes sociales, porque era evidente que me manipulaban emocionalmente -incluso las de tendencias similares a las mías-. Tienes razón en que toda la industria se dirige alimentar lo más insano que hay en nosotros. Kraus tenía razón. Salud.
Parto de que se trata de un negocio donde las estrategias puestas en práctica son bastante sofisticadas y sutiles. Por lo tanto, ambas citas parecen ingenuas ante el desarrollo brutal de los medios de comunicación. El periodista y ensayista polaco Ryszard Kapuściński ya afirmó que «cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante». Hoy los productos mediáticos se fabrican según el porcentaje de espectadores lo vaya a consumir. Los ejemplos de grupos de comunicación con cadenas alternativas según los ‘gustos’ políticos que venden en una cadena la opción A y en la otra la opción B, es más que evidente. O la franja dedicada a la juventud, a los ‘triunfitos’, al cotilleo, a los concursos, o al público infantil, es más que evidente. Al público le dan lo que les causa satisfacción a sus mentes ya modeladas por sus niveles de conocimiento, de cultura, de satisfacción. Y aparte está la publicidad que le muestra sus deseos y sueños con un lenguaje robado a la poesía.
ResponderEliminarSin duda la idea expresada en la cita es ingenua porque representa un tiempo de hace un siglo en el caso de Karl Kraus, pero que empezaba a vislumbrar un tiempo de masas. El mismo Ortega lo recreó en La rebelión de las masas. En aquel lejano tiempo, era ya notoria la división entre una cultura de masas y otra selectiva. Fellini en los años sesenta pensaba que la televisión representaba la evidencia de la descomposición de la sociedad occidental. Tienes razón en que ahora el desarrollo es mucho más brutal, infinitamente más sofisticado y se tiene al espectador totalmente clasificado. Era una cita ingenua, es cierto. A cada espectador o receptor de información se le habla en el lenguaje que anhela o necesita. Yo dejé las redes sociales porque me angustiaba ser receptor de mensajes de mi misma franja ideológica, y no quiero que me manipule nadie -es ingenuo, lo sé-, ni siquiera quienes piensan parecido a mí. Y es muy lúcido lo que dices sobre que la publicidad utiliza un lenguaje y sueños robados a la poesía. Gracias por tu aportación.
EliminarLeo con atención todas las aportaciones de los comentarios que me preceden, y cada una es certera desde las diferentes perspectivas que exponen, esto viene a decir que estamos ante una cuestión poliédrica, con varias aristas.
ResponderEliminarMe interesa mucho lo concerniente a los medios de comunicación y su imbricación social, de hecho me licencié en Ciencias de la Información, empecé Periodismo y en tercero me pasé a la licenciatura de Publicidad y Relaciones Públicas (en la Complutense de Madrid). Pero dejé el gremio.
La BBC, como televisión pública, ha sido siempre un referente en cuanto a medio de divulgación e informativo, esto último manteniendo un complicado equilibrio de neutralidad. Pero cumplían su objetivo, ser canales de conocimiento, información y divulgación.
Las televisiones públicas cumplían su finalidad, pero han dependido del presupuesto para Cultura y Educación de los Estados, y en muchos países esta partida presupuestaria no deja de menguar hasta lo ridículo. Aunque reitero que su objetivo no era tanto la rentabilidad comercial como el servicio cultural hacia la sociedad.
Con la irrupción de la televisión privada se introduce una variable relevante, ahora pertenecen a grandes corporaciones financieras, y el fin fundamental es la rentabilidad comercial, sin más, pues las estrategias comerciales se han convertido en las entrañas de estos medios.
Y como leo en uno de los ensayos que tengo en casa (ya digo que has traído un tema que me interesa mucho, y tengo abundante material, empezando por Ryszard Kapuściński, ya que ha sido citado, y pasando por clásicos en la materia como J. T. Klapper):
“Los medios de comunicación dependen cada vez más del dinero que proporciona la publicidad, lo cual conduce a una política de alcanzar un público numeroso lo más rápidamente posible, para, de este modo, atraer y retener a las firmas comerciales. (…)
Todos los fines fundamentales de la comunicación –lograr que se comparta la experiencia humana- se subordinan a este impulso de vender.”
Fuente: “Los medios de Comunicación Social” de Raymond Williams.
Joselu, he trabajo durante diez años en los entresijos de una famosa televisión privada, te aseguro que se gastan cantidades ingentes de dinero en estudios de mercado sobre hábitos de consumo en la población, estudios de audiencia, análisis de públicos objetivos, estrategias de persuasión y otras historias… para conseguir audiencias jugosas en los Sálvame de turno y otros productos; un cebo muy goloso para la publicidad, y unos beneficios que suplen con creces lo gastado en esos estudios de mercado.
Sí, todo, o casi todo, vale por la audiencia, sin ella no hay publicidad, y sin publicidad se acabó la pasta gansa.
Una cuestión extensa…
Un abrazo.
Dicho de otro modo, la información sólo es útil como entretenimiento. Si los hechos no causan gracia, ni miedo, ni generan dinero, al diablo con ellos.
EliminarSe me pone el vello como escarpias!
Mi aprecido Paco Castillo:
EliminarNo he leído los autores que nos citas, tiene cierta lógica al ser autores especialistas en una materia concreta, pero si han caído en mis manos otros, algunos con argumentos económicos, filosóficos e incluso teológicos.
En el comienzo a JOSELU excribo: "Ojalá los presentadores, redactores, publicistas, productores, presentadores, guionistas y demás supieran lo que quiere el público..." porque no se, pero intuyo la cantidad de dinero que se gastan para saber que deseamos, y si no lo deseamos, que hacer para abrir el apetito del deseo. Tampoco es difícil discernirlo. Google, Facebook, Tuitter, Waps App están a la caza de información constante para venderla al mejor postor.
Una cosa es segura ¿Qué informativo es el puntero en España? El del Piqueras (tiene más de morbo que de informativo. ¿Porqué El Ferreras gana cuota de pantalla?, porque ametralla constantemente con el ¡atención¡, como si fuera primicia todo lo que da, y no deja pensar al espectador. ¿Porqué Sálvame que cuesta una "M" de producir, o sea nada, es lider?, porque en general se desea saber intimidades, ver lloros, bajar del pedestal a quien antes hemos subido, destronar reinas y suplirlas, y eso lo hace el pueblo llano...de lo que no se acuerda el del Sálvame es que no hay tirano que cien años dure, ni Robespierre que no guillotinen, al tiempo.
Así que las buenas series, que las hay, entran en declive delante de tanto cambio constante, tanta información rápida y tanta fake que también interponen para entretenimiento de la "masa", que es como nos consideran en el share.
salut
Hola, Miquel. El inicio de tu primer comentario es un fotografía nitida de lo que acontece en tantas reuniones de los profesionales televisivos.
EliminarSalut!
Paco, tu información, como la de FMOP, es de primera mano pues conocéis el mundo informativo como protagonistas. La ecuación que estableces entre publicidad, share y financiación es incontestable. Y está claro que se aprovechan demagógicamente los filones informativos como el del COVID, crónicas de sucesos, disputas políticas -ahora la presencia de Podemos+Vox es un verdadero magma informativo- para intentar llegar a un público al que se convierte en sediento de carnaza, indignación, sangre, miedo... Sin duda, el nivel emocional -el más poderoso que nos conforma- es ampliamente trabajado para producir en nosotros emociones varias para tenernos atrapados. Como señalo, el miedo y la indignación son emociones poderosísimas que se nos ofrecen psíquicamente como alimento de las pulsiones básicas. Nos conocen perfectamente, como bien dices hay tanta inversión en conocernos que somos como ratoncillos inconscientes de laboratorio. Todo está dirigido a captar nuestra atención y apresar nuestras emociones. Las redes sociales, la prensa, la televisión, la publicidad, las series...
EliminarPersonalmente he sido lector de El País durante más treinta y cinco años en el formato de papel. Hace cuatro, dejé de comprar prensa y, poco a poco, me he ido alejando de las noticias, más en una época de tendencias muy radicales y el auge del nacionalismo independentista. Me he blindado frente a la manipulación emocional dejando todas las influencias que he podido obviar. Ni redes sociales ni noticias de ningún tipo salvo culturales.
Ahora la prensa está dando un salto muy peligroso al aspirar a conseguir suscriptores que paguen por la información. Sin suscriptores, los medios no puede subsistir; la publicidad, además, condiciona. Pienso que lo tienen difícil y que muchos medios estarán condenados a la desaparición pues la gente no va a pagar por información de modo general cuando se pueden conseguir estímulos emocionales en las redes sociales llenos de sangre y vísceras.
Un día debatíamos sobre si el ser humano estaba controlado o no. Para mí, el mecanismo que detallas tan acertadamente es una muestra de los terribles condicionamientos que sufrimos como ciudadanos. Carecemos de una información fiable que no busque hacernos partícipes emocionales y retenernos para recibir masivamente publicidad.
Muchas gracias por tu información precisa y buen conocedora del tema. Un cálido abrazo.
Marybel Gaalaz, creo que lo has sintetizado bien. Se estimulan los niveles más primarios del espectador para tenerlo atrapado. Las masas siempre han estado sedientas de entretenimiento desde la Roma antigua en el circo donde también había sangre y vísceras a la vista del público. No es algo nuevo pero sí utilizado de un modo tan rastrero y masivo que el ciudadano apenas puede desasirse. Queremos que nos entretengan y ellos están dispuestos a darnos espectáculo. Mario Vargas Llosa tiene un libro que se titula La civilización del espectáculo. Pues eso. ¡Qué siga la función!
EliminarEs una buena frase. Es importante saber lo que quiere el público, y la decisión de satisfacer sus instintos bajos o negarse a ello y tratar de elevarlo corre a cargo del comunicador. Es una decisión moral. Un saludo, Joselu.
ResponderEliminarArtísticamente es un dilema importante. En mi ejercicio como profesor, en los últimos veinte años, se me decía que había que dar basura como lectura a mis alumnos porque así se acostumbrarían al ejercicio de masticar. Lo que no me decían es si esto algún día les llevaría a leer Los hermanos Karamázov o Hamlet. Yo estaba seguro que no, pero había que hacerlos masticar y no asustarlos con verdadera literatura. Si era una decisión moral, estaba clara la perspectiva de las autoridades, de las editoriales, de mi director y, lo peor, de mis alumnos. Un saludo, Javi, muchas gracias por tu visita.
EliminarDices: "Ahora la prensa está dando un salto muy peligroso al aspirar a conseguir suscriptores que paguen por la información".
ResponderEliminarAunque sé que este no es el tema de tu entrada, no puedo por menos exponer que para mí esta sí puede ser la ‘salvación’ de cierta prensa decente y honesta con la información. Como ejemplo está el diario.es donde conozco a algunos de los profesionales que forman su plantilla y que me merecen bastante confianza. Los costes de las ediciones digitales son menos gravosos que cuando se trata de papel, eso contribuye en algo a su supervivencia. Cuanto mayor sea la independencia económica la correlación con el poder será más débil, es lo que entiendo.
Respetando el sentido de tus palabras, intuyo que este propósito de hacer viable la prensa mediante suscripciones no tendrá éxito. Yo he sido lector y suscriptor de El País desde el año 77 al 2016. Lo compraba cada día, sin faltar ni uno, pero un día dije que nunca más. Lo compaginaba con prensa digital de diversas tendencias y enfoques. Por eso entiendo que el lector actual no está ligado a un solo medio informativo. El País ni Diario.es o ABC o El Confidencial o El Mundo no tienen suficiente capacidad de arrastre como para pagar un suscriptor la cuota de suscripcion por separado. Nos hemos acostumbrado a una información múltiple y no vamos a pagar un paquete de un solo medio. Y pagar seis o siete o diez suscripciones queda fuera de lo lógico y esperable. Los medios se hundirán porque no conseguirán el número mínimo de suscriptores por honestos que sean los empeños -y presupongo que todos lo son desde su particular ángulo ideológico-. Nos han dado la prensa gratis durante más de veinte años y ahora creen que los vamos a seguir. Por mi parte no. No me interesan las noticias salvo las culturales o científicas. No voy a pagar a ningún medio un solo paquete. Pienso que la evolución lógica es que se formen paquetes de diversos medios, incluso internacionales que ahora se pueden leer por el traductor de Google. No tienes sentido esta forma de enfocar el tema. Fracasarán.
EliminarEs posible que todo esté abocado al fracaso, incluida la vida misma, no te digo que no, pero este es el ejemplo de diario.es: https://www.eldiario.es/escolar/cuentas_6_1043655656.html Un periódico que se debe a su comunidad: las cuentas de eldiario.es en 2019
ResponderEliminareldiario.es supera los 56.000 socios, dispara su audiencia un 76,9% y mantiene su solvencia económica
Este vídeo lo grabé hace unos años CLARO QUE PODEMOS
EliminarMuy probablemente en esos rostros, en esos primeros planos, puedes encontrar a muchos de los suscriptores de Diario.es