Páginas vistas desde Diciembre de 2005




martes, 15 de noviembre de 2011

Adolescentes musulmanas y la música


Escucho mientras escribo una canción de Nancy Ajram, cantante árabe nacida en Líbano, titulada Ah W Noss... Me sumerjo en su ritmo, y pienso en mis alumnos marroquíes a los que les planteé hace unos días un ejercicio de redacción en el que tenían que reflejar sus gustos musicales, y su modo de entender la música en sus vidas. Mis alumnas suelen llevar velo (hiyab) en su mayoría. Me preguntaba qué gustos tendrían, qué escucharían en sus ratos libres...

Para mi sorpresa estas alumnas con velo tenían gustos muy occidentales y la música que escuchaban les llevaba, en sus comentarios,  a sentirse libres, a no pensar en muchas cosas negativas, a sentirse felices, a olvidar las penas, a facilitar la concentración... Una de ellas reconocía que cuando escuchaba música su cuerpo no podía resistirse a ella.

Mis alumnas con velo aman la música romántica en que jóvenes disfrutan de su amor, en escenas delicadas en que la seducción juega un papel fundamental. Y no es ajena en absoluto la sensualidad en las imágenes que he podido rastrear en Youtube. Alguna de ellas, una muchacha que me confesaba ayer que quería llegar a ser cardióloga, se sentía fascinada por la música rapera que habla de política, de adolescencia, de la riqueza y la pobreza, de la resistencia contra el sistema, del amor... y que se resume en una palabra en la interpretación de Fabri Fibra (rapero italiano admirado por esta muchacha): contracultura, que lleva a la idea de resistir frente al aplastamiento del sistema de modo que salen frustraciones y planteamientos políticos en las letras de estas canciones.

La música es una forma de libertad y de expresión, la música es imaginación para estas muchachas. Y cabe todo: reggaeton, bachata, salsa, merengue, regada, cha3biya, rap, disco y cantantes que van desde Rihanna, Lady Gaga, Mecano hasta David Bisbal, Beyoncé...

Pero el mayor descubrimiento fue cuando uno de los muchachos marroquíes escribió esto sobre la música: la música no me gusta porque la religión musulmana dice que la música es una de las peores cosas que puede haber. Sigo sin entender el porqué dice eso la religión musulmana, y se lo he intentado preguntar a mi padre, pero nunca lo he hecho. Algún día lo haré pero no sé cuándo.

En consonancia con esta consideración El País publicó el domingo un reportaje que, si no lo leisteis os lo recomiendo vivamente, se titulaba: La música es la flauta del diablo. En él se recogía el hecho de que distintos muchachos en Melilla, en institutos de secundaria, se niegan a participar en las clases de música porque temen que la música les hechice y les lleve al pecado en la interpretación más rigorista del Islam. Los padres, con largas chilabas que dejan ver los tobillos como es preceptivo en los hombres puros,  refuerzan la actitud de sus hijos explicando que es una elección suya y que no están influidos por ellos. Es sabido que en Afghanistán los talibanes prohibieron la música, y que en Somalia el grupo islamista Al Shabah dio diez días a las emisoras de radio para que pararan la emisión de música. Esta interpretación radical avanza en las posiciones salafistas de los musulmanes de Melilla.

Cuando contemplo a mis alumnas con hiyab que reivindican en las letras de las canciones que les gustan, la rebeldía, la contracultura, el amor romántico, la sensualidad con imágenes de muchachas atractivas y con el cabello descubierto, entiendo que algo de razón tiene la intepretación rigorista del Islam. La música abre caminos a la libertad de conciencia, despierta la imaginación, hace olvidar las penas y hace feliz a estas muchachas cuyos cuerpos no pueden resistirse a sus ritmos...

Me pregunto qué pensarán muchos españoles que ven a estas muchachas con hiyab y que quizás creerán que detrás de ellas hay conformismo, sumisión, sometimiento... y me doy cuenta del grave error que supone esto. La realidad es mucho más compleja y sólo hay que ser consciente de sus gustos musicales y las ansias de libertad y de amor que subyacen en ellos. Alguna de ellas me ha confesado que no se casará porque no aceptaría nunca que un hombre quisiera ser superior a ella. Es una de las muchachas con sentimiento más consciente de la libertad de expresión y de pensamiento, a años luz de la toma de conciencia de otras muchachas nativas que viven en mundos mucho más elementales.

La música es la flauta del diablo. Tienen razón. Y con el diablo entran muchas más cosas como el deseo de libertad, la sensualidad y la contracultura.  Puede que la primavera árabe haya sido impulsada fundamentalmente por la música. Nadie ha reparado en ello, pero mis alumnos y yo sí que somos conscientes de su inmenso poder. 

53 comentarios :

  1. Supongo, deseo, que esté cercano el día en que se despojen del pañuelo sin que les suceda nada, porque esa tela lleva en su tejido los valores contrarios en los que ya creen. Interesante también este artículo, Joselu. Salud(os) para ti y para los niños y niñas. (Hoy el sido el primero, jjjee).

    ResponderEliminar
  2. Perdón, quería decir: "...los valores en los que ya no creen...". Lo siento.

    ResponderEliminar
  3. jaramos.g., no sé qué decirte porque el pañuelo para ellas es una seña de identidad que llevan por convicción y con orgullo. No creo en la mayor parte de los casos que conozco que sea fruto de una imposición en casa. El velo es un elemento más complejo de lo que habitualmente se cree. No tiene una lectura única. Yo lo pensaba pero he tenido que rehacer mi punto de vista.

    ResponderEliminar
  4. Casualmente he encontrado la recomendación de este artículo durante una clase de música de 4º ESO en la que estamos trabajando la música africana en el aula de informática. Creo que el colofón será que los alumnos lo lean y establecer un debate sobre el asunto.
    Genial la labor que haces con tus alumnos.
    Y sí, yo creo que la música contribuye a abrir la mente y a eliminar prejuicios.

    Muchas gracias.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Por desgracias esas chicas almenos en un 75 % harán lo que digan sus padres o sus hermanos mayores.

    Me alegraría mucho que hicieras un post de aquí a unos 4 años donde se viera como han acabado todas tus alumnas.

    Como ves soy muy excéptico. ¿tengo motivos? Tú comocerás a más jóvenes musulmanas de 20 a 35 años que yo.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  6. Parece que vengo aquí a decir gracias :) Esta vez es gracias por el rayito de esperanza que permites vislumbrar, estos días lo necesito mucho.
    En "mi" pueblo viven relativamente pocos marroquíes. Las chicas que se han formado aquí en primaria y secundaria parecen completamente integradas, creo que los chicos tienen más dificultades, temerán perder el rol preponderante que como machos tienen en su cultura. Pero sé que hay varias chicas que al llegar a la pubertad han sido enviadas de regreso con su familia extensa, aunque sus padres y hermanos pequeños sigan en España. Ojalá ellas recojan algo de lo que han "respirado" aquí y consigan sintetizar el tremendo choque de culturas que han vivido en algo que las haga felices, sin quedarse con lo más zafio y bruto de las dos, que es lo que yo tendía a pensar hasta leerte hoy.
    Un saludo,

    ResponderEliminar
  7. "La música es la flauta del diablo", eh?, pues me parece un título genial para un disco.

    La música es libertad, es conocimiento y es comunicación. La música es uno de los pocos lenguajes universales que existen y aun más allá de entender las letras a causa del desconocimiento del idioma en el que estén escritas, uno reconoce un canto a la libertad, al amor, al desamor, a la resistencia, puede reconocer la rabia, el orgullo o la felicidad.
    La música es un puente para unir personas.

    La música es la unión perfecta del verbo y el número y supera cualquier barrera idiomática o cultural que se pueda inventar el hombre en su afán de control. Su función es y será siempre liberar el espíritu, el alma, la voluntad del individuo de aquellos que quieren ejercer su autoridad sobre los demás.

    Por eso las Religiones -sea cual sea su signo- temen tanto la expresión musical, por eso los puritanos y los ortodoxos se llevan las manos a la cabeza cuando ven los cuerpos de sus hijos danzar y saltar al compás de un sonido que no llegan a comprender -a querer comprender- sus mentes, ya demasiado atrofiadas por sus repeticiones monótonas de viejos axiomas sobre el bien y el mal. Porque los dos o tres minutos que dura una canción esas mentes, no les pertenecen.

    A veces me gusta asociar colores a la música, y a las melodías, si hay uno genérico y predominante, para mí es el Rojo, ¿será el rojo del infierno? ¿De lucifer? ¿Rojo pasión? ¿Rojo libertad?

    Qué raro, pero parece establecerse la misma norma que con la higiene, la relación de un mayor fervor religioso es inversamente proporcional a la cultura musical.

    Muy buen post, Joselu. Ojalá ;) tus alumnos magrebíes tengan una vida musical activa y emocionante.

    ResponderEliminar
  8. Hola, Joselu:

    Yo ya había leído el artículo de el País y me preocupa ese avance de los extremismos (sea salafismo árabe o sea extrema derecha occidental). Quiero pensar que la educación puede actuar como barrera contra cualquier tipo de integrismo o intolerancia pero mucho me temo que la crisis no hará más que afianzarlos. Y, claro, la música es una de las expresiones más creativas de libertad. Extirparla es ganar una batalla para el que no quiere ningún tipo de rebelión. Porque efectivamente, es la flauta del diablo, ese diablo goliardesco, rebelde y transgresor que todos llevamos dentro. Apunto el nombre de Nancy Ajram para escucharla en el Spotify. Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. La clave está, con toda certeza, donde la pones: la complejidad de la realidad y el error de enfoque que cometemos queriendo que todo se ajuste a nuestros cánones.
    Excelente reflexión.

    ResponderEliminar
  10. No tengo ni idea de como se come este problema: si yo tuviera 12 años y de toda la vida hubiera oido que la música es la trompeta de Satanás o la flauta del diablo, creo tampoco querría dar esa asignatura. Si a los 12 años, para mí supusiera hacer un "pecado mortal" oir música o tocarla, hacerlo me significaría un sobrehumano esfuerzo y un choque a mi psique. ¿que solución tiene este problema?
    Y si las niñas, más libres casi siempre, rompen ese pacto con su religión y se sienten más felices...¿que sucede cuando luego las meten en cintura? Lo veo todo una locura, de verdad, Joselu. Lola

    ResponderEliminar
  11. Loly, sin duda la combinación de música y nuevas tecnologías (incluidas redes sociales) son instrumentos prodigiosos para abrir las mentes al mundo.

    Osselin, lo cierto es que sé poco o nada de mis alumnas cuando abandonan los estudios al acabar la ESO. Muy pocas logran estudiar bachillerato. Las razones no estriban en su rendimiento sino que son achacables a variantes culturales que fácilmente podemos conocer. No obstante, veo en estas últimas generaciones una fuerza y una convicción que no había visto en anteriores hornadas. Quizás sea casualidad, pero entreveo una reivindicación profunda de libertad. ¿Qué pasará? No lo sé. Yo en la medida que puedo intento animarles para que sigan estudiando y que persigan sus sueños como en el caso que he citado de llegar a ser cardióloga. La cuestión es apasionante. Y detecto una madurez mucho mayor en estas muchachas musulmanas que en sus equivalentes latinas o españolas. A mí me gusta su seriedad y compromiso. Pero no sé qué pasará.

    ResponderEliminar
  12. En mi caso JOSELU,
    lo sabes porque lo comento muchísimas veces, me quitan la música y me matan, pero vamos, segurísimo. LLevaría con más facilidad un burka, que vivir sin ella, fíjate:))

    Por curiosidad he escuchado a esta chica, Nancy Ajram y a parte de su look, muy guapa y absolutamente occidental, me ha hecho gracia ver como la letra de esta canción de la que hablas, dice algo así como...” no te enojes, no te enfades, si no me perderás “... que no deja de ser algo así como una suplica a alguien que demuestra mal humor, con quien es difícil convivir...y esta chica la canta tooooda sonriente... jaleada por un público que parece que canta algo así como un... “viva la gente la hay donde quiera que vas” ;-)

    Supongo que es algo semejante a la contradicción y dificultad de entender ese pañuelito que llevan en la cabeza...tú dices que lo llevan con orgullo y no lo dudo, pero debajo de ese pañuelito, como tras la sonrisa de esta Nancy Ajram y de la tus alumnas... hay demasiado sufrimiento me parece a mi...mucha resignación...

    No hay más que leer el comentario de tu/nuestra amiga ROMI, no tengo más que ver a AMINNA ( la niña marroquí amiga de mi hijo)... sonríen, parecen y se esfuerzan por parecer felices, pero hay tantísima tristeza debajo de ese pañuelo, tantísimo miedo a que les quiten su pequeña porción de libertad...porque ¿quien en este mundo no desea ser libre de hacer lo que desee aunque sea sólo a veces?

    Me parece mezquino que alguien pueda considerar pecaminoso disfrutar de la música, como de cualquier otra forma artística ¿por qué surgió el arte si no como expresión de la sensibilidad de los seres humanos? ¿es pecado ser sensible? porque entonces yo soy una pecadora irredenta... a mi esta gente, me lapida seguro :-)

    ¿Por qué se permite que el fanatismo campe a sus anchas? para mi... quien prohibe la cultura, cualquiera, como quien la impone, cualquiera.. es un fanático enfermo y punto.
    Al mismo nivel que cualquier dictador político y si por la vía de la música o por cualquier vía que encuentren, estas niñas de tu clase y cualquiera, pudiera ser... un poco libre, sólo un poco...sería estupendo. No creo ser intolerante con las costumbres, con ninguna, sólo que algunas me dan pena, muchísima pena.

    Un beso grande JOSELU, con un poco de pena hoy...lo siento.


    PD
    Me he pensando un poco si dejarte esto, pero ya está escrito y te lo pego... espero que se me entienda.

    ResponderEliminar
  13. Romi, se da una situación curiosa en estas muchachas. Por un lado anhelan volver y vivir en Marruecos, pero por otro lado, la libertad y posibilidades que tienen aquí son muy superiores a la que tendrían en su país. Hemos sabido de algun caso de muchachas que han conseguidd anular un compromiso de boda de sus familias por su oposicion. La cultura es el arma más formidable para alentar la independencia de criterio. Los fundamentalistas saben que entre las primeras cosas que deben impedir es que las chicas estudien y que la música encienda sus corazones. No tengo idea de qué pasará, Romi, pero doy cuenta de este momento fascinante que detecto y que nadie ha advertido o yo no he leído nada al respecto: los sentimientos de las adolescentes musulmanas fomentados por la cultura y por la música. Quiero pensar que no es inútil este paso por las aulas. Y no lo es, de eso estoy seguro. Un saludo.

    ResponderEliminar
  14. Esteve, creo que has interpretado certeramente el sentido del post. La música es puente, es libertad, es sentimiento, es algo incontrolable por el poder que quiere dominar a sus subditos.

    Quiero reflexionar sobre la pluralidad del Islam que detecto en mi experiencia diaria. Mis alumnas llevan pañuelo pero no son unas fundamentalistas aunque es difícil penetrar en su mundo interior (aunque no más que en los nativos). Tienen una nostalgia tremenda de su tierra natal, anhelarían volver a ella, y de hecho vuelven en vacaciones (a veces a mitad de curso). Marruecos es una tierra que conserva algo de magia, algo que nosotros hemos perdido subsumidos en la modernidad, en la tecnocracia, en esa estupidez bienpensante que es el pensamiento correcto... Pero aquí está la cultura, la tecnología, la posibilidad de redención por el trabajo duro. Siento en mis alumnas este sentimiento, y la música es el resorte fundamental. Sus familias no lo saben. No sé si algún día tendrán que meterlas en vereda. Puede ser. En la mujer musulmana hay tensiones apasionantes a las que me gusta asistir como espectador y como inductor.

    Eres un pensador genial.

    ResponderEliminar
  15. Creo que en el período de la adolescencia no existe religión, por endemoniada que esta sea, que pueda derribar lo que les hace sentir una canción y eso está muy bien. Quizá, a partir de ahí reflexionen o simplemente sigan sintiendo (que ya es mucho). La música siempre me ha parecido terapéutica y magnífica para adjuntarla a nuestros currículos. Yo también la utilizo en clase.

    ResponderEliminar
  16. Hola, por casualidad he encontrado este blog, quiero decirte Joselu , que me ha gustado todo el artículo que haces sobre la música y tus alumnos. También los comentarios.En cuanto al artículo del diario El País, bueno, todo surgió en una conversación con el director del centro en cuestión. En fin , nos llamó la atención, como otras tantas cosas.
    Un abrazo.
    Antonio Ruiz.

    ResponderEliminar
  17. Osselin, sin malicia: "Al verdadero escepticismo se llega cuando se descubre que escepticismo no se escribe con x" (Ramón Gómez de la Serna, Greguerías)
    Por otro lado, o con otro compás, esta reflexión sobre el poder maléfico de la música me recuerda los escritos católicos sobre el poder maléfico del baile para corromper a la juventud. ¡Una verdadera cruzada! fue lo que se libró contra el baile "agarrado" en los años 40 y 50. En la crítica contra el baile no se libraban tampoco las músicas "sicalípticas"..., es decir, que las religiones son todas primas hermanas.

    ResponderEliminar
  18. Me has recordado a la peli El nombre de la Rosa (el libro lo tengo pero no lo he leído, no sé si aparecerá esto también, imagino que sí):

    "-La risa es un viento diabólico, que deforma las facciones de la cara y hace que los hombres parezcan monos.
    -Los monos no ríen. La risa es propia del hombre.
    -Como el pecado."



    Al final siempre es lo mismo en realidad. Y te dejaste a los Amish en la lista. Por lo visto a esos la música también les parece un invento diabólico.

    Besos.

    ResponderEliminar
  19. Me ha gustado mucho lo que has escrito Profe...

    yo soy musulmana y llevo velo. Me fastidia que la gente no me cree, cuando le digo que estoy orgullosa de ponérmelo. Que a mi mis padres no me han obligado. Yo se que hay muchas chicas que ponen el velo obligadas, pero también hay otras que no.

    A mi me encanta la música, Soy amante del rap, el rap es mi vida. Para mi la música es la única cosa en el mundo que me entiende.
    La música no es HARAM (algo que no debemos hacer los musulmanes) bueno hay muchos puntos de vista, hay gente que dice que si y otros que no.


    LO SIENTO POR LAS FALTAS DE ORTOGRAFÍA. :$

    UN SALUDO!

    ResponderEliminar
  20. MI comentario se lo dejo en palabras de Arturo Perez Reverte...

    "En 1991, mientras esperaba en Dahrán la ofensiva norteamericana para liberar Kuwait, presencié un suceso curioso. Frente al mercado Al Shula había un vehículo militar con una soldado norteamericana al volante. En Arabia Saudí está prohibido que las mujeres conduzcan automóviles; así que una pareja de mutawas -especie de policía religiosa local- se detuvo a increpar a la conductora. Incluso uno de ellos le golpeó con una vara el brazo que, con la manga de camuflaje remangada, apoyaba en la ventanilla. Tras lo cual, la conductora -una sargento de marines de aspecto nórdico- bajó con mucha calma del coche y le rompió dos costillas al de la vara. Ésa fue la causa de que durante el resto de la guerra, a fin de evitar esa clase de incidentes, la Mutawa fuese retirada de las calles de Dahrán. Pensé en eso el otro día, al enterarme de un nuevo asunto de chica con problemas por negarse a ir a clase sin el pañuelo islámico llamado hiyab. Y recuerdo la irritación inicial, instintiva, que sentí hacia ella. Mi íntimo malhumor cuando me cruzo en la calle con una mujer cubierta con velo, o cuando oigo a una joven musulmana afirmar que se cubre la cabeza en ejercicio de su libertad personal. Cómo no se dan cuenta, me digo.

    Cómo no les escuece igual que ácido en la cara la sumisión, tan simbólica como real, a que se someten. Recuerdo, por ejemplo, que hace cuarenta años mi madre aún necesitaba la firma de su marido para sacar dinero del banco. Y me llevan los diablos. Tanto camino, me digo. Tanta lucha y esfuerzo de las mujeres para conseguir dignidad, y ahora una niñata y cuatro fátimas de baratillo -como las llamaría el capitán Haddock- pretenden hacernos volver atrás, imponiendo de nuevo, en la Europa del siglo XXI, la sumisión irracional al hombre y a las reglas hechas por el hombre.

    Reclamando tolerancia o respeto para esa infamia. Pero no es tan simple, concluyo cuando me sereno. Incluso aunque digan actuar con libertad, esas mujeres siguen siendo víctimas de un mundo cuyas reglas fueron impuestas por los hombres para garantizarse el control de su virginidad, su fertilidad y su fidelidad. Después de escucharnos decir lo libres de conducta que pueden y deben ser, esa muchacha o la señora del velo van a casa y se cruzan en la escalera con el imán de su mezquita, que vive en el quinto piso, o con el chivato hipócrita que a veces incluso luce una pasa en la frente -ese moratón de pegar cabezazos en el suelo al rezar, para que todos sepan lo buen musulmán que es uno-, que vive en el segundo. Y con ellos, y con el padre, el marido o el abuelo que están en casa, esas mujeres tienen que convivir cada día, y casarse, y criar familia, y ser respetadas por una comunidad donde la religión suele estar por encima de las leyes civiles, o las inspira.

    Una sociedad endogámica, especializada en marcar y marginar -cuando no encarcelar o ejecutar- a quienes discrepan o se rebelan; y cuyos más radicales clérigos, esos imanes fanáticos que recomiendan a sus fieles machacar a las mujeres para que no se desmanden, son tolerados y hasta amparados, de manera suicida, por una sociedad occidental demagoga, estúpida, desorientada, con el pretexto de unos derechos y libertades que ellos mismos niegan a sus feligreses.

    ResponderEliminar
  21. Todo eso, en vez de ponerlos en la frontera en el acto, si son extranjeros, o meterlos en la cárcel, si son de aquí, cada vez que humillan o amenazan a la mujer en una prédica.

    Una sociedad, la nuestra, incapaz de plantearse el verdadero nudo del problema: si una niña que durante catorce años fue a un colegio normal, entre chicos y chicas, resuelve de pronto ponerse un pañuelo en la cabeza, es que algo con ella estuvo mal hecho. Que alguna cosa no funciona en el método; falto de una firmeza, una claridad de ideas y una persuasión que no tenemos. En todo caso, si a menudo es la mujer la que elige ser hembra sumisa en vez de sargento de marines, y con su pasividad o complicidad educa a los hijos en esclavitudes idénticas a las que ella sufrió, tampoco es justo que el Islam se lleve todas las bofetadas. En materia de esclavitudes, sumisión y transmisión de costumbres a hijas y nietas, igual de infame es el espectáculo de esas españolísimas marujas presuntamente modernas, libres y respetables, que babean en programas de televisión aplaudiendo y diciendo te queremos y envidiamos, guapa, bonita, a fulanas que encarnan lo que, en el fondo y a menudo en la forma, a ellas les habría gustado ser, y desean para sus propias hijas: analfabetas sin otra aspiración en la vida que convertirse en putizorra de plató televisivo. Y esos aplausos y admiración -hasta autógrafos les piden, las tontas de la pepitilla- me parecen tan indignos y envilecedores para las mujeres, tan turbios y reaccionarios, como un burka que las cubra de la cabeza a los pies."

    ResponderEliminar
  22. Alguien más arriba hablaba del El nombre de la rosa. Se me quedó bastante grabada, desde que vi la película, creo que en el instituto, aquella parte en que Jorge de Burgos habla sobre los libros y el saber. Y dice aquello de custodia sí pero no búsqueda.
    Pues bien, hermanos míos, ¿cuál es el pecado de orgullo que puede tentar al monje estudioso? El de interpretar su trabajo, ya no como custodia, sino como búsqueda de alguna noticia que aún no haya sido dada a los hombres….
    Supongo que lo del Islam y la música es algo parecido… las religiones siempre han ejercido un papel represor en las sociedades, condenando todo aquello que puede hacernos ver un mundo diferente, que puede hacernos críticos e ir más allá… y la música provoca esto y mucho más.

    Desde la semana pasada estoy haciendo un curso de monitora y justamente hoy, además de hablar de valores, emociones y otros temas hemos hablado de la interculturalidad y hemos debatido un poco sobre el hiyab, el burka, sobre la prohibición de ellos etc… y sí, es un tema complejo. La profesora nos explicó como, por ejemplo, hay niñas que están haciendo el curso de premonitores y por primera vez están tocando a otro chico o están expresándose con su cuerpo, cantando, bailando, etc…
    La conclusión ha sido la más lógica (para algunos) y humana, que no es otra de que en primer término y ante todo somos personas independientemente de nuestras diferencias, culturas, etc. Algo que parece obvio, pero que a veces cuando tratamos con los demás parece que se nos olvida. En esa línea, supongo que tus alumnas no tienen más que los deseos, ilusiones, sueños o preocupaciones que puede tener cualquier chica.

    :)

    ResponderEliminar
  23. Yo me pongo el velo, no es por obligación es porquè a mi me gusta ponermelo.

    ResponderEliminar
  24. Hortensia Lago, quiero creer que la educación y la cultura logrará importantes logros en este aspecto de abrir mentes. Ojalá que estas muchachas logren sus objetivos cada vez más amplios.

    Pedro Ojeda, nosotros también tenemos filtros que nos impiden juzgar adecuadamente la realidad que suele ser polimórfica y compleja, nunca simple.

    María, en cuanto al uso del velo, puede decir que muchas muchachas lo llevan sin esa sumisión que se presupone, e incluso es un elemento de coquetería femenina con el que juegan para poner a juego toda su indumentaria. Yo he decidido introducirlo como tema de los relatos de clase. Quiero desdramatizarlo. En la realidad no tiene esa carga dramática que se supone. Para mí es un elemento totalmente normal en mi día a día, y no percibo que encubra ningún tipo de tristeza o pena detrás. Y soy bastante observador sobre ello.

    mjchorda, estoy pensando si empezar cada clase con una canción que seleccionarían ellos. Ciertamente la música es terapéutica.

    Juan Poz, no hay que olvidar que a veces la música es también tomada por las religiones como un elemento de acceso a la dimensión mística. Miremos por ejemplo la danza hipnótica de los derviches turcos dentro de la visión sufí. Pensemos en los espirituales negros, en la música sacra. Pero sí, hay corrientes intolerantes y fanáticas en todos los sitios que proscriben la música o vertientes de ella. Recordemos a los nazis y la represión del jazz que promovieron.

    V., toda religión si se convierte en fanatismo llega a las mismas represiones, pero quiero hacer constar que el Islam en principio no está asociado a dicho fanatismo. Yo no veo en mis alumnos musulmanes ninguna tendencia al fanatismo. Hay visiones, no obstante, como el salafismo y similares, que sí son fanáticas. Esta es la enfermedad del islam, como nosotros tenemos otras. Pensemos en el psicópata que asesino en Noruega a más de setenta personas en defensa del cristianismo y la civilización blanca.

    Kautar, gracias por tu presencia y darnos a conocer ese nuevo término que desconocía: haram, lo que no atenta contra la esencia del islam. Espero que sigas haciéndote presente en este espacio siempre que quieras.

    Temujin, no veo la realidad tintada con colores tan dramáticos en la parcela que me toca ver cada día. Y además me da la impresión de que no has leído atentamente el texto propuesto porque llega a conclusiones muy diferentes. Si fueras alumno mío (que no lo eres por supuesto), te diría que has tomado el texto como pretexto para escribir sobre lo que piensas. ¿Has leído a Kautar?

    Mari Carmen, brillante conclusión. En principio son adolescentes como cualquier otro muchacha. Pero me gusta observar y reflexionar sobre su modo de vivir dicha adolescencia. Aporta matices muy interesantes.

    Zahra, así lo pienso yo. Gracias por participar.

    ResponderEliminar
  25. Joselu, para mi Reverte primero critica a una sociedad teocratica, la musulmana. Que es, de facto, criticar todas las teocracias donde unos iluminados nos enseñan que debemos y que no debemos hacer con nuestras vidas. Las teocracias son enemigas del desarrollo humano, de la inteligencia, de cuestionar los principios. Ellos se sustentan en su fe y en la opresión de cualquier pensamiento que difiera de lo "correcto".
    Esto lo extrapola a la nueva "religión" la de los programas de nuevos famosos, gente dispuesta a vender su dignidad y su intimidad para adorar a un nuevo dios, el dinero. Nada es lo suficientemente importante para no ser vendido a la "nueva santidad" su "divinidad Don Dinero". Cambiamos de hacer que nuestra vida gire en torno a dioses y diosas con sus sacerdotes, a un nuevo dios y sus acolitos. Por el camino perdemos toda nuestra dignidad. Y si, hay perdida de dignidad detrás del pañuelo y detrás del burka y detrás de las cámaras de la televisión. Lo malo es que cada vez se ve esto de forma más natural y ahí esta lo peor, hacer de estos símbolos y estas conductas, hechos familiares y normales. Asimilar esto, nos hace peores o por lo menos eso pienso yo y creo que es lo que Reverte dice en su articulo. Tu muestras sorpresa de ver a personas normales detras de las apariencias musulmanas, dices "creerán que detrás de ellas hay conformismo, sumisión, sometimiento... y me doy cuenta del grave error que supone esto" eso no es un error, eso es un hecho. Los pañuelos son símbolos de posesión del hombre sobre la mujer y ya va siendo hora de quitarlos como de quitar algún que otro programa de televisión, es cuestión de respetar la dignidad de las personas. En mi modesta opinión.

    ResponderEliminar
  26. Se me olvidaba, no he leído a Kautar, para serte franco es la primera vez que le he oído nombrar. Soy un simple estudiante de la vida que nunca va a terminar de estudiar. Pero me apunto al autor.

    ResponderEliminar
  27. Temujin, Kautar es la comentarista anterior a ti. Es una muchacha de quince años que lleva velo. Me ha prometido que luchará por su vocación que le lleva a la cardiología.

    El hiyab es un símbolo que yo no me atrevería a relacionar como la posesión del hombre sobre la mujer. Lo creía antes pero ahora cuando convivo con él día a día, lo veo de modo diferente.

    Te dejo lo que me escribió un comentarista sobre el uso del hiyab. El que dejó el comentario se llamaba Nacho. No tiene desperdicio. No quiere decir que yo esté de acuerdo con ello, pero no deja de ser interesante:

    "Los comportamientos religiosos, como nos enseña Marvin Harris, hunden sus raices en las necesidades primarias del hombre, como el control, protección y alimento.
    Los diferentes velos no se emplean por motivos de moda, como sugiere el video y como bien sabe su autor. La razón es aparentar modestia sexual y alimentar el deseo masculino mediante una prenda que, aplicada masivamente, genera poder femenino.
    No es raro que los varones musulmanes se masturben con la mera visión de unos tobillos o unos pies, ya que en sus sociedades se les impide toda imagen femenina.
    El Yihab es una convención social que sirve para que la mujer tenga el poder mediante el control del deseo del hombre. Si se lo quita, está cediendo su poder sexual en detrimento del resto de mujeres, que la repudiarán.
    Idéntica dinámica presenta la prostitución en occidente. Así, la mujer oocidental que ofrezca sexo de forma fácil será rechazada por el resto de mujeres, que utilizan el sexo como arma de poder para controlar al hombre.
    El velo tan solo es el paso anterior de una misma realidad.
    Por eso es la propia mujer quien quiere llevar Yihab, pues es a ella y sus iguales a quienes beneficia. Traicionar esa imposición, supone revelarse contra el resto de mujeres. Y todos sabemos que sucede entonces".

    Un cordial saludo, Temujin.

    ResponderEliminar
  28. Bueno, perdón por no leer los comentarios anteriores es una costumbre mala que tengo, que se le va a hacer. El velo es anterior al Islam, bastante anterior como ya sabrás. En culturas orientales la mujer no se podía mostrar tal y como es, solo se lo podía quitar en presencia de sus familiares directos, he visitado bastantes países musulmanes, Siria, Jordania, Egipto, Marruecos, Argelia y Turquia (que es la menos islamica). Ves como van las mujeres y sacas conclusiones. El velo o el burka en determinados países esta legislado, obligatoriamente deben ponérselo, como no deben conducir o pasear solas por la calle. No dudo que muchas mujeres se lo pongan por identificarse con una cultura o su país de origen o por una más que discutible estética, pero es un símbolo de opresión. Cambien hay gente que utiliza las esposas como símbolos sexuales, pero que te obliguen a ponerte las esposas es otra cosa.
    En un instituto de Burgos (Felix Rodriguez de la Fuente) hay una polémica al respecto, los estatutos del centro prohíben llevar prendas en la cabeza durante las clases; la chica ha denunciado al centro por discriminación. Parece se que al final se va a salir con la suya, entonces y siguiendo el mismo criterio uno puede ir con un sombrero de paja o uno de copa y los estatutos del centro si toleran el pañuelo de la mujer deberán tolerar el resto de charlotadas (cada uno defiende la cultura que le da en gana).
    El velo en mujeres casadas es la muestra que solo pueden ser vistas por su marido y las connotaciones que quieran sacarse son muchas pero el principio por el que es de obligado cumplimiento es uno, una mal entendida interpretación del Coran con tintes orientales y es el símbolo del poder teocratico machista. Hemos reclamado quitar crucifijos (que me parece muy bien) y ahora toleramos esto, no lo entiendo. En un ambiente escolar, me refiero. Y si uno de masturba viendo un tobillo o una pierna es un poco preocupante y símbolo de una opresión sexual vergonzante, como aquí en tiempos de Franco.Una cosa es la seducción y otra es la imposición. Un saludo y perdona por no leer el resto de comentarios.

    ResponderEliminar
  29. Temujin, tu realidad y la mía son distintas. Tú no conoces a musulmanes y menos a adolescentes musulmanes ¿me equivoco?. Yo convivo con ellos, con ellas en mis horas de profesor. Intento verlas como a todos los demás alumnos, pero intentando doblemente entenderlas. Su realidad es muy rica. ¿Qué he de hacer yo? ¿Meterles el discurso que ese velo que llevan es la plasmación de la sumisión de la mujer ante el hombre?¿Decirles, exigirles, que se lo quiten por dignidad femenina? ¿Y qué he de decir a mis alumnas latinas que van enseñándolo todo o casi? Eso forma parte de mi realidad y la única vía de llegar a esas personas con velo es aceptarlas e intentar comprenderlas. Yo no voy a cambiar el mundo ni soy una teniente de marines. Sólo sé que son respetuosas, que trabajan, que se esfuerzan, algo que no puedo decir de muchos españoles y españolas que no lo hacen ni son respetuosos. La realidad es mucho más compleja que cualquier idea que podamos cocer en nuestro caletre. Yo, al menos, no me atrevo a afirmar nada con contundencia.

    ResponderEliminar
  30. Cada uno cuenta la feria como le va, yo he estado en unas cuantas casas de musulmanes, he comido y he dormido en ellas. He visto lo que he visto. De todas maneras, el velo se combate con conocimientos más que con prejuicios.
    Un saludo, que no quiero monopolizar tu casa.

    ResponderEliminar
  31. A mi me parece JOSELU,

    que no me he explicado nada bien. Verás, en ningún momento me he referido al velo en sí, si no a lo que hay debajo del velo, que es muy diferente. Como prenda de vestir, para mi no tiene la más mínima importancia, cada uno se viste como le apetece e incluso como dices, puede coordinarse e ir preciosísimas todas :-)

    A ver si me explico mejor, tanto KAUTAR como ZAHARA, han comentado que nadie les obliga a poner el velo y yo nunca lo he dudado, como ya he dicho AMINNA, lo lleva. Mi madre en sus tiempos se ponía el velo para entrar a la iglesia o llevaba la falda por debajo de la rodilla y tampoco le obligaba nadie, la cuestión no es esa, si no a qué obliga y en que formas limita el velo, si condiciona o no, porque mi sensación es que mucho.

    Me cuesta suponer que por el mismo motivo que por edad a KAUTAR le gusta el rap, lo cual es muy normal, no le apetezca ponerse unos vaqueros rotos, una minifalda o pintase la raya del ojo, salir con amigos y amigas a rapear, a deslizarse con el skate, la bici o a correr por ahí.... y si no lo hacen ( que a lo mejor KAUTAR sí:-) AMINA sé que no, es porque renuncian a ello, porque el velo les impone un riguroso protocolo por llamarlo de alguna manera que se lo impide. Si embargo están en edad de hacerlo, eso es lo natural y la tristeza de la que yo hablaba, es esta, ver las ganas en la cara de hacer muchas cosas que su cultura les impide hacer... no hay prohibición real, hay presión cultural que es distinta, pero de efecto idéntico.

    Por supuesto JOSELU, nada puedes hacer tú, por evitar nada de lo que hablamos, porque yo viviéndolo, tampoco puedo... solo tapar cosas y servir de coartada ;-) y doy fe, que su educación en muchos aspectos da cien vueltas a las de muchas de nuestras niñas, pero vivir como si tuvieras 35 con 14 o 17 no es nada fácil... a eso me refería antes al hablar de "tristeza bajo el velo" y pena al verlo.


    A ver si ahora se me entiende mejor.


    Más besos y buenas noches, para todos.

    ResponderEliminar
  32. Totalmentede acuerdo con tu último comentario, Joselu. Yo no tengo alumnas musulmanas y no conozco su realidad. Francamente, no tengo una opinión formada con respecto al uso del velo o no, su prohibición o su aceptación. Conozco varios argumentos en un sentido y en otro pero me cuesta decidirme. ¿Debe primar el respeto a una religión distinta, a otras culturas y costumbres? Estoy convencida de que dentro de unos años dará lo mismo vivir en Ecuador, en España, en Siria o en Tailandia: todos vestiremos igual, beberemos Coca-Cola, comeremos lo mismo,escucharemos la misma música. ¿Es buena la diversidad? Sin duda, pero el límite entre lo correcto y lo irracional no siempre está bien definido. El velo islámico choca con nuestras ideas, pero se nos ha olvidado que hasta hace pocos años muchas mujeres españolas, sobre todo en las zonas rurales, usaban un pañuelo negro durante largos años, y a nadie le extrañaba. A algunos les parece que el velo significa sumisión, es la señal que identifica una cultura que coloca a las mujeres muy por debajo del hombre. No creo que la razón sea tan simple. Tú las conoces, trabajas con ellas, comprendes sus dudas y contradicciones. La música es el más internacional de los lenguajes, aunque no se entiendan las letras queda la melodía y el mensaje. ¿Son opuestas la música occidental y las costumbres orientales? Temo el fanatismo, por supuesto, pero sólo criticamos el que no nos conviene y no vemos el nuestro. Es un asunto delicado, sin duda. Te felicito por el post. Siempre sabes acertar con el tema y la exposición.
    Un fuerte abrazo, colega.

    ResponderEliminar
  33. María, para mí ha sido una alegría excepcional que Kautar y Zahra hayan escrito, especialmente la primera que se ha explayado más. Paso muchas horas a la semana con alumnas musulmanas y te puedo asegurar que son más alegres que las cristianas, está cambiando la realidad. Son bromistas, juguetonas, charlatanas, tramposillas alguna, divertidas… Tienen como referencias otras realidades. Para ellas la fiesta del Cordero o el Ramadán tienen una importancia mayor que para nosotros la Navidad y la Semana santa. Lo viven más hondamente y les sirve como vínculo de relación con la familia, y para la práctica de la compasión con el que posee menos. No son niñas tristes en ningún caso, añoran Marruecos y la magia de la vida beréber o de las ciudades. Hay algunas que no llevan velo y no supone ninguna diferencia con las que sí lo llevan que son la mayoría. ¿Qué hay detrás? Kautar dice que lo lleva con orgullo. Quiere ser cardióloga y no tener que renunciar al velo. Me la imaginaba algún día en un gran hospital llevando velo. ¿Por qué no? El velo es un objeto polimórfico y tiene muy distintas concepciones detrás y no todas expresan sumisión. No obstante, estoy investigando el tema a medida que me voy sumergiendo más en su realidad. Estoy aprendiendo, pero yo que lo tengo cerca, no tengo claras las ideas. Sólo sé que estas niñas son normales y no parecen esconder la tristeza detrás de sus ojos vivos y llenos de sueños. Y muchos románticos. Es cierto que ellas pueden ser más románticas, precisamente por su recato y delicadeza. ¿He de verlo con ojos inquisidores o con ojos del que sabe que está aprendiendo al poner en crisis sus propias creencias?

    Besos nocturnos.

    ResponderEliminar
  34. Yo tampoco tengo una opinión formada a respecto del velo, sinceramente. Toda prenda es potencialmente un símbolo de difícil lectura, no sólo el velo, que de entrada no tiene por qué ser un símbolo de represión. No más que otro, al menos. Siguiendo este razonamiento, creo que es perfectamente admisible que los alumnos que quieran vayan a clase con sombreros de paja o de copa, como han dicho antes, por mucho que yo pueda verlos como mamarrachos. Estas cuestiones no tienen nada que ver con el respeto: son simples expresiones de la libertad personal, creo, y como tales se deben respetar. Otra cosa son las instituciones del estado y sus representantes (jueces, maestros…). Ahí si creo que los símbolos no tienen cabida. Vamos, pero es un tema complejo… y me es desviado del asunto de la música.

    ResponderEliminar
  35. ... y me he desviado también de la ortografía :-)

    ResponderEliminar
  36. Leí en El País el caso que cita Temujin de la chica que se niega a ir sin velo a clase en un instituto allá en Burgos. Anda en una situación difícil. No va a clase con el resto de sus compañeros sino que permanece todo el tiempo en la biblioteca con los profesores de guardia. Incluso sus padres -o eso dice en el artículo- han llegado al punto en el que le han dicho que no lo lleve durante las horas de clase. Pero ella continúa negándose. Por lo visto el director tiene claro, que o sin velo, o el traslado. Ella sigue sin ceder a pesar de lo que le está acarreando, que ya te puedes figurar tal cual me lo figuro yo, sin saber más ni más.

    Como no podía ser de otro modo siendo persona, tengo una opinión muy personal al respecto del asunto. No me gustan. Pero es que yo no llevo velo, como tampoco llevo crucifijos ni ningún símbolo religioso encima. Por suerte para mí, porque lo pienso una suerte, no lo necesito. Entiendo que no toda religión se convierte en fanatismo, eso depende de las personas, pero también entiendo que la religión es a todas luces limitante. Me da igual cual refieras, lo pienso al respecto de todas, salvo tal vez del budismo. No le diré a nadie que no lleve velo, tampoco le diré a nadie que no lleve crucifijo, pero sí pensaré que ojalá no los llevasen.

    ResponderEliminar
  37. La clave de todo está en el respeto a las distintas culturas. Y el peligro está en creerse que la de uno es la auténtica, la verdadera. Pasa como con las religiones. Yo creo que una buena dosis de tolerancia no nos vendría mal.
    Pero viendo los toros desde la barrera sí que me atrevo a decir que no me gustaría que me obligasen a escuchar un determinado tipo de música y me negaran escuchar la que más me gusta. Claro, que a lo mejor, si me lo hubieran enseñado así desde pequeño hablaría de otro modo. Total, que vuelvo a lo de antes, hay que comprender que cada cual es fruto de una civilización que le ha tocado vivir, y por lo tanto hay que respetarla.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  38. Bajo el imperio de los prejuicios y sin conocimiento directo de la realidad de las muchachas y de las mujeres musulmanas lo más sensato es guardar silencio. En este país, y me avergüenza, se acostumbra en demasía a pecar de sectarismo: se asume lo que dicen los propios sin cuestionarlo en absoluto.

    Cuanto más se conoce a las personas de otras culturas más aspectos aspectos comunes se descubren en ellas. Muchos más que diferencias...

    Saludos

    ResponderEliminar
  39. Yolanda, el mundo islámico no es un bloque monolítico, igual que nuestra sociedad occidental "cristiana" tampoco lo es. Nos sentiríamos ofendidos si alguien desde fuera dijera es que los españoles sois así. No nos gustan los estereotipos cuando tienden a simplificarnos, a homogeneizarnos, a crearnos una identidad que compartimos en partes sí y en partes no. Lo mismo pasa con la realidad musulmana que tengo ante mis ojos. Hay constantes y variantes muy acentuadas. No son todas las chicas que llevan velo iguales, y sus razones pueden ser diferentes. Eso sí, pienso que el velo tendría que asumirse cuando tuvieran una edad para decidir por sí mismas. No entiendo niñas de ocho años que lo lleven. La entrada al instituto podría ser un momento de reflexión para ellas sobre si quieren llevarlo o no. Creo que en él hay una seña de identidad y de cultura, que, no obstante, es matizada por multitud de diferencias entre una y otra muchacha. En todo caso, he variado mi opinión sobre el mismo viendo a muchachas muy valiosas asumiéndolo con alegría y con responsabilidad. No pienso que los colegios deban imponer una negativa al velo, en todo caso creo que no les corresponde a ellos, menuda responsabilidad. Tendría que ser una decisión política a nivel nacional como en Francia. No puede ser que en un colegio se permita y en el otro de al lado, no.

    Un placer leerte y verte por aquí.

    ResponderEliminar
  40. Cristina, en el tema de los tocados, hemos topado con una cuestión espinosa. Yo hacía una distinción entre el uso del velo y el de gorras (no se ha llegado a sombreros de paja o de copa). Para mí eran situaciones distintas, pero compañeros me han dado su punto de vista en que serían equiparables, y tan cultural sería una gorra portada por un latino como el velo de una marroquí. El caso es que en lo últimos tiempos no me he encontrado gorras. Me molestan mucho.

    V., en todas las religiones hay fanáticos y hombres tolerantes y abiertos. El islam ha generado corrientes tan ricas como el sufismo, y el cristinianismo la mística, los espirituales negros, y el judaísmo ha dado miriadas de genios a la cultura universal en todos los ámbitos. Pienso que hay que distinguir entre el poeta Omar Khayam que cantaba al vino y a la amistad (era persa), los poetas andalusíes de enorme riqueza y las derivaciones fanáticas. Yo no soy responsable del asesino noruego que ha matado a más de setenta personas en nombre de la cristiandad. Yo no vería en el sentimiento religioso algo ominoso ni que debiera ser olvidado. Juan Sebastian Bach compuso maravillosa música sacra. El ateísmo también ha dado una larga serie de genocidios y fanatismos no menos espantosos que los que han causado algunos con fe fanática.

    ResponderEliminar
  41. Miguel, totalmente de acuerdo. Saludos.

    Luis Antonio, la cercanía nos permite considerar factores en la diferencia que no podíamos sospechar. La película El gran Torino de Clint Eastwood es muy buena en este sentido. Saludos.

    ResponderEliminar
  42. Me gustaría conocer la mirada desde el otro lado, lo que perciben los ajenos cuando nos miran a los españoles, tan normalitos que parecemos. Nos gusta juzgar a otras culturas porque creemos que son un tanto bárbaras, y nos fijamos en el burka, en las ablaciones, en los rituales sangrientos... No percibimos que nuestra perspectiva alcanza apenas décadas o algún siglo arriba o abajo, porque si nos fuésemos más allá, tendríamos que aceptar que el occidental de la Edad Media era tan primitivo o más que esos que tanta grima nos producen hoy. Tendríamos que aceptar, también, que las mujeres en la España franquista poco se diferencian de las sometidas a regímenes totalitarios musulmanes. Con esas comparaciones, no pretendo disculpar las atrocidades de esos fanáticos religiosos. Creo, simplemente, que el tiempo acabará normalizando el papel de la mujer y, como dicen los comentaristas, las jóvenes musulmanas que gozan con la música serán simplemente jóvenes, sin más etiquetas.

    ResponderEliminar
  43. Esta frase de Kaoutar («Para mí la música es la única cosa en el mundo que me entiende») es de las cosas más hermosas que he leído en mucho tiempo. Parte de su atractivo reposa quizá en que en español no llegaríamos fácilmente a decir una cosa así, sino alguna obviedad del tipo "La música es la única cosa en el mundo que entiendo". Puede que en árabe la otra visión sea común (que las cosas nos entienden a nosotros); el contraste, en cualquier caso, entre un enfoque trillado y otro (para nosotros, al menos) inédito resulta iluminador. Me ha recordado las palabras de John Lennon sobre el rock and roll: «Era lo único que me decía algo cuando tenía 15 años. El rock and roll era real, el resto una pesadilla». 'Me entendía', 'me decía algo': tenía que ver conmigo, trataba lo que a mí me interesaba, me ofrecía una visión del mundo afín a mis propias percepciones. No es extraño que los vendedores de religiones se pongan nerviosos...

    ResponderEliminar
  44. Tirando del hilo del concepto de 'haram' y su opuesto 'halal' sale este enlace, muy sustancioso. Básicamente, la idea de que toda música es mala la defienden unos pocos (por fortuna) musulmanes, aunque muy ruidosos y bien financiados.

    ResponderEliminar
  45. Querido Joselu, acabas de convertirme en un Súcubo de Belcebú.
    Espero no se enteren los “mohamed” estos anti musicales.
    La música, creo, es alimento del alma y como tal es necesaria. Si de paso abre el apetito a otras formas y maneras de expresión a otras formas y maneras de pensar mejor que mejor. La intransigencia de los fundamentalistas es lo que acabará con ellos.

    ResponderEliminar
  46. Para Nietzsche, la música, junto a la danza, era la única manifestación artística realmente libre, porque carece de significatividad explícita, requiere pura empatía, dejarse llevar, sin necesidad de reflexión o análisis. La nota musical, pese a estar dotada de naturaleza matemática, fluye al viento sin más hermenéutica que su peregrina presencia.

    ResponderEliminar
  47. De todas formas, amigo Joselu, lo que ahora es manifestación espontánea que denota ganas de volar y expresarse, mañana, al auspicio del capitalismo se convertirá en negocio. Mala herencia les dejamos. Espero que aprendan de nuestros errores.

    ResponderEliminar
  48. Me parece muy bien el artículo que has escrito, pues yo también soy musulmana y orgullosa que estoy de serlo, te explico un poco, en el islam no se prohibe nada, simplemente te advierte lo que es bueno y lo que es malo, lo que deberíamos hacer, pero no OBLIGA a nada, somos libres de hecho, el islam defiende la libertad del individuo, para entenderlo completamente debemos estudiar historia. Yo llevo hijab y escucho música de todo tipo, siempre y cuando esa música no atente con las palabras hacia nada, digamos que escucho música halal. Creo que en un principio pensabas que los musulmanes eramos "bichos raros" pero a lo contrario que piensa mucha gente, somos gente con cultura, iguales a cualquier otra persona, no hay nada diferente, en el caso de las mujeres que llevamos hijab no es por sumisión, ni mi marido es superior a mi, al contrario el debe mimarme cuidarme y respetarme porque es lo que Allah ha mandado y si no lo hace irá al infierno. Cierto es que hay machistas al igual que en España o no es machismo matar a las mujeres?

    ResponderEliminar
  49. Esto va para malo malísimo, no sé a quienes llama los "mohamed", pues tenemos nombre al igual que lo tendrá usted.

    ResponderEliminar
  50. Antonio, las ideas más lúcidas que he leído las han dado dos jóvenes de menos de veinte años. Una Mari Carmen de la que has tomado la idea real de que son adolescentes como cualquier otro, con sus conflictos y contradicciones.

    Al59, me alegro mucho de que hayas reparado en el comentario de Kaoutar y que ilumines un aspecto del mismo que me había pasado inadvertido, aunque la redacción me llamó la atención.

    Malo, la música es contraria a la intransigencia. Es la idea central de todo esto.

    Ramón Besonías, un hermoso comentario trayéndonos a Nietzsche y su interpretación de la música. Enormemente revelador.

    Nora, bienvenida al blog y aportar tu punto de vista. Mi relación con alumnos y sobre todo alumnas musulmanas me ha llevado a considerar como un poco mío su mundo y a desterrar prejuicios que se tienen cuando no se conoce el tema. No obstante, pienso, Nora, que las muchachas están mucho más avanzadas en mentalidad que los varones. Estos son mucho más conservadores y piensan que son los que deben dominar naturalmente. Lo que no pasa en la escuela porque las muchachas no aceptan el lugar pasivo o sumiso que se debía presuponer. He visto a lo largo de los años un avance en la independencia de las chicas musulmanas respecto al que se daba hace unos años. Pienso que las mujeres son un elemento fundamental en la renovación necesaria e imprescindible del islam. Gracias por tu intervención.

    ResponderEliminar
  51. No hay de que!! pues eso como en todos sitios hay quienes aún se creen superiores, pero ojalá que un día eso va a cambiar!! Pero me alegra saber que alguien quiere conocer un poco más el pensamiento que tenemos l@s musulman@s y ver que no todo lo que dicen en los medios de comunicación es cierto.

    ResponderEliminar
  52. ola a todos/as yo soy musulmana y puse el velo porque yo quise nadie me obligo y estoy muiii fliz yo no entiendo x ke cuando nos ven con el velo nos miran unas miradas k yo no se expresarlas nosotras no queremos nada lo unico k kremo es vuestro respeto

    ResponderEliminar

Comentar en un blog es un arte en que se recrea un punto de vista razonado, emocionalmente potente.

Selección de entradas en el blog