Páginas vistas desde Diciembre de 2005




martes, 21 de diciembre de 2010

El túnel y mi iPad.

Ernesto Sábato
Lo confieso: me ha dominado el deseo, posiblemente el consumismo, tal como adelanté en algún post anterior. Llevaba meses dándole vueltas al asunto. Había visitado varios supermercados de tecnología: el Mediamark, el Fnac, El Corte Inglés. En todos ellos buscaba a algún dependiente, en horas de no demasiado público, para intercambiar con él impresiones sobre el dispositivo de Apple. No sé por qué pero en todos los almacenes que he visitado los empleados eran hombres, jóvenes y dinámicos. ¿Acaso el mundo de la tecnología atrae mucho más poderosamente a los varones que a las mujeres? Lo cierto es que yo iba con dudas de todo tipo porque en un principio partía de cero sobre la realidad y funciones del iPad. Busqué alternativas en otras marcas como Toshiba o Samsung, pero ninguna me llegó a convencer. Sus aparatos me resultaban rudimentarios al lado del increíble iPad. En alguna ocasión, tras una charla provechosa con el amable empleado que me atendió, nos despedimos con afecto, aunque yo ya sabía que no lo iba a comprar allí. He comentado mis dudas con amigos con los que he mantenido interesantes conversaciones. Uno de ellos que leyó la referencia que hice en el blog, me comentó que por fin aparecían públicamente un vicio o una debilidad míos, ya que, según parece, soy alguien que se presenta orlado de misticismo y lleno de idealismo. Mi intenso deseo tecnológico me hace bajar al terreno de los seres normales, llenos de pequeños o grandes defectos, como mi ansia por un objeto revestido de cualidades casi mágicas.

Me interesó el comentario de mi amigo. Puedo dar, sin proponérmelo, una imagen demasiado exquisita, como si fuera un ser puro y perfecto, repleto únicamente de grandes idealismos. Y la realidad no es así ni siquiera por aproximación. Todos tendemos a dar una imagen mejorada de nosotros mismos. Hay pocos hombres de una sola pieza, que no tengan contradicciones, e incluso en ellos seguro que existen los ángulos oscuros.

Tengo ya mi iPad 3G de 64 gigas. He esperado durante meses, imaginándolo, teniéndolo en mis manos en las tiendas de tecnología, buscando debates en foros de internet que me informaran sobre él, conociendo las grandes utilidades de este instrumento y también sus insuficiencias. He experimentado el deseo como hacía tiempo que no hacía. Me gustaba en momentos de tristeza o dolor, imaginarme con el aparato en mis manos como si estuviera dotado de cualidades maravillosas para conjurar el sufrimiento, y lo cierto es que llegaba a sonreírme ante cualquier pequeña o gran adversidad pensándome con mi iPad.

He comenzado incluso a leer un libro en formato digital. Concretamente El túnel de Ernesto Sábato que leí hace más de veinte años, y lo cierto es que me ha vuelto a subyugar la historia del pintor que se enamora de una mujer que observa en un cuadro un aspecto no considerado por la crítica, un detalle marginal, pero que al  pintor le demuestra que es la única que ha comprendido su obra. Siento una sensación parecida a la que sentí en 1996 cuando por primera vez navegué por internet en un cursillo de la Generalitat. Me dije con orgullo: soy internauta. En este sentido advierto que ahora ya soy lector digital, a pesar de mis reparos manifestados en este blog. He puesto la pantalla con una luminosidad tenue y de momento no me resulta fatigosa la lectura.

Ha sido admitido ya como un miembro de la familia e incluso mi hija mayor le ha puesto nombre, y es que en esta casa muchos objetos tienen su propio nombre o apodo. Nos encanta bautizar a los personajes aparentemente inertes de nuestra vida cotidiana con un apelativo afectuoso que hace que nos los incorporemos. Mi iPad se ha transformado en los dos o tres día que hace que lo tengo en un protagonista indiscutible de mi modo de entender mi relación con la tecnología.

Es un dispositivo fascinante.

Recuerdo el tiempo en que me decía a mí mismo –en los primeros tiempos de mi carrera docente- que me mantendría al margen de la rudimentaria informática que había en los años ochenta del siglo pasado.

Hoy puedo decir que mi realidad es tecnológica en buena parte de mi vida. Tal vez debería enmendar esto con ese viaje nunca llevado a cabo de varios meses vagabundeando por África. Creo que sentiría un placer igualmente intenso de poder prescindir durante ese tiempo de cualquier relación con la tecnología y volver a mi diario personal escrito manualmente con pluma estilográfica. Me atraen los extremos.

He escrito este texto con mi iPad. Lo comparto con vosotros.

Espero que no haya alguno que se diga con toda la razón del mundo. ¿Qué diablos es en realidad un iPad?

32 comentarios :

  1. ¡Que lo disfrutes!...

    Aunque sospecho que el tiempo de las caricias a tu ipad quizá haya sido mucho más gozoso que todas las aplicaciones del futuro...

    A mí me gusta ir de compras sin comprar, leer las cartas de restaurantes en los que no voy a comer y elegir cuidadosamente el menú...

    Qué delicia de estudio comparativo y de cálculo de riesgo...

    No sé por qué las mujeres nos interesamos menos por la tecnología, pero te aseguro que a algunas (¡o a muchas!) este sabor de incipiente porvenir nos recuerda a la gloria...

    ¿Y cómo se llama ese ipad?

    Te leo siempre, amigo...

    ResponderEliminar
  2. Estoy como un niño con zapatos nuevos. Y he disfrutado este tiempo de espera investigando, Jueves, sobre sus prestaciones e incluso como sortear sus limitaciones. Me pongo a leer en cualquier parte mi libro de Sábato. No dejaré mis libros de papel, pero es cierto que es otra dimensión de la lectura, que también tiene su encanto. Gracias por leerme, amiga. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Joder, ni siquiera te has esperado a los Reyes, bueno, ni a Papá Noel.

    Ah, el 96, yo también navegué por infovía y con aquellos modem.
    ¿Te acuerdas del tarifazo? ¿o no estabas aún metido en el asunto?

    ¡Oh..las vacaciones!.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. ¡Qué bonito regalo para vacaciones! Mi primer libro digital en booq fue El vino del estío, al que llegué de tu mano. Seguramente empieces una larga lista de libros en tu dispositivo. Imagino que admite formato epub, así que podremos intercambiar lecturas. De momento, si no la has leído, te ofrezco la saga de Dan Simmons Hyperion/Endymion (ya sabes mi correo).
    Un saludo y que aproveche. Felices fiestas y felices lecturas.

    ResponderEliminar
  5. Serenus, el aparato era para Nochebuena, pero por razones que no vienen al caso, hubo de adelantarse. quería aguantar a toda costa. No conocí el tarifazo o no lo recuerdo. Y sí, mañana empiezan las vacaciones. ¡Qué bien! Voy a leer todo lo que pueda.

    Antonio, no sé si admite formato e pub. De momento estoy con pdf. Podemos hacer la prueba. Te escribiré. Ahora estoy en la piscina leyendo y contestando a vuestros comentarios. He terminado El túnel y empiezo El astillero de Onetti. Todavía estoy experimentando con este aparato mágico. Un saludo de emociones compartidas.

    ResponderEliminar
  6. Hola, Joselu.

    Pues seré yo quien te diga que no sé demasiado bien qué es un Ipad 3G de 64 megas.

    Seré, supongo, dentro de unos años un viejo cascarrabias que repita que antes del mundo hipertecnológico también había vida. E incluso placentera, a ratos.

    Que lo disfrutes, en todo caso.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Me gano la vida con la informática pero para mi gusto donde esté el papel...cuestión de gustos.

    ResponderEliminar
  8. Y a mí que es un cacharro que no me atrae... será que no me paré detenidamente a observar el trasto. No sé. Pero la verdad es que no me llama la atención :/ Otros sí. Las cámaras de fotos por ejemplo. Y vi ayer una video consola en la tele (o algo parecido) que sirve para hacer ejercicio en casa. Muy curioso esto. Aunque la verdad, de trastos sé justo lo contrario que mi hermano, es decir, me sacas del ordenador, y nada de nada. Tampoco me hace falta más. No sé, paso un poco de la tecnología si lo pienso. Mientras me llegue la información de una forma u otra, el resto me sobra. Sólo es un modo diferente, supongo.
    Eso sí, te digo una cosa... una vez le pegas el bocado a la manzana, ya no quieres peras si es que puedes evitarlas. Comprobado.

    Besicos y a disfrutar de esa lectura :)

    ResponderEliminar
  9. Kikiricabra, me hace ilusión eso de leer libros digitales. Y sí ciertamente hay vida y placer fuera de la tecnología, pero recuerdo el caso de una amiga fallecida el año pasado. Estaba muy mal del hígado y tenía la mano derecha imposibilitada. No sabía apenas qué era un ordenador. Le enseñé en una tarde a crearse una cuenta de correo y a crearse un blog. Era muy poco hábil, pero logró en unas semanas saber enviar correos y publicar unos posts llenos de errores de teclado. Pero siento aquella incursión en la tecnología como la que le dio intensidad en los últimos tres meses de vida. Así aprendió a comunicarse con sus amigos desde la distancia. Un años después de su muerte aún echo a faltar sus emails caóticos. Por la tecnología aliada del conocimiento.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Josep Fábrega, sí, es cuestión de gustos, no cabe duda. Yo lo rechazaba pero mi primera experiencia como lector digital ha sido muy gratificante, y no me preguntes por qué. Es como si se me hubiera despertado un apetito inmenso de lectura.

    ResponderEliminar
  11. Lei un post tuyo donde planteabas la importancia del libro formato, como dirían en mi pueblo, de toda la vida. Pero los nuevos formatos para poder leer los libros, llamesén como se llamen, es una puerta abierta, con la misma importancia desde aquel momento en el que se inventó la imprenta. La convivencia papel y digitalizada, se mantendrá durante un tiempo, digo yo, si mirás la historia, antes ha pasado, ahora también, pero al final, el libro papel será un incunable, yo lo que voy ha echarme para Papa Noel es una librería en condiciones para mis libros, leídos, abandonados para momentos mejores y otros pendientes de que los coja.
    Espero que para reyes se acuerden de traerme un lector digital.

    Que lo difrutes. Ah¡ felices fiestas y que lo leas bien.
    Siempre es un placer pasarme por aquí.

    ResponderEliminar
  12. Buf, Joselu, no entiendo ni papa de toda esa jerga moderna de ipad y compañía. Yo apenas llevo dos meses con un móvil de lo más elemental y casi no lo uso. Mando mensajes, sobre todo, pero me parece un invento muy caro. No consigo conocer mi "movisaldo" y siempre acabo en tablas con el operador de turno, que sabe casi menos que yo. Cuando esté en un apuro me será realmente útil, supongo. Y no me apetece nada leer en una pantalla, como ya te he dicho en otras ocasiones. No aguanto más de un par de páginas, a lo sumo. Ya ves, tengo pizarra digital en clase (ahora sólo fata el ordenador, a ver si me lo traen los Reyes...) y no sé si me será tan útil como algunos dicen. En todo caso, que lo disfrutes tanto como lo has deseado o más. La técnica es imparable, pero de nada sirve sin un corazón que la domine y una cabeza que la utilice, y tú andas sobrado de ambas cosas.
    Un fuerte abrazo, colega. ¡Yo aún tengo que ir el 23, qué faena...! Hasta el 26 sé que no podré descansar, pero bueno, son dos semanitas maravillosas para recuperarse del primer asalto... ¡Feliz Navidad!

    ResponderEliminar
  13. Desde hace un tiempo, mi hijo amenaza con regalarme un ipad o un e-book. De momento, me resisto fieramente a ambas posibilidades. El portátil me colma tecnológicamente. Y lo de leer literatura en la pantalla es algo que de momento no me atrae, no me veo abrazando amorosamente un e-book como hago con mis libros. Tal vez la única ventaja que me parece interesante en esos aparatos sea la posibilidad de adaptar el tamaño de la letra, ahora que la presbicia empieza a atormentarme.

    Pero espero que tu disfrutes de tu ipad, Joselu.

    Y por cierto, qué buena lectura "El túnel", desde luego bien merece una relectura.

    Felices fiestas.

    ResponderEliminar
  14. Desde la ignorancia tecnológica más absoluta, Joselu, pero con una imaginación ansiosa de todo, debo reconocer que nos conformamos con bien poco.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Expresas lo que yo vengo viviendo desde hace casi un año sin atreverme a dar el paso definitivo. He descartado el libro digital y me inclino por caer en la misma tentación que has tenido tú. Todo lo que escribas sobre este artilugio lo voy a leer con pasión. A ver si los Reyes se acuerdan de mí.

    Que lo disfrutes. Un abrazo

    ResponderEliminar
  16. Me estoy resistiendo al e-book y también al Ipad, pero no sé yo... después de leer tus impresiones.
    ¡Que lo disfrutes con salud y feliz año 2011 para todos tus lectores!

    ResponderEliminar
  17. ¡¡FELIZ NAVIDAD, JOSELU!!

    Se que estas no será fáciles, pero a pesar de los pesares, soñando con tu ipad, que puedas tener tus momentos bonitos, rodeado de toda tu familia.

    Mi hija que es mari aparatos, tiene uno desde hace dos años, desde luego te puedo asegurar que salvo como cepillo de dientes, sirve para todo :-)

    Yo le tengo alergia a todas esas cosas, la verdad, ni yo les gusto a ellos, ni ellos a mi.

    Me voy el viernes a mi tierra, hasta el día 2, así que cuídate mucho, que quien sea a quien tengas en el hospital mejore y ... ¡¡que seas todo lo feliz que puedas y te dejen!! nos leemos a la vuelta.

    Te deseo lo mejor del mundo, para el nuevo año

    Un beso muy grande y todo mi cariño.

    ResponderEliminar
  18. Ex-compi, me he dado cuenta de que un libro en esencia son las palabras que lo componen, y que el formato puede cambiar. Mi primera lectura ha sido emocionante y tengo ganas de más. Todo cambia, pero lo esencial debe seguir, y en este caso, lo esencial es la literatura. Y en un lector digital o en formato papel El túnel es la misma obra. Un abrazo, y gracias por pasarte por aquí.

    Yolanda, efectivamente la tecnología si no es aliada del conocimiento y del corazón se queda en una mera carcasa curiosa que lleva a la distracción sin mayor contenido. Las pizarras digitales pueden en un momento dado conectarse a internet y ello abre un campo muy interesante, pero ello no es sustitutivo de la habilidad del profesor ni de su corazón que son insustituibles.

    Lo que no entiendo, Yolanda, es que tengas pizarra digital sin ordenador. Creo que es imposible hacerla funcionar, al menos en la experiencia que tengo yo.

    Feliz Navidad, colega. Hoy ha sido el último día y todos estábamos eufóricos, y hasta hemos cantado villancicos después del piscolabis.

    ResponderEliminar
  19. Ilona, es curioso pero llevo mi iPad de un lado a otro con sumo cariño. Es un artefacto que me inspira ternura. Es como una prolongación de mí mismo. No pensé que pudiera pasarme lo mismo que con un libro. Mi tableta cargadita de música y lectura ya forma parte de mi mundo. Pero todas las cosas llegan cuando han de hacerlo y de nada vale acelerarse. Yo lo deseaba y está aquí. Cada uno tiene su momento. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  20. V., eso me temo: que una vez conocido Apple es difícil volver al mundo del PC normal. No sé el tiempo que me durará el ordenador de sobremesa. De momento va bien. Tiene cinco años. Pero cuando llegue el momento, me pasaré al Mac. Asombra la estabilidad y rapidez del aparato que resulta inusual en otros. Gracias por tus buenos deseos. Que pases unos días felices. De todas maneras no dejaré de escribir estas navidades. Seguimos en contacto.

    Javier, sí ciertamente nos conformamos con bien poco, pero no deja de ser ello una de las claves de la felicidad. No podemos aspirar a demasiado y hemos de acomodarnos en lo concreto, en el día a día, en los afectos cercanos... sin perder nuestro corazón abierto a lo universal. Un abrazo.

    Luis Antonio, uno de los problemas del iPad es que como lector de libros electrónicos sólo admite los iBooks de los que no hay prácticamente nada publicado. Creo que no admite los formatos epub, ni los word. Sí los Pdf, pero estos no permiten disfrutar de todas las posibilidades de este medio apasionante. La mayoría de lo que está en la red lo es en formato pdf. No es un mal invento. Yo le di muchas vueltas pero estoy contento de mi decisión. Que los reyes te sean propicios. Eso sí, la memoria es corta si sólo tienes 16 gigas. La función 3G es importante pero implica otros gastos si uno quiere habilitarla. Seguimos en contacto. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  21. Marcos, no estaría mal formar informalmente un círculo de usuarios. Podríamos compartir recursos. Antonio ya lo ha ofrecido. Sin embargo, todavía tengo que experimentar con los formatos de libros electrónicos que admite el iPad. Felices días, amigo. Un abrazo.

    María, en este caso es la familia de Galicia la que viene a vernos y a estar con nosotros. En Semana Santa y verano vamos allí. No te tengo olvidada, pero he de ponerme al día. Me paso muchas horas leyendo en mi libro digital y escribo menos. También con mucho afecto, un montón de besos.

    ResponderEliminar
  22. Mira Joselu... ¿Cómo te lo digo...?
    A ver...Se te ve feliz...pues venga va, a disfrutarlo... te confieso una cosa, tu otra ilusión,la de perderte por África se parece bastante a algo que me encantaría hacer a mi...un travesía en caravana desde Tombuctú hasta Tunez o Argel...vamos, cruzar el Sahara. No creo que ocurra pero no me importaría en absoluto.
    Feliz Navidad, Bon Nadal, Feliz Solsticio...y buen 2011.

    ResponderEliminar
  23. Te veo feliz como un niño con zapatos nuevos. Te veo ilusionado. Esto es bueno. Yo eso del ipad no sé bien qué es. Sé que es como un pequeño ordenador y que sirve para poder leer libros (por su tamaño), pero a mí, (por mi torpeza natural a enfrentarme a estos aparatos) me da un poco de miedo. Aunque no descarto en un futuro comprarme uno.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  24. No importa el medio de expresión que se emplee,mi querido amigo,todo está en la persona y el uso que se haga con los nuevos cacharros.Me hace recordar una cosa que no viene mucho a cuento,pero me gusta citarla.Una vez le preguntaron a Oscar Wilde:¿Qué és para usted el estilo? Y el tío Wilde respondió:Tener algo que decir y decirlo bien.
    Que tengas unas felices fiestas querido profesor.Y no me olvido;me gustaría un día tomar un café en la librería Laie.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  25. Malo, malos tiempos para los viajes por el Sahel, en especial Malí, Niger, Mauritania, Burkina Faso, Argelia en los que se ha aposentado Al Quaeda en busca de viajeros incautos. Quede, pues, nuestro deseo que no sé si algún día se hará realidad. El mío dudo que se materialice. Hay demasiadas razones en contra y pocas a favor, salvo mi deseo. Veremos.

    Miguel, es un aparato al que hay que saber encontrarle aplicaciones. De momento hay muy pocos libros disponibles para iPad, salvo en formato Pdf que no es muy recomendable. Estoy experimentando con él. Se ha hecho un compañero habitual en mi jornada. Saludos.

    Francisco, eso es lo importante como dijo Wilde: tener algo que decir y decirlo bien. No puede ser más oportuna la cita. Un abrazo. Cuando quieras.

    ResponderEliminar
  26. Me dejas un poco frustrado con el tema de los libros. Según dices, se tiene acceso a muy pocos con el iPad. ¿Puedes darme algún detalle más? Yo pensaba que este artilugio iba a marginar al libro digital convencional...

    Gracias anticipadas

    ResponderEliminar
  27. Luis Antonio, estaba equivocado sobre los archivos que admite el iPad. Admite Epub. Hoy lo he comprobado. En la red hay muchos libros en pdf que se pueden convertir en epub con un conversor llamado Calibre que se descarga libremente. En tal caso, se adaptan maravillosamente al formato del iPad. Se pueden descargar libros en Amazon, Kindle, Ebooks... pero hay muy pocos legales en castellano y menos en catalán. La alternativa de momento puede ser, teniendo en cuenta la conciencia de cada uno, las descargas con programas de p2p donde sí hay muchos títulos. Eso lo dejo a tu consideración.

    Disculpa que te haya informado mal, pero soy novato y todavía estoy experimentando y descubriendo sus posibilidades que son muy grandes.

    Esto sólo es parte de sus utilidades. Seguimos en contacto.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  28. Muchísimas gracias por tu información. Dices que eres novato, pero yo te veo muy documentado y no descarto la idea de volver a solicitar tu asesoramiento cuando tome una decisión sobre ese artilugio que tú has contribuido más, si cabe, a elevarlo a los altares...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  29. Me gusta el gesto. Está muy bien consumir, de vez en cuando, para uno mismo. Nos lo debemos, lo primero en la vida somos nosotros mismos y lo que hacemos por nuestros hijos y por los demás es en realidad un reflejo de ese amor narcisista. ¿Y que más da?.
    Que tus dias futuros te quieras más y más a ti mismo te hará mejor persona cada vez. Yo, me adoro.

    ResponderEliminar
  30. Lola, es curioso como un artilugio tecnológico puede cargarse de sentido. Lo llevo a todas partes, y en él, llevo las fotos de mi madre que está en las últimas. La he fotografiado en sus probables últimos días y me parece más hermosa que nunca, a pesar de que fue muy guapa. Quererse a uno mismo es esencial, pero hay que aprender a hacerlo y a veces no es fácil.

    ResponderEliminar
  31. Mientras tú te abres nuevo caminos tecnológicos, yo procuro desvirtualizarme. Sé qué es un iPad, pero la tentación es tan grande que temo me absorba.
    Disfrútalo e instrúyenos con tus descubrimientos.

    Un saludo de nuevo año, aunque tardío.

    ResponderEliminar
  32. ¡Un buen juguetito nuevo! Espero que te vaya funcionando bien. A mi me pasa lo mismo que a ti en un sentido, un amigo con el que discutía de la estupidez de los billetes y del dinero en si me atacó con una frase:

    - Intenta tirar tu iPod, con toda tu música.

    Me tuve que callar, pero es la realidad, a veces no puedo vivir si no es con música en los cascos y en el alma.

    Un saludo, y siento este vacío bimensual casi!

    ResponderEliminar

Comentar en un blog es un arte en que se recrea un punto de vista razonado, emocionalmente potente.

Selección de entradas en el blog