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sábado, 17 de noviembre de 2007

Imagine


Hace unos días salió en clase de cuarto de ESO un tema que me ha hecho reflexionar. Estábamos hablando del apartado de opinión personal sobre las obras literarias que están leyendo. Les he marcado un mínimo de quince líneas, porque sé que si no se lo indico, resolverán en tres líneas lo que para mí es esencial para conocer el efecto que ha producido la obra y las reflexiones que les ha provocado. Les conté que hace unos quince años, alumnos como ellos, cuando llegaban al apartado de Opinión personal, aprovechaban para exponer con lujo de detalles todo lo que la obra les había evocado. No eran extraños los comentarios de varios folios con letra menuda y apretada. Esto les causó una fuerte impresión y mostraron su incredulidad sobre la realidad de aquellos adolescentes que disfrutaban escribiendo, dando salida a sus sentimientos. Guardo varias de aquellas fichas de lectura, que en aquel entonces consideraba normales. Hoy me produce conmoción observar cómo se ha adelgazado la capacidad expresiva de los adolescentes.

No sólo la capacidad expresiva, sino algo también muy importante: la imaginación. Un alumno cuando la cité me respondió de forma directa: ¿Para qué queremos imaginación? La pregunta me sorprendió porque expresaba claramente lo que es quizás un estado de ánimo, una forma de estar en el mundo. Mis alumnos actuales tienen graves dificultades para imaginar alternativas verosímiles a un relato o a una cuestión teórica, tienen serios problemas para dar forma a sus visiones, a sus sueños, a sus vivencias; sufren (sufrir no es la palabra adecuada porque no lo ven como carencia) cuando tienen que desarrollar cualquier tema. Se limitan, en general, a respuestas esquemáticas, poco expresivas, en las que no caben matices ni especulación intelectual. Es una mezcla de desidia, apatía y falta de imaginación para inventar o explorar cosas nuevas en el campo de las ideas, falta asimismo de capacidad representativa de la realidad que los envuelve.

En estos quince años a que hacía referencia se han producido cambios espectaculares en la concepción del mundo que tienen que ver sobre todo con la irrupción de la tecnología en nuestras vidas. La tecnología que facilita, que condensa, que simplifica todo en un clic. Los adolescentes son sumamente hábiles manejando aparatos como el móvil, el MP3, las cámaras digitales; conocen las funciones básicas de los ordenadores; saben bajar películas de internet; frecuentan los chats a través del Messenger; juegan en red en juegos interactivos; son asiduos visitantes de google, youtube y empiezan a experimentar los fotologs.

Sí, pero la figura del alumno imaginativo se ha ido diluyendo como poco práctica, como inservible. Imaginación ¿para qué? me preguntaba aquel alumno que no le veía utilidad en su vida. Sí, ¿para qué imaginar? Es curioso que una generación –la del sesenta y ocho- hiciera de ella el centro de la cuestión y escribiera en las paredes aquel famoso eslogan de Imaginación al poder o recordar también el famoso disco de John Lennon, Imagine. Ello sin hablar demasiado de la importancia que tuvo para las vanguardias o cualquier movimiento de tendencia romántica.

Quizás el mundo se ha hecho muy cerrado y oscuro; ello nos induce a ser pasivos y utilitaristas. Ya no somos capaces de imaginar el futuro o pensarnos a nosotros mismos y cuando lo hacemos es con tintes sombríos. No future dijeron los punks. No obstante, más allá de ese sendero elemental que sigue la mayoría, hay un mundo de sentimientos, angustias y emociones reprimidas esperando a que la fértil imaginación les dé salida. Pero hoy por hoy, la tienen arrinconada. Encerrada en el lóbulo derecho del cerebro, sin estimularla, sin hacer uso de ella. ¿Para qué? Al menos eso se preguntan mis alumnos. ¡Qué potente sería una clase en que pudieran confrontarse distintos modos de percibir la realidad! Que se le pudiera dar forma verbal y que hubiera contención para establecer puentes de diálogo. Todo esto lo he conocido y me duele que hoy por hoy sea tan extraño, no sólo entre los jóvenes.

¿Cómo estimular la imaginación? ¿Cómo volver a hacerla necesaria? Quizás se relacione con el gusto por la palabra densa y profunda, por la pasión por el lenguaje, el diálogo, la cultura y la poesía...

16 comentarios :

  1. La publicidad, en gran parte, hace ese trabajo por ellos. ¡Que imaginen otros!, dirán. Si todo está servido y dispuesto en la mesa, sólo faltan que coman los comensales. Tienen un banquete tecnológico para empacharse con él. Es muy arduo trabajar con la imaginación y agotador, cuando hay tantos mundos al alcance de un clic.

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  2. En la misma línea, comentaba el otro día a mis bachilleres que, cuando yo era estudiante de BUP, estaba de moda ir al instituto con el periódico bajo el brazo. Leíamos la prensa, eran jóvenes informados con opinión y con mucho que decir.
    Hoy eso es impensable.

    Cuando adelgaza la palabra es porque ha adelgazado el pensamiento.

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  3. Hola Joselu.
    Te quiero pedir permiso para usar algunos fragmentos de este post para hacer una reflexión con mis alumnos.Obviamente te daré el crédito correspondiente.
    Sabes? Gracias a Dios en enero me reincorporo a mis labores docentes después de seis meses de letargo.
    Espero tu respuesta.
    Un abrazo.

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  4. Estoy preparando una clase sobre el "modernismo", un "pedazo" de literatura que áun ahora me cuesta trabajo "asimilar", leía y buscaba características y alusiones que pudiesen interesar a mis alumnos, pensaba decirles "eran chicos como ustedes" o "se imaginan lo que para ellos significaría ver por primera vez un celular o adentrarse en internet" trataba y trato de aterrizar los conceptos para que ellos los digieran de una forma más sencilla... Una definición que me pareció interesante fué "desilusión de una generación".. en fin, decidí darle aire a mi mente y me encuentro con éste post...

    Los cambios de siglo, de ideas, de motores, de fuegos y valores de las generaciones van cambiando y adaptándose a los tiempos, yo no puedo entender el desinterés por el que transitan los adolescentes hoy en día, pero no los juzgo y en cierto punto los comprendo...

    Vivimos épocas difíciles en donde la consigna pareciera ser "no sufrir", "entretener", "facilitar", "miedo al aburrimiento"... Se mira de costado a los otros ¡¿qué nos importan los otros?!

    Yo no tengo hijos, recién estoy por cumplir un año de casada y tengo 32 años... No me siento muy alejada de "esos" jóvenes, después de todo pertenecemos a la misma generación que transita dos siglos... qué complicado es hoy en día encontrar una pasión, un "algo por qué vivir"... Todos los días en el aula me topo con las mismas miradas que miran sin mirar nada...

    Qué complicado resulta todo... La imaginación, la poesía, el arte, el ser humano mismo esta cayendo en un hartazgo del que parece no tener salida... Pero, incluso y a pesar de todo, me niego a desistir...

    Bueno, me voy a seguir preparando mi clase, me parece que ya voy comprendiendo "lo moderno"... en fin... Un beso
    Lucero*

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  5. Esta semana participé de un programa en que me tocó dar clases por una hora. Hablé a los chicos del periodismo, y realmente se hizo difícil incitar algo de interés en la mayoría de ellos. Al final de una de las clases, pedí que levantaran las manos los que disfrutaban de escribir. Solamente unos cuantos lo hicieron. Uno incluso protestó en voz alta: ¿por qué me gustaría escribir? Creo que esto va al mismo problema que abordas. Muchos niños crecen sin explorar partes de su cerebro. No saben que imaginar no es divagar. Imaginar es ver.

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  6. Gracias por tu comentario.

    Estoy mejor... del estómago. Lo otro no creo que se me cure en bastante tiempo. Ya irás viéndolo.

    Es un grandísimo honor que me enlaces, gracias de veras.

    La verdad que mientras estuve en la cama sin poder moverme pensé centenares de títulos. Pero ese tiene un significado especial para mí.

    Sobre la imginación... Yo tengo demasiada, creo. Y ya no hablemos de Fever ;)

    Lo único que sé es que mis coetáneos no ven otra manera de estimular su imaginación que "flipar" con las drogas. Es asqueroso. Dales caña.

    Agur

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  7. o_O me dejas anodada, sabia de la apatía mas o menos generalizada de hoy en dia, xo lo de la imaginacion?
    ¿xa q quieren la imaginacion? yo no sabría q hacer sin imaginacion! es mas muxas veces me gustaria tener mas! como pueden pensar asi! es algo muy triste...

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  8. hola joselu

    le quise dar un toque violeta al comentario de la peli "Adiós, pequeña, adiós" pero parece ser q no se veía la letra. le he puesto un tono más clarito y ya se ve bien.

    espero q me leas ;-) la peli en sí es recomendable de ver.

    chao!

    p.d.: lo q sí se leía bien eran los versos de Las Trescientas..

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  9. como devolverles la imaginación a las nuevas generaciones? apartándolos de esta sociedad... como dice fmop, la publicidad y el consumo lo dan todo hecho, no hace falta fatigarse, no hace falta hacer nada, lo tenemos todo hecho, solo hay que consumirlo, por eso no se escribe ni se imagina.

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  10. Gracias de nuevo.

    Opto por hacer eso con mi odio, porque creo que hacer de mi instituto una nueva Columbine no sería muy útil o lógico.

    Un saludo.

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  11. Gracias por compartir tus reflexiones de forma tan generosa, Joselu.
    Soy profesor de inglés, así que imagina, si los alumnos no tienen imaginación en español...
    Las redacciones las hacen superbreves, y repitiendo la misma idea casi todo el tiempo. La forma, para mí es lo de menos, si se logra comunicar, hacerse entender. Pero no tienen nada que decir, ¿para qué van a dar su opinión? ¿Para qué mostrar un sentimiento o idea? Ya lo haràn cuando sean mayores, repitiendo sin pensar lo que oigan en la radio o lean en la prensa.

    Ademàs, tengo la impresión que los niños de primero de la ESO tienen màs cosas que decir que muchos de los de segundo de Bachiller. Tienen màs imaginación y benditos sean.
    Es descorazonador. Muchos de bachillerato ni siquiera saben quiénes fueron los Beatles, así que de Lennon ni hablamos. (la última vez que hablé de Lennon a un primero de Bachillerato, el único al que le sonaba pensaba que Lennon era el que cantó en el funeral de Lady Di).
    Oh là là...

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  12. ¿Se ha de ser, por fuerza, imaginativo? ¿Queda uno descalificado si carece de imaginación, de capacidad de fabulación, de originalidad? Estoy convencido de que con la imaginación se nace, del mismo modo que se nace con la habilidad para las matemáticas, el billar, el dibujo o la música. Vaya por delante que me encantan las personas imaginativas, pero no por ello han de menospreciarse otras virtudes. De hecho, considero que es incluso factible potenciar la imaginación, pero no inculcarla. De ahí que buscar en los alumnos la imaginación quizás sea como pedirnos confianza ciega en los transgénicos. Frente a la imaginación yo siempre he preferido la claridad de pensamiento, el uso fluido de la lógica, la capacidad de razonamiento. Sé que es lo "propio" de toda la especie, y los profesores han de contribuir a su desarrollo. La sensibilidad, la imaginación, la fabulación pertenecen a una minoría, si auténticas; a una mayoría, si mostrencas. HOy en día, como decía otro interviniente, la publicidad nos da la imaginación hecha con una precisión y virtuosismo que ya quisieran muchos poetas. Seguramente por eso van desapareciendo las "imágenes" de la poesía y prevalece el discurso coloquial, a imitación de Biedma, o la reflexión casi filosófica, como en Bergamín.

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  13. Tu post, hoy me encuentra optimista, Joselu. Acabo de regresar de un viaje de tres días por la Sierras de Córdoba (Arg.) con mi esposo y un grupo de sus alumnos de una escuela donde él trabaja en la cátedra Formación cultural y que conforman un ensamble de percusión llamado "Opus Nigrum".
    Los chicos tienen entre 15 y 17 años y el objetivo de mi esposo en este viaje -porque han viajado a en otras oportunidades- fue que, además de un concierto, los adolescentes dictaran talleres (clínicas), se convirtieran en docentes por tres días, en dos localidades vecinas de Córdoba.
    Y me maravillé. Los vi desempeñarse con soltura y seguros de lo que hacían. Hicieron que niños, jóvenes y adultos que asistieron a los talleres, hicieran música, bailaran y sobre todo se abrazaran largamente y felices.
    La seriedad del trabajo y la pasión demostrada, emocionó a muchos de los adultos que asistimos. Uno de los momentos más conmovedores del viaje fue cuando dictaron una clínica en un hogar de día para personas con capacidades diferentes. Yo vi a mis compañeros de viaje, enseñándoles con paciencia, y bailando con estas personas.Los vi esperanzados, creo que se dieron cuenta que ellos también pueden hacer algo por este mundo tan loco.
    Además, como nos alojábamos en casas de familias -de otro modo no podría hacerse-, lo que estas cosas generan es un contacto especial con los anfitriones. Éstos, te brindan todo: sus casas, su cariño, sus costumbres y sus habilidades culinarias.Y los chicos adquieren otra visión del mundo, esa parte del mundo que es solidario.
    Y me alegró ver a su profe, mi esposo, muy cansado pero satisfecho,lo entendí porque me reconocí en él, y lo celebré. No es poca cosa, justamente en estos días en que todo ha conspirado para robarles a nuestros jóvenes la imaginación y los sueños.
    Te lo cuento Joselu porque esto me sirvió de impulso, y porque el "contagio de ánimo" en estos casos viene bien, alimenta. Aún se puede.
    Un abrazo, Joselu.
    Sonia

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  14. No creo que los adolescentes de hoy día tengan menos imaginación que los de hace 15 años, o les interese menos expresarse a través de ella, a pesar de todos los pesares educativos. Todos encontramos ejemplos diarios de pereza mental, desinterés y ese pertinaz deseo de insistir en la burricie. Pero también en los adultos. Los adolescentes,los jóvenes,los adultos, siguen buscando sacar adelante ese mundo secreto que choca con el mundo reconocible. En los trabajos escolares yo también le doy mucha importancia a la expresión de la opinión personal, y muchas veces me quedo como tú, a cuadros. La despachan con un par de palabras. Sin embargo, cuando quieren y les interesa (otro tipo de interés) saben expresarla con acierto.Cuando yo estaba en el instituto (como alumno) tenía la impresión que los profesores pensaban que éramos idiotas. Ahora como profe a veces pienso que mis alumnos son idiotas. ¿Pero lo son?

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  15. Leyendo éste estupendo post pongo en marcha,más que mi imaginación,mi memoria.Nunca me ha gustado el eslogan creado por los surrealistas y después empleado por los estudiantes del famoso mayo del 68: "La imaginación al poder." Yo prefiero decir: "La imaginación en contra del poder." ¿Y qué podría decirte de John Lennon? Como te digo,no empleo la imaginación sino la memoria y recuerdo sus palabras: "Nada es real." El tiempo le va dando la razón,tanto como aquello que también dijo una vez: "La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes."
    Un abrazo.

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  16. Jajaja q "maja" tu niña! ^_^ ya le contaste la historia? espero q haya estado a la altura! :)

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