Páginas vistas desde Diciembre de 2005




martes, 19 de enero de 2010

Alegría de vivir

View more presentations from olahjl.

Las noticias terribles sobre Haití de la última semana nos han conmocionado y las seguimos queriendo ayudar de alguna forma en esa tragedia de proporciones inimaginables. El mundo es uno y lo que pasa allí también es asunto nuestro. Sin embargo, en un artículo de Eduard Punset publicado hace unos días –él que estuvo tres años destinado allí por cuenta del FMI - decía que hacía falta algo más que un terremoto para hundir al pueblo haitiano, caracterizado –añado yo- por una apasionada voluntad de sobrevivir en las condiciones más extremas. Voluntad y alegría de vivir en ese mar Caribe de luz cenital en una síntesis de las culturas francesa y africana.

Los antiguos esclavos se liberaron de la metrópoli y llevaron consigo sus imágenes y cultos visionarios. Esto era lo único que les unía a ellos que habían sido capturados y trasladados desde diferentes regiones del África Occidental. Estos cultos se sintetizan en el vudú, religión de masas del pueblo haitiano que hunde sus raíces en la comunicación con el mundo de lo invisible y que se funde con las imágenes cristianas en una suerte de simbiosis apasionante para los antropólogos y la mirada occidental.

Haití, por otro lado, es una potencia artística de primer orden. Su pintura figura en las colecciones más selectas del mundo y ha sido fuente de admiración para numerosos artistas occidentales como André Breton, Wifredo Lam o Truman Capote. Los padres de la pintura haitiana contemporánea son Hector Hyppolite, Philome Obin y André Pierre. El primero era sacerdote vudú y artista autodidacta. Hacia 1944 llegó a Haití el acuarelista norteamericano Dewitt Peters y se sintió inmediatamente atraído por la pintura y el arte haitiano. Su figura sirvió para introducir el arte de Haití en el mercado mundial. Fundó con otros artistas el Centre d’Art de Puerto Príncipe en el que se reunieron multitud de pintores haitianos. Hector Hyppolite participó en el proyecto y su pintura traductora de experiencias místicas se difundió por el mundo artístico. De alguna manera se produjo un boom de arte haitiano en el mercado artístico. Sin embargo, algunos artistas haitianos niegan que el Centre d’Art y la figura de Dewitt Peters supusieran el nacimiento del arte en la isla. Ven arrogancia y racismo blancos en esta consideración. El caso es que el arte de Haití empezó a cotizarse en el mercado como ejemplo de arte primitivo e ingenuo, propio de artistas naturales autodidactas lo que le ha encasillado en una imagen que los pintores de la isla han de representar para vender. El tema estrella en la pintura haitiana son las prácticas espirituales del vudú sobre las que se pintan infinidad de oleos y acuarelas. Son también propios de la pintura de Haití los colores brillantes, la perspectiva ingenua (naïf), el humor malicioso y la intención social de muchos pintores que retratan los barrios más pobres donde la gente sobrevive con inmensa dificultad. Algún pintor ha reflejado en sus cuadros la poética de la pobreza y la vida cotidiana en los mercados y calles. Y en un país con opresión política e infinitos dictadores se han utilizado la fábula y los símbolos en que aparecen animales que representan a gobernantes sin escrúpulos. La pintura es una forma de libertad de expresión en una isla donde ésta ha sido pisoteada por autócratas extravagantes como la estirpe de los Duvallier. Papa Doc, el dictador sanguinario, solía disfrazarse de Baron Samedi, uno de los loas del vudú, para conseguir la sumisión de los negros haitianos que lo veían como una figura sobrenatural.

Otra escuela destacada de arte es la de Sant Soleil que agrupó a artistas más jóvenes e innovadores y se caracteriza por la abstracción de formas humanas y sigue estando fuertemente influida por el simbolismo vudú que es inseparable de la forma de concebir el mundo por los haitianos y que tiene conexiones con la santería en Cuba, el Candomble, la Umbanda y el Kimbanda en Brasil, y con otras manifestaciones en otros países del Caribe, incluida Nueva Orleans.

Destacan artistas como Seymour Bottex Etienne que pintó las pinturas murales de la sede episcopal de la catedral de la Sainte Trinité (hundida durante el terremoto), Stevenson Magloire (1963-1994) que fue asesinado en la calle –apedreándole. por sicarios del presidente Raoul Cedras, Dieudonné Cedor (1925) que fue fundador del Foyer des Arts Plastiques, escisión del Centre d'Art. Es considerado uno de los principales pintores contemporáneos. Su nombre se puede encontrar en todos los libros de arte principales como "Peintres Haitiens" donde el autor Gerald Alexis se refiere a él diciendo "Cedor puede manejar cualquier objeto, expresar alegría o tristeza, los esplendores y las angustias de la vida", Frantz Mosanto, Ismael Saincilus que pasó siete años en prisión por motivos políticos. Es el creador de Artibonite, una escuela con un par de decenas de pintores que lo siguen como maestro, Claude Dambreville (1934) escritor y pintor muy cerca de los hiperrealistas pero muy diferente a ellos pues en su pintura busca la poesía en lugar del realismo, Albert Desmangles (1957), actor, músico y pintor que intentó pintar a la mujer universal y es considerado el representante de la escuela de la Belleza, Emilcar Similien (1944), fuertemente influenciado por el Art Nouveau y Gustav Klimt. Similien se deleita en la belleza, la elegancia y la gracia. Pero en lugar de concentrarse en la postura, utiliza sus imágenes de la mujer sólo como vehículos para la visualización de diseño, el color y el brillo de las joyas de oro en la piel de color negro. Sólo son reconocibles como mujeres por sus contornos en que sus características no se distinguen, Carlo Jean-Jacques (1943-1990), preocupado por la injusticia social y la pobreza. Su arte podría definirse como la poética de la miseria. Su arte, como el de todos los artistas citados, es muy apreciado por los coleccionistas de todo el mundo.

Esta es una apretada síntesis del panorama de la pintura haitiana, pero en cada barrio y en muchas calles florecen humildes talleres donde se pinta con una fuerza y colorismo espléndidos. Ello hace de Haití un pequeño país en dimensión pero potente por su imaginación y el mundo de símbolos que es capaz de captar y trasladar a los lienzos, caracterizados por la potencia creativa, el mundo mágico y visionario, la intención social y una profunda alegría de vivir que los dota de una fuerza extraordinaria, que es común a todos los haitianos, frente a las adversidades y la pobreza.

29 comentarios :

  1. Y muchos de esos artistas y talleres habrán sucumbido en la tragedia. Espero que sea cierto eso que apuntas de Punset y que esta tragedia sirva, al menos, tras reciclar el dolor para hacer un país más libre, justo e igualitario, donde sea suprimida la pobreza y vuelva la alegría y el colorido.

    ResponderEliminar
  2. Sí que es vital, colorista, alegre y libre la pintura de estos artistas haitianos. Si tienen esa pintura, renacerán de la hecatombe, seguro. Lo que me ha impresionado es lo del dictador disfrazado de demonio o lo que sea vudú. Qué primitivismo, amigo, y lo peor será que la gente entraba en la historia.

    ResponderEliminar
  3. Por cierto que las pinturas expuestas en tu blog tienen una mezcla de primitivismo, naif, surrealismo, africanismo y ese concierto colorista propio de los pueblos con mucha luminosidad como es el caso del Caribe, junto a la recopilación de mitos y estampas lugareñas y un homenaje a la sensualidad. Después de tanto dolor y catástrofe, está bien que hayas aportado un toque de color que el de la esperanza.

    ResponderEliminar
  4. Joselu, gracias por esta entrada llena de información y ternura. Desconocía los datos que mencionas. Lo que he observado, en las pinturas que has puesto en las últimas entradas, es la alegría en los colores, los trazos son sencillos y transparentes. Y como dices, transmiten mucha fuerza. Los artistas plasman en sus creaciones sus sentimientos, es una forma de manifestar su sentir y su vida. He visto en otro Blog, el cual te aconsejo que visites: "El museo de la Luna" lo tengo en mi blog y otro llamado "Artes y Letras por Amor a la Vida"... varias pinturas de artistas Haitianos.

    Como siempre eres inspiración y maestro para mi.
    Un abrazo sereno que llegue hasta Haití.

    Namasté-OM

    ResponderEliminar
  5. Que bueno, Joselu. Cuanto estamos aprendiendo de nuestros hermanos haitianos. Desde ahora yo creo que por mucho tiempo que pase no los olvidaremos nunca, estaremos pendientes de lo que pasa en el pais "despues de" y aunque no podamos hacer mucho, si la cosa va mal, denunciaremos en nuestros blogs las injusticias. Un abrazo Lola

    ResponderEliminar
  6. Qué chulas las pinturas que has puesto!!! Me encanta el naif, sobre todo, por el colorido, ya dije. En realidad has mencionado a Klimt y éste también me gusta. Pero bueno, lo que me llama la atención, es que la temática de muchas sea el vudú, fíjate. Algo que yo tengo por súper oscuro -o que como tal se ve, porque en realidad visión propia en primera fila, no-.
    Una amiga que tuve durante muchos años, vivió en Nigeria hasta cumplir los seis. Su padre tenía una fábrica de textiles allí. Ella no recordaba muchas cosas de allá, y además vivía como en una especie de gueto, pero sí recuerdo que cuando le mencionaba la palabrita, o le preguntaba al respecto, su padre sólo decía: eso es algo muy malo (¿?). Por la cara que se le ponía, y porque de esto hace ya tiempo y entonces ni fu ni fa, nunca le pregunté más sobre el tema. Tal vez será por eso que veía esa religión así como oscura, ni sé.
    Y el caso es que me da por pensar si el colorido no estará simplemente asociado al hecho de vivir en un país con tanta... luz :D supongo que sí, porque vivir en un país con un clima tropical, con una fauna y una flora tan exuberantes como las que se dan en él, debe influir lo suyo. Sea como fuere las pinturas me gustan, porque ponen luz donde aparentemente a primera vista parece que no tuviese que haberla -percepción personal, ya digo-, y a fin de cuentas... la luz -blanca- es suma de todos los colores :D Desde luego si los haitianos son así, deben ser la mar de alegres, sí.
    Muy chulo el post, pincharé en los enlaces cuando tenga un ratito, que hoy estoy que me caigo.
    Besos coloridos, Joselu.

    ResponderEliminar
  7. V., sin duda la pintura de Haití como la africana es enormemente vitalista, alegre y multicolor. Paradójicamente en las reuniones con africanos en muchos cursillos han sido ellos los que han puesto la parte optimista frente al pesimismo occidental. Haití es una síntesis del Caribe, Francia y África y ofrece perspectivas insólitas en las que quiero seguir investigando. El vudú es oscuro, es cierto. He visto algunos vídeos de ceremonias vudú y me resultaron espeluznante. Es como si el ser humano se abriera a las fuerzas oscuras e irracionales. Inquieta y causa desasosiego. A la vez fascina. Yo he dicho en mi blog que los haitianos tienen que abandonar esa visión irracional para insertarse en la modernidad y salir de la miseria, pero me temo que será muy difícil escapar del vudú. Es algo magnético y que está grabado en el inconsciente de los haitianos que se aproximan así a las fuerzas de lo invisible y el absoluto. Es realmente algo misterioso e hipnótico. He tenido alguna alumna atraída por el vudú y las fuerzas oscuras. Es otra visión del universo y Eduard Punset decía en su artículo -que te recomiendo y enlazo en mi post- que los haitianos saben más de inteligencia emocional que los occidentales. Es África en el Caribe. Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  8. Además de la pintura Haití tiene excelentes músicos, como Evelyne Michel y el gran Beethova Obas

    ResponderEliminar
  9. Interesante maestro. Sus alumnos son afortunados de tener a un profesor con cultura y visión tan amplias de las cosas...
    Un Saludo.

    ResponderEliminar
  10. Francisco, dicen que lo que no te mata, te hace más fuerte. Las grandes catástrofes han producido tiempo después efectos estimulantes. Es así de crudo y de cruel. Espero que Haití sepa aprovechar este momento para crearse de nuevo a sí mismo partiendo de cero, y sí, creo que la alegría y el colorido volverán a las calles de ese país caribeño. Espero que sus pintores sigan creando.

    Clares, la estirpe de los Duvallier fue depredadora y sanguinaria. Aprovecharon la credulidad de la población negra frente a la minoría mulata que es la que dominaba la sociedad y utilizaron el vudú como mecanismo de control y dominio. El dictador aparecía ataviado como Barón Samedi e infundía temor y reverencia en los haitianos. ¿Primitivismo? ¿Ingenuidad? Pienso que la sociedad haitiana tiene que crecer e introducir elementos de racionalidad en su forma de concebir el mundo. ¿Estarán dispuestos o sabrán hacerlo?

    Naia Salud, no, creo que eres tú la que me enseñas con tu sencillez y pureza de líneas. Lo último que soy es un maestro de nada ni de nadie. He entrado en los blogs que me citas, pero por lo que he visto no es posible dejar comentarios. Las pinturas que ha colgado son espléndidas. Un abrazo.

    Lola, desde luego ha hecho falta esta espantosa devastación para prestarles atención. ¿Con cuántos pueblos no sucederá lo mismo? Vivimos ensimismados en nuestras circunstancias y hace falta algo espectacular para que reparemos en que existen otras tierra, culturas, personas. Ahora nos hemos dado cuenta de que Haití también es asunto nuestro.

    Enric Carbó, gracias por tu información, tomo nota y me pongo a buscar música de estos dos que citas. Un cordial saludo.

    El caminante, gracias por tus palabras llenas de generosidad, pero la realidad puede que no sea tan estimulante.

    ResponderEliminar
  11. Gracias por la información, Joselu, tan precisa como siempre. En este caso aún más agradecida porque nuestro deseo es que ese colorido y esas ganas de vivir salten del lienzo a los rostros de la gente, a las calles... pero que sea en el tiempo más rápido posible, por favor.

    ResponderEliminar
  12. Me encanta lo que has hecho, JOSELU.

    Esta visión positiva del futuro de Haití.
    Yo estoy totalmente convencida, que el pueblo Haitiano, como tantos otros que han sufrido y sufren tragedias de este tipo, volverá a resurgir de sus cenizas.

    Es que, por mucho que nos cueste creerlo, a mi la primera, incluso en la miseria más absoluta en la que vivían antes de esta tragedia irradiaban en su mayoría felicidad y una pasmosa tranquilidad, ya te he contado que lo he visto con mis propios ojos cuando he estado allí.

    A veces he pensado que cuanto menos tienes, menos necesitas y además menos preocupaciones tienes. Sus necesidades son tan primarias, que con sólo cubrirlas, ya está, objetivo conseguido y sonrisa en la cara.

    Ellos, en su mayoría estoy segurísima que no tienen problemas emocionales, como nosotros. Sus problemas se centran en ¿cómo puedo conseguir alimento hoy? ¿Cómo sobrevivir a mañana? Lo demás son lujos para los que ni tiempo, ni ganas tienen.

    Y es verdad, que su pintura refleja sin ninguna duda, esta simplicidad y facilidad de ser felices, sin nada. Como los niños pequeños, se conforman con casi nada y cualquier cosa les llega. La esencia del naïf, es esa, una visión infantil de las cosas.

    Los Haitianos, como los habitantes de cualquier, pueblo primitivo en el sentido material de la palabra, son el perfecto reflejo hecho realidad de esa frase que dice " disfruta más que un niño chupando un caramelo"...Ya ves, que cosa tan simple les hace disfrutar, pues yo creo que así con todo.
    Si es que, se pasan el día bailando y cantando, cuando la mayoría de nosotros, con semejante panorama, no dejaríamos de llorar a todas horas, como poco.

    Así es que, genial.
    ¡¡Ojalá pudiéramos ver la vida con los colores, la facilidad y sencillez con la que la ven ellos!!
    Y sin embargo, ya ves, nosotros aquí angustiados por todo, a todas horas...¡¡Si es que merecíamos a veces, un azote como se les da a los niños chicos, para que reaccionen!!

    Tu información pictórica ¡¡una pasada, de verdad!!
    Gracias Joselu.

    Muchos besos

    ResponderEliminar
  13. Estas pinturas son coloristas, alegres y optimistas. Saben a mar caribeño. Pero ahora la realidad es otra. Y como decías en el post, el pueblo haitiano ha sabido salir de muchos atolladeros, y por eso, también saldrá de éste. Con la ayuda de todos.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Joselu, gracias por tu optimista visión en medio de una situación tan trágica. Es llamativo comprobar cómo las sociedades más "primitivas" y maltratadas por otras más poderosas saben aportar luz y color incluso en los momentos más sombríos. Haití es un ejemplo más de la ferocidad de algunos países que ven en esta hecatombe el medio de enriquecerse o sacar provecho de algún modo. Ya se oyen voces en ese sentido y me cuesta creerlo. Pero tanta gente allí, tantos voluntarios, tantos medios enviados, tanta comida, tantas medicinas... ¿y nadie es capaz de coordinarlo, de hacer efectiva la ayuda? Veo las imágenes y no las soporto. ¿Realmente servirá mi dinero para paliar tanto dolor? Quiero creer que sí, pero no sé si estoy segura. Situaciones así deberían hacernos cambiar o reflexionar al menos, pero ya ves, lo mismo decían de la crisis y yo no veo ningún cambio moral o espiritual, sólo afán por reflotar el sistema capitalista tan feroz que nos ha llevado a esto, o sea, recuperar lo que teníamos pero sin sacrificar nada ni modificar nuestro modo de vida.
    Un fuerte abrazo, colega.

    ResponderEliminar
  15. Marcos, la situación es muy difícil, pero confío en la capacidad de resistencia de los pueblos que son capaces de rehacerse y salir más fuertes. Eso sí, con la ayuda de todos. Hoy he visto unas imágenes de unos niños sonriendo en Haití. Sé que la situación es espantosa, mas en un par de años o tres todo habrá cambiado para bien tras esta devastación.

    ResponderEliminar
  16. María, has dicho algo que tiene mucho de verdad aunque no es políticamente correcto. Decir que los haitianos (que son africanos por ascendencia) son como niños. Pienso que es así. Todo el mundo que conozco que ha estado en África ha venido conmocionado por la calidad humana de las gentes (de todo hay excepciones, claro), de su sentido de la existencia, de las relaciones humanas. No todo es bueno tampoco, pero hay en su forma de ser algo que les hace ser inocentes, poco adaptados a las formas estatales, inexpertos en la macroeconomía, y viven tanto el presente que no planifican para el futuro que no existe en su concepción del tiempo (es cierto). De ahí a decir que son incapaces de gobernarse hay poco trecho lo que es delicado y posiblemente racista. Las independencias de los países africanos levantaron una expectación y entusiasmo extraordinarios. El hombre negro por fin iba a ser protagonista de su destino. La realidad varias décadas después es desoladora en Haití y en África, pero no hay vuelta atrás. Los hombres negros han de salir de ese pozo de miseria . Su mentalidad antirracional y mágica les aleja de una articulación coherente del estado. Es cierto, pero también es cierto que todo el mundo que ha conocido a africanos ha hablado de su maravillosa risa, de su ligereza. El hombre blanco introdujo atrocidades en sus relaciones con ellos. Nosotros fuimos los esclavistas sin considerarles humanos durante varios siglos. Cuando un africano te da su amistad te da su alma y eso se percibe. Les deseo todo lo mejor. Seguro que saldrán de esta y más fuertes y seguros. El sufrimiento hace más sólidas a los pueblos. Es triste pero es así. Me encantan tus largos comentarios que disfruto como un niño con un caramelo. Besos.

    ResponderEliminar
  17. Miguel, en Haití hay muchísimos artistas. Hay sociedades en que el arte ocupa un lugar destacado. Por ejemplo Balí en Indonesia. Hay pintores, actores, bailarines, escultores por todas partes. Forma parte de su ser natural. Espero que esa imaginación mágica les lleve -con ayuda de todos- a salir de esta crisis llena de dolor e incertidumbre.

    ResponderEliminar
  18. Yolanda, no sé si la crisis nos ha cambiado. Pienso que algo sí aunque moderadamente. Somos más prudentes, más comedidos y pienso que con cuatro millones y medio de inmigrantes que hay es España las tensiones no son demasiado importantes. Creo que hay cierta mentalidad social en que se ve que se necesita la generosidad. El nuevorriquismo de hace un par de años era abominable. Todo el mundo vivía por encima de sus posibilidades gastando sin límite y tirando de crédito. Esta crisis nos ha hecho desembarcar de esa nave, pero -y tienes razón- la reflexión no ha sido todo lo profunda que cabría. Un poco sí, pero los replanteamientos tendrían que ser más profundos. Algo hemos mejorado. Creo que la inmensa parte de la sociedad ha reaccionado bien ante la catástrofe de Haití. Muchos han querido poner su granito de arena. El mundo se ha movilizado rápidamente. El terremoto fue hace una semana y fíjate la ayuda -insuficiente todavía y mal distribuida- que hay por allí. Hoy he visto unas imágenes de niños riendo y eran en Haití. Pronto volverá esa risa. Espero que con ayuda de todos saldrán adelante. Un abrazo, colega.

    ResponderEliminar
  19. No conocía este arte, se agradece tu entrada Joselu, es estupenda como siempre.
    A mi me desborda completamente esta tragedia. Hemos dado algo pero con poca esperanza de que sirva de nada.

    ResponderEliminar
  20. Sabes Joselu, me has recordado algo con tus comentarios. Tengo un amigo que tiene a un par de colegas que llevan tres años trabajando en un laboratorio mozambiqueño. Hace no mucho charlaba con él acerca de la concepción del tiempo en occidente vs. la visión africana del mismo. Le comentaba un artículo que había leído en el suplemento de El País, y además recordé una entrada en tu blog sobre África en la que escribías al respecto también. Y bueno, el caso es que hablando, mi colega me comentó que uno de sus amigos le había escrito un mail hacía poco. En él, le decía que los occidentales, podemos ir a ayudar a arreglar lo que muchas veces nosotros mismos hemos estropeado allá -recuerdo el pps sobre África que te mandé una vez, aquel tan bonito- bueno, y el caso es que a parte de, su amigo añadió algo que se me quedó de memoria (cito textual): Los mozambiqueños se pasan el día bailando y follando. No tenemos nada que enseñarles, nada. Y sí mucho que aprender.

    Ya ves.

    De ahí un poco que no estuviese de acuerdo con la cita del post anterior, pero claro, también la saqué del contexto. No sé, me da por pensar que nosotros en nuestra arrogancia, pensamos que sabemos cómo se debe "vivir bien", y estamos muy equivocados, sí.
    Ojo, no hay que caer en el... bueno, no conocen otra cosa, y por eso son felices con lo que tienen, porque tampoco creo que sea así. Acaso lo somos nosotros con lo que tenemos? :-) pero de ahí a que nosotros nos sepamos con la fórmula de la felicidad y pensemos que ellos se equivoquen de todas todas, media un abismo, pienso.

    No sé, es como... si en lugar de ir dispuestos a aprender, los occidentales fuésemos sólo dispuestos a enseñar -ni hablar de la explotación-. Ya te digo, a mí me parece exceso de arrogancia por nuestra parte muchas veces.

    Te dejo una entrevista a alguien que salió a colación en la charla con mi amiguete. Tal vez te resulte interesante.

    Un beso, y buen día mañana :-)

    ResponderEliminar
  21. ARTE EN HAITÍ:
    Os dejo un enlace de esta canción de Beethova Obas
    http://www.youtube.com/watch?v=0dgfU9eyssM
    dulce, sensual, añoradiza, con corazón...
    ...los haitianos también nos dan a nosotros. Gracias Beethova

    ResponderEliminar
  22. Enric, ya había visto este vídeo y la canción me pareció hermosísima. Busqué a Beethova Obas en internet y en seguida llegas a él. También otro muy bueno es Cafe couleur. Sin embargo, no he encontrado ninguna referencia de Evelyne Michel, como cantante haitiana, ni en google ni en Youtube. Hoy bajaré a Barcelona y en una tienda de música étnica intentaré localizar discos de estos dos cantantes que nos has hecho conocer. Muchas gracias, Enric.

    ResponderEliminar
  23. Mira JOSELU,

    Esta mañana me dajaron un regalito en el correo, es que hay gente muy amable que sabe que me encanta la música y hace estas cosas...

    Bueno, el caso es que aunque el título de la canción es lo de menos, te lo traigo por dos razones:

    Una Wyclef Jean, uno de los que cantan este tema, es un músico Haitiano, gracias la cual, el mundo del espectáculo se está movilizando en apoyo a Haití, por lo visto no sé cuantísimo millones de dolares lleva recaudados de donaciones de artistas...

    O sea, que me ha parecido que era otra forma de ver y demostrar que la música y la alegría haitiana, SIGUEN Y SEGUIRÁN ayudando a este pueblo...

    Y otra, por la guitarra de Santana, espero que te guste...

    WYCLEF JEAN y SANTANA

    Muchos besos y buen día.

    ResponderEliminar
  24. Por cierto,

    se me olvidaba ¡¡genial BEETHOVA OBAS!!

    Yo creía que era Brasileño...

    ResponderEliminar
  25. V., me alucinan las horas en que te conectas y escribes. ¡Bárbaro! Es difícil saber qué debe hacerse ante el subdesarrollo y la pobreza. Nos hace sentir mal y nos sale el alma salvadora y caritativa. Eso no quita que por otro lado el mercado mundial, la organización de la economía, el FMI... les esté aplastando y ahogando su economía. El caso es que nos sentimos responsables y queremos resarcir nuestra culpa ayudándoles, pero esa ayuda muchas veces está mal enfocada puesto que no les ayuda a salir de la pobreza. Es lo que dice la entrevista interesantísima que has enlazado. Tiene valoraciones y juicios que chocan radicalmente con nuestra concepción "generosa" y la filosofía ONG que nos domina. Me ha hecho pensar. Ya había oído a africanos reclamando que había que interrumpir las ayudas a regímenes corruptos, que son la mayoría. Por otro lado, es cierto que pensamos que nosotros tenemos la verdad y en alguna manera queremos que ellos la aprendan y asimilen. El otro día hablaba yo de la necesidad de que los haitianos asumieran la racionalidad necesaria para salir de la pobreza. Racionalidad, sentido del estado, iniciativa empresarial, ambición... Ello choca con su sentido de la vida que es incapaz de percibir el futuro medio y lejano. Se viven en el pasado y en el presente pero no en el futuro. Vivir en el futuro como hacemos nosotros nos lleva a vivir acelerados, sin tiempo para nada, a padecer depresiones, soledad, angustia, vacío y estamos ansiosos de poseer objetos. No vivimos en general reconciliados con nosotros mismos. Los africanos y los haitianos en el otro extremo se pasan la vida bailando y follando como dices, tienen todos los hijos que les da la naturaleza y son radicalmente pobres y viven en sociedades donde reina la corrupción y la pobreza. Muchos de ellos emigran y se vienen a la sociedad depredadora del hombre blanco. Si pudieran todos los haitianos saldrían de la isla y se irían a un país occidental, Estados Unidos o Canadá. Es un buen problema saber cómo debemos actuar porque el occidental sensible se siente responsable de su subdesarrollo y quiere compensar su sentimiento de culpa con ayuda inmediata. No sé cuál es la solución. No sé si son ellos los que nos tienen que enseñar a vivir o somos nosotros los que hemos de hacerlo a ellos. No tengo respuestas. La entrevista es muy buena. Gracias por tu intervención. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  26. Frikosal, es difícil saber qué debe hacerse y cuáles son las mejores formas de actuar ante una catástrofe como esta, pero lo que está pasando es tan urgente y tan inmediato que no hay más respuesta que la acción y la ayuda concreta que espero que sirva de algo. Esperémoslo. Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  27. Muy buenos el vídeo y la canción de Santana con Wyclef Jean. Ha sido también un descubrimiento para mí como la música de Beethova Obas del que he comprado un disco que tengo muchas ganas de escuchar. Quería hacerlo en el ordenador mientras escribía pero itunes no se me abre y el Windows Media Player tampoco está. Maravillas de la informática. Me alegro de que te guste también la música haitiana. Esta catástrofe ha servido para hacerlos visibles. Habrá tantos países que son invisibles para nosotros... Un beso. Y gracias por estar aquí.

    ResponderEliminar
  28. Te va a encantar el disco que has comprado,
    ya lo verás.

    Y.. Mil gracias a ti.
    ¡¡Yo estoy aquí, encantadísima!! ;-)

    Montón de besos.

    ResponderEliminar
  29. Cuesta mucho sobreponer esas pinturas en el marco de desolación que muestran a diario los medios. Sin embargo, el mensaje está claro: La alegría de vivir debe vencer al recuerdo de la muerte.
    Gracias por mantenernos vivos.

    ResponderEliminar

Comentar en un blog es un arte en que se recrea un punto de vista razonado, emocionalmente potente.

Selección de entradas en el blog