La tribu es un concepto etnológico que se aplica a grupos
ligados sanguínea y culturalmente, pero tiene un sentido más amplio que podemos
considerar figurado ya que puede referirse también como concepto social para
designar la Weltanschauung (cosmovisión)
de una sociedad. Una sociedad con sus mitos y sus demonios, una sociedad con su
conjunto de afinidades, creencias, valores y rechazos. Algunos conscientes y
otros inconscientes. Una sociedad que se considera pueblo elegido por creer ser mejor que las tribus que la rodean es
un fenómeno interesante para observar y describir especialmente si uno vive en
medio de ella pero no participa de su cosmovisión. Esta es una situación
complicada porque uno está rodeado de personas que tienen una conciencia común
de destino colectivo, de percepción de una historia épica y conflictiva curtida
en el sufrimiento y en la resistencia. Es difícil oponerse a esta visión que se
enraíza en el mito ancestral de un tiempo puro antes de la llegada de los
opresores.
El pueblo –que sufre la opresión y la explotación en su
conciencia- es consciente de la injusticia cósmica que se ha hecho con él.
¿Cómo no va a ser así si todos sienten del mismo modo? Y tienen los mismos
valores y mitos Un pueblo así tiende a la uniformidad sentimental, a las
vibraciones colectivas compartidas, a los colores, a las banderas, a los
himnos, a la percepción común de una realidad inequívoca para la que se genera
un lenguaje lleno de tautologías y demostraciones que no dan lugar a ninguna
duda. Los mejores dialécticos de la tribu tejen un argumentario tan sólido que
es imposible no creer que es la única visión posible. Fuera de ella, solo está
la maldad del enemigo exterior que busca por todos los caminos la destrucción y
el aniquilamiento del ethos
colectivo. El ser individual forma parte de un organismo superior que lo
engloba, que lo integra dándole sentido en el caos del mundo, y le ayuda a
resistir frente a la malignidad exterior del opresor. El nosotros nunca es
atacante, no, siempre actúa con justicia y en propia defensa, la defensa de la
dignidad. El nosotros es débil ante la brutalidad del enemigo, así que solo
queda como fuerza la unidad, la homogeneidad, la vibración común ante la fuerza
tosca y grosera del enemigo que es despreciado porque el nosotros colectivo se
sabe mejor en todos los sentidos que ese agresor atávico y reaccionario al que
hay que enseñar a despreciar desde todos los frentes, en especial en las
escuelas donde se forman los cachorros de la tribu. Hay que hacerles sentir especiales,
hay que educar a los hijos en el sentimiento de Patria grande, una patria
cálida y acogedora que tiene por delante un destino que hay que forjar. El
futuro es de la tribu y hay que alcanzarlo con unidad y astucia, hay que
engañar a ese enemigo pérfido que en el fondo es ignorante y elemental.
Todo vale en la batalla. Cualquier arma es buena si es alzada
por los ideólogos de la tribu. Y hay que crear una tupida malla de defensa que
exorcice a los traidores, a los colaboradores con el enemigo... frente a los
cuales solo queda el desprecio y el desdén. Y si algún día el enemigo en una
nueva maniobra distractora quiere ganárselos concediéndoles premios o
prebendas, hay que reaccionar al unísono. Del enemigo no se quiere ningún
regalo, se renuncia a sus caramelos, se los desprecia, se arrojan lejos con altivez. Lo que simboliza el enemigo, esa entidad brutal que tanto
daño ha hecho como colectivo, es objeto de burla, de ridiculización, de
mofa para que ningún cachorro de la tribu sea tan mezquino de quererse
identificar con sus valores. Y ese mismo nombre de la nación enemiga hay que
evitarlo, hay que cosificarlo como algo feo, desagradable, cargarlo de
emociones negativas frente al dulce nombre de la patria que representa la
racionalidad, la hermosura, la justicia, la pureza inmarcesible, la felicidad
de una vida libre en el momento que se pueda deshacer de esa bota grosera y
rústica, cuartelaria, fascista.
"Y el momento decisivo va llegando, la historia se abrirá a
la racionalidad entre dolores de parto... Pronto nos desharemos de ellos y
estaremos solos con nuestro destino entre nuestras manos. Y ese día será feliz,
reinará el arco iris, habrá helado en todos los hogares todos los días, y
nuestra patria será dichosa, libre, rica, justa, democrática, pura. El tiempo
se está acercando a lo irremediable pero nuestra fuerza y nuestra astucia se
impondrá ante la conciencia mundial de que nuestra voluntad es ser libres y no
esclavos. Todo lo que hemos hecho en la historia ha sido ejercer dicha astucia
ante un enemigo deforme y feo al que hemos engañado sistemáticamente. Cuando
era más fuerte que nosotros, simulábamos complacerlo para obtener beneficios
que llegaban a nuestras arcas; cuando el enemigo intentó racionalizarse,
simulamos también el pacto para distraerlo, y cuando el enemigo se ha hecho
débil y nosotros hemos crecido, es el momento de impulsar la historia hacia la
libertad y empujarlo con desdén hacia la nada pues nada tiene en su alma de
destructor de pueblos a los que quiso sojuzgar. Ahora es la hora de decidir, de
avanzar como pueblo, como conciencia cívica y colectiva. Ahora es la hora de
aplastar todo lo que se oponga a nuestro avance. Nuestra artillería conceptual,
nuestras asociaciones, nuestra red organizada de resistencia está forjada y
funcionando a plena velocidad. Las hoces deben cortar cabezas, no físicas sino
intelectuales, decapitar todo pensamiento anómalo que se escape de lo que
quiere el Volk que ya a paso decidido se encamina hacia el horizonte luminoso y
lleno de color que es la Independencia".
Uno de los problemas de España es que hay demasiadas patrias y poco Estado. Las patrias es lo irracional, lo sentimental; el Estado es lo practico, la Sanidad, La Educacion, las Carreteras, las pensiones, el desempleo, la redistribucion de recursos y el impulso necesario a la actividad humana provechosa. La bandera se la quedan siempre los mismos y aqui nos han engañado demasiadas veces con este tema.
ResponderEliminar"Una sociedad que se considera pueblo elegido por creer ser mejor que las tribus que la rodean es un fenómeno interesante para observar y describir especialmente si uno vive en medio de ella pero no participa de su cosmovisión" - sí, Joselu, siempre que no te obliguen a participar (por supuesto, tu diagnóstico es digno del mismísimo Dr House). ¿No será el último párrafo fragmento de algún libro de texto? Porque parece sacado de "Mein Kampf". El 9 de noviembre de 1989 cayó el Muro, pero la noche del 9 a 10 de noviembre de 1938 se produjo la llamada Noche de los Cristales Rotos.
ResponderEliminarSaludos
Joselu, es un texto valiente, viviendo en Cataluña. Incluso aunque esté explicado en un lenguaje q los mas ignorantes no puedan entender claramente. Si no ahora, al comienzo, dinos al menos al final de donde esta sacado el impresionante, inteligente y peligroso texto entrecomillado.
ResponderEliminarInsertar aquí el texto entrecomillado creo q ademas es una muestra de astucia por tu parte. Un modo de protegerte de la horda mas salvaje. Siempre podrás decir q expones el punto de vista de las dos partes. Y de algún modo es cierto.
ResponderEliminarMadre mía Joselu, desde luego valor no te falta, publicar este texto hoy. Suscribo cada una de tus palabras. Me he sentido exactamente igual que tú con respecto a este tema. Y ahora ta van a cae Ostias de todos lados, te van a tachar de facha, de nacionalista español, de ser seguidor del PP, en fin, que te voy a contar que no hayas vivido ya en estos meses.
ResponderEliminarCuriosamente, a propósito de las hoces, revisando el Corpus de sangre, sin demasiada profundidad, me quedé con la copla de inclinarse por los franceses para oponerse a los españoles. Y los franceses vinieron, en efecto, pero, además de ocupar la administración, instalaran también comercios y cometían, en efecto, sus desmanes en las pequeñas poblaciones. La reacción antifrancesa la iniciaron precisamente los comerciantes que no podían soportar una competencia como la de los "gabachos". Es decir, que hicieron el típico viaje de Guatemala... "Volver a España" fue un alivio de consideración. Pues por ahí iría lo de la secesión, pero ahora con el agravante de que no tendrían ni un interesado francés que quisiera "hacerse cargo de sus desvaríos". Yo escribo con la seguridad que me da el ser pensionista del estado español, algo que, en una Cataluña independiente, seguiría siendo, aunque me convirtieran en extranjero. Ahora bien, los que renunciaran a la nacionalidad española y quisiera cobrar idéntica paga de la Particularidad secesionista, no sé yo qué iban a encontrar. Recientemente, en Kiev han decidido dejar de pagar las pensiones -que no deben de ser muy boyantes- a los prorrusos secesionistas. Estoy deseando leer la continuación, de aquí a un par de meses, de esa noticia, porque es desde esos detalles desde donde uno puede hacer una valoración abrochada a la realidad.
ResponderEliminarCreí, al principio, fíjate, que el último párrafo lo habías sacado de Mein Kampft..., porque los hay tan parecidos... Un día de estos me recuerdo que le tendré que dedicar una entrada en mi Diario.
Joselu, ahora hay demasiado ruido, es conveniente dejar que las aguas se remansen. Mientras tanto, no estaría de más recordar a algunos que vivimos en un estado de derecho, democrático y constitucional que no puede uno saltarse a la torera sin que tenga consecuencias. Buena y valiente entrada. Un abrazo, Javier.
ResponderEliminarMagistral y pragmática lección sobre la manipulación emocional de cualquier pueblo cuando lo que siempre encontramos al final de cualquier movida política son motivaciones económicas. Ojala fueran culturales, pero no, que no convienen, aunque se proclame lo contrario, si bien cultura en miseria debe ser algo durísimo.
ResponderEliminarNo tengo mucho que ampliar porque has expresado algo que comparto.
ResponderEliminarPensemos que el concepto tribal es el que permitió a los judíos sobrevivir a lo largo de la historia. Esa idea de ser el pueblo elegido es muy consoladora cuanto te estás puteando por todas partes y el cristianismo hizo muy bien copiándola con esa fantasía de la vida eterna en que los agraviados encontrarán al fin consuelo.
El romanticismo alemán copio la idea y luego se extendió como un virus letal por toda Europa. Los alemanes pueblo elegido, los italianos pueblo elegido, los catalanes pueblo elegido, los gallegos pueblo elegido, los vascos pueblo elegido y encima con cromosomas cambiados. La repera.
Pero hay otro tema más preocupante y es el uso del nacionalismo por parte de las diferentes burguesías autóctonas para deslegitimar las luchas sociales. Pretender que los intereses del presidente de La Caixa son los mismos que los del último inmigrante llegado al Raval. El nacionalismo pasa a ser entonces un auténtico opio del pueblo manejado de forma interesada y que se lleva por delante las luchas de los ciudadanos contra la pobreza, la precariedad, el racismo, la xenofobia, los recortes sociales y el robo de las élites políticas sobre la ciudadanía a la que dicen representar. Solo desvelando las verdaderas intenciones de la burguesía nacionalista depredadora se podrá desmontar tanta falacia interesada.
La cuarta entrada en mi blog, escrita el 25 de noviembre del 2005, era ésta que te dejo por si te apetece leer. Se titulaba La Patria e intentaba no tomarme muy en serio el tema.
http://suicidasperezosos.blogspot.com.es/2005/11/la-patria.html
Un abrazo
Gracias, Temujin, Agnieszka, Juan Poz, Loyayirga, José Antonio, Javier Quiñones, Dr. Krapp, emejota ... Esta vez he decidido no comentar vuestros comentarios para no entrar y deshacer la calculada ambigüedad de mi escrito que prefiero no concretar. Un cordial saludo.
ResponderEliminarTodos sabemos a que te refieres. Si hemos llegado a una situación en que la gente no pueda expresar libremente lo que piensa por miedo a ser sancionado por los fanáticos la cosa está mucho peor de lo que pensaba. Como habitante de este planeta me parece que es denunciable.
EliminarSaludos
Y lo peor de todo es que todo es muy básico: la manipulación de las emociones más primitivas...
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