Un blog amigo -Waldeland 25 cuyo capitán es Serenus Zeitbloom- me lanza una propuesta interesante, siguiendo la cadena de la SFPA (Sociedad de Filosofía de la provincia de Alicante), sobre la importancia e influencia del evolucionismo darwinista en todos los ámbitos científicos y académicos. Profesor en la secundaria ha sido requerido para que reflexione sobre el concepto de “evolución” en el campo humanístico. Sin embargo, plantear el término “evolución” referido a la historia o la cultura a estas alturas es como intentar demostrar que hay luz a las doce del mediodía. ¿Cómo demostrar lo evidente? En el doscientos aniversario del nacimiento de Darwin su planteamiento evolucionista forma parte de modo intuitivo de nuestra concepción del mundo y de la ciencia. ¿Cómo imaginar la historia de la humanidad y del arte sin el concepto de “evolución”? Tendríamos que retrotraernos a un universo fijo e inmutable en donde todos los organismos, las personas, las sociedades, los géneros literarios o las tendencias artísticas ocuparían un lugar inmóvil en el mundo -como determinados por una voluntad divina- , y nuestra constatación, sin hacer mucho esfuerzo, es totalmente la contraria. Somos fruto de la evolución, estamos en cambio incesante, y ello lo percibimos en el transcurso de nuestra vida y a poco que nos interesemos por nuestro pasado y nuestro presente lo percibimos como una realidad incontrovertible.
La realidad funciona de forma dinámica -y no estática- interconectando fenómenos, influyéndose unos a otros, determinando tendencias o modelos evolutivos que se caracterizan por su continua adaptación a las condiciones dadas. Somos lo que somos en función del tiempo que nos ha tocado vivir y no nos cabe otra opción que adaptarnos a él o quedarnos atrapados como náufragos de un tiempo pasado. Nuestra realidad se manifiesta como la de una infinita variedad de organismos que luchan por la supervivencia, por su lugar en el mundo podríamos decir. En esta pugna perviven necesariamente los mejor adaptados teniendo en cuenta que en una sociedad democrática como la que vivimos no son sólo los más fuertes físicamente los que marcan la tendencia sino que son los más astutos, los más maleables, los más flexibles... A veces es una ventaja ser más pequeño o más simple que tus antepasados.
La lucha por la vida forma parte de nuestra concepción de las cosas. El mundo es un entrecruzamiento de fuerzas que entran en competencia feroz. Por ello la sociedad democrática se esfuerza en articular códigos de comportamiento tolerante mediante el cual podamos vivir en un inestable y enriquecedor equilibrio. Todos tienen su lugar, se nos viene a decir, y ello nos lleva a ser también tolerantes con los intolerantes; a ser compasivos y solidarios con los más débiles; a establecer cauces de mediación entre las partes en conflicto, asumido éste como inevitable; a favorecer al discapacitado; a la discriminación positiva; a ser permisivos ante el asalto a la autoridad cuyos fundamentos son dinamitados por teorías, comportamientos y tendencias corrosivas.
La evolución implica orden pero también caos, y en esa pugna reside nuestro estatus existencial y social. Durante mucho tiempo pensamos que nuestra evolución conllevaba la idea de progreso y consideramos que el tiempo se dirigía a un orden superior entendido éste como la culminación de las teorías humanistas que derivan de los fundamentos racionalistas de nuestra civilización occidental. Los seres humanos caminarían hacia un mundo más justo y solidario en el que existiría un nivel de felicidad mayor que el que hemos conocido. La idea de progreso es optimista, pero hemos llegado a un estado histórico en que nos hemos convertido en radicalmente pesimistas. Por primera vez el ser humano por su acción puede poner en peligro la existencia misma de la vida. Cada día desaparecen centenares de especies animales y vegetales y la biosfera está en grave peligro (deforestación, calentamiento global, desertificación, contaminación...). Los seres humanos se multiplican inexorablemente y con su deseo de poder van destruyendo la naturaleza que los contiene, las pandemias vuelven con fuerza, y el mundo almacena suficientes armas nucleares como para hacer desaparecer el planeta varias veces. Parecería que nuestro modelo de desarrollo está chocando contra sus límites y nuestro futuro nunca ha parecido tan incierto.
Unos conceptos que son recurrentes en las leyes de la evolución son el azar y la necesidad. La vida empezó por azar. No hubo ningún designio divino detrás. Existimos del mismo modo en que podríamos no existir, surgió la vida y el ADN y comenzó un proceso evolutivo biológico, geológico, humano y social que no tiene ningún sentido, no camina hacia ningún lado, no hay un punto de confluencia ni de llegada. Cambiamos por azar y por necesidad. Este fatalismo es el que nos lleva a concebir que del mismo modo que empezamos por azar podríamos concluir del mismo modo. Si desapareciera toda la vida humana en el planeta, el universo no se conmovería, somos un error en medio del espacio vacío y estamos probablemente solos en la negrura interestelar.
Hay quien piensa que si han de sobrevivir los mejor adaptados estos serían en última instancia las ratas, los virus y los mutantes.
En medio de este azar extraño que es la vida, que sólo posee el sentido que queramos darle, nos orientamos como ciegos, pero a veces nos paramos y sentimos como confortante nuestra irrelevancia o levedad, y contemplamos con una sonrisa irónica nuestra dimensión trágica, nos bebemos un vaso de agua o de vino y empezamos a reír ahítos de felicidad incomprensible.
Pues es tan contundente tu artículo, que sólo se me ocurre beberme un café, despabilarme y echarle humor. ¿Has pensado que los mutantes, los virus y las ratas pueden ser palabras metafóricas? Piénsalo, que de esas especies tan resistentes y adaptables está el mundo humano lleno, metafóricamente hablando, claro.
ResponderEliminarEn Humanidades no sé si hay evolución en el mismo sentido que en el mundo biológico. Teniendo en cuenta que son síntoma y no entidad, evolucionarían con la evolución propia de los seres que las producen. Por otra parte, no seamos deterministas; la cultura, de la que forman parte las Humanidades, es un hecho complejísimo y hasta cierto punto manejable. Los accesos lo son todo.
Todo es dinámico, panta rei, edn efecto, pero en el ámbito de las humanidades la evolución, entendido como trayectoria del pensamiento, presenta también involuciones, puesta en entredicho de procesos de cambio, resistencias a la innovación, que pueden fructificar en determinados entornos y circunstancias, impidiendo que en ellos los mecanismos que determinan la evolución no tengan lugar. Y es que, a diferencia de lo que sucede en los procesos biológicos, derivados de los factores de la "struggle for life", en la evolución de la cultura o el pensamiento se producen de otra manera. Podemos hablar de ello. De momento, me limito a saludarte tras haberte descubierto en el blog de Clares y comprobar la calidad de tus aportaciones. Un saludo
ResponderEliminarn
Clares, la evolución en las humanidades existe, es cierto, aunque no del mismo modo que en la biología, tiene sus leyes particulares. No deja de sorprenderme por ejemplo la realidad del mundo hacia el trecento o quatrocento, cuando la lejana China era un imperio con brillantez cultural pero desconocido casi por completo en occidente, y en el mismo momento en que había reinos importantes en África que evolucionaban en su propio contexto, o los reinos de los indígenas americanos (aztecas, mayas...)sin ninguna conexión con Europa. Era un mundo plural con desarrollos impresionantes pero sin interconectar. Son los grandes encuentros entre culturas del siglo XV y XVI las que imponen depredadoramente el modelo cultural de occidente al resto del mundo. Es la época del Renacimiento y el Humanismo y de allí venimos tras cinco siglos intentando occidente mantener su supremacía para bien y para mal. El desarrollo de la cultura es dialéctico y está expuesto a grandes retrocesos, cambios. Pero ahora creo que el mundo se enfrenta abiertamente al reto de su propia supervivencia.
ResponderEliminarFernando Manero, mi post era incompleto y abiertamente mejorable. Necesitaba puntualizaciones y enriquecimientos de vuestras aportaciones. Evolución e involución cultural, regresión, choques, avance en zigzag... En el cruce de culturas que hoy se da en el mundo hay un proceso de pugna potentísima entre tradiciones culturales distintas. El mundo islámico, oriente (China, Japón, Corea, Indonesia, India...), Occidente y su tradición racionalista... El futuro tiende a la síntesis siempre que un descalabro planetario no nos ponga fin ocmo especie. Stephen Hawkings decía que debíamos poner nuestros proyectos en colonizar nuevos mundos. ¿Tendremos tiempo?
ResponderEliminarSin querer, hoy con tu post, en cierto modo, vienes a darme la razón, a lo que quizá, no muy hábilmente, intentaba plantear en el mío. El esfuerzo de "adaptación y evolución" que en mi ipinión debe hacer "el mundo del profesorado" por conectar con el nuevo mundo del alumnado "que sufren hoy" frente a ellos.
ResponderEliminarSólo así, se conseguirá que sobreviva, o mejor, "que nazca" en ellos la curiosidad y el placer por aprender, por interesarse por algo más, que lo que "tristemente" les ofrece esta sociedad consumista y superficial..
Nada más lejos de mi intención, que cuestionar el valor literario del Conde Lucanor y mucho menos de San Juan de La Cruz...Pero ( por volver a tú tema...) suponer que curaremos a un anoréxico a base de fabadas, es estar avocados al exterminio de la especie.
De vuestra versatilidad "tuneando" la literatura clasica y todos los saberes, dependerá que nuestros chavales, los descubran y los disfruten ...como lo hicimos nosotros.
De lo contrario...mucho me temo, que nuestras futuras generaciones, como tú bien dices, serán mutantes o simples insectos.
¡feliz fin de semana y un abrazo!
Sin duda la evolución en el sentido darwinista –azar y necesidad- ha calado profundamente en nuestra visión del mundo -incluido el social; ahora nos parece ilusorio suponer que el curso de la realidad humana siga leyes cualitativamente diferentes a las que operan en la evolución natural –azar, necesidad, mutaciones, simbiosis, selección natural, adaptación, lucha por la supervivencia etc. Y las mismas acciones “altruistas” las comprendemos en ese marco de la supervivencia y la adaptación -a salvo de mistificaciones ilusorias.
ResponderEliminarY gracias por los galones –¡yo que creía ser un brigada de los de “reenganche”!
Complicadillo el tema. Pero ¿hemos evolucionado? ¿Cuantos?
ResponderEliminarEvoluvción: ¿Cultural, biológica, humana? ¿Cual de ellas?
Me gusta a historia, y me gustan los documentos históricos, salvo interés, que generalmente se ve rápido, no suelen mentir, las mentiras en ellos son posteriores. Por ejemplo, suelo discutir con mi mujer por la conquista de américa. Los Asesinamos, los Masacramos, dice mi mujer. Yo digo, NO, sencillamente los conquistaron. Pero... NO, no podemos analizar, no podemos juzgar aquellos hechos con nuestra mentalidad actual pero ¿y al revés? ¿Al revés? Si, al contrario, que es lo que hace por ejemplo los segidores del diseño inteligente. Magnífico cuento si no fuese porque obvia millones de años de lenta evolución, porque pretende mantener en una cabeza con conocimientos actuales creencias y ciencias de hace 5000 años. Perdòn, hace 5000 años ya eran intelientes.
¿Azar? No creo, lo único que tengo claro es que somos ni la punta de un minúsculo pinchino en una esquina olvidada de un trocito tambien olvidado de universo ¿Azar? si lanzo 1000 millones de millones de veces dos monedas al aire al final la mitad será clara y la otra mitad cruz ¿Azar? no creo en el azar, y somos tan pequeñitos y e universo tan inmenso.
¡Qué importa, al final todos calvos! Sed Buenos y pecad mucho
Los seres vivos se adaptan al medio en que viven.Esta adaptación, este cambio evolutivo,la hicieron seres primitivos sin saber nada del cambio climático que se avecinaba.Es la selección natural la que elige aquellos cambios que supongan mejoras para superar la necesidad de supervivencia.Pero ahora es el medio en que vivimos el que pretendemos se adapte a nosotros.Mala boda ha hecho la naturaleza, la maltratada.Todo esto es una huida hacia delante, porque si paramos esta rueda de consumo un momento, no os entra el vértigo?
ResponderEliminarMenos mal que a mi no me encarga nadie una reflexión así, porque me estrellaría fijo.
ResponderEliminarMe encanta como lo has planteado y estoy de acuerdo en prácticamente todo lo que expones.
Yo creo que la evolución es inevitable y además necesaria, aunque me parece que hay instintos ancestrales contra los que no deberíamos luchar. Es lo que nos queda de aquellos que fuimos hace miles y miles de años...
Un beso y buen finde, Joselu
¡Pues fíjate, Joselu! Yo creo firmemente que la evolución ha sido lo más bonito que le ha podido suceder al ser humano y no comprendo a los creacionistas que como en Estados Unidos, en algunos de sus estados, no enseñan en sus escuelas a Darwin y los niños, claro está, siguen creyendo en la creación del mundo del Antiguo Testamento de la Biblia.
ResponderEliminarYo no sé si existe Dios, yo le llamo la Fuente, y con la evolución han podido surgir teorias muy creibles en Física que a mí me tienen en vilo porque al tener setenta y cinco años no voy a llegar a ver si estas teorias se convierten en realidades y eso hace que no me quiera morir sin por lo menos ver la mitad de lo que espero.
Creo que el objetivo de haber nacido es simplemente vivir, saber vivir y creo también que somos vibraciones de alta y baja intensidad de energía y que estamos todos conectados con la Energía Universal del Hiperespacio y todos somos Fuente puesto que estamos creados con la energía de la Fuente.
Un hallazgo de la física moderna teoriza con datos creibles que antes del Bing-Bang, hace de 15 a 20 mil millones de años solo habia un espacio de 10 dimensiones, el hiperespacio, que era muy estable pero con la explosión cósmica se hizo inestable y empezó a moverse en modo de vibraciones.
Como parte de estas vibraciones, cuatro de esas 10 dimensiones comenzaron a expandirse explosivamente, pero las otras seis se contrajeron violentamente hasta reducirse a un tamaño casi infinitisimal. Las cuatro dimensiones se siguen expandiendo y ésto es el Universo que conocemos ahora con sus tres dimensiones, largo, ancho y profundo, y el tiempo como cuarta dimensión. Las otras seis dimensiones siguieron vibrando y formaron un número infinito de supercuerdas de una dimensión invisible y que vibran como cuerdas de guitarra a frecuencias diferentes. Las vibraciones bajas crearon la materia y las altas la vida. El cuerpo de los animales está formado por vibraciones de energia de baja frecuencia pero la vida, el alma o como lo quieras llamar esta formada por vibraciones de energía alta.
O sea, la Fuente es el Hiperespacio de 10 dimensiones, las vibraciones del hiperespacio, de las supercuerdas, son la Fuente en movimiento y todo esto es nuestro Universo real pero seis de esas dimensiones no nos son visibles. Esas seis dimensiones con vibraciones, energía,las supercuerdas, les aparecen a nuestros sentidos principalmente como la materia que vemos alrededor nuestro. Ese es el Universo físico o la manifestación de la Fuente.
Está claro que somos todos Fuente y que estamos conectados con el Universo, el Efecto Mariposa es una realidad......
Bueno Joselu, podría seguir pero no quiero aburrir al personal. No soy físico (un hijo mío sí) ni se nada de física pero todo esto para mí es mas que interesante.
Fijate si la evolución no hubiera existido!! Nunca hubiéramos llegado a estos niveles.
Quiero publicar en mi blog la teoria de Supercuerdas pero será mas amplio aunque copiaré lo dicho aquí.
Saludos Lola
María, no desde luego a un anoréxico no le curaremos a base de fabadas, es cierto, pero lo que sé es que hay un esfuerzo muy grande de ofrecer a los adolescentes novelas que les puedan gustar y no es fácil elegirlas, te lo digo por propia experiencia. Si no se tiene el hábito de la lectura, en seguida se cansa el lector neófito, apenas se concentra y desiste. Además hay otros medios tecnológicos mucho más atractivos con los que no podemos competir. Ya se intentan productos de bajo nivel calórico para atraer a esos anoréxicos a los que no se ha acostumbrado a leer, pero ni aún así. Un cordial saludo.
ResponderEliminarSerenus Zeitbloom, fue un honor para mí tu propuesta, pero aunque le puse mucha ilusión, no sé si he conseguido aportar algo decente. Las opiniones vertidas complementan y enriquecen mi raquítica aportación. Un cordial saludo.
ResponderEliminarMalo, malísimo, la vida y la inteligencia surgieron por azar tras una larguísima evolución. De lo más simple a lo más complejo. ¿Qué quieres decir cuando dices que no crees en el azar? ¿O azar o diseño inteligente? No hay más opciones.
ResponderEliminarA los indios americanos los maltratamos, es cierto, pero he leído que las mayor mortandad que se les causó con diferencia fueron las enfermedades que llevaron los conquistadores a América frente a las cuales los nativos no estaban inmunizados. Por ejemplo, la ahora popular gripe. Un cordial saludo.
Rubén, las cosas están montadas de tal manera que si la rueda desenfrenada del consumo se para o se ralentiza -la crisis- el sistema salta por los aires. Estamos condenados -para sobrevivir- a destruir el ecosistema del planeta y con él nos destruiremos a nosotros mismos. Sí, me entra el vértigo. Un cordial saludo.
ResponderEliminarNovicia Dalila, ¿a qué instintos ancestrales te refieres? La civilización supone e impone una limitación y severo control sobre esos instintos primarios. Todos son peligrosos porque provienen de una etapa en que los niveles de control moral eran muy diferentes, y en definitiva, somos animales evolucionados, pero somos animales. Un cordial saludo y buen fin de semana.
ResponderEliminarLola, me he quedado embobado leyendo tu texto -interesantísimo- sobre las supercuerdas. Había oído hablar de este concepto pero hasta ahora nadie me lo había acercado ni aludido. Me admira y maravilla tu visión del mundo. Estás llena de vida y de curiosidad. Me alegro de haberte encontrado. Leeré tu post sobre las supercuerdas. Un cordial saludo.
ResponderEliminarMe ha impactado tu aseveración: "somos un error en medio del espacio vacío" En cuanto a que es error ocupamos ilegalmente un espacio, un espacio en el cual la humanidad es única y por eso no tiene que dar justificación de sus desmanes a nadie. Un error que le permite ser el rey de la creación (explíquese ésta como se quiera)y por ende somos dueños de nuestro destino, aunque éste sea nuestra propia aniquilación. Evolucionar, evolucionar para llegar a la autodestrucción.
ResponderEliminarUn abrazo.
Leí tu entrada cuando sólo había dos comentarios. Me puse a pensar, a meditar sobre "evolución y azar". Tomé notas, emborroné papeles, discutí del tema con un tercero... Hoy, gran parte de las ideas que apunté se han dicho e incluso enriquecidas.
ResponderEliminarEvolución. Azar. Involución. Autodestrucción. Determinismo. Pensamiento. Supervivencia. Instinto. Inteligencia. Choque de culturas...
Sigo pensando... (¿significará eso que estoy evolucionando?)
"Si desapareciera toda la vida humana en el planeta, el universo no se conmovería, somos un error en medio del espacio vacío y estamos probablemente solos en la negrura interestelar." Ésta es una gran verdad, y asumirla nos libera, y nos aparta de las visiones proféticas catastrofista que tanto gustan a algunos...
ResponderEliminarEn la obra de Darwin es admirable que desde el empirismo fuese capaz de captar lo esencial del edicificio evolutivo; luego otros han ido descubriendo los planos; el ladrillo básico es el ADN. Dawkins nos enseñó que quienes luchan por perpetuarse no son las especies, sino los genes -en El gen egoista-, y para ello se montan eventualmente en la especie que más les conviene. Hay indicios de que la humana no es una especie útil, por su tendencia a la destrucción -incluída la autodestrucción-, pero como se dijo al principio, no pasa nada.
Un sábado por la noche no es el mejor momento para filosofar, así que ilustraré lo que quería decir con aquella investigación que mostraba un crecimiento de los pulgares de los jóvenes por el uso de las videoconsolas: si una década estiliza un pulgar, ¿a dónde habremos de llegar en otros cientos de miles de años? ¿Quizá a bloguear con los párpados? Un saludo.
ResponderEliminarPues por eso mismo lo digo Joselu. Porque me parece fundamental no renunciar o no reprimir el instinto animal. Es lo único que nos queda de lo que fuimos....
ResponderEliminarNo me explico bien. Va a ser eso.
La antropología es una de las ciencias más contradictorias que existen. Los propios estudiantes deben resignarse a todo lo que aprenden hoy porque mañana un nuevo descubrimiento echa por tierra todo lo aprendido. Cuando se descubrió en los años sesenta al homínido Lucy,descubrieron por primera vez que ya caminábamos erguidos hace más de tres millones de años.Todos los conocimientos que se tenían hasta entonces ya no eran válidos.Nuestro orígen sigue siendo tan misterioso como las galaxias más remotas.
ResponderEliminarSegún los expertos,la tierra surgió hace cuatro mil millones de años en forma de organismos unicelulares.Nada cambió durante los siguientes dos mil millones de años.De pronto aparecieron núcleos en las células.Las cosas empezaron a cobrar vida.Solo unos cientos de millones de años después,los organismos pluricelulares.Unos centenares de años más tarde,la diversidad explosiva de la vida.Y más diversidad.Hace unos doscientos millones de años había grandes plantas y animales,criaturas,dinosaurios.En todo esto,el hombre es un recién llegado:hace cuatro millones de años,simios erguidos.Hace dos millones de años,los primeros humanos.Hace treinta y cinco mil años,la pintura rupestre.
La aceleración era espectacular.Se se comprimiera la historia de la vida en la tierra en veintucuatro horas,los organismos pluricelulares aparecerían en las últimas doce horas,los dinosaurios en la última hora,los priemeros hombres en los últimos cuarenta segundos,y los hombres modernos hace menos de un segundo.
Se habían requerido dos mil millones de años para que las células primitivas incorporaran un núcleo,el primer paso hacia la complejidad.Pero habían bastado doscientos millones de años,-una décima parte de ese tiempo-para la evolución de los animales pliricelulares.Y habían bastado cuatro millones de años para pasar de los simios de cerebro pequeño con toscas herramientas de hueso al hombre moderno y la ingeniería genética.A ese ritmo se había incrementado la velocidad.
¿Por qué te cuento todo esto,mi querido Joselu? Soy un apasionado de la antropología y me preocupa la siguiente evolución,o quizá ya la nuestra,tras es descubrimiento del código genético.Su manipulación más grotesca y oscura.La tecnología evoluciona más deprisa que nuestra capacidad para anticiparnos a ella.Teniendo en cuenta que vivimos en una era donde todo es evolutivo-biología evolutiva,medicina evolutiva,ecología evolutiva,psicología evolutiva,economía evolutiva,informática evolutiva-,y no obstante resulta sorprendente que la gente piense tan poco en términos evolutivos.Creo,mi querido amigo,que es el punto débil de la especie humana.Vemos el mundo que nos rodea como una instantánea cuando en realidad es una película,en constante cambio.Sabemos que cambia pero nos comportamos como si no lo supiéramos.Negamos la realidad del cambio.Así que el cambio siempre nos sorprende.Incluso me atrevería a decir que los padres se sorprenden del crecimiento de sus hijos.Los tratan como si tuvieran menos edad de la que tienen.
Muy interesante post y mucho que departir.
Un fuerte abrazo,amigo.
Joselu, lo llamamos azar porque nos parece que somos los únicos, manía que tenemos de ser egocentristas, a lo mejor, tal vez, en el resto del universo que no conocemos, la inmensa mayoría, la vida sea tan común como los insectos en nuestro planeta.
ResponderEliminarEn cuanto al adiseño inteligente, me parece muy poco inteligente el diseño... ¿me explico? No tendrá el buen señor otras cosas que hacer que dedicarse a poblar un planetita... En ciencias no existe el azar, si juntas oxigeno e hidrógenos terminarás por tener agua.
Amigo, yo creo que somos un instante en una eternidad.
ResponderEliminarTodas las teorias , previsiones y predicciones son tan poco en el universo del que ignoramos casi todo y por sobre todo su esencia, origen y fundamento.
Tal vez seamos solo un mal sueño simplemente.
Un abrazo .
Estupenda reflexión, Joselu, cmo todas las tuyas. La vida es puro azar, en efecto. Está hecha de casualidades ( y a veces causalidades) pero que un espermatozoide fecunde un óvulo sigue siendo un milagro, un Big-Bang repetido a cada instante.
ResponderEliminar¿Hemos evolucionado realmente? Parece que sí, pero creo que en realidad mantenemos los mismos instintos básicos que dominaban al hombre de las cavernas. Nos siguen moviendo el instinto de supervivencia, el de conservación de la especie, la ambición, el amor, el poder... Ahora los hemos pulido mucho, pero en determinadas circunstancias aflora lo más primario y genérico.
Siempre suscitas comentarios muy interesantes. Tengo que leerlos despacio.
Un abrazo, colega.
La evolución es un tema fascinante. No podemos negar que Darwin tocó algo al exponer esta teoría y de que ese algo ha influído de manera enorme en nuestro entendimiento de sí mismos, seamos o no partidarios de la ciencia. Porque aún quienes consideran la evolución una idea maligna se benefician de las investigaciones científicas que surgen a partir de ella. Esto es cuestión mía y no encuentro manera de expresarla que no sea con esta noción trillada: Me parece que aún así la evolución es como la punta de un iceberg. No explica del todo este misterio de la vida y la humanidad. Explica tal vez una parte mecánica de ello, pero hay tanto que falta para entendernos.
ResponderEliminarVíctor Manuel, concuerdo contigo en que no todo está explicado. ¿Por qué existe algo en lugar de no existir nada? ¿Cómo y por qué surge la inteligencia tras miles de millones de años de evolución? ¿Cuáles son nuestros futuros estados evolutivos si conseguimos sobrevivir al instinto de autodestrucción? ¿Estará en el universo cercano o lejano nuestra salvación? ¿Existe una dimensión espiritual más allá de lo estrictamente material?
ResponderEliminarYolanda, el hecho de que un determinado espermatozoide fecunde un óvulo es otro de esos misterios que no dejan de suscitar preguntas acerca del azar. ¿Por qué existo yo y no otro que sería totalmente diferente a mí? ¿Azar? ¿Destino? ¿Tengo alguna misión que realizar en mi vida? ¿Cuál? ¿Es todo un sinsentido?
ResponderEliminarRodolfo, un mal sueño... ¿Por qué? ¿Quién nos está soñando? ¿Y qué pasaría si despertara? ¿Nos disolveríamos en la nada?
ResponderEliminarMalo, malísimo, por lo que infiero, sospechas, crees o piensas que hay más vida inteligente en el universo. Dadas unas circunstancias elementales de la materia y el proceso evolutivo terminará surgiendo la inteligencia. ¿Es así? De esta manera en esa negrura interestelar que habitamos podría haber millones de mundos habitados y en estadios evolutivos muy diferentes a los nuestros. ¿Por qué en tal caso no hay ninguna prueba de contacto entre nuestra civilización y otras más avanzadas? De todas maneras para que una civilización pudiera hacer viajes interestelares tendría que ser miles o millones de años más antigua y avanzada que la nuestra. Da vértigo pensarlo. ¿No?
ResponderEliminarFrancisco Machuca, está comprobado que lo mejor que puede tener uno es buenos e inteligentes amigos. Este post suscitaba cuestiones que quedaban el aire y sin demasiada profundidad. Vuestras reflexiones ahondan en la cuestión y se hacen eco de un debate que dan ganas de continuar. Lástima que yo no sea más que un lego con la curiosidad aguzada. Tu intervención, igual que otras, me ha hecho reflexionar y me da por buena la oportunidad de esta propuesta sobre la evolución y el aniversario de Darwin. Me he empapado, amigo, de tu conocimiento.
ResponderEliminarAntonio, a escribir, a crear un post con nuestro pensamiento tal vez, a proponer experiencias tridimensionales en las que el tiempo comprimido sea un componente esencial. Nuestra vida es corta pero asombra, admira, sorprende la rapidez de la evolución tecnológica, médica, científica, y lo lento que avanza nuestra mente respecto a tantas cosas, no sé si para bien o para mal. ¿Seremos capaces de asimilar la tecnología que estamos creando? ¿No nos hará seres más unidimensionales al distanciarnos de la tierra, el ritmo lento, la historia y la tradición?
ResponderEliminarPantagruel, soy muy pesimista acerca de nuestra capacidad autodestructiva. Si podemos destruir el mundo, lo haremos tarde o temprano. Sin embargo, una pequeña parte de la humanidad sobrevivirá y guardará en microchips o lo que sea el conocimiento acumulado por los siglos. Este pequeño escuadrón de supervivientes pasará por mil penalidades pero mantendrá la memoria de la evolución humana. Los libros de Asimov, Fundación, Fundación e imperio, la Segunda fundación y Los límites de la fundación plantean una nueva edad media, pero alguien elegido guardará esa memoria para renacer después en una suerte de nuevo renacimiento. Esta sería la función de esa fundación. Es una de las previsiones más lúcidas que he encontrado en el campo de la SF, género poco popular pero uno de los más lúcidos e interesantes sobre nuestro futuro como especie o como genes egoístas.
ResponderEliminarLu, es un placer ver cómo un post tiene un origen, lanza unas propuestas, y luego se genera el debate que se va enriqueciendo gracias a la cultura e inteligencia de los ponentes. Me admira esta discusión generada y me maravilla que hayas emborronado papeles y que lo hayas hablado con un tercero. ¿Es este el efecto mariposa?
ResponderEliminarMiguel, en la redacción de mi post primó la idea de lanzar propuestas para la discusión teniendo en cuenta que tampoco yo lo tengo muy claro. Creo que un post debe ser lo más abierto posible para que genere puntos de vista en torno a él. Me congratulo del resultado. No sé si somos un error, hay quien ha cuestionado el azar y quien lo ha defendido. ¿Tiene algún sentido la evolución? Yo sostenía que no para dar lugar a que alguien me replicara, pero este aspecto no ha sido recogido. Creo en definitiva que habitamos un universo misterioso y que sabemos una porción minúscula del conocimiento posible. Dentro de quinientos años tal vez todo lo que pensamos ahora será considerado como ahora vemos las concepciones medievales de la ciencia, el arte, la religión, el sentido de las cosas.
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