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martes, 7 de septiembre de 2010

El último tweet de Sócrates

Hace unas semanas recalé en la cripta románica de Santa María de Aínsa. Intenté orar a mi manera –siendo un descreído- , pero no lo encontré como una contradicción insalvable. Stephen Hawking ha publicado un libro en el que argumenta que dios no existe. Ya hace tiempo que la ciencia y la literatura ha razonado y recreado que dios no es necesario para explicar el universo. A esa misma conclusión llegué a mis veinte años tras una profunda crisis de fe. Imagínense, una crisis de fe. ¿Qué es eso? Pero pienso que las crisis de fe son importantes, necesarias, estimulantes. De allí no saqué la idea definitiva de que dios no existía, sino de que no me era necesario para vivir.

En la iglesia románica de Aínsa fui consciente del poder que tuvo en otro momento la iglesia, de su capacidad de seducción (se equivocan los que piensan sesgadamente que la iglesia sólo tuvo poder arbitrario). Es no entender nada si no reconocemos la enorme seducción de lo sagrado, pero visto hoy el más magnífico retablo realizado por el más exquisito artista renacentista, no nos comunica nada necesario a nuestro tiempo. Ello no impide que reconozcamos su belleza y la sutileza que llevó en otros tiempos a los hombres a emocionarse y percibir la trascendencia. Las tallas sagradas son hoy monumentos funerarios salvo en las salvajes y paganas procesiones andaluzas.

¿Qué quiero decir con esto como enseñante que lleva treinta años en el oficio? Que casi nada del pasado nos sirve. Que hemos entrado definitivamente en otra era en que las inquietudes son otras, en que lo que emocionó en el pasado requiere de un esfuerzo suplementario para volver a darle vida si es que se consigue; que la velocidad interior de nuestro tiempo es infinitamente superior a la del siglo XIX e incluso del siglo XX; que no tenemos conciencia muy bien de hacia dónde vamos (si es que vamos a algún sitio, pero en todo caso vamos rápido, muy rápido); que la lentitud es una carga; que el mundo de las palabras se inclina ante el mundo de las imágenes vertiginosas. Que el cambio se desarrolla a una velocidad normal para los nativos, pero alucinante para los emigrados a esta época. No sabemos cómo pararnos. Y es necesario hacerlo, aunque sólo sea para tomar impulso y recapacitar.

Este curso se incorporan los ordenadores personales al proceso educativo. Mis alumnos estarán en clase con un PC conectado a internet, y yo estaré frente a ellos con una PDI, una pizarra digital y mi propio ordenador. ¿Qué significa esto? ¿Volveré a explicar la morfología del sintagma nominal? Es acción lo que requiere la situación, acción y teatralidad. El sintagma nominal pierde densidad que sólo puede recuperar con la praxis, con la experiencia. Se impone la experimentación, los saltos hipertextuales, los enlaces, el pensamiento discontinuo. El saber ya no es una enciclopedia ordenada y codificada, sino una vorágine de impulsos que enlazan unos con otros. Las partes están conectadas con el todo. El profesor pierde aparentemente su capacidad taumatúrgica y se convierte en un explorador que abre el mundo en su dimensión más desconocida a adolescentes que ya no son ingenuos y que creen saberlo todo. La pérdida de la inocencia es el factor más decisivo que he constatado en mis treinta años de profesión. Hubo un tiempo que mis alumnos se quedaban los miércoles por la tarde para ver una película alquilada en vídeo VHS. Era fascinante verlos en masa asistir en horas fuera de clase a ver Alien el octavo pasajero. El adolescente ahora hace el amor a edad más temprana, consume drogas y alcohol cada vez antes, tiene sus redes sociales que le comunican con el mundo. Sabe de la virtualidad y de la discontinuidad de la realidad, la tecnología es su mundo nativo, y la tecnología es extremadamente sexual y alienta la idea de que somos más fuertes que la muerte.

Pero nosotros hemos de incorporarnos a ese mundo haciéndolo nuestro y llevarles a la armonía del clasicismo, al lenguaje de la tradición, al pensamiento filosófico, a la poesía que implica transitoriedad y humanismo.

El profesor que no se incorpore a este mundo virtual y tecnológico no entenderá el universo de sus alumnos -aunque he conocido a magníficos profesores que sólo ansían poderse jubilar-. El tiempo del shock del futuro ha llegado hace décadas. El lenguaje de nuestro tiempo es la tecnología. Las pizarras son digitales, abiertas al mundo, a los lenguajes múltiples, a las conexiones interactivas, a la clase en red, al conocimiento informal, al sistema asistemático pero a la vez coherente en su discontinuidad, porque detrás de cada revolucionario que nos incorporemos a la contemporaneidad digital, ha de haber un hombre del medievo, del clasicismo, del siglo XIX. Hemos de traerles la cultura del pasado con el lenguaje de este tiempo.

Se abre un tiempo fascinante y lleno de perspectivas. Quien no se dé cuenta caerá en la inanidad, en la queja de la canción ya amanerada. Los deseducativos llegarán a desencontrarse con la entraña del presente y quedarán arrinconados, obsoletos, caducos. Definitivamente off. No me cabe duda alguna por qué mundo hubiera apostado Sócrates antes de apurar la cicuta y tras haber redactado su último tweet:

Yo sólo sé que no sé nada.

35 comentarios :

  1. Hola Joselu. Hace muchisimas lunas yo supe que Dios es demasiado grande para estar creando universos! Asi que silenciosamente camine por la vida con mi herejia a cuestas... que ahora es compartida con Stephen Hawking.

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  2. Alguna vez hemos discutido acerca del papel del docente en los nuevos tiempos. Me parece que, bajo aquella capa de autoridad y sabiduría de algunos de nuestros maestros del pasado, se escondían también miedos, ignorancias y mediocridades. No vale pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor; es un discurso que evidencia la incapacidad de entender el presente (no hablo siquiera del futuro). Lo que cuentas es lo que hay: fragmentariedad, dispersión, información inconexa aquí y allá... y el docente como una especie de director de orquesta, tratando de enhebrar notas sueltas que suenan como en campo de agramante. Probablemente, lo haremos mal, o regular; no hay que olvidar que no es nuestro tiempo y nos cuesta adaptarnos a ello. Pero esconderse o poner barreras es lo peor que podríamos hacer. Tuitear con Sócrates es la única opción para abordar con dignidad los tiempos que han de venir (o los que ya están aquí, mejor dicho).

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  3. Comparto tu inquietud, Joselu. El asunto no es menor, y estoy convencido de que quienes no sepan adaptarse acabarán por desistir. A algunos quizá les coja ya mayores para tantos cambios, y las fuerzas flaquean. Entre los alumnos, en cambio, aunque dotados de mayor vigor, si su energía no es correctamente dirigida carecerá de sentido cualquier esfuerzo. Creo que voy a reflexionar más detenidamente sobre ello porque no merece tan sólo un comentario superficial.

    Un abrazo.

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  4. Joselu
    Supongo que no insinúas que la falta de adaptación de los docentes al twiter es el problema central de la educación en España.
    Mi opinión es que la tecnología no ha resuelto nunca, ni va a resolver ningún problema educativo. Quien crea que sí lo hace me parece que incurre en lo que los filósofos analíticos han llamado error categorial y el común de los españolitos, mezclar churras con merinas.
    Voy a ejercer de Casandra "deseducativa" sobre ese curso al que te enfrentas equipado de la última tecnología. Lo primero es que el éxito dependerá mucho de tu estado anímico, de tu empatía con el alumnado, de tu conocimiento de la materia que vas a impartir -vamos lo mismo que en aquellos años de los setenta u ochenta en que comenzabas. Lo segundo, espero que no tengas más de veinte alumnos por clase, porque como tengas los treinta o treinta y pico que suelen haber en muchas de las aulas que yo conozco, vaticino que acabaréis electrocutados o estrangulados con los cables de los portátiles. En fin, creo que la ratio es fundamental para que el profesor elija una u otra estrategias docentes. Tercero, en una clase equipada de última tecnología -twiter incluido- encontrarás alumnos atentos, respetuosos, inteligentes, curiosos, felices, juntos a otros distraidos, impertinentes, desanimados, y algún que otro cafre al que la pizarra digital no le va a cambiar el carácter - algo que también conoces.
    Sin duda la nueva tecnología entrará en la aulas -no creo que lo niegue ni el más enconado "deseducativo"- como ha entrado siempre, como entró la estilográfica en el plumier de los alumnos, el cassette en la clase de francés, las filminas en la de arte, los "rotrings" en la de diseño, los VHS en ética, la calefacción en invierno, las pdi para anotar faltas de asistencia. Entrarán las pizarras digitales, los portátiles y el aire acondicionado en verano, permanecerán los buenos y los malos profesores, los buenos y malos alumnos, los padres responsables y los cafres, los "expertos pedagógicos" que no pisan el aula, las reducciones de plantilla...

    Suerte y éxito en el nuevo curso, amigo.
    Y un abrazo de un "deseducativo" admirador.

    PD. Otro día hablamos de Dios.

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  5. Hola Joselu: he leído tu post esta mañana bien temprano y he ido rumiando un comentario durante todo el día pero cuando llego me encuentro con que Serenus ya lo ha dicho todo por mí, así que no voy a repetir, sólo añado que considerarse "deseducativo" no significa volver a la pizarra y al carboncillo, ni cerrar las puertas del aula a todo lo que ayude a la labor docente (venga de la mano de una pizarra digital o de un aula moodle). Tuve mi primer ordenador con internet antes de los trece años, así que no soy de los docentes que tienen miedo a lo novedoso, porque yo, como mis alumnos, he crecido en este mundo virtual.
    Podremos tener herramientas que dinamicen, que abran nuevas perspectivas, que supongan un cambio inevitable -y no por eso malo- en la enseñanza. Pero mientras los alumnos promocionen por imperativo legal, mientras se titule con un nivel mediocre de conocimientos, mientras no se aprenda a leer ni a escribir, mientras siga el absurdo burocrático y los departamentos de orientación orientándonos, mientras no se dé la importancia debida a la cultura y al mundo científico, mientras aparezcan profesores de literatura que elaboren una fantástica programación pero nunca hayan leído ni El Quijote, mientras los centros de enseñanza parezcan cárceles o guarderías para mantener encerrados a los jóvenes, mientras se les engañe con la obtención de un título que de poco les va a servir en un mundo con cada vez menos derechos sociales y menos acceso al trabajo, mientras las editoriales controlen lo que se lee o se deja de leer, mientras, en definitiva, el sistema educativo sirva a un fin político y económico y no a un verdadero sistema de enseñanza y preparación, mientras eso ocurra, Joselu, el fracaso estará asegurado.
    Leeré con atención tus crónicas de este nuevo curso esperando, como siempre, aprender de ellas. Mucha suerte.
    Un abrazo de otra deseducativa.

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  6. El hecho de que la frase que dice que los tiempos cambian que es una barbaridad sea tradicional, indica que siempre se han vivido los cambios con cierta sensación de vértigo. Se ve que nacemos con cierto espíritu de conservación y nos reconforta que nuestro entorno se mantenga estable. Se puede medir que ahora los cambios son más rápidos, sin embargo no podemos asegurar que la inquietud, estimulante para unos y angustiosa para otros, que nos producen estos cambios sea mayor que la que produjo el ferrocarril en su día, o una encíclica papal en el siglo XVI.

    Cuando leo reflexiones de científicos acerca de temas transcendentales siempre tengo la sensación de que acostumbrados como están a preguntarse por el "por qué" de las cosas, no suelen acertar a profundizar en el "para qué", que quizá sea la vía.

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  7. Buen resumen Joselu.
    Alejo,
    Yo creo justamente que el drama de la vida es que la respuesta al "para qué" es "para nada". Esto es aterrador pero se puede aprender a vivir con ello.

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  8. Joselu, amigo, paso a saludarte y a decirte que pronto, muy pronto, abriré una nueva casa a la que estás invitado. De camino, leo tu post, tan interesante como siempre, pero con el que no estoy del todo de acuerdo; en la mayoría de las ideas vertidas, sí, pero lo encuentro maximalista; quiero decir que al final de todo esto lo que hay son seres humanos muy precarios y esperando algo de algún sitio. Pero ahora no tengo mucho tiempo para ponerme a debatir, que aún tengo que entregar el trabajo de investigación, para el cual me falta una semana de organización, y nada más, por fin.
    Con todo, tienes razón en la mayor parte. Hay que subirse a este tren o nos quedamos viejunos.
    Un abrazo muy fuerte y mucho ánimo para este curso que acaba de empezar.

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  9. Te imagino quemando ejemplares de "Panfleto antipedagógico" como el pastor yanqui quemará los coranes este sábado. He dicho te imagino, porque sinceramente... no te veo. Creo que todo docente tras ejercer tres décadas debería tener tu perspectiva, aunar una forma de ver las cosas migrante con la realidad nativa.
    Creo que el término no clasifica a gente como tú que trabaja las tICs porque sois nativos y además de los pioneros.
    Este 11S celebramos el NO bautizo de Candela, lo tenemos claro no obligaremos a nuestra hija a pertenecer a una iglesia en la que sus padres no creen, pero si la educaremos en una moral que transita paralela a muchos aspectos del evagelio, y yo quiero mostrarle los templos de la meditación y los compendios de diseño de una época determinada como son los capiteles de Frómista o de vidriera de León. Pero... que ella decida a que iglesia quiere pertenecer. ¿No es consecuencia esa la libertad o posibilidad construcción de itinerarios, de lo veloz de estos tiempos.
    Saludos amigo

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  10. María, no he leído el libro, sólo he hojeado algunas recensiones que se han hecho sobre él, como ésta que publicó El País EL UNIVERSO Y DIOS. Pero mi perspectiva personal es la que expongo. No necesito a Dios para vivir -de momento, porque no cierro el camino a nada-. Comparto contigo mi sensación de ser una hormiga en el universo, y manifiesto mi confusión que me impide llegar a conclusiones taxativas. Yo que sé... En cuanto a los adolescentes, es todo un mundo. Tan entrañables, tan odiosos, tan todo. Un adolescente es una bomba y uno ha de estar preparado para su explosión y considerar los daños como colaterales. Si uno está bien, es un universo interesante, muy interesante, puro y maldito a la vez, indefenso, ingenuo, prepotente, avasallador... En eso estamos. Besos, María.

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  11. GorkaFM, no quemaré el Panfleto antipedagógico puesto que contiene verdades como puños pero tiene un problema y es que no es aplicable a los muchachos que yo encuentro cada día, que viven en la sociedad de la información y que son herederos últimos del mayo francés que estableció que prohibido prohibir. Y además el conocimiento está orillado. El conocimiento es sólo para élites. La masa recibe una educación generalista a modo de barniz, pero es lo que hay. Pero mañana cuando me encuentre con mis alumnos marroquíes, algún chino y alumnos con graves dificultades en el aprendizaje, el Manifiesto Antipedagógico no me servirá de nada. Habré de conocerlos e intentar llevarlos a algún sitio y enseñarles algo. Si no logro enseñarles nada, habré fracasado. En cuanto a Candela, ¿qué decir? Yo bauticé a mis hijas y no tuvo la más mínima trascendencia. En cambio no han hecho la primera comunión. Los hijos salen como salen y nuestra educación es relativamente importante. Cada uno en un momento u otro trazará su camino. Candela también, y habrás sido un buen compañero y te recordará, pero el camino será exclusivamente suyo en todo. Así que me parece muy bien, Gorka. Uno hace lo que mejor sabe. Saludos.

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  12. No puede haber un dios que tolere todos los desastres (naturales y provocados=guerras) que se están produciendo en el mundo y que no ponga remedio a la maldad de la que es capaz el hombre. Definitivamente no.
    Si estuviera equivocada y me escuchara (me estoy poniendo unamuniana) le explicaría en qué se ha convertido la educación en este momento de tránsito a la tecnología integrada en las aulas y le pediría que obrara en favor de las nuevas generaciones para que fueran portadoras del cambio del que tanto se habla.
    Pero... sé que no me va a escuchar y que mis ruegos caen en el abismo de los deseos. ¿Por qué digo esto? Porque además de las reflexiones de los demás, a mí lo que me preocupa es que los jóvenes que salen de la universidad vienen con inercias de un sistema que ya no sirve. Para poneros un ejemplo. En una conversación con una joven que acaba de aprobar las oposiciones y que me consta que es muy trabajadora. Le pregunto por la programación y me dice que las unidades del primer trimestre van a ser 1. El Sujeto 2. El predicado 3. El verbo.
    Le digo que debemos trabajar la lengua integrada en proyectos en los que los alumnos desarrollen su competencia comunicativa. Respuesta: Esta es la programación didáctica con la que aprobé las oposiciones.
    Queda claro que yo no soy ninguna autoridad y que el tribunal que la aprobó, sí.
    Nada que decir. Bueno, sí. Espero que se cumpla la sentencia "Solvitur ambulando", es decir, que solucionemos todos los obstáculos caminando, en el día a día.

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  13. Dios nunca ha estado en mi vida, y no me ha hecho falta ninguna. Tal vez de pequeña porque es lo que te enseñan, ni lo sé, porque no lo recuerdo. Pero la última vez que entré a una iglesia, fue en el funeral de mi padre, y recuerdo haber pensado escuchando al cura... ¿cómo puede ser, que se crea lo que está diciendo en pleno siglo XXI? Es más, ¿cómo puede hablar de alguien a quien no conocía más que por ser hijo de mi abuela -a la que sí conocía-? (esto me cabreó mucho, si te soy sincera, hasta el punto de no abrir la boca, sólo porque mi madre me la cerró). En fin... crisis de fe necesarias. Pues... probablemente, pero es que fe, la hay de tantos tipos... :) Pero vaya, que de poder, humanismo secular sin pensarlo, la cuestión es que lo mismo me alcanza, que no, y a días. Cada cual que crea en lo que le plazca, aunque no entiendo que uno crea por querer creer. Lo entiendo, y no. Y mientras no se dañe a nadie, allá cada cual. Como si se quiere creer que una luciérnaga eléctrica que funciona con pilas alcalinas, salvará al mundo de sus males.

    Pero bueno, que tu post va de otro palo y ya me enrollo como siempre. Lo que está claro es que uno no puede anclarse en el pasado en ningún caso. Ni por comodidad, ni por ninguna otra razón. El tiempo nos empuja a seguir. Así que no tiene sentido. Que haya a quien no le haga falta de modo personal, sí, claro que es posible esto, pero no si observas en conjunto, y menos si estás enseñando algo. El problema a mí me parece la cantidad de información, la dispersión de la misma -en la red- porque lo mismo empiezas por leer sobre una duda que tenías al respecto de la estructura de una proteína -o cualquier otra cosa- y acabas leyendo chistes, pinchando y pinchando y pinchando, en ese tubo de información que nunca se termina de salto en salto. De enlace en enlace. Avanza todo a una velocidad que da hasta miedo, y que no somos capaces de asimilar. Al menos a mí. No me da para tanto, y a veces me agobio dándome cuenta de todo lo que no sé, y me gustaría, pero no puedo abarcar, porque es que es imposible.

    Al respecto de las nuevas herramientas y tal, bueno, son un medio a fin de cuentas, no el fin. El fin siempre es el mismo. Hay que adaptarse, e intentar no perderse por el camino, supongo. Entiendo que sea más fácil para quien ha crecido con ello, el resto... a ponerse las pilas o al fin, a caer en lo obsoleto, precisamente por faltarle el atractivo de lo novedoso.

    Te dejo uno por aquí Son interesantes. Y el otro por...

    Salud, y disculpas por el rollo tan... acá -acá-? ;-p

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  14. Aplaudo el post. Y ese guiño "deseducativo" me ha gustado :)

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  15. Lu, es difícil entender algo del mundo que estamos viviendo. Es altamente inestable, inabarcable, complejo, discontinuo... y ello supone que los seres humanos han de adaptarse más que nunca a los cambios. Somos más superficiales. La programación de tu compañera ya es obsoleta, pero asumir la necesidad de la competencia comunicativa, hasta sus consecuencias lógicas, es difícil para el que viene de una formación tradicional. A mí los procesos me suponen crisis y duran varios años. El que siga el blog será consciente de ello. Saludos.

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  16. V., he leído tus enlaces y especialmente el de DESEQUILIBRIOS me ha parecido altamente recomendable. Le he dejado un comentario. Nuestra capacidad de adaptación es esencial, aunque se consiga a base de crisis personales, a veces muy profundas. Pero el mundo tecnológico es irrenunciable. Hay que conocerlo bien.

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  17. Clares, espero conocer tu nueva casa. Te echamos de menos. Que te vaya muy bien tu trabajo de investigación.

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  18. Cisne negro, uno es un híbrido de muchos impulsos. El problema que le veo a Deseducativos es que reflexionan sobre una realidad a que aplicar la teoría que no existe. Está bien que cada uno aguante su vela. Y todos estamos sometidos a la crítica.

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  19. Frikosal, pienso que en el hombre sensible hay un momento de su vida en que ha de parar para meditar sobre el qué, el por qué, el para qué... Y meditar no es argumentar sino detenerse, respirar, y observar. No veo nada aterrador, pero sí que entiendo que existe un para qué. Mi vida es esa experiencia única que me permite desvelarlo, y tal vez sólo me sea accesible en el momento de morir, instante para el que me estoy preparando en cada instante de mi vida.

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  20. Alejo Urzass, como bien dices, todos los cambios suponen una cierta angustia. Pero en épocas anteriores los cambios se sumaban a la permanencia de una tradición, de algo estable. El problema es que nos hemos quedado sin nada estable y el ser humano se ha de ubicar en un mundo que cambia constantemente y a velocidad creciente. Es bueno reflexionar sobre ello.

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  21. Caperucita azul, he necesitado encontrarme con mis alumnos de segundo de ESO, nivel de adaptación curricular (inmigrantes, bajo nivel, ACIS) para entender qué pretendía hacer. Sin duda lo que prima es ser buen profesor en cualquier sistema. Pero el tipo de atención discontinua que tienen nuestros alumnos hace que se distraigan continuamente y que no presten atención a lo que se está explicando (¡La explicación del profesor!). Se aprende mil veces más en la práctica que escuchando mal a un profesor en estos niveles. Que escriban, que hablen, que se comuniquen, que establezcan vínculos, que entren en el mundo de la tecnología, más siendo marroquíes puesto que ello les abrirá ventanas al mundo exterior. La tecnología, bien orientada, es creativa y supone una liberación de endorfinas que siento yo cuando me dedico a mi blog o a mi twitter. Crear es estimulante. Este es el mensaje dominante. No basta reproducir, copiar, hay que elaborar, recrear... y para ello la tecnología nos da claves fundamentales. Para aprender hay que sentir curiosidad. Yo no lo consigo por medios tradicionales. He fracasado. Lo intento por otros medios con los alumnos que tengo enfrente. Deseducativos habla de unos alumnos que no existen, de un sistema que no puede existir en una sociedad como la nuestra (quizás sí en los años ochenta y noventa) pero no ahora. El problema central, a mi juicio, es cómo atraerles al deseo de conocimiento en un mundo interactivo y cambiante, altamente inestable. Saludos. Ya iré contando.

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  22. Yo no sé si hay dios o no. Para eso, doctores tiene la iglesia que sabrán aclararme el asunto... Y ya, a pie de aula, decirte que algún ser superior habrá que sepa aleccionar a los pobres docentes acerca de la teconolgía que se nos viene encima, sin que olvidemos que estamos ante personas y no ante autómatas.

    Un abrazo.

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  23. Miguel, la tecnología, bien enfocada, no va destinada a autómatas. Tu blog tiene un contenido humanista y se basa en la tecnología. Hay aplicaciones, hay modos de enfrentarnos a nuestra tarea en que la tecnología es altamente atractiva. Y ellos desconocen esas posibilidades. De ahí que los profesores deban formarse en esas alternativas. No tengo seguridades, pero sí intuiciones que espero confirmar. Un abrazo.

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  24. Serenus Zeitbloom, por fin llego a ti. No me había olvidado. Pero he necesitado tener mi primer día de clase para contestarte. Efectivamente tiene razón en todo lo que dices. Hay muchos factores, que citas bien, para encontrar una vía adecuada ante un curso. Y siempre habrá buenos y malos alumnos. No dejas de tener razón. Pero déjame iniciar este curso, por primera vez, ilusionado con esos instrumentos que pienso que nos abren perspectivas diferentes por la amplitud de herramientas que permiten. Quiero, buen amigo deseducativo, iniciar una etapa innovadora. Hasta ahora no había podido ser posible. Ahora tendremos medios que lo harán posible. Estaba harto de corregir malos dossieres que tenían como objetivo que los alumnos copiaran y escribieran cuando yo ya no lo hago a mano. Las herramientas tecnológicas me llevarán a descubrir nuevos planteamientos. Personalmente lo necesitaba. Pocos han estado en una crisis tan profunda como la que he estado yo como profesor, y soy consciente de que seguirá habiendo dificultades como las que citas, pero hoy quiero mirarlo con esperanza. Ya os iré contando.

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  25. Javier, el asunto es interesante. A mí me apasiona la tecnología, y he estado atento a todo lo que me ha llegado de la blogosfera educativa donde tengo buenas referencias, una de ellas, el compañero que dejó el comentario antes de ti. Quiero salir de un tono oscuro o quejumbroso y abrir una etapa diferente en la que la tecnología permite muchas aplicaciones fascinantes para estos alumnos que ya son nativos en el mundo digital. Un abrazo, y gracias por tus palabras.

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  26. Antonio, todos estos años, aunque disintiéramos en tantos y tantos temas, yo te escuchaba atentamente. Es buena la disensión y el intercambio de puntos de vista. He aprendido mucho de ti y de otros compañeros que no hace falta citar porque son evidentes. La dialéctica, si no nos encerramos en castillos idelógicos amurallados, nos lleva a aprender, y yo he aprendido mucho estos años, especialmente esa esperanza tuya en todo lo que lo nuevo nos iba a permitir. No todo tiene el mismo valor eso es cierto, pero empiezo este curso con una profunda esperanza de poder sacar de nuevo a ese profesor innovador que tengo en mi interior y que no hallaba el camino. Un abrazo.

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  27. Silvia Porras, te he contestado al final, cuando fuiste tú la primera. Te tengo muy presente. En este caso, yo sé que no necesito a dios para vivir, pero no me importa a veces dirigirme a él, como Unamuno, sabiendo que no existe. Esa oración del ateo me sigue emocionando. Te la dejo aquí:

    Oye mi ruego Tú, Dios que no existes,
    y en tu nada recoge estas mis quejas,
    Tú que a los pobres hombres nunca dejas
    sin consuelo de engaño. No resistes

    a nuestro ruego y nuestro anhelo vistes.
    Cuando Tú de mi mente más te alejas,
    más recuerdo las plácidas consejas
    con que mi ama endulzóme noches tristes.

    ¡Qué grande eres, mi Dios! Eres tan grande
    que no eres sino Idea; es muy angosta
    la realidad por mucho que se expande

    para abarcarte. Sufro yo a tu costa,
    Dios no existente, pues si Tú existieras
    existiría yo también de veras.

    Miguel de Unamuno.

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  28. Joselu: «El tiempo del shock del futuro ha llegado hace décadas. El lenguaje de nuestro tiempo es la tecnología.»

    Antonio: «Tuitear con Sócrates es la única opción para abordar con dignidad los tiempos que han de venir (o los que ya están aquí, mejor dicho).»

    Lu: «A mí lo que me preocupa es que los jóvenes que salen de la universidad vienen con inercias de un sistema que ya no sirve.»

    Marinetti: «Queremos liberar a este país de su fétida gangrena de profesores, de arqueólogos, de cicerones y de anticuarios. […] Nosotros queremos liberarlo de los innumerables museos que lo cubren por completo de cementerios.

    […]

    En verdad que el frecuentar a diario los museos, las bibliotecas y las academias -¡esos cementerios de esfuerzos perdidos, esos calvarios de ensueños crucificados, esos registros de impulsos rotos!...-es para los artistas lo que la tutela prolongada de los padres para los jóvenes inteligentes, ebrios de talento y voluntad ambiciosa.

    En los moribundos, los inválidos y los presos podría pasar aún. Para ellos la admiración al pasado es un bálsamo a sus heridas, desde el momento en que les está vedado el porvenir... ¡Pero no para nosotros los jóvenes, los fuertes y los vivos futuristas!

    ¡Adelante los buenos incendiarios de dedos carbonizados! ¡Aquí!¡Aquí!¡Quemad con el fuego de vuestros rayos las bibliotecas! ¡Desviad el curso de los canales para inundar los sótanos de los museos! ¡Que naden aquí y allá los lienzos gloriosos! ¡Mano a las piquetas y a los martillos! ¡Socavad los cimientos de las ciudades venerables!»

    (Y ya se sabe qué terreno abonaba el bueno de Marinetti)

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  29. Anónimo, podías haber firmado. No pasa nada por disentir. Me gusta la disensión y el debate. Te tomo la palabra, pero has olvidado algo que yo he escrito. Te lo dejo:

    "Pero nosotros hemos de incorporarnos a ese mundo haciéndolo nuestro y llevarles a la armonía del clasicismo, al lenguaje de la tradición, al pensamiento filosófico, a la poesía que implica transitoriedad y humanismo."

    "porque detrás de cada revolucionario que nos incorporemos a la contemporaneidad digital, ha de haber un hombre del medievo, del clasicismo, del siglo XIX. Hemos de traerles la cultura del pasado con el lenguaje de este tiempo."

    ¿Qué opinas de esto?

    Un cordial saludo.

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  30. Joselu
    Comprendo tu crisis y tu ilusión -así entendí tu post. Y no quiero yo echar agua fría sobre esa ilusión. Lo que no comprendo es qué pinta "deseducativos" en todo esto.
    Quizá tenga que releer -reinterpretar desde esta nueva luz- tu anterior post sobre la lectura. Con el que creí estar de acuerdo.

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  31. Serenus, un pequeño aguijón es necesario para cualquiera, y hay demasiada teoría y escasa ilusión en Deseducativos, amén de marcada prepotencia en algunos planteamientos. Lo que yo diga no tiene especial relevancia, así lo entiendo yo, pero de estar en principio de acuerdo con algunos planteamientos, no pude compartir la mayoría de los posts que allí se publicaban, y disentí repetidamente, pero allí la melodía es otra que la citada ilusión, a la que ahora me quiero acoger como bien dices. Mi post de El mito de la lectura sólo revela que hay sabios que no han leído nunca un libro y han ignorantes que han leído todos los libros del mundo. Y viceversa, claro está. Desde ese lado, de el de un lector apasionado que se da cuenta de que leer es importante pero ma non troppo. Si algún día necesito una mano amiga que me salve de la ciénaga, ¿quién será? ¿El que haya leído muchos libros o tal vez el que ha leído pocos o ninguno? ¿Tú lo sabes? Seguro que dirás que depende, pero no verás la contestación obvia. Un cordial saludo, deseducativo amigo.

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  32. Bueno, me quedo más tranquilo, por un momento temí que pensases en quemar tu biblioteca...

    No lo hagas, que el manual de windows te seguirá haciendo falta.

    :)

    Un saludo

    PD. Es importante la ilusión. Sin duda. Y también creo que aciertas al pensar que no se trata tanto de pensar por qué la hemos perdido, sino de pensar en cómo recuperarla.

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  33. En eso estoy exactamente. Te invito a ver el blog de la clase de 2º D. Está en VAMOS A METERNOS EN LA BOCA DEL LOBO Hoy se ha iniciado y no hay mucha cosa que ver, pero te aseguro, mira los nombres de los alumnos, que va a dar que hablar. En un curso de adaptación curricular, de ritmo lento que llamamos. La inmensa mayoría son inmigrantes y muchachos con currículos adaptados. Quiero ver hasta dónde se puede llegar con ellos mediante el uso de la tecnología, la ilusión, la sorpresa y el fomento de su competencia comunicativa, que para mí será lo esencial.

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  34. Conocemos a Dios en dos vertientes: la abstracta, en que ha venido a ser un equivalente de la nada, y la parroquial. Ambas son un pestiño. En cambio, la cuestión de lo sagrado, de lo numinoso, sigue siendo *la cuestión*.

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  35. Creo que Sócrates y Hawking se contradicen. Mientras el filósofo dice que no sabe, el profesor de física dice que sabe que dios -- o Dios -- no existe. Son posturas muy distintas. Yo favorezco más la de Sócrates, aunque aprecio la sinceridad de Hawking. Excelente nota, Joselu.

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