Hoy me ha venido a la mente esta palabra inglesa stardust que se refiere al polvo interestelar, pero también a un avión que desapareció en los Andes el 2 de agosto de 1947 en extrañas circunstancias junto al glaciar del volcán Tupungato… También la peli de Woody Allen Stardust memories... Y han venido a mí recuerdos de alumnos con los que mantuve densas conversaciones…
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domingo, 18 de enero de 2009
Stardust Memories
jueves, 15 de enero de 2009
Una visita pedagógica
Este post surge del cruce de una reflexión sobre la representación plástica del dolor, tomando como base el magnífico libro de Susan Sontag, Ante el dolor de los demás, y la visita que realizaron hace un par de años alumnos míos de cuarto de ESO a una exposición en el MNAC sobre la memoria del holocausto a través de testimonios gráficos de los primeros fotógrafos que entraron en los campos de exterminio nazis de Bergen Belsen, Mauthausen, Buchenwald, Dachau y Auschwitz.
El libro de Susan Sontag es una reflexión lúcida sobre la historia, en las sociedades modernas, de la representación de la atrocidad de las guerras. Probablemente fue Goya el primero en representar el horror de la guerra en sus Desastres de la guerra. Sus crueldades macabras pretenden sacudir, indignar y herir al espectador sobre los crímenes que cometieron las tropas francesas en su invasión de España. Pero es la fotografía la que con su desarrollo objetivará el sufrimiento de la guerra. Una cámara pretende representar con exactitud lo que sucedió. Muestra la brutalidad y el horror de unos hechos.
Los primeros fotógrafos que llegaron a los campos de exterminio nazis se encontraron un panorama estremecedor jamás contemplado antes. Centenares, miles de cuerpos, se apilaban desnudos en un espectáculo dantesco. Muchos habían muerto a consecuencia de epidemias o asesinatos masivos. Los objetivos de las cámaras captaron en los primeros días este horror inimaginable y mostraron al mundo el verdadero significado de los lager nazis. En aquellos días se descubrió la realidad de las cámaras de gas y los hornos crematorios. Hoy día de aquello lo que más recordamos son las fotografías. Las imágenes conmocionan más que las palabras. Pero también seducen, y podemos sentir su hechizo como un polo magnético que nos atrae con su horror.
Pocas veces ha habido unos alumnos más motivados con una salida. Aquellos alumnos de cuarto de ESO de un grupo de diversificación iban a tener un privilegio a diferencia de sus compañeros de otros cuartos. En seguida que les propuse hacer una actividad que tenía como objeto la memoria del holocausto se sintieron atraídos. Estuvimos hablando de lo que significaron los campos de exterminio nazis. Yo tenía reciente la lectura de la trilogía de Primo Levi y otros libros que contaban, desde distintos ángulos, aquello. Los alumnos, unos veinticuatro, estuvieron superatentos, y el profesor aprovechó para hacer hincapié en la fría y meticulosa planificación del plan que quería eliminar a los judíos de Europa. Lo peor es que los jerarcas y oficiales nazis no odiaban a los judíos. Simplemente los consideraban no humanos, y actuaban con frialdad como si estuvieran eliminando a una plaga de alimañas. Lo primero que hicieron, pues, es retirarles su categoría de seres humanos. Eran judíos.
El profesor les hizo firmar un pacto de honor por el que se comprometían a observar con respeto lo que iban a ver. Fuimos juntos la profesora de catalán y yo, como profesor de castellano. Les entregué un plan de trabajo al llegar al MNAC. Se formarían grupos y habrían de mirar en principio toda la exposición. Luego habrían de escoger un fotógrafo de los allí representados (Lee Miller, Margaret Bourke-White, Eric Schwab y George Rodger, entre otros) y seleccionar un par de fotografías que les atrajeran para describirlas mediante palabras adecuadas.
Su entrada en la exposición fue absolutamente en silencio. La fuerza de las imágenes les captó enseguida. Eran en blanco y negro y el pie de foto señalaba la fecha en que se tomaron y las circunstancias de las mismas. Aquellas imágenes desoladoras podían emplearse como memento mori, como objetos para la contemplación a fin de profundizar en el propio sentido de la realidad.
Sin embargo, mis alumnos, chicos y chicas, no parecieron quedar conmocionados por lo que estaban viendo. Se portaron con seriedad, como se habían comprometido, pero no vi que aquello les inquietara. Su trabajo fue ordenado, pero apenas vi a alguno horrorizado por lo que estaba viendo. Es como si estuvieran demasiado acostumbrados a las imágenes impactantes que allí se mostraban. Sólo hubo una alumna magrebí, Jihad, que vino a hablar conmigo para comentar lo que estábamos viendo. Estaba conmovida y no entendía que se pudiera haber hecho eso con seres humanos. Me preguntó que por qué lo habían hecho. Era difícil responderle y explicar esta historia del absurdo y de la maldad que llevó a la inmolación de millones de personas.
La captación del sufrimiento y de la muerte es algo que perturba al observador, y a la vez le fascina. Vi esa fascinación en mis alumnos que describieron con bastante exactitud el contenido de algunas fotos realmente brutales. La lengua sirvió de vehículo para transcribir el espanto de aquellas imágenes sobrecogedoras.
Pero para mí, la más terrible fue la imagen de una enternecedora familia con la madre y dos niñas con el fondo de un jardín y una casa. El único problema es que el sensible fotógrafo que la había hecho era el comandante del campo de Buchenwald y estaba situada allí en su residencia oficial. Pensé en mis hijas y lo que significaba aquello. Llamé a Yihad y se la mostré. Le expliqué mis reflexiones y los dos nos quedamos en silencio contemplando la banalidad del horror.
Recordar es una acción ética. La insensibilidad y la amnesia parecen ir juntas dice Susan Sontag. Aquel día revivimos la memoria de aquellos días aciagos que no han acabado del todo. Hay muchos escenarios actuales donde se vive, si no algo parecido, sí muchas imágenes que provocan nuestro espanto. Pienso en las imágenes de la franja de Gaza en las que las más terribles son las de los niños masacrados. ¿Cómo los que sufrieron un exterminio sistemático, aplican métodos tan crueles con los palestinos?. Es difícil señalar qué puede ser mostrado y qué debe ser ocultado. Nunca sabemos si estamos fomentando la reflexión o la morbosidad, pero "debemos permitir que las imágenes atroces nos persigan: Esto es lo que los seres humanos se atreven a hacer."
lunes, 12 de enero de 2009
Inanidad
Hay lunes que acompaño a mi hija al ortodoncista, los famosos hierritos o brackets adolescentes, ya saben, y mientras espero hojeo alguna revista. Hoy eran todas de salud y belleza… y había un Hola. Lo he cogido. Me he quedado fascinado en el primer reportaje. Se trataba de uno sobre la familia Finat en su palacio del Carrascal de estilo nórdico. No sé dónde estaba. Sólo recuerdo que este palacio se construyó a principios de siglo y una vez estuvo el rey Alfonso XIII participando en una cacería.
Toda la familia Finat posaba en la frontal del palacio. Estaban los marqueses de Pastrana y las diversas generaciones de la familia, incluidos los niños. Luego se nos ofrecían perspectivas de las escaleras regias con tapices nobles, las habitaciones todas iluminadas maravillosamente, los salones, la biblioteca…
jueves, 8 de enero de 2009
Probablemente dios no existe
Esta tarde paseando por el centro de Barcelona he asistido a un cruce de imágenes curioso. En una estación de metro (en Hospital Clínico), había un cura mayor, bajito, con aspecto decrépito, ataviado con sotana hasta los pies, con una marcada joroba y con restos de caspa sobre sus hombros. Con voz insegura y tímida ofrecía a los viajeros que salíamos del metro un calendario con la imagen de la Virgen correspondiente a este año. Le había visto en varias ocasiones y siempre me había admirado su tesón y su resistencia frente al desaliento ante un público tan radicalmente tan poco predispuesto a comprar su calendario.
martes, 6 de enero de 2009
Gaza
He estado en la cabalgata de los Reyes Magos en la plaza Cataluña de Barcelona. Ha sido una simulación efectista, con muchas luces. Representa la visión bienpensante de nuestra sociedad. No han faltado las referencias a otras culturas como la africana con una colección de personajes-máscaras con claro aire negroafricano. Es lo que más me ha gustado, pero todo tenía para mí una impresión de fabulación infantil que me sumía en una cierta tristeza y esperaba que todo se acabara ya. La presencia de la guardia urbana a caballo, caravanas de periódicos deportivos, camellos de pega y alguno de verdad me sumían en el aburrimiento. Más con las máquinas limpiadoras que dejan la ciudad impoluta tras el desfile. Todo ha de quedar igual, qué poca alma tiene el pensamiento progresista. Todo perfecto pero perfectamente impostado.
sábado, 3 de enero de 2009
Arroz y pedagogía
He pasado dos días en el delta del Ebro, desconectado de la blogosfera, y aunque echándola de menos, he podido sentir el cielo sobre mi cabeza, el cielo y el río que llega hasta el mar en una desembocadura, si no amazónica, sí bastante hermosa. Dos días encapotados pero de cielos con suficiente luz y nubes para dar lugar a fotos interesantes. He comido dos arroces de la zona, a cada cual más bueno, he visto un molino de arroz tradicional y he aprendido el proceso que lleva al arroz desde la marisma a la bolsa herméticamente cerrada. Siempre he sido un enamorado del arroz. Cuando viajé por Indonesia, Malasia y Tailandia comía arroz para desayunar, para comer y para cenar. El arroz nunca me cansa en cualquiera de sus variedades. He comprado saquitos de arroz bomba y arroz marismas, excelentes para paellas, pero me gusta el arroz basmati, el risotto, la paella, el arroz tres delicias… Me encanta hacer fotos en los arrozales. El cielo se refleja en ellos. En Balí hice fotos sugerentes reflejándose las palmeras en el agua, en un cielo tornasolado de colores violetas, amarillos y verdes. Creo que pertenezco a la cultura del arroz…
Pienso en mi alumnos. Me encantaría invitarlos a una gran paella en el delta del Ebro. Hablaríamos de leyendas africanas o sobre literatura. Cada vez me horroriza más la enseñanza impartida en campos de concentración obligatorios.
miércoles, 31 de diciembre de 2008
Comienza la función
Señoras y señores, damas y caballeros, niños y niñas, buenas noches o buenos días, según sea la hora en que entren en este blog. Soy Joselu, el propietario de esta casa, y esta noche o esta mañana quiero darles la bienvenida. Cuando me dediqué a profesor abandoné otra vocación, bueno fueron varias vocaciones pero de eso hablaremos otro día. Me hubiera gustado ser payaso o clown que también es bonito. Me hubiera gustado llevar una vida trashumante montado en un carromato pintado alegremente. “Joselu, el pentapayaso y su compañero Tonito. Un payaso siempre necesita un compañero. El payaso rojo y el payaso blanco, el supuesto tonto y el supuesto listo. Estudié para payaso y practiqué la commedia dell’ arte. Me especialicé en el personaje de Pantaleone, vestido de rojo, con una capa negra y un sombrero de ala ancha. Llevaba colgando una bolsa, porque Pantaleone era un poco tacaño. Venía Colombina, la chica de Arlequino, y me ponía a cien. ¡Cómo me gustaba aquella zagala! Perdía el oremus por ella. Y Colombina se aprovechaba y siempre me sacaba unas monedas…
Me encantaba el teatro de máscaras. La máscara te transforma, pero tú debes hacerla vivir. La máscara del payaso se la crea cada uno. Eso y una nariz, ya es suficiente para salir al mundo con unos grandes zapatones y muchas ganas de provocar sonrisas y carcajadas.
Este post va dedicado a todas las Colombinas y Arlequines, a los payasos blancos y rojos, a todos los que en algún momento de vuestra vida habéis soñado con la libertad de tener el cielo por encima de vuestros ojos y sentiros arropados por los focos en un momento solemne y decisivo, el momento en que decimos: Hola, señoras y caballeros, niños y niñas… Comienza la función.
Feliz 2009.
martes, 30 de diciembre de 2008
En el camino del Norte
lunes, 29 de diciembre de 2008
Molinos de agua
domingo, 28 de diciembre de 2008
Las dunas de Corrubedo
sábado, 27 de diciembre de 2008
Amanecer
viernes, 26 de diciembre de 2008
En la arena
jueves, 25 de diciembre de 2008
Las grietas de la realidad
miércoles, 24 de diciembre de 2008
La mirada
martes, 23 de diciembre de 2008
Descubierto
lunes, 22 de diciembre de 2008
Pureza de líneas.
Esta foto fue tomada en el sur de Portugal, en Albufeira, en el invierno de 1994. Allí nos recluíamos para pasar las navidades alejados de las grandes celebraciones familiares. El Algarve en invierno es una maravilla. Leía El libro del desasosiego de Fernando Pessoa, y me deleitaba con la atmósfera humana y cordial de uno de los países más cálidos y hermosos que se pueden visitar, siempre con ese sentimiento de melancolía que impregna las calles, las fachadas, la música, las conversaciones... Frente a la rapidez del ritmo español, la pausa y humanidad del portugués. Dicen que los portugueses tienen siempre en su interior esa melancolía profunda que les lleva a mirar el mar por donde marchó el rey Sebastiao un día y ya no volvió de una incursión militar.
domingo, 21 de diciembre de 2008
El encuentro
jueves, 18 de diciembre de 2008
Poesía visual y Navidad
Hoy he ido a ver una exposición de poemas visuales de Chema Madoz. He revisitado sus propuestas limpias y sorprendentes en que el azar y la necesidad están presentes descontextualizando objetos de la vida cotidiana, a modo de metáforas, y llevándolos a una dimensión poética. No pueden ser cosas más sencillas o elementales, pero tratadas con la imaginación se convierten, combinando dos realidades, en algo que nos provoca la admiración, la sorpresa o la sonrisa. No quiero hoy daros la murga. Quería felicitaros la Navidad con estos poemas que me han llenado de maravilla.
A todos los que me leéis con enorme paciencia y generosidad: Pantagruel, Clares, Paco Ortega, Animal de fondo, Yolanda Bellod, Eloi, Víctor Manuel, Antonio Solano, Lurdes Doménech, Antonio, Cariátides, Gemma, Caperucita azul, Eduideas, Juan Poz, José Luis Capilla, Mari Carmen, Bu, Rodolfo Natiello, Simalme, Meike, Alejandro, Un profe cualquiera, Frikosal, Yolanda Molina, Malo Malísimo, Marcos Cadenato, Lucero, Me encantó bailar contigo, José, el lanzador de botellas, Mundos periféricos, Francisco Machuca, Elena, Ernesto, Eduardo Larequi, Coquinas, Javier Martínez, Yoffy, Ana Lorenzo, Miguel, Antonio Gálvez, Ani Granson, Chema Cereceda, Jorge San Juan, Cora Tusnelda, Sonia, Dilaida, Silvia Porras, Rosa Silverio, Marian, Erikenea, Leonor Quintana, Serenus Zeitbloom, Matilde Martínez, Maritza Bueno, Sorel, Carme, Conchi, anónimos y los que lo seguís en la sombra sin aparecer. Disculpad si me he dejado a alguien.
lunes, 15 de diciembre de 2008
Teatro de sombras
Una de las observaciones fascinantes que existe sobre el universo en que viven los niños, quizás hasta los nueve años, es ver cómo necesitan volver una y otra vez sobre sus películas preferidas y sobre los cuentos que les son contados en múltiples ocasiones sin que ellos parezcan estar saciados de ellos. Lo excitante para ellos no es la novedad sino precisamente el que puedan saber en todo momento qué va a pasar, qué palabras dirá cada personaje, qué imágenes van a aparecer. Son capaces de memorizar con todo detalle diálogos y secuencias de una película o las palabras y fórmulas de un cuento. Necesitan volver a esos territorios encantados docenas de veces sin aparente cansancio.
viernes, 12 de diciembre de 2008
Bajo la sombra del baobab
Estimados amigos lectores del blog. He creado otro blog titulado Cuadernos de África para recoger mis reflexiones sobre temas africanos. Durante este trimestre varios posts han hecho hincapié en aspectos como el arte, la escuela africana, la situación en el Congo, el sentido de la vida y sus universos mágicos. Surge impetuosa en mí esta necesidad de profundización en lo africano pero Profesor en la secundaria quizás os esté resultando poco ortodoxo por su escaso centrarse en lo pedagógico. Prometo en el segundo trimestre remediar esta propensión a ir más allá de las aulas acercándome, aunque sea de refilón, a la literatura, la filosofía, el arte, África…
martes, 9 de diciembre de 2008
Poesía y deflación
viernes, 5 de diciembre de 2008
Universos mágicos
La biografía de Leni Riefenstahl está marcada inevitablemente por su relación con el Tercer Reich y haber sido una de las musas de Hitler. Éste le impuso –según el testimonio de la Riefenstahl- la realización de un reportaje sobre el congreso del Partido Nacional Socialista en Nuremberg. Ella realizó una verdadera obra de arte con imágenes que desbordan lo documental y producen una extraña fascinación. Se tituló El triunfo de la voluntad (1934). Posteriormente –una vez acabada la guerra en el periodo de la desnazificación- fue juzgada en diez ocasiones como acusada de propaganda del régimen nazi, pero nunca ningún tribunal llegó a la conclusión definitiva de si lo que había filmado era un documental o era propaganda. En la película no hay voz. En su posterior film Olimpiada (1938) –terriblemente bello también- filmó los juegos olímpicos de Berlín con imágenes que suponen una glorificación de la fuerza y la belleza física de los atletas.
Perseguida, ignorada e incomprendida en Alemania tras la guerra, marchó en los años cincuenta a África. Primero a Kenia buscando a negros atléticos y musculosos. Los masai y los kikuyu le parecieron esbeltos pero no era lo que estaba buscando. Una fotografía de dos guerreros nuba del Sudán le llevó a buscar en otro país. El caso es que descubrió la región montañosa del Kordofán donde habitan docenas de tribus nubas con lenguas totalmente diferentes. Halló un universo maravilloso en donde pasó largas temporadas durante los años sesenta y setenta conviviendo con ellos que la terminaron acogiendo como una más de la tribu. Realizó allí uno de los documentos antropológicos más extraordinarios. Su colección de fotografías de los nuba han dado la vuelta al mundo.
La belleza y la fuerza de los guerreros, que se muestran totalmente desnudos en los poblados, es harto conocida. Son asimismo geniales las pinturas de sus cuerpos, cubiertos primero con polvo blanco y posteriormente decorados con los motivos más vanguardistas que se pudiera imaginar. Alguno ha relacionado estas decoraciones corporales con los dibujos de Picasso. Leni Riefenstahl pasó allí de los años más felices de su vida. Se asombraba de que aquellos guerreros y aquellas muchachas desnudas eran mil veces más felices que sus compatriotas de Alemania sin tener prácticamente nada. Su mitología era de una riqueza fantástica, y todos eran artistas. Los nuba de kau eran además violentos. Sus luchas corporales, entre los diferentes poblados, acababan con la sangre cubriéndoles el cuerpo. Las muchachas luego escogían a los hombres con los que compartirían la noche pasándoles una pierna por encima del hombro.
Hoy día los nuba siguen existiendo pero han perdido el orgullo y la fuerza que los caracterizaba. Se hallan en zona de guerra entre los cristianos del sur de Sudán y los musulmanes de Jartum. Su vida libre y salvaje ha sido reconvertida. Los que quedan ya van totalmente vestidos y sus luchas y combates han perdido la fuerza simbólica que tenían antes. En Jartum los nubas hacen exhibiciones de fuerza para ganarse unas monedas.
Esto me lleva a reflexiones sobre la extraordinaria riqueza que tuvo África en cuanto a estilos de vida autóctonos durante miles de años. Centenares y centenares de tribus conservaban mitologías extraordinariamente complejas y a la vez delicadas. Sin saberlo, eran artistas en sus danzas, en sus luchas, en sus máscaras, en sus modos de organización social, en sus fábulas y cuentos mediante la transmisión oral. Todos presuponían la existencia de lo invisible y la fuerza y realidad de lo espiritual. La peor desgracia que le puede ocurrir a un africano es la pérdida de su alma. Los africanos dicen que los blancos “tienen” cosas y que ellos “son”.
A veces cuando me encuentro en medio de una gran superficie comercial viendo la casi única épica que le está permitida a un hombre de nuestros tiempos, pienso en los nuba, en los masai, en los dogón, en los himba, en los bosquimanos… y me doy cuenta de la terrible prepotencia del hombre blanco cuando entró en el siglo XIX en África. Encontró allí construcciones humanas maravillosamente delicadas pero no supo entenderlas por el espíritu de superioridad con que llegó. Su racionalismo radical le vedaba entender las cosmovisiones mágicas de los africanos y poco a poco los fue destruyendo y aplastando. Cuando oímos de algunos actos atroces de negros africanos en guerras hay que inscribirlos en un proceso complejo de pérdida de identidad frente a la supremacía y poder inmenso del universo occidental. Aún así África se resiste a la deshumanización que le ofrece nuestro mundo.
¡Qué tristeza la pérdida de las culturas aborígenes! Eran de una riqueza maravillosa frente a la cual nuestra vida consumista y depredadora es de una pobreza uniformadora.
jueves, 4 de diciembre de 2008
martes, 2 de diciembre de 2008
Un rincón para la poesía
Ya hace un tiempo hablé de esos momentos entrañables que paso con mi hija pequeña leyendo cuentos por la noche, antes de dormir, los dos tumbados en la cama. Son unos veinte minutos que no cambio por nada. Espero poderlo hacer mucho tiempo más. Tiene, como sabéis, nueve años. Últimamente hemos añadido algo nuevo a nuestro espacio literario: hemos empezado a leer poesía. El diario El País ha comenzado una colección de antologías poéticas que se venden los miércoles. Hasta ahora han salido Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez (como oferta de promoción) y Federico García Lorca. Los próximos son César Vallejo, Rafael Albertí y Pedro Salinas. Para nuestro placer, cada noche escogemos un poeta y leemos algunos de sus poemas, preferiblemente en versos cortos. Lo leemos un par de veces, una vez yo y otra vez ella. A la noche siguiente volvemos a repetir los poemas de modo que la musicalidad y el ritmo se nos queden prendidos. Anteayer leímos La baladilla de los tres ríos y La aurora de Lorca. De paso me pidió que le contara la historia de Lorca, una historia interesante y dramática. No le oculté nada esencial. Conversamos sobre los chicos a los que les gustan los chicos, hablamos de su amor por Dalí, de la traición de éste (junto a Buñuel) y la película El perro andaluz, de su viaje a Nueva York y Cuba, hablamos de la Barraca, de su teatro, de su detención y asesinato. Su muerte y la de muchos españoles en ese ominoso conflicto que fue la guerra Civil. Lo más hermoso es volver sobre los poemas. Ayer me pidió leer de nuevo La aurora, ese poema esencial y trágico de Poeta en Nueva York. Releerlo es entrar en sus imágenes surreales pero explícitas y advertir su profundo instinto poético. Me dijo que era muy triste, pero le gustó.
Imagen: óleo del pintor iraní Iman Maleki traído a este blog por Conchi.