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domingo, 12 de octubre de 2008

Arte contemporáneo


Cuando viajo me gusta visitar los museos de arte contemporáneo que han proliferado por toda la geografía española. No he tenido ocasión de visitar ARCO, la feria de arte contemporáneo que se celebra en Madrid y que es la más importante de nuestro país. Es interesante intentar un diálogo con el arte que se está haciendo ahora. La idea de lo contemporáneo puede aplicarse a todo el siglo XX, o más restrictivamente al realizado después de la segunda guerra mundial, o incluso más reducidamente al creado tras el ataque a las torres Gemelas de Nueva York. Cuando paseo por las salas de un museo contemporáneo intento mantener una conversación con el artista que hace la propuesta. ¿Qué me está diciendo? ¿Qué pretende expresar? ¿Qué reflexión hay sobre el arte en su propuesta plástica, pictórica o literaria? No me considero un erudito en arte, mi visión es bastante simple. Me gustan los planteamientos de la modernidad que llegan a fundirse con mi visión del mundo. Mis impresiones en general suelen ser bastante decepcionantes. Hay demasiados museos de arte contemporáneo y no hay una producción de altura estética para llenarlos. El otro día paseaba por la colección del MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona) y mi juicio no podía ser más pobre. Lienzos pintados totalmente en negro, esculturas con forma de caja de metal, formas inexpresivas carentes de imaginación, profundamente aburridas, una serie de cojines gigantes clasificados por colores. El bostezo me asaltó repetidamente cuando visitaba sus salas llenas de turistas que no sé muy bien qué sentirían ante aquella vaciedad e inanidad.

Hace unos meses tuve ocasión de ver la exposición conjunta de Picabia, Man Ray y Marcel Duchamp en el MNAC (Museo Nacional de Arte de Cataluña). Tuve ocasión de verla con mis hijas que se aburrieron profundamente. No tuve ocasión de verla con excesivo detalle, pero sí que llegué a la considerada obra fundamental del siglo XX, la fontana de Marcel Duchamp, un urinario puesto del revés. Imaginaba que cuando llegara a tal icono del arte dadaísta sentiría algún tipo de emoción profunda. Tantas veces había hablado de él y de la nueva concepción del arte que se derivaba de aquella fuente de la marca Mutt. Pero no fue así. Mi reacción fue fría, aquel objeto, o aquella cosa como acostumbraba a decir Marcel Duchamp, me dejo absolutamente impasible. No sentí nada, y casi me surgió de nuevo el bostezo. Fue una terrible decepción. Pensar que buena parte del arte del siglo XX derivaba de aquel objeto que ha sido considerado como el elemento artístico fundamental del siglo pasado resultaba decepcionante.

Quizás me faltaba una buena contextualización. Es imposible entender el arte contemporáneo si uno no entiende los parámetros en que está creado, el diálogo con el arte que el artista pretende mantener, la ironía que propone...

Creo que el arte contemporáneo es demasiado críptico y dentro de esta oscuridad significativa se esconde un profundo vacío. Hay ciertas cosas que se han incorporado ya a nuestra cultura como el relativismo de lo que es arte. Hay quien dice que arte es aquello que está colgado de las paredes de un museo y -añado yo- que estas paredes están llenas de patrañas huecas que no contienen nada ni expresan nada. Así lo tiende uno a sentir en numerosas ocasiones ante las banalidades que tiene ocasión de contemplar.

Sin embargo, no descarto seguir visitando museos de arte contemporáneo. A veces hay sorpresas. El diálogo con la modernidad es necesario, y en ocasiones uno encuentra auténticos visionarios como Juan Muñoz, el escultor de figuras enigmáticas en grupos o en soledad; o las fotografías de Desiree Dolrom de la feria de Arco de 2007, o cuadros de arte africano caracterizados por el sentido social del arte y el humor. Probablemente el conjunto sea profundamente frustrante. Hay mucho engaño y mucha mediocridad, pero de vez en cuando surge un artista total cuyo arte es revelador y transparente, a pesar de su carga conceptual. Es necesario tocar carne y sangre, es necesario que el arte vuelva a abrir sus venas ante el espectador, es necesario volver a recuperar la expresividad y la poesía del arte y que llegue a este asendereado hombre del siglo XXI tan necesitado de poesía visual ante la avalancha mediática a que está expuesto. A veces los artistas son deliberadamente oscuros para no entrar en los parámetros del arte comunicativo y televisivo, pero esta televisión es la verdadera formadora de nuestros criterios artísticos en la publicidad sobre todo.

Las imágenes que publico son de Desiree Dolrom, una artista que recrea el mundo del pintor holandés Johannes Vermeer. Son espléndidas por su tratamiento de la luz y el misterio de los rostros. Cuando pienso en arte contemporáneo auténtico imagino artistas como ella.
Estas fotos fueron publicadas por http://agaudi.wordpress.com/2007/10/24/desiree-dolron-fotografias/ .

31 comentarios :

  1. Bueno, como suele ocurrir, coincidimos. Esto es lo que yo escribí sobre el tema, un poco en plan de guasa.

    Yo creo que es una patraña, y hay quien dice que después de la segunda guerra mundial fue orquestada por la CIA, que financiaba bajo mano a supuestos mecenas privados para que promovieran idoteces, y de esta forma evitar el peligro del comunismo. Los propios artistas no eran conscientes de ello. Los rusos por su parte estarían haciendo algo parecido pero al revés. Esto, de ser cierto, explicaría muchas cosas.

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  2. Estupendas esas fotografías, por cierto. No las conocía.

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  3. Igual vengo a decir que coincido contigo y que estoy lleno de curiosidad por lo que me parece un giro en el tono con que escribes. Siento mayor urgencia en tus últimas notas. Yo veo en este arte contemporáneo mucha obsesión con las formas, a veces a expensas de la substancia. Veo eso en varios aspectos del arte y encuentro en tu bostezo un buen resumen de lo que provocan. Creo que los grandes cambios comienzan en el arte y que hace falta un giro para nuestros tiempos.

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  4. Creo, Frikosal, después de leer tu post enlazado, que no añado nada nuevo a lo que escribiste con ironía. Dicen que ésta es componente esencial del arte contemporáneo y que cabe descubrir alguna elaboración en tres enormes lienzos de Miró, expuestos en la Fundación Miró de Barcelona, en que lo único que hay es una línea transversal trazada con una especie de rotulador. Nada más. Respeto a Miró por otras obras interesantes que pintó, pero eso no impide reconocer que también hizo tonterías al hilo del fenomenal disparate, a veces, que hay en esa etiqueta de "arte vanguardista" que son meras bromas intranscendentes pero que alguien se ha creído que deben estar en los museos como muestra de papanatismo. Y pocos se atreven a decir que el rey va desnudo. Me felicito por la coincidencia con el sentido de tu artículo.

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  5. Víctor Manuel, las crisis son dolorosas, y la que estamos viviendo nadie sabe donde acabará, pero anhelo en que el arte vuelva a su sentido social, aunque sólo sea para contrapesar el péndulo de esta sensación de vacío de sustancia que parece impregnar el llamado arte contemporáneo. Me alegro de que percibas una mayor urgencia en el tono de Profesor en la Secundaria. Tiene sus motivos aunque estos deban ser discretamente abordados.

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  6. Yo no creo que la desazón ante el arte que nos es contemporáneo sea específica de nuestro tiempo. ¿Que sentirían los medievales tardíos ante tanta tabla minuciosamente pintada sino hastío? ¿Que sentimiento tendrían los espectadores del barroco ante tanta imagen religiosa, ante tanta mitología, pintadas con habilidad, sí, pero probablemente -desde alrededor de Caravaggio- con la ayuda de la cáma oscura y de la óptica? Aburrimiento.

    Seguro que los artistas siempre han perseguido fascinar, y cuando no, epatar, provocar, sea con la técnica, sea con el contenido, y el primero que consiguió colgar un cuado en blanco en un museo, o un desnudo en azul arrastrando a la modelo sobre el lienzo, lo consiguió, igual que Duchamp con su urinario, o el que propuso una habitación con su cama desecha, sus alpargatas y su urinario bajo la cama como obra de arte para el Pompidou de París, y se lo aceptaron.

    Y el caso es que aunque despreciemos ese arte, no vaya que nos tomen por tontos, ese mismo desprecio implica muchas veces más reflexión que la que nos provoca la belleza de Boticelli a estas alturas.

    Yo no podré olvidar el día en que me dí cuenta de que la serie de Piet Mondrian de cuadros con fondo blanco y cintas con los colores más simples cruzadas, trazando rectángulos, encerraba increibles trompe-l'oeil que de ningua forma esperaba.

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  7. ¿Qué es el Arte? Ésta es la primera pregunta que tendríamos que responder, la primera pregunta que nuestros alumnos tendrían que saber contestar. La educación artística es la más olvidada hoy en día, para entender el arte, de cualquier época, hace falta base y esa base no se enseña. Cada artista es un producto de la época en que vive y son muchos los factores que le influyen a la hora de crear. Igual que en literatura no todo lo que un escritor célebre escribe es bueno, no todo lo que un artista crea tiene calidad. Actualmente ¿no se escriben muchos libros con el único fin de ser un betseller?, en el mundo del arte ocurre lo mismo, una obra es en muchas ocasiones una inversión, igual que invertir en bolsa, y el arte pasa a formar parte de un mercado, controlado por los marchantes, las grandes casa de subasta y los millonarios de todo el mundo que confían en lo que los expertos les dicen.
    Yo doy Plástica, en 1º de la ESO me gusta enseñarles la obra “Mierda de artista” de Piero Manzini, me gusta la reacción que les provoca, ningún alumno considera que eso sea arte y sin embargo lo es, la obra en sí les provoca rechazo, si nos atenemos simplemente a lo visual no deja de se una lata de conservas con mierda, pero sin vamos más allá, hay una crítica a una sociedad capaz de comprar mierda enlatada a precio de oro, sin reflexión.
    El arte moderno es producto de la sociedad en que vivimos, donde el consumo prima por encima de cualquier otro valor. Muy a menudo hay una crítica a esa sociedad por parte de los artistas.
    Hay libros que son considerados obras maestras pero cada lector tendrá una opinión y en ocasiones pueden no gustarnos, con el arte ocurre lo mismo, no tiene porqué gustarnos todo lo que es considerado como arte o se encuentra en los museos.

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  8. La discusión sobre qué es arte es un terreno pantanoso en el que no quisiera embarrarme porque admito mi ignorancia en el asunto.
    La sensación de imcompresión ante una obra sagrada la he vivido con desasosiego en mi juventud y con resignación, más tarde.
    Con el tiempo he aprendido a apreciar las obras de arte desde la emoción. Si la obra es o no un icono de un movimiento artístico, ¿qué más da?

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  9. Pantagruel, el problema es que el arte contemporáneo implica no sólo la emoción percibida sino también la reflexión sobre su forma y sentido. El otro día en el MACBA veía un vídeo con una boca abierta en primer plano que parecía articular palabras. Sólo eso. U otro vídeo en que se observaba a un hombre desnudo que corría hasta la pared, y vuelta e empezar. Era una secuencia cíclica. ¿Y qué? Suscitaba mi rechazo, quizás era la intención del que había hecho aquello. No todo es Piet Mondrian, artista al que admiro. Mi crítica se encamina hacia la proliferación de museos de arte contemporáneo en todas las comunidades autónomas y la falta de obras realmente valiosas para llenarlos. Son espacios de diseño llenos de aire, si no es esa provocación, que a estas alturas ya resulta cansina. Creo que muchos llamados artistas son auténticos farsantes y cuyas obras -no entiendo- logran llegar a donde llegan.

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  10. Me gustaría aportar un contraejemplo, una obra que SI significa algo, al menos para mi.

    La hizo un artista chino llamado Song Dong en el 95, por lo que yo se sin ninguna intención de venderla o exponerla. A mi me parece arriesgada y sugerente: "..de forma irónica Song dong colgó de un muro que rodeaba y protegía una casa oficial del gobierno bolsas de tejido de algodón llenas de agua, de las cualas iba filtrándose y goteando el agua".

    El texto es de "El Objeto A", allí hay una foto.

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  11. Sonia, leí en El País que existía la duda razonable de que la serie de latas de Piero Manzoni tituladas Mierda de artista no contuvieran realmente mierda sino yeso. Por si acaso nadie ha osado abrirlas para comprobarlo. ¿Perderían valor simbólico? Sin duda. Es terrible que el arte en el fondo constituya una denuncia a la sociedad que otorga valor a la mierda. Es un hecho que dichas latas las poseen importantes museos del mundo y las exhiben. En este sentido fue probablemente Marcel Duchamp quien inició la reflexión sobre lo que es arte a partir de convertir un objeto vulgar en artístico. Y en lo que tienes toda la razón del mundo es en la subjetividad del gusto artístico. No todo tiene que gustarnos porque sea teóricamente arte o esté en un museo. Hay obras que nos conmueven -y esto es importante- y otras que nos dejan fríos. Pero es interesante el debate.

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  12. Coincido con casi todos vosotros. Desde el primer día dije que me encantaba el museo Guggenheim de Bilbao, pero poco o nada lo que ha colgado en sus paredes. ¿Que no entiendo nada? Puede... ¿Que no puedo, por tanto, emitir un juicio válido? Puede... pero lo digo sin ningún tipo de vergüenza: la mayoría del arte contemporáneo no me gusta. Sin más. ¿Debo pedir perdón por ello?

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  13. Frikosal, he ido a ver la página de Song Dong y su montaje con sacos de algodón con agua y he leído la descripción de algunas de sus performances o instalaciones. El valor simbólico es esencial. Sus reflexiones versan sobre la fugacidad de las cosas, discurso que me atrae. El arte contemporáneo es un tema comprometido en el que es valioso el debate y la controversia como la que por aquí se está entablando. Yo no lo niego. Me atraen los museos de arte contemporáneo, y me gustaría que me explicaran el sentido de lo que allí está expuesto. A veces me parece banal y otras veces me interesa. El otro día vi una exposición de fotografías titulada El poder de las ruinas en la casa Asia de Barcelona. Eran dos fotografos, una japonesa y un chino. Era fascinante ver cómo convertían unas ruinas en un objeto artístico con la presencia de unos cuerpos desnudos, una pareja sumamente estilizada. Me atraen los experimentos, percibirlos y a ser posible que me los expliquen, aunque esto no es absolutamente necesario.

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  14. Hola, compañero.

    Supongo que tú sabes que voy siguiendo tu blog aunque nunca te haya comentado nada.

    A mí la mayoría del arte contemporáneo me deja indiferente. Aunque no por eso dejo de ver los museos dedicados a este arte.

    Te regalo este link http://www.imanmaleki.com/. Espero que te guste. A mí me impresionó muchísimo.

    ¿Hasta pronto!

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  15. Lurdes, tienes toda la razón. Es un criterio fundamental juzgar desde la emoción, pero yo una vez tuve una experiencia con el poeta catalán Joan Brossa, al que tuve el honor de conocer. Vi una exposición de sus poemas objeto en la Fundación Miró de Barcelona. Me fascinaron. Cómo aquel artista convertía en magia y poesía objetos que se encontraban artísticamente. Quise llevarlo a mi instituto años después. Eran los años del BUP. Me encontré una cerrazón casi absoluta frente a su poesía visual y objetual. Para la mayoría eran obras sin sentido, puras tonterías. Yo indagué entre galeristas, leí libros sobre su obra, leí su poesía, y conseguí que viniera a nuestro centro en una jornada inolvidable. Aquel año murió poco después. El juicio general era despectivo respecto a su obra, pero mi primera emoción me decía que había algo muy importante dentro de ella, lo que se confirmó cuando la investigué e intenté desentrañarla. Pero la mayoría lo despreciaban.

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  16. Conchi, no sabes la alegría que me da encontrarte por aquí. He ido a la página de Iman Maleki y son bellísimas sus pinturas. Lástima que no todas se pudieran ampliar para observar. Esto me confirma que cada vez más desde la periferia de occidente se produce arte rico en densidad, alejado de esa provocación que ya me resulta pueril. Es una experiencia apasionante tener un blog donde tantas sensibilidades e ideas se pueden cruzar. ¿Hasta pronto! Un fuerte abrazo.

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  17. Marcos, el museo Guggenheim es una gozada visto exteriormente pero no he tenido ocasión de visitarlo. No tienes que disculparte, pero es interesante este diálogo desde tantos puntos de vista que se enriquecen mutuamente.

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  18. Joselu, supongo que has observado que la barra de subir y bajar de la página de Iman está a la izquierda,

    Buenas noches

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  19. Arte contemporáneo es la política internacional actual: crean impresiones a raíz de estímulos abstractos.

    Por cierto, Joselu, te gustará el fotógrafo Chema Madoz.

    Un saludo a todos.

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  20. Bajo los aires de contemporaneidad he visto escudarse un abismo de vacío conceptual, y nadie grita al caer por temor a desontonar, un buen mecenas puede fabricar no solo un mito, sino un hito en el arte contemporáneo y los "academicistas" y "teóricos", le hacen con sus elocuencias (también contemporáneas)un sólido pedestal, me temo que es una tendencia también "globalizada"...jejeje
    (para los cubanos: inflar globos, es una expresión que se refiere a mentir sobre un criterio de magnificencia)
    Joselu; me encantó el comentario que dejaste sobre la entrada del 10de octubre en mi blog, por un error de administración tuve que suprimirla y no sé si habías habilitado el seguimiento, te ofrezco mis disculpas, aunque la torpeza tecnológica no responde a mi voluntad..
    Un abrazo

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  21. José, el lanzador de botellas, he entrado en la página de Chema Madoz y me han fascinado sus poemas visuales. La poesía visual no es sencilla. Son necesarias mucha intuición, saber ver las correspondencias y analogías y un gran sentido artístico.

    Yolanda, a veces el diálogo con la contemporaneidad es fructífero y enriquecedor como se han visto por aquí algunos ejemplos. Otras veces es la banalidad de globos hinchados que mencionas en tu comentario.

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  22. Las fotografías de las dos chicas son preciosas aunque un poco lúgubres.

    Se mexcla la belleza y lo tétrico de una manera apasionante.

    un saludo

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  23. Ufff,

    hay ya un monton de comentarios.

    he leido algunos y alguien pregunta que es el arte?

    yo ya he escrito algo sobre eso en mi blog, pero resumiendo el arte lo es todo, sobretodo lo hecho con amor, con alegría como y cuando apetece.

    Hoy en día todo lo que se llama contemporaneo esta desvirtuado, la danza me muestra obras (que llaman de teatro o teatro contemporaneo) donde no se entiende nada, te mezclan sonidos, imagener y luz sin que sepas donde esta el hilo.

    Arte contemporaneo es aquello que esta hecho por alguien que tiene amigos influentes, es avaricioso, le interesa el dinero y tiene pocos escrupulos para reirse de los demas cuando les explica la patraña que ha creado.

    Bueno, en definitiva, yo tengo la suerte de rodearme de gente que son unos artistas. Costureras de diseño, pintores, artes gráficas, un muy buen amigo que hace guitarras de lujo, guitarristas, cantantes, etc etc

    no son conocidos, no son famosos, pero hacen arte y del mejor, simplemente porque no les gusta el dinero. Prefiero el arte de la calle a los museos, prefiero ir a festivales a precio libre que las caras entradas de un museo contemporaneo

    un saludo

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  24. Joselu, coincido plenamente contigo en tu visión del arte contemporáneo. Si entendemos el arte como algo que provoca una sensación en el espectador, algún tipo de emoción, ya sea positiva o negativa, muchas obras de arte contemporáneo quedan fuera de esa clasificación, al menos según mi punto de vista. A mí tampoco me dice nada Duchamp, ni muchas de las "obras" que he visto colgadas en museos de tanto renombre como el MOMA. Sin embargo, de vez en cuando se encuentra una con imágenes o figuras que le revuelven por dentro, y le hacen recuperar la fe en esto que llamamos arte. Es un terreno abonado para los vividores y farsantes, pero entre ellos siempre habrá creadores que seguirán asombrándonos (espero).

    Un saludo

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  25. Jose, en los retratos de la holandesa Desiree Dolron, como bien dices, se mezcla la belleza, la virginidad, la luz y lo oscuro. El resultado es inquietante. Parece que se inspiró en el pintor del cuatrocento Petrus Christus en su colección Xteriors. Se siente atraída por el terreno de lo sagrado y los rituales mezclando los claroscuros de la luz del norte.

    Eloi, faltaba tu voz reivindicando el arte de la calle, el arte generoso, no avaricioso de fama y de dinero. El problema es que la historia del arte la hacen algunos artistas, mejores o peores, inversores, marchantes, críticos. El arte es un refugio para la especulación y es una inversión.

    Elena, estoy leyendo un libro que consiste en una larga entrevista a Marcel Duchamp cuando tenía ochenta años. En ella rememora su trayectoria artística. Él abominaba de los museos y de la historia del arte. Decía que el arte que no sorprende es que está muerto. Tenía razón. Sus obras, incluida la fontana, hoy ya no tiene capacidad de sorprender, aunque sí que la tuvo en su momento, en 1916 cuando fue excluida de una exposición. Imagino que aquello era una gran broma artiartística que ha sido tomada demasiado en serio. Estuvo en conexión con el DADA, el antiarte por excelencia, pero eso mismo continúan haciendo epígonos de segunda categoría en muchos museos de arte contemporáneo. Coincidimos en que el arte debe provocar emoción, sorpresa.

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  26. Recuerdo en una visita al Reina Sofía una pequeña "escultura" (creo que de Chillida, no estoy seguro), en la que un pequeño y viejo y deteriorado asador de rejilla -parrilla- estaba incrustrado como una bandera sobre un pequeño montoncito -amasijo- de hierros..
    lo que me llevó a evocar la idea literal de "una mierda pinchada en un palo".

    Pero no quisiera emular a Jruschov.

    En Sobre la censura de Coetzee leo la opinión que le mereció a Jruschov una exposición de nueva pintura que vio en Moscú en 1962:

    “como si un niño se hubiera hecho sus necesidades en el lienzo –dijo- y luego lo hubiera esparcido con las manos” “No gastaremos ni un kopec en esta mierda. El pueblo y el gobierno se han tomado muchas molestias por vosotros (los artistas) y vosotros lo pagáis con esta mierda.. vuestras pinturas sólo provocan estreñimiento a la gente”

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  27. Son impresionantes los retratos. Especialmente el primero, donde, además de la imagen, me parece muy sugerente el ambiente que parece crearse por detrás.

    Respecto al arte contemporáneo, recuerdo la impresión de un grupo de abuelos a los que daba clase cuando llegaron de ver una de estas exposiciones en Huesca. Llegaban atónitos y profundamente decepcionados por lo que habían contemplado.

    Saludos.
    José Luis.

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  28. Parece que el arte se hubiera agotado en sí mismo. Me temo que con la escritura empiece a pasar igual.

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  29. Serenus Zeitbloom, durísimo juicio aunque por testimonio interpuesto de Jruschov. Pienso que cada vez es más difícil sorprender, y ya estamos hastiados de la voluntad de epâter al espectador. Parece cerrado el ciclo de las vanguardias antiartísticas, y los sufridos espectadores necesitan un arte que se nutra de la realidad humana, todo lo problemática que se quiera, pero profundamente humana aunque se le tache de convencional. Son vaivenes en la historia del arte. Lo que se nos da en los museos de arte contemporáneo corre el peligro de ser lo que has definido como una mierda pinchada en un palo.

    Anónimo, entiendo la desazón y la decepción del grupo de jubilados. El espectador necesita algo en que sentirse reconocido, que le produzca alguna emoción.

    Fmop, no creo que el arte se pueda agotar. Hay numerosos creadores independientes que incluso con el márchamo de modernidad hacen, especialmente en la periferia, obras de arte notables, aunque no sean reconocidas por el mercado que a veces sólo deja constancia de lo más mediocre. Un artista no es nada si no es reconocido. Pues bien, hay muchos artistas desconocidos que trabajan en sus talleres. La palabra es infinita. Siempre surgirán nuevos creadores que renovarán los códigos literarios. Quizás nosotros estemos algo cansados y tengan que venir los "bárbaros" a abrirnos nuevos caminos.

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  30. Mi querido amigo,sufrimos un exceso de todo.Yo trabajo en un museo y estamos saturados de actos culturales que nos deja más exhaustos que complacidos.Exceso,sí señor,exceso de actos,de exposiciones,de rueda de prensa,etc.Una desmesura que no brinda al goce o la reflexión,sino todo lo contrario.

    Por cierto,acabo de publicar un post sobre Albert Camus y trato de responderte al comentario que dejastes sobre Sartre.

    Un placer leerte amigo Joselu.

    Un fuerte abrazo.

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  31. Ante todo, estoy muy agradecido por haber descubierto, gracias a esta entrada, el blog "Pasa la vida" y las fotografías de Desiree Dolron. En el arte contemporáneo hay mucho timo y, como en todo, también mucha genialidad. Creo en el timo no figurativo, pero también en la genialidad no figurativa. Y bajo el "realismo" también se esconden pifias. Lo cierto es que nos faltan parámetros (quiero decir que A MÍ me faltan parámetros) evaluadores de la calidad artística. Me muevo por impulsos, intuiciones, pulsiones. En cualquier caso, si digo que me fascina Mondrian creo que me ganaré un buen puñado de enemigos. Espero también que alguien me comprenda...

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