Páginas vistas desde Diciembre de 2005




Mostrando entradas con la etiqueta SINTAXIS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta SINTAXIS. Mostrar todas las entradas

viernes, 13 de mayo de 2016

Hablando de sintaxis

                   

Nunca fui bueno en sintaxis en mi colegio ni brillé en la universidad en las asignaturas lingüísticas. Ya he dicho en otras ocasiones que mi pasión era la literatura. Tuve que analizar mucho en mi colegio donde el latín fue obligatorio tres cursos, y la sintaxis era fundamental. Mucho tiempo después me veo enseñando sintaxis a mis alumnos, la básica: estructura de la oración, clases de oraciones, tipos de complementos... Utilizo un recurso audiovisual muy interesante, el editor de análisis sintáctico EDAS. Hacemos análisis cada semana, salen a la pizarra digital y analizan oraciones sencillas simples y compuestas. Los temas los he expuesto mediante vídeos de la Flipped Classroom. Creo que soy didáctico y ameno. Busco ser práctico, creo que no lo hago del todo mal ... pero no consigo que mis alumnos aprendan las nociones básicas de sintaxis, a veces algo tan simple como reconocer el sujeto y el predicado. Ya no digamos el Complemento Directo, Indirecto, Circunstancial, Predicativo, Agente... Haga lo que haga parece inútil. Hay algunos que directamente entregan el examen en blanco. Hemos analizado más de ciento cincuenta oraciones en clase. No han captado nada. Otros confunden totalmente los conceptos y no se aclaran para nada. Es como si estuviera intentando introducirles en el chino. Hay muy pocos que alcancen cierta fluidez en el análisis de oraciones sumamente sencillas.

Comento el tema con mis compañeros de departamento y coinciden conmigo en esa sensación de fracaso desmoralizadora. Una de mis compañeras lleva con sus alumnos desde primero de ESO y ahora en cuarto siguen sin saber nada la mayoría. Ignoran qué es un verbo transitivo aunque ella lo ha explicado repetidamente. Otra compañera asume esa realidad, pero estima que se da por satisfecha si alguno lo capta. Tal vez sea demasiado pronto, y lo irán asimilando cuando lleguen a bachillerato. Yo sé que he de prepararles para el siguiente curso (cuarto) y para el bachillerato los que pasen. No es posible una elección mía en que me diga que no lo voy a abordar porque luego se me pedirían explicaciones de por qué no lo he hecho. O aunque no se me pidieran, yo sentiría que no lo había hecho bien. Lo cierto es que siempre que he intentado plantear la sintaxis básica no he obtenido resultados que pasaran de la sensación de desastre generalizado.

La lengua es un mecanismo articulado, pero analizar las piezas que lo componen parece extremadamente difícil. Yo recuerdo las dificultades que tenía cuando lo sufría a los doce y trece años. Puedo comprenderlos. No son chavales que estudien. Fuera de la clase es un hábito que no se da. Tareas sí, pero estudio, no. Mis compañeros de departamento anhelan volver al libro de texto de papel, frente al uso de ordenadores y libros digitales que utilizan ahora. Yo soy un firme partidario del ordenador como instrumento prodigioso y creo mis propios materiales no utilizando el libro digital. En cierta manera me he inspirado en las pedagogías avanzadas que he conocido en internet donde he debatido abundantemente durante más de once años. Mi blog me ha permitido conocer enfoques novedosos aunque no he asistido a jornadas tipo EABE, NOVADORS, TELEFÓNICA...

Supongo que la pregunta es qué deberían saber estos muchachos al acabar la ESO. En mi departamento se da mucha importancia a la morfología y la sintaxis. Yo lo asumo aunque tenga mis reparos al respecto. Pienso que para ellos será mucho más relevante el escribir una novela, uno de los proyectos del año, que todo el análisis gramatical que hemos hecho. Solo en la práctica se puede aprender. No se trata solo de explicarles cómo se escribe una novela corta sino de animarles a hacerlo. El desafío es mayúsculo. Ahí sí que hay que utilizar todos los resortes de la lengua. Aunque desconozcan que lo que están utilizando son verbos copulativos, perífrasis verbales, complementos predicativos... Se enfrentan a sus registros léxicos más o menos precarios, a las técnicas narrativas, a la lógica del relato, a la relación con obras literarias que han conocido, a la coherencia textual, al dominio de la ortografía...

Ser profesor de lengua ha sido una salida que jamás hubiera imaginado cuando tenía trece o catorce años y sudaba con las oraciones subordinadas de complemento directo o de sujeto. Si me lo hubieran dicho entonces, no lo habría creído en absoluto. Supongo que todo es un problema de madurez. La morfología y la sintaxis se van adquiriendo intuitivamente hasta el momento en que uno es capaz de razonar y comprender los mecanismos de la lengua.

Pero no he de negar que mi sensación cuando corregía los exámenes era de desolación. Voy a tener a sensacionales novelistas pero a desastrosos analizadores sintácticos. El problema es común por lo que veo y tiene algo de conexión con las dificultades que tienen con las matemáticas, es decir, el aprendizaje de un lenguaje lógico minucioso y analítico. En mi experiencia este año, he de decir que solo un muchacho de 54 es un crack sintáctico. Y el nivel de fracaso es altísimo.

Hay que decir que un profesor sufre problemas de autoestima cuando ve esto y no lo comprende. Hay países cuyos habitantes son muy hábiles para las matemáticas. Por ejemplo, la India. Su sistema de pensamiento los hace formidables para la informática, la abstracción y las matemáticas. En España no somos hábiles con las matemáticas a tenor de lo que yo conozco. Y en mi barrio, desde luego, tampoco con el análisis sintáctico.


¿En qué nos estamos equivocando?

Selección de entradas en el blog