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sábado, 3 de junio de 2006
Encuentros y desencuentros
Los alumnos de tercero de ESO están de salida en Port Aventura y pasan la noche fuera. Tú has hecho objeción de conciencia para no ir jamás a semejante parque temático, aunque algún día temes que tus hijas te lo pidan y no te quede más remedio. Detestas los parques temáticos, no sabes muy bien por qué. Quizás por esa dimensión de diversión tonta que suponen. Diversión y banalización. Pasas del ambiente del oeste americano a la Polinesia, y luego te trasladas al ambiente mejicano. Además las emociones artificiales, atracciones velocísimas para las que has de hacer grandes colas bajo el sol.
Nos hemos quedado unos pocos en el instituto. Los que no iban tenían que venir a clase pero la asistencia ha sido minoritaria. En un curso me he encontrado sólo a un alumno: Chema. Vestía una camiseta negra de Marilyn Manson. Otros días lleva una de Slipknot, ambos grupos de tendencia satánica o al menos siniestra. Teníamos una hora por delante. Él normalmente en clase está inquieto y no para de moverse ni de hablar. Hace comentarios por lo bajo y sus compañeros se ríen. Sus ojos se esconden y trastabillean tras unas gruesas gafas. Sé que le gusta la lectura. Al menos se ha leído El señor de los anillos y Harry Potter. Me cae bien el chaval pero no alcanza los mínimos necesarios para aprobar. Chema parece resignado ante la perspectiva de pasar una hora a solas con el profesor que le mete tantas broncas. Su cinismo no malvado me recuerda al de mi sobrino. Es un muchacho que en otro ambiente podría dar mucho más de sí. Aquí se dispersa y se deja llevar por la corriente del menor esfuerzo. Es un prototipo de alumno con intereses concretos y no carente de inteligencia pero está falto de la voluntad y la tenacidad necesarias para conseguir sus objetivos. Es difícil que promocione la ESO y es una pena. No sabemos cómo sacarle partido. La inercia holgazana del curso donde está es demasiado poderosa.
Nos hemos quedado a solas. Le he propuesto continuar la lectura comentada de El Lazarillo de Tormes. Nos habíamos quedado en el Tratado III, el de Lázaro y el escudero que vivía dominado por la negra que llamamos honra. Lázaro en una jornada pasa de la ilusión de encontrar a un amo que parece rico, a tenor de su aspecto y porte distinguido, a irse dando cuenta poco a poco de que su señor es un pobre diablo que vive para la apariencia. Chema iba leyendo lentamente y con cierta dificultad. Es un buen ejercicio la lectura en voz alta para fomentar la articulación correcta. Yo le iba haciendo reflexionar sobre lo que estábamos leyendo. Le iluminaba el texto con puntualizaciones sobre el sentido de las palabras. Lo prodigioso del capítulo es la evolución interna de Lázaro que pasa del gozo esperanzado a la desilusión cuando se da cuenta de que su amo tampoco ha comido. Será él el que le dé un mendrugo de pan duro que come con avidez el caballero. Lázaro termina por sentir compasión por su señor al que habrá de mantener pidiendo limosna como le había enseñando a hacer el ciego del primer tratado. A Chema le brillaban los ojos. El texto le estaba interesando. Pocas veces tendrá la ocasión de que alguien se lo explique en una especie de clase particular. Cuando está con los demás, se deja llevar por la espiral de molicie y desinterés generalizado.
El timbre ha sonado. Nos hemos mirado y cerrado el libro. Me ha preguntado si me gustaba Marilyn Manson. Un día le hice referencia a la camiseta que llevaba. Le he dicho, para acercarme a él, que me gustan sobre todo Lest we forget, Mechanicals animals y Antichrist superstar. De algo me tenía que servir hablar con mi sobrino de Zaragoza que me pone al día. Se ha quedado sumamente sorprendido. Seguro que no se lo esperaba. Hemos hablado también de Slipknot. Ha prometido dejarme un Cd de este último grupo, The subliminal Verses. Le he afirmado que me gustaba. Y él ha dicho que me veía muy puesto, que nunca se hubiera imaginado que un profe tan formal conociera estos grupos. Espero que a partir de ahora me escuche con más atención.
He salido de clase contento, y para más suerte, me he encontrado con una exalumna sobre la que escribí un post, Yara, que me ha saludado. Me ha dicho que esperara un momento y que me daría un regalo. Ha hecho un barquito de papel con su nombre y me lo ha dado. De paso me ha explicado el tema del trabajo de investigación que va a desarrollar en segundo de bachillerato. Es sobre las instituciones políticas en la ciudad en que vivimos, una ciudad de unos cien mil habitantes, en muchos sentidos representativa del cinturón industrial de Barcelona. En ella se cuecen muchas cosas y algunas campañas políticas comienzan por aquí.
Vuelvo a casa. Ser profesor es una tarea de resistencia contra el desánimo pero siempre hay algún pozo del que sacar agua fresca. Los tiempos han cambiado, pero hay lugar para el encuentro personal e íntimo con algunos alumnos, para el encuentro y el reconocimiento. A veces prestas libros a alguna alumna interesada en la lectura y en ocasiones es ella quien te deja libros de relatos para tus hijas.
Desde la distancia, un grato recuerdo a tantos y tantos alumnos que han enriquecido mi carrera profesional. Hay, sin duda, también malos recuerdos y alumnos con los que has chocado y te han guardado incluso rencor porque el encuentro no ha sido posible. A veces no es fácil acertar. En cambio en otras ocasiones ha habido alumnos con los que has tenido serios conflictos, pero cuando te has vuelto a encontrar con ellos, han celebrado la oportunidad y te han abrazado con afecto. Hay algunos que no perdonan y otros que saben distinguir la dificultad de un profesor para impartir clase y con el tiempo van viendo las cosas con cierto relativismo y comprensión. Espero en este día de parque temático que Chema recuerde el día que estuvo toda una hora leyendo y comentando El Lazarillo de Tormes y que este recuerdo sea importante para él. Es una ilusión como otra cualquiera para redondear un día. No me hagan mucho caso.
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Lo que le choca, Joselu, es que quien, por edad, puede ser su padre sepa algo de su mundo y no lo rechace radicalmente. La incomunicación no es un problema de hoy; del mismo modo que el exceso de comunicación de nuestros días es un problema descomunal, por su potencial banalizador y "venalizador", si se me permite el neopalabro. En el tanteo en penumbra que supone la adolescencia hacia el objetivo de la personalidad ¡cuánto puede llegar a significar un encuentro como el vuestro -¡de una hora, nada menos!- en la vida de alguien! Nada me extrañaría que, descartando que no haya servido para nada, que entra dentro de lo posible, ese encuentro entre un Yo y un Tú, según lo predicaba Martin Buber -autor que te recomiendo, porque tú lo practicas, acaso sin conocer sus teorías existencialistas-, haya servido, acaso, para abrir una ventana desde la que percatarse de la pluralidad... "Plural ha sido la historia de mi corazón" es un verso de Rubén Darío que siempre me ha emocionado.
ResponderEliminar¡Cómo vas afinando, Joselu, las capacidades descriptiva y narrativa! Desde mi toprpe condición de autor desencajado, cada día veo con mayor claridad la hermosa y útil -prodesse et delectare- novela que se está gestando en este blog antológico.
Un fuerte abrazo y ánimo, ¡a ponerse!, que llega el verano...
Sigue los consejos de juanpoz y reúne los escritos para una publicación, aunque tengan otro contexto, tú que todavía mantienes la ilusión de que algo cambie, y trabajas para ello, porque siempre serán más los desencuentros.
ResponderEliminarEn cuanto a tu alumno quién sabe lo que la vida le deparará, a qué se enfrentará, pero es posible que recuerde ese momento aislado, quizás más adelante o que cambie su conducta cuando esté contigo en clase.
Supongo que le habrá interesado más que tú conozcas la música de Marilyn Manson que la lectura del Lazarillo.
fmop
Me han gustado especialmente 2 oraciones:"Cuando está con los demás, se deja llevar por la espiral de molicie y desinterés generalizado" y "Ser profesor es una tarea de resistencia contra el desánimo pero siempre hay algún pozo del que sacar agua fresca" Acá en Buenos Aires pasa exactamente lo mismo. Por suerte mi hijo y su grupo de amigos se despegan de la molicia y hacen cosas y se interesan por los demás. Saludos.
ResponderEliminarDe acuerdo en lo de publicar todo esto. Sería muy interesante. Saludos, Joselu.
ResponderEliminarJL, cada vez nos parecemos más... Vivo en la ciudad que creó Walt Disney y ni de juego me asomo por sus parques, aunque también tendré que hacerlo por los niños.... Bueno, entrando en el tema, me atraen dos puntos:
ResponderEliminar1) el otro día hablabas de optimismo y es como si se diera un cambio "telúrico" de esos a los que aludías en mi sitio, porque pasó un corto tiempo desde tu intento optimista y se empiezan a dar estos detalles que podríamos llamar "positivos" (aunque, lo sé, yo también huyo de la simplificación del optimista);
2) en otras ocasiones hemos hablado de cómo cuesta que los jóvenes, los adolescentes, los niños (las nuevas generaciones) se interesen en estas "joyas de sabiduría" que queremos impartirles, pero lo que dices me deja con una pregunta que resuena muy fuerte para mi, sobre todo porque tengo hijos: Queremos que ellos se interesen siempre en lo que le vamos a enseñar, ¿pero cuántas veces nos interesamos nosotros de verdad en ellos, en su mundo?
Muchísimas gracias por dejarme con esa observación.
He pensado que hacia tiempo que no leía tus escritos y he dejado la enorme pila de apuntes, que se dispersan por la mesa del comedor, apartados. He leído tu post y he pensado en tus clases. Siempre aprendía algo nuevo y lo mejor de todo es que disfrutaba haciéndolo. No era la que sacaba mejores notas pero creo que era la que más disfrutaba. Después me he acordado de nuestro trabajo de investigación. Quiero hace énfasis en “nuestro” ya que es tan tuyo como mío. Tanto trabajo, tanta tensión, tantos nervios… Y luego cuando lo veo siento tanta satisfacción.
ResponderEliminarHe tenido muchos profesores y espero tener muchos más, pero siempre, siempre serás tú el que me llevo hasta el límite, el que vio en mi lo que los demás no veían, el que me enseño la importancia de los detalles y de las cosas, el que me ha hecho ganar un premio… Y es que mi agradecimiento no tiene límites ni se puede expresar con palabras.
Ahora estoy en un momento de cambios, de sensaciones nuevas… No se como será mi futuro ni siquiera el próximo, lo único que se es que nunca olvidare este trabajo ni al tutor que lo llevo. Porque lo nuestro no es una despedida ya que no me puedo despedir de alguien que siempre formara parte de mi. Y espero conseguir muchas cosas en esta vida y tú serás participes de ellas porque eres quien me ha formado. Así que espero que te acuerdes de la alumna que te hizo el regalo de ganar el primer premio de literatura castellana que hace un año parecía imposible de conseguir, porque yo siempre me acordaré del profesor que me enseño que todos tenemos una vocación pese a las adversidades.
Un blog es un lugar de encuentro. En él hay una propuesta de ideas a veces más afortunada que otras. Sin embargo lo que enriquece el blog son los comentarios que llegan a propósito de lo escrito, o sin tener nada que ver. Leo los vuestros y no puedo menos que sentirme afortunado. Vuestras palabras en positivo son lo mejor del blog, y con frecuencia expresan con más agudeza lo que el autor ha querido transmitir. Así Juan Poz habla de esa necesidad de comunicación con los que son tantos años más jóvenes que nosotros y me señala a Martin Buber para enmarcar el encuentro entre un tú y un yo, la esencia misma de la comunicación. Ve Juan Poz en este blog el germen de una novela, porque él artista desencajado y gran novelista detecta la ficción debajo de las piedras, mucho antes de lo que otros ni siquiera lo sospechemos. Es su modo de vivir, a caballo entre la ficción y la realidad. Gracias por tus palabras siempre lúcidas y afectuosas.
ResponderEliminarFMOP, compañero de fatigas y de blogs, estamos en contacto y vamos entrelazando nuestros comentarios y blogs en medio de esta blogosfera tan rica en posibilidades. Veo que me animas también a dar una forma a este blog tan, a veces lo sospecho, errático como mis pasos.
El Mostro que me deja un comentario por primera vez. He visitado tu blog y me ha parecido muy interesante. Generosidad y amistad a raudales en vuestro entorno social. Gracias por tu primer comentario.
Simalme. Hacía tiempo que no me visitabas dejando una huella de tu pisada. Hemos compartido un camino desde el mes de octubre, un camino rico y variado. Te sigo en tu búsqueda de la ficción que enhebra fragmentos varios de vidas extrañas pero entrañables.
Víctor Manuel Ramos. ¡Qué orgulloso estoy de mi amigo escritor existencial y residente en Orlando! Permíteme que presuma de ti entre mis amistades de aquí. Observamos muchos puntos de contacto entre nuestros modos de entender las cosas, la ficción y la vida. Me gusta que estés ahí, apoyando, aportando ideas frescas y lúcidas. Con nuestro pesimismo como base pero siendo en muchos momentos capaces de trascenderlo. Gracias.
María José. Es tan fuerte y hermoso lo que has dejado escrito, que no quiero ni debo empañarlo con excesivas palabras. Lo recibo emocionado, lo incorporo a mí y me da aliento para seguir. Espero que tu camino sea fértil y rico en experiencias humanas y profesionales. Tu calidad humana e intelectual te predispone a lo mejor. Ojalá consigas todo lo que te propongas. Gracias por tus palabras y por el premio que será siempre uno de nuestros mejores recuerdos. Adelante, siempre.