Una fecha con resonancias planetarias que nos lleva a evocar el ataque terrorista contra las torres Gemelas, el Pentágono y otro atentado abortado de setiembre de 2001. Hubo quien dijo que el mundo no sería igual después de aquello. Escribí en mi diario que había comenzado el siglo XXI. Bush sostuvo que aquel era el comienzo de una monumental lucha entre el bien y el mal. Al día siguiente las bolsas de todo el mundo se hundieron y se habló de peligro de una recesión mundial (que no se produjo). Alain Touraine se preguntaba ¿hemos entrado ya en un siglo XXI que va a reproducir la historia del siglo XX pero con un dramatismo aún mayor? Mi diario recoge titulares y reflexiones de aquellos días cargados de temores y miedo a la venganza. Todo se conmovió. Bin Laden había golpeado certeramente el corazón del mundo occidental.
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jueves, 11 de septiembre de 2008
Once de septiembre
Símbolo de la semana de cultura africana
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Ese Joselu que mencionas vive en ti, cómo no. Es cuestión de sacarlo a la superficie y airearlo. Es difícil reponerse de ciertos golpes en la vida, pero mientras que el cuerpo aguante los sueños son posibles, aunque haya que reinterpretarlos.
ResponderEliminarMe parece que tus lectores no estarán muy de acuerdo con que seas un profesor gris. Está claro que todos sufrimos desengaños con el paso del tiempo, es algo consustancial a nuestra vida caduca. De ahí la necesidad de los relevos generacionales, de que los profesores que se van incorporando a los claustros aporten su energía y nos arrastren a los que estamos quemados (me incluyo ya casi por edad). Lo extraño es que esto sea una excepción, pues o bien los jóvenes vienen ya desganados, o bien se encuentran con el desafecto de quienes deben aportar la experiencia.
ResponderEliminarY lo dicho, no creo que hayas perdido todo el fuelle del 2001 (o lo disimulas bien).
"Sin quererlo me hice también gris"
ResponderEliminarYo creo que, siendo idealista, hay que procurar que las iniciativas y las ilusiones personales puedan llevarse a cabo (o por lo menos intentarlo) sin necesidad de convencer ni implicar a nadie más. De lo contrario el riesgo de frustarse es muy elevado. Si metes tu ilusión en un barco, asegúrate de que el timón lo vas a llevar tu. Por eso tengo un blog.
Esa propuesta creativa, brillante y necesaria cayó en el peor sitio que uno imaginarse pueda para el desarrollo de un proyecto cultural auténtico: un IES. Te animo a que la lleves a algún centro cívico, a la concejalía de cultura del Ayuntamiento o a donde creas que puede hallar el eco que merece. Desde que leí "El antropólogo inocente", coincido contigo en que África no es un continente, sino una experiencia imprescindible. Otra cosa es que nos podamos dar "el lujo" de vivirla.
ResponderEliminarRespecto del gris, ¿te refieres a que te sentías como Juan Gris, el excelso cubista...? Si es así, estamos de acuerdo, yo también te veo gris...
Deja que recurra a un tópico. No era el momento, ni el lugar adecuado para tu proyecto.
ResponderEliminarEso no significa que debas arrinconarlo. Recupéralo, rescátalo, simplifícalo, si es preciso, pero llévalo adelante.
Todo resquicio de fracaso es malo. Aunque no se vea cumplido todo tu sueño, al menos, podrás decirte a ti mismo que lo intentaste. Con el amor que pones en todo lo que haces, seguro que sale bien.
A veces, queremos atraer a los demás hacia el terreno de nuestras quimeras. Vana ilusión que muchos hemos aprendido a sortear.
Si la razón y el corazón te dicen que es posible, lo es.
Desde luego, creo que tus lectores discrepan en tu opinión. Aquí nadie ve a un hombre gris.
ResponderEliminarEs más, creo que aún tienes mucha fuerza, muchas ganas, muchas cosas que transmitir y realmente enriquecedoras.
Pelea por tu iniciativa. Y busca la mejor forma de sacárla adelante, pero no te rindas por que alguien no la haya sabido valorar. Al fin y al cabo, el no ya lo tienes.
Un abrazo enorme, Joselu.
No sé si es casualidad, pero hoy hablaba con una amiga sobre algo parecido.
ResponderEliminarHablábamos sobre algunas decisiones tomadas en nuestro instituto que no nos gustaban.
De esas que nos dicen que se toman por el bien de los alumnos, pero a los alumnos nadie les pregunta. Y otras que se toman simplemente porque es el camino más fácil.
Y tampoco nosotros podemos reclamar mucho, está bastante menospreciada la voz del estudiante.
Me viene en mente un profesor que me habló de tratar a los estudiantes, antes como personas, que como máquinas de absorber conocimientos, con humanidad y esas cosas. Un profesor que quizá, hace unos años, tenía iniciativas y proyectos nuevos para sus alumnos. Ahora lo veo con un cargo algo más importante, acostumbrado a la comodidad de lo establecido y perdido entre la burocracia. Algo alejado de aquél que yo conocí.
Supongo que llega un momento en que uno se cansa de ir contracorriente, de arrastrar a los demás, de luchar por algo en lo que sólo él cree. Por pequeño o grande sea. Yo de momento no.
Me vienen también otros profesores, con iniciativas y proyectos en marcha, con ganas e ilusión, que espero que no se esfume con el paso de los años. Por tu blog se ve que eres de esos, y que todavía no has desistido. No lo hagas.
Yo no me dedico a la enseñanza; permitidme que os haga una pregunta: ¿a qué edad se quema un profesor? Edad vital y edad profesional.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, hasta septiembre de 2001 el 11S era simplemente el día de la Diada, cosa que no ha dejado de ser. George Bush y Dick Cheney en una zona cero, Montilla, Carod y Mas en la otra.
Me hubiera gustado mucho que fueras mi maestro.
ResponderEliminarDe lo poco que llevo en la profesión, me he dado cuenta del gran individualismo que reina en ella, de las pocas ganas de trabajar (un ejemplo: jefa de departamento que se coge los cursos bajos por que con los bachilleres se tiene que preparar las clases xDD), de la comodidad de ser funcionario, etc.
ResponderEliminarNo soy una persona idealista pero me gusta mi profesión y me gusta la enseñanza. Conozco centros en lso que se hacen cosas como las que propones y otros (creo que el mío es de estos últimos) en los que la imaginación brilla por su ausencia.
Me gustaría tener tu iniciativa y no acabar siendo una profe gris ;)
pues no es por ser pesado y redundar en lo que ya han dicho los demas, pero te lo digo yo mismo, de profesor gris no tienes nada, asi que si aun tienes toda la informacion que en su dia recogiste y encuentras energias entre el alumnado y los profesores de tu instituto, pues adelante. Mas ahora que parece que tienes nueva companyia de una calidad demostrada
ResponderEliminarpor cierto, lo siento de nuevo por los accentos pero el teclado frances pfff ;-)
un saludo
La ilusión que demuestras no es de hombre gris. Ten cuidado, eso sí, los esquemas se cumplen. Si piensas que eres gris, harás cosas grises.
ResponderEliminarLas circunstancias nos dejan un intervalo de acción unas veces mayor y unas menor. Pero siempre hay un intervalo de acción. Los blogs para muchos son un "no me rindo", un "utilizaré el intervalo que tenga, por pequeño que sea, y a lo mejor un día se ensancha"
ResponderEliminarSi algún día recuperas esta idea bestial y justa, no olvides incluir en el apartado musical a Salif Keita, a Richard Bona y a Cesaria Evora.
ResponderEliminarPor cierto, me honra que opines así de mi blog, más cuando eres (siento si te sobrecargo) un referente bloguero y profesional para mí.
Un abrazo,
el lanzador de botellas
Queridos amigos, gracias por vuestros generosos comentarios. El post que he escrito es quizás breve, difícil de comprender sin saber qué pasó antes y que pasó después de aquel momento en que me di cuenta de que no eran buenos tiempos para la lírica. Pero no lo voy a contar ahora. Digamos que en los centros de enseñanza comenzaron a predominar los criterios dictados por los gabinetes de psicopedagogía y la cultura se orilló. Ello unido a una perdida de papel de la cultura en la sociedad en general y en el campo de los profesores en particular. "Me volví gris". Esta frase tiene un cierto tinte dramático, un dramatismo que no oculta algo cierto que pasó, pero no todo lo que pasó. Me hice más discreto frente a mi locuacidad anterior, fui mucho más prudente y fui consciente de que no era hora de plantear cuestiones como aquella. Ya el sistema educativo no estaba en aquella órbita. Había cambiado. Yo pertenezco a la etapa existencialista de los años cincuenta. El mundo cambió. Para bien y para mal. Mis sueños se hicieron anacrónicos, y hoy lidiamos en los centros, como el que yo estoy, con que es más importante educar que transmitir conocimientos. Así se nos ha dicho. Es otra etapa. Aquel crac que sentí en ese momento me hacía saber que todo había cambiado, lo que no impide que hoy día todavía rescatemos alguna brizna en nuestras clases de amor al conocimiento y el cultivo de la duda. Sin duda, que incluiría a Richard Bona (tengo todos sus discos), a Salif Keita y Cesaria Évora. Gracias por vuestras palabras.
ResponderEliminarHablando un día con un profesor sobre los problemas en general de las escuelas e institutos me dijo que me fijara solamente en una cosa. Lo que ahora en catalunya es el departamente d'educació, antes era el departament d' Ensenyament.
ResponderEliminarEs solamente un pequeño detalle que creo que dice mucho.
Joselu: estuve a tu regreso pero el poco tiempo no me permitió dejar constancia de mi algazara, y los aciclonados días de mi isla, no dan tregua para más que lo esencial, pero leerte es una de esas cosas que ya va siendo importante, y no quiero sentirme terrible al imaginar que considero una prioridad seguir la escritura de un profesor gris que hubiese ensombrecido mi existencia y yo creía que era hacedor de luz...
ResponderEliminarA veces "nos damos cuerda" con ciertas ideas y proyectos y es como que la gente que debería de formar parte se quedan fuera de esa energía, pero no te asombres si de pronto se vuelve moda África entre el claustro y hasta tienes que soportar que no entendidos vengan a "motivarte", a veces sólo las circunstancias determinan la realización o no de un sueño..
hay una frase de Martí que voy a citar de memoria pero creo que puedo hacerlo de modo textual:"para lograr algo verdaderamente importante al tesón y al raciocinio hay que unir la capacidad de soñar, pero no de cualquier manera, sino con los pies bien puestos sobre la tierra"
Sólo falta que sepas cual es el momento justo, ya sabes que el 2001no lo fue, y echar a andar de nuevo tu sueño, a los que llevan tanto amor dentro no se le mueren los sueños, ni el fracaso le corta las alas, un abrazo, es un placer poder pasar por aquí
Sin ánimo de menospreciar el gris que es tan digno como cualquier otro color, y más atractivo que ciertos marrones,;), yo diría que he visto bastante colorido por aquí. Incluso rojos ténues.
ResponderEliminarYo también añoro el espíritu efervescente que fui. También siento que ha dejado paso a una silueta transparente, incolora.
Y curiosamente, casi nadie comparte mi visión de mí.
Bueno, puede que aquel año tú fueras la tercera torre... :) Y puede ser verdad que ahora luzcas con otro planta... Creo que es inútil pretender ser lo mismo de antes, y que está bien tirar para montar de nuevo, ¡y reciclar materiales de construcción!
ResponderEliminarPuede que aparezca un nuevo faro africano... Huy, yo ya lo estoy viendo... Y me río, con los dientes blanquísimos de los negros...
Una quisiera no ver aparecer esos fantasmas malignos que invitan a brindar con vino tóxico.
ResponderEliminarEn fin....
Gracias por tu saludo cordial y sobretodo gracias por el poema.
No sé porque, pero no lo conocía, y tampoco sé como, pero me emocioné al leerlo, que grande Benedetti.
Siento muchísimo lo que ha pasado en tu instituto, lo de los robos es algo que te deja sin respuesta, paraliza mucho. y haber perdido tu material...un gran disgusto. Lo lamento. Pero te repondrás pronto ya que las ideas no las puede quitar nadie, sólo tendrás que dedicar más tiempo. Las ideas están ahí, en tí. Ya lo recuperarás todo. Espero que sí.
ResponderEliminarYo no veo a ese profesor gris por ninguna parte. Tus reflexiones apuntan hacia una persona idealista, optimista -aunque a veces no lo parezca- y con ideas innovadoras en cuanto a la manera de trabajar con tus alumnos. A veces podemos dejarnos vencer por el desánimo, pero si a ti te ha pasado alguna vez ha debido ser un mero traspiés.
ResponderEliminarA mí me pareces un Profesor con Mayúsculas.
Un abrazo
Recuerde el Caballero de Armadura Gris las gloriosas palabras de aquel otro Caballero:
ResponderEliminar"—Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete."
¿Locura o idealismo? Lo mismo da, la cuestión es seguir luchando por lo que uno cree aun a riesgo de darse de morros. ;)
Un beso escarlata
Querido Joselu: aunque sigo sin tener muchas posibilidades de conectarme, menos aún de disponer de las energías necesarias, leí tu entrada y la señalé en Bloglines para comentarla algún día.
ResponderEliminarEs que me pareció que tocabas un punto crucial de nuestra existencia. El comprobar que hay una gran distancia entre los seres humanos que nos rodean y nosotros.
En mi juventud, yo encontré en la literatura el equilibrio que esa comprobación perturba. Por eso no puedo considerar la literatura como un entretenimiento, ni siquiera como un catálogo de obras a nuestra disposición. Porque la literatura me permitió, entonces, comunicarme con otros hombres; hombres lejanos en el espacio y en el tiempo, vivos y muertos, pero que me hicieron comprender que había otro pensamiento en el mundo, más allá de mis vecinos de barrio o de ciudad.
¿Pero qué hacer? ¿Qué hacer frente a un sistema económico que produce por doquier la alienación que tan bien nos describes?
Yo sí creo que una gota que cae en el agua generará una tempestad en un tiempo seguramente más largo que nuestra vida. Claro que África se impondrá, claro que tantos desdichados se levantarán, claro que los macarras del Patek Philippe en la muñeca volverán a aprender a leer los relojes de sol.
Arrojemos nuestra salpicadura al agua; la bondad se extenderá y se impondrá. No cabe duda. ¿Qué otro destino le daremos a nuestro sudor?
Un abrazo.
Animal de fondo, mi amigo juanramoniano, qué alegría verte aparecer por aquí. Se te echaba de menos. Aquel Joselu que defendió aquel proyecto en medio de la indiferencia general hizo crac, por esta y otras razones, y se acrecentaron los factores que le llevaron a una cierta fragilidad psicológica que aún voy arrastrando. Por eso me gustaría volver a tener aquella capacidad de euforia y entusiasmo que generaba por montañas. No somos siempre los mismos, pero algo de aquel espíritu siempre permanece. Date por bienvenido, amigo.
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