Un blog es una interfaz de comunicación con el mundo de la que sobresale la voz narrativa del que escribe. En efecto, cuando leemos un blog lo primero que percibimos es la música de la narración, y nos damos cuenta de si nos atrae o no, al margen de las ideas que allí se contengan, que en algún caso pasan a un segundo plano. El problema de un novelista, de un escritor, de un bloguero es el de encontrar una voz narrativa que resulte convincente o interesante y que haya alguien al otro lado al que le llame la atención y prosiga la lectura en una u otra ocasión. Si además siente el deseo de dejar un comentario, el post habrá alcanzado un éxito, porque nada hay tan lastimoso como que tus entradas queden sin respuesta.
Sin embargo, a veces el bloguero más veterano se siente atenazado y lleno de aprensión ante la hoja en blanco. No sabe si tiene algo más que decir. Profesor en la secundaria lleva cuatro años publicándose y ha colgado más de trescientos posts sobre los temas más variados. Muchos sobre educación, sobre la experiencia como profesor y las relaciones con los alumnos, otros sobre inquisiciones sobre los temas más variados que no tenían nada que ver con la enseñanza (arte, literatura, África, reflexiones sobre la crisis, poesía, teatro, cuentos de estilo zen, compromiso político, misticismo, dudas existenciales, viajes, experiencias telúricas y psicodélicas… Podríamos decir que el blog ha trazado un itinerario vital, ha sido un compendio de mi forma de sentir el mundo y la vida, llena de grandes zonas de sombra .
Sin embargo, a veces el bloguero más veterano se siente atenazado y lleno de aprensión ante la hoja en blanco. No sabe si tiene algo más que decir. Profesor en la secundaria lleva cuatro años publicándose y ha colgado más de trescientos posts sobre los temas más variados. Muchos sobre educación, sobre la experiencia como profesor y las relaciones con los alumnos, otros sobre inquisiciones sobre los temas más variados que no tenían nada que ver con la enseñanza (arte, literatura, África, reflexiones sobre la crisis, poesía, teatro, cuentos de estilo zen, compromiso político, misticismo, dudas existenciales, viajes, experiencias telúricas y psicodélicas… Podríamos decir que el blog ha trazado un itinerario vital, ha sido un compendio de mi forma de sentir el mundo y la vida, llena de grandes zonas de sombra .
Agradezco de todo corazón a mis comentaristas habituales su presencia en el blog. Sin ellos esta página navegaría en el vacío… pero a veces aparecen ocasionales comentaristas que nunca se habían hecho visibles hasta que un día se asoman y me hacen saber que hay en la penumbra más gente que sigue las circunvoluciones de este blog caótico y existencial que no se atreve a afirmar con rotundidad y que prefiere el diálogo a media voz en la intimidad, sin grandes polémicas (que me asustan). Elijo el contacto en la cercanía, en un momento de compartir impresiones y reflexiones apenas esbozadas. Siempre me han atraído los diálogos cuyo desarrollo y desenlace no es previsible. Soy un admirador de Samuel Beckett. Cuando leí a los 19 años su Esperando a Godot, me quedé realmente fascinado. ¿Dónde estamos? ¿Quiénes somos? ¿Qué estamos haciendo aquí? ¿Cuánto tendremos que esperar? ¿Para qué esperamos? ¿Quién es Godot? Algo así es el protagonista y autor de este blog que a modo de nave con bandera indeterminada -ni siquiera pirata- navega por el mar de las cosas, haciéndose preguntas y obteniendo respuestas provisionales, pero luminosas. Esos son vuestros comentarios, la mayor riqueza atesorada por este blog y de los que me siento especialmente orgulloso. Vuestras voces narrativas se enhebran con la voz que da relativa consistencia a Profesor en la Secundaria. Si yo diera salida completa a mis incertezas, probablemente este blog giraría en redondo y se convertiría en solipsista. Por ello, a pesar de la incertidumbre, hay que atreverse a afirmar con voz queda, y esperar a que alguien pase por el ciberespacio y tienda un puente, una cuerda hasta este lado y que juntos celebremos el éxito del encuentro, del éxtasis de la palabra, de la realidad de una conversación fructífera.
El otro día hablaba en este blog de la presentación del libro de Dimas Mas, Marcela y el narrador errante. El acto fue un éxito de público y en los ponentes estaba el propio autor y el brillante novelista Emilio Pascual (autor de Días de reyes magos). Me quedo con la figura del narrador. Tener al narrador de una historia, de una novela o de un blog es tener el cincuenta o más del trabajo hecho. Lo fundamental en un historia es el narrador. Pero ¿qué se puede esperar de un narrador avellanado, escéptico, lleno de dudas, enemigo de controversias, tímido y corroído por intuiciones y estados oscuros? A veces espero que un leve halo poético encubra mis dudosas inquisiciones. Quizás la poesía es el lenguaje en algún sentido más universal. Pero no sé si lo logro. Todo queda demasiado en el aire y en la más banal y extraña aventura.
Pero todos los que nos movemos en la oscuridad, ansiamos la luz y el placer del encuentro imprevisto. Por ese narrador extravagante que a veces se hace carne o luz o penetra en intuiciones merecedoras de algún detenimiento.
Vale.
El otro día hablaba en este blog de la presentación del libro de Dimas Mas, Marcela y el narrador errante. El acto fue un éxito de público y en los ponentes estaba el propio autor y el brillante novelista Emilio Pascual (autor de Días de reyes magos). Me quedo con la figura del narrador. Tener al narrador de una historia, de una novela o de un blog es tener el cincuenta o más del trabajo hecho. Lo fundamental en un historia es el narrador. Pero ¿qué se puede esperar de un narrador avellanado, escéptico, lleno de dudas, enemigo de controversias, tímido y corroído por intuiciones y estados oscuros? A veces espero que un leve halo poético encubra mis dudosas inquisiciones. Quizás la poesía es el lenguaje en algún sentido más universal. Pero no sé si lo logro. Todo queda demasiado en el aire y en la más banal y extraña aventura.
Pero todos los que nos movemos en la oscuridad, ansiamos la luz y el placer del encuentro imprevisto. Por ese narrador extravagante que a veces se hace carne o luz o penetra en intuiciones merecedoras de algún detenimiento.
Vale.
¿Soy primer??? Parece que sí.
ResponderEliminarHacía tiempo que no venía por tu keli, Joselu, y esta ausencia se debe principalmente a que, como es lógico y debido a tu trabajo, tocas en profundidad muchos temas relacionados con él que a mí me interesan como madre de estudiantes, pero sobre los que no puedo opinar más de lo que alguna vez he hecho porque no sé más. Así que me limito a mirar, leer, y si puedo, aprender.
El tema de hoy, como aprendiz de bloguera, me interesa.... Pero es que yo no me como tanto el tarro... Esa música que dices en la narración, yo la pongo aparte, por si alguien entra y no le interesa lo que lee, por lo menos que se distraiga escuchando música....
No sé. Yo no escribo tanto para la peña, o no sólo pensando en los posibles lectores, que desde luego me halagan muchísimo (recuerdo con cariño el primer comentario que me dejaron y lo emocionadísima que estuve ese día)... pero yo escribo mis cosas, o sobre las cosas que me inquietan, o que me divierten, o que me llaman la atención, o me parecen curiosas... No sé. No tengo una linea clara y mucho menos una narrativa musical....
Creo que convertirse en esclavo de tu propio blog es lo peor que te puede pasar y si llega ese momento, lo mejor es replantearse seguir con él. Yo lo tengo clarísimo: en el momento que se convierta en un deber o que deje de divertirme, chapo el kiosko y punto pelota. Me llevaré en el corazón y la memoria la gente estupenda con la que me he encontrado y que tuvieron la inmensa paciencia y generosidad de acercarse a mi casa a leer y opinar....
Creo que me he ido un poco del tema. Lo siento.
Un beso, Joselu
No es tan fácil como parece hacer un comentario a este post.
ResponderEliminarNo se si "la necesidad del narrador" apunta hacia un nuevo rumbo, hacia un hastío o es simplemente una reflexión sobre el que quiere comunicar algo.
Ví en el teatro, hace mil años, a Carlos Lemos, un magnífico actor, dar vida a "Esperando a Godot" y como era de esperar no entendí nada ni me gustó nada. Fue años despues, muchos años después, cuando entendí el sentido de la obra. Yo lo veo así: Que es lo que esperamos de la vida? Lo sabemos? La paciencia en la espera vale la pena? Llegará algo desconocido, Godot, que nos diga que todo ha valido la pena? o no llegará nada nunca?.
Muchas veces me pregunto que porque escribo un blog, y llego a la conclusión de que lo verdaderamente anhelo es el contacto humano. Quiero entender y que me entiendan y quiero, a pesar de mi edad o justamente por tener mi edad, que se me considere como persona, que se me valore aun como persona y ser persona en un mundo donde tener muchos años es signo de decadencia y el ocaso como persona.
Espero yo a Godot? Pues ni yo mísma lo se. Yo vivo mi dia a dia y no pienso en más pero gente joven como tu, creo yo, en vez de esperar a Godot, tiene que salir a buscar a Godot. Un abrazo Lola
Ya sabes, yo casi siempre no estoy de acuerdo en algo. Esta vez le toca a una frase tuya, cuando dices que has tocado temas que no tienen que ver con la enseñanza, como el arte,la literatura, África... pues, mira, yo pienso que todo eso y más tiene que ver con la enseñanza, pues concibo al profesor, tanto como al alumnom, como una totalidad, no como objetos técnicos; creo que todas tus inquietudes y tus aprendizajes contribuyen a crear una persona de una calidad especial, capaz por tanto de transmitir, de comunicar, de empatizar.
ResponderEliminarPor lo demás, amigo y colega, un orgullo para mí participar en tu blog, contribuir modestamente a esa narración que llevas adelante. Un abrazo.
Los que nunca comentamos tal vez sea porque no sabemos qué aportar a tus escritos, pero no porque no sean buenos, sino porque nuestros comentarios son los que pueden no estar a la altura. Aquí una lectora más que sale de la sombra. ¡Saludos!
ResponderEliminar"¿qué se puede esperar de un narrador avellanado, escéptico, lleno de dudas, enemigo de controversias, tímido y corroído por intuiciones y estados oscuros?"
ResponderEliminarYo espero leer lo que piensa y sabe un narrador avellanado, escéptico, lleno de dudas, enemigo de controversias, tímido y corroído por intuiciones y estados oscuros.
Eso es lo que espero, ni más ni menos.
Siempre un placer, Joselu.
Joselu, eres un narrador extraordinario. Los temas que abordas siempre son interesantes y tus reflexiones son profundas y sinceras, nada que ver con los tópicos que salpican tantas páginas supuestamente cultas que pululan por ahí. Eres serio, riguroso, humano. Tus experiencias como docente son cercanas y llenas de humanidad. No importa que todos los enseñantes tengamos parecidos alumnos, lo que cuenta es tu punto de vista como profesor, cómo les hablas y cómo nos lo transmites. No hay temas originales, lo original es el punto de vista del narrador, eso, el estilo, la personalidad, es lo que diferencia a unos de otros, la mediocridad de la excelencia, la superficialidad de la verdadera creación. Siempre será necesario el narrador, el testigo que pueda dejar constancia de lo que ve y oye, el que saque del anonimato tantas vidas interesantes. Noto en tu post de hoy cierta tristeza, cierto desánimo, normal a estas alturas de trimestre. Es bueno hacerse preguntas, plantearse qué hacemos y por qué. A veces es necesario parar un poco para adoptar una nueva perspectiva, tomar aire y coger fuerzas. Un blog no es una obligación, pero llega a absorbernos y obsesionarnos. Necesitamos saber que nuestra voz no se pierde en el vacío, que hay alguien al otro lado, que nuestros pensamientos encuentran un eco en otros. Yo tengo muchos menos comentarios que tú pero ya ves, sigo insistiendo. Entré en este mundillo por ti y me has ayudado muchísimo, te considero mi tutor en esto. No desmayes, aunque si necesitas parar, hazlo. Escribir es la expresión de un deseo y de una necesidad. Uno le da a la tecla cuando siente que tiene algo que decir, y toda creación tiene altibajos. Hagas lo que hagas, sabes que no estás solo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, colega.
Yolanda, he dudado en si escribir este post. Todo me llevaba a la indolencia matizada con cierto desánimo, que has sabido detectar en mis palabras. Al final me he puesto, y he querido dejar constancia del momento en que me debato. No quiero sentirme obligado, pero hay algo que me impele a seguir, a continuar dando forma a intuiciones que buscan la luz entre la niebla. Tus palabras son extraordinariamente generosas, y te las agradezco con un mohín tímido. Gracias, colega. Me gusta estar por aquí y sentiros con cercanía. Las palabras son a veces lenitivos para el alma. Un cordial saludo.
ResponderEliminarHace un par de meses que descubrí tu blog. Desde entonces he leído cada nueva entrada con interés y casi siempre con admiración, por lo bien que escribes y sobre todo por lo bien que piensas. No paseo por los blogs para encontrar respuestas ni soluciones a nada, sino para disfrutar atisbando lo que otros se preguntan, sus dudas, sus sentimientos, sus experiencias... Las comparta o no, casi siempre generan una reflexión que, de no haber pasado por ellos, quizá no habría surgido.
ResponderEliminarSin embargo, cada 'bloguero' sabe por qué escribe y cuándo deja de tener motivos o de encontrar gratificación; tal vez no es asunto de los comentaristas...
En fin, quiero agradecerte lo que hasta ahora has escrito, y sea cual sea el rumbo que tomes, te deseo mucha suerte.
V, mis palabras son un pequeño homenaje a El Quijote, en cuyo prólogo aparece ese adjetivo que he utilizado con orgullo "avellanado" y antojadizo dice Cervantes. A veces también son necesarias otras voces narrativas avellanadas, secas y antojadizas... Gracias por estar ahí.
ResponderEliminarZim, creo que lo que pasará es que espaciaré más mis publicaciones. Hasta ahora lo hacía cada tres días, pero quizás un ritmo más pausado también ayudará a llevar un mayor sosiego a estas disquisiciones que me alegro de que te gusten. El año pasado me dediqué con mucho mayor énfasis a temas no estrictamente pedagógicos. Veremos por dónde sale este curso. Un cordial saludo, y gracias por tu prsencia.
ResponderEliminarMaría, qué bueno encontrarte por aquí. Me encanta conocer a lectores desconocidos hasta ahora. Continúa si quieres en la sombra, y cuando quieras deja tu huella, que será siempre bien venida. Un cordial saludo. Y gracias.
ResponderEliminarClares, me alegro de que me digas eso sobre el conocimiento como totalidad. Así lo entiendo yo, pero a veces pienso que no me centro en lo pedagógico. El año pasado apenas roce el tema de las aulas y me orienté a otros que me atraían. Quizás este año empiece a hacer lo mismo. El asunto académico puede ser demasiado profesional salvo para los que están dentro. Por el profesor total que integre las variantes y variaciones del conocimiento humano. Un cordial saludo.
ResponderEliminarLola, Buscando a Godot, buena vuelta de tuerca al asunto que nos ocupa. Touché, amiga. Por lo demás decirte que tu voz es vivida y percibida como llena de juventud y a la vez de experiencia. Me gusta que no quieras que te encasillen ni que te arrinconen como alguien ya fuera del mundo. Tu voz es inconfundible y planteas temas siempre interesantes. Conozco tu edad, pero no me interesa especialmente. Me interesa lo que dices y mucho.
ResponderEliminarNovicia Dalila, sí este año he estado muy profesional y da menos lugar a que personas ajenas al mundo de la enseñanza puedan intervenir. Un blog es un compromiso con uno mismo y con los lectores. Ha habido muchos momentos en que he pensado en eliminarlo y librarme de él para siempre; otras veces lo he dejado congelado y he iniciado otra andadura en otro blog de temática distinta hasta que he decidido volver a éste. No sé hay algo que me une profundamente a la blogosfera, aunque en múltiples ocasiones deseo alejarme para siempre de ella, pero no lo hago. Así ya más de cuatro años. Empecé en octubre de 2005. Gracias por tu aire fresco y tu espontaneidad.
ResponderEliminarMe quedo con la última palabra que es la que mejor se recuerda: "Vale".
ResponderEliminar¡Ya lo creo que vale! Vale un potosí, que se decía antaño. Y vale la felicidad de leerte, porque la expresión "merece la pena" me parece de las más injustas de nuestra lengua para contextos como estos en los que lo que "vale" es la alegría, la exaltación, el júbilo y la solidaridad.
Hay toda una corriente del pensamiento actual(vid. Paul Ricoeur) que cifra en el relato la última conquista de la ontología. No somos ya un yo, por más tradición y autoridad que el cogito cartesiano tenga, sino la narración de ese yo, un relato.
Tu blog, Joselu, no sólo es un relato auténtico, sino que has concebido un narrador con un discurso que, acaso no siendo íntimamente el tú que tú puedas creer que eres, es, sin duda, el tú que todos leemos con pasión post tras post. Una mezcla de serenidad, de ecuanimidad, de arrebato, de ternura, de lirismo, de ironía y de precisión conceptual hallamos en ese narrador al que seguimos habitualmente como un hábito al que resulta imposible renunciar.
¡Ya lo creo que vale! Vale con valor y con valer, vale como quien leva anclas para recorrer la vida que se nos ofrece desde la más clarividente atalaya, ¡ya lo creo que vale!
Cuando te encontré en este mundo de tantos, me sorprendió la sinceridad con la que habla. Es verdad que el escribir no solo se hace para uno sino para los otros, que gratificante es que alguien te diga algo, a veces llegas y te sorprendes, ideas que nacen de tus escritos que no son tuyas pero que lo provoca en los demás.
ResponderEliminarMaravilloso mundo este, y también maravilloso su blog.
Hoy metafísico Joselu, personaje entrañable que ha creado un hombre atado a su destino de ser buena persona, amigo de sus amigos, pedagogo apasionado, querido por los suyos y tantos otros. Tus cuitas blogueras no me son ajenas por ser conocidas porque una brisa de agotamiento o de ansiedad soplan en contra.
ResponderEliminarEstoy seguro que sabrás reorientar tu nave para que, cual velero bergantín, siga su rumbo certero en busca de más aventura.
Lírico Joselu, tu propuesta respira poesía. La poética madre de transmitir conocimientos y mostrarnos el mundo que ven tus ojos. Que no es poco.
Intuyo, Joselu, en tus palabras algo de cansancio; tu duda existencial de ¿tendré algo más que decir? y, por otro lado, ganas de seguir ahí, más tranquilo, más despacio y sin obligaciones de ningún tipo...
ResponderEliminarPor si te sirve para tu refexión y decisión final: tus posts siempre nos enseñan algo interesante, están muy bien escritos y generan reflexiones y comentarios enriquecedores. ¿Que más se puede pedir? Que continúen existiendo, que continúen acompañándonos...
Sí, amigo, vale...
Buena reseña respecto a lo que dices tan brillantemente sobre la necesidad del narrador.Es pura coincidencia,amigo Joselu,pero mi último post hablo sobre Gómez de la Serna,un narrador nato que nos da a algunas claves sobre el arte de narrrar.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,amigo.
"a distinguir me paro las voces de los ecos"
ResponderEliminarSin duda cada blog es una voz personal, y es la empatía con esta voz lo que nos lleva a revisitarla y a marcarla en "favoritos". Y desear ver un nuevo post.. y bueno, y por si la página en blanco se pone muy testaruda siempre tendremos cerca a Thomas Mann.
Saludos
Siempre es un placer leerte Joselu. Espero tus posts casi con ansiedad. Siempre aportas cosas nuevas. Siempre que abro la puerta de tu blog siento ese aire a erudición, a cultura, a sabiduría, a respeto... no sé, eres magistral.
ResponderEliminarPor lo demás te diré que estoy totalmente de acuerdo con lo que apuntas sobre el narrador. Y si en algún momento se ha vertido un hálito de desánimo en tu post, te diré que no ha lugar al desánimo, porque este blog está hoy tan vivo y tan resplandeciente como cuando lo descubrí, hace casi dos años. De vedad.
Un abrazo.
Detrás del blog está el narrador, pero el narrador es también persona, en el sentido etimológico del término: persona como máscara, como algo que se pone delante de la cara. Tu máscara es tu blog, es la voz que trazas ante ti para que la leamos los demás con fruición. Crecen tus lectores porque tu voz es agradable, ensoñadora a veces, iracunda en alguna ocasión. Me gusta particularmente visitar tu blog porque me siento a gusto: sé que tu máscara está moldeada con unos sueños parecidos a los míos, y eso me complace. Amigo Joselu, sigue siendo el narrador, el gran actor que con su máscara tragicómica nos tiene prendidos mientras dura la función.
ResponderEliminarEn ese itinerario vital que has trazado todo este tiempo, hemos oído el eco de tu voz con todos los matices. Cuatro años son la madurez bloguera, por ello es lógica esta duda (cervantina) que te asiste. Vives entre dos mundos el real y el virtual (o soñado) que viaja a otros territorios (blogs) cuya única existencia se debe a la palabra.
ResponderEliminarAcalla tu voz si tu corazón te los pide, pero atiende también a la razón, antes de tomar la decisión.
Hagas lo que hagas, sabes que cuentas con una hueste de fieles seguidores.
Bueno, Joselu, ten presente a los que, como yo, hemos llegado recientemente a tu blog, y nos gustaría seguir disfrutando de él. Ánimo y saludos.
ResponderEliminar¡Hola JOSELU!
ResponderEliminarYo no sé muy bien que decirte, pero al contrario que la mayoría, aún siendo así, siempre digo algo. Me es imposible leer algo y quedarme callada. Realmente me es imposible quedarme callada y punto.
Probablemente, el concepto de blog que tenéis la mayoría, choca un poco, con el que sin querer me viene saliendo a mi. Y digo saliendo, porque en mi caso el blog, no es más que eso, lo que me sale.
Una ventana por la que dejo que mi imaginación o lo que surja en ese momento se asome, salude, se ría, corra, juegue y parlotee...Nunca he aspirado a otra cosa que comunicarme y divertirme y con suerte, hacer que otros se comuniquen y diviertan conmigo.
Me ha reprochado mil veces en los cuatro día y medio que llevo aquí, mi exceso de azúcar, mi falta de profundidad, de seriedad y trascendencia en los temas, en fin de todo... y es probable que sea cierto, no seguro.
Pero siempre digo lo mismo, yo en el blog, soy tal cual. No aspiro a nada de nada, ni en el mundo literario, ni en ningún otro... No es más que una válvula de escape, me río muchísimo cuando escribo, conmigo misma, con los demás e incluso de mi. desconecto de la seriedad y profundidades a veces demasiado dramáticas de mi trabajo y sólo por eso, incluso aunque nadie me leyera, ya hace que me compense.
Tras el blog y los comentarios de su narrador, en él o en otros, a veces se ve mejor y más claramente cómo es alguien, que en la vida ordinaria. Incluso tras un personaje se ve quien es y como es el que lo interpreta. Es otra de las facetas de este mundo que me encanta, observar como es o parece ser la persona que se esconde tras el blog.
Si algo me ha gustado siempre del tuyo y de tus comentarios es tu sinceridad. Se ve de verdad, eso, que eres de verdad.
Tu preocupación por el mundo de la enseñanza, tu lucha por llegar a tus alumnos. Tu desesperación cuando sientes que no lo logras, la desilusión e incluso a veces frustración que te provoca una profesión a la que se ve que amas, pero que no te dejan ejercerla como a ti te gustaría. Tu pasión por la literatura. Te podría decir mil cosas que leyéndote, nos has enseñado de ti.
Y eso Joselu, para mi, es el mayor regalo que nos has dado, dejar que te conozcamos y aprendamos contigo y de ti.
Incluso he sentido últimamente como una especie de abatimiento se ha apoderado de ti y que con mi habitual falta de recato, te comento, rogándote que no te moleste, si te lo digo es porque me ha dado pena verla y porque te tengo mucha simpatía, aun cuando ésta no sea recíproca, eso no importa.
Ya te digo que el mayor lujo de aquí, es la posibilidad de decir lo que piensas en un determinado momento, a alguien de él o de lo que dice. Intentando no molestar, al menos intento no hacerlo, aunque a veces, sin querer lo haga.
Jamás es esa mi intención.
Bueno, siento como siempre mi rollo, otro problema con el que me temo moriré, sin poder evitarlo.
En fin, que adelante, JOSELU, en el fondo eres el profesor que a todo el mundo le hubiera gustado tener. Que lo sepas, de verdad.
Y en cierto modo a través de tu blog, lo has sido y espero sigas siéndolo.
Un abrazo, muy fuerte.
Creo que pocos blogs de los que conozco alcanzan el nivel del tuyo. Y lo digo no sólo por la calidad narrativa del mismo, que es muy alta, sino por la amplitud de temas y la forma de abordarlos que tienes, planteando reflexiones que invitan a un debate activo. De hecho la cantidad de comentarios que recibe cada una de tus entradas son buena muestra de ello. Aunque no siempre entre a dejar un comentario, suelo leer casi todos tus posts y me sorprende la cantidad de sensaciones y reflexiones que compartimos, tanto dentro como fuera del ámbito profesional. Pones voz a muchas de mis ideas, por eso me encanta pasar por aquí y dejarme llevar por tus palabras. Espero poder seguir disfrutándolas durante mucho tiempo, querido amigo.
ResponderEliminarUn abrazo
También pienso que el narrador es lo que da vida a una historia, y que todo escrito es una narración. Eres un excelente narrador y puedes tener mayor confianza en ello.
ResponderEliminarEn este blog, la voz del narrador siempre nos ofrece pistas acerca de lo que siente. Quizás por ello, el resto de narradores que dialogamos con esa voz, nos sentimos también partícipes de la propia narración. Y eso, en definitiva amigo Joselu, es la literatura. Así que, no lo dudes, tu blog es Literatura.
ResponderEliminarAbrazos