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sábado, 31 de julio de 2010

Descendiendo el barranco del Formiga.

Hoy ha sido mi bautizo en la bajada de barrancos o cañones. He descendido el río Formiga en Sierra Guara (Huesca). Pedi a la empresa que facilitaba los guías que fuera un cañón de iniciación y no de perfeccionamiento. Creo que no ha podido haber mejor comienzo siendo además un año muy húmedo en que los ríos bajan lujuriosos y torrenciales despeñándose entre las rocas.

Éramos un grupo de ocho más el guía, Pau, catalán afincado en la sierra Guara desde hace diez años. Los demás eran un grupo de siete vascos de Donosti y Zarauz que me han acogido con extraordinario calor y compañerismo. Eran Eva, Nerea, Arantxa, Carlos, Javier, Juanma y el otro no recuerdo su nombre. Han sido unos compañeros geniales que se han preocupado del equipo que formábamos ayudando cuando había dificultades o surgía en algún momento el miedo.

No sé si los que me leen han bajado alguna vez un barranco. Es una experiencia alucinante que desata adrenalina y endorfinas. El río Formiga baja encañonado entre rocas. Para desdender al inicio hay que rapelar (era la primera vez que lo hacía en mi vida) diez o doce metros. Me he agarrado a la cuerda sujeta en mi arnés y me he dejado caer confiando en la experiencia del guía que nos iba orientando. Luego han sido una sucesión de pozas a las que se accedía por entre toboganes entre las rocas, sifones en los que había que sumergirse, chimeneas en las que había que rapelar bajo la potente caída del agua de la cascada. Era un prodigio sumergirse en el agua profunda y clara y fresquita (aunque íbamos protegidos por nuestro traje de neopreno). Lo más emocionante eran los saltos de varios metros a los que había que lanzarse sin pensarlo dos veces. Todos nos ayúdabamos y nos dábamos ánimos. Nadie se quedaba atrás aislado. Cuando había un salto hay un momento de indecisión porque ves el agua abajo a siete metros por debajo y has de apuntar bien en tu caída. Has de impulsarte con fuerza y saltar sin pensar en posición con los brazos cruzados sobre el pecho en el momento de la inmersión. Parecía increíble pero cuando lo veías una vez abajo después de haber llegado bien, te invadía un bienestar maravilloso. Cuando caías te daba tiempo a contar uno y dos y te sumergías con fuerza en el agua. Los compañeros que habían pasado te hacían un gesto de apoyo y los que tenían que seguirte eran orientados por Pau. El agua estaba transparente y he bebido de ella en varias ocasiones. Me parecía deliciosa.

Este descenso ha durando unas dos horas y media. Los hay más largos como el famoso descenso del río Vero que algún día haré. Su principal dificultad es su duración que son unas seis o siete horas que te dejan agotado, pero en cuanto a problemas técnicos es menor que el que hemos hecho hoy.

Cuando hemos acabado nos hemos quedado con ganas de más. Nos hemos quitado los trajes y hemos desandado el camino hasta las furgonetas que nos esperaban en el inicio del camino. Luego una cerveza fresquita nos aguardaba en un pueblecito de esta increíble y onírica sierra de Guara, deshabitada salvo en pequeños pueblecitos en que vive muy poca gente. Es el paraíso de los barranquistas de toda Europa.

Pau nos ha explicado su vida libre e independiente en la sierra Guara. Hemos compartido con él la comida y la cerveza y hemos estado hora y media charlando sobre todo un poco en un camping que invitaba a vivir un verano eterno descendiendo barrancos.

El lunes haré otro, el descenso del Peonera. Ha sido mi bautizo de bajada de cañones, igual que otro día lo hice entrando en una cueva semiprofesional y aluciné con la espeleología, o en otro tiempo practiqué brevemente el submarinismo hasta que descendí a veinticinco metros y me di cuenta de que el mar es tremendamente oscuro a esa profundidad. Me echó para atrás, pero reconozco que el submarinismo es apasionante.

He sido feliz esta mañana. Por la experiencia humana y por el descenso que me hay llevado a dejar el miedo a un lado y lanzarme, confiando en la fortuna, al vacío. Abajo me esperaba una poza honda que me acogía.

Alucinante. El lunes más.

27 comentarios :

  1. Cuando estuve en los montañeros, en Sierra de Cazorla hicimos algo muy muy parecido. Y también me gustó muchísimo. Por la forma en la que escribes se ve que la excitación es sincera y está a flor de piel.

    ¡Qué alegría poder tener experiencias como esa!

    Un saludo!

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  2. Preciosa tu experiencia Joselu, pero lo que más me gusta es que te sientas libre y feliz. Un abrazo Lola

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  3. Pues no creo que yo hiciese algo por el estilo. Mis endorfinas no necesitan tanto ímpetu, con bastante menos se conforman. Mi hija por supuesto que lo hará, pero yo ya pasé por ahí. Prefiero la observación, bajar al barranco por un lugar accesible y bañarme tranquilamente en la poza. Y las fotos, tendré que hacer muchas fotos.

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  4. Qué genial!!! :D Me alegro mucho de que lo disfrutases tanto :D Yo probé la primera vez en un sitio muy muy guay :) eso sí, con un atajo de norteamericanos maleducados, por suerte iba con una amiga, dos hermanos gemelos portugueses que parecían dos moles humanas, y también con dos hindúes que eran todo lo contrario físicamente, a los portugueses. Ay estos dos últimos qué graciosos. Iban con su familia... que seguían en una de las furgonetas el recorrido. Pararon un par de veces a mitad de trayecto y saludaban con las manos a los chicos hindúes. Me recordaron a Apu, el personaje de los Simpson... :P (qué mala soy :S pero es que fue tal cual).

    Oye, ese río... ¿por dónde queda exactamente? Es que yo hice rafting por ahí arriba una vez, y para mí que va a ser el mismo, pero debe ser más arriba, supongo, si había cañones y pozas... no sé... ¿? aunque lo mismo es otro, pero el nombre me suena mucho, tal vez sea por la estación y no por otra cosa, vaya, pero el caso es que me suena mucho.

    En fin, que me enrollo como siempre. Lo dicho, que me alegro un montón de que lo pasaras tannnnn bien!!! :D :D Te he dicho ya alguna vez que me estás dando un montón de envidia?? Voy a dejar de leerte, jajajaja Ayss... en fin, espero que el lunes alucines tanto o más :D

    Besetes.

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  5. Veo que andas muy viajero, Joselu, ni se me ocurre la cantidad de posts que estas vivencias van a originar.

    He practicado barranquismo, muy poco, el justo para estrenarme en la sierra de Guara (paraíso para los aficionados) bajo la tutela de mi pareja, mi cuñado y mi hermana que son consumados montañeros(aunque ahora hace mucho que no practican). En Guara hice dos, los Oscuros del Balcés, no llegué a hacer el Mascún por el caudal que tenía aquel fin de semana. En el Pirineo catalán he hecho dos o tres más. Fueron siempre experiencias fantásticas que hay que realizar con gente que sepa y ejerciendo simpre la prudencia. El caudal del barranco puede convertir el lugar más divertido en una trampa mortal. Por cierto, ¿saltaste la presa del Bierge? mi pareja lo ha hecho y dice que es una experiencia alucinante :)

    De todos modos, el esfuerzo físico, el reto contra la naturaleza que supone grimpar, rapelar, decidir si instalas cuerda o te tiras, contemplar los maravillosos paisajes con su vida encerrada en esos lugares no tiene precio. En Guara tuve un éxtasis místico atravesando los oscuros. Son una preciosidad.

    Veo que prosigues tu viaje por tierras pirenaícas aragonesas. El Alto Aragón es precioso, hace tanto que no voy... me muero de ganas de regresar.

    Un abrazo

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  6. Qué feliz se te nota disfrutando de la aventura y contándola, Joselu... Estás pasando unas vacaciones magníficas, por lo que cuentas.
    Yo no he hecho barranquismo en parte por temor y en parte por el repelús que me da el traje de neopreno, tiene un olor que me desagrada bastante. Vaya estupidez, dirás, y tienes razón. Algunas veces era una actividad incluida en el viaje de fin de curso y los chavales se lo pasaron en grande, como mis colegas, pero yo me lo perdí, y ya no creo que lo haga. Me he vuelto muy cauta para esas cosas, será la edad, aunque a ti no te corta nada, qué bien... Hay que experimentar nuevas sensaciones sin temor, pero con precaución. La naturaleza ofrece tantas posibilidades que es imposible agotarlas todas. ¿Qué te queda por hacer? Se te ve fantástico, de verdad. Vas a volver con toda la energía del mundo, algo imprescindible en nuestro trabajo.
    Sigue pasándolo muy bien. Un fuerte abrazo, colega.

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  7. Precisamente hoy en La 2 han dado un documental que incluía el descenso del río Vero, me he acordado mucho de ti. Las vistas eran maravillosas y el descenso emocionante y tentador, entre barrancos, toboganes naturales y pozas de agua trasparente. A Guido le encantaría experimentarlo, está en forma, no es temeroso y tiene sed de aventuras. Yo no sería capaz, pero me gustaría acompañarle y esperarle al final del descenso. Últimamente pienso en positivo y deseo dejar de fumar y ponerme en forma (hasta me han entrado ganas de estudiar, ya ves tú) Pero luego recaigo, siempre recaigo. Si lograse reponerme de la espalda quizá me apuntase a un descenso como el tuyo, pero me temo que no podría superar el miedo.

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  8. Tusnelda, ayer hice el barranco del río Formiga con dos vascos que padecían una fuerte escoliosis (Eva llegó al 36 por ciento y con la rehabilitación se ha quedado en 25). La chica tuvo que llevar un corsé durante cinco años en la adolescencia. Te aseguro que es una experiencia única. Mañana haré mi segundo barranco y durante septiempbre me escaparé a hacer otro que me han recomendado una comentarista anterior a ti. Yo también tengo miedo, pero confío en el guía que te explcia cómo has de hacer las cosas. Me dejo llevar. A Guido seguro que le encantaría, y a ti también.

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  9. Yolanda, como digo durante un tiempo practiqué submarinismo (hasta que sentí miedo de la profundidad) y me había acostumbrado al traje de neopreno. Es cierto que es un agobio ponérselo y quitárselo, pero cuando lo llevas se incorpora a ti y no lo notas. Hace muchos años que quería practicar barranquismo y me he dicho que ahora o nunca. Es peligroso pero con precaución uno se siente seguro. Arrojarse al vacío de siete u ocho metros hasta el agua es una sensación única. Me gustaría hacerlo con mis hijas. Lucía ya me ha dicho que querría hacerlo. Vi niños en el barranco. Lo que pasa es que mi mujer es muy miedosa.

    ¿Qué me falta? Algo más de espeleología, ala delta y un salto en paracaídas. Son ilusiones de siempre que espero llevar a cabo alguna vez.

    Un abrazo, colega.

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  10. Sarah, ya me he informado sobre el barranco de los Oscuros de Balcés. Ahora no lo podré hacer pero en septiembre intentaré contratarlo y desplazarme hasta aquí (Alquézar). Mañana tengo uno previsto pero se aproxima una tormenta y mucho me temo que lo anularán. ¡Qué pena! Me agrada compartir contigo estas experiencias y mi descubrimiento de la fantasmagórica sierra Guara que no conocía. Querría recorrer la sierra y llegar a los pueblecitos abandonados del norte de Guara. Me inspira esta tierra. A ver si voy a descubrir Aragón...

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  11. V. no creo que sea el mismo pues en él no se puede practicar rafting en ningún caso. Es extremadamente angosto y es vertical. En sierra Guara no se suele practicar rafting que yo sepa. El río Formiga está a treinta kilómetros de Alquézar. Es un descenso ideal para iniciación, pero ello no quiere decir que sea pan comido. Requiere un poco de técnica, por el rápel y saltos. Es una maravilla. Quiero repetir. Mañana tenía uno, pero como decía está amenazando tormenta y brrr...

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  12. Malo, espero que te guste esta tierra. Yo me he enamorado del alto Aragón y de esta sierra Guara encantada. Hoy he leído en una iglesia de Adahuesca que cuando amenazaba pedrisco la gente ponía los cuchillos y las tijeras hacia arriba y sacaban las reliquias de las santas del pueblo. Ello no impedía que lloviera pues las brujas de la comarca tenían mucho poder.

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  13. Lola, pues sí, me encuentro libre y feliz. Estos son días en que me voy solo y llevo a cabo alguna aventura. Cada año tengo un proyecto que realizo en los primeros días de agosto. Luego nos vamos a Galicia donde pasamos dos semanas y media. Me encanta viajar solo. Más ahora que puedo llevarme el ordenador y conectarme en el albergue de Alquézar en donde estoy. Un abrazo.

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  14. Buscador de corazones, son días de soledad íntima y paisajes del alma que se combinan con los de la tierra. Sí, es cierto, escribí mi crónica con la excitación reciente del descenso del barranco.

    Un saludo.

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  15. Vaya, ¿pudo hacer eso con problemas de espalda? Suena esperanzador :-) Por cierto, al acariciar a ese perro, ya te hiciste amigo suyo, con ellos es así de sencillo. Si algún día te lo volvieras a encontrar se acordaría de ti y se pondría muy contento.

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  16. Eso si excita mi producción de endorfinas...tradiciones y brujerías varias. Tengo ya medio planificado el viaje y además de esa sierra de la Guara quiero pasarme por Jaca a ver el monasterio de San nosequíen, no recuerdo el nombre, que según la tradición guardó muchos años el Santo Grial...

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  17. Sam Juan de la Peña, es realmente singular por su belleza y ubicación.

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  18. Leyéndote dan ganas de ponerse el traje y echarse al barranco..., pero no es, o no debe de ser tan fácil como lo cuentas. Creo que, a parte de ni gota de miedo, habrá que tener una forma física mínimamente a corde con lo que cuentas..., pero para ti creo que hay muy pocas cosas imposibles...

    Un abrazo.

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  19. Felicidades!!!!
    Y ten cuidado que por más guías que haya, es *muy* peligroso.

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  20. ¡¡Alucinante JOSELU!!

    ¡¡justo esa, es la palabra que define, lo que cuentas!!

    Yo, creo que una vez, sería capaz de intentarlo, como otras cosas que he hecho, pero seguro, seguro, que no repetiría!! me conozco.

    A mi siempre me puede la curiosidad, pero en el fondo soy muuuuy miedosa, hasta creo que tengo algo de vértigo. Mi curiosidad por probar salva el miedo la primera vez, después, ya no cuela. ;-)

    Pero comprendo tu entusiasmo, debe ser espectacular la sensación de vacío zambulléndote bajo el agua. Me puedo imaginar la sensación mágica de la primera caída, el resto para mi serían pura tortura, porque mi problema es que cuando siento miedo, se me van tensando los músculos hasta terminar totalmente rígida, es algo que no puedo controlar. Me ha sucedido tantas veces, que por eso imagino lo que me ocurriría. Pero una vez, sí que me encantaría probarlo.


    A mi siempre me ocurre algo muy curioso con las sensaciones fuertes, me atraen muchísimo y si no lo pienso, hasta me lanzo, pero una vez que el cerebro ya guarda recuerdos de ellos, se me bloquea para la siguiente.

    Yo he bajado rápidos en canoa, sé que no tiene nada que ver, porque vuestros saltos deben ser infinitamente más increíbles, por eso, me es posible imaginar que al terminar iría rígida como una tabla jajaja. También he probado algo de espeleología y submarinismo, me quedo con esto último, la espeleología para mi es muy agobiante, las gateras y los espacios pequeños me asfixian, pero todo, absolutamente todo lo que te haga sentir a tope, es genial.

    Pero eso sí, como te dice Frikosal, con cuidadín, es verdad que es ¡¡muuuy peligroso!!

    ¡¡enhorabuena JOSELU, vaya veranazo que te estás pegando!! cuando llegues en septiembre, tus alumnos van a alucinar cuando vean entrar por la puerta a superman o súper JOSELU jajaja


    Muchos besos JOSELU, estás viviendo más aventuras este verano, que muchos en tooooda su vida. Estupendo.

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  21. Miguel, tengo unos kilos de sobrepeso y no estoy magnífico de forma. Es cierto que hago caminatas pero no con la frecuencia que debería. Mi vida tampoco me lleva a cuidarme demasiado el físico, pero hay algo que me impulsa a pequeños desafíos como este y que había deseado hace muchos años. Hoy he visto a un señor con una sola pierna y muletas bajando el barranco de la Peonera, igual que niños de ocho años. No es que sea fácil. Es cierto que es necesario un cierto arrojo, pero no extraordinario. Te llama o no te llama, y yo quiero repetir. Hoy un medico francés que iba con nosotros decía que esto es el mejor medicamento. La belleza que contemplas es inenarrable. El compañerismo es imprescindible y la gente se hace colaborador tuyo al poco tiempo que estás en el río. Mis dos experiencias humanas han sido magníficas. Es experimentar la fuerza del agua en estado puro. Es difícil de explicar, pero te llama o no te llama. Eso es muy personal.
    Los guías que he conocido son espléndidos profesionales y conocen al dedillo el barranco. Yo me siento seguro y confío en ellos. Algún día querría hacer ala delta y tirarme con paracaídas. Son también viejas ilusiones. Todo llega cuando es su momento. Y que te conste que yo soy muy miedoso. Pero la maravilla que encuentras te compensa cualquier dificultad. Un abrazo.

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  22. Frikosal, en una novela de Asimov del ciclo de las fundaciones había una cita de un personaje -Bayta- que decía: "¿Hay algo que no sea peligroso?". Yo no pienso que lo sea si se siguen estrictamente las indicaciones de los guías, pero algo de riesgo supone. Pero ¡qué felicidad, en todo caso, morir en un barranco, y no morir de asco en la vida asfixiante y cotidiana que me lleva a ingerir productos químicos a mogollón! Si vieras los aullidos que pegaban entre las murallas de rocas empujado por las aguas turbulentas que me arrastraban... Increíble. Hoy he hecho mi segundo descenso y quiero repetir. No moriré en esto, pero ¿qué más da?

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  23. María, yo siento pánico ante las atracciones de las ferias. Yo no he ido nunca a Port Aventura ni al Tibidabo. No me gusta sufrir de ningún modo, pero sí experimentar emociones cuando el contexto tiene sentido. El cauce del río es bellísimo. Allí sólo llegan los que bajan barrancos y es un privilegio. Hay gente de toda condición y edad. No hay límites. Hay personas que tienen miedo y lo superan, otros buscan vías alternativas (siempre las hay), pero es un goce con MAYÚSCULAS. No creo que esté viviendo un verano especialmente peligroso. No es para tanto. Todo está muy controlado. Hay buenos guías. Esto me ha servido para conocer la sierra Guara que es un paisaje y paisanaje realmente sorprendente. Siento ahora felicidad. Estoy cansado, me duelen los músculos, pero esto ha tenido sentido. Hay muchas cosas en mi vida que no lo tienen. Es libertad en grado superlativo lo que sientes, grito, es maravilloso gritar como hacían los protagonistas de Cabaret cuando pasaba un tren. Necesitamos gritar. Bastante mierda hemos de comer. Y total me ha costado cuarenta y cinco euros contratar una vía y un guía. Muy barato para lo que he recibido a cambio. Realmente alucinante. Besos desde Alquézar. Mañana acaba mi experiencia aquí y vuelvo a la civilización. Uauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.

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  24. La madurez no es dejar de jugar, es comprender el juego :Ser adulto sin dejar de ser niño.
    Creo que lo estás consiguiendo.
    Saludos

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  25. No estás tan mal de forma como dices, bandido, que lo del Ibon no lo hace todo el mundo, más quisiera yo.. pero esto debe ser como el rafting que se supone que no pasa nada y va gente de todo tipo... hasta que pasa y baja un muerto del que nadie habla. Sobretodo esos saltos son peligrosos en mi opinión.

    Pero que ostias, disfruta todo lo que puedas y no nos hagas caso, que será envidia mía. Un abrazo.

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  26. Un dato tonto, el otro día recordé que a las pozas también se las llama marmitas de gigante y si mal no recuerdo reciben el nombre de pilancones. Pero bueno, al mí el que me hace gracia es el primero de ellos, no sé. Creo que es por lo que imagino... marmitas de gigante... :D :D

    Besos, Joselu. Disfruta mucho de lo que resta de descanso y aventura :D

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