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lunes, 14 de diciembre de 2009

Iluminación


Llueve. Lunes por la mañana. Escribo en mi buhardilla. Pienso en mi post anterior y me atrae reflexionar sobre él. Se titulaba Bodhisattva en el metro. Es un cortometraje de la directora belga Christine Rabette sobre la que no he podido encontrar demasiada información. Sé que este filme recibió varios premios, entre ellos el Golden Wave en el año 2003 y que desde entonces va circulando por internet despertando sonrisas o abiertas carcajadas. No es un vídeo reciente, pero lo curioso es que sigue reproduciéndose en numerosos blogs y enlaces que hacen referencia a él.

¿Qué hay detrás de esta propuesta? En principio el título nos da alguna pista. Bodhisattva es un término budista de la escuela Mahayana que significa literalmente un ser viviente (sattva) que busca la iluminación (bodhi) y realiza prácticas altruistas. El bodhisattva es un ser que busca la iluminación para sí mismo pero también para los demás. La misericordia le lleva a considerar propio también el sufrimiento de los otros. Se afirma que el bodhisattva realiza cuatro juramentos en los que expresa su determinación de esforzarse por la felicidad de los demás. “Por innumerables que sean los seres sensibles, juro salvarlos; por inagotables que sean las pasiones, juro dominarlas; por ilimitadas que sean las enseñanzas, juro estudiarlas; por infinita que sea la verdad del Buda, juro alcanzarla”. Detrás del juramento del bodhissatva yace la decisión de librar a los demás del sufrimiento y de brindarles la posibilidad de una gran dicha.

El filme comienza en un túnel, en la oscuridad, ruido de raíles, vamos en un tren en el túnel de la existencia caracterizada por el sufrimiento connatural a todos los seres humanos. Vemos a los pasajeros. Son personas grises cuyos rostros reflejan ensimismamiento, aburrimiento, cansancio, aflicción. Cada uno esta encerrado en su propio padecimiento y parecen abrumados por las cosas. Sin embargo, en una parada sube un nuevo pasajero que contrasta con los demás. Luce una gran sonrisa pícara. Se sienta. Mueve la cabeza arriba y abajo y empieza a reírse sin causa aparente. Los demás pasajeros lo miran sorprendidos y tímidos. Su risa se convierte en carcajada en el vagón del metro. Algunos viajeros empiezan a sonreírse ante la sorpresa y de pronto la risa se extiende por todo el vagón que termina estallando en carcajadas por parte de todos y cada uno de los pasajeros que antes habíamos visto afligidos. Algunos comentaristas resaltaban el hecho de que la risa es contagiosa. Es cierto, como la pena, pero aquí hay algo más. Las risas en el metro revelan un estado de iluminación interior espontánea que lleva a los hombres y mujeres que allí están a ser conscientes de su verdadera naturaleza, la de budas, y entonces todos son poseídos por un abrasador estado de gozo interior y felicidad supremas que se comparte mediante la risa. Ahora todo es totalidad y plenitud. Todo es “aquí y ahora”. Los seres humanos han salido del pozo del sufrimiento en que estaban y por unos instantes han alcanzado el corazón del misterio, que no es misterio sino transparencia y luz.

En una parada entra un nuevo pasajero ajeno a lo que estaba pasando. Entra tímido y desconcertado oye las risas de los viajeros. Puede pensar que se ríen de él. Se sienta serio y circunspecto. Las carcajadas vuelven a estallar ante su perplejidad. El bodhissatva se queda concentrado observando la situación mientras los demás se carcajean y lloran de risa. Por unos instantes, los seres humanos, que de forma sana y natural aspiran a la felicidad y plenitud, han despertado y han contemplado su verdadera naturaleza, la de seres que participan del éxtasis de vivir y de la verdadera compasión.

El tren se sume de nuevo en la oscuridad, pero con el sonido de fondo de las risas que se siguen oyendo. La oscuridad y la grisura se ha convertido en luz intensa de reconocimiento y de iluminación interior.

El filme se titula Merci! y como una especie de resonancia sigue dando vueltas por la red como una piedra lanzada a un estanque cuyas ondas se multiplican y llegan a los corazones y las mentes de los que lo ven que ríen también, pero a la vez quizás vean algo más allá, o más acá, en el centro de todas las cosas. Todos los seres y fenómenos están interconectados. Nadie vive en un capullo aislado. El egoísmo nos cierra una visión más amplia. Y nada como la risa para aprender, la risa y la mirada levemente irónica del buda que sonríe enigmático, mientras que el Cristo, en el otro lado, muestra un estado inferior de sufrimiento y desgarramiento. Quizás ambas sean las dos caras de la moneda.

Una sonrisa. Y como escribía el otro día Al59

“Un viejo estanque. Al sumergirse una rana, ruido de agua”.

37 comentarios :

  1. Me llama la atención el segundo hombre que sube al vagón. En inicio tímido y desconcertado, como tú apuntas. Me llama la atención porque le extraña que los demás estén a su bola riéndose, puesto que parece ser que en inicio piensa que se ríen de él. Fíjate, en lugar de pensar que se ríen sin más, primero piensa en sí y en protegerse, hasta que ve que no necesita de esa protección y comienza a reírse él también. Qué pena que sea así, ¿no? siempre en guardia de entrada hasta que pensamos que no es necesario y dejamos de estarlo.
    Y bueno, con respecto al egoísmo que cierra una visión más amplia. Yo creo que somos así, sin más ni más. Separados de los demás, y conectados a un tiempo. En el vagón, la risa es la conexión entre esos dos mundos que discurren paralelos durante toda nuestra vida. La pena es pensar que nos hemos centrado tanto en uno de esos dos, en nosotros mismos, que hemos perdido la visión de conjunto, que es la que nos ha de ayudar a continuar como especie -lo sé, siempre yo y mi bio-punto, mi mente ya está deforme en éste sentido, creo, oigs!-.
    Oh, y otra cosa que me pregunto yo, es cuál será el significado de la risa, creo que ya lo apunté en el otro post. Sí leí por ejemplo, que cuando estamos enfadados nuestros labios se alzan a la altura de los colmillos como mecanismo de defensa para mostrar los colmillos. En el caso de la risa la verdad es que no se me ocurre por qué pueda ser, ni lo he leído por ahí. Seguiré leyendo a ver si es que a alguien se le ocurrió una respuesta con sentido.

    Besos sonrientes de nuevo, Joselu :)

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  2. V. no sé exactamente responder a tu cuestión. Creo que la risa se aprende de forma natural cuando se es bebé. Los bebés necesitan de contacto y comunicación y cuando hacen determinadas muecas (lo que llamamos risas) descubren que levantan expectación y entusiasmo entre sus padres y todo el mundo. La risa es gratificante. Nos conecta con los demás, induce la simpatía, la comunicación, el bienestar. Si los mecanismos de defensa llevan a mostrar los colmillos, la risa parece un ritual de bienvenida, de compartir, de alegría vital. La risa es liberación, subversión, da la vuelta a las cosas, invierte los valores. Creo que detrás de ella hay significados complejos pero sin duda todos muy ricos y necesarios.

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  3. Todos llevamos/somos un Buda en nuestro interior. Solo depende de nosotros.
    Es cierto, que se contagía, no solo la risa sino cualquier acción que lleve amor y paz. Hay mucho caos en la gente,la sociedad, las personas esta pérdidas y la tristura, siempre aparece.
    Cuando vives en conciencia de lo que es, de lo que eres. Cuando decides dar un paso hacia tu interior y ahondar, vas encontrando al Buda.Todo esta en el interior y dese ahí, saldrá hacia fuera. Por eso ese hombre sereno que subió al vagón, a través de la risa, disipó la oscuridad. Hay muchos hombres y mujeres como él. Pero el Ser humano es como es...cuando está bien, se olvida de los que no estan bien y se torna egoísta. O, la persona que no está en la vibración se aparta por miedo e ignorancia.
    Joselu, me ha gustado mucho como lo relatas, es precioso, claro, llegando donde tiene que llegar. El "buda" se ha puesto en marcha. Debemos contagiar a los que más.lo necesitan.

    Un placer leerte.

    Un Abrazo
    Namasté

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  4. la risa es la maravilla del mundo. Todos los grandes tienen sonrisa, incluso risa, y algunos hasta carcajada. Los dioses y los hombres. Un ser. divino o humano, sin sonrisa -sin risa, sin carcajada- siempre es sospechoso. Nadie sabe en qué pensará. Sin embargo, todos sabemos en qué piensa el que ríe, o sonríe o se carcajea: en nada, o sea, en su propia risa, que es siempre posterior a la percepción y al pensamiento. Ese es su gran valor. La gran ironía del mundo, la que despierta la risa o la sonrisa. Si miramos bien, siempre hay un motivo para reír, incluso en los momentos más graves. Si todos nos propusiéramos la décima parte del juramento del bodhisatva el mundo sería distinto, otro mundo desconocido para nosotros, pobres habitantes de la absoluta seriedad.

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  5. "Puede pensar que se ríen de él"

    Me temo que eso es lo que me hubiera ocurrido a mi.

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  6. Naia, no sabes cómo también tus palabras me iluminaron cuando leí tu comentario y llegué a tu blog. Un placer y una dicha haberte encontrado. Un abrazo.

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  7. A mí me ocurrió algo semejante, aunque sin la misión risoevangelizadora del corto. Leía, en el tren de cercanías, 2Un antropólogo inocente", de Nigel Barley, y llegué al capítulo del dentista. Mi estallido de risa fue de tal naturaleza que acabé llorando y convulso. Por suerte mi trayecto era corto, y me reía para mí, aislado del resto del pasaje. No rió nadie, pero todos se extrañaban de que la lectura fuera capaz de provocar carcajadas de esa naturaleza torrencial. No lo comprendían. La idea común es que un libro es un somnífero, o casi. Ahora que recuerdo la anécdota, me vuelve la risa...

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  8. Clares, pobres habitantes de la absoluta oscuridad y seriedad, pero que ansiamos la risa y la luz. Supongo que es cuestión de una transformación interior en la que hay que dar el primer paso.

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  9. Frikosal, y a mí. Ese pasajero lleva en su cara la perplejidad y todos entendemos su situación.

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  10. Juan Poz, reconozco que El antropólogo inocente es uno de los libros más divertidos que he leído. Sus experiencias con los dowayo son realmente hilarantes.

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  11. Sí Joselu, pero lo que yo me pregunto, es por qué sonreír y no fruncir el ceño, por ejemplo. ¿Cuál es el significado biológico último de ello? Tal vez sea la versión rostral de abrir los brazos. No lo sé... pero me lo pregunto :o

    Besines.

    p.s. ¿rostral? ¿facial? ¿gestual? bueno, se entiende, ¿no? pues ahí queda XD

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  12. No sé, JOSELU.

    Yo creo que a veces, todo es mucho más sencillo. Yo me río, como respiro o igual que camino. Me sale incluso en momentos en los que hasta me da coraje, pero ella sale.

    Por ejemplo, me ha ocurrido al caminar por la calle e irme aproximando a alguien que el día anterior me ha hecho una faena... Me preparo mentalmente, para ponerle una cara seria y circunspecta, que evidencie que estoy molesta y sin saber como, cuando llego a su altura ¡¡zaas!! me sale un adiós con sonrisa flamante, que te juro que arrancaría de cuajo. Yo creo que no se puede forzar nada, y con esto debe pasar como con todo, unos tienen más facilidad que otros, desde luego yo sonrío y me río muchísimo, incluso de mi misma, montón de veces.

    Y bueno, con esto de los blogs a veces es que me parto, en mi casa deben pensar que estoy como un cencerro, por que a veces es que no puedo. Imagínate la imagen, una loca partida de la risa frente al ordenador...

    Pero a la vez, te diré que también lloro con muchísima facilidad, no veas lo mal que lo pasé el día que te leí lo de JULIA, y todavía hoy no sé por qué me produjo tantísima pena, la pérdida de alguien a quien en realidad no conocía a penas.
    Supongo que en mi caso es que lo siento todo mucho, una bobada me produce felicidad, con la misma facilidad, que otra me hunde en la miseria...
    Supongo, que también influye el carácter, yo soy muy extrovertida, aunque a la vez tímida. Son cosas contradictorias, que no sé como casan, pero son así. A mi no me cuesta absolutamente nada, charlar con cualquiera de lo que sea, e incluso sin conocerlo de nada y como ves, hablo se mi misma sin problema alguno, luego me dicen una tontería ante la que cualquiera reaccionaría sin problema y a mi me deja seca...

    En fin, supongo que el ser humano es complejo, pero no es necesario buscar la sonrisa fuera, a lo mejor se trata de dejar que salga lo que tenemos dentro...Y, en personas como yo, hay que ponernos una tapadera, para que no se escape en exceso. ;-)

    Muchos besos, JOSELU.

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  13. Quizás tú lo has entendido mejor que yo. Tiendo a la complicación y en este terreno, el de la vida y el de las cosas y el de los sentimientos es buena esa espontaneidad que tú posees. En todo caso es un punto de vista interesante. Leí tu comentario en el blog de Julia y me emocionó. Ella te hubiera gustado. Era puro corazón. Y además terminó gustándole el mundo de los blogs que comenzó sólo a entrever. No era muy consciente de que alguien la leyera o le dejaran comentarios. Pasó al mundo digital con dificultades. Gracias por estar ahi.

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  14. Luego todos llevamos un pequeño buda dentro... :)

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  15. Recuerdos perdidos, así lo creo ;-)

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  16. Joselu, apenas sé algo sobre la filosofía oriental, y el caso es que me atrae, pero no encuentro el momento para dedicarme a ella. Si este vídeo es una de sus aplicaciones, bienvenida sea. Se habla mucho ahora de la crispación, y no es por nada, es que realmente estamos de los nervios, como suele decirse, incómodos, infelices, desasosegados, por la crisis, la sitaución laboral, la familia, lo que sea. Buscamos evasión y distracciones rápidas, aunque sean de mala calidad (no hay más que ver la televisión, qué vergüenza...)No se nos ocurre reírnos, todos vamos circunspectos y cabizbajos. Y es tan fácil arrancar una sonrisa...
    El vídeo ofrece muchas posibilidades de análisis, como ya habéis apuntado: la extrañeza, la desconfianza, el túnel... Acaso en un autobús el resultado habría sido distinto, no sé.
    Gracias por ofrecérnoslo. Un abrazo, colega.

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  17. Yolanda, es cierto, vivimos con demasiada velocidad, con desasosiego, sin tiempo para dedicar al cultivo del ser. Este es un vídeo aparentemente sencillo -y lo es- pero de profundas resonancias humanas. Escucho la lluvia cayendo sobre la claraboya y siento tus palabras resonando. Un saludo, colega.

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  18. Reírse notando que enseñas lo que ocultas siempre:Algo que desnudas de adentro. La risa que te vacía, que te decanta del poso y del peso de la vida.
    Pero hay que aprender a reírse y muchas veces al día.
    No que te hagan reír los demás, hacer reír tú para que los demás te hagan reír.
    La risa es comunicativa, amalgama a los seres. Provocarla o compartirla es como entrar otra vez en la infancia.
    Y hacerlo a carcajadas aunque nos falte un diente.
    Un abrazo

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  19. ¡¡Segurísimo que me hubiera gustado!!

    Por eso, también me dio pena, por haberla abandonado tan pronto.

    En fín...
    Gracias también a ti, por seguir aquí.

    Muchos besos y felices sueños.

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  20. Rubén, tú lo has expresado con acierto y con imágenes poéticas. ¡Ah, la risa!

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  21. Me ha gustado mucho el vídeo y la metáfora continua que encierra: el metro, la vida, la sonrisa, la felicidad... Sin duda, las interpretaciones pueden ser mil, pero prefiero que un tipo como Jorge del Burgo no me la interprete... :)
    ¡Feliz 2010 a todos!

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  22. Marcos, ¿quién diablos es Jorge del Burgo? Feliz 2010, amigo.

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  23. Me encanta la narración que haces del evento. Sin duda, añades algo de tí al recuento de los hechos. Tengo que decirte, sin embargo, que la comparación del Buda y el Cristo me parece injusta. Son dos aspectos de una misma verdad, y ya sabemos que la misma enseñanza del Buda comienza con la observación de que la vida es sufrimiento. Si bien el estado de iluminación se puede relacionar con una sonrisa, el punto de partida de ese viaje empieza con la aceptación de la realidad.

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  24. Joselu, sólo voy a discrepar de ti en una cosa, en lo que dices del Cristo, y por cuestiones un tanto personales, tal vez tan sólo sea por incordiar o por dar por ahí, pero yo al Cristo sólo lo veo o como Resucitado o como Buen Pastor, y entonces sonríe.

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  25. Joselu: me ha gustado tu interpretación del video, muy profunda. A mi solo se me había ocurrido que el "aqui y ahora" era la interpretación. Yo había pensado que nos decía que en la vida vale la pena tener momentos de felicidad y olvidarte, aunque sea "un trayecto" solamente, de tus desdichas. Un abrazo Lola

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  26. Víctor Manuel, creo que es lo que había intentado expresar cuando afirmaba que eran las dos caras de una misma moneda. Sin embargo, hay demasiadas cosas que me alejan del cristianismo, una religión oscura y culpabilizadora. De todos modos, sabía que si alguien podía interpretar este post eras tú. Recuerdo el interés con que leía tus crónicas sobre diversas tendencias religiosas que tenías la ocasión de conocer. De todas maneras, pienso que el budismo es compatible con ciertos elementos cristianos. De hecho hay monjes católicos que practican meditación al modo budista. Gracias por tu aportación. Un saludo.

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  27. Malo, malísimo, aceptada tu interpretación, pero mi alejamiento del cristianismo tiene que ver con su visión culpabilizadora del ser humano, el pecado, esa obsesión con el pecado y la culpa. No acepto tampoco la existencia de un lugar llamado infierno donde desdichados sufrirían durante toda la eternidad mientras que otros afortunados disfrutarían de la gloria. No acepto esa dualidad. El bodhissatva se compromete a no entrar en el nirvana hasta que todos los seres puedan acceder a él. Me parece un hermoso símbolo sobre el que nadie está reflexionando, sobre esa dimensión compasiva del bodhissatva. Un cordial saludo.

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  28. Lola, ¿por qué no también tu interpretación? Una de las grandezas de internet y el mundo de los blogs es que podemos escribir sobre lo que queramos. Siempre hay alguien al que le interesa y aporta nuevos elementos que enriquecen y completan las ideas matrices. Gracias por tu presencia. Un cordial saludo. ;-)

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  29. Pero Joselu tú sabes que el clero cristiano no renunciará nunca a la culpa y al miedo al fuego eterno, es su arma, su herramienta de control.

    La iluminación, como tu sabes, tiene que nacer de dentro y eso no está entre los planteamientos de la mayoría de las iglesias que sólo buscan poder.

    Cultura, mucha cultura es lo que falta, una verdadera revolución cultural.

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  30. Perdón, Joselu: "Jorge de Burgos
    es un monje anciano y ciego, encorvado y blanco como la nieve; bibliotecario de la abadía, empeña su vida en ocultar un libro, el segundo libro de la Poética de Aristóteles, supuestamente dedicado a la comedia, la risa y el humor como efectivos transmisores de la verdad, alrededor del cual giran las muertes que se suceden en la abadía"
    .
    El nombre del personaje es un homenaje reconocido de Umberto Eco a Jorge Luis Borges en El nombre de la rosa. (Wikipedia dixit)

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  31. Joselu, hola otra vez. Entiendo que ya los ponías como dos caras de algo, pero no me parece que sean necesariamente opuestas, sino incluso complementaria -- claro, esto no sería así si tu entendimiento del cristianismo se refiere a la versión mojigata de ciertas instituciones. En cuanto al infierno, tampoco creo en él, pero hay estadíos de conciencia oscuros que son un infierno (no literal) y existe en el budismo también espacio para ellos: según algunas tradiciones budistas, cuando el alma desencarna tiene que enfrentar estos demonios y dependiendo de cómo responda se determinará su reencarnación. Quizás mi punto (no es que sea yo un apologista cristiano; eso ya lo sabes) es que la experiencia de la iluminación no es territorio exclusivo del budismo. Saludos.

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  32. Hola José Lluís: Acabo de leer tus palabras a Julia. Muy bonitas y llenas de amor. Yo también la he querido mucho. En ocasiones he estado más cerca de ella que otras. Justamente ahora, volvíamos a vivir un acercacmiento muy bonito. Pero ella estab amuy cansad. Ahora descansa.

    Estoy de acuerdo en que nos ha faltado un brindis por ella. Creo que no estará de más que lo hagamos. No te parece.

    Gracies por el vídeo sobre la iluminación.

    Por cierto, estás meditando?

    Besos, Anna

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  33. Un beso. No se que hago mal. Va la tercer vez que escribo y no hay manera de que quede el comentario colgado.

    Gracias por el regalo que nos has hecho sobre Julia.

    Firmo como anónimo porque no se hacerlo de otra manera.

    Besos. Anna

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  34. Víctor Manuel, tienes razón, la experiencia de la iluminación no es exclusiva del budismo. El cristianismo tiene en su seno corrientes místicas -al margen a veces de la ortodoxia-, igual que en el Islam reconozco con interés la corriente sufí, o el hinduismo y sus prácticas contemplativas. Creo que la meditación es esencial en este proceso iluminativo, meditación que se puede alcanzar en la vida cotidiana reconociendo y alcanzando ese estado de estar en el centro del ser, en el aquí y el ahora. Del budismo, he participado de la corriente zen, corriente que no participa necesariamente de la creencia en la reencarnación. ¿Hay vida después de la muerte? Nadie ha vuelto de allí para contárnoslo. ¿Existe la reencarnación? ¿Quién lo sabe? ¿Existe Dios? No podemos supeditar nuestra vida a una creencia. Sólo existe el instante presente en su totalidad y plenitud. Los viajeros del tren participan de un proceso que podríamos calificar de místico, influidos por el bodhissatva que les lleva al don de la risa.

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  35. Anna, gracias por tu visita. Participamos en alguna manera de este recuerdo a Julia por la que podríamos brindar. Tienes mi correo. No estoy meditando pero lo hice durante varios años en la corriente zen, a la que me gustaría volver, pero mi vida familiar no me permite disponer de tiempo apropiado para ello. Un fuerte abrazo.

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  36. El corto es una maravilla. No lo conocía y me ha sorprendido gratamente. Es cierto que la risa es una verdadera liberación, una explosión de felicidad, y reírnos en compañía de otros acentúa los lazos de unión y la conexión entre las personas. Todavía recuerdo un día en que, dando clase en 2º Bachillerato, un alumno hizo un comentario extremadamente gracioso, tanto que todos (incluida yo, que siempre intento que no me ocurra) empezamos a reirnos sin parar, y durante unos minutos esas risas fueron un hilo invisible que nos convirtieron en un conjunto perfecto. Es curioso que a partir de ese momento, dar clase en ese grupo fue cada día más placentero. Son momentos mágicos que no se olvidan.

    Un saludo

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  37. Elena, la facilidad para reír es un don que nuestros adolescentes todavía tienen en alto grado. Me ha gustado tu anécdota en aquella clase que te permitió conectar mejor con tus alumnos. ¡Qué profunda es a veces la risa y lo que contribuye a unirnos emocionalmente! Un cordial saludo.

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