En el ángulo superior izquierdo, junto al contador de entradas, aparece un nuevo logotipo que dice "Soy un blogfesor". Animo a los amables visitantes del blog a clicar sobre él. Si lo hacen, entrarán en la declaración de principios del profesor navegante por la blogosfera que entiende que los blogs son un poderoso instrumento de comunicación e intercambio de ideas y sentimientos. Asimismo se propone su difusión, como mecanismo de motivación, aprendizaje y estímulo de la curiosidad, así como de alternativa a otros medios de comunicación tradicionales.
El blogger ha conocido los beneficios terapéuticos de participar en esta actividad que desarrolla la creatividad y la interconexión de ideas; que fomenta las relaciones humanas en un ambiente generoso y cordial; que aporta variedad, color, y un importante aliciente a la vida rutinaria que tendemos a llevar; favorece, por último, el conocimiento de otros puntos de vista con los que se entra en debate respetuoso, lo que exige ordenar las ideas, y a la vez, necesariamente, se procura una cierta confluencia de pareceres.
Nada hay comparable al hecho de redactar un post. Se pone ánimo y pasión. Y sólo la experiencia del artista o del actor es equiparable al momento en que uno clica en el botón de "publicar entrada". Es como lanzarte al vacío intuyendo que tarde o temprano el paracaídas se abrirá.
Por primera vez en la historia, el ciudadano anónimo y común puede publicar y expresar, sin coste económico, sus opiniones o reflexiones, o dar a conocer sus humildes o geniales creaciones en el convencimiento de que habrá alguien al otro lado en quien encontrarán un eco si se perseverá en el intento.
Me gusta el apartado que declara que la participación en el mundo de los blogs es una actividad espiritual. Así lo entiendo yo, y me convence este adjetivo que define certeramente la esencia de bloguear, que no es sino la continuación de la búsqueda del Grial por otros medios.
Dentro de la banalidad (o no) de la vida cotidiana, que a fuerza de repetitiva se convierte frecuentemente en insustancial, nos encontramos con algunos instantes de intensa excitación y de resquicios de eternidad, cuando publicamos, cuando leemos y comentamos, cuando sentimos que alguien nos lee e intenta acercarse a nosotros.
¿Cómo no dar a conocer a nuestros alumnos algo que puede transformar positivamente sus vidas o en todo caso ampliar notablemente su modo de percepción del universo? Probablemente hay más espíritus inquietos de lo que parece. Sólo falta el blog adecuado. Luego serán necesarios el estilo y la redacción precisos.
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martes, 10 de octubre de 2006
A la búsqueda del grial (o del estilo)
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Joselu:
ResponderEliminarDe acuerdo con tus postulados.Casi impensadamente , por este medio de la nevegación se hace un claro ejercicio del idioma , de la lectura, de la expresión, de la libre difusión de las ideas y la cultura.
Un abrazo.
No voy a hacer aquí una disertación sobre la importancia de las bitácoras o ‘blogs’ que sería larga y podría ser hasta tediosa. Sólo apuntar algunas cuestiones que me parecen interesantes.
ResponderEliminarA pensar de los aspectos negativos que tienen los ‘blogs’, porque más que una red constituyen una maraña laberíntica con muchos callejones sin salida, so un instrumento de comunicación de suma importancia. Si la imprenta supuso un impacto brutal en la historia de la humanidad para la expansión del conocimiento, las bitácoras ensanchan la proyección individual a límites poco sospechados.
La autoedición supone un campo inmenso para la creatividad y la comunicación que no tropezará más que con el soporte tecnológico que la sustenta. Puedo pensar que los ‘blogs’ iniciarán el declive de muchas instituciones y otras las harán cambiar.
En cuanto al manifiesto que comparto en su globalidad sólo difiero en algunas puntualizaciones. Lo de ‘blogfesor’ me suena a profesor de lo ‘blog’ y me parece limitativo al campo de la enseñanza o cambiaría el matiz “práctica espiritual” por “práctica intelectual” porque la primera tiene para mi connotaciones más bien religiosas.
Y como escribió Machado el camino se hace al andar, pues nada a escribir en las bitácoras.
http://elsexodelasmoscas.bitacoras.com
Con los debidos respetos y desde la valoración positiva que me merecen las bitácoras, ¿no tiene un tufillo religioso esa letanía que nos recomiendas? Quizás yo sea muy susceptible a todo lo que huele a entusiasmo deificador, pero insisto en que me huele a sacristía...
ResponderEliminarBueno ya estoy aquí. Veo que hay muchas novedades. África me ha parecido estupenda y el Grial un camino de búsqueda para mejorar. Ánimo, me gusta la línea y la temática, ya lo sabes. Pero esto de navegar por la red también tiene su peligro. Hay que dosificarse y autolimitarse. Voy a ver los Borgia, si me sugiere algo ya te cuento.
ResponderEliminarUn saludo también a la familia.