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sábado, 18 de febrero de 2012

Elogio del hombre común



Está de moda la vulgaridad, la mediocridad, un estilo de chatedad ciudadana que propone que el hombre común debe ser el cigüeñal y modelo de realización social. Lo vemos en el estilo de nuestros políticos, lo vemos en la zafiedad de tantos programas televisivos que ponen a patanes como ejemplos de normalidad, lo vemos en la epifanía del hombre común en internet que usa y abusa de su sentimentalismo así como de sus juicios tajantes acerca de todo lo que pasa. Todo el mundo tiene opiniones acerca de todo y el ciudadano corriente es capaz de interpretar el mundo y la realidad en tres plumazos, y, en consecuencia, exponer juicios sesgados y demoledores sea contra la iglesia, contra el estado, contra los capitalistas, contra los sindicatos, contra la derecha o la izquierda, contra la injusticia que le afecta a él, contra los partidos... Y no es que carezca de razón o de razones. Las tiene, y muy poderosas. El problema es la simplificación que el hombre común utiliza para juzgar e interpretar cuando los problemas son extraordinariamente complejos y requieren de una buena dosis de especialización y estudio además de profundos conocimientos en muchos ámbitos que evidentemente no se tienen, pero cualquiera con dos eslóganes elementales construye un argumento en consonancia,  que se dispara en una ráfaga superficialmente corrosiva.

El hombre común es un hombre sin atributos, odia a las élites y desprecia la inteligencia. No cree en los méritos atribuibles al esfuerzo, la formación o a la honestidad. El poder lo ensalza y lo elogia porque su fuerza es colosal y es esencial que vaya a votar en determinadas fechas. El hombre común piensa que todo se debe a él, que tiene derecho a todo, incluso a lo que no le pertenece, hace exhibición de sus malos modos, de su infantilismo, de su terrorismo tautológico, de su tosquedad. El hombre común marca tendencias mayoritarias, el hombre común está enfadado y expele veneno cuando escribe en textos llenos de faltas de ortografía en la prensa digital o cuando tiene ocasión de hablar en la barra del bar o en la peluquería. El hombre común sabe interpretar el mundo y la realidad, y encuentra los enemigos fácilmente: los judíos, los moros, los capitalistas, los sindicatos, el PP, el PSOE, internet, Estados Unidos, la propiedad intelectual...

El hombre común está de moda. Todos deberíamos irnos pareciendo un poco a él, aspirar a la ignorancia de sentirnos realmente importantes en nuestra mediocridad y sobre todo habríamos de estar siempre profundamente cabreados contra el poder, esperando que éste nos halague y nos venga a buscar. Sabemos que nos necesita, sabemos que necesita del espíritu primario que alcanza a reducir a sus consignas elementales cualquier asunto por complicado que parezca. Porque, a pesar de su apariencia, el hombre común es conformista en lo más profundo de sí mismo y encuentra en su vaciedad un anclaje fundamental.

Son las masas las que deciden y las que orientan lo que debe ser y pasar. El mundo en sus tendencias generales pertenece a la mediocridad, y habría de establecerse un sistema educativo en consonancia a estos valores horizontales dominantes. En esas estamos. 

22 comentarios :

  1. ¿Tu post viene a decir esto, o solo me lo parece?

    Saludetes.

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    1. Ja, ja, ja, ha dicho cosas muy refrescantes en clave de humor… Supongo que son ideas concomitantes. El hombre común se cree con el derecho de opinar sobre todo encontrando fácilmente claves que lo explican sin lugar a dudas. A mí me cuesta encontrar puntos de anclaje en cada post, y lo mejor de todo ello es que cuando acabo de leer los comentarios y de contestarlos, sé mucho más del asunto de lo que sabía antes de empezar, y normalmente viene del hecho de que todo es mucho más complejo de lo que yo había supuesto. El esfuerzo por razonar y argumentar es costoso. Se prefiere la simplificación por sistema, y todo lo simple es en esencia una patraña. Besos.

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  2. ¿Tu crees que "el hombre común" se ve a sí mismo como hombre común? yo no sé si soy uno de ellos pero la idea de serlo me repele.
    Pienso que saber a fondo de todo lo que opinas es difícil. La cuestión es interesarte un poco por el tema y luego opinar con sentido común (lo que yo llamo sentido común).
    Será que no he entendido el fin último de tus palabras? Un beso de Lola

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    1. Lola, disculpa que haya tardado en contestar. Quería apuntar al hombre común, al hombre gregario, sin perfiles definidos, que es esencialmente imitativo y un cliché social. La sociedad nos va laminando, nos va homogeneizando, nos va haciendo a todos más iguales, y considerados como masa social somos todos hombres comunes. Tal vez en algunos sueños, en la pervivencia de algunos ideales, quede algo de individualidad… El hombre común siente resentimiento hacia quienes no quieren ser iguales al rebaño, lo detesta profundamente. Pero es difícil saber qué es uno. No lo tengo claro. Las multitudes dominan las ciudades, vistos todos en conjunto, somos hombres comunes. La sociología y la psicología de masas son ciencias muy avanzadas y han sabido a través de mil canales ir haciendo desaparecer las asperezas de la individualidad. Hay muy pocos hombres originales, muy pocos. Un beso.

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  3. Ya hace años que estamos en ello. Estamos en la "mediocritas" permanente.
    Curiosamente coincidió bastante con la aparición de los "realities", con el Gran Hermano.
    El Disney Channel (que no he podido evitar que mi hija vea)es de una altísima colonización cultural de la mediocritas. Tdo es blanco, suave, ñoño y de valores estándard-
    Pero hay un dato para la rflexión. Los del Disney Channel, que no son tontos, adaptan sus emisiones al páis donde están.
    Y así es curioso, y triste, observar como el nivel de vocabulario y de educación del Disney Channel argentino supera largamente al español.
    ¿Por qué?
    Porque el Disney Channel en Argentina tiene un público mayoritario de clase alta.
    Con un mismo idioma, el español, sólo hay que ver como se expresan un entrenador de fútbol argentino (normalmente sin estudios) y uno español. El argentino supera el nivel de lenguaje del español.

    Así que en lenguaje y matemáticas estamos en decadencia total. Pero va a lugares. Tu y yo vivimos en uno de los lugares más vulgares de España (el Baix Llobregat), donde vivie mucha gente que no se ha superado en cuatro generaciones.

    Mi padre y mi madre no fueron a la escuela. La mayoría de mis familiares mayores de 60 años tampoco. Esa fue la realidad de partida del 60 % de la población catalana actual en las comarcas con mayor población.

    Luego algunos hijos, nietos y bisnietos se superaron con mucho esfuerzo.

    Pero lo que abunda es Gran Hermano y Salsa Rosa. Somos un país vulgar con una educación vulgar. Pero hasta hace poco eramos muy felices.
    Hasta que se ha demostrado que la educación vulgar conduce a la vulgaridad de la sociedad y viceversa en continua retroalimentación hacia la pobreza material y de espíritu.

    Un páis que vota en masa al PP es una mierda de país. Si yo tuviera otra edad me iba de España, al menos por un tiempo largo.

    Pero no puedo.

    MI mayor lucha con mi hijo de casi 13 años es apartarlo de la vulgaridad. MI frase más manida es "mira hijo, ya sé que lo hace todo el mundo, pero esto es vulgar y no va con nuestra familia ni con tu diginidad" la respuesta invariable es: "¡Pero si lo hacen todos!". Por suerte lo va viendo pero es dificilísimo de llevar,. Es una lucha diaria. Como el mal uso de Facebook., por poner sólo un ejemplo.
    A veces me desespero y le digo a mi mujer que nos busquemos algo en el Cervantes o donde sea en el extranjero y nos vayamos. De profesores de español, de lo que sea.

    La vulgaridad de la sociedad española es abochornante pero es nuestra sociedad. Somos así, la cabra y la pandereta. Pero en nuestra comarca nos llevamos todos los récords. El analfabetismo funcional y el comportamiento MTV dominan a la mayoría de los adultos.

    Esta bien estudiado, primero les damos el Disney Channel y luego la MTV. Lo de la MTV es ya asqueroso, directamente.

    Suerte que tenemos TV3, y el 33 para los que disfruten viéndolo. Porque en los barrios eso de ver la tele en catalán es de rechazo directo. Y es una pena porque está muy bien hecha y enfocada para los niños.

    Después del MTV, el cine palomitero como fuente encultarización hasta los treinta y pico, donde ya hará no falta nada. Con pagar la hipoteca y el coche ya es suficiente.
    Y con la llegada de los hijos, a sobrevivir que ya es mucho.
    Estoy cenizo ¿verdad? pero es que vivir en el Baix Llobregat marca. O es vivir en el Estado Español. No sé, estas comarcas estan fuertemente deshumanizadas. A lo mejor sería suficiente con pedir el traslado a un pueblecito de Tarragona. Muchos días ne lo planteo. Pero ya no lo haré.

    Saludos.

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    1. Osselin: Me toca tu comentario por ciertas coincidencias y por lo que dices sobre Argentina, mi país.

      Me identifico con tu lucha con mi hijo de 13 años, no hacemos más que decirle (más vulgarmente que lo que le dices tú al tuyo), que si lo hacen todos, no importa, ya que millones de moscas comen mierda, pero a la vez temo hacerme su enemiga por creer que no lo comprendo y perjudicarlo con la presión de hacerse diferente de sus pares a una edad en la que eso pesa y marca. Estoy harta de ver como pierde su tiempo en Facebook y en los juegos en red, pero no se comunican de otro modo sus compañeros y él, ni aún propiciando salidas o encuentros como de hecho ha intentado.

      Con respecto a lo que dices del Disney Channel aquí, es cierto: también cntra mi voluntad, mi hija de ocho no se despega de ese canal, conoce a todas las "estrellas" y no somos de clase alta, no, que va. Somos asalariados remando, siempre remando, con abuelos inmigrantes de escasa escolarización y padres que pudieron estudiar y hacernos estudiar a nosotros. Lo que sí es cierto es que la clase alta es el target, entonces me pide todo lo que se publicita y le tengo que explicar que todo eso no se puede, además de que no es siquiera divertido ni edificante. Saca un buen léxico de ahí, eso sí. Pero también se hace una idea del mundo tan estúpidamente banal y artificialmente rosa que no sé de qué le servirá su riqueza lexical.

      Y con respecto a los comentaristas mediáticos y a los personajes de fútbol, hay muchos cuyo manejo del español es tristísimo aquí también. Allí tienen a unos cuantos ejemplos de los nuestros que dan cátedra en el uso de monosílabos...


      Yo siento igual que tú: que si fuera más joven y no estuvieran mis hijos y su desarraigo de por medio, me marcharía de aquí. Lo que no sé es a dónde podría ir para ser medianamente bien recibida y sentirme parte de una sociedad seria... ¿Dónde te irías tú?

      Un saludo, Osselin.

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    2. He tenido que meditar en la respuesta, Osselin. Hoy he hecho una larga caminata por la sierra del Garraf y a lo largo de los casi treinta kilómetros he tenido tiempo de pensar en un día especialmente plomizo y gris.

      Hubo un momento en mi biografía, hace unos diez años, en que me di cuenta de que me había convertido en un hombre común más. Llevaba multitud de años luchando con planteamientos idealistas en busca de la innovación y la experimentación más radical en la educación. Cuando lancé el último de mis proyectos en el instituto, y tras meses de elaboración muy intensa, me di cuenta de que estaba solo, que nadie me apoyaba entre mis compañeros y mis alumnos. La dimensión idealista de algunas generaciones en el Baix Llobregat existió. Yo lo he vivido. Pero todo se reconvirtió en vacío, en vulgaridad, en carencia de ideas o proyectos ambiciosos que apuntaran a lo más alto. Aquella aceptación de la realidad me supuso una enfermedad que me duró varios años, y he terminado reconvertido químicamente, sin capacidad ya de rebelarme y hecho un miembro del rebaño que solo tiene su blog para dar salida a su insatisfacción personal. El ambiente se ha hecho adocenado. Lo es el Baix Llobregat como bien dices pero lo es todo lo que nos rodea.

      Mis hijas son adictas a canal disney y las teleseries más tontas. A veces, no obstante, tengo la posibilidad de ver cine de calidad con mi hija pequeña. Nos gusta estar juntos, pero tenemos pocas oportunidades.

      Te mentiría si te dijera que ya me duele. El dolor fue tan intenso que no me dejaba respirar, ni vivir. Me convertí en carne de principios psicoactivos para poder soportar la realidad. En esas estamos. Me asombra el pragmatismo, el utilitarismo de las nuevas generaciones, pero yo ya estoy fuera.

      A mí me gustaría pasar un invierno en alguna cabaña en Noruega, Finlandia o Suecia. Bueno, todo un año, viendo el renacer de la vida. Pero no será posible. Entre otras cosas, la vida familiar te va laminando y convirtiendo en un hombre común más por las necesidades que uno ha de cumplir. Tal vez sean justificaciones y nada más.

      Un saludo.

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  4. Yo siempre pienso igual y mucho me muerdo la lengua para no hablar de más a veces porque no quiero ir por la vida haciéndome de enemigos comunes.

    Un día una psicóloga me dijo que mi forma de ver el mundo y la gente era muy neurótica: me explicó entonces que el pensamiento neurótico se caracteriza por creerse uno diferente al resto y ver a los demás, que saben disfrutar de lo que hay como se les da o como les viene, como seres inferiores incapaces de pensar más allá.

    Entendí que mi neurosis residía en el hecho de ser incapaz de sentirme dichosa de mi propia mediocridad y la que me rodea.

    De todos modos, el rótulo no me preocupa. No creo que sea un problema mental el ver las cosas tal como son y no lamentarse de que no vayan a cambiar porque sirven fines muy poderosos y que además necesariamente arruinen mi vida de innumerables maneras.

    Pero parece que también es muy neurótico culpabilizar al mundo, al poder, a los políticos, a los medios y a los descerebrados en masa por no sentirte uno realmente realizado y plenamente feliz sea cual fuere la realidad que le toca protagonizar.

    En fin, un comentario muy neurótico sobre una jugosa reflexión sobre un mundo que está comunmente loco...

    Un beso.

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    1. Creo, Fer, que la sociedad de masas ha ido limando la individualidad, considerada como algo nefasto, en defensa de una cierta normalidad mediocre entendida como el súmun de realización personal. ¿Para qué soñar, para qué tener ideales, si nuestros objetivos son meramente de apariencia y bienestar personal y social? Hay algo que me inquieta profundamente y es la falta de ideales que percibo entre los jóvenes a los que doy clase. Es como si ya crecieran sometidos a un gregarismo carente de grandeza. Todo lo que surge es chato, plano, común, sin ambición. A mí me ha costado una enfermedad aceptar este estado de cosas en que la única dimensión parece ser el centro comercial y los estadios de fútbol. He vivido educando a generaciones mucho más idealistas que las que surgen ahora que no lo son nada en absoluto. Pero puede que sea una percepción anómala mía. No sé. Apuntar al hombre común no deja de ser una cierta manera de salirse del tiesto y creerse dotado de atributos especiales, que no sé si son reales o son imaginaciones mías. Un beso, y gracias por tu comentario neurótico.

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  5. El hombre común, además, ejerce de serlo y suele despreciar a quien no lo es.

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  6. Interesantes puntos de vista voy leyendo.
    Yo , Fer, creo que me iría un tiempo a un pais nórdico. Allí echaría tanto de menos mi país que al volver ya aguantaría su vulgaridad. ¡Somos así de contradictorios! Podría pasar de 4 a 6 años. No creo que más.
    Me encantaría ir a Boston donde ya viví muy agradablemente.

    Con respecto a que los que no nos consideramos del todo realizados solemos cargar una gran parte de culpa en los demás, suele pasar.
    Yo he llegado muy lejos para de lo que mí se esperaba pero muy cerca para lo que yo esperaba de mí mismo. No culpo a los demás, pero no soporto la vulgaridad general. Hoy en día exigir la normalidad es ser snob e incluso raro.

    Pedro Ojeda, el hombre "autoconsiderado" normal ( y que en realidad no lo es) suele despreciar a los demás. El hombre normal (y que en realidad pasa por anormal) no suele despreciar a los demás pero hoy en día es visto como un bicho raro.

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  7. Gracias, Osselin, por tus respuestas. Este intercambio suma y significa algo valioso para mí, por lo cual también le agradezco al dueño de casa, que nos brinda abiertamente la posibilidad de interactuar.

    ¡Gracias, señores míos!

    Un cordial saludo.

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  8. Creo que ese sistema educativo ya se estableció hace décadas, Joselu. Es el más adecuado a la masificación alienante de nuestras portentosas sociedades, en la creencia de que todo se hace por ellas y nada es posible sin su consentimiento.

    Brillante exposición del trasunto que no ha dejado de ser un clásico a lo largo de la Historia, y cuyo exponente más representativo me viene ahora a la cabeza: El hombre mediocre, de Ingenieros.

    Un abrazo.

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    1. No conocía el texto de José Ingenieros. Lo he descargado, es de libre descarga en pdf, y lo leeré. Dice sobre el hombre mediocre: El hombre mediocre es una sombra proyectada por la sociedad; es por esencia imitativo y está perfectamente adaptado para vivir en rebaño, reflejando las rutinas, prejuicios y dogmatismos reconocidamente útiles para la domesticidad. Así como el inferior hereda el "alma de la especie", el mediocre adquiere el "alma de la sociedad". Su característica es imitar a cuantos le rodean : pensar con cabeza ajena y ser incapaz de formarse ideales propios.

      Un abrazo, y gracias.

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  9. Joselu, si realmente el prototipo del hombre medio español es el que se asoma a las televisiones, el que llena de estupideces los chats y similares, el que vota en masa al PP, tenemos un serio problema, como bien estamos viendo. ¿Hay alternativa? Por supuesto, pero no es fácil. Deberíamos empezar por cambiar el sistema eductivo, fíjate qué importantes somos, apenas estrenado el nuevo gabinete ya meten mano en nuestros asuntos,en nuestras aulas, nuestros libros, las oposiciones... ¿Que propagan mentiras descomunales? Y a quién le importa, suponiendo que sepa de qué hablan. ¿O es que alguien, aparte de los docentes, se ha tomado la molestia de echar siquiera un vistazo a un libro de texto de Educación para la Ciudadanía? Me temo que muchos hacen con esto lo mismo que los malos estudiantes: hablan de oídas igual que otros se limitan a repetir el resumen de un libro sin haberlo leído. A nadie le interesa un pueblo culto y crítico, es una constante a lo largo de la Historia. Es muy fácil manipular a millones de personas, crear su opinión, forjar sus gustos: dales lo más fácil y zafio, que no piensen, que no critiquen. Repite una y otra vez la misma mentira hasta que se convierta en verdad. Fabrica falsos héroes, ídolos de plástico, líderes insulsos (qué tristísimo y aburrido parece siempre Rajoy, válgame el cielo...) ¿Puede alguien aspirar a ser como él? O, en otro sentido, ¿quién no quiere parecerse a Lady Gaga, o a Madonna, o a Belén Esteban? ¿Son realmente modelos dignos de imitar? Para muchos sí, sin duda. ¿Es eso lo que queremos para nuestros hijos, para nuestros alumnos? Rotundamente, no. ¿Cómo escapar de tanta bazofia? Difícil, muy difícil... Hace años que se cargaron la diversidad del ocio: han creado enormes centros comerciales clónicos a los que acudimos como borregos para estar a su merced. Vayas donde vayas encuentras las mismas tiendas, las mismas películas en los cines, los mismos restaurantes... Es una labor titánica buscar algo diferente. Convéncete: somos comunes, aburridos, previsibles, manejables... Sólo podemos escapar a la mediocridad siendo críticos y medianamente inteligentes. Menos mal que aún tenemos los blogs, auténticas ventanas abiertas a otra realidad que muestran otros mundos, otras verdades.
    Un fuerte abrazo, colega.

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    1. Gracias, Yolanda, pues has entendido bien lo que se desprendía de mi post, y es que la inmensa mayoría participamos de esa estupidez general, de ese adocenamiento, de esa mediocridad apabullante. Vivimos en una sociedad plana, diseñada por los medios de comunicación y la expresión de la ideología consumista en hábiles dosis nos es inyectada permanentemente. Nos hemos acostumbrado a vivir sin ideales, en un universo mediático totalmente chato y carente de relieve. La mayoría somos hombres comunes, yo el primero. A veces queda algo de insatisfacción en nuestra ventana abierta al mundo donde otras personas pueden prestar atención a nuestras razones o a nuestro llanto matizado por la contención. Un abrazo, colega.

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  10. En un hermoso artículo que publicó Haro Tecglen en el País, "El hombre de la calle", se echaba de menos, precisamente, lo contrario de lo que tú señalas. Frente al homogeneo homo estadisticus, él añoraba los tiempos en los que a los políticos les bastaban dos o tres conversaciones espontáneas con "hombres de la calle" para "pulsar" la opinión de un país. Ya no existe aquel hombre de la calle. Ya no hay un hombre ordinario (en el sentido inglés de la palabra). La prensa, siguiendo el modelo usamericano, le "da la voz" a los afectados individualmente para construir la opinión general e incluso un análisis total del suceso. Se nos baila el agua de lo importante que son nuestras opiniones -nuestros arrebatos, en realidad- para después hacernos lo que les dé la gana. Nunca he tenido mucha confianza en el éxito de la educación, quizá porque la educación franquista pensaba también que podría modelar a los alumnos para ser sumisos al ordeno y mando militar de la España franquista y uno mismo es un ejemplo de su fracaso, del mismo modo que los jóvenes neofascistas son el fracaso de nuestro modelo ultrapermisivo. Dejemos que la escuela haga lo que pueda y agradezcamos una reforma laboral que le va a dar sentido a tantos esfuerzos opositores. A ese hombre "común", yo lo bautizo "vulgar", pero en el fondo hablamos del mismo. De lo que se trata es de hallar nuestra "comunidad", en la que podamos volver a ser el hombre común que no se avergüenza de sus semejantes. Este blog forma parte de esa geografía humana por la que consuela pasear.

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  11. Pero hombre Joselu! Como vas al Garraf (que está junto a mi casa) y no me avisas?
    Aunque este fin de semana largo he estado (bueno todavía estoy) en un pueblecito de Tarragona, donde estamos a 23º (en casa) sin calefacción

    Con respecto a tu paso por el desencanto y tu afectación física, pues yo llevo dos crisis de ansiedad en año y medio pero creo que me he curado (eso nunca se sabe hasta que no inventen un tester para el subconsciente). De momento he conseguido huir del Diazepan. Series de seis días de valeriana y de espino blanco me dejan bastante bien.
    Creo que me he curado pero al precio de asumir una céntesima parte de lo que representa la parte detestable de un funcionario. Para mi una centésima parte del asco que me da el funcionario típico (como muchos de mis compañeros son) es tolerable. No sé si podría con dos centésimas.
    Me han ayudado mucho mis compañeros y compañeras vocacionales. Muchísimo.
    Los vocacionales acabamos todos en nuestra propia isla. Un isla cuidada y hermosa que nos aleja de la podredumbre del continente funcionarial típico. pero, a veces, según como sople el viento algo nos llega siempre. Estoy aprendiendo a taparme la nariz y mirar hacia otro lado.
    Cuando elhedor es insoportable me voy a visitar las islas de mis colegas vocacionales, tomamos un café hasta que el hedor amaina y a seguir tirando.
    Como ya te dije hace unos días, el amor de mis alumnos también me salva. Me pasa una cosa por la calle que me encanta: yo que soy de natural abstraído a veces no saludo ni a mi padre, porque ni lo veo, mis alumnos, que lo saben, me reclaman el saludo por la calle, llamándome incluso desde varios metros de distancia.
    Eso no tiene precio.

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    1. Pues sí, Josep, fui caminando desde Cornellà a Begues, pero tomé la decisión el sábado y consideré que no había tiempo para arreglar un encuentro. Estuve un par de horas en ese paseo recoleto frente al Sport leyendo el periódico y tomando una cerveza bien ganada por el esfuerzo y el madrugón. Mi gps me llevó desde Cornellà primero y luego desde Bruguers subiendo por el castillo de Eramprunyà. Te prometo que la próxima ocasión lo planeraré con más tiempo. Además se combina con que estás fuera disfrutando de este fin de semana ampliado por el lunes de carnaval.

      Soy tan imperfecto, Josep, que no me atrevo a enjuiciar a ninguno de mis compañeros. Los hay más vocacionales y menos. Les supongo la pasión, no sé qué pasa con ellos dentro del aula. Hubo un tiempo en que sí me consideraba diferente, pero ahora no. Si algo he ganado con la crisis profunda de mi vocación es la sensación de verme afectado por los mismos males que cabría reprochar a otros muchos. El hombre común ha dominado el planeta y nuestra sociedad. Esto hubo un tiempo en que me causaba dolor, como te dije en mi anterior comentario. Ahora no sé. Es significativo ese afecto que te prodigan tus alumnos. Esa, como bien dices, es una de las razones esenciales de nuestra tarea, y sentir ese aprecio calienta el corazón. Y no tiene precio.

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  12. Fíjate JOSELU,

    te estaba leyendo y aunque es totalmente cierto lo que dices, a mi este hombre “común” que más que común diría “oveja”, no me asusta, casi toda la gente que se apunta al carro de la lapidación genérica, a aborregarse bebiendo cerveza mientras bocifera porque su equipo pierde o ante las tertulias despellejadoras de todo lo que se mueve, por separado, son absolutamente inofensivo, cobardes sin capacidad de reacción, de hecho creo que funciona así, porque se le han solidificado las neuronas de no usarlas y actúa como los monos, por imitación... compra por imitación, habla y vive imitando... no, este tipo de gente, es pobre gente, nada más... justo por eso interesan al poder, masa informes fácilmente manipulables.
    No, esta gente aun queriendo no hacen daño, a mi me asusta la gente con capacidad de hacer daño, la que se desmarca de esta masa por su supuesta capacidad intelectual y se cree con derecho a machacar o a estas ovejas, pobre ovejas al fin, a las que criticará sin piedad, creyéndose superior a ellas o por el contrario, a los diferentes que no encajan es su mente cuadriculada, porque estos de los que hablo, con toda su intelectualidad a cuestas, también tienen cuadrículas en el cerebro y por ello son muchísimo peores. Argumentan bajo premisas autoaprendidas, critican y condenan igual, sin saber el fondo de casi nada, pero de una forma muchísimo más dañina, desde un resentimiento que les come vivos.

    Ojalá, ya que a veces trasmitir conocimientos es difícil, ojalá se pudiera inocular bondad en la gente, porque un ignorante bueno, puede que sea adocenado, pero no hará daño jamás. Así que en le peor de los casos, mejor fabricar bobos, que malos. Entre un bobo y un malo, me quedo con el bobo JOSELU:-)


    Un beso grande y feliz noche.

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    1. No sé si estoy muy de acuerdo con lo que expones. Divides la sociedad entre unos bobos descerebrados, acomodaticios, aborregados, incapaces de hacer daño y otros que desde su supuesta potencia intelectual reivindican una superioridad moral sobre esa masa aborregada a la que desprecian. Si ese fuera el panorama real, María, no dudaría en darte la razón, pero pienso en la masa media americana votante del partido republicano, racista, que odia todo lo social, que desprecia a los inmigrantes, que cree en la supremacía de esa masa media blanca del granjero de Arkansas, que defiende con pasión la posesión y el uso de armas de fuego, que odia a los demócratas y el socialismo, que vota por el Tea Party, y que son bebedores de cerveza. En frente tienes al votante neoyorquino, demócrata, intelectual, liberal, judío, inquieto, que desprecia a esa América profunda porque cree en otros valores sociales y políticos más abiertos, y que votó a Obama, le gusta Woody Allen y es de formación intelectual.

      ¿Tan inofensivos ves a los primeros que son solamente bobos y aborregados? ¿O son el respaldo de políticas claramente reaccionarias y racistas? En el hombre bobo que caracterizas hay también mucho veneno y mucho resentimiento, solo hay que ver la política americana y la política española que no es muy diferente.

      Y María, cuando escribí este post pensé en ti especialmente y sabía que ibas a ser muy crítica con lo que se expone y tal vez con lo que otros escriben. Has sido vitriólica, pero me pregunto si no es consustancial al hombre digno el alejarse de la masa y vivir su propia individualidad tal vez distante y orgullosa. Porque haya un millón de moscas que coman lo que te imaginas ¿eso supone que haya que comerla también? A veces la individualidad va unida a un intenso dolor personal.

      Hay numerosas películas que representan a la masa en algunos western como una cuadrilla de hombres buenos (¿Y bobos?) que salen en manada a buscar al delincuente al que posteriormente se ahorca por la ley de Lynch. ¿Son tan inocuos los hombres bobos? La venganza social es la voz mayoritaria que surge y frente a ella son individualidades los que tratan de hacer razonar, cometiendo el error de sentirse diferentes.

      No sé, no sé, a quién votarías en unas elecciones americanas si se presentara Sarah Pallin frente a Obama.

      Un beso también grande y feliz día.

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  13. He leído el post (no he leído los comentarios). Supongo que el final es irónico. Me hubiera gustado ser yo su autor. No lo digo con ironía. Lo digo con admiración. Está muy bien. El único problema es que cuando lo leía -y te lo digo con respeto y no para fastidiar- me parecía que se podía aplicar al post sobre el Tribunal Supremo que escribiste hace días.

    Cuando dices
    "Todo el mundo tiene opiniones acerca de todo y el ciudadano corriente es capaz de interpretar el mundo y la realidad en tres plumazos, y, en consecuencia, exponer juicios sesgados y demoledores sea contra la Iglesia..." y citas un montón de asuntos... yo aquí hubiera añadido "El Tribunal Supremo". Y hubiera puesto un enlace a tu frase de que el Tribunal Supremo es una mafia porque siete jueces han dictado una sentencia unánime contra otro juez.
    .......

    Y en respuesta a mi comentario en aquel post y al enlace que hacías a readmisión de un juez que recibió dinero me llena de zozobra. Desde luego no me lo explico. Quizás existan razones pero a mí como hombre común que también yo lo soy me cuesta entender semejantes hechos. Si yo tuviera que opinar en una conversación diría que me parece un disparate. Eso sí, dejaría bien claro que quizás haya razones que se me escapen.

    ...............
    Enhobuena por este post y por tu blog en general aunque estemos en ángulos diametralmente opuestos al tratar algunos asuntos.

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