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lunes, 19 de febrero de 2007

El calentamiento global


El tema del calentamiento global que tiene como consecuencia el llamado cambio climático ha dejado de ser una cuestión de ecólogos y especialistas para haber sido en unos meses difundido extensamente por los medios de comunicación y haber llegado al conocimiento de la población. No son teorías fruto de hipótesis exóticas. No, hay abrumadores fundamentos, hechos y estudios para poder afirmar que la acción del hombre está provocando un cambio climático sin precedentes en decenas de miles de años. No revelo nada nuevo.

Lo que es nuevo es la actitud que tomamos ante esta realidad inobjetable. Hace unos meses poco se hablaba de esta metamorfosis del clima en la tierra. De pronto, se ha convertido en un tema estrella en toda la prensa y la televisión. Como consecuencia, el ciudadano medianamente informado lo ha incorporado a su bagaje cultural. ¿Cambio climático? Ah, pues bueno -parece decirse-. Hay tantas cosas que pasan que ésta es una más en un mundo que ha escapado a nuestro control. Tengo la impresión que junto a esta toma de conciencia no hay una acción consecuente respecto a ello. Incluso veo que el cambio climático es incluido en conversaciones de modo rutinario sin que nadie entre al trapo a desentrañar lo que significa. Hay además quien lo toma como tema de broma o chascarrillo fácil. Mis alumnos no hablan de ello y cuando lo hacen lo hacen en tono de chanza.

No sé qué es peor: la negación o la indiferencia en la que estamos ahora. Según Al Gore, tenemos todavía tiempo -hay quien lo niega- para contrarrestar los efectos del calentamiento global. Depende de nuestra acción, de la limitación voluntaria de nuestro consumo energético. Hace unas semanas hubo un apagón de cinco minutos en España. No sé si en otros países. Fue escasamente seguido, excepto por instituciones oficiales que apagaron monumentos históricos y edificios oficiales. La población en general, lo ignoró no sé si por desconocimiento de la convocatoria o escepticismo sobre su eficacia. O sencillamente, indiferencia.

Me asombra el exceso de iluminación comercial que domina en todos los establecimientos, me irrita el derroche energético al que estamos acostumbrados (las calefacciones, la energía eléctrica, la propaganda mayoritaria para que nos pongamos aire acondicionado los meses de verano, la venta masiva de vehículos a motor que emiten CO2 a raudales). El exceso y el gasto superfluo se ha convertido en unas décadas en nuestro motor de la existencia. Y nadie parece que voluntariamente esté dispuesto a limitar el consumo aunque esté en juego la supervivencia del planeta. Seguramente la población en general no ve la conexión entre ambas variables: consumo personal y salud del planeta, o es escéptica sobre las acciones individuales y su eficacia. O quizás se piense que por mucho que yo me limite, otros no lo harán y el resultado es el mismo.

Es esto lo que me sorprende. El fatalismo de nuestra civilización. No pensamos en el mundo que habremos de dejar a nuestros hijos y nietos. Sólo importa el presente y el placer. Es como si una especie de hedonismo lleno de inconsciencia se hubiera apropiado de todo. Poco hay en mis alumnos -según yo lo observo- que les lleve a considerar valores que estén por encima de ellos mismos y de su bienestar personal. No hay una conciencia planetaria que nos haga ver que en esto estamos metidos todos en el mismo barco: musulmanes y judíos, cristianos y budistas, ateos y escépticos, agnósticos y librepensadores.

Queda todavía un espacio (amplio) para la acción pero debemos limitar nuestro consumo en primer lugar, evitar el despilfarro, reciclar más, usar agua menos caliente, evitar comprar productos con muchos envoltorios, apagar los aparatos electrónicos que no utilicemos, plantar árboles, limitar el uso del automóvil, apagar luces inútiles...

12 comentarios :

  1. De acuerdo, Joselu, avergoncémonos de nuestro comportamiento egoísta (casi me siento un criminal cada vez que me relajo en la ducha), pongamos todo nuestro empeño en acciones individuales, participemos de las campañas de concienciación. Pero quienes se están cargando este planeta a pasos agigantados son los grandes y esos no tienen conciencia. A media escala ¿quién se priva de su piscinita, de su jardín con césped, de echar una partida al golf en un país de secano? Vamos, vamos, que harán de mí un criminal cuando son ellos los asesinos.

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  2. De acuerdo con Antonio. Cuando me enteré de que el consumo familiar de agua apenas llegaba al 15% del total consumido en el país, vi este asunto de otra manera. Sobre todo porque me había vuelto un "mormón" ecológico que traía fritos a quienes me rodeaban, con mi "fiebre" ahorradora. Yo no niego que incida el comportamiento individual en esos índices apocalípticos, pero cuando un solo gobierno, uno solo, prohíba, por ejemplo, que se construyan coches en su territorio -y aplique la medida a los que procedan de la importación- que alcancen los 130 km/h, reconsideraré mi "mormonante" comportamiento individual. Y lo mismso hay que decir, como bien señala Joselu, del despilfarro lumínico que producen ciudades como Madrid, Barcelona, etc.
    Sí, todos a favor del planeta azul, pero que se abstengan los hipócritas que gobiernan de sacarnos los colores, por favor.

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  3. Joselu, completamente en sintonía con tu post. Hoy vengo de una alquería que se ha conservado por el Ayuntamiento para hacer cursos de horticultura. En ella llevamos a nuestros alumnos en varias sesiones donde les hablan del medioambiente, la polución, las energías renovables.
    Nos preocupamos de educar en ello, saben mejor que sus padres donde despositar los resíduos, pero da la sensación de que ahí queda todo.
    Hay que seguir insistiendo en la responsabilidad.
    No estoy de acuerdo con Antonio, aunque entiendo su escepticismo.
    Un saludo con energía renovable para todos.

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  4. Amigos, gracias por abrir el debate. Supongo que desde mi punto de vista lo que necesito es pensar que mi acción o inacción es importante para cambiar el futuro. ¿Culpable? ¿Criminales? Son términos que no son muy exactos. Mejor sería "conscientes", de que vivimos en un mundo muy desigual y que lo que aquí es normal en otras latitudes es un verdadero lujo. El mundo desarrollado consume energía y recursos de forma devoradora. No se puede sostener. Quiero que haya debate. Hasta ahora hay una especie de silencio espeso y sólo habla el poder. ¿Qué podemos hacer nosotros como ciudadanos? Eso es lo importante.

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  5. Practica para hacer en clase
    1)leer el sigueinte texto
    "Para el agua, algunos poblados tienen un pozo, otros como Potta -que visite ayer- no tienen, así que tienen que hacer 7 Km andando para traérsela, ves niños de no mas de 7 anos con bidones de 25 l.Hable ayer con el padre Enrique ( como le llaman aquí) sobre esto y hemos quedado en ir a hablar con el jefe del poblado pues me gustaría hacérselo yo,era una de mis ideas antes de venir a África .
    "
    http://cibertaller.com/netocracia/2007/01/22/cronica-de-un-amigo-en-africa/

    2)Que todos y todas las alumnas y los alumnos acarreen un bidon relleno de agua de 25L de una parte a otra del patio.
    3)Esperar las protestas de padros y madras por trato vejatorio.
    4)Aguantar la visita del inspectoro o inspectora.
    5)Irse al Spa y que les den

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  6. Hay características indisolubles de la sociedad ‘civilizada’ en esta época: una las alergias otra el derroche, aunque hay más. Las alergias son fruto de la incapacidad de nuestro sistema inmunológico a dar una respuesta adecuada a un cuerpo extraño, porque están tan poco estrenadas como para combatir los gérmenes que nos invaden.
    El derroche forma parte de una cultura de la opulencia como si los recursos naturales no tuvieran fin y los efectos de su consumo tampoco tuvieran consecuencias.
    Las dos cuestiones pueden suponer el fin del ser humano porque no hay conciencia de los recursos que usamos. Abrimos el grifo y dejamos el agua correr porque, a diferencia de lo que ocurre en muchos lugares del mundo, no tenemos que ir a centenares de metros o incluso algunos kilómetros para traerla. Damos al interruptor y milagro se hace la luz. Nunca tuvimos que alumbrarnos con un candil. Y así tantos y tantos ejemplos.
    Pero no te preocupes, estimado Joselu, el ser humano tiene la virtud de estropear las cosas para después tener que arreglarlas. En alguna de esas se les irá de las manos. Y disculpen mi pesimismo.

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  7. Joselu:
    Coincido con tu llamado a tomar conciencia, pero existe una sensación de fatalismo. Nadie quiere privarse de nada. En fin todo un problema.
    Saludos amigo

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  8. Como dice Antonio, nosotros podemos hacer un 15%. ¿Y el resto?. Quien no tiene poder no gobierna nada. Esto a corto plazo. Pero a largo, como todas las hazañas de la humanidad, han sido cuestión de tesón, de muchos, y de detalles pequeñitos pero que unidos cambian un mundo.

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  9. Yo apenas esta semana recibí en casa la película de Al Gore, porque hasta ahora sufro de cierto escepticismo en torno a esta campaña. No es que dude del efecto de invernadero y el calentamiento global resultante.

    No. Eso lo conocía desde los años ochenta. No es nada nuevo.

    Dudo más bien de esto que en Estados Unidos llamamos "hype", que no es más que una palabrita conveniente --valga la referencia-- para referirnos a la exageración que se da en el foro público a un tema. El documental de Gore, según lo que he visto, tiende al alarmismo. Y no creo que el miedo y el terror sirvan para crear conciencia. Crean una reacción a corto plazo que afecta los niveles superficiales de la cultura popular, pero no llevan a un cambio profundo de mente.

    Y ahí, en ese hedonismo al que te refieres, creo que está la clave de todo esto. El cambio que necesitamos no viene con apagar una bombilla, sino con una nueva actitud hacia toda la vida. Eso es mucho más difícil de fomentar. No se logra a base de terror.

    Aún así, interesante, como siempre, tu reflexión.


    Leer mi Libro abierto

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  10. Mr. Sandman, bring me a dream ^.^

    ¡Esa peñaaaa! ¿Como estás Antonio? Cuanto tiempo sin vernos, tanto que ni siquiera nos conocemos. Me gustaria mucho invitarte a un enorme bol de helado de fresa y discutir sobre la macroeconomia, pero no tengo tiempo. Estoy escribiendo un libro que seguro os gustará a todos. No os sulfureis tanto con el tema ahorro de agua, relajaos y disfrutad de la vida, al fin y al cabo siempre le podeis echar la culpa a la sociedad.

    Atentamente:
    Fever

    Un gran Miauuuuu ^^ para todos (especialmente para ti Antonio ;P)

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  11. Aunque hayas cerrado el blog, vengo a rectificar sobre mi comentario anterior en este ensayo tuyo. He visto hoy el documental de Al Gore y su ¨verdad inconveniente" y me pareció bueno. Aunque tiene su tono apocalíptico (y ayer mismo Gore dijo que no se lanzaría a presidente porque tiene otro asunto en mente, que "el planeta está muriendo"), no es tan alarmista como me parece que es la impresión que saque de los medios. Ahora se me hace difícil criticarlo, porque nada de lo que él expresó me pareció exagerado. Hay una emergencia ecológica y tal vez lo alarmante es que poca gente lo reconozca.




    Leer mi Libro abierto

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  12. http://www.youtube.com/watch?v=72WRdem_EBQ
    Hombre de la mancha Sueño imposible ............Se burlaban de el, le gritaban loco, le escupían y e insultaban, y no se daban cuenta que todos deseamos que existan mas Hidalgos como Don Quijote… es el destino de todo hombre Noble, se ve vapuleado por la sociedad cruel, pero se que finalmente siendo fiel a su ideal,alcanzará su estrella ideal en el vasto universo.
    Dios es todo dina-mismo en el concepto de palabra
    (En el tiempo pasado o pretérito somos sombra de deuda hacia Dios) ...Ahora en el tiempo presente somos palabra de promesa hacia el futuro ¡Que llegaremos! solo convertidos en luz ya sin la envoltura física de nuestro cuerpo que ahora pertenece al pasado de las cosas físicas?
    http://www.dosestados.com
    Nuevas conclusiones

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