Escribir con libertad interior no es necesariamente fácil. Llevo cinco años publicando y soy consciente de que en mis posts se han deslizado errores de interpretación o bien se han planteado profundas y serias contradicciones entre mi secuencia de ideas. No soy el mismo que comencé a escribir hace un lustro. La blogosfera me ha enriquecido y me ha hecho conocer líneas de pensamiento, experiencias, procesos íntimos de los blogueros… Pienso que no hay que temer equivocarse, ni a entrar en contradicción. Sólo los aquejados de elementalidad son siempre iguales a sí mismos y no incurren en el absurdo. Así pensaba Unamuno cuya vida y obra es para mí un ejemplo estimulante.
¿Se imaginan lo que es escribir sabiendo que te leen o que pueden leerte en el entorno personal y profesional más cercano? Uno puede caer en el temor a caer mal, a temer sus errores, a ir adecuando sus posts para que no resulten molestos, a irlos limando para que sean irreprochables y políticamente correctos para la administración o para las estructuras oficiales.
Mi post Censura digital en las aulas contenía errores que quiero reconocer aquí delante de todos. Sostenía que estaban siendo censuradas alguna aplicaciones por el Departament d'Ensenyament en el programa Educat 1x1. No es así. Salvo Facebook, Tuenti y Messenger, no he detectado que estén bloqueadas otras aplicaciones para los alumnos. No están bloqueados Gmail, Google docs, Youtube, Blogs o Twitter. Lo que yo percibí en una sesión informática fue un problema puntual que posteriormente no se confirmó. Mis disculpas públicas. Siento a la vez un gran alivio porque esto supondrá que estos canales estarán abiertos y serán utilizables. Me alegro de haberme equivocado.
Sin embargo, hacía una valoración del papel de las editoriales elegidas y mi intención de elaborar un programa propio adaptado a mis alumnos con serias dificultades de aprendizaje. Me confirmo en ello. Pienso que será un error convertir el programa 1x1 en un uso exclusivo del Libro digital de cada asignatura. Han sido hechos con mucho apresuramiento y los profesores con que he hablado deploran su deficiente calidad en las distintas materias. Será un error limitarse al uso del libro digital. Este programa nos abre perspectivas diferentes mucho más complejas que hemos de aprender a explorar y a atrevernos a llevar a cabo. Entiendo que muchos profesores asisten a cursos de formación y que esta dedicación ha de ser reconocida, pero también estimo que la revolución digital implica una convicción personal. Uno no puede seguir siendo el mismo profesor –con leves retoques- tras la incorporación a las aulas de las pizarras digitales y los ordenadores personales de los alumnos. Es como ir montado en una nave espacial y pensar que lo que uno conduce es un SIMCA MIL. Los cursos de formación no son suficientes, hay que pensar en digital y eso requiere de una íntima convicción, que estimo que no existe (aunque hay núcleos entusiastas a los que me he adherido tanto en Cataluña como en el resto de España. Entre los partidarios de la web 2.0 se distingue una gran ilusión por la incorporación de las TIC, pero también me anima su espíritu generoso que les lleva a compartir recursos y ponerlos libremente en la red. Me gusta ese ánimo conducente al intercambio, a la puesta en común, a pensarnos miembros de una conciencia e inteligencia colectivas que no tiene líderes y sí infinidad de conexiones que aportan cada una una parte digna de ser considerada.
El profesor medio desconoce esto. Le llega lejanamente. La tecnología es un mal necesario que hay que soportar y hacer algún cursillo de vez en cuando, pero ello no implica la transformación del proceso de pensamiento. Por ello, las editoriales –empresas que se lucran enormemente del mundo educativo- tienen a los profesores como sus más fieles aliados. Yo las he utilizado, siendo consciente de que elaborar es más difícil que seguir un texto. El mundo digital abre un nuevo campo en todas las áreas para adaptarnos al presente. ¿Qué es lo fundamental en lengua –me pregunto-. ¿Qué sepan analizar oraciones? ¿Penetrar en la densidad de las categorías morfológicas? ¿O tal vez que sepan escribir con sentido? ¿Qué entiendan un texto reconociendo sus ideas principales? ¿Que sepan puntuar un texto correctamente? ¿Que se sepan expresar oralmente con un léxico más rico? Alguien podría sugerir que ambas direcciones son compatibles, pero el esfuerzo que dedicamos para que reconozcan los arcanos de la gramática (conozco a un brillante profesor italiano de universidad, doctor en Filología Hispánica, que reconoce no saber nada de verbos transitivos o de complementos directos. En Italia no se le concede ningún valor a este tipo de contenidos), es tan alto que soy consciente de que los alumnos llegan a segundo de bachillerato incapaces de articular un texto con sentido. Eso sí puede que sepan distinguir –o no- una subordinada sustantiva de complemento directo.
En fin, quiero dejar claro a quien corresponda o lea esto, que seguiré escribiendo con libertad interior, me lea quien me lea, o reciba –legítimamente tal vez- los más sonoros rapapolvos institucionales por el contenido de este blog. Sé que me puedo equivocar o cometer errores, pero estos son connaturales a cualquier proceso de pensamiento. Aunque de eso a querer autocensurarme, nada de nada.
Es probable que vuelva a tu entrada con más detenimiento, pues apuntas cuestiones diversas y muy interesantes. De momento me quedo con una reflexión: ¿por qué a algunoss docentes les resulta más sencillo/fiable una editorial que los materiales en red de otros profesores? ¿No piensan que detrás de los libros de texto también hay docentes como ellos? ¿Creen que todo lo que ofrece internet es amateur, de escasa calidad o productos de lucimiento personal? Ya digo que volveré y quizá tenga más preguntas.s
ResponderEliminarJoselu, adivino en tus últimas palabras una situación real y engorrosa. Me imagino que proveniente de quienes creen que hay que callar aquello que estropea la imagen de una apuesta institucional con muchos "errores y contradicciones".
ResponderEliminarSé de buena tinta que disentir provoca tirones de orejas, pero como bien dices, "de autocensurarte nada". El blog es un espacio en el que aflora parte de nuestro pensamiento y éste fluye a remolque de las experiencias. Vale la pena dejar constancia de ese proceso, aunque sea para rectificar, desdecir, matizar...
Hola Joselu, por los últimos posts veo que vuelves a las aulas y esto me alegra mucho.
ResponderEliminarSabía del inicio del programa Educat 1x1. Mi prima empieza 1º de la ESO en mi antiguo instituto. Y por lo que veo el programa va a tardar un mes o más en llegar a allí. Hay que adaptar las aulas y no estoy segura de que les hayan llegado los ordenadores. Lo que sé es que de momento los alumnos han empezado con dossieres y libretas.
Con todo, creo que como dices la iniciativa abre un montón de posibilidades. Un tipo de docencia distinta que también va a necesitar de un cambio en el profesorado.
Espero que estés ilusionado y con ganas de experimentar con todo esto.
Un abrazo.
"Sólo los aquejados de elementalidad son siempre iguales a sí mismos y no incurren en el absurdo."
ResponderEliminarEl resto de tu entrada se me escapa un poco pero esto es una enorme verdad. La coherencia es como la pimienta, está bien pero no se puede abusar. Y la palabra elementalidad me encanta, voy a usarla de vez en cuando.
Reconocer tus errores te honra.
ResponderEliminarUn saludo.
Aunque tengo muchos motivos para que me interese el resto de tu entrada y, a mi pesar, me veo reflejada en lo que denominas 'el profesor medio', realmente lo que me ha dejado tocada, igual que a Frikosal, ha sido esa frase:
ResponderEliminar"Sólo los aquejados de elementalidad son siempre iguales a sí mismos y no incurren en el absurdo".
Ayer precisamente escuché a alguien comentar con orgullo que sus ideas y sus opiniones no habían cambiado un ápice a través de los años, por más que sus situaciones laborales y personales habían ido evolucionando.
A mí en cambio me parece que, con la edad, con la vida en suma, las cosas inamovibles que nos van quedando son cuatro (quizá cada vez más férreas) y que todo lo demás lo vamos matizando, poniéndole excepciones y al final, nos damos cuenta que estamos en el suelo, apeados del todo del púlpito pontificial desde el que uno se atrevía a vocear antaño.
Sí, rectificar es de sabios, y aprender, y cambiar de opinión, y dudar ... a mí también me lo parece, tanto como lo es mantenerse firme en lo que nos dicta la conciencia.
Disculpa la extensión. Un saludo.
Muy de acuerdo contigo JoseLu.. y es quien no se atreve a equivocarse jamas avanzara... en ese proceso estoy, y sin duda esto del blog es una experiencia enriquecedora ayudada obviamente por persona como tu y los que nos siguen. sin temores ni autocensuras, que siga fluyendo el pensamiento, las dudas y como dices tu, mas dudas que certezas nos hacen seguir cavilando!!! un abrazo y un aplauso.
ResponderEliminarSuelto una reflesion: realmente queremos que todos los profesores generen sus propios materiales?. Las editoriales, aun siendo una mafia, tienen que poner sus materiales a disposicion de una evaluacion pedagogica del ministerio. Abrir la puerta al todo vale y sin control ni homogeneidad. Y este tema creo que es importante. Si ya con libros de texto, parte del profesorado se refugia en la ley del minimo esfurzo, que pasaria si abrieramos las puertas al todo vale? Desconfio del profesorado. No creo en las tics, me suena a algo que ya vivi con la LOGSE: cursos, cursos y impresionantes proyectos aislados, pero en general mucho "papo" y demasiado politiqueo. A mi me da la impresion que se rien de nosotros, una "persona" me decia el otro dia (valencia) "no se de que vais? Los alumnos estan pidiendo PCPI, y eso es lo que les estamos dando, el que quiera ir a la universidad, que se encargue la universidad de convencerlo. Puede ser que ya haya mas alumnos en PCPI que en bachillerato, y estos no piden tantas cosas y salen "mejor" preparadosa para la vida real".
ResponderEliminarPensar que hay alguien en el nivel institucional de las cosas -en el "aparato"- que lee cuanto escribimos en estos prácticamente anónimos cuadernos es -¡cómo me gustaría que así fuera!-, como poco, participar subrepticiamente de la teoría de la conspiración que, por diversos motivos y a riesgo de ser considerado tonto, loco o visionario, mantengo palpitante.
ResponderEliminarNo te preocupes, Joselu, porque tú no conspiras, porque tu blog no tiene el más mínimo interés para el poder real, porque no significa(mos) amenza alguna para nadie salvo, quizá, para nosotros mismos. No te preocupes, pues. A menos, claro, que hayas creado una célula revolucionaria...
Un abrazo.
Javier, lee el comentario de Lu, que sí ha percibido el fondo de la cuestión que sugiero. No somos importantes, eso ni me lo planteo, pero...
ResponderEliminarIaenus, nunca hice un curso sobre la LOGSE, nunca he entrado en el politiqueo. Soy un profesor anónimo y sin relevancia, pero quiero que no se rían de nosotros -nadie-. En cuanto al caos que se generaría si los profesores se pusieran a elaborar sus materiales, no deja de ser un argumento a considerar. Sin embargo, actualmente en la red existen recursos y herramientas muy potentes -que deberían ser conocidas- para desarrollar un proyecto digital como el que estamos hablando (ordenadores en el aula + pizarra digital). Eso cambia muchas cosas para bien. En cuanto a las TIC, veo en la foto que eres joven (o es una foto antigua?). Si no las conoces, convendría que lo hicieras. Y "conocer" es experimentar (no asistir a cursillos),imaginar, crear, arriesgar. Pienso que hay pocas cosas más aburridas que una clase de lengua. Hay que lograr que la lengua se convierta en un campo fascinante. No sé si lo lograré, pero ello requiere de impulso e ilusión.
En cuanto a los PCPI, es un tema que tengo cerca. Mi mujer es tutora de un curso de dicho plan. Y no lo veo como lo dices. Me extraña que haya más alumnos que en bachillerato. Y, por lo demás, es una vía digna para un perfil determinado, que permite hacer tránsitos a otro tipo de estudios. conozco jóvenes que se han reorientado tras cursar un PCPI.
No tengo muy claro qué es lo que entiendes por "vida real". Te veo muy desilusionado siendo joven.
Un cordial saludo.
Liliana, gracias por tu confianza, pero este desnortado profesor comete más errores que consigue aciertos. Lo que el blog permite es dar salida a nuestras incertezas, a compartir, a aprender... Y sí, me he equivocado muchas veces. Quizás hay otros que necesitan equivocarse menos. Torpe que es uno... Un abrazo.
ResponderEliminarTal y como advertí, vuelvo a tu entrada para unirme a esa reivindicación del error y la rectificación como herramienta de crecimiento. Como apunta zim, hay que desconfiar de quienes aseguran mantenerse fieles a una ideología o pensamiento primigenio. La gracia de vivir y de tomar decisiones consiste en equivocarse y en rehacer continuamente el camino en sus múltiples posibilidades. Gracias a mis equivocaciones soy quien soy (y no es una licencia poética, lo sabes); incluso en cuanto a las TIC, alguna vez pensé que eran una pérdida de tiempo (y quizá un día vuelva a pensarlo, qué más da). Vamos a seguir contando lo que hacemos y lo que pensamos, con libertad, aun con el riesgo de errar, porque ya se sabe que esto es lo que nos hace humanos.
ResponderEliminarZim, denso e interesante comentario que daría lugar a una larga y fructífera conversación. Lo leí ayer y me hizo pensar antes de dormirme. Desde luego no sería un maestro para mí quien dijera que no ha modificado sus planteamientos a lo largo de los años. Increíble. Vivimos un tiempo complejo, acelerado, que ha sufrido profundas transformaciones en todos los sentidos.
ResponderEliminarTe recomiendo un libro que a su vez me recomendaron a mí en el comienzo de este verano: Se llama El fin es mi principio de Tiziano Terzani. No es caro y se lee muy bien. Terzani es un periodista italiano que vivió en Asia durante la mayor parte de su vida, y su diálogo puede ejemplificar cómo uno llega a a convicciones esenciales, pero también el proceso que llevan a ellas. Desconfío del que llega a convicciones "férreas" demasiado pronto. Para mí sólo hay dos principios que me valen y los enunció Borges. No sé si te valdrán a ti: "Sé justo y sé feliz". Pero, diablos, que endiabladamente difícil son ambas cosas. ¿O no? ¿O Sí?
Un abrazo.
Antonio, he de reconocer que mi intercambio de ideas contigo y con otros profesores ha alentado reflexiones que me han hecho evolucionar. Pienso hablando -o escribiendo- y muchas veces desarrollo un discurso -no para enfatizar una convicción férrea- sino para ver qué me dicen otros, conocer cómo lo ven otras personas. Es el eje de mi dialéctica que me permite aprender, rehacer mi camino y reorientar mis ideas. Tengo conciencia de que en todos los sentidos estamos "en tránsito". Y no deja de gustarme la idea. No entiendo cómo alguien puede aposentarse y afirmar "Yo estoy aquí y a mí nadie me mueve". No sé, serán percepciones diferentes de las cosas.
ResponderEliminarToro sentado, y escuece, pero es lo mejor. Te permite volver a hablar sin esconder nada.
ResponderEliminarFrikosal, la idea es totalmente de Unamuno. ¿Has leído San Manuel Bueno mártir?
Mari Carmen, si algo me caracteriza es que si no experimento, enfermo. De ahí mi crisis profunda como profesor. Si la disciplina se convierte en el principal problema del profesor, ello tiende a hacerlo conservador, salvo aquellos que, a pesar de todo, asumen el riesgo. Pero lo habitual es que la inestabilidad del aula conduzca a planteamientos tradicionales. Sería un buen tema de conversación. Gracias por tus palabras. Me gusta que alguien joven como tú, asista a estos devaneos que ya conoces hace tiempo.
ResponderEliminarLu, sin duda, has dado en la diana. No vamos a extendernos más. Te sigo.
ResponderEliminarUna discusión eterna con mi colega/compañera de toda la vida: el Estado ha de garantizar a todos los alumnos el aprendizae de los conocimientos que considere fundamentales/La educación depende de cada profesor, y eso es irremediable: si te toca uno "bueno", habras hallado un tesoro; si te toca uno "malo", te morirás de asco. Esencialmente, aunque seamos profesores de la misma asignatura, todos somos distintos y no podemos "amoldarnos" a un patrón común. Es irresoluble, el contencioso, pero evitable: El Estado debía de promover una prueba última, corregida por otros, que garantizara, según el modelo francés, que el título de Bachiller adquirido es equivalente en todo el Estado. La seletividad podría haber sido esa prueba, pero se ha convertido en una prueba diseñada específicamente para que sea aprobada por el 90% de quienes se presentan, y, además, no contiene adecuadamente las enseñanzas básicas que se le han de suponer a un bachiller.
ResponderEliminarMe echo a temblar sólo de pensar en lo que, en esa supuesta Prueba de Estado, podrían llegar a escribir los alumnos puestos ante un texto sobre el que deberían "disertar". Para que los posibles lectores de este comentario se hagan una perfecta idea de lo que quiero expresar, les remito al capitulo 5 de la 3ª parte de "Los monederos falsos" de Gide, donde se describe el examen de francés de la prueba de bachillertato y parte del comentario que suscita una estrofa de La Fontaine.
Por cierto, en la misma obra, Gide escribe: "Nada más diferente de mí mismo que yo mismo"...
Juan Poz, no nos lo pones fácil. Te remites a la novela de Gide y al comentario-disertación sobre un texto hecho por el escritor. Yo no puedo aducir tanto, pero sí recordar que hace veinte años mis alumnos de segundo de BUP podían elaborar un discurso escrito en que se valoraban reflexivamente ideas sugeridas por un texto. No eran alumnos excepcionales. Era bastante frecuente. No quiero ni pensar lo que ha pasado desde entonces, pero no voy a hacer hincapié sólo en el sistema educativo (el debate sería infinito) sino en la propia evolución interna de la sociedad y el escaso peso que tienen las ideas, la lectura de textos complejos, la expresión escrita y, la citada por ti. disertación. No quiero quitarte razón, porque la tienes, pero no se puede equiparar la disertación de Gide con lo que es común en el 2010. Todo lo que propones -una prueba final de nivel- al final del bachillerato es razonable, pero, como sabes, cualquier marco que contemple todo el estado ha pasado a la historia, y en cuanto a su nivel, pues también cabría mucho que considerar. Pienso que la enseñanza prepara a los hombres para la sociedad del presente, alguna vez hemos hablado de ello. Hacen falta ciudadanos consumistas, no demasiado críticos, medianamente instruidos y sobre todo muy narcisistas (que piensen que lo saben todo y que tienen derecho a todo). Nuestra enseñanza es así. Para que un sistema educativo sea bueno (desconozco el modelo finlandés que parece que es un punto de referencia) ha de ser seriamente selectivo. Pero cada vez más se da valor a la inclusividad lo que parece un valor social importante, pero ello trae repercusiones decisivas en el nivel general. Estamos viviendo, como he dicho otras veces, la llamada escuela social frente al modelo intelectual o de conocimiento, pero mucho me temo que no es aplicable ya a nuestros parámetros. Estados Unidos ocupa uno de los últimos lugares en el informe PISA. No sé cuál es la solución. Una filosofía conjunta sobre qué es la escuela o qué esperamos de ella (ello es imposible como sabemos). Más allá no sé. Intentaré hacer escribir y hablar mejor a mis alumnos. Como pueda.
ResponderEliminarYo debo confesar que no estoy cualificado para andar por ahí haciendo uso de las múltiples TICs que tenemos a mano. A mis años, y con el estúpido orgullo que a veces da la experiencia, he pasado por momentos de serio escepticismo ante lo que tenemos en las aulas en materia informática. Pero este año me he apuntado a un cursillo, a ver si me pongo un tanto al día en este tema. Es algo que no se debe obviar, porque la enseñanza, como la vida, sigue un curso y no hay que salirse de él.
ResponderEliminarUn abrazo.
No esperaba menos de ti, JOSELU :-)
ResponderEliminar¡¡Callar, achantar y borreguear ante el más mínimo reproche, más si es institucional o profesional, como a lo mejor ha sido tu caso, es lo fácil!!
Somos en general una sociedad acostumbrada a vociferar ante multitudes anónimas, pero cuando se hace el silencio y se nos ve la cara, callamos como muertos.
Como tú, considero que si algo bueno tienen los blogs, es precisamente la libertad de exponer todo aquello que de verdad pensamos, para decir lo que queda bien o lo que gusta oír, mejor callarse.
Y no es fácil, nada fácil.
Si te soy sincera, yo quiero pensar que a mi no me lee casi nadie de mi entorno, en eso reconozco mi cobardía e incluso te diría que terror, si sucediera:-)
Y si ocurre, mejor no enterarme jamás...¡¡no veas la de tontos tiesos que a veces me rodean!! jajaja
Precisamente si disfruto tanto por aquí, es porque digo lo que me apetece, cuando y donde quiero. No es sólo en cada uno de nuestros blogs, son el reguero de comentarios en los que frente a los diferentes temas que se plantean, vamos mostrando nuestra cara al descubierto.
Y vale, cometemos errores, seguramente yo más que nadie, bueno y ¿qué importa? yo agradezco muchísimo que me corrijan y no tengo problema alguno en rectificar, aquí nadie escribe sentencias, se expresa, se manifiesta y punto.
Yo intento únicamente, no mol,estar a nadie con lo que digo, casi nunca releeo lo que escribo, así que lo de pulir, no va con migo. Me lo paso haciendo tooodo el tiempo en mi trabajo, por la cuenta que me trae y aquí, pues no me da la gana, sale lo que sale y punto. A veces son burradas, otras tonterías y otras impertinencias, sembradas las más de las veces de mil faltas de ortografía, ¡¡qué se le va a hacer!! yo soy así, y aquí, me gusta mostrarme como soy, so pena de ir de ignorante total, a lo mejor también lo soy.
Al final de tu escrito, comentas que en Italia, no se concede ningún valor a la sintaxis y análisis de oraciones, lo mismo ocurre en Inglaterra con la gramática y sabes, puestos a elegir entre escribir correctamente, expresarse con soltura en público y comprender ¡¡xD, no hay color!! salvo que te dediques a la docencia, difícilmente necesitarás , diferenciar una frase transitiva o una perífrasis verbal.
Ser capaz de comunicarte y expresarte con corrección es absolutamente esencial. De hecho, te diré que viendo la cantidad de horas que por ejemplo mi hija que este año comienza primero de bachiller a dedicado a la morfología y sintaxis de la lengua, casi me da pena, pudiendo haber invertido toooodo ese tiempo y esfuerzo, en pulir su expresión oral y escrita. Así que, que lo sepas, si yo fuera la madre de uno de tus alumnos, te aplaudiría.
Y las fuentes de las que beber para ese aprendizaje, cuantas más mejor, eso sin duda.
Por si lee esto algún Cosejero de educación jajaja yo le doy mi voto a este profe, que conste en acta:-)
¡¡Hale, todo seguidito JOSELU y mucha suerte!!
Montón de besos y feliz semana.
Miguel, ánimo y adelante, hay aplicaciones que son muy útiles y que pueden dar un nuevo enfoque a nuestras materias. Yo lo tengo claro con la incorporación de los portátiles y las pizarras digitales, pero nuestra formación como blogueros añade conocimiento del mundo tecnológico. Un cordial saludo.
ResponderEliminarNo esperaba menos de ti, JOSELU :-)
ResponderEliminar¡¡Callar, achantar y borreguear ante el más mínimo reproche, más si es institucional o profesional, como a lo mejor ha sido tu caso, es lo fácil!!
Somos en general una sociedad acostumbrada a vociferar ante multitudes anónimas, pero cuando se hace el silencio y se nos ve la cara, callamos como muertos.
Como tú, considero que si algo bueno tienen los blogs, es precisamente la libertad de exponer todo aquello que de verdad pensamos, para decir lo que queda bien o lo que gusta oír, mejor callarse.
Y no es fácil, nada fácil.
Si te soy sincera, yo quiero pensar que a mi no me lee casi nadie de mi entorno, en eso reconozco mi cobardía e incluso te diría que terror, si sucediera:-)
Y si ocurre, mejor no enterarme jamás...¡¡no veas la de tontos tiesos que a veces me rodean!! jajaja
Precisamente si disfruto tanto por aquí, es porque digo lo que me apetece, cuando y donde quiero. No es sólo en cada uno de nuestros blogs, son el reguero de comentarios en los que frente a los diferentes temas que se plantean, vamos mostrando nuestra cara al descubierto.
Y vale, cometemos errores, seguramente yo más que nadie, bueno y ¿qué importa? yo agradezco muchísimo que me corrijan y no tengo problema alguno en rectificar, aquí nadie escribe sentencias, se expresa, se manifiesta y punto.
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Yo intento únicamente, no mol,estar a nadie con lo que digo, casi nunca releeo lo que escribo, así que lo de pulir, no va con migo. Me lo paso haciendo tooodo el tiempo en mi trabajo, por la cuenta que me trae y aquí, pues no me da la gana, sale lo que sale y punto. A veces son burradas, otras tonterías y otras impertinencias, sembradas las más de las veces de mil faltas de ortografía, ¡¡qué se le va a hacer!! yo soy así, y aquí, me gusta mostrarme como soy, so pena de ir de ignorante total, a lo mejor también lo soy.
ResponderEliminarAl final de tu escrito, comentas que en Italia, no se concede ningún valor a la sintaxis y análisis de oraciones, lo mismo ocurre en Inglaterra con la gramática y sabes, puestos a elegir entre escribir correctamente, expresarse con soltura en público y comprender ¡¡xD, no hay color!! salvo que te dediques a la docencia, difícilmente necesitarás , diferenciar una frase transitiva o una perífrasis verbal.
Ser capaz de comunicarte y expresarte con corrección es absolutamente esencial. De hecho, te diré que viendo la cantidad de horas que por ejemplo mi hija que este año comienza primero de bachiller a dedicado a la morfología y sintaxis de la lengua, casi me da pena, pudiendo haber invertido toooodo ese tiempo y esfuerzo, en pulir su expresión oral y escrita. Así que, que lo sepas, si yo fuera la madre de uno de tus alumnos, te aplaudiría.
Y las fuentes de las que beber para ese aprendizaje, cuantas más mejor, eso sin duda.
Por si lee esto algún Cosejero de educación jajaja yo le doy mi voto a este profe, que conste en acta:-)
¡¡Hale, todo seguidito JOSELU y mucha suerte!!
Montón de besos y feliz semana.
María, he sido yo quien ha colgado tu comentario dividido en dos partes. Parece que blogguer no quiere admitir de ninguna manera -pese a tus múltiples intentos y los míos- un comentario de cierta dimensión. Lo he partido y no aparece el nombre con tu enlace porque eso no lo puedo hacer desde aquí.
ResponderEliminarGracias por tu apoyo, pero este tema me ha preocupado. Pienso que requería una explicación por mi parte, aunque sé que para muchos queda algo extraño. Me apresuré en una valoración y he tenido que rectificar. No era cierto lo que afirmaba (aunque en un momento tuve elementos que me llevaron a pensar así). Reconocer los propios errores debe formar parte de nuestro código de conducta. Pero eso no implica que en otros aspectos uno no pueda ser crítico y mantener posiciones divergentes.
Besos. Y lo siento por lo de los comentarios de cierta extensión.