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sábado, 5 de diciembre de 2015

Los blogs perdidos en su laberinto de yoidad


Llevo diez años publicando en Profesor en la Secundaria, lo que significa un número aproximado de ochocientos posts que tienen alrededor de mil palabras cada uno, tal vez demasiado, pero es la medida de mi respiración como escribiente que no escritor. Pero no voy a hablar de mi faceta de autor de blog sino de la  de lector de blogs ajenos a lo largo de diez años. He sido y soy un lector constante de los blogs con los que tengo relación de alguna manera. En algunos me he implicado intensamente. Procuro siempre dejar comentarios con una cierta elaboración que merezcan la pena ser leídos. Esto me lleva un tiempo aunque escribo rápido. 

"Mi experiencia de lector de blogs es la de la constatación real de que detrás de un blog hay una persona con todos sus matices, con todas sus creencias, con su ideología, con sus rarezas y manías,  con la aspiración en general de mostrarse con una cara positiva ante los demás". 

No es necesariamente fácil la relación con otros blogueros. Es un colectivo en que somos muy egocéntricos. El tamaño de los egos es desmesurado. Uno a fuerza de leer a un autor tiende a conocerlo bastante mejor de lo que se puede pensar aunque el blog sea escurridizo y evanescente. Nos vamos revelando en la escritura. No solo mostramos lo que somos sino cómo somos en nuestra intimidad. La forma de racionalizar, nuestro pesimismo u optimismo, nuestra posición política, la edad, nuestro modo de relacionarnos con los demás, nuestra generosidad, nuestra altivez. En mi recorrido por este mundo sumamente complicado me he encontrado de todo. A muchos blogueros les he perdido la pista porque sus blogs se han detenido en una fecha del tiempo y han sido abandonados. Otros se van desasiendo de sus blogs poco a poco y van espaciando sus publicaciones ... 
Con otros blogueros, tras un intenso intercambio, ha surgido el desencuentro, a pesar de nuestra atracción inicial. Hay blogs que te atraen por los temas que abordan y cómo los abordan; otros no te atraen pero te parece entrañable la persona que está detrás de él y permaneces fiel a través del tiempo. A otros los concluyes abandonando porque terminas saturado de la reiteración –inevitable- de unos tics que en un momento te resultaron curiosos pero que tras diez años de continuidad impertérrita te terminan pareciendo cargantes y te preguntas adónde pretende llegar el autor en un bucle infinito. Otros te resultan interesantes durante dos meses pero al cabo de este plazo, le ves el trasfondo egoico de su planteamiento: un intenso sentimiento de debilidad y menosprecio de sí mismo que se revela como adicción a estados de exhibicionismo y pornografía existencial. Dejan de interesarme. Hay muchos motivos de alejamiento de un blog: el choque de caracteres, un debate cargado de electricidad negativa que produce malestar, el agotamiento del modelo que lo encarnaba, la altivez ... Con esta me refiero a algunos blogs que no reciben apenas visitas y menos comentarios, pero el autor sigue adelante, en soledad, haciendo del blog su diario de derrota particular. Y lo más curioso es que estos altaneros blogueros no contestan nunca a los comentarios ni comentan en otros blogs. Su escritura es una suerte de autismo que no necesita para nada a los demás con los que no se desea un intercambio de ningún tipo. Solo estar ahí, señeros, firmes en la desolación de la quimera expresando algo que tal vez no lo lea nadie. A veces dejo algún comentario impertinente para hacerlo salir de la concha, pero te das cuenta de que el blog no es un instrumento de búsqueda e intercambio sino un artefacto de culto a la yoidad.

Un aspecto que me interesa vivamente es cómo algunos blogs parecen solo atraer elogios desmesurados y en los que no existe ningún atisbo de lugar para la disensión. 


"¿Qué hacer si alguien solo nos ofrece los más exquisitos y refinados pensamientos que expresan la belleza de un alma singular?"

 A estos de vez en cuando les doy una traca con alguna aviesa intención para provocar el debate. Ante esto hay dos formas de reaccionar: el sentimiento herido y la venganza o aceptar el desafío y debatir. Acepto que mi blog pueda generar críticas acerbas, fruto de una lectura consecuente y meditada. En general acepto el planteamiento y converso y, si puedo, termino riéndome con el comentarista crítico. Pero no todo el mundo reacciona igual. Hay quienes no olvidan y te guardan un profundo resentimiento. Es fácil herir a alguien con la palabra. Hay que tener mucho cuidado. Pero a veces es inevitable.

El mundo de los blogs está en aguda decadencia. La expresión de la palabra ha entrado en profunda crisis y se han buscado otros canales para conversar. El blog tiende a ser discursivo y esto no se lleva ya hace años. Desde luego no es algo que atraiga a los jóvenes. Pocos blogueros jóvenes hay si hay alguno. Es más propio de la madurez y algo más. Tras unos años de eclosión gigantesca, llegó su cenit y terminaron decayendo para llegar a este estado catatónico en que apenas hay vida en la blogosfera. Es muy desolador escribir y ver que solo has tenido un comentario o ninguno reiteradamente. Ante esto solo queda el orgullo de mantener frente a viento y marea el artilugio y seguir desentendiéndote de lo que opinen los demás. Esa soledad altiva en la que no contestas a los comentarios que tal vez un día te lleguen. Los blogs terminan en un laberinto de soledad sin fin. Y hoy la blogosfera es un universo con harapos de lo que algún día fue, con yoes en desbandada, perdidos, exhibiéndose con una seguridad casi absoluta de que nadie los leerá. Son como ruinas de castillos en lo alto de una montaña que entonan discursos que no interesan a nadie. Y es que no olvidemos que la película estrella de este tiempo es Ocho apellidos catalanes. No hay lugar para sutilezas exquisitas. Y los blogueros en cierta manera nos consideramos el no va más. Pero ¿a quién interesamos en realidad?



44 comentarios :

  1. Soy más lectora, que escritora. Sólo 17 lectores, :). Tampoco me importa, en mi caso el blog es como una "terapia", diario, bloc de notas o lugar dónde no tener miedo a escribir lo que me apetezca.

    Pero si, como lectora me he encontrado de todo durante estos años.
    Y en mi caso , me encanta el mundo del Blog.

    Te leo siempre, aunque nunca diga nada, y en mi caso es por timidez.

    Un saludo.

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    1. Mariluz, solo por haberte conocido ya ha merecido la pena este post. A veces uno piensa en quién le puede estar leyendo sin dejar rastro y no tiene ni idea de quién o quiénes pueden ser. Si me lees, ya conoces mis debilidades, mis ilusiones, mis tics, mis contradicciones. Tal vez me conozcas muy bien. Me alegro de que te guste el mundo del blog que ha vivido, como sabes su momento de máximo vigor hace seis o siete años. Ahora solo algunos subsistimos, tú entre ellos, con tu blog que es una especie de diario abierto. Yo soy muy aficionado a los diarios pero es cierto que el blog lo es también. Diez años de escribir supone un repaso de la historia del mundo y de mi historia personal. Te agradezco profundamente que hayas vencido tu timidez y que me hayas hecho compañía en esta tarde de diciembre. Un cordial saludo.

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  2. Mejor tener pocos amigos, pero que sean buenos- estoy parafraseando a algún filósofo. Todo depende del objetivo que tienes, creo. Es difícil encontrar muchas personas interesadas en reflexionar, sobre todo de forma escrita. La gente por lo general carece de la capacidad de pensamiento crítico- ¡España va por la edición 17u 18 de Gran Hermano! Cada vez menos gente lee ( precisamente la razón de ser de mi blog es que literalmente no hay otros lectores adultos a mi alrededor). Por otro lado, creo que muchas personas se sienten decepcionadas y frustradas por la realidad que les ha tocado vivir. De ahí la altivez (lo cual no quita que varios sean unos creídos, seguro). Total, el mundo sigue cambiando y no sabemos si para mejor o para peor. Parece que lo segundo es más probable pero lo mismo opinaban nuestros antepasados cuando se inventó el ferrocarril. Un abrazo

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    1. Buena cuestión saber si vamos para mejor o peor. Veo a mis hijas, que viven en un mundo ficticio de bienestar que les hemos facilitado como tantos, que no saben en qué mundo viven. No se interesan demasiado por las noticias. Viven en su burbuja. Me gustaría ir con ellas a un campo de refugiados. Seguro que sería una experiencia decisiva para ellas y para nosotros, pero es inviable.

      Veo con mucho interés tu blog aunque me sea imposible seguir tu ritmo lector y muchas veces no haya leído lo que tú propones. Es cierto que no es frecuente entre la gente que te rodea encontrar personas lectoras. En mi departamento de castellano no sé quién lee, creo que solo una compañera de entre cinco tiene alguna actividad lectora. Por contra abundan los círculos de lectura en que hay sobre todo jubilados o a punto de serlo. En el metro veo leer a mujeres de cuarenta o cincuenta años. ¿Jóvenes? Quia. Están demasiado ocupados con las series y mil y una distracciones que los alejan de los libros. Es cierto que cada vez se lee menos. No es fácil leer en un mundo tan distractivo como el que vivimos.

      ¿Vamos a mejor o a peor? Sin duda a algo diferente en que la cultura escrita valiosa perderá mucho de su valor. Y es sustituida por otros soportes a base de imágenes. El mundo que viene, que vendrá será otro. Yo soy un enamorado de la tecnología pero añoro el mundo en que ella no existía. Te distraías menos. Parece que vivimos en un mundo en que lo normal es estar pendiente de dos o tres cosas a la vez y nos cuesta centrarnos en algo concreto.

      Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.

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  3. Me ha gustado esta entrada. Tienes razón los blogs están en decadencia. Cdas vez se lee menos y creo que menos aun se piensa. Hay otrasd herramientas más adaptada a estos tiempos, con muchas menos palabras. Menos matices, más radicales...
    En mi caso, escribo por desahogo o por estados de animo. No espero comentarios y me maravilla que haya gente su comente mis muchas veces repetitivas entradas, como muchas veces haces tú, llenas de ideas y matices que complementan, matizan o critican una entrada. Todo un lujo!
    Un abrazo
    j

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    1. Es un placer comentar en tu blog porque escribes con agudeza y desde el corazón. Tus haikus y tus reflexiones rabiosas son propicios para el pensamiento. Es una pena que los blogs se estén convirtiendo en piezas de museo para personas maduras, pero también es una pena que las librerías de verdad estén desapareciendo a lo que yo contribuyo comprando en Amazon. Escribir cuesta a muchos y leer más todavía. Creo que estamos viviendo un mundo mas unidimensional. Solo hay que ver los candidatos jóvenes de los partidos que pugnan por descabalgar a Rajoy. Son inmaduros. Hambrientos de poder. Seguro que no han leído muchos libros en su vida. Pero esto tampoco es garantía de nada. Ahí tuvimos a Manuel Azaña en su tiempo y no fue muy lúcida su intervención en la política de los años treinta. En realidad soy pesimista pero me doy cuenta de que eso no ayuda nada a comprender el mundo en que estamos. Gracias por tu presencia y por tu voz sincera. Un abrazo.

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  4. Me ha encantado esta entrada. Contesto a ella mientras por la tele escucho a Rajoy, el señor que es presidente de España. Eso podría explicar el porque cada vez hay menos blogueros que escriban, o menos lectores como hecha de menos Aga (a la que como sabrás conozco personalmente y cuyo blog disfruto enormemente como en este). En mi caso como sabes lo mio no es un blog escrito. Tu no te atreves a llamarte escritor, yo no me atrevería a llamarme ni escribiente. Escribo fatal, y por eso mi blog no tiene escritos que acompañen las fotografías. Porque tengo muchísimas cosas que me gustaría escribir, pero no escribo bien, no corrijo, y lo que escribo nunca me acaba convenciendo, no se expresar con exactitud de forma escrita lo que pienso. Y eso que hablando la cosa es muy distinta, soy un conversador incansable, muy polémico siempre. Pero bueno, en mi blog siempre contesto, eso sí, y entro al trapo de cualquier cosa que se me diga. Y contigo incluso nos contamos la vida vía comentarios.

    Pero me siento muy reflejado con los casos que has contado de tus relaciones con otros blogs. Yo sigo muy pocos a nivel escrito. El tuyo sobretodo, el de Aga, alguno que no tienen actividad como el de Frikosal, o con enorme gusto el de Foravial que también conoces. En el tuyo he entrado al trapo siempre, te he disfrutado a veces en los que he compartido los argumentos, otras veces me has provocado, a mí que soy absolutamente izquierdista como sabes, con razonamientos que me han chocado enormemente en una persona como tú, y te he criticado duramente en numerosas ocasiones. De hecho a raíz de un contundente encontronazo contigo por el tema de Grecia (aunque no fue el único motivo), acabe dejando Facebook. Después creo que lo dejaste tú. No se aun porque motivos. Pero te he disfrutado y te disfruto enormemente en estas entradas con las que nos deleitas de vez en cuando. Este año tan centrado en el tema de la enseñanza (aunque ahora mismo creo que estás pasando un bajón en este sentido, vuelves a escribir más de otras cosas) que a veces no me atrevo a opinar porque no se nada o casi nada del tema.

    Leyendo esta entrada uno se queda con la gana, a cada uno de tus lectores con blog les pasará, de saber cual es la relación de tu persona con mi blog. Cual de los casos que expones sería aplicable a tu relación con mi blog, je, je. Ya contarás.

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    1. Abandoné Facebook porque estaba cansado de leer las mismas melonadas a mi patio de vecindad, las mismas ideas, las mismas bromas, las mismas vueltas en círculo, mezcla de banalidad y de repetición. Me di cuenta de que si otros me cansaban en un mundo tan exhibicionista, yo debía cansar también a otros del mismo modo. Me harté, y me di cuenta de que no era el lugar para exponer razonamientos extensos como hacía. Y además pugnar por los likes es rastrero, Es un condicionante mental simple pero efectivo. Cuanto más tontas eran mis entradas, más likes recibía. Facebook es la expresión de la mente colectiva para bien y para mal. Tenía la impresión de estar en un patio de vecindad que me saturaba. Además hablaba con mucho desembarazo de la cuestión nacionalista y luego me arrepentía. Un blog es mucho más lento, pero puedes escribir con tranquilidad y debatir con serenidad y espacio. Sin esa premura frenética de Facebook, una herramienta que entrará en crisis pronto. Ya de hecho, los jóvenes la están abandonando en busca de otras más simplonas, que ya es decir.

      A mí me cuesta más hablar que escribir. Soy mal conversador pero prolijo escribiente. Escribir es un proceso lento y hablar es inmediato.

      Recuerdo el tiempo en que publicaba fotos cada día con un gran cariño. Tus comentarios me hacían sentir que el día había merecido la pena. Añoro eso. Algún día volveré, pero ahora hay algo que me lo impide. El otro día hice una foto con el iPad a los pies de mis alumnos y sentí algo de la emoción de otras veces.

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    2. Me gusta esa discrepancia política que mantenemos. Tú eres un izquierdista y yo un hombre desencantado de la izquierda aunque reconozca en ella valores primarios importantes. Supongo que hacerte mayor en muchos casos es hacerte conservador y te lleva al descreimiento de ilusiones políticas que has visto en muchas ocasiones. Eso sí abomino de quien adopta posiciones políticas radicales y su vida concreta no tiene nada que ver con la justicia social, con el compromiso, con el fondo de las ideas. Por ejemplo, la inmensa mayor parte de los votantes de la CUP son catalanes jóvenes y no tan jóvenes que no tienen el más mínimo problema económico. Viven en la plácida Girona y pertenecen a la crème de la crème de la clase media blindada ante las angustias de la subsistencia. Ahí hay una mezcla de una ideología supuestamente okupa con votantes que viven de puta madre, sin experimentar el paro. No cuesta nada ser radical e inhibir el pensamiento de que en el fondo tu ideología es clasista y que expresa que a los pobres del sur los mantenga su padre.

      Respeto eso sí, tus ideales que son coherentes con tu forma de ver las cosas y no me han molestado los palos que me has dado, ni los momentos de malestar que ha proyectado sobre mí. Creo que eso forma parte de la vida y que dos amigos han de aguantar también los malos momentos y que no siempre el mundo es de color de rosa. Me gusta dialogar contigo.

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  5. Joselu comparto pensamientos semejantes. Mis blogs con la cooperación de tant@s desconocid@s me han ayudado a profundizar en la experiencia egoica propia y ajena, he experimentado
    mucho dolor, pena y empatía. Desde luego me he enriquecido. Seis años como bloguera con mas de dos mil entradas que el resto de blogueros me han inspirado. He descubierto mis facetas mas ñoñas y necias, todas egoicas, inevitablemente . También espero haber aflojado mi ego con el inestimable servicio de las demostraciones ajenas.
    Lo cierto es que comencé a bloguear a modo de huida interior de una compañía que me resultaba en exceso negativa empeñada en vampirizarme debido a mi natural necesidad de cariño. Sin culpas, solo consecuencia natural de mi debilidad que la experiencia bloguera me ha ayudado a reconocer y a obrar en consecuencia.
    A partir de ahora escribiré con menor frecuencia porque he de dedicarme a otras cuestiones entre otros motivos, también porque me siento bastante vacía y no me agrada repetirme consciente e inútilmente.
    Así es la vida, aunque tienda a no sentirme parte de su paquete, mientras exista no queda otro remedio que optimizar todo aquello de lo que aparentemente dispongamos.

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    1. Fíjate, tú has publicado en seis años más de dos mil entradas y yo en diez, unas novecientas, a noventa por año, unas siete al mes de promedio teniendon en cuenta que ha habido temporadas que no he publicado, alejado del blog. Supongo que todos tenemos unos motivos para publicar. Tú has expuesto los tuyos. Necesidad de comunicación y de cariño. Bloguear es una actividad para mí esencial. Me gusta debatir, plantear temas polémicos. Hablar de educación. Espero seguirte leyendo por aquí. Tus reflexiones, a veces crípticas, son estimulantes.

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  6. Blogueo desde hace mucho tiempo, Joselu. Le dedico a mi página, sin embargo, poco tiempo. Abro el editor, escribo y lo cierro, Luego no releo lo que hago. Si leyese otra vez lo que voy soltando, no la tendría abierta. Soy egocéntrico, es posible, Lo somos todos, posiblemente, El hecho de consignar aquí lo que pienso es eso, yoidad. La otredad es el futuro, lo sé, Pero hay que hablar para que los que prefieren escuchar tengan materia de trabajo. Hay que escribir para quienes no lo hacen. No hacerlo bien, no es eso, sino escribir, contar, dejarse llevar, arrimarse a lo primero, al viento más cercano y volarse y ver a qué lugar lo conduce. Palabras. Tú sabes bien de lo que hablo y me conoces en ese aspecto. Me lo cuentas, me pones en la conciencia que a veces no vislumbro. Y te lo agradezco,, Un abrazo

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    1. El problema, Emilio, es que puede haber personas que se toman muy en serio lo que escribes y te contestan de modo elaborado y reflexivo. Y ello no se traduce en nada. Cuando participo en un concurso literario o fotográfico -es un decir- no suelo recibir un mensaje en que agradezcan mi participación y eso me duele. En esa foto, en ese texto, se pone una gran ilusión. Puede que no sea elegido pero merecería la atención de unas palabras de reconocimiento. Es una cuestión de cortesía. Uno no puede lanzar al mundo sus palabras sin ser responsable del efecto que producen. Entiendo que haya autores de éxito que detesten la firma de libros, y que incluso haya algunos que se recluyen para que nadie se interese por su vida -pienso en Salinger-. Entiendo ese tic cuando uno es famoso, pero cuando uno pretende ser escritor -o escribiente- no puede desentenderse del efecto que causan sus palabras en los lectores. Es bueno incluso. Tengo amigos que escriben y me piden mi opinión sobre lo escrito. Es complicado, como bien sabes. Es más fácil dar una opinión benévola que crítica. Probablemente lo que quieran es lo primero, pero lo que enseña de verdad es lo segundo. Te he criticado en tu blog, a ti, que escribes muy bien y lo sabes, pero necesitas el contraste con otras opininiones no tan benéficas. Sé que alguna vez has pensado en publicar. Necesitas que alguien te diga algo más de que escribes de maravilla. Es cierto, pero tus textos me sugieren una forma redondeada, solipsista, autocomplaciente... Y eso no veo que se te diga. Un comentarista de tu blog me calificó de cargante y de ir con el cuchillo afilado. No sé si iba con el cuchillo afilado pero entiendo que los que escribimos necesitamos más a los que lo llevan desenfundado que a los que nos ahogan con vaharadas de incienso. Suelo ser bondadoso con los que sé que no pueden más, pero soy duro con los que sé que sí pueden.

      Un abrazo, y muchas gracias por tu comentario que me llena de ilusión y de esperanza.

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  7. Interesante lo que dices en esta entrada. Sin embargo yo no creo que los blogs estén en decadencia, no si uno lo tiene por el capricho de compartir lo que se escribe o lee, reconozco que los comienzos son muy motivadores, como pasa con todo, después se llega a una normalidad más estable y cuando permanece en el tiempo creo que es muy valiosa porque se ha creado algo entre las personas que visitan y comentan. No entiendo lo de los likes en Facebook y esos rollos. Sí creo que con el tiempo vamos conociendo más a quien escribe y definiéndonos de alguna forma.
    No estoy muy por la polémica, no me encuentro a gusto, creo que la vida cotidiana es ya lo suficientemente polémica como para buscar más polémica en estos entornos virtuales. Yo lo veo así, pero está claro que cada cual es cada cual, hasta entiendo a quien escribe pero no comenta, total, si no contesta y eso no nos gusta, no veo problema en no dejarle ningún comentario más y tema cerrado.
    Hay personas que son muy sistemáticas escribiendo, como tú, y otros nos demoramos en el tiempo hasta el punto de casi abandonar. También en esta vida que llevamos las personas aparecen y desaparecen y no pasa nada, todo sigue, yo no veo esa necesidad de ser sistemática en un blog, no veo la manera, supongo que decir que no tengo tiempo es una mala excusa.

    En fin, que me estoy enrollando de mala manera. Lo que sí puedo decir es que desde que empecé en esto disfruto leyendo a mis amigos blogueros, a veces estaré más de acuerdo con lo que se dice y a veces menos, pero me hace bien, así que ahí sigo, constante en mi inconstancia.

    Un beso.

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    1. Muchas gracias por tu comentario, Angie. Comprendo tu punto de vista que contrasta con el mío que sí pretende crear polémica y reflexionar conjuntamente sobre un tema o asunto. Pienso que estos espacios de libertad son interesantes para establecer conexiones y discrepancias, siempre expresadas de modo correcto y cortés. No me molestan las críticas aceradas siempre que estén planteadas con buena fe y siempre contestaré con cordialidad. Yo también he tenido meses, a veces hasta medio año, en que no he publicado. Pero luego vuelve siempre la furia, la rabia, el ímpetu de seguir escribiendo y seguir debatiendo con mis compañeros de lucha dialéctica.

      ;-)

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  8. Joselu, yo entré en este mundo de los blogs por tí, sobre todo. Siempre me ha gustado escribir y pensé que hacerlo en un medio público con opción a recibir respuestas era una buena forma de comunicarme con otras personas. Durante mucho tiempo escribí con verdadero deleite, sobre todo de cine. Apenas llegaba a casa tras ver una película sentía la urgencia de contarlo. No sé por qué, esa necesidad fue desapareciendo. Nunca he recibido tantos comentarios como tú y otros blogueros, pero me gustaba saber que mis palabras tenían cierto eco. No ha sido mi intención crear polémica, ni siquiera cuando escribía sobre temas algo complejos. Intenté contar lo que siento y pienso, nada más. Tú me has dicho varias veces que este mundillo está paralizado o casi muerto. Es posible que sea un reflejo de los tiempos que vivimos. Ahora prima la rapidez, la inmediatez, la brevedad. Otros medios tienen más publicaciones, pero son menos ricas, a mi entender. Parece que da pereza leer un texto largo y no digamos escribirlo. Un blog es un modo fantástico de comunicación, pero, como tantas otras cosas, ha cambiado drásticamente en pocos años. Los de contenido educativo, gestionados por maestros para comunicarse con sus alumnos o padres, han sido sustituidos en su mayoría por otras plataformas facilitadas por las editoriales, según me cuentan. ¿Tienen sentido hoy tal como se crearon? Puede que no, aunque no nos guste el cambio. Yo no escribo por vanidad, no es ésa mi intención. Mi sequía de largo tiempo fue porque me parecía que no tenía nada interesante que contar, a pesar de que fueron unos meses difíciles para mí y definitivos para mi futuro. Debería volver a lo de antes, leer y contestar otros blogs. ¿Ves?, yo misma soy consciente de formar parte de este declive. Ya es algo, es una reflexión para autoinculparme.
    Un fuerte abrazo, colega.

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    1. Yolanda, efectivamente, mantener un blog es una tarea ardua. No es fácil. Conseguir la fidelización de una serie de lectores es complicado y eso implica visitar otros blogs y comentar, algo que me resulta agradable y lo hago con mucho cariño. Uno elige sus lecturas que provienen de un largo proceso de afianzamiento en la red. Hay blogueros con que mantengo relación hace nueve años o diez. otros son más recientes. Muchísimos se han quedado en el camino y han abandonado esta aventura. A mí me sirve de mucho: especialmente por el hecho de ejercitar el ejercicio de composición y redacción con fluidez, lal síntesis de ideas rápida, la ideación de temas. Ahora tienes tiempo. Podrías iniciar un blog nuevo adecuado a los tiempos actuales y establecer nuevas relaciones con blogs afines. Si quieres publicar críticas de cine puedes dejar las tuyas en Filmaffinity y enlazar el blog desde allí. Hay una serie de cuestiones interesantes para que tu blog sea conocido:

      Un título del post impactante y que induzca interés.
      Un primer párrafo que resulte muy sabroso y que produzca el deseo de seguir leyendo.
      Crear un blogrroll actualizado.
      Comentar con asiduidad en otros blogs afines.
      Publicar dos o tres veces por semana sin importarte al principio que te comenten o no.


      Es un trabajo pero puedes ponértelo como ejercicio complementario a tus talleres literarios. Si te gusta escribir, ¿por qué no darle salida así? Si te gusta reseñar películas y obras de teatro ¿por qué no hacerlo?

      Y sí, es cierto que este mundo está en declive, pero no necesariamente muerto. Tiene un 15 por ciento, tal vez de actividad respecto a hace siete años, pero sigue existiendo una parte de bloqueros que persisten.

      Y no desdeñes la idea de crear polémica. Nada hay que mantenga el interés que eso. Un post polémico recibe más respuestas que uno que no lo es.

      Yo dedico mucho tiempo a publicar y todo lo que implica, pero es un tiempo que para mí es agradable.

      Un abrazo, amiga del alma.

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  9. Un día, Joselu, todos abandonamos esa tarde de campanas, de vencejos, el paraíso,y nos vamos de adultos una temporada al oficio de vivir y con la cabeza agachada, deprisa, de un lado para otro pensando en quienes somos, se nos pasa la vida.
    Hasta que uno vuelve a levantar la cabeza, tras una ausencia de 30,40 años, ya bien talludito , y descubre que esa ausencia en realidad era la vida. Pero, aún decididos en recuperar el presente reanudamos aquella tarde de vencejos, de campanas, de versos que dejamos a medias .Pero sin esa herramienta que es internet, sin un blog, yo no estaría otra vez en el recreo del patio de la escuela. Uno aprende el oficio, como tú que ahora escribes con una fluidez envidiable. Y tienes más visitas, eres más leído que la novela en papel de más éxito. Gustas y tienes que estar orgulloso, Lo demás es accesorio como que uno se canse del vaivén casi siempre falso de opiniones amigas y quiera quedarse solo o que lo deje una temporada para no repetirse o como yo que me salen recitales, que estoy reanudando esa tarde de vencejos, de campanas, de versos que dejé a medias , y no publique tan a menudo.

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    1. Tienes mucha razón, Rubén, escribir en un blog es una tarde de vencejos, de campanas y de versos ... Si leíste mi anterior post, hablaba de mi vocación no realizada de ser periodista. Era mi sueño de adolescencia. Con el blog lo he conseguido. Son ya diez años de persistencia, tras muchos vaivenes y abandonos. Pero siempre vuelvo a esta plataforma de un profesor y sus dudas. Pero un blog a veces se implica en la polémica y pretende meter el dedo en el ojo ajeno con aviesa intención. Y a la vez con el ánimo de ofrecer la mano. Como decía, hay personas con la piel dura y otras con la piel muy fina. Cuando han discrepado de mis posiciones -sin menosprecio, claro está- me ha interesado mucho y he querido debatir, más cuando se ha planteado que este blog es contradictorio y caótico -algo que es meridianamente cierto: ¿cómo podría ser igual a hace diez años...? Yo cambio y pretendo seguir cambiando- . Me gusta el cruce de opiniones, la esgrima verbal, el encuentro amoroso de las palabras. Me alegra pensarme todavía en esa tarde de vencejos y campanas que tan bien has definido con tu sabiduría de poeta que encuentra en la realidad imágenes sorprendentes. Yo soy un pésimo poeta. A veces lo he intentado pero no estoy nada convencido de mis imágenes. Pero, pero, tal vez abra un blog de poesía para ejercitarme en ese oficio de poeta, otra de mis vocaciones no desarrolladas. Pero ¿cómo atreverme a semejante desafío? Tengo que pensarlo.

      Un placer debatir contigo.

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  10. Hola Joselu. Leo tu blog desde hace años, y casi nunca comento, como en todos los blogs que leo. Ya sé que está mal hecho, a veces he pensado si es maleducado y me he respondido que no. En todo caso, casi todas las entradas de los blogs provocan una reflexión. Dices que los blogueros están ensimismados en su yo, mi experiencia es que como lectores nos pasa lo mismo: esa reflexión muchas veces no amerita un comentario justamente porque es tan personal que no aportaría nada a menos que "cuente mi vida".
    Discrepo contigo en que el mundo blog se muere: muchos snobs blogueaban porque estaba de moda, los mismos que se van porque ya no lo está. Cambia continuamente, claro, y eso es una riqueza. Twitter, Instagram, etc. no permiten "demorarse" en cosas, ahí está lo bueno de bloggear. Si fueras como yo una señora de cincuenta, verías que están creciendo como hongos los blogs de señoras de 50 y 60 y más hablando no sólo de costura, sino de cómo quieren que sea su vida de aquí en más. Que se transforma en una herramienta de viejos? Es probable, no todos los viejos se sienten bien sonriendo y dando likes en Fb, y pocos jóvenes son hoy capaces de poner por escrito sus reflexiones a la manera antigua. Que hay mucho blog con tema esotérico, acientífico, espeluznantes en general? No vuelves por ahí y ya está. Sigo pensando lo que hace veinte años: internet es maravilloso. En fin, que estoy con Rubén y sus vencejos aunque no sepa decirlo tan bien.
    Para el final: yo escribo dos blogs desde 2003. Al principio fue una forma de compartir con nuestras familias y amigos el crecimiento de nuestra hija -somos inmigrantes- Luego para no ser pesada con algunos, "nació" un blog genealógico. El original fue mutando con el tiempo -mi hija ya tiene dieciocho y está más difícil hacerle fotitos con sus logros :D - y ahora ya es un lugar donde reflexiono sobre mi ser migrante y pongo fotos del lugar donde vivo. Ya casi nadie de la familia entra asiduamente, pero casi todas las semanas escribo un par de entradas. Me sirve para ordenarme, como un viejo diario de adolescente.

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    1. Tienes razón sobre el hecho de que los blogs cada vez más son instrumentos de personas de mediana edad más que de jóvenes. Una pena. Me gusta el intercambio con mentalidades frescas y renovadoras, pero es cierto que no disfrutan del lenguaje estructurado y discursivo. Sin embargo, como profesor sé que algunos adolescentes escriben en plataformas com Wattpad en donde publican sus relatos con cierta extensión. Hay una selección de edades en las herramientas que se utilizan.

      En este post he tenido dos alegrías al conocer a dos lectores de mi blog que no comentan pero lo leen con asiduidad. Creo que bien merece un brindis. A veces me pregunto quién puede leerlo sin dejar rastro y he podido resolver algo de esta cuestión al conoceros. Hay algunos alumnos que lo leen y especialmente les gusta cuando hablo de educación y de mi instituto. Me hace gracia que me puedan leer adolescentes y a veces les dejo algún motivo para que se sientan reconocidos. Eso sí, no he pensado censurar mi estilo porque sea leído en mi comunidad educativa.

      Muchas gracias por tu comentario y por estar ahí.

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  11. Hay pesimismo y un interesante toque de provocación en tu entrada.
    Hay provocación porque destacas sobre todo el fracaso de los blogs "yoístas", los que hablan de uno mismo pretendiendo -o no pretendiendo- hablar de otra cosa; pero el mundo de los blogs es variado, rico y muy prospero. Es tan prospero que se ha convertido en un género literario y periodístico en si mismo. No hay un diario en que sus columnistas más relevantes se hayan pasado a los blogs. Hay obras de teatro, novelas y cuentos que empezaron siendo blogs. The Martian, la película espacial de Hollywood tan reciente nació en un blog y no es la única.
    Por eso no creo en la decadencia de este género y pienso que lo que hay un proceso de selección natural o quizás artificial de sus escribientes, en algún caso cansados de menear tanto el propio yo.
    Los "Queridos Diarios" pierden fuerza y la adquieren los más literarios o especializados en alguna temática. No sé si eso significa que los blogs se están normalizando pero lo cierto es que la forma en que la literatura ha entrado en Internet ha sido más por las blogs que por la mera reproducción de los textos en otros soportes.
    Luego está el tema personal y lo que supone para el desarrollo y de la propia estabilidad psicológica el hecho de tener un vehículo de comunicación con personas que no son del entorno y por lo tanto están menos sesgadas por los peligros de la familiaridad.
    Los blogs nunca han sido un fenómeno juvenil. Hace 10 años existía Tuenti para los más jóvenes fracasó, como fracasó Myspace para la música, en cambio los blogs todavía siguen funcionando y encima son valorados como fenómeno que trasciende el mundo virtual.
    Te deseo felicidades por los 10 años, pero en tono bajo porque sé que no te gustan esas cosas.

    Un abrazo.

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    1. Sí, es auténtica aversión la que siento por las celebraciones, por las despedidas, por las ceremonias. Participo cuando son ajenas porque sé que hay mucha gente que les da valor pero yo no. Novecientos posts, a noventa por años, a siete y algo al mes. Me asombra esto. Cuando empecé hace una década tenía miedo de no tener nada que decir, pero diez años después es como si empezara de nuevo.

      Y sí, el post tenía su punto de provocación. Un post polémico tiene más seguimiento que uno sin tensión. Tú eres un maestro en eso de la provocación en tus planteamientos dialécticos de carácter cubista. Creo que hubo un tiempo en que se abrían medio millón de blogs al mes en el mundo. Lógicamente fue la eclosión que viví desde el principio y participé de su cenit. No era difícil alcanzar audiencia. Los comentarios eran inmediatos. A las pocas horas de publicar un post había ya una serie de comentarios esperando, era muy rápido. Ahora veo que es un proceso más lento. La temática educativa no concita demasiado interés. Se ha escrito tanto ya sobre ello que estamos de vuelta. La mayoría de blogs educativos han ido muriendo y han surgido otros con más fuerza. Es difícil renovarse sin ser esclavo de tu pasado. Alguien ha dicho que mi blog era contradictorio y tenía razón. Lo que afirmaba hace diez años no tiene por qué ser igual a lo que pienso ahora. De eso me enorgullezco, de poder cambiar, de seguir en proceso de transformación. De no cerrar las puertas a las mutaciones vitales ni educativas. Me gusta experimentar. Si no experimento me aburro.

      Yo intenté hace nueve años difundir los blogs entre mis alumnos, pero me di cuenta en seguida que no era su lenguaje. La inmensa mayoría no publicaron más que un post o dos. Luego callaron. Pero algunos duraron años. Solo un par tal vez. No es un género juvenil. Supone una cierta maduración como bien consideras.

      En todo caso, me alegro de poder contar con personas a las que les gusta pensar y debatir, aunque a veces sea yo un tanto sesgado, pero ¿qué es la vida sin un sesgo en algún sentido?

      Espero seguir diez años más si blogger me lo permite.

      Un abrazo compartido.

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  12. Yo voy a ser más breve y más instintivo. No dejes de escribir aquí aunque dejes de ser profe pronto. Yo te doy una enhorabuena perpetua.
    Un saludo

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    1. Tengo mis dudas de si seguir con esta cabecera cuando deje la enseñanza. Tengo que pensarlo. No es una cuestión baladí. Me gusta el desafío, la tensión, la novedad. Necesito renovarme continuamente. No quiero convertir mi pensamiento en algo mullido y aposentado. Quiero que mi mente sea cuántica y apueste por dos posiciones contradictorias simultáneamente. Mi trabajo en la enseñanza es creativo. No siento que estoy trabajando. No, estoy investigando, estoy provocando reacciones, estoy apostando por retos abiertos. No hay nada que me estimule tanto como la tensión creativa. Estar despierto, tenso como un arco presto a disparar la flecha. Nada de aposentamiento y comodidad. No estoy cansado. No quiero descansar sino para seguir creando, y mi vida sigue y comienza de nuevo cada segundo.

      Un cordial saludo. No sé si tiene algo que ver lo que te he escrito con lo que me dices, pero ahí va.

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  13. Mi Diario debe de estar entre esos Diarios de Derrota, sin duda, aunque no he perdido la cortesía ni las buenas maneras y contesto a quienes se atreven, después de tan indigestos platos como sirvo en "La petite Poz", a deslizar un comentario, como es tu caso, por ejemplo. No soy blogoadicto, porque tengo poco tiempo, pero soy fiel a unos cuantos por los que sueño pasar haga el tiempo que haga, y no me suelen defraudar. Supongo que en esto, como en todo, también obra la selección natural. No pienso en ello. NO niego que me encanta que mis entradas sean leídas y más aún que los lectores dejen comentarios, pero mi compromiso con ellas no depende ni de los lectores posibles que concite ni de los comentarios que dejen. Este post tuyo me acaba de sugerir entrar en Diseño y hacer una selección de las entradas menos leídas, para saber si puedo llegar a alguna conclusión pertinente. Tampoco me quita el sueño, en efecto. Estos días andaba considerando la posibilidad de suspender temporalmente el blog para dedicarme de lleno a un proyecto novelístico, y es posible que acabe haciéndolo. Luego me arrepiento, porque, después de tantos textos antiguos que aún siguen leyéndose, me parece una grosería suspender las publicaciones. Las espaciaré, eso sí. A mí me sigue pareciendo un ejercicio muy apetecible, el de mi Diario y me llena de satisfacción poder ofrecer mis críticas. Atraerán pocos lectores, sin duda, pero como ellos valgan ni una cuarta parte de lo que valen tus visitas, ya me doy por satisfecho.

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    1. El placer es mutuo, Juan Poz, compañero de fatigas y derrotas varias. Es curioso que haya entradas muy antiguas que siguen teniendo grandes audiencias, incluso más que las actuales. Esto a veces me causa malestar y no sé cómo interpretarlo. Sin duda los títulos de las entradas son totalmente decisivos a la hora de resultar exitosos en los motores de búsqueda. A mí también me gusta que mis posts sean leídos y comentados cuanto más mejor, y confieso que adecuo el estilo a potenciales lectores para que se sientan atraídos por el post de turno, algo que no siempre consigo. Ya te digo que es un misterio qué posts van a arrasar y cuáles se van a quedar varados. Para mí es una escuela de redacción rápida. Mis novecientos posts son propuestas que he desarrollado con cierta fluidez y eso me mantiene ágil en el arte de componer textos. Y me preparará para mis dos futuros libros que saldrán en el próximo año. Serán textos de aproximadamente ochenta páginas. Uno será sobre Educación como resumen de mis años en la enseñanza y se titulará La educación salvaje. Será un texto heterodoxo y militante, redactado a vuelapluma y lo publicaré en Amazon sin más. Y que sea lo que sea. No sé si calificarlo de novelita o panfleto incendiario. Esto será de aquí a un año. El otro será, si todo va bien, el producto de un viaje a la India que haré entre octubre y noviembre de 2016. Todo dicho con las salvedades circunstanciales que pueden acaecer de las que no somos dueños, claro está. Me voy a aficionar a ese género mínimalista de expresión concentrada en unas decenas de páginas. En Francia está mucho más aceptado que en España. ¿Por qué, como te decía, escribir ochocientas páginas si se puede hacer en ochenta? Así pensaba Stefan Zweig y era un gran narrador. Gracias por tu comentario que agradezco profundamente como siempre.

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  14. Me ha gustado mucho tu reflexión sobre los blogs, porque expresa las contradicciones a las que nos enfrentamos los blogueros con el paso del tiempo. Tú mismo has empezado y terminado blogs más o menos efímeros, mientras mantenías este de larga distancia en el que suelo comentar con bastante asiduidad desde sus orígenes. Son malos tiempos para los blogs, pero esta canción elegíaca la llevamos oyendo al menos cuatro o cinco años, y los blogs se resisten a morir. No sé si los comentarios son el mejor termómetro de un blog hoy en día; aunque lo fueron hace mucho, ahora los blogs se replican más por las redes y generan a veces debate fuera de su propia plataforma. Aun así, no sabría decirte qué es lo que mantiene vivo a un blog; supongo que al tuyo lo mantienen estos comentaristas tan fieles que te acompañan y que generan esa interesante retroalimentación. En mi caso, el blog sigue siendo el diario de aula y de experiencias académicas y educativas que me propuse construir en su día; seguro que ha perdido espontaneidad y un poco de inocencia, pero me gustaría pensar que sigue siendo el saloncito acogedor que en su día traté de crear. Un saludo.

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    1. A mí me cuesta mucho seguir el debate de un blog a través de Twitter. Es algo que no me sale. Soy de ciclo largo y no me importa extenderme cuando merece la pena como ahora. En Facebook no estoy. Eliminé mi cuenta por razones varias. En cuanto a la vida de un blog, sin duda, estriba en la dedicación al mismo. Soy muy fiel a este formato. Como dices, he ensayado varios blogs alternativos de todo tipo: poéticos, africanistas, depresivos, derivaciones de este, literarios .... pero es este al que estoy totalmente ligado desde hace diez años, un buen pedazo de vida, pardiez. El mundo ha evolucionado en diez años, todos lo hemos hecho y yo por supuesto. Han sido años de aciertos y errores, de logros y derrotas. El blog atestigua ese lapso importante de tiempo. Y me siento muy a gusto poder contar con la presencia del tuyo del que soy incondicional desde no sé cuándo. Me gusta participar en él aunque actúo muchas veces como disidente. Siento que el blog tenga sus derivaciones en las redes y que yo no sigo. Tienes un buen sector de seguidores en Twitter, pero ya te digo que no soy muy fiel a esta plataforma. Por supuesto, te agradezco los RT que me haces que me permiten llegar a un público mucho más amplio.

      En cuanto a mis comentaristas, me gusta que se sientan bien tratados. Me dedico a cada uno de ellos con intensidad. Es una deferencia, que valoro mucho, el hecho de dejar un comentario en un tiempo que parece que cuestan las palabras. Gracias, compañero. Un saludo.

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  15. Hola Joselu.

    Quería explicarles a los lectores de este blog que creo que Joselu ha escrito esta entrada pensando en mí. Puede sonar presuntuoso, quizás no exclusivamente en mí, (eso no lo sé) pero desde luego pensando en mi blog entre otros. Lleva dejando comentarios en mi blog casi a diario desde hace un tiempo y es posible que no se haya sentido debidamente correspondido. Los seres humanos pedimos reciprocidad. Do ut des. Es normal.(Joselu en sus últimos comentarios ha dicho algo así como ¿y yo qué pinto aquí? Creo que de repente ha visto la luz. Ha dicho este tío es un estúpido. Se acabó. Y hace ya días que no comenta.)

    Joselu, cada uno tiene su ritmo, su dinámica, su estilo y no siempre se puede pedir a otros lo que tú das, sobre todo cuando lo das libremente.
    La entrada, aunque lleva razón en muchas cosas, me ha dolido un poquito porque noto cierta gana de herir, en lugar de un deseo bienintencionado de decirme cómo soy.

    Joselu, tus motivos tendrás. No sé si piensas seguir comentando en Patatitas Pochas. Si no vuelves te voy a echar de menos. Sinceramente.

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    1. Creo que fue Gabriel Celaya el que escribió:

      Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
      mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
      fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
      como un pulso que golpea las tinieblas,

      cuando se miran de frente
      los vertiginosos ojos claros de la muerte,
      se dicen las verdades:
      las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

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  16. Hola Joselu. Tu entrada me ha resultado muy interesante. Entre otras cosas, manifiestas sentimientos y haces críticas que comparto y que me he atrevido en más de una ocasión a exponer en uno de mis blogs en castellano (Cuaderno de bitácora) y en el blog en catalán (En català si us plau).
    He estado dudando si debía dejar o no un comentario en este espacio porque, simplemente, no soy un buen polemista, lo reconozco y tu facilidad para exponer tus argumentos desmontarían los míos por falta de preparación, práctica, o desconocimiento, no lo sé.
    Mi comentario, el que no sabía si expresar, es acerca de la "soledad" de algunos blogs. Mis blogs son de los que reciben muy pocos comentarios y en más de una ocasión estuve tentado de tirar la toalla. ¿Para qué escribir si casi nadie me sigue? A decir verdad sí que tengo lector/as pues el contador de visitas así lo indica. Lo que apenas tengo son "comentaristas" y eso me da la sensación de que lo que escribo no gusta. Esa es la verdadera razón por la que surgió la duda de si valía la pena seguir adelante.
    Muy al principio, al poco de abrir mi primer blog (Retales de una vida), me salió y escribí una frase redonda. Decía algo así como "escribo por placer, no para complacer". Me salió del alma, del corazón, de la mente o de la ignorancia, no lo sé. Pero al cabo de unos meses (por aquel entonces publicaba una entrada semanal), comprendí que quizá había sido un iluso, o un hipócrita involuntario, pues echaba de menos los comentarios de mis potenciales lector/as. Esto/as aparecían y desaparecían al cabo de un tiempo. Había una rotación continua. Elogiaban mis escritos si yo les devolvía la visita y, por supuesto, sus elogios. Pero sí debo decir que siempre he contestado a todos los comentarios, por escasos y banales que sean, de quien ha tenido el detalle de dedicar su tiempo a leerme y a escribirme.
    A pesar de los pesares, sigo escribiendo y ya me va importando cada vez menos las visitas que pueda o no recibir. Me alegra, cómo no, recibirlas pero ya no me obsesiona.
    Me ha parecido entender que consideras una conducta altiva el hecho de seguir escribiendo sin tener a nadie al otro lado que lea lo que uno plasma en el blog. Para mí (y sigo teniendo mis dudas) es un acto que casi calificaría de catártico, que me satisface. Si me permites la comparación, sería como el pintor que pinta sin tener compradores. ¿Debería dejar de pintar por ello?
    Un abrazo.

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    1. No, lo altivo a mi juicio es no cuidar el blog, que puede ser ciertamente minoritario, y no contestar a los comentarios que te lleguen. Sin embargo, veo a veces proyectos desmesurados en su intensidad que no reciben ningún tipo de comentarios. Los autores no contestan a los que reciben y tampoco hacen comentarios en otros blogs. Altivez en la soledad.

      Sin embargo, yo entiendo que el que escribe en una plataforma pública es para que le lean. Si no, lo haría en su ordenador para sí mismo o en un diario personal. Todos aspiramos a que nos lean, nos gusta que nos lean y que nos dejen comentarios. He sentido placer al ver tu comentario tan atinado. Y mi forma de agradecértelo es responderte con toda mi intensidad. Creo que es incierto que no nos importe que nos lean o no. Pero para que te lean es necesario mucho trabajo y habilidad. Hay claves al respecto. El título de una entrada puede ser decisivo. Tengo posts que reciben miles y miles de visitas a pesar de ser antiguos y la clave es el título y haber dado con un tema interesante reflejado en el título. Fíjate uno de mis posts más visitado es uno que se llama "Cine clásico para niños" en el que recojo una cincuentena de películas que vi con mi hija cuando tenía diez u once años. Ahora no se deja. Tiene dieciséis y ve las series que quiere.

      Nos gusta que nos lean, pero a veces en algunos blogs da la impresión de que se actúa de modo que impide que se los lea por su modo de plantearlos. Creo que es esencial devolver los comentarios. Es una cuestión de cortesía, y por supuesto contestarlos. La altivez viene cuando se publica sin importar para nada este mínimo de reglas. Se quiere ser leído pero no se hace nada para serlo. Un blog en estos tiempos es muy frágil. Requiere de mucho trabajo. A mí me gusta y no es que me sobre el tiempo, pero me atrae dedicarle esfuerzo por lo mucho que me aporta. Dejo a veces comentarios muy elaborados que no reciben ninguna respuesta lo que considero que es un falta de cortesía. Ninguno somos autores de éxito a los que los lectores nos vengan a miles sin hacer ningún esfuerzo.

      Una regla fundamental es el título.
      Otra escribir un primer párrafo que atraiga al lector que venga a leerte.
      Otra es difundirlo en las redes sociales: Twitter, Facebook, Pinterest.
      Contestar comentarios y hacerlos.

      Nada garantiza que los vayas a recibir. Por supuesto publicar con asiduidad. Un blog que funciones a temporadas retrae a potenciales lectores.

      Y, sobre todo, no perder la pasión.

      Me gusta lo que escribes. Tus cuentos son magníficos, espléndidos, pero hay personas que no saben expresar ante una obra de ficción. A mí no me gustan los elogios sin más, me gustan justificados. Decir que algo te gusta es sencillo. Expresar por qué es más complejo.

      En mí tienes un lector de tu blog. Una vez encontrado, no dejaré de leerte. Me gustan tus textos y tu persona, nada petulante.

      Un abrazo.

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  17. Lo confieso, yo perpetro un blog, algo bueno tendrán los blogs cuando han movido a una persona como yo a escribir.
    Un blog es tu opinión y te crees que es buena y quieres que se entere "el personal", el blog es egocéntrico pero también es una llamada al dialogo, hay que ser muy tonto para desear que a tu blog vayan solo los que te dan la razón en todo... o eso o es que no tienes amigos en la vida real o los tienes malos.

    Para mi es una oportunidad para hablar con gente que en la vida real no suelo frecuentar y eso creo que es bueno.

    Un saludo.

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    1. Es genial. Si no, no estaríamos aquí tras diez años de escritura. Soy egocéntrico, por supuesto. ¿Qué sería un blog sin un buen narcisista detrás? Eso sí, un narcisista seguro de sí mismo que no necesite que le den la razón constantemente y que le apasione el diálogo. Lo demás importa poco. Los blogs se nutren de pasión escritural y de invitación al diálogo. Y, claro que nos gustan que nos lean y nos comenten. Un comentario me pone muy contento y cada uno que recibo es especial. Y así lo considero.

      Un saludo también para ti, Temujin. Gracias.

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  18. Estoy de acuerdo contigo excepto en una cosa fundamental. No veo la decadencia los blogs. De este formato se han ido aquellos que quizá necesitaban formatos más pequeños e inmediatos en cuanto se les ha fabricado una plataforma más adecuada. En los blogs hay más poso y se ha abierto una variedad considerable que quizá no es la que tú hayas querido señalar en tu entrada: videoblogs, por ejemplo. Y que no se nos olvide que de los más leídos son siempre los de cocina... Variedad. La variedad nunca es mala.

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    1. He visto desaparecer tantos blogs, Pedro, que uno tiende a pensar que este género como instrumento reflexivo se ha estancado. De hecho, jóvenes hay muy pocos que tengan blogs, creo. Desde luego no conozco toda la blogosfera. Tal vez haya muchas cosas que se me escapen. Solo es una visión parcial desde mi experiencia y punto de vista que ha observado ese abandono masivo del formato blog por otras plataformas. Y desde luego he sentido el cansancio en muchos blogueros que han dado por cerrada su estancia en este mundo, algo que no me pasa a mí en absoluto.

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  19. Todos los blogueros pasamos por esos momentos en los que pensamos que esto de los blogs es una moda que se va a terminar, que es inconducente y que no vamos a continuar. Creo que algunos estamos màs allà de la moda y hasta del principio de utilidad, sabemos que el blog es valioso para nosotros mismos y para un puñado de personas màs o menos cambiante que nos leen y nada màs. Si al menos sirve para canalizar nuestras tendencias egocèntricas, bien vale la pena. Coincido con la radiografìa que has hecho del mundo de los blogs. Es tal cual.

    Un beso, Joselu.

    Fer

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    1. Escribir es una necesidad más imperiosa para personas que bullen internamente. Y muchos somos claramente egocéntricos. La yoidad es una característica de los blogs. Proyectamos nuestro ego de muy diversas formas. E incluso aparecen nuestros conflictos irresueltos. En el blog aparece nuestro modo de ver en el mundo y el que lee se empapa de una sentimentalidad con que concuerda o no. Yo he tenido importantes desencuentros con blogueros y bloqueras por disensiones primarias o por saturación y uno precisa desahogarse y soltar lastre. Una relación bloguera no puede ser opresiva para ninguno. Otra cosa es si se debe decir lo que se piensa de otro bloguero. Ahí encontramos una amplia diversidad humana. Los blogs, en definitiva, son como la vida. Extraños, proteicos, polimorfos. Espero que, aunque sean propios de personas maduritas, sigan existiendo. Yo querría continuar haciéndolo diez años más por lo menos. Y tú que me leas.

      Un beso, Fer.

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  20. Hola JL. Tanto leo como escribo blogs, pero no con la frecuencia de sus inicios, y no es porque no me gusten. Me encanta escribir e igualmente leer en un blog bien pensado y coherente aunque fuera en su incoherencia. En mi caso escribo menos porque mi oficio es escribir y porque escribo otros proyectos que me absorben la energía que queda, y por eso me he dicho que escribiré una nota cuando tenga algo que quiero compartir, en vez de hacerlo por mantener cierta periodicidad. Eso significa que hay menos gente que lee estas notas, pero prefiero los menos, no por elitismo sino por la calidad de atención y del intercambio que se inicia a partir de estos escritos. A ti y a varias otras personas que ya considero amigos los he conocido por medio del blog, aunque es cierto que somos todos unos anticuados. Con esto digo que escribiría y leería más de no pasarme todo el día haciendo eso por mis obligaciones profesionales. Además, hay blogs como el tuyo que siempre leo aunque no siempre comente. Estoy subscrito y los miro desde mi lector de RSS sin ni siquiera venir por aquí, a menos que quiera decir algo. Y este era el punto al que quería llegar. Me parece bien que los blogs queden para los que sentimos la necesidad de decir algo y para quienes aprecian la diversidad de puntos de vista y temas que podrían resultar, porque este tipo de escritos y comentarios se prestan a una relación más profunda entre escritor-lector-escritor que los comentarios de paso de los nuevos e hiperactivos medios sociales.

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    1. El otro día, hace dos, publiqué una nota que tuvo alguna repercusión en Twitter, lo que no supuso un aumento de los comentarios en el blog que fueron en general los de los mismos visitantes habituales. Supongo que es otra forma de participar el compartir o retuitear el tuit. A mí me gustan los debates generados por el blog. Lo que me temo es que, como decía, los blogs parecen quedar arrinconados solo para personas de cierta edad y echo en falta la participación de jóvenes, pero sí, es posible que los que hemos quedado seamos capaces de debatir más. Sin embargo, recuerdo el tiempo de hace seis o siete años en que los blogs bullían en un ambiente de optimismo y frescura. Recuerdo nuestros debates en tu blog y lo considero con mucho afecto. Puedo entender que tu ocupación profesional es precisamente esto y que no tengas o encuentres tiempo para tu blog. Para mí es un medio apasionante y sigo con la misma ilusión que hace diez años.

      Me ha encantado leerte. Y me alegro de que me sigas.

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    2. Desde mi otro trabajo veo mucha actividad a mis escritos en Twitter y Facebook -- o sea los artículos y sus enlaces pasan de voz en voz y la gente entra y comenta en ellos, pero algo he notado: la gran mayoría no leen esos artículos más allá del primer párrafo, o tal vez es que no los comprenden, porque en los comentarios debaten y hacen preguntas que el artículo ya contestaba con claridad. O sea, veo estas otras dos tendencias: gente que pasa un artículo en sus medios porque se identifican políticamente con el tema (pero tal vez no profundizan) y otros que solamente andan en las redes para debatir, sin importar el contenido en que lo hagan. Claro, están los verdaderos lectores, pero creo que muchos de ellos se quedan callados, o a veces me escriben directamente para no meterse en los debates de los sitios de noticias. Esto es diferente, porque estos blogs son espacios personales y casi no se puede participar en ellos sin entablar algún tipo de relación con quienes los escriben. Hace tiempo imaginaba yo (y escribí algo en el blog) que esto que yo llamaba "la amistad óptica" iba a reemplazar la actividad de los blogs y llevar a intercambios más superficiales. Hay ventajas y desventajas en que haya sucedido. Por un lado hay mucho más gente hablando de cualquier cosa (que esto ya empezaba a suceder en los blogs), pero ahora tenemos una nueva generación para quienes "ser amigos" significa esto, intercambiar impresiones ligeras en internet. Yo espero que los blogueros como tú sigan, porque estos son los espacios que realmente democratizan los medios en la red.

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  21. Leo blogs desde hace muchísimo (¡ y es primera vez que me encuentro con el tuyo por dios! cuánto tiempo perdido).
    Soy joven (de esos pocos lectores jóvenes que piensas tú que debe haber), 28 años, 4 años de escuela, profesora de matemática de quinto a octavo. Los blogs han sido un espacio importante de mi formación, tal vez el lugar de intercambios más ricos, de reflexiones más profundas. Un espacio de encuentro con esas personas que comparten la pasión por enseñar, y que tan desperdigadas están por el mundo.
    Concuerdo contigo en la importancia de los comentarios. He dejado de visitar blogs justamente porque que el autor lanza una reflexión y luego desaparece… No hay posibilidad de diálogo. Y si no hay diálogo, pues no entiendo el blog.
    Hace algunas semanas abrí un blog con el afán de compartir lecturas, reflexiones y experiencias vividas en estos pocos años de aula. Lo abrí porque por primera vez estoy dando un curso a profesores en un diplomado de didáctica y ellos me animaron a no permitir que tanta cosa quede encerrada en esas cuatro paredes. Nunca antes me planteé escribir nada porque no estaba segura de tener algo relevante que decir. Tal vez hoy es distinto y lo único que quisiera con este blog es conocer otras experiencias, enriquecer las propias con nuevas ideas. Hasta el momento no hay comentarios, pero soy optimista: ya llegarán.
    Gracias por este espacio lleno de maravilla que es tu blog. Ahora que te descubrí, ya no te suelto más.

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    1. He añadido tu blog a mi blogroll. Luego te comento en el tuyo. Muchas gracias por tu comentario. Me alegra un montón que seas un joven que utilizas la plataforma bloguera para abrirte al mundo. Yo llevo diez años, pero en estos momentos vivo un reencantamiento de mi tarea de escribir a tenor de expresar mis valoraciones sobre la aplicación de nuevas didácticas a mi clase de lengua. Espero seguir otros diez años. Ilusión no me falta y menos con comentaristas como los que tengo.

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