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martes, 14 de abril de 2015

Las venas abiertas de América Latina


Estos días me ha sorprendido como a todos la muerte de dos escritores de signo muy distinto y complejo, la de Eduardo Galeano y la de Günter Grass. Del segundo tal vez hable otro día. Hoy vengo a hablar del primero y la increíble ceremonia universal de sahumerio de su figura. En facebook parece que lo elevaran a los altares infinidad de devotos admiradores con reproducción de frases entresacadas supongo de sus libros. La mayoría de las frases y aforismos me parecían vanas y pirotécnicas, pero suscitaban olas de entusiasmo entre los lectores de la red social yanqui. Galeano necesitaría pronto un proceso de beatificación por el papa Francisco para ser llevado al culto laico.

Su más famoso libro Las venas abiertas de América Latina (1971) es considerado por sectores de la izquierda como la Biblia latinoamericana y ha vendido más de un millón de copias, se ha traducido a más de doce lenguas y ha ejercido una fascinación y devoción difícil de imaginar entre la izquierda revolucionaria que lo tomó como libro de cabecera. Está publicado en la época de las dictaduras latinoamericanas y fue prohibido tanto en su Uruguay natal, Argentina, Chile... Su influencia fue enorme en la conformación de la ideología de millones de latinoamericanos. En este libro se mostraba el proceso de explotación de América Latina por los imperios coloniales desde el siglo XVI hasta el XIX, luego posteriormente la explotación continuó con el Reino Unido y, sobre todo, con Estados Unidos que se llevaba las materias primas a precio de saldo para luego revender los productos elaborados a precios abusivos. Los gobiernos sudamericanos eran simples títeres del coloso y las empresas yanquis. Esta visión simplista de la historia fue rebatida por otro famoso libro –Manual del perfecto idiota latinoamericano- firmado por tres plumas destacadas: Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa con prólogo de Mario Vargas Llosa. Para ellos, este libro fetiche de la izquierda revolucionaria hizo mucho daño, dado que se había convertido en la Biblia de los desposeidos. Para el tridente revisionista, la visión de Galeano era maniquea e ignoraba aspectos fundamentales de la historia interior de América Latina. En definitiva, subrayó esa tendencia de creer a América Latina como una víctima y a todos sus habitantes, víctimas del malvado imperialismo yanqui. Desarrolló el victimismo y la idea de que “somos pobres. Es culpa de ellos”. Se dice que Eduardo Galeano ha dado voz a los vencidos, a los pobres, a las víctimas de la inicua explotación de la multinacionales y la conspiración exterior apoyada en gobiernos militares. Obvia las también auténticos errores propios que no son debidos a la influencia exterior. Es sabido que este título de Galeano es libro estudiado en universidades y es libro de cabecera de los Castro y lo era de Hugo Chávez que lo regaló a Obama haciendo pasar este texto a uno de los diez más vendidos en Amazon.

Por otra parte, la influencia de este libro fomentó la ideología de guerrillas antiimperialistas como los tupamaros y la guerrilla colombiana. La guerra era fundamentalmente antiimperialista y cabía la violencia contra el imperio. Ya saben, esa mitificación del Che Guevara, Emiliano Zapata, Simón Bolívar, etc. Alguna portada de Las venas abiertas de América Latina representaba el continente americano desgarrado por un cuchillo con la bandera norteamericana. 

La pieza que falta de este puzzle como libro nuclear de la izquierda laica e incluso de la teología de la liberación es que el propio autor, Eduardo Galeano, en abril de 2014 en Brasil comentó que su obra estaba superada, que estaba muy mal escrita y que cuando la escribió no tenía conocimientos suficientes de economía política ni de historia. Afirmó que por nada del mundo volvería a leerlo, que no sería capaz, que caería desmayado. Aclaró que no se desdecía de ser un hombre de izquierda pero que la izquierda llamada revolucionaria había cometido graves errores cuando había llegado al poder, en referencia clara a Cuba y Venezuela, así como a Nicaragua. Estas declaraciones fueron recibidas por la izquierda como una bomba. ¿La Biblia puesta en cuestión por su propio autor? ¿Acaso Galeano se había unido en su senectud a la derecha? ¿O era como afirmó el cantante Ruben Blades, una forma de madurez del autor que reconocía su simplismo y sus tesis totalmente superadas por la realidad?

¿La culpa es siempre de los otros? ¿Acaso América Latina no tiene una grave e importante responsabilidad en su devenir histórico? ¿Por qué sentirse siempre víctimas exánimes del malvado imperialismo? ¿Acaso otras naciones periféricas no se han enriquecido? ¿Es culpa siempre de los otros?

En definitiva, Eduardo Galeano ha sido responsable de haber conformado una mentalidad victimista, supuestamente revolucionaria, con mitos, con santoral, con canciones e himnos, con héroes y con una Biblia que mostraba a América Latina desangrándose por las venas acuchilladas siempre por los otros.

Michael Yates, crítico norteamericano, sostiene que a pesar de la opinión revisionista de Galeano sobre su libro, “éste es una entidad independiente del autor y cualquier cosa que él piense ahora”.

La legión de admiradores de Eduardo Galeano seguro que estarán de acuerdo y pensarán que tal vez fue su enfermedad y la fragilidad que esto implica la que le llevaron a criticar duramente su libro tanto en la forma (pesado e indigerible) como en el fondo.


27 comentarios :

  1. La lírica revolucionaria nunca ha figurado entre mis intereses lectores. La pornografía político-emocional, tampoco. Tenemos suerte de que la obra de García Márquez haya sobrevivido a la ola de imitaciones del realismo mágico que hacen intragable sus muchas secuelas desafortunadas. Para darse cuenta del daño expresivo que ha producido la obra de Galeano no hay más que leer el twitter que le dedicó el inefable y avispado empresario de izquierda llamado Monedero: "Se ha ido Galeano a hablar con voz de acantilado con Tupac y sor Inés, con Allende y con Cortázar, con el Che y el Arañero. Espejos y venas." Y así, una larga lista que no sé si haría enrojecer a difunto, pero que bermellonea a los vivos... No se ignora que los buenos sentimientos son el más deleznable de los ingredientes que pueden ser usados en la literatura, pero en el caso del ensayo roza el juzgado de guardia intelectual. Como uno es feo y con pocos recursos líricos, además de envidioso, siempre tuve la impresión de que Galeano tenía, sobre todo, lectoras. No lo sé. En cualquier caso, y por Joselu me entero ahora, su renuncia casi póstuma a su obra máxima es algo así como un gesto lúcido que, sin redimirlo, lo exculpa, dentro de la que cabe. Pecadillo de juventud, se debe de haber dicho; y nunca es tarde, si la lucidez es buena..., pero ha habido totalitarismos como el cubano ante el que haber callar no es , precisamente, un timbre de gloria, ni acredita de intelectual honesto. En fin, descanse en paz.

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    1. Me congratulo de sentir y pensar en la misma línea que tú. Y ello me lleva a aquilatar mejor tu pensamiento orgánico frente a fenómenos como Podemos, pura pornografía político emocional. Lo que pasa es que en mi laboratorio de pensamiento, no tengo un núcleo duro que me permita discriminar a priori algo. Y a veces me hallo en medio del huracán sentimental que algo propone para contemplarlo en su origen. No soy creyente de nada. Tú como buen lector de Pessoa, tampoco. Pero me gusta sumergirme en las tormentas para poder sentir lo que otros sienten. Necesité ir al mitin de Podemos para analizarlo, para contemplarlo en estado puro. ¿Qué es el populismo? Sin duda en buena parte, casi el noventa y nueve por ciento, pura ingenuidad. Por eso entre los millonarios lectores de Galeano predomina este sentimiento halagador del espíritu romántico. Tú, sin embargo, no te dejas sumergir para experimentarlo y comprenderlo en su núcleo. Ya, con mas sabiduría tal vez, eres capaz de decidir de entrada. No sé cómo expresar mi modo de comprender. En el caso de Galeano fue puro espíritu rebelde el que me enfrentó a tanta evidencia que ha invadido la red en estos días, lo que, por cierto, día y medio después ha desaparecido y ya nadie habla de Galeano. Así de superficial era el citado entusiasmo por su figura. Ahora solo quedamos los que de verdad nos hemos interesado por él, los que valoramos su giro último rechazando su bodrio infumable de Las venas abiertas de América Latina.

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  2. Desde luego se poco de este tema, leí en su día de Galeano el Libro de los abrazos y me encanta, y desde luego prefiero este tipo de escritores izquierdistas, que a Vargas Llosa, pero no tengo ni el conocimiento, ni el nivel suficiente como pare rebatirte lo que dices, pero vaya, en este caso me parece que te posicionas claramente con uno de los bandos. A veces tus entradas son ambiguas, en cierta forma neutrales, o abiertas al menos, pero en este caso la posición es clarísima en contra del libro y del autor. Seguramente la culpa de todo no la tendrá el imperialismo americano, pero parte de culpa seguro que tienen, eran parte clara del problema. En fin, que prefiere mil veces Galeanos con teorías izquierdistas dudosas que a Vargas Llosa apoyando reiteradamente las políticas del PP.

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    1. Mi intención al escribir es reflexionar sobre este escritor al que no conocía demasiado. He visto estos dos días en FB tal cantidad de frases suyas como homenaje que me ha picado la curiosidad por tal cantidad de personas que lo adoraban y que lo tenían como referencia. Era una canonización, pero a mí no me van las canonizaciones ni me dicen demasiado las frases bien sonantes que nos hacen sentir bien sin exponer demasiado. He investigado su obra y sus referencias claro que sin el calor afectivo que tiene tanta gente con él. Él para mí no ha representado nada especial. Sí que lo hizo Benedetti del que era muy amigo y trabajaron juntos. Yo tengo una relación especial con Benedetti que a veces he expuesto en el blog. Quise mirar con los ojos de la crítica a Galeano y no es difícil encontrar que su libro Las venas abiertas de América Latina fue un despropósito que alimentó visiones muy simplistas de la realidad americana. Simplista y cómoda. Los malos son siempre los mismos, como me decía un día una exalumna convencida de que USA siempre tiene la culpa de todo. Sin embargo, Japón fue arrasado tras la segunda guerra mundial por USA, incluidas dos bombas atómicas. Fue gobernado por McCarthur como virrey americano durante la posguerra. Nada de eso impidió el milagro japonés y el surgimiento del nuevo Japón que no podía tener ni siquiera ejército. Japón es un país prodigioso que salió de la guerra y se hizo a sí mismo. Nunca puso a USA como excusa de su situación. Simplemente se pusieron a trabajar y ahí los tienes. Un país la mitad de España con más de ciento cuarenta millones de habitantes, sin materias primas. La situación de América Latina es una milonga en que se pone al malvado americano siempre como mal que impide todo. Es lo que escribió Galeano. Y ahí los tienes. Ahí tienes a Venezuela bañada en petróleo. Puedes pensar lo que quieras del chavismo pero no parece un modelo muy estimulante. Ideología inspirada por este libro de las venas abiertas de América Latina.

      En cuanto a definirme, te diré que una vez en el instituto hace dieciséis años o así me empeñé en traer para dar una conferencia al poeta Joan Brossa. Me fascinaba su mundo. Me puse a investigarlo a fondo. El departamento de catalán se oponía y yo más español que don Quijote quería a Brossa en el insti, como así fue. Fue un acto emocionante y poco después moría. Era 1998. Yo era el españolista que pugnaba por traer a un poeta independentista y el seminario de catalán se oponía porque no les gustaba Brossa.

      Quiero decir que no es fácil clasificarme. Me encanta la inteligencia y la busco allí donde esté. En Galeano he encontrado un poeta muy lírico que encanta a las mujeres (y a los hombres, vale) pero que no me dice nada. Y no entiendo el porqué de su poder de fascinación. Y claro meter el dedo en el ojo no está mal.

      En cuanto a Vargas Llosa, hay que reconocer que fue un novelista de la cabeza a los pies y que como articulista es muy bueno. Sé que no le tragan los izquierdistas latinoamericanos pero no es mi guerra.

      Lloré con Allende pero no con Galeano.

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    2. Me quedo con lo que dices de "Y claro meter el dedo en el ojo no está mal", vaya, es lo que había intuido, esta entrada en el fondo, con razones o sin, es pura provocación. Hablar con tal rotundidad de un escritor del que dices que apenas conocías me parece cuando mínimo osado. En fin, por suerte no todos tus lectores te dan siempre la razón lo que es mucho de agradecer.

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    3. Y lo que es seguro es que no me hará ganar amistades en FB, y hasta es posible que alguno me haya eliminado tras este artículo. Pero de algo estoy convencido. Yo he intentado saber, he buscado, me he hecho preguntas y me he molestado en escribir un texto. Mientras que la mayoría se limitaba a trasncribir versos suyos sin intentar comprender más allá.

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    4. Totalmente de acuerdo, es verdad, he leído los comentarios en Facebook donde prácticamente te has quedado solo. Yo no soy defensor de Galeano, como te decía solo he leído un libro de el, no es además el principal y me gusto, no he colgado, creo, jamás, una frase de nadie. Nada más. Intuyo lo que represento para toda una generación, para un continente.
      Esa gente de FB a la que eludes, que sin duda no escribe tan bien como tú, no necesita investigar de nada, llevan años leyendo a Galeano, admirándolo, forma parte de sus vidas (como te pasa a ti con otros autores). Galeano murió el lunes creo, en un día investigas, te haces preguntas, las resuelves, y escribes un texto criticando a los que cuelgan frases de Galeano en el FB. Hace unos días leí un comentario en tuyo en el FB que respondería a esto. Alguien comenta en una frase que que es como si estuvieses en los toros y tu no silbases al torero sino a los que lo aplauden, no se, es mi humilde opinión, pero en este caso, con este texto me da la sensación como si el que silva fuese un antitaurino que ha pagado su entrada y ha ido a la corrida solo para silbar cuando aplaudiesen los taurinos. Y ojo, que a mi lo de colgar frases a secas en el FB tampoco me dice nada, pero vaya, entiendo a los que se puedan sentir ofendidos por tus palabras. A ti que te gusta que no te coreen el en blog, ni en el blog, que rechazas los Like gratuitos, o eso comentas, últimamente con temas como este o el da la maldad y el caso del piloto, te noto especialmente agresivo, poco dado a transigir, salomónico. En fin, igual son solo pajoleras mías.

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    5. Hay un nivel de provocación claro está. Y de desafío. Yo no tengo un pensamiento cerrado sino en evolución permanente. Asi que espero ante mis argumentos que alguien venga a hacerme pensar y cambiar mi perspectiva. Yo necesito pensar cuando escribo un comentario o un artículo. Y cuando replico a alguien es imprescindible razonar, a veces entrar en contradicción con uno mismo. Eso me gusta. Llevo diez años publicando en el blog. Han sido setecientos cincuenta posts. Cada uno fruto de mis entrañas. Muchas veces los comentarios que he recibido, como ahora el tuyo, me hacen recapacitar y reenfocar la cuestión. Sin este riesgo que supone el escribir no podría hacerlo. No es algo nuevo. Escribir es meterse en líos. Y te aseguro que en muchas ocasiones he lamentado haber escrito algo. A veces me abren debates dolorosos y complicados.

      Pero sí, lo último que quiere este blog son fans. Prefiero crítica feroz, apasionada, dialéctica. Pero bienintencionada. Como la tuya.

      Creo que Eduardo Galeano del que algo sé no se merecía esta legión de fans. Un gran escritor no necesita fans. Él revisó su pensamiento rechazando la obra que más fama le dio. Creo que hoy si Galeano y yo pudiéramos hablar sería una conversación interesante. Leí una frase suya sobre la duda necesaria. Yo la he puesto. He dudado. ¿No he sido más galeanista que muchos fans?

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    6. Poco a poco voy viendo como funcionas, cuales son tus motivaciones e intenciones, yo no llevo años siguiéndote, no he estado en otras polémicas, ni de hecho entro demasiado en las de ahora, ya sabes que yo soy más de comentarte las fotos. No tengo el nivel ni los argumentos intelectuales ni conocimientos como para debatir según que cosas con gente del nivel de la que se pasa por este blog, y menos contigo. Esta entrada, cuyos (argumentos sobre Galeano o sobre su efecto sobre Sudámerica no discuto, ni sobre su calidad como escritor tampoco), me parecería perfectamente válida e interesante sobre un escritor que ha muerto, una voz crítica sensata con la que se puede estar de acuerdo o no. A mi la parte que me sobra de tu entrada es lo que dices sobre la gente que cuelga frases sueltas en Facebook, eso es gratuito para mí. Se que es la introducción sobre el tema, la manera de empezar a exponer tus tesis. Pero, sin sentirme aludido, en parte me ofende. En FB, no todo el mundo tiene tu nivel intelectual, ni mucho menos, ni el tiempo ni las ganas necesarios para desarrollar los temas como tú, ni el saber hacer, por supuesto. Probablemente tampoco consideran que FB sea la mejor plataforma para realizar eso. A lo mejor alguno de ellos incluso tienen blogs paralelos donde si que han disertado ampliamente y con argumentos su admiración hacía Galeano. Una frase de un autor que acaba de morir colgada en FB, en principio solo quiere decir que sientes la muerte de alguien a quien admirabas, es un “Te acompaño en el sentimiento” lanzado en la red. Tengo un amigo que escribe, que sabe creo que bastante de poesía, que tiene una profundidad poética creo yo que envidiable, y que alguna vez a publicado alguna frase sobre algún escritor cuando le ha apetecido hacerlo. Creo que es una simplificación tu visión sobre colgar una frase en el FB. No te ofendas, y me duele decírtelo, pero recuerdo las conversaciones que mantenías con gente en FB sobre el tema del mal asociado al tema del accidente de avión. Creo que en determinadas entradas, como está, puede haber algo por detrás de provocar y de cabrear, de llamar a pelea, de tentar. Algo de lanzarle la capota al toro, algo muy taurino. Y además muchas veces en caliente, con temas de rabiosa actualidad. No en el contenido, más bien en las formas, pero es tu estilo en este blog, cierto, nada que objetar.

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    7. Es cierto. Me gusta tentar el peligro. A veces escribo posts que no tienen apenas repercusión porque no están en el centro de la pelea en ese momento y apenas tienen repercusión. El post sobre Andreas Lubitz ha tenido mil setecientas visitas. Otros se quedan en ciento y pico. Me gusta polemizar, meter el dedo en el ojo como bien has dicho. Una vez cuando ETA declaró su tregua definitiva, escribí un post titulado Diario íntimo de un aberztale que resultó durísimo para mucha gente así en caliente. Me metía en la piel de un abertzale para explicar el porqué de la violencia. Recibí incluso advertencias de llevarme a la fiscalía por el contenido del mismo. Sin embargo, leído hasta el final suponía una clara descalificación de la violencia.

      Cuando murió Benedetti lideré un proyecto de leer poemas suyos en la red y colgarlos con una amplia resonancia.

      Estar en el foco es importante. Por eso a veces elijo temas que son candentes y los oriento de manera algo provocadora. Es duro estar en la blogosfera en soledad. Es mejor la pelea e irse luego a tomar unos vinos juntos si alguien quiere acompañarte.

      Pero entiendo esa defensa que haces de las personas sencillamente buenas que solo querían dejar constancia de su admiración por Galeano. Tal vez no sea FB un buen lugar para según qué cosas. De todas maneras todos los que han intervenido en el debate rebatiéndome son amigos y me conocen.

      En el debate de cariz intelectual hay que buscar las aristas. Entiendo que Galeano buscaba las curvas hasta que en 2014 hizo análisis crítico sobre su más conocida obra.

      Gracias, no me ofendo, me gusta hablar contigo. Y con cualquiera que pueda espetarme amistosamente mis errores.

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  3. América Latina populista consume este tipo de "literatura". No han leído a Borges ni quieren leerlo por considerarlo un "gorila" de derecha, ni siquiera en Argentina, pero los libros de los "escritores" de izquierda se venden como pan caliente. Considero a Galeano simplemente un aguzado aforista, no un "escritor", un buen negocio editorial con cierto carisma mediático, aunque su imagen en parte me repele. Es alguien que ha sabido captar lo que le gusta al vulgo y así pasará a la historia como un grande. Es lo que solemos hacer los latinoamericanos con tantos en esta parte del mundo: endiosarlos. Se trata de un fenómeno idiosincrático, cultural y de masas muy complejo de entender pero sumamente interesante para analizar.

    Un fuerte abrazo.

    Fer

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    1. Desconozco en gran parte la relación que tienen los argentinos con Borges. Revelas que hay cierta animadversión contra su figura. Me gustaría leer alguna biografía de Borges para intentar comprender. Me encantan las buenas biografías. No sé si has leído el Manual del perfecto idiota latinoamericano pero creo que hace hincapié en ese aspecto que subrayas sobre ese fenómeno que mitifica al Che hasta extremos increíbles, a Galeano y condena a Borges, Octavio Paz, Mario Vargas Llosa...

      Un abrazo, Fer.

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  4. Estoy totalmente de acuerdo contigo en cuanto al victimismo latinoamericano. Por razones profesionales conozco muy bien gran parte de Latinoamérica desde hace años y, sin embargo, sigue sorprendiéndome la ingenuidad de la inmensa mayoría de la población que se traga la milonga de la culpa yanqui. Total, será en parte por culpa de sistemas educativos que dejan mucho que desear, creo, y que no fomentan el pensamiento crítico.

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    1. Esa creencia en la culpa ajena: somos pobres, los culpables son ellos es la causa de ese fracaso en la construcción de sociedades modernas. Es como un pensamiento adolescente, nada maduro. Mientras no se sea capaz de crecer y de asumir la total responsabilidad sobre su destino, Latinoamérica no saldrá de su atraso. Hay sociedades como Chile que capean con más soltura dicha tesitura. Es una mezcla de romanticismo -que mola mucho por esos pagos- e inmadurez.

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  5. Mi padre tenía este libro. Leí trozos.
    Yo también creía entonces en el maniqueismo. Ahora sé que las cosas son mas complejas.
    Cuando todos ovacionan al torero, hay siempre alguien que silba. No le silban al torero. Le silban a la ovación. (creo q esto es de Ortega)
    Joselu le silba a la ovación.

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    1. Pues algo de eso hay. Me enervó tanta adhesión sentimental y humana a su figura sin análisis, sin matización, sin molestarse en ir más allá. Mi primera reacción que plasmé en FB fue visceral pero precisa y certera. Luego en mi pequeña investigación se confirmó. Y es que hay algo que detesto: me molestan las frases que resumen una cierta verdad incontrovertible y que son consoladoras (sin demasiado o ningún compromiso). Pero una de ellas que leí apelaba a la necesidad de la duda: pues eso, dudé. Quizás he sido el más conspicuo galeanista frente al coro melifluo de admiradoras y admiradores entusiastas y acríticos.

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  6. Curioso que hayas escrito esta entrada y hoy tengamos las declaraciones de Nicolás Maduro insultando y amenazando con sus bravuconerías a Mariano Rajoy, acusándolo de ir contra Venezuela, y culpándolo de no pocos males con el argumento de siempre: que si el imperialismo, que si la pertinaz sequía, que si la conspiración judeo-masónica...

    Y digo yo, que si las potencias imperiales llegaron a América y arrasaron toda su civilización...¿no es eso prueba de que la civilazación que las conquistó era superior a ellos? ¿Qué hubiera pasado si los españoles hubieran llegado a América y se hubieran topado con una sociedad más organizada que la nuestra, con más tecnología, con más capacidad de defensa, en vez de con culturas que casi desconocían la rueda? Seguramente el resultado habría sido muy distinto. No con ello estoy justificando que nadie tenga que colonizar a nadie violentamente, pero no creo que sea casualidad que de los pocos territorios que quedan en el mundo con civilizaciones al nivel de la Edad de Piedra se encuentren los territorios americanos. Muchas veces pienso, precisamente por eso que tal vez (aunque es indemostrable, claro) los pueblos de América Latina estarían hoy incluso más atrasados si no hubiera sido por la colonización. ¿Es también casualidad que en el mundo Occidental y en Europa en particular sea imposible encontrar pueblos con el nivel de atraso prehistórico que aún existen en América?

    El victimismo siempre esconde la debilidad del que se ha sentido oprimido, por mucho que sea políticamente incorrecto ponerlo de manifiesto (de hecho jamás he escuchado en un medio de comunicación hacer una declaración como esta, aunque a mi me parezca casi evidente) o por mucho que sea deplorable el que el fuerte se aproveche del débil inocente ejerciendo la violencia, ilegítima casi siempre, desde luego.

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    1. Es mala la ideología de las víctimas por mucho que hayan sufrido. Sirve luego a los descendientes para justificar cualquier actitud que será siempre motivada porque en un tiempo se fue víctima. Los pueblos de América Latina fueron objeto de un choque cultural violento que sería tarde o temprano inevitable. Habían vivido milenios aislados y de golpe entraron en la historia, esa que Europa llevaba cuatro milenios viviendo. Los que llegaron no eran ángeles y estaban condicionados por su tiempo que no era el nuestro en que parece que somos más conscientes de la necesidad de la diversidad. Llevaron todo con ellos: el progreso, la Biblia, la gripe, la violencia. Lamentable sin duda. Pero inevitable. En América del norte no fue mejor la cosa para los indígenas. No creo que pudiera haber sido de otra manera en el tiempo en que se produjo y siendo quienes llegaron allí.

      Curiosamente son los descendientes de los españoles que llegaron los que culpabilizan a los españoles que se quedaron en la península de los males que sufrieron. Es una paradoja.

      Ser víctima es malo pero tener alma de víctima es terrible. Es una herida que nunca puede llegar a cerrarse si se alimenta a la víctima. Es una explicación siempre para cualquier cosa como el exabrupto de Maduro a Rajoy llamándole racista (?). A las víctimas todo les está permitido porque son víctimas. Malo.

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  7. Leía el otro día una de esas sentencias tan del gusto de Galeano, esas sentencias que han inundado las redes estos días: "Yo soy un gran lector de paredes, que es la imprenta de los pobres". Sin haber leído más que aforismos de este tipo, alguno de sus microrrelatos, y algún poema como "Los nadies" (que, por cierto, a veces pongo en clase) siempre tuve la sensación de que Galeano era un gran efectista. Pero Galeano encarnó, de algún modo, el dilema del intelectual comprometido con el discurso de la izquierda revolucionaria latinoamericana. Y la sentencia que cito es un buen ejemplo. Galeano decía que leía las paredes porque eran el medio de expresión de los pobres. Pero, sin embargo, él se hizo célebre escribiendo libros, libros a los que los pobres que él defendía no tenían acceso. Sé que estoy simplificando un tanto, pero es una contradicción que se dio en muchos intelectuales de la época: defender los derechos de los pobres, pero a través de los canales a los que éstos no tenían acceso; o, también, denunciar el imperialismo de los EEUU y, sin embargo, impartir clases en las universidades de aquel país.

    Me viene a la cabeza el caso del escritor peruano José María Arguedas, para el que esa contradicción fue especialmente tortuosa (de ahí, por ejemplo, llevándolo al terreno de la estética, el recurso de la "mistura" para intentar reproducir en sus obras la oralidad del quechua que hablaban los indígenas). De aquellos que criticaban de manera furibunda el imperialismo y sin embargo impartían allí clases, me viene a la cabeza el crítico literario, especialista en la narrativa de Arguedas, Antonio Cornejo Polar.

    En cualquier caso, y a eso es a lo que venía, lúcido, sensato y valiente tu artículo, Joselu, como siempre.

    Un abrazo.

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    1. Sueñan las pulgas con comprarse un perro
      y sueñan los nadies con salir de pobres,
      que algún mágico día
      llueva de pronto la buena suerte,
      que llueva a cántaros la buena suerte;
      pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy,
      ni mañana, ni nunca,
      ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte,
      por mucho que los nadies la llamen
      y aunque les pique la mano izquierda,
      o se levanten con el pie derecho,
      o empiecen el año cambiando de escoba.

      Los nadies: los hijos de nadie,
      los dueños de nada.
      Los nadies: los ningunos, los ninguneados,
      corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos,
      rejodidos:

      Que no son, aunque sean.
      Que no hablan idiomas, sino dialectos.
      Que no profesan religiones,
      sino supersticiones.
      Que no hacen arte, sino artesanía.
      Que no practican cultura, sino folklore.
      Que no son seres humanos,
      sino recursos humanos.
      Que no tienen cara, sino brazos.
      Que no tienen nombre, sino número.
      Que no figuran en la historia universal,
      sino en la crónica roja de la prensa local.
      Los nadies,
      que cuestan menos
      que la bala que los mata.

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    2. Un hermoso poema Los nadies. Tal vez lo utilice con mis alumnos mañana.

      Y sí, es cierta esa contradicción de la poesía social: que los que la leen, los que la escuchan no son los nadies sino ciertas élites de clase media con acceso a la cultura e igualmente se estudian en las universidades por estudiantes que practican la cultura y no el folklore. En España esta contradicción se dio agudamente entre los escritores del realismo social de los años cincuenta y sesenta. El problema es que ahora los nadies están absorbidos por los reality shows del estilo de Sálvame y demás parafernalia rosa propia de sus países. No sé qué solución dar a eso porque por un lado, dejando aparte su maniqueísmo y simplismo de su obra magna, sin duda fue un hombre bueno. Este poema lo deja traslucir. ¿Es la lucha de clases la que debe dar solución a los conflictos de la historia y la realidad? Lucha de clases en que siempre hay un movimiento o partido que interpreta y dirige la voz del pueblo. Ahí tienes a Maduro, hablando en nombre del pueblo. Él encarna la voz del pueblo pero crea un sistema en que a pesar de nadar en petróleo sus gentes carecen de lo más esencial. Ese populismo que puede comenzar bien -justificado por la historia- pero que termina usurpando en un sistema autoritario el poder y aplastando cualquier disidencia a la que se condena por ir contra el Pueblo.

      El caso del presidente Mújica en Uruguay ha sido netamente distinto. Ha estado cerca de los pobres viviendo una vida austera y auténtica pero no intentando usurpar y manipular a la sociedad uruguaya.

      El problema es que el planteamiento, en principio honesto, de Galeano, genera sistemas autoritarios de democracia popular que comienzan como populismos fundamentándose en agravios históricos y para redimir a los nadies.

      Creo que su revisión de planteamiento en 2014 debía ir en este sentido. No todo lo que se hace en nombre de los nadies es bueno y con ello se han cometido graves errores.

      Un abrazo y gracias por pensar conmigo.

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  8. Leí de Galeano “el fútbol a sol y sombra” y vale la pena .Lo he devorado, dijo de él Semprún o Manuel Rivas : que las palabras de Galeano siempre tienen alma. Resplandece de imágenes. Tiene ironía y pasión y audacia y hallazgo y no me extraña que se haya convertido en la Biblia de los amantes del fútbol. Mientras la eternidad juegue al fútbol, que así será, Galeano estará ahí , como animal de fondo, como rabia del olvido.

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    1. Este post me está descubriendo aspectos inéditos de Galeano. No sabía de su afición al fútbol tanto como para haber escrito otra Biblia además de su libro comentado. El fútbol para mí es opaco, soy inmune a su pasión y a su encanto, pero entiendo que una buena parte de la humanidad lo tenga en sus genes. No me imagino una eternidad jugando a fútbol. Para mí sería algo sin sentido. Yo me la imagino bebiendo horchata y haciendo algo parecido a lo que hago ahora: siento que la eternidad es parte de mi vida en este momento. Es bueno que hayas aportado tu óptica poética y futbolística que no había sido considerada en este análisis.

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  9. Toda obra y todo autor se explica, inicialmente, en su tiempo. Solo algunos superarán el paso de los años. Galeano, que me gustó mucho, ya no tanto, pero eso no le quita su importancia aunque no pase a la gran historia de la literatura futura. Es fácil juzgar desde hoy y desde lejos lo que sucedió en aquellos tiempos y la necesidad de compromiso y lo que esto suponía para un escritor en algunos tiempos y en algunas tierras. Suele ocurrir con toda literatura de compromiso: cuando pasa el tiempo deja de ser actual. Lo malo es que vuelva a ponerse de moda, como suele ocurrir. Significa que de vez en cuando suceden las mismas cosas. O parecidas.

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    1. En un reportaje reciente, concretamente "1980" de Iñaki Arteta vi en una vivienda de un etarra detenido un póster del Che. A esta figura icónica se unió el libro de Galeano que propugnaba la violencia como medio de redención del continente expoliado. Según cuenta algún pensamiento oriental cuando una mariposa mueve las alas en un lugar de la tierra, en otro se produce un terremoto. Las buenas intenciones conducen muchas veces a desastres innúmeros. Son errores de perspectiva motivados por la pasión del momento. ¿Disculpables? ¿Por qué no si son afines a nuestras simpatías?

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  10. De Galeano mi gusto mucho el libro de Patas Arriba aunque tiene un aire pesimista que se hace duro.

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    1. No lo conozco, pero tomo nota de él para intentar comprender mejor las aportaciones de Galeano. Un cordial saludo.

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