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miércoles, 19 de noviembre de 2008

Leer contra alguien

Iba en el coche a buscar a mis hijas cuando puse la radio y, para mi alegría, oí la voz inconfundible de Juan José Millás en una entrevista. Agucé el oído y la seguí con placer. Me encanta la imaginación de este escritor. Sus comentarios malévolos de los viernes en El País, esté o no de acuerdo con ellos, me motivan y me divierten, igual que sus reflexiones sobre fotografías, o sus novelas. No he leído El mundo, pero la tengo en la lista de espera.

 Pues bien, Juan José Millás habló de su infancia, de sus primeras lecturas, de lo que significaba la lectura para él. Sostenía que él empezó a leer, como se hacen las principales cosas en esta vida, contra alguien o contra algo. Tenía que esconderse debajo de las sábanas con una linterna para leer sus primeras novelas, porque no le dejaban leer. Se pregunta el autor de El desorden de tu nombre si la universalidad de opiniones en la actualidad que consideran estupenda la lectura para el desarrollo personal no trabajan contra ella como ámbito de rebeldía juvenil. Es cierto que políticos, ministros, profesores, periodistas, presentadores de televisión y todo el mundo sostiene que la lectura es maravillosa. Hasta el ministro del interior dice que es lector y recomienda la lectura –ironiza Millás-. Se lee contra alguien en la adolescencia, pero se lo hemos puesto difícil a los jóvenes por esa adhesión unánime  al acto de leer. Sin embargo, los videojuegos están puestos en el terreno de la sospecha, y es ahí donde ellos se refugian apasionadamente. Millás cree que si hubiera vivido su juventud ahora sería un fanático de los videojuegos, tal vez como auténticas obras narrativas del presente y del futuro. Pero todo el mundo, y en principio los profesores hablamos mal de los videojuegos como dañinos para la imaginación.

 Me ha hecho pensar Millás en mi infancia y en mi inicio de la lectura a los once años. En aquel tiempo en la escuela no había libros. Estudié el bachillerato sin leer un solo libro en el colegio. Mi afición a la lectura surgió en soledad sin que nadie me la recomendara o impusiera. No había campañas lectoras ni unanimidad sobre sus ventajas. Leí mis primeros libros en largas tardes en que no había nada que hacer, excepto salir a la calle. Cuando era niño yo a los cinco y seis años ya andábamos sueltos por la calle todo el día, sin control paterno. La calle era absorbente y maravillosa, también peligrosa. Había bandas de chicos que podían atacarte. Como era temeroso, empecé a refugiarme en los tebeos y en la imaginación. La televisión llegó después. La tecnología estaba en pañales y sólo nos quedaba jugar a las chapas. Los libros llegaron como revelación. Nos refugiamos en las palabras, en las aventuras, en el misterio. Mi padre siempre que me veía leyendo me miraba con mala cara. Decía que la literatura era anacrónica y me recomendaba la técnica. No le hice caso y estudié Filología y me apasioné por la literatura.

 Mis preguntas son y las lanzo aquí. ¿No son contraproducentes todas las campañas oficiales por difundir la lectura entre los jóvenes? ¿No le quitamos rebeldía y frescura al acto de leer? ¿Es cierto que se lee contra alguien o contra algo? ¿No hacemos de la lectura un acto oficial y burocrático? ¿Son dañinos los videojuegos o son las novelas del futuro como sostiene Millás?

40 comentarios :

  1. Curioso. Aún recuerdo perfectamente, como si fuera ayer, el día que fui consciente de que había aprendido a leer. Estabamos comiendo en casa y leí la etiqueta de una botella de vino en que ponía"Los Molinos". Después en la escuela leíamos bastante. Creo que fue entonces cuando me aficioné a la poesía. Teníamos unos libros de lectura con relatos y poesía. Yo siempre leía una y otra vez las poesías. También me aficioné a leer sin que nadie me lo impusieran. Recuerdo que hice bastante uso de la biblioteca del colegio.
    Tiempo atrás sin televisión ni videojuegos quedaba la imaginación y la lectura. Actualmente, los videojuegos, internet, los mp3, etc,las han substituido. No creo que se lea contra algo o contra alguien, ni creo que ahora los jóvenes jueguen o juguemos a los videojuegos contra algo o contra alguien. Aunque no sé...quizá el hecho de que yo lea mucho más de lo que juego sea una acto de rebeldia. Y probablemente lea contra aquellos que dicen que los jóvenes no leen. Y no sigo porque me lio...
    A mí mi madre hace un rato me decía que tendría que haber optado por las letras...
    Un saludo ;)

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  2. Millás me produce respeto y me parece un personaje de pluma alegre pero siempre me da la sensación de que die muchas tonterías.

    No creo que ni él, ni tú ni yo nos refugiaramos en los videojuegos como acto de rebeldía, ni siquiera si hubiera existido en vuestra época, pues yo que soy más jóven y he vivido como las primeras generaciones de la aparición de los videojuegos, me doy cuenta que son una pérdida de tiempo y eso de que lo critican como algo malo... lo hacen a escondidas como siempre y solo porque da mucho dinero, no como los libros, que no dan nada y muy poco trabajo.

    Si las campañas para la lectura funcionan o no, la verdad que no me importa, pues ninguna de las campañas administrativas funcionan. Son como la de las drogas, o la de tráfico y un largo etc. Las drogas hacen campañas y cada año hay más gente que la consume, como también da dinero. Las de tráfico más de lo mismo y solo hasta que se han puesto duros con los puntos no se ha solucionado algo, eso si, que paguen los pobres las multas, no sea que las grandes empresas de coches se enfaden y cierren si les obligamos a hacer coches menos potentes que cuestan más baratos (y de todas formas cierran de que tienen algo menos de beneficios).

    Voy a parar porque si no te hago otro escrito militante insoportable. Donde realmente hay el problema de la lectura es en la educación. Primero con las lecturas obligatorias, incluso yo que soy un devorador de libros, ya desde pequeño gracias a mi madre, llegué casi a aborrecer la lectura con la m... de libros que nos hacían leer y que no les gustaba ni a los profesores. Segundo, lo estamos viendo a cada momento, con la reforma Bolonia, que va a matar a las humanidades, como tu me informaste, la reducción de horas de literatura. Vamos a dejar las cosas claras, que la lectura ni la escritura dan dinero y ya verás como dentro de poco ni se leera el Quijote para la fiesta del libro y se jugará a un videojuego.

    saludos

    PD: me informé aquí en Francia del recorte de horas en colegios e institutos y la inclusión de otras asignaturas ¿a que no adivinas a que cursos les han quitado más horas mensuales?

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  3. Me reitero en lo que escribí alguna vez: Prohibido leer.
    Por cierto, el jueves que viene iré con mis alumnos de bachiller a una charla coloquio con Millás. Ya te contaré.

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  4. A mi me pasa como a eloiblog, que Millás me cae bien, leo sus artículos, pero que veo que se le va la pinza mucho algunas veces. No creo que se leyera contra nadie. Primero, porque los crios y crías que leían eran minoría. ¿Hemos olvidado la sociedad de hace veinte, treinta, cuarenta años? Juzgamos por nuestros casos particulares y creemos que los niños antes leían más que los de ahora. No lo creo. En proporción leen ahora mucho más que antes, y los que lo hacen no lo hacen contra nadie. Marcelo tiene ahora once años; tiene una DS y una playstation, disfruta con los videojuegos, que sus padres le racionan y controlan, naturalmente. Ha leído todos los libros de "El señor de los anillos", todo Harry Potter, todo lo que hay en las librerías sobre el Cid y sobre el antiguo Egipto, para niños, más innumerables libros no tan significativos ni populares, como los cómics de Lenore y de Bone. Compagina los juegos tecnológicos con la lectura, de la que es un apasionado. ¿Es el típico niño actual? No creo, es como nosotros éramos de niños, tiene el "gen" lector, heredado o creado, no lo sé.
    Para resumir, no estoy de acuerdo con Millás en absoluto, aunque sea gracioso. Lo que yo creo es que hay algo en los lectores, algo diferente desde la infancia, pero que se pueden crear lectores, porque hay más gente de la que creemos a la que le hace falta un simple empujón.
    La escuela debe suplir lo que no haya en la familia. Se siembra y se espera a ver qué pasa. Como la semilla del Evangelio. Saldrá o no saldrá, pero lo que pueda salir hay que favorecerlo.
    Por otra parte, ¿todo el mundo tiene que ser un lector impenitente, como yo o como vosotros? La lectura es una acto de libertad. En eso estoy de acuerdo, en que las lecturas obligatorias, de ahí te apañes con el pestiño, hacen más daño que bien.

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  5. Eloi con el comentario aquí y en mi blog me vas a deprimir. Aunque en realidad no deja de ser cierto.
    Y del tema de la educación ya ni hablamos allí no existe la literatura.
    A la única conclusión que llegué con el tema de lecturas oblgatorias es que quizá hay algún interés oculto por parte de los altos cargos. Aunque después para gustos los colores.
    A mi el año pasado me obligaron a leer. Tres sombreros de copa de Mihura y Amor y pedagogía de Unamuno. El primero si no lo hubiera leído no hubiera pasado nada. El segundo en cambio me encantó. El criterio general en clase fue el contrario.
    Este año tenemos que leer Nada de Carmen Laforet y la profesora en pequeño comité ya nos ha dicho que no sabe en que se basan a la hora de escoger las lecturas y que es un poco aburrido. Así que... me queda ir a la libreria y buscar lo que me interese...

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  6. Hola Joselu.

    Creí que un comentario tuyo de hace unas semanas ya mostraba la clave para las preguntas que planteas: hay muchos libros, mucha oferta, muchas promociones, ..., pero pocos esfuerzos reales, pocos lectores de literatura auténtica. Muchos maestros que obligan a leer y que luego no leen en sus casas.

    Comentamos que la buena literatura es la que atesora aún el poder transgresor, rebelde, y crítico de la lectura. El poder del conocimiento para cambiar el mundo. Lo demás son fuegos artificiales.

    ¿Es así o no?. Yo confío en ello...; no quedan muchos otros estímulos para luchar contra nuestra estúpida sociedad.

    Saludos.
    José Luis.

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  7. En lo único en que coincidiría con Millás (uno de mis autores preferiodos, ahora estoy con Laura y Julio) es en ese imperativo universal del acto de leer.

    Es el tema de siempre de las lecturas obligatorias. En mi caso dejé de leer muchos clásicos por ser lectura de bup.

    Y como experiencia personal, mi madre me castigaba sin leer porque si me castigaba con otra cosa, me mostraba más indiferente. Así que también he leído mucho a oscuras y con linternas.

    Si cada libro es un mundo, cada lector con sus viajes iniciáticos y sus gustos y cómo la literatura le moldea, es también un mundo.

    ¡Qué nos dejen leer en paz! :)

    Un saludo.

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  8. Mari Carmen, es curioso el quiebro que da tu reflexión cuando te planteas si lees contra aquellos que dicen que los jóvenes no leen. Te conozco un poco, a través de tus escritos, y no me cabe duda de que eres una resistente, que te alimenta la rebeldía y no la resignación a los valores imperantes. Tu predilección por Benedetti es significativa. No me cabe duda de que en tu caso la lectura es una ocasión de intentar hacer un mundo diferente.
    Por cierto, Nada de Carmen Laforet es una novela espléndida que no dudo que te vaya a gustar. La escribió la autora muy jovencita. Casi se identifica con su yo biográfico, aunque Laforet lo niegue. Tiene una gran frescura. Es una novela iniciática. Poco escribió Laforet más que mereciera la pena como esta novela. La desolación de la posguerra impregna de tristeza esta poderosa obra narrativa. El foco de conciencia de Andrea entra en el mundo oscuro de la calle Aribau y va descubriendo claves de entrada en la vida. Su relación con Román es especialmente interesante. No la leas con prevención. Es muy buena. Un fuerte abrazo. Gracias por tus dos comentarios.

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  9. Eloi, creo que sostienes que los videojuegos no son una afirmación de rebeldía, pero en tu caso creo que sí que piensas que la lectura lo es. ¿No es así? Es lo que resalta Millás.
    No me cabe duda de que en Francia han reducido también las horas dedicadas a literatura, filosofía o similares. ¿Es así?
    Un abrazo.

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  10. Antonio, ¡qué gustazo poder escuchar a Millás y poderle preguntar directamente! Me encanta su pose de niño malo y rebelde. En el fondo es un buenazo, pero me estimulan sus planteamientos contundentes y ácidos sobre los poderes establecidos. Si tenéis ocasión preguntadle sobre esto. Un cordial saludo.

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  11. Gracias por darme una visión del libro mucho más positiva de la que tenía o me habían dado. Supongo que lo leeré esta navidad. Ya te contaré que me parece.
    :)

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  12. Clares, mi intención al hacerme eco de las opiniones de Millás era promover la reflexión, como así ha sido. Pero también quería meditar en si hay, cuando uno lee con auténtica vocación, un núcleo de resistencia interior, de rebeldía frente a lo dado. Yo no sé si leía contra alguien, pero sí puedo decir que leer era la afirmación de un mundo interior en contraste con la aridez del mundo exterior que me tocó vivir. Es cierto, no era un rebelde. Nada más lejos de la realidad, pero los personajes que conocí pasaron a formar parte de mi núcleo duro y aún los sigo reconociendo muchos años después. Me dan vida. Me ofrecen confrontaciones con un mundo que requiere acomododación. Puede ser que ésta sea una visión romántica de la lectura. Soy un romántico, lo confieso. Es cierto que se leía mucho menos antes en comparación con ahora, pero también es cierto que se ha convertido en una cantinela tan machacona lo de que hay que leer (promovido por todos los organismos oficiales, a la vez que suprimen las literaturas de los planes de enseñanza)que la lectura ha devenido asimilación de modelos asequibles, fáciles, esquemáticos, poco exigentes, y un acto de libertad y afirmación se ha convertido en fofo, blandengue, conectado con la obligatoriedad de las aulas.
    Creo que en Marcelo, un superlector admirable, se están dando procesos internos que seguramente tú no puedes conocer. La literatura nos cambia. No somos iguales después de leer determinados libros. Soy de los que cree que la buena literatura transforma. No se puede leer con tanta pasión y ser lo mismo que si uno se comiera un bocadillo de calamares. Creo que hay una dimensión artística y estética en el ser humano. La literatura es uno de estos pilares de formación. Marcelo se está formando y está asimilando mitos, leyendas, modelos que inevitablemente entraran en confrontación con un esquema facilón de la vida. Quiero pensarlo. Creo que tu hijo está alimentando rebeldía al ser un buen lector. ¿Contra qué? ¿Contra quién? Contra nadie en particular y contra mucho en general. Está alimentando su mundo interior, espacio donde no puedes entrar y del que quizás no le sea fácil hablar. Si no ¿para qué sirve la literatura? ¿Para pasar el rato? ¿Únicamente para divertirse? ¿Da igual leerse El señor de los anillos que tomarse un colacao? No. Algo ha cambiado dentro. O yo no entiendo lo que he vivido. La visión de Millás es divertida pero ofrece ángulos de discusión sugerentes. Para terminar, decir que desde la escuela se puede hacer mucho para promover la lectura, pero no podemos hacer de alumnos no lectores, lectores apasionados. ¿Los videojuegos (que yo he detestado sin conocerlos) ofrecen alguna posibilidad imaginativa? Me gustaría que hubiera entrado alguien a matizar esto. Un fuerte abrazo.

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  13. José Luis, estoy de acuerdo en que la auténtica literatura es transgresora, nos hace sentirnos incómodos en un mundo injusto y nos hace también buscar un cierto equilibrio espiritual en un mundo que tiene cada vez más connotaciones de banalidad. La verdadera literatura es meditación activa. Y nos cambia. Un cordial saludo.

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  14. Zinquirilla, bienvenida al club de los que leyeron a escondidas. ¿Por qué dices que estás de acuerdo con Millás en ese imperativo universal del acto de leer? No se puede inferir de lo que he escrito que él sostenga eso. ¿A qué te refieres? No creo que él defienda que todo el mundo debería leer. Un cordial saludo.

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  15. Hola a todos:

    Yo creo que las lecturas obligatorias han ayudado a que se tome un poco de manía a la lectura (las lecturas de antes, ahora se van adaptando más a los chavales).

    Pero sin duda creo que el problema es más de educación, hace no mucho había un anuncio de animación a la lectura cuyo lema era "Si tu lees ellos leen".

    Yo estoy totalmente de acuerdo con el anuncio. En mi casa ha habido muchos libros y siempre me ha gustado leer (aunque no leí El Quijote cuando me lo mandaron) pero creo que en general no los padres no tiene ni tantos libros ni tanto hábito con lo que los hijos no se sienten tan atraidos.

    Un saludo.

    P.

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  16. PLB, pues ahora es el tiempo de leerte El Quijote. Ya no te lo mandan. Te lo recomiendo. Un saludo.

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  17. "Con pocos, pero doctos libros juntos vivo en conversación con los difuntos y escucho con mis ojos a los muertos". Con, siempre; jamás contra.
    Quizás Millás se refiere a que se oponía a lo que sus padres esperaban de él o pensaban para él, para su futuro.
    Creo recordar que siempre he leído para mí, a mi favor y contra la coerción social, aquella del franquismo en la que la máxima dominante era aquella de "lejos de mí la funesta manía de pensar."

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  18. Siempre me causó rechazo cualquier libro que me obligaran en el bachillerato y hasta en la carrera, tenía que hacer un esfuerzo enorme, se me tensaban las mandíbulas y se me encogía el estómago, aún cuando el libro me gustase a posteriori perdía un 50% solo porque era obligado... En cambio no me pasaba lo mismo con los recomendados.

    Estoy en contra de las lecturas obligarias y a favor de las recomendaciones, nunca he obligado a leer un libro, los he mencionado, los he escrito en la pizarra, pero nada más...

    Un abrazo.

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  19. Hasta el ministro del interior dice que es lector y recomienda la lectura –ironiza Millás-. Se lee contra alguien en la adolescencia, pero se lo hemos puesto difícil a los jóvenes por esa adhesión unánime al acto de leer

    Comparto la primera parte, decir que se leete hace "quedar bien". Y también comparto el final en esa adhesión unánime a lo que yo añado lo de las lecturas obligatorias. Mi reflexión iba al hilo de la de Millás.

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  20. Las cosas más importantes de la vida se hacen "a la contra" o por amor. Con todo, llega un día en que "la chair est triste, hélas! et j`ai lu tous les livres" (S. Mallarmé; Brisa Marina))

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  21. Joselu, yo ya no tengo edad para jugar a los videojuegos, pero los he visto y admirado, sí, admirado. Si se eligen bien, que no sean violentos, por ejemplo, y estén bien diseñados, hay verdaderas preciosidades. Estéticamente son muy bonitos, mágicos. A Marcelo le compramos Imperio, un juego sobre Roma, en el que no se ha quedado, sino que lo lanzó a buscar información sobre la civilización romana, un ejemplo. Otro sobre la Isla del Tesoro, con igual resultado. Y otros no tan instructivos, pero muy hermosos de ver y, supongo, divertidos para él. Lo que importa, como siempre, es el cuidado, para la elección y para que no se convierta en una adicción, moderar y negociar los tiempos con la criatura. Nada que haya en el mundo, que pueda ser observado, manejado, trabajado, por un niño es malo para él mientras los adultos estemos ahí, con nuestro cuidado y nuestro cariño.
    Los planes de lectura oficiales, no sé... Si ponen espacios agradables para los críos, si ofrecen lecturas bonitas y actividades, desde edad temprana, si preparan al profesorado, porque no basta con anuncios y con decirlo muchas veces. Yo, de todos modos, creo más en el contagio, en el entusiasmo que se transmite, y en no ocultar nunca nuestros gustos y disgustos, como si fueran amigos con los que hablamos de nuestras lecturas.
    Mañana empiezo una nueva actividad con tercero de la ESO. La hemos llamado "Imágenes literarias". Simplemente proyectar fotos de cuadros, esculturas, fotos, etc., e ir añadiendo las explicaciones y los debates acerca de lo que vemos. Empiezo con el rey Alfonso X el Sabio, relacionado con Murcia, y con el Cid. A ver qué pasa. Ya te cuento.

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  22. Para mi comenzar a leer no fue un acto rebelde, mi madre me pasaba ya de pequeño buenos libros y de adolescente los libros que ella acavaba.

    Puede que se produjou un acto rebelde por mi parte cuando en el instituto me obligaban a leer cosas que no me interesaban para nada. Tengo que confesar que no me acuerdo muy bien de cuales eran los libros, hace ya casi 10 años, pero no eran ni clásicos, ni conocidos ni nada. El acto fue negarme a leerlos y hacer los examenes sobre ellos, confieso que los leí más tarde y todo eran normales, no había ninguno que me llevara a una buena reflexión o fuera una historia increible como Robinson Crusoe, eran del montón y además caros, que no estaban ni en la biblioteca. Fue un acto de rebeldía cuando los profes me decían si lo había leido y yo mostraba a Kafka, Marx, Tolkien o Ende y les decía que eso era lectura


    Has adivinado ;-)

    saludos

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  23. Yo no creo que los libros desaparezcan, evolucionarán, cambiarán de formato, no serán en papel, estarán en el ordenador o similares, pero la literatura es algo necesario.
    Para ser lector es necesario tener curiosidad, eso es lo que yo recuerdo de mi infancia y es lo que veo en mi hija de 6 años que lee desde Abril y ha cambiado los juguetes por los libros y en mi hijo de 3 que ya dice que él también sabe leer, coge los libros para demostrártelo, te cuenta lo que recuerda o cree que pone, arrastrando su dedo por las líneas como hacía su hermana. Curiosidad por saber como terminan las historias que se empiezan y creatividad para imaginar que será de los personajes más allá del libro.
    Respecto a las campañas y lecturas obligatorias totalmente de acuerdo con Eloi.
    Saludos

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  24. Hace escasos días en el blog "Nosololibros", Miguel Calvillo resumía muy bien lo que la escuela debe hacer. Decía que lo mismo que damos de comer a los niños debemos, también, darles de leer.
    Yo respondí entonces con esta réplica: No sé si resistiría el hecho de que, transcurridos unos años, mis alumnos dijeran "y no me dieron de leer...".

    Por cierto, en El País del 20N aparece publicado un reportaje sobre la presencia de los videojuegos en la escuela.

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  25. Cuando rememoro mi infancia siempre me veo leyendo. No sé a qué edad aprendí a leer pero sí recuerdo que uno de los primeros que cayeron en mis manos fue "Fabiola". Luego me hice con casi toda la colección de la inefable "Historias", de Bruguera, y más tarde leí casi todos los libros que tenía mi padre sobre la 2ª Guerra Mundial (Frank G. Slaughter, Sven Hassel...) Pasé ocho años en el Sahara y allí había pocos libros. Un profesor me dejó los "Artículos" de Larra ya en COU, pero durante todo el Bachillerato no me hicieron leer más que los pocos trozos de obras que venían en los libros de texto. Todo era teoría, historia, fechas, biografías, nada de lecturas. Creo que tenía casi veinte años cuando descubrí a Lorca y Machado. Hoy soy una lectora empedernida y empeñada en hacer leer a mis alumnos siempre que puedo. Les encanta leer en voz alta y procuro escoger libros que les gusten. Como son pequeños (10-12 años) no puedo trabajar con ellos muchas de las obras que mencionáis, pero sí, por ejemplo, algunas fábulas o las "Nanas de la cebolla" en la voz de Serrat acompañadas de una pequeña biografía de Miguel Hernández que espero les sirva de algo.
    Los planes de fomento de la lectura son una patraña, sólo sirven para hacernos rellenar folios y más folios llenos de lo que las autoridades quieren oír. No hacen más que reducir horas de las asignaturas instrumentales y encima dicen que los chavales se expresan mal y tienen muchas faltas de ortografía, hay que fastidiarse. Yo seguiré en mi tarea haciendo lo que creo más conveniente mientras me dejen.
    Joselu, ya me contarás qué tal "El mundo". Me gustan mucho los artículos de Millás, no tanto sus novelas.
    Ah, yo no leo "contra" nada ni nadie. Creo que la lectura abre puertas y mentes, no las cierra.
    Un abrazo, colega.

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  26. Juan Poz, aquí son bienvenidos sus pensamientos porque consideramos como necesaria y vital esa manía de pensar. No estamos completos, por eso precisamos el alimento del pensamiento, cuanto más rico mejor. Un cordial saludo.

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  27. Cariátides, es difícil en la enseñanza sólo recomendar libros. Ahora mis alumnos de primero de ESO están leyendo El principito (obligado). Les está gustando, y el hecho de que muchos lo lean permite hablar entre todos de la obra, de los pensamientos, de las imágenes del autor, aparentemente ingenuas, pero cargadas de densidad. Es una polémica que viene de muy atrás y que nunca tiene una clara resolución. Entiendo lo que dices. Un cordial saludo, amiga.

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  28. Zinquirilla, gracias por la aclaración. Un cordial saludo.

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  29. Pantagruel, qué hermoso eso de que las cosas se hacen a la contra o por amor. Creo que tienes razón. Has captado el núcleo de la reflexión de Millás. Como siempre, gracias por tu presencia y aportaciones.

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  30. Clares, desconozco el mundo de los videojuegos, pero por lo que dices es más rico de lo que cabría pensarse. Al menos algunos que abren la curiosidad de saber. Espero que os vaya bien el proyecto de "Imágenes literarias". El arte de seducir y enseñar sin que ellos se den cuenta de que están aprendiendo. Un cordial saludo.

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  31. Eloi, buena lectura la de Kafka, Marx, Tolkien o Ende. ¿Añadiríamos a Kropotkin? Ojalá pudiéramos hablar de estos libros en la ESO. El año pasado recomendé a Kafka y Ende, pero no tuvieron demasiado éxito. Un saludo.

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  32. Sonia, bien por tus hijos. Bienvenidos al club de los lectores maravillados. Un saludo y gracias por participar.

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  33. Lu, hermosa imagen esa de dar de leer. A pesar de esa obligatoriedad de la lectura, que es necesaria, muchos de nuestros alumnos descubren libros e historias que se quedarán para siempre con ellos. Espero. Un saludo.

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  34. Yolanda, lo de tus ocho años en el Sáhara me resulta muy sugerente. Algún día podías hablar de tus recuerdos allí, puesto que estuviste en una etapa de formación de la conciencia en la niñez y adolescencia. ¿Has vuelto de mayor? ¿Cómo recuerdas aquellos años y aquel tipo de sociedad? Un saludo.

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  35. Joselu,
    Yo creo que el “no leer” tiene que ver más con la comodidad. Es incómodo (incluso tumbado la postura de leer cansa), se tiene que dar un mínimo de condiciones (ambiente, tipo de lectura, momento emocional...)y las alternativas son muy atractivas. Sin embargo, estoy seguro de que TODOS disfrutarían de la lectura si la escuela “forzase” esas condiciones.
    Igualmente, creo que mi forma de leer ha cambiado, incluso ha mejorado, desde que sé que voy a escribir y voy a ser leído. Disfruto más al encontrar un palabra bonita, una expresión sencilla, una estructura compleja... Y la de los alumnos debiera mejorar en la misma medida

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  36. Yo tampoco empece a leer contra algo, es más xreo que empece a leer para algo, tal vez para viajar, para huir de la realidad (lo mismo que iba al cine) y comence muy pronto; aún recuerdo los tebeos en los que descubrí mi pasión por la lectura. Luego,posiblemente fue al revés, gracias a la lectura empece a estar contra muchas cosas (de mi época).

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  37. Pienso que son preguntas sin respuesta. Al menos dejé de hacérmelas hace rato.

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  38. Creo sinceramente que sí, que cualquier campaña para leer es contraproducente, sobre todo, si les obligamos a leer libros que ahora han perdido todo su sentido por mucho, eso sí, que puedan gustarme a mí y, en mi caso, leer era un acto contra algo, sí, contra un mundo y una sociedad que ni entendía antes ni entiendo ahora. Un gran abrazo.

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  39. El mundo es una novela que he leído recientemente y me parece excelente,tanto como el resto de la obra de Millás.
    ¿Leer contra alguien? Todo el proceso que conyeba a leer nace de unas carencias respecto al mundo y hacia nosotros mismos que al principio ignoramos.Después,con los años,llegamos a esta certeza:Leer contra todas las cosas.

    Saludos.

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