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domingo, 30 de septiembre de 2007

El meu amic Josep

Ramón María del Valle-Inclán

Josep es mi amigo. Los dos somos profesores. Él de lengua catalana y yo de lengua castellana. Los dos estamos al corriente de nuestras vidas y mantenemos una íntima relación personal. Nos unen años de amistad desde que nos conocimos, hace tiempo –mucho- en un instituto del Maresme; nos une eso y nuestra pasión compartida por la literatura y el cine.

Mi amigo Josep ama los libros, tiene una querencia maravillosa por los libros que le lleva a ir rescatándolos de las bibliotecas públicas cuyos responsables los descatalogan y condenan a la guillotina. Parece ser que en las bibliotecas públicas si un libro no ha sido solicitado por los lectores en un cierto número de años, lo descatalogan y lo retiran de la circulación por valioso que sea el ejemplar. Siempre que lo veo tiene un montón de libros para mí. Literatura africana, gallega, catalana o castellana son los temas preferidos y que compartimos. No nos cansamos de hablar de libros en ricas conversaciones que han vertebrado nuestros encuentros y varios viajes que hemos hecho juntos recorriendo la geografía española.

Sé que él no leerá esto. Quiero hace de esta relación un símbolo. Sé que él deja docenas y docenas de libros que encuentra en bibliotecas o librerías de viejo en la cadena del Bookcrossing, esa cadena que alguien empieza y que los lectores anónimos continúan. Quiero hacer un pequeño homenaje a su generosidad personal – es una de las mejores personas que conozco- . Quiero reconocer que él conoce mejor que yo la historia de la literatura castellana. Es un amante de Cervantes, de Hita, de Quevedo, de Galdós, de Clarín, de Machado y de Valle-Inclán. ¡Cuántas veces no me ha descubierto a autores casi desconocidos en el ámbito hispánico! Devora libros con fruición. Su casa es una sucesión de habitaciones atestadas de libros, cuadros, cedés y películas de cine. Este año ha estado a punto de ser profesor de Lengua Española en su instituto por un problema de reparto de horas. Lo esperaba con ilusión, pero al final no ha podido ser. Me lo contaba con pena cuando se enteró que no podría explicar a esos autores que tanto admira.

Pienso que a veces los políticos y las noticias destacan hechos u opiniones que nos llevan a desconfiar unos de otros, a ir rompiendo hilos de convivencia y relaciones entre pueblos y personas. Sin embargo, quiero resaltar que todavía hay algunos Josep que dan calor a una geografía –unida por una historia compartida, aunque a veces atormentada-, que no responden a los estereotipos al uso, que no se dejan llevar por la politiquería última ni por los resquemores más superficiales, y que hacen de este hermoso y complejo país, una aventura espléndida y todavía con futuro. Espero.

12 comentarios :

  1. Personas así nos hacen seguir teniendo confianza en la humanidad, y en que un futuro mejor es posible. Cuida bien esa amistad, Joselu, vale su peso en oro.

    Un abrazo

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  2. ¡Qué gran suerte la tuya, Joselu! Con todo, y a pesar de los ciegos que pretenden guiarnos hacia el abismo, como ese nuevo jefe de política lingüística nombrado por Carod, ¡somos tantos los amantes y los hablantes de nuestras dos lenguas! Quien ama de verdad una lengua, no puede dejar de amarlas todas y de cultivarlas. Y no es perogrullada ni obviedad: hay quienes odian la lengua, que es una herramienta compleja y les levanta dolor de cabeza y de identidad. Sólo tenemos que ver determinadas actitudes de algunos alumnos que tan derrotados y resentidos salen en esa lucha por la expresión, y que contemplan el uso correcto y enriquecedor de la lengua casi como una ofensa. Las misma que, mutatis mutandi, se advierten en quienes sólo masturban su sueño monolingüístico hegemónico con un frenesí que les lleva al delirio, y al callo...
    ¡Josep se merece leer esas líneas de homenaje! ¡Que le lleguen, por favor! Como quiero hacerle llegar, desde estas, mi admiración y mi reconocimiento.
    Afortunadamente, no somos pocos a quienes nos mueve el amor a la belleza, el riesgo, la diversidad y la honestidad.

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  3. Hace poco me llamó un antiguo compañero de claustro al que no veo desde hace unos años. Se lamentaba de no tener con quien hablar, pues incluso los profesores de letras, tan dados al coloquio, parecen ensimismados en la vorágine de los días y las horas. Si perdemos esa dicha de hablar, de comentar libros, de citar a filósofos griegos sin que nos miren como marcianos, de hacer política de palabra y no de insulto, si perdemos todo eso, sólo seremos máquinas docentes. Y es tan triste hablar sólo de fútbol o televisión...

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  4. Soy de Andalucía, y sin apenas conocer Cataluña, siempre he considerado al catalán como algo próximo.
    Imagino que será por mi tendencia a sentir simpatía por los que son atacados desde la ignorancia, y el catalán y los catalanes, en Andalucía, tienen muy mala prensa.
    Si quieres que la gente se te eche encima, habla bien de los catalanes, y la bilis empieza a salir.
    El curso pasado, en la sala de profesores de mi instituto alguien colgó un email que había recibido con un artículo de Avui, bastante radical por cierto, sobre la cultura española. Lo peor no era el artículo en sí, sino el texto del email que invitaba a pasarlo y airearlo para ver "cómo eran los catalanes".

    Así, mientras nos exaltamos por qué bandera se pone o no se pone en un ayuntamiento, o por quién es un buen español, los pisos no dejan de subir, los salarios no dan de sí, tengo alumnos que no pueden pagar los libros, y como diría Forges, "Felipe, sin dimitir".

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  5. sabéis, hace poco, paseando por las calles de Grenoble dirección a casa de un amigo, me crucé con un hombre que tenía muchos libros en sus manos... bueno, de hecho tenía los brazos y las manos en posición de canasto para poder transportarlos todos.

    Parecía nervioso y miraba de un lado a otro, yo me paré y lo seguí con la vista. Unos metros más adelante de donde nos cruzamos, él también se paró, miró a su derecha y comenzó a colocar todos los libros en montones de tres o cuatro encima de la repisa de una ventana, cuando acabó, se largó sin mirar atrás.

    Yo atónito, me quedé mirándolo como se iba y cuando lo perdí en una esquina por donde giró, fui a donde puso los libros. Mientras miraba los títulos y los ojeaba, me acordé que había gente que se llamaban "cazadores de libros", salían a la calle y buscaban libros escondidos, los leían y después eran ellos los que los escondían. Siempre me había interesado por este tema, se ve que lo puedes mirar por Internet, pero nunca me puse a mirar exactamente que era. Si que sé, que los libros se suelen dejar dentro de un plástico, para que se conserven bien, con una nota explicativa de que se debe hacer, para que la gente sepa como viaja su libro, etc.

    Había muchos y todos eran títulos bastante interesantes, rápidamente conté como unos treinta, yo cogí cuatro, La fête du potiron de Agata Christie, Le chien des Baskerville "Sherlock Holmes", Vendredi 13 de David Goodis y Les jeux des bonnes enfants.

    Sabía que no era la cadena esta que has comentado Joselu, ni lo de los cazadores de libros, que a lo mejor las dos cosas son lo mismo. No sé porque aquel hombre dejó esos libros allí, yo he querido pensar que lo hizo porque eran viejos, los había leido muchas veces y antes de tirarlos, porque no tenía más sitio en su casa para su nueva televisión ultraplana y megagigante, los dejó en cualquier sitio para que alguien los pudiera coger. No sé porque lo hizo pero se lo quiero agradecer, tal como también quiero agradecer, de mi parte, al teu amic Josep, que recupere libros perdidos.

    Perquè un llibre és un amic que no s'ha de deixar mai, s'ha de cuidar i llegir-lo atentament, perquè és un amic que ens ensenya, ens explica i ens descobreix nous mons, fent-nos somiar.
    Un bon llibre mai et decepcionarà i, lo més important, és llegir-los, escriu-los tú mateix i sapiguer totes les llengues possibles, perquè així es poden llegir més llibres, perquè així s'aprèn més rápidament, perquè les llengues són les cultures i perquè la cultura es la inteligència, és per això, que un llibre és el nostre millor amic, el que ens fa ser més inteligents.

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  6. Joselu: Desde ya admiro a tu amigo, mis más profundos respetos. Yo también tengo amigos apasionados por las letras, el cine y la música y sé lo que se disfruta. Emocionante tu homenaje.
    Un abrazo.

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  7. HOla, me llamo José Manuel y sólo quería preguntarte, ahora que me han llamado como profesor de secundaria, de Lengua y Literatura, por aquí, por el sur, si es posible, que te robara algunas ideas porque, seamos sinceros, eres inmensamente creativo y eso siempre es algo que agradecer. Perdona que el comentario no tenga nada que ver con el post y muchas gracias.

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  8. Somos seres políticos decían por ahí, pero a veces el pueblo da lecciones a los seres políticos institucionalizados. Cuando ibamos hacia el aeropuerto de Dublín en el taxi, recuerdo una conversación, de la que más o menos, saqué en claro lo siguiente: fue cuando los políticos se dieron cuenta del hartazgo que vivía el pueblo; cuando se pusieron manos a la obra y resolvieron el asunto irlandés.
    Aquí no se dan cuenta del hartazgo español, estatal, autonómico...(que cada cual ponga el epíteto que más le guste).
    Hay gente que va más allá y se impregna de todo, sin encasillarse visceralmente en una identidad; quizás tenga predilección por alguna, e incluso tenga su idea de "ordenamiento" territorial. Pero no engorda su identidad despreciando otra; sino apreciándola y... Esas gentes, esos seres políticos racionales, con su ejemplo ayudarán a arreglar nuestro asunto. ¿Cuándo? Cuando los institucionalizados se den cuenta del hartazgo ciudadano.
    Interesante amistad, post y comentarios.
    Salut, Osasuna, Salude, SALUD al fin y al cabo.

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  9. Es un gusto visitar tu blog y leerte.
    Te envío un saludo cordial.

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  10. Pienso que los dos os merecéis un homenaje por igual.

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  11. Cristina Peri Rossi estaría encantada de tomarse unas cervecitas con los dos, y yo, y muchos...

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  12. Hola Joselu, hermoso tributo el qe haces, y hermosa la persona que describes. En nombre de todos los que amamos la literatura, me uno a tu homeje.
    Sabes? Yo viví dos años en Barcelona, ahora vivo en Argentina -soy mexicana-... A través de tu blog me siento más cerca de aquel lugar tan significativo en mi vida y gracias tí recuerdo por qué fué que decidí estar ahí.
    Ah! Por cierto, soy una de las chicas de "Botella al Mar".

    Un petonet
    Lucero*

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