Prácticamente al día siguiente de que apareciera la noticia
en los medios de comunicación, realicé una prueba de comprensión lectora a mis
alumnos de tercero de ESO pasándoles una copia de la noticia aparecida en EL
PAÍS y que ha conmocionado -no es para menos- a la comunidad científica y a los
ciudadanos que han sabido valorar el hecho.
Me refiero al proyecto Braingate
(La puerta del cerebro) que lleva en marcha desde 1998 buscando interconectar
el cerebro con la máquina, de modo que las órdenes cerebrales (los
pensamientos) puedan transmitirse a un ordenador que realizaría y desarrollaría
dichos comandos. Ya hace más de una década se había conseguido que personas con
parálisis movieran con el cerebro el cursor de un ordenador. Ahora el
experimento ha sido mucho más complejo y dos personas paralizadas desde hace
años por un ictus, han logrado transmitir órdenes a un ordenador y que ha
servido para que un brazo robótico fuera accionado y realizara una determinada
función, al parecer sencilla, como la de facilitarles un vaso de agua con una
pajita para que pudieran beber.
Previamente les habían sido implantado un sensor en la zona
del córtex motor del tamaño de una pastilla. Este sensor recoge las señales
eléctricas del cerebro y las envía a un ordenador que las decodifica y traduce
en comandos que mueven el citado brazo artificial. Además tuvieron que pasar
meses de arduo entrenamiento para aprender a controlar el pensamiento de modo que
fuera eficaz.
Supongo que todos los que estáis leyendo esto, habéis oído
la noticia. A mí me ha producido algo semejante a una revelación y todavía me
dura la emoción que he sentido viendo el vídeo que enlazo y leyendo dicha
noticia. No os perdáis la realización del experimento pero sobre todo, la
sonrisa de la mujer cuando ha logrado conseguir su objetivo de beber con ayuda
del brazo robótico. Es un pequeño paso pero que tiene unas perspectivas
alucinantes.
Todo camino por largo que sea comienza por el primer paso.
Este es el primer paso y que nos lleva al futuro en que la mente y los
ordenadores estarán conectados. ¿Os imagináis lo que significa esto? Las
intuiciones más increíbles de la Ciencia Ficción se convierten en pálidas y
elementales ante lo que supone este gigantesco avance.
Mis alumnos no supieron ver prácticamente ninguna de estas
perspectivas. Sus pruebas de comprensión lectora han sido muy deficientes.
Habían entendido la noticia a medias y, desde luego, no supieron ir más allá de
lo concreto que era que una persona paralizada había logrado beber agua ante lo
que algunos argumentaron que esto sería solo para ricos.
Pero la verdadera noticia no era la de la realización del experimento
sino la de la evidencia de que se pueden conectar por ondas eléctricas los
impulsos del cerebro, el pensamiento, con un receptor que llega a un ordenador.
A partir de aquí y dándole treinta años al proyecto del Braingate, teniendo en cuenta de que en pocos años tendremos
ordenadores de grafeno y en una década probablemente ordenadores cuánticos, que
serán decenas de miles de veces más potentes y rápidos que los actuales...,
tendremos un escenario humano y social en que mente y máquina se integrarán con
perspectivas que cambiarán la realidad.
Mis hijas vivirán un mundo cuando sean adultas en que la
sola energía del pensamiento podrá activar el funcionamiento de una fábrica,
controlar los dispositivos del hogar, se podrán conectar dos personas a través
del pensamiento en una comunicación interior, se podrá tener acceso mediante la
mente al disco duro de un ordenador con trillones de datos que se incorporarán
a la estructura de su cerebro, podrán hablar mentalmente dos personas a miles
de kilómetros...
El hecho de que se vislumbre la conexión de la mente con un
ordenador, puede que de momento de un modo muy elemental, abre un universo de
posibilidades tan excitantes como inimaginables. Y esto, aunque mis alumnos
piensen que es muy caro para un ciudadano normal, lo lógico es que en treinta
años el proyecto Braingate o sus
sucesores se extiendan a amplias capas de la población que podrán interactuar
entre su cerebro y los todavía insólitos artefactos tecnológicos que todavía
somos incapaces de visualizar o concebir.
No os perdáis el vídeo. Y fijaos en la sonrisa de la mujer.
En ella está contenido todo ese futuro alucinante e increíble que está en
ciernes. El futuro está comenzando.
¿Cómo has vivido la noticia? ¿A qué reflexiones te ha
llevado? ¿Qué perspectivas crees que abre?