Esta es la esencia del segundo Ludwig Wittgenstein y que expresa en sus Investigaciones filosóficas que no llegó a publicar en vida.
Blog poliédrico que no cree que haya una versión canónica de la realidad y que asume la contradicción flagrante como sistema de interpretación del mundo.
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viernes, 5 de junio de 2020
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Hay ocasiones que sería más práctico contestar con otra sentencia. Son más rápidas, más efectivas, van más al grano y como respuesta no es más larga que la cita, que a veces sucede.
ResponderEliminarPero juegos hay muchos: el de billar por ejemplo, donde tu, que estás quieto, recibes de refilón un golpe de un tercero.
O el del siete y medio, donde te lo juegas todo al azar, y donde generalmente te pasas de frenada.
O el del dominó, al que juegas con pareja, y te das cuenta de que jamás te va a entender, porque tu vas a pitos y ella va de seises.
Hay juegos más infantiles pero que de adultos se utilizan a menudo, como el del escondite. Y juegos donde siempre se sale llorando, como cualquier juego de manos.
Todo es juego, según parece, menos el juego mismo, al que siempre tomamos en serio.
Un abrazo
En la expresión "todo es juego" se resume la percepción de Wittgenstein de la vida y de todo lo que nos rodea. Es un juego la vida, es un juego el lenguaje. De hecho es juego todo lo que conlleva unas reglas y el lenguaje, todas las lenguas son parte del juego. Cuando escribes en catalán y castellano tus post son dos formas de juego con reglas diferentes aunque parecidas. Las relaciones humanas son puro juego, no entenderíamos la amistad sin esas reglas que la definen. Toda actividad humana, incluida la política es juego atenido a unas reglas que se deben de respetar. El arte, la cultura, toda la experiencia humana está regida por reglas que van cambiando -no son estáticas-. La dimensión de juego de la infancia es el primer hito de aprendizaje en el juego de la vida. Incluso las relaciones con dios forman parte de un juego cuyas reglas se han transformado con el tiempo. Hasta las despedidas son un juego social que mantenemos. Salut. Un abrazo, Miquel.
EliminarEl juego, sabemos, es el último reducto fósil de la infancia.
ResponderEliminarTu texto y su contexto da otra perspectiva:
ResponderEliminar"El juego de lenguaje descansa en el juego de la vida. Todo es juego. El juego de lenguaje del maestro de albañil y del peón que hemos estudiado descansa en el juego de la vida de una obra de albañilería, donde el maestro de albañil ejerce de maestro de albañil y el peón de peón, donde se cumple una ordenación social, unas reglas claramente establecidas. El peón, por ejemplo, no será quien grite «¡losa!», y en el caso de que lo hiciese, habría sido instado previamente a ello".
Efectivamente, todo proceso de aprendizaje humano, en que el lenguaje es esencial, está definido por el juego. Toda palabra se define por su uso, su significado no es unívoco. No es lo mismo la acepción de "losa" en el ejemplo que nos traes, que decir que "aquella clase con aquel profesor era una losa". Y esto forma parte del juego del lenguaje y "los límites de uno mismo son los límites de su lenguaje". En vuestros poemas "Las claras sombras del camino" jugáis claramente con la estructura del tanka -que es una composición estable con unas reglas- que vosotros hacéis a vuestra manera. Para el poeta ensanchar los límites del lenguaje es esencial y es lo que hacéis en este hermoso libro que es puro juego poético. En la vida todo es juego porque todo está regido por reglas, a veces intuitivas o a veces explícitas. Cuando algo no funciona hay que parar y ver si se están cumpliendo las reglas. La concepción de juego aplicada a toda actividad humana -y animal- es luminosa.
Eliminar"El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos..." Es una frase de un tal William Shakespeare que a mi siempre me gusto mucho. para mi define bien lo que es el juego de la vida. Un saludo.
ResponderEliminarTu idea abunda todavía más en la dimensión de juego de la vida desde la cita de Shakespeare. Jugamos siempre, pero jugamos desde el lenguaje. Fn la vida formulamos juicios, creencias, silogismos, pensamientos, que nos dan consistencia, y que nos amplian y nos limitan. Un buen juego será siempre un buen juego, pese a las malas cartas. Un saludo.
EliminarPara mi, quise pomner
ResponderEliminarEn 'Las claras sombras del camino...' como bien apuntas hay un elemento que destaca incluso por encima de su poética: el juego. Lo lúdico fue, fundamentalmente, el motor de esa creación. Gracias.
ResponderEliminarEl mismo proyecto vuestro, el de Paco Ayudarte y tuyo, es un juego evidente basado en la inspiración, las reglas y el azar de combinar elementos de diferente autoría. Su resultado es sorprendente e ilumina al lector en algunos versos y combinaciones realmente espléndidas. La alternancia en los haikus pares e impares da resultados muy sugerentes. Una de mis hijas ha aprendido varios porque una tarde le estuve leyendo y se interesó por ellos.
EliminarPara Ludwig Wittgenstein, además de la cita que apuntas, «lo que se deja expresar debe ser dicho de forma clara». Una aspiración con la que me levanto cada mañana y que me persigue hasta acostarme cada noche como propósito ‘irrealizado’. La claridad va más allá del mero estilo literario ya que afecta, incluso, al propio estilo de vida.
ResponderEliminarEfectivamente, Wittgenstein formuló primero que el mundo era transcribible a términos lógicos en que formulaba silogismos para englobar todo lo humano definido por el lenguaje. De ahí, su propensión a la claridad aunque no sea tan fácil comprender sus juicios sin un enorme esfuerzo y con amplios conocimientos de historia de las ideas y de la lógica. Sin embargo, llegaba a terrenos ante los que no podía acceder y se decantaba por el silencio. En su segunda etapa, la de las Investigaciones es sorprendente el giro que da y que niega todo lo afirmado en el Tractatus. Ahora entiende el mundo como inteligible y arremete contra la dimensión oculta o complicada en la filosofía. Para él, no hay nada misterioso ni oculto; piensa que son ardides para enmascarar cosas que son en el fondo simples. Por eso ahora toda su tarea consiste en la transparencia, en la claridad. Un recorrido que me ha dejado totalmente conmocionado. Yo pensaba que era uno de los filósofos más abstrusos y me he encontrado a un pensador deslumbrante en su claridad y simplicidad. Rechaza todo enrevesamiento filosófico y busca siempre en el lenguaje directo y claro, ese juego, la clave para expresar cualquier concepto que en otros filósofos hubiera sido inextricable. ¿Qué es pensar? Algo tan simple como una acción equivalente a comer, mirar o cagar. Estoy todavía impactado por el encuentro con este pensador.
EliminarY en tu caso, veo que la claridad forma parte de tu hacer cotidiano.