Páginas vistas desde Diciembre de 2005




jueves, 19 de mayo de 2011

#spanishrevolution


Yo me pregunto si los hombres saben reconocer cuando la historia pasa a su lado, si los europeos de 1914 se dieron cuenta de que la muerte del archiduque austriaco en un atentado en Sarajevo iba a cambiar el destino de Europa. Me temo que no. La historia es extraña. A veces parece que se remansa y que no pasa nada, hasta que un día  estalla en función de fuerzas telúricas del subsuelo. 

Hemos vivido en las últimas dos décadas años bobos. Lo he constatado en mi relación con mis alumnos. Se nos dice que la democracia es importantísima pero aburrida. Así ha sido. Tras los años burbujeantes de la transición vino la década prodigiosa de los años ochenta, pero los noventa avanzados produjeron una sociedad boba, que se acentuó con la llegada del nuevo milenio. La estulticia general no es percibida por la generalidad de la población. Vive a gusto en ella, piensa que es la normalidad sobre todo si se puede consumir alegremente y la economía parece discurrir entre pequeñas crisis pasajeras que no impiden el tren de vida desenfadado. Sin embargo, en madrigueras subterráneas, debajo del bienestar y la imbecilidad generalizada, el mundo sigue transformándose y tienden a aflorar las tensiones que amenazan la estabilidad de un modo de vida. Para el que haya estado al corriente de la prensa en los últimos veinte años no hace falta que le dé datos concretos. Esto es para los que han vivido intensamente el tiempo que les ha tocado vivir. No podía ser que nosotros viviéramos tan bien y el mundo que nos rodeaba se cayera a pedazos en la miseria. Pero nosotros vivíamos en los mundos de Yupi y nuestros estudiantes pedían más cerveza y menos policía, y los profesores se adecuaban al modelo dominante renunciando a sus ideales. Esto era imprescindible: renunciar a los ideales. Los ideales son dañinos, son una trampa, son un simulacro, sólo llevan a catástrofes sociales. Pero sin ideales nos morimos de asco en la caverna. Así he visto durante quince años morirse de asco a mis alumnos, sin ansiar nada, sin esperar nada salvo saberse colocar, tener coche y tener fines de semana de juerga placentera. Yo suspiraba para mis adentros que aquello no era posible. Un día lo charlé con el poeta Joan Brossa antes de morir. Él auguró que esos años bobos, de imbecilidad pura, llegarían a su fin. Hemos vivido en ellos sin inquietarnos. La inquietud existencial ya parecía haber pasado con la muerte de los existencialistas del pasado. Y el sentido de nuestro mundo parecía revelarse en forma de tarjeta rectangular VISA o MASTERCARD. Guardamos y archivamos los ideales en un cajón del pasado, escondimos las utopías y nuestros deseos de cambiar el mundo. ¿Para qué cambiar el mundo si en él nos va tan bien? Mejor no moverse.

Pero, amigos, todo ha cambiado, y las fuerzas ocultas han emergido en una secuencia sorprendente. La crisis es un estado más profundo del que hubiéramos llegado a pensar. Es el estado espiritual de nuestro ser tras décadas de impotencia y frustración aunque sobradamente colmado de todo lo material. Pero la poesía y la utopía en estos días vuelve a emerger en la Puerta del Sol de Madrid con una fuerza inusitada. ¿Un nuevo Tahrir? Los jóvenes se reúnen con los viejos y quieren darle una patada al sistema depredador. Se juntan José Luis Sampedro y Stephane Hessel con los veinteañeros sin futuro. Y la combinación es letal. El mundo no podrá volver a ser el mismo. Es como si hubiéramos despertado. No se trata sólo de conseguir volver de nuevo al consumismo. No, hace falta toda una revisión de nuestra forma de estar en el mundo y entender a las fuerzas del capital que se articulan en los anónimos mercados. La guerra es económica y espiritual porque implica valores éticos profundos. En el mundo somos siete mil millones. No puede ser que una minoría especuladora y financiera maneje los destinos de miles de millones jugando con el precio de los alimentos básicos, echando a la calle a los desahuciados del sistema. Alguien ingenuo llama antisistema a los que se manifiestan en Madrid y otras ciudades españolas, pero es que no podemos ser de otra manera. Toda época ha tenido su revolución. Tal vez ha llegado el tiempo de la nuestra. Que los jóvenes se reúnan en Tahrir, perdón en la Puerta del Sol, a discutir en asambleas sobre el presente o el futuro puede ser visto como un vulgar remedo del mayo del 68, pero la mayoría que participan allí no tienen la más mínima relación con lo que fue aquello. Yo tampoco. Pero viejas consignas vuelven a ser coreadas. Sólo los tontos como Vicente Verdú y Quim Monzó piensan que esto es una tontería. Los más intuitivos se dan cuenta de que algo está pasando, que era imposible que no pasara, y que para bien y para mal, ha llegado la hora. Las cosas no volverán a ser como antes. No sé qué respuesta dará el sistema político pero lo tendrá mal si esta #spanishrevolution logra sobrepasar fronteras y se convierte en una #europeanrevolution. Tal vez la historia esté llamando a nuestra puerta y sigamos ensimismados en nuestra manzana o en el espejo de los sueños.

Lo que es necesario tarde o temprano se hace realidad. Y puede que con una potencia inimaginable.

Salud. Aquí tenéis un vídeo en que aparece José Luis Sampedro. Da gusto oírle. 

http://youtu.be/LOmh3jcV28g

32 comentarios :

  1. No hay mayor ciego que quien no quiere ver. Ojalá esta sea la mecha que prenda en la conciencia de una sociedad adormecida y sin conciencia de clase.
    Es posible que, pasado el tiempo, esta no sea más otra vuelta de tuerca del sistema. Y eso qué importa.
    El mundo no va a cambiar pero se puede mejorar. Porque se avanza con la acción y con el entusiasmo que da alcanzar los sueños.
    Soy pesimista pero esta borrachera de utopía no me la pierdo. Me niego a ser un agorero o un seudo intelectual interesado en defender las comodidades del sistema.
    Además me siente corresponsable, cuanto no cómplice de sus reivindicaciones, después de criticar a los jóvenes por su indolencia.
    Como dice uno de sus eslóganes: si no nos dejan soñar, no les dejaremos dormir.
    Lo que más me sorprende es lo poco que se enteran los políticos que está pasando. A pesar de que como dices la historia pasa por su lado y que sé que el sistema lo autofagocita todo.

    ResponderEliminar
  2. Yo me sigo manteniendo a la expectativa, quiero ver los resultados y adonde lleva esto. Pero resulta muy interesante, estoy enganchado a los tweet y a la prensa en internet.

    Como le dije a un amigo: espero que se cumplan tus sueños.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Joselu, me admira y asombra la capacidad que tienes para analizar la realidad y escribir con tanta fluidez y claridad. Maravilloso Sampedro, como siempre. Qué mente tan lúcida a sus años, qué ejemplo para tantos... ¿Realmente va a cambiar algo? No sé, pero al menos hay un cierto movimiento de rebeldía, que ya es mucho, tras años y años de bienestar que nos han acorchado y adormecido. La vida no se para, dice Sampedro, y los banqueros se han creído que son inmortales.
    Te preguntas si alguien fue capaz de imaginar lo que ocurriría tras aquel fatídico 1914. ¿Y los que iniciaron la Revolución Francesa, o la Rusa, o la guerra de Secesión, o nuestra Guerra Civil? Todas, y muchas más, costaron sangre y vidas, muchas vidas. Cuando se desatan los demonios nadie puede pararlos. Nada es gratuito ni sucede porque sí, pero nadie puede prever qué rumbo tomarán los acontecimientos. Ojalá sea pacífico, lo último que necesitamos es más desorden y más víctimas, y si el Poder se ve realmente en peligro hará cualquier cosa para perpetuarse, a costa de los mismos, claro, los curritos de a pie, los ciudadanos que mantenemos con nuestros impuestos un sistema lleno de chorizos sin escrúpulos que sólo buscan su beneficio y encima piden que les votemos para tener cobertura legal para seguir haciendo de las suyas. Iré a votar, supongo, con muy poca fe, pero al menos haré oír mi miserable voz. ¿Servirá de algo? Ningún partido me convence, desde luego. Nadie dice lo que quiero escuchar, y si ni siquiera lo dicen podemos imaginar lo que (no) harán. Desolador... ¿Más poder a los del pajarraco azul? Tiemblo sólo de pensarlo... Aquí en Madrid parecen haber plantado sus reales por los siglos de los siglos, qué horror, qué forma de desmantelar todo lo público...
    Un fuerte abrazo, colega.

    ResponderEliminar
  4. Sampedro debería vivir otros 100 años.
    El poder de la gente, el poder humano debe vencer al poder económico.
    El mercado para los mercaderes, la democracia para el pueblo...

    ResponderEliminar
  5. Leí el otro día la historia de un matemático que encontró la forma de ganar a no se que juego de cartas en los casinos. Con el apoyo de un gangster se hizo millonario, y el siguiente paso fueron los llamados "mercados", derivados y cosas complicadas que yo no entiendo. Después yo coincidí con otro matemático que dejó el tema de investigación, en ciencias, en el que trabajabamos los dos, para irse a forrar en este asunto de los mercados. Pero en resumen: la gente va a la bolsa como quien va a un casino, y apuestan a que Grecia reventará. Cuanto más gente hace la apuesta, más probable es que suceda. Contra esto no hay defensa posible, por que no tiene nada que ver con la realidad. Lo que hay que hacer es REGULAR aunque sea un poco ese movimiento absurdo de capitales, lastrarlo un poco para que estas indecencias no sean rentables. Y esto podría hacerse si se logra que haya un consenso suficiente.

    ResponderEliminar
  6. Creo que fue aquí en tu casa, cuando hace unas semanas dije que las revoluciones que habían empezado a en Túnez llegarían a Europa. Erré en el donde, yo pensaba en Grecia y nos ha saltado en el salón de Casa, donde las grandes celebraciones.
    Curiosamente piden cosas que otros hemos pedido en otros foros y son bastante lógicas y mal se verá la clase política si no ve esa realidad.
    Sabemos que la ellos, la clase política, no vive la misma realidad que el común de los mortales, pero en esta ocasión les va en ello el negocio. Anoche me quedé un rato viendo "algún Canal de Tv" y en los contrarios al Gobierno, la cosa estaba clara, estos son votantes de izquierdas y le pasarían factura al PSOE y a Zapatero. En las Tv, más cercanas al Gobierno, el enfoque, aún habiendo alguno que mantenía la tesis contraria, la corriente principal era opinar sobre la independencia del movimiento. La verdad que hay que estar muy ciego para no ver más allá de tus intereses inmediatos y anoche vi mucho de eso. Por mi parte espero que el movimiento perdure y derrumbe lo que tenga que derrumbar.

    ResponderEliminar
  7. Ya era hora de despertar. El momento ha llegado. Ahora, debemos decir si formamos parte de esto o nos quedamos atras. La elección es sólo nuestra.

    ResponderEliminar
  8. Francisco, he estado una horas con los concentrados en Barcelona lo que me ha llevado a valorar de forma diferente lo que está sucediendo. El combate es muy desigual. Se enfrenta la totalidad del sistema a una porción del pueblo que sólo tiene rotuladores, tiendas de campaña, algún megáfono e infinita buena voluntad. Allí se juntan todas las edades especialmente jóvenes y personas maduras. Es emocionante ver este intento de humanización respetuosa de la acción política para que baje a la calle, que esté con la gente común... pero veo que no tiene solución de continuidad. Nunca podrán competir con los políticos profesionales ni con el sistema establecido basado en los reglamentos. Esta acción espontánea es de una belleza tal que recomiendo a los escépticos que se paseen por las plazas correspondientes y vean a la gente común ejercer con dignidad de parlamento popular. No tiene futuro, pero qué hermoso intento he observado.

    ResponderEliminar
  9. José Antonio Cabrera, al menos no se podrá decir que no lo hayamos intentado. Lo curioso del asunto es que la reflexión mayoritaria de la gente es que pese a todo hay que votar. El problema es a quién y con qué objeto. Yo no lo tengo claro. No votar al PSOE es darle en bandeja todo al PP que se frota las manos con esta ocupación de las plazas que ve como un problema interno del PSOE. Sus votos están asegurados, la izquierda es más complicada y contradictoria. Ser de derecha es simple, extremadamente simple.

    ResponderEliminar
  10. Yolanda, las perspectivas son, como tú dices, poco a nada halagüeñas. Esto es un sueño enfrentado al murallón de la máquina del PP. La gente de izquierda tenemos dudas lo que hace que no seamos eficaces. Si recordamos el periodo republicano, estuvo preñado de enfrentamientos intestinos entre el campo progresista o revolucionario. Las contradicciones dentro de este lado eran mucho mayores que las que había en el otro que tenían claro que lo que querían era Ley, Orden y Propiedad. He visto mucho idealismo. Me gustaría coincidir con José Luis Sampedro en su análisis, pero hoy, después de visitar el campamento en Barcelona, soy más pesimista porque soy consciente de que la lucha es totalmente desigual, y, sin duda, van a ganar los del pajarraco, sin merecerlo, pero ganarán. Y la única opción de minimizarlo es votar a quien no queremos votar. Un mar de dudas. Un abrazo, colega.

    ResponderEliminar
  11. Joselu: yo me encuentro entusiasmada ante este pacífico movimiento, que para mí no es político, donde la gente dice verdades como puños. Dicen todo lo que yo pienso y me gusta. Es imposible que esto no deje un poso en la sociedad. Yo sé, lo sé, lo intuyo, que va a haber un cambio y muy grande en todas las esferas y es posible que el 15M sea el principio del fin de algo que no queremos seguir viviendo.
    Has hecho un magnífico análisis de la situación y aun cuando es verdad que hemos vivido años bobos, han sido estos últimos 20 años los que me han hecho llegar a ver las cosas como las veo ahora.
    Yo no sé si voy a ganar o a perder si todo esto va para adelante pero lo que si que se es que no quiero vivir con tanta basura en la calle.
    Lola

    ResponderEliminar
  12. Todo es cuestión de tiempo. Todo caerá como fruta madura. El presente se hace Historia. Y los políticos son los espectadores privilegiados, que asisten como convidados de piedra a este cambio...
    ¡Ya era hora!

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Joselu no nos derrotemos antes de perder la batalla. Echo en falta el pronunciamiento de los intelectuales y pregunto dónde están sus voces. No hay que quedarse al margen y disfrutar del momento. Es hermoso muy hermoso, como bien señalas, escuchar un discurso diferente al establecido y que los políticos vean a la gente en la calle, de donde les quieren echar como si fuera de ellos. Insisto en que estas cosas se saben cómo empiezan, no como terminan. Y veo a mucha gente descolocada con lo que está ocurriendo.

    ResponderEliminar
  14. Bueno, Joselu, del dicho al hecho ha mediado el trecho del contacto, del conocimiento en vivo. Es humano proyectar los ideales en quienes parece que, esta vez sí, le van a dar una patada a los mercados donde más les duele, pero después la realidad acaba imponiéndose por sus pasitos contados y los mercados harán su agosto incluso con esos ideales; del mismo modo que la política de la que ahora reniegan les abrirá a muchos sus puertas para fagocitarlos. Ignorar el poderoso impacto de acciones sencillas es de necios, en efecto, porque ahí está el insigne ejemplo de Rosa Parks; pero creer que en cualquier brote reivindicativo está el germen de la gran revlución también lo es. Con todo, espero que lo que acabe extendiéndose entre los votantes sea la convicción de que ha de participarse más en la vda política para poder transformarla, que vivir la democracia no depende de ninguna estructura estatal que se imponga, sino de la jerarquía que nosotros establezcamos en nuestros intereses vitales. La vía de la acción directa interpela de forma impactante, sin duda, pero la inevitable ambigüedad y vaguedad de las revindicaciones acaba desengañando a los más enntusiastas. Ahora bien, que surja un movimiento que quiera crear el paradójico Partido Abstencionista para interpelar nuestra estructura democrática, de modo que incluso tenga que irse a la convocatoria de cortes constituyentes, porque, en unas elecciones generales, ese PA ha salido ganador sin que tenga ningún diputado, eso es harina de otro costal. Quizás, en esta realidad diseñada por los mercados, ciertos tipos de vida que no privilegien el consumo como identidad individual serían más letales y eficaces.
    Con todo, el fuerte aroma de simulacro que tiene el movimiento me sigue impidiendo adherirme con la ingenuidad que lamento, sinceramente, haber perdido. Lo que no he perdido son las utopías y los ideales, y el amor al rigor conceptual. Como tú, Joselu, también educo, y yo insisto sobre todas las cosas en la necesidad que han de sentir mis alumnos de juzgar desde el rigor, no desde la demagogiia ni desde la ignorancia. Sí, se requiere saber y valor para criticar y para convencer con esas críticas. Sapere aude, fue la divisa ilustrada por excelencia. Para las lamentaciones, recomiendo la Biblia.
    Nota. El discurso sobre la democracia sin apellidos de Esperanza Aguirre lo tomó literalmente de Arcadi Espada, aunque se calló el plagio.

    ResponderEliminar
  15. Estoy impresionada y expectante, más si cabe porque llevo, por distintos motivos, más de una semana un poco fuera de la "realidad". No sé qué alcance tendrá el movimiento, pero me maravilla el despertar y las ganas de sacudirse la apatía que demuestran los "indignados" de toda España. El "sistema" hace aguas, se resquebraja. Yo también quiero una democracia real, y hay que estar alerta, por si aparece algún "salvador" de estos milagrosos que se aprovechan del descontento generalizado. Pero, por lo que veo, las protestas se caracterizan por lo heterogéno de sus componentes; en Sol -es lo que tengo más cerca- no se deja que nadie "abandere" la acampada. ¿Qué pasará el día 23? ¿Qué consecuencias tendrá en las elecciones? ¿Tendrá comtinuidad? Aún muchas incógnitas, pero, de momento, me siento feliz. Un fuerte abrazo, Joselu.

    ResponderEliminar
  16. No sé qué deparará el futuro, pero durante unos días he recuperado la fe en él. También ha resucitado mi confianza en la juventud que, pese a la mengua sufrida en los últimos años, aparece con un nuevo esplendor.
    A ver si hay suerte...

    ResponderEliminar
  17. "La revolución estaba en nuestros corazones y ahora vuela libre por las calles".

    Asisto expectante y emocionada a los acontecimientos que vivimos estos días. Blogs y redes están detrás de esta toma de conciencia. Ayer este artículo fue compartido en mi centro de trabajo porque muchos suscribimos palabra por palabra tu sentir.
    Me encantó escuchar una vez más a José Luis Sampedro. Necesitamos referentes éticos como él. El mundo tiene necesariamente que ser humanista en el amplio sentido del término.
    Estas últimas semanas he estado comentando "El tragaluz" con mis alumnos. También Buero Vallejo desde donde esté estará sonriendo.

    ResponderEliminar
  18. La historia es cíclica JOSELU,
    por más que lo repitamos, se nos olvida siempre. A épocas de relativa calma y aparente apatía acomodaticia, le siguen otras convulsas, fruto del hastío que provoca ver que las cosas no van como debieran. El devenir de la humanidad, es como un ser orgánico que pasa sus fases y hay que asumirlas como tales, unas traen como consecuencias las otras, no se puede saltar ninguna, ni renegar de ninguna, hay que pasarlas todas. No se puede pretender que un niño, reaccione o piense como un adulto, ni que un anciano tenga la energía de un niño...No creo que unas sean mejores ni peores, todas, a poco que sepamos mirar con objetividad tienen como todo, su parte positiva y su parte negativa, quizá debiéramos meternos en la cabeza de una vez por todas, que nunca nada es tan negro como parece, ni tan luminoso como queremos que sea...
    La desidia es tan mala, como el exceso de energía incontrolada. Nunca nuestros jóvenes fueron tan bobos como a veces les hemos visto, ni tampoco tan maravillosos como ahora los vemos... siempre ha habido de todo, nuestra percepción de las cosas siempre es subjetiva y quizá esa subjetividad y esa incapacidad de abstracción es la que nos ciega para ver el color real de las cosas, de las personas y de lo que realmente ocurre a nuestro alrededor.
    Dicho todo esto, soy la primera en disfrutar viendo esperanzada que las cosas empiezan a moverse, que los ideales de antaño vuelven a importar y que la gente siente que merece la pena mojarse y que hay que poner freno a muchas cosas que se nos han desmandado. Sólo espero y deseo que se muevan con cordura, sin manipulación por parte de nadie y que por una vez mantengamos la calma suficiente, para que lo que parece que está comenzando a suceder, vaya por donde debe y no nos ocurra como tantas veces, que o todo se queda en nada, o se nos va de las manos.

    Me encanta SAMPEDRO. Ojalá alguien como él, se pusiera al frente de todo este movimiento. Se echa de menos a las grandes cabezas de este país tirando por las riendas de lo que sucede...al menos a mi, me daría mucha confianza y la tranquilidad que ahora no tengo.

    Un beso muy grande y buen finde, JOSELU.

    ResponderEliminar
  19. P. Vázquez ORIENTADOR, desde luego es emocionante ver esta rebelión en las plazas que está sirviendo para que muchas personas debatan e intercambien puntos de vista sobre la crisis y los causantes de ella. Lo más estimulante de esta explosión son las ganas de explicarse, de comprender, de participar sabiendo que el sistema político es tan cerrado que no nos da ninguna opción y somos sistemáticamente ignorados y despreciados. Saludos.

    ResponderEliminar
  20. Miguel, los políticos asisten como convidados a este espectáculo y también saben que no tendrá consecuencias porque son ellos los que tienen la sarten por el mango. La izquierda se ve interpelada y no sabe qué hacer (no hará nada) porque además está a punto de perder el poder en todos los niveles (ayuntamientos, comunidades autónomas y próximamente gobierno nacional), y el PP está tan interesado en esto como Federico Trillo que hizo un gesto obsceno (acorde con su talante educado) a los manifestantes. Al PP esto se la trae al pairo. Cínicamente opina que esto es un problema interno del PSOE y que es lógica estar indignado, como si el asunto no fuera con ellos.

    ResponderEliminar
  21. Frikosal, si no me equivoco tu propuesta tiene que ver con la llamada tasa Tobin de gravamen sobre las operaciones especulativas y financieras. Para mi desolación, en estos días no he oído hablar de ella en los debates en la plazas públicas. El peligro de este movimiento es que no genere propuestas concretas y razonables. La tasa Tobin plantea muchos problemas como el de saber quién gestionaría y para qué objetivos las cantidades generadas por tal impuesto. Haría falta un organismo mundial que dirigiera su distribución. Otros más agoreros opinan que este coste del gravamen sería derivado -como siempre- a los paganos habituales. No obstante es una idea interesante que merece mayor difiusión. La impresión que me ha llegado es que los organismos financieros (bancos, cajas...) y los gobiernos son totalmente contrarios a esta tasa. Por algo será.

    ResponderEliminar
  22. Lola, me alegro de tu alegría. Estamos todos los de fantasía de cortos en las mismas coordenadas y compartimos nuestra ilusión por lo que está pasando. Esperemos que tenga perspectivas y continuidad. Un abrazo

    ResponderEliminar
  23. Keisora, desde luego la opción de este blog y el que lo suscribe es la de estar dentro, bien dentro. Saludos.

    ResponderEliminar
  24. Juan Poz, tu admirado Baltasar Gracián escribió en su Oráculo manual y el arte de la prudencia: Antes loco con todos que cuerdo a solas. Sé que puede tener diversas interpretaciones pero me acojo a la más elemental. Cuando veo a las gentes que se reúnen espontáneamente (sin atisbo ninguno de simulacro) en las plazas públicas para debatir (porque se debate y mucho por primera vez en muchos años) pienso que estoy con ellos y no con la cordura que me llevaría a pensar que todo esto es una impostura. Antes loco con todos que cuerdo a solas. Y te diré una cosa: nadie sabe cuándo algo importante comienza. En Túnez un informático en paro se inmoló como protesta y ya ves adónde ha ido a parar su gesto, tanto que las plazas españolas también se llaman Tahrir en referencia a la plaza de El Cairo donde se derribó a Mubarak. Me dirás ahora que es más difícil definir qué es lo que hay que derribar, y es cierto. Es tan difícil que es imposible. Los que van a ganar estas elecciones (en las que no sabemos qué votar o qué hacer) se escojonan vivos de estas manifestaciones. Bastante le preocupan a Camps o Federico Trillo o a Álvarez Cascos o Esperanza Aguirre y a sus millones de votantes... El ciudadano medio no tiene ninguna opción de participar en nada de la construcción de su sociedad. Me vas a decir que cuando un ciudadanos tiene que votar la Constitución Europea por ejemplo tiene alguna posibilidad de entender qué está votando y por qué, o cuando un ciudadano vota a un partido o un programa que sabemos que no se cumplirá y nadie le ofrecerá explicaciones. Los políticos son una clase social (una profesión digna tal vez) que tienen sus propias preocupaciones y dinámicas y que sólo apelan a la gente cuando necesitan su voto. Por lo demás ellos atienden exclusivamente a sus intereses. Se nos dice que si hicieran otra cosa sería populismo. Pero ¿qué pintan la gente, el pueblo, los ciudadanos en todo esto? Estas concentraciones ponen en evidencia palmaria lo que muchos sienten de la democracia (pero no hay ningún foro en que se pueda decir: y es que la democracia que tenemos es un engaño, es un simulacro y en ella el ciudadano no tiene ninguna opción de participar. Me dirás que puede meterse en un partido y empezar a medrar en él haciendo carrera y participar en infinidad de reuniones para ir subiendo y al final tener algún cargo y tal vez ir de candidato en las municipales... pero esto no está al alcance de la gente. Sé que la democracia directa es también una ilusión, pero por lo menos que quede claro tras estos días que no nos creemos el sistema democrático tal como está montado. Eso sí que es un simulacro y por primera vez decimos que el rey está desnudo. No tendrá repercusiones de ningún tipo. Ya he dicho que los que van a ganar son expertos en cinismo y desvían la cuestión sobre el PSOE, que sí es el que va a recibir todos los palos.

    Ante el dilema y la imposiblidad de lo que sostienes. Puede que todo esto sea inviable, pero estoy con Sampedro, estoy donde hubiera estado Blas de Otero y Gabriel Celaya, Beneddeti y Ernesto Sábato, estoy con los que hubiera apoyado Fernán Gómez y Ángel González. Antes loco con todos que cuerdo a solas.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  25. Ya empiezan a darle forma y me gusta el referente que se han buscado ISLANDIA

    Quizá disparan un poco alto, pero esperemos que poco a poco ajusten el visor y den en la diana...

    Quizá, debiéramos ayudarles, pero a mi no se me ocurre cómo... ¿tienes el teléfono de algunas de nuestras mentes eminentes? ¿ por qué nadie les da un toque? ¿estarán dormidos o bajo la cama aterrorizados?:-)

    Más besos, que me voy ya...

    ResponderEliminar
  26. Carlota Bloom, yo también me siento feliz. Me gustaría estar en una de esas plazas compartiendo este momento con la gente sencilla que quieren debatir, reflexionar, pensar esta democracia sometida a los intereses económicos que son los que deciden realmente. No sé si es válido lo de Democracia Real pero lo expresa bastante bien. Compartimos este momento único. Un abrazo, Carlota Bloom.

    ResponderEliminar
  27. Antonio, que un pesimista como yo, y tú un escéptico político por una vez podamos esperar juntos, es algo admirable. Me gustaría que esta ola llegara a los institutos. Agustín García Calvo es uno de los pocos intelectuales a los que he oído estos días. Defiende que los estudiantes se rebelen contra los exámenes que sólo están orientados para hacer futuros funcionarios del estado. Asimismo sostiene que renunciemos al futuro, que es un concepto financiero y del capital. No sé si estoy de acuerdo, pero sí me alegra que un pensador esté estos días inciertos y luminosos con el movimiento que ha surgido de la base de modo espontáneo. Salud.

    ResponderEliminar
  28. Esther, como decía a Antonio, echo en falta el pronunciamiento de intelectuales públicos, si es que queda alguno, sobre lo que está pasando. Almodóvar ha apoyado a los manifestantes, y García Calvo ha leído unas reflexiones, pero faltan muchos nombres que por lo que veo brillan por su ausencia. Pienso que en estos momentos hay que definirse. Lo que está pasando es totalmente inesperado y nuevo. ¿Dónde están los articulistas e intelectuales? ¿Han muerto todos? ¿Qué hubieran dicho Mario Benedetti, Ernesto Sábato, José Saramago, Buero Vallejo...? No me cabe duda, no me la cabe. Un abrazo, Esther.

    ResponderEliminar
  29. María, te veo en tus "considerandos" sumamente escéptica. Yo, como algún pensador ha dicho, llevo esperando este momento desde hace muchas décadas. No sé si es un error, no sé si es un simulacro, no sé si despierta ilusiones que se desvanecerán, no sé si le falta rigor intelectual... Sólo sé que las gentes comunes salen a la calle a charlar, a debatir, a intercambiar... que oigo en los bares a los clientes hablar con los camareros sobre los políticos que están puestos en el punto de mira y más en estos momentos de crisis profunda. Ayer estuve unas horas en una de esas plazas realizando un vídeo. Vi mucha planificación y organización, mucha ilusión, mucha gente normal queriendo hablar, muchas personas mayores que apoyaban a estos jóvenes y que hablaban y que firmaban a favor de lo que estaba pasando. Esto pasará. Espero que no nos vayamos derrotados. Es impresionante saber que, a pesar de lo que pueda parecer, hay un sustrato que permanece vivo en la izquierda, y digo la izquierda porque sé que de la derecha no se puede esperar mucho, ya tienen claro lo que quieren y les importa un ardite la corrupción de los suyos... Me enorgullece saber que todavía queda un potente rescoldo que nos lleva a hacernos preguntas y a ser capaces de rebelarnos pacíficamente frente al tinglado institucional que no tiene nada que ver con la base aunque nos quieran hacer creer que todo es del pueblo, para el pueblo y con el pueblo. La realidad es que el pueblo cuenta poco y los ciudadanos menos. Esta es la realidad profunda de la situación política. Hay muchos interrogantes en nuestro presente y más en nuestro futuro. Tiene que haber una potente línea de pensamiento de izquierda que surja de la base. No sé quién puede recoger esta línea de pensamiento. No veo a ningún partido. No puedo pensar en la nacionalista Izquierda Unida en la versión Iniciativa per Catalunya, que defiende en cada sitio un programa diferente, y que estuvo aliada con Ibarretxe en el País Vasco. No sé, hay muchas incógnitas, pero este momento cero es apasionante. Quisiera que estos días duraran mucho más tiempo, y no soy el único.
    En cuanto a Islandia es un modelo a seguir por cuanto, por lo que sé, han juzgado a los causantes de la crisis financiera, y algunos han terminado con sus huesos en la cárcel. Me dan ganas de irme a conocer Islandia. El problema es que es un país con menos habitantes que Hospitalet de Llobregat, y no puede ser, en tal caso, un referente.

    Besos, María.

    ResponderEliminar
  30. Malo, disculpa que te haya tardado en contestar. Las interpretaciones de lo que está pasando son muy diversas. Me alegra que la realidad sea tan desconcertante. Los periódicos de derecha querrían que Rubalcaba desalojara violentamente las plazas públicas para acusarle después de los disturbios y daños producidos, acusan cínicamente que lo que pasa es que el PSOE ha defraudado a sus bases como si lo que se está diciendo no les afectara a ellos sobre todo, algún sector ácrata descerebrado (llegan a serlo mucho) sostiene que todo esto es una maniobra de Rubalcaba para producir tensión antes de las elecciones como cuando la jornada de reflexión del 13 de marzo y las manifestaciones ante las sedes del PP... Lo que me entusiasma es que la gente común participa y colabora, lleva comida, discute sobre temas que habitualmente no pertenecen a la esfera habitual (la macroeconomía, los mercados, la dictadura del capital, nuestra realidad política, la postura de los políticos, la corrupción...) Sé que muchos de las cargas de profundidad van contra el PSOE e Izquierda Unida pero se las merecen. Haría falta una candidatura que recogiera esta energía, este malestar y que fuera totalmente nueva. El problema es que cuando algo se institucionaliza pierde su espíritu, las desilusiones son hijas de las mayores esperanzas. Sin embargo, siento el olor a primavera en estas ocupaciones pacíficas del ágora de las ciudades. Esto debería durar más tiempo. Es formidable. Y todavía no sabemos qué hacer mañana. Saludos.

    ResponderEliminar

Comentar en un blog es un arte en que se recrea un punto de vista razonado, emocionalmente potente.

Selección de entradas en el blog